El 27 de febrero, Nahum Barnea, un columnista judío-israelí convencional, escribiendo en uno de los periódicos sensacionalistas de mayor circulación en Israel, comparó la orgía de incendios, palizas, terror, saqueos y asesinatos de 17 horas por parte de los “colonos” israelíes en la localidad palestina de Huwara con la Kristallnacht.
La mayoría de la gente de Estados Unidos no tiene ni idea de lo que significa la Kristallnacht. O la importancia de la comparación con lo que acaba de ocurrir en Israel.
Pero la gente tiene que saberlo.
Kristallnacht
La Alemania de Hitler, desde principios de la década de 1930 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial (1945), asesinó sistemáticamente a millones de judíos en Alemania y en toda Europa.
Eso no ocurrió de la noche a la mañana, ni de golpe.
Con la llegada al poder de Hitler, los judíos fueron deshumanizados sistemáticamente en los medios de comunicación, retratados como ratas infrahumanas (literalmente). La alienación y el sufrimiento de algunos sectores de la población, especialmente de la clase media, se desviaron de dirigirse a sus opresores y se dirigieron contra los judíos, que en algunos casos podían tener una casa un poco más bonita o un trabajo mejor, o ejercían profesiones como la enseñanza, la ciencia y las artes. Y los judíos estaban desproporcionadamente implicados en la política radical o revolucionaria. Por etapas, pero implacablemente, expulsaron a los judíos de sus puestos y de sus hogares, y los enviaron en cantidades cada vez más grandes a campos de concentración. Tacharon los esfuerzos de resistencia de actos criminales de “terrorismo”.
Y entonces llegó la Kristallnacht.
Durante los días 9 y 10 de noviembre de 1938 en la Alemania nazi, golpeadores fascistas, facilitados por la policía, asesinaron a cientos de judíos y detuvieron a decenas de miles de hombres judíos y los enviaron a campos de concentración. Saquearon hogares, hospitales y escuelas judías. Incendiaron sinagogas. Destruyeron o dañaron miles de negocios judíos. La violencia y muerte por turbas se conocieron como Kristallnacht (“La noche de los cristales rotos” en alemán) porque las calles se cubrieron de cristales rotos de las ventanas de las sinagogas y de las casas y negocios de propiedad judía.
Ya antes de la Kristallnacht se habían despojado a los judíos de Alemania de los derechos de los ciudadanos. Se prohibieron los matrimonios “mixtos”. (Hay que señalar que aquí, y en otros aspectos, los Nazis “tomaron prestadas” explícitamente las leyes racistas y de supremacía blanca vigentes en gran parte de Estados Unidos en aquella época). Y obligaron a los judíos a llevar estrellas amarillas de seis puntas en público, sometiéndolos al terror policial y a los ataques de golpeadores.
La Kristallnacht se convirtió en un paso trascendental en lo que llegó a ser el asesinato sistemático, como una máquina, de millones de judíos (junto con otras personas) por parte de los Nazis. Envió el mensaje de que se podía hacer cualquier cosa a los judíos con impunidad. Los golpeadores fascistas se envalentonaron aún más. La gente que odiaba a Hitler se encontró aislada. Los “buenos alemanes” que sentían repugnancia por Hitler se silenciaron a sí mismos de forma temerosa y vergonzosa (algo que el pastor alemán Martin Niemöller afrontó de forma honesta y poderosa en su obra).
Tras la Noche de los Cristales, los Nazis prohibieron la entrada de judíos a todas las escuelas y universidades públicas, así como a cines, teatros e instalaciones deportivas. A las empresas de propiedad judía les prohibieron realizar trabajos contratados por el gobierno, obligándolas a cerrar. En muchas ciudades prohibieron a los judíos entrar en las zonas designadas “arias”. Una ley de 1939 obligaba a los judíos a entregar oro, plata, diamantes y otros objetos de valor al estado sin compensación (en la Enciclopedia del Holocausto se encuentra una lista de las leyes, en inglés). Los judíos fueron arruinados, aislados y sitiados.
Por último, en 1942, en la Conferencia de Wannsee, los Nazis pusieron en práctica la “solución final”, el acorralamiento, tortura, inanición y asesinato sistemáticos de millones de judíos en toda Europa. Fue uno de los mayores crímenes de la historia de la humanidad.
La Kristallnacht israelí en Huwara
El suceso que provocó la columna de Nahum Barnea tuvo lugar el 26 de febrero, en la localidad de Huwara (también deletreada Huwwara en inglés), en la región palestina de Cisjordania (región ocupada ilegalmente por Israel). En represalia por el presunto asesinato por un palestino de dos hombres judíos israelíes (según se informa en represalia por una redada israelí anterior en la que murieron 11 palestinos), cientos de “colonos” sionistas participaron en una orgía de violencia y terror contra toda la población de la ciudad de Huwara.
Los “asentamientos” israelíes llevan mucho tiempo construyéndose en tierras arrebatadas violentamente a los palestinos. En los últimos años, los asentamientos se han convertido cada vez más en bases paramilitares desde las que fundamentalistas judíos abiertamente genocidas llevan a cabo constantes incursiones terroristas contra las comunidades palestinas.
En el ataque a Huwara, los “colonos” incendiaron 30 casas. Rompieron puertas y ventanas de las casas y las saquearon. Quemaron tantos coches que los restos carbonizados llenaron manzanas enteras. Más de 100 palestinos resultaron heridos. Aterrorizaron y traumatizaron a niños pequeños. Y asesinaron a tiros a Sameh Aqtash, de 37 años.
