Formamos un equipo para conectarnos con los bibliotecarios en la Conferencia Nacional de la Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos [ALA] en Chicago para llevar la comprensión, el desafío y la invitación que se concentra en la Proclama SOMOS LOS REVCOM: “Estamos trabajando por una revolución real y una forma de vivir completamente nueva. Ustedes deben ser parte de esta revolución, y los usuarios de sus bibliotecas deben conocer y tener acceso a esta revolución por medio de las obras de Bob Avakian (BA), revcom.us y El Show RNL”.
Asistieron 18.000 bibliotecarios de todo el país, con 6.000 expositores. Los bibliotecarios atienden a todas las comunidades, desde grandes ciudades hasta pequeños pueblos y zonas rurales, incluidas las reservas de indígenas. Atienden a diversas capas sociales de personas, desde académicos y estudiantes hasta personas sin hogar y niños pequeños, y son un recurso importante para muchos. En general, son personas que leen, tienen la mente abierta y apoyan el pensamiento crítico.
Esta fue una oportunidad única para llevar la revolución a este grupo crítico de personas que han estado en la mira de la agenda fascista cuyo fin es erradicar cualquier cosa que se interponga en el camino del indisimulado patriarcado, supremacía blanca, xenofobia, etc. Los ataques fascistas han incluido esfuerzos para prohibir cualquier libro que se refiera a la verdadera historia de Estados Unidos basada en la esclavitud y el genocidio, así como cualquier mención a la comunidad LGBTQ, especialmente a las personas trans y drag queens por atreverse a ser quienes son en la vida real o hasta en la ficción. Ha habido protestas violentas contra escuelas y bibliotecas y actividades para apoderarse de juntas de bibliotecas y bibliotecas escolares (con o sin éxito). Los bibliotecarios han estado en las primeras líneas para hacer frente a estos ataques y defender “el derecho a leer”.
Hicimos letreros (vea la imagen) con la primera plana de la proclama y “BIBLIOTECARIOS BIENVENIDOS” en la parte superior y nos pusimos calcomanías verdes brillantes, que decían: “¡No a la prohibiciones de libros!”, así como calcomanías de arcoíris: “En defensa de los derechos y la vida de las personas LGBTQ — Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución” para que pudieran verse a distancia y mostrar que tomábamos posición con ellos y no contra ellos. Resultó que esto era importante — varias personas dijeron que cuando vieron personas con letreros, les preocupaba que fueran personas hostiles, hasta que vieran lo que decían los letreros y las calcomanías.
Debido a la configuración del centro de convenciones con poco acceso para los asistentes desde el exterior y una fuerte seguridad en el interior, buscamos a los bibliotecarios en dos hoteles importantes accesibles donde se llevaron a cabo algunos de los eventos y donde los asistentes se subían y se bajaban de los autobuses para ir al centro de convenciones.
Mientras la gente pasaba por ahí, enfatizamos que SÍ se avecina un cambio radical, ya sea horriblemente reaccionario o radicalmente emancipador y que estábamos dirigiéndonos a ellos porque la gente necesita saber que existe una salida. Cuando la gente se detuvo a hablar, señalamos que la salida de esta locura requiere una revolución real para desmantelar este sistema y reemplazarlo por un sistema radicalmente mejor basado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte de la autoría de Bob Avakian. Les mostramos la Constitución, incluido un código QR que los lleva a su página web. Cada vez que se produjera una conversación más larga, mostrábamos la última página de la proclama y el recurso que es para ellos, los usuarios de la biblioteca y los estudiantes. Si bien todos teníamos contenedores para recibir donaciones y todos recibieron el volante “Donativos”, la recaudación de fondos en el acto fue una debilidad en términos de ser una forma inmediata e importante en que las personas pudieran actuar según su apoyo y aprecio y contribuir a la revolución.
Además, algunos voluntarios repartían volantes para Insight Press, que publica obras importantes de BA, y tenían información sobre cómo pedir estos libros y cómo acceder a ellos gratuitamente en línea. Varios bibliotecarios expresaron su agradecimiento por el acceso gratuito para los usuarios de sus bibliotecas.
Conocimos a bibliotecarios de todo el país. En general, la gente fue muy receptiva y al menos la mitad se llevó la proclama aunque pasaban por ahí corriendo. Nos encontramos con personas en los días posteriores que lo habían leído y conversaron más.