Omar Idrees salía de un supermercado de Huwara con su esposa, su hija de dos años y sus padres cuando los colonos israelíes les atacaron con piedras, barras y gas pimienta.
Iyas Safadi, otro niño palestino, fue citado en las redes sociales diciendo: “Sentí que era el último día de mi vida... A todos los que nos miran, protéjannos, necesitamos protección”.
De Facebook, DOAM (Documenting Oppression Against Muslims [Documentar la Opresión de los Musulmanes])
En Middle East Eye, otro residente de Huwara, Hussein al-Suwaiti, escribió: “Nuestra casa desapareció bajo todo el humo y el gas lacrimógeno; nos estábamos asfixiando. No podíamos hacer nada, salvo rezar, pedir ayuda a gritos y gritar a los colonos. Cuando los colonos estaban en la puerta de nuestra casa intentando entrar, empecé a lanzarles zapatos desde un zapatero que había cerca de mí, a través de la ventana. Mientras esto ocurría, los soldados israelíes estaban allí de pie, mirando”.
Las fuerzas militares israelíes ocupan Cisjordania. No vacilan en atacar incluso los funerales pacíficos de los palestinos con una brutalidad de tropas de asalto. Pero por diecisiete horas se quedaron observando y facilitando que estas turbas israelíes atacaran Huwara. Sólo detuvieron a seis de los cientos de personas que participaron en quemar, brutalizar, aterrorizar y asesinar, y los seis fueron liberados para la mañana siguiente.
Terrorismo patrocinado y facilitado por el estado
Antes del asalto a Huwara altos funcionarios israelíes habían hecho llamamientos que equivalían a un fuerte mensaje de “ADELANTE”. Bezalel Smotrich, alto miembro del gabinete encargado de los asuntos civiles en Cisjordania, pidió que el Estado de Israel “aniquilara” Huwara. Para empezar, le dio un “me gusta” a un tuit de un funcionario israelí local que pedía que la gente “aniquilara hoy la aldea de Huwara”. Cuando le preguntaron por qué, dijo a un periodista: “Porque creo que hay que exterminar la aldea de Huwara. Creo que debe hacerlo el Estado de Israel”.
En vísperas de una próxima visita a Estados Unidos, Smotrich “se retractó” de su llamamiento con “explicaciones”, por ejemplo que esta incitación genocida fue “un desliz de la lengua en una tormenta de emociones”. Y afirmó que “es obvio” que no pretendía hacer un llamamiento a la violencia(!¡). A pesar de la indignación mundial desde diferentes perspectivas, al cierre de edición el gobierno estadounidense no ha prohibido a Smotrich visitar Estados Unidos, y se han citado a fuentes anónimas de la administración Biden diciendo que es poco probable que la administración prohíba la entrada de Smotrich. (Revolución abordará los intensos conflictos y contradicciones en la clase dirigente israelí y en la “relación especial” Estados Unidos-Israel en un próximo artículo. Estén atentos).
Dos interpretaciones opuestas del Holocausto nazi
Al principio de este artículo señalamos que la mayoría de la gente de Estados Unidos no tiene ni idea de los crímenes de los Nazis, de su genocida asesinato en masa de millones de judíos y del tipo de antisemitismo deshumanizador que preparó el terreno para ello. (El silencio ante los desplantes antisemitas y pro Hitler de Ye y la tolerancia hacia ellos, incluso entre los oprimidos de este país, es un ejemplo alarmante de ello).
Pero en Israel, la gente sí sabe lo que los Nazis hicieron a los judíos. De hecho, los sionistas justifican la existencia de Israel como estado judío, donde los no judíos —los palestinos— son violentamente oprimidos, basándose en el Holocausto. Poderosas fuerzas en Israel afirman que cualquier cosa que Israel haga a los palestinos está justificada por el Holocausto. En 2008, durante una de las masacres periódicas de Israel contra el pueblo palestino en Gaza, el viceministro de Defensa de Israel, Matan Vilnai, dijo a la Radio del Ejército israelí que si las fuerzas de Gaza disparaban cohetes improvisados contra Israel (armas exponencialmente menos mortíferas que la matanza que Israel estaba llevando a cabo), “atraerán sobre sí una ‘shoah’ [palabra en hebreo para el Holocausto] mayor”. A pesar de la indignación mundial, Vilnai continuó con una larga y exitosa carrera en el gobierno israelí.
Pero además están los que dicen que nunca más deben ocurrirle tales horrores a nadie, que nunca más debe permitirse que se realicen crímenes contra la humanidad mientras la gente alegue ignorancia o impotencia como excusa para no hacer nada para detener esos crímenes.
En el siguiente videoclip de su diálogo con Cornel West (“Bob Avakian habla de la venganza vs. la emancipación de TODA la humanidad”, audio en inglés), el líder revolucionario Bob Avakian habla de estas formas opuestas de entender la lección del Holocausto, y de cómo actuar en interés de la humanidad. Es una comprensión y una postura que debe llegar a todos los indignados por los acontecimientos que se están desarrollando en Israel.
Y hay que actuar en consecuencia.
“Bob Avakian sobre la venganza en lugar de la emancipación de TODA la humanidad” (en inglés)
Una selección de REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: La lucha por la emancipación y el papel de la religión; Un Diálogo entre CORNEL WEST y BOB AVAKIAN.