Nuestra experiencia demuestra el valor de llevar el desplegado SOMOS LAS REVCOM a las bibliotecas locales.
Aquí van algunos ejemplos de lo que aprendimos:
Muchos de los bibliotecarios fueron sinceros con sus puntos de vista, mostrándolos en sus camisetas. Una joven bibliotecaria tatuada que tenía un aro en la nariz tenía una chaqueta de mezclilla negra que decía “Vivir para leer. Leer para vivir” bordado en ella. Otra camiseta decía: “Los libros abren mentes, corazones y puertas”. Otro, un hombre joven, tenía una camiseta con solo la palabra “Bibliotecarios” en el frente, pero las letras tenían los colores del arcoíris del Orgullo. Otros tenían camisas y botones con manifestaciones en contra de la prohibición de libros.
Dos bibliotecarias afroamericanas distintas del Sur profundo que habían leído el desplegado el día anterior dijeron que realmente estaban de acuerdo y se llevaron bultos del mismo para llevárselos a sus bibliotecas. Cuando se le preguntó a una qué le gustaba, dijo: “Mi gente trabajó más duro que nadie para hacer que Estados Unidos cumpliera su promesa. ¡Pero esto no va a funcionar!” La segunda, cuando se le preguntó con qué estaba de acuerdo, dijo: “¡Que necesitamos una revolución! En 1954, la corte suprema dijo que Misisipí debía eliminar la segregación en las escuelas. ¡En el acto! Casi 70 años después, la gente sigue esperando. ¡Estoy de acuerdo en que necesitamos un camino diferente!”
Una joven nos dijo: “¡Ya la leí! Me metí en tu página! Fui a tu TikTok. ¡Es genial!” Le mostré la contraportada de recursos del desplegado SOMOS LOS REVCOM y me dijo emocionada: “¡Es ella!”, señalando la foto de Sunsara Taylor (junto con Andy Zee y Bob Avakian) en la sección de las entrevistas con Bob Avakian. “¡Ella es la que yo estaba viendo en tu canal!”
Muchas personas dijeron que estaban bajo ataque. Dos bibliotecarios del Sur reconocieron que su estado natal es un laboratorio fascista. Un maestro de la costa oeste dijo que los maestros también están bajo ataque y mencionó un ataque fascista contra una escuela en una ciudad. Estuvieron de acuerdo en que parecía que no hay solución dentro de este sistema.
Hablamos con un bibliotecario de una ciudad universitaria en el Sur rural que dijo que han estado luchando contra los fascistas (sus palabras) y la prohibición de libros durante más de tres años y se está empeorando. Inicialmente dijo que el único poder que tenía la gente era de votar. Cuando se le preguntó acerca de las legislaturas que piensan que cualquier elección que pierdan es ilegítima, pensó por un minuto. Luego habló sobre cómo MLK enfatizaba trabajar dentro del sistema y cómo Malcolm X dijo que no se podía obtener cambio desde dentro del sistema. Dijo que ahora piensa que Malcolm quizá tuviera razón.
Una ilustración de la forma en que estas sacudidas están sacudiendo la creencia de las personas en el sistema: una bibliotecaria, después de agarrar una proclama, se inclinó y susurró: “¿Crees que los bibliotecarios están sentados en un escritorio todo el día? Están tramando una revolución”. Se fue de volada antes de que pudiéramos conversar más.
Un hombre palestino dijo que acaba de jubilarse después de 50 años como bibliotecario en un estado rural. Dijo que había sido un desafío impartir el pensamiento crítico y una visión acertada de la realidad como bibliotecario todos esos años. Al escuchar sobre el “momento poco común” y que ello significa que quizá tengamos una oportunidad para la revolución si aprovechamos el momento: “Realmente espero que haya una oportunidad”.
Una mujer que recibió el desplegado el día anterior se detuvo en la entrada del autobús y les dijo a los seguidores de los revcom que estaban cerca: “¡Alabo su compromiso! Sí. ¡Felicito a todos ustedes por su compromiso!” Uno de nosotros dijo: “Bueno, ¿y tú? Necesitamos que participes. Necesitamos tu compromiso”. Ella se rio y levantó el pulgar, aceptando buscarnos mañana para hablar más. Las puertas del autobús se cerraron.
Un bibliotecario mayor dijo que era originario de Turquía. “Yo mismo soy comunista, o lo era cuando era joven”. Le conté un poco sobre BA y la nueva síntesis del comunismo que él ha desarrollado, mostrándole la contraportada, las Entrevistas con BA. Luego se puso a despotricar tan fuerte que algunas personas preguntaron si todo estaba bien. Literalmente comenzó a gritar acerca de que estos países, todos ellos, Estados Unidos, Francia, Inglaterra (nombró más en Europa) se unirán en una búsqueda en una zona del tamaño de Connecticut en el Atlántico Norte en busca del sumergible Titán perdido, que era una farsa de todos modos ya que la Armada supo de inmediato que la cosa se implosionó. Pero en ese mismo momento, estos mismos países permitieron que cientos de inmigrantes se ahogaran frente a Grecia, hasta la última mujer a bordo se ahogó. Cité a BA: “Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas continúen dominando el mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes”. Él dijo: “Estoy de acuerdo, pero estoy demasiado enojado, ¡así que fin de la conversación!”
Dos bibliotecarios jóvenes que viven en un pequeño pueblo en el Sur nos dijeron que se están aprobando leyes en su región que dictan que todas las tarjetas de la biblioteca de cualquier persona menor de 18 años sean canceladas. Luego, el padre o madre de cada niño que quiera una nueva tarjeta de la biblioteca tienen que firmar en conformidad de que será personalmente responsable de todo el material que saque su hijo o hija. Si un padre o madre no firma, no habrá tarjeta de la biblioteca. Dijeron que muchos títulos están bajo ataque. Que está quitando muchos de sus libros de los estantes. Los bibliotecarios han alzado la voz en vano. Dicen que seguirán poniéndose de pie pero sienten que están perdiendo estas batallas.
Otra bibliotecaria nos dijo que muchos títulos están bajo ataque y que las prohibiciones de libros se encuentran en varias etapas de implementación. Dijo que lo peor es que los bibliotecarios están bajo ataque por resistirse a las prohibiciones de libros y a los ataques a muchos títulos, y a los bibliotecarios les llaman “alistadores sexuales” [groomers] que están haciendo daño a los niños. Señalé la lección histórica sobre la Alemania nazi sacada del volante “¡ALTO a los ataques fascistas y la satanización de las personas LGBTQ!” y ella respondió: “¡Soy judía! ¡No tienes que decírmelo!”
Una bibliotecaria que trabajaba en una biblioteca en un suburbio de una importante ciudad del medio oeste y que todavía conoce a la mayoría del personal ahí dijo que la biblioteca estaba completamente cerrada. Dijo: “Bueno, ¡algunos de ellos simplemente quieren renunciar! Quiero decir que me dicen cosas como: ‘Oye, cuando empecé a trabajar de bibliotecaria, no esperaba que me preguntara si era necesario ir al trabajo armada’. ¡Quiero decir que los bibliotecarios se están enfrentando a la violencia!”.
Una escritora afroamericano de libros para lectores jóvenes que presentó un libro en la convención se tomó el tiempo para hablar después de llevarse el desplegado. Con ganas se llevó la proclama y la revisaba tan pronto como estuviera en sus manos. Dijo que estaba “muy contenta de que alguien esté tratando de hacer algo con respecto a la situación en la que nos encontramos”.
Un joven afroamericano dijo: “¡Revolución! ¡Sí, eso es lo que quiero!” Fue presentador en la convención, dijo. Y que el futuro al que nos enfrentamos es aterrador y “estoy de acuerdo en que necesitamos un cambio más profundo”.
Mientras estaba parada allí con mi letrero, “Bienvenidos bibliotecarios” sobre mi cabeza, una mujer salió del hotel y me dio un fuerte abrazo, y me dijo: “¡Muchas gracias!” Dio una breve explicación: “Anoche, Judy Blume habló en la convención de que su libro Are You There God? It’s Me, Margaret (¿Estás ahí, Dios? ¡Soy yo, Margaret) ¡estaba bajo ataque despiadado por todos lados! ¡Así que muchas gracias a ustedes por lo que están haciendo aquí!”.
En los cuatro días, el equipo distribuyó casi 700 proclamas de “Somos los Revcom”. Los voluntarios que distribuían el volante de Insight Press, repartieron alrededor de 260.