Keenan Anderson, hombre negro de 31 años... Tyre Nichols, hombre negro de 29 años... Jor’Dell Richardson, joven negro de 14 años... Eddie Irizarry, puertorriqueño de 27 años... Niani Finlayson, mujer negra de 27 años... ¡y así sucesivamente!

Estas son sólo algunas de las al menos 1.243 vidas robadas por la policía en Estados Unidos el año pasado, asesinadas a sangre fría. (Ver: Vidas robadas por la policías asesinos, 2023). El grupo de investigación Mapping Police Violence [Catalogar la Violencia Policial] dijo que esta era la cifra más alta en los 10 años que lleva realizando un seguimiento. Esto significa que, en promedio, el año pasado, tres personas fueron asesinadas por puercos a diario. Los negros fueron asesinados al doble de su proporción en la población. Los indígenas norteamericanos fueron asesinados a un ritmo de 2,2 veces mayor que el de los blancos. El Washington Post informó que “los hispanoamericanos también mueren a manos de la policía a un ritmo desproporcionado”.

Aquí hay un hecho importante: la mayoría de estos asesinatos “comenzaron cuando la policía respondió a presuntos delitos no violentos o casos en los que no se reportó ningún delito”. (De Mapping Police Violence “Informe sobre la Violencia Policial de 2023”). En otras palabras, los policías no fueron amenazados, no hubo una confrontación violenta, hasta que los policías la hicieron violenta.

Los cerdos se salen con la suya — así funciona el sistema

El 98,1% de los asesinatos cometidos por policías en los últimos 10 años no han dado lugar a cargos contra los policías asesinos. (Vea 3 años desde el asesinato de George Floyd, los asesinatos policiales de la ira de los afroamericanos continúan). (Vea 3 years since George Floyd’s murder, police killings of Black American’s rage on [3 años desde el asesinato de George Floyd, sigue sucediendo la muerte de estadounidenses negros]).

Piénselo: la mayoría de las personas que los puercos matan no han hecho nada que justifique su muerte. Sin embargo, el 98% de esos asesinos ni siquiera son enjuiciados (y recuerde que un porcentaje muy alto de puercos que SÍ son enjuiciados o son absueltos o reciben castigos muy leves).

Negarse a responsabilizar a los policías brutales y asesinos por sus acciones está integrado en el sistema de injusticia estadounidense. Las leyes y políticas (estatales, locales, federales, respaldadas hasta por la Corte Suprema de Estados Unidos) permiten a los policías perpetrar violencia. Estas leyes y políticas incluyen permitir que los policías utilicen fuerza letal cuando no están frente a una amenaza inmediata; sin intentar otras opciones; contra una amenaza percibida que no se considera mortal, y muchas otras. De hecho, casi siempre es suficiente que un puerco afirme que él o ella “se sintió amenazado” para evitar cargos o salir libre.

Las nuevas “leyes de rendición de cuentas” aprobadas después de las protestas de 2020 son la misma mierda en una nueva caja. En diciembre de 2023, se celebró el primer juicio de policías en el estado de Washington en virtud de una nueva ley de “rendición de cuentas de policías” aprobada tras las históricas protestas de 2020. Policías de la ciudad de Tacoma fueron acusados del asesinato de Manuel “Manny” Ellis, de 33 años. Los hechos básicos no estaban en disputa. Estos policías “golpearon, estrangularon y ataron” a Manuel Ellis y le cubrieron la cabeza con una capucha. Afirmaron que Ellis luchó contra ellos con “fuerza superhumana”, lo que, según dijeron, justificaba la violencia que usaron para matarlo. El jurado absolvió a los puercos asesinos.

¡LA REFORMA NO FUNCIONA NI PUEDE FUNCIONAR — ACABAR CON ESTA LOCURA ACABANDO CON EL SISTEMA QUE LO REQUIERE!

Aunque están enfrascados en una lucha feroz entre ellos, tanto demócratas como republicanos están pidiendo y trabajando para realizar una escalada severa en el apoyo a la policía. Trump lo dice sin rodeos: pide a los puercos que disparen sin juicio a quienes crean que están robando en tiendas, y eso solo para empezar. Biden habla de “financiar a la policía, financiar a la policía, financiar a la policía” como una especie de juguete de cuerda. Y los autoproclamados “progresistas” continúan jugueteando, tratando de hacer pequeños ajustes dentro del marco de un sistema que requiere la brutalidad masiva, el encarcelamiento y el asesinato de negros, latinos e indígenas.

El hecho es este: no podemos poner fin a este flagelo sobre los pueblos oprimidos sin una revolución real. Y eso significa que millones de personas luchen para derrotar y desmantelar la maquinaria de represión de este sistema, establezcan un nuevo poder y comiencen a construir un sistema que realmente pueda poner fin a esta locura y desarraigue las causas del asesinato policial y el encarcelamiento en masa.

¡No diga que no es posible! Como hemos escrito: “Piensa en los millones de personas, de todas las razas y géneros, que se levantaron con furia justa, por todo Estados Unidos, en 2020, cuando el asesinato de George Floyd por un puerco policía desalmado de plano era el colmo…. [Luego] Piensa en lo que sería posible si millones de personas fueran movilizadas en las calles de nuevo —no solamente para expresar su furia, sino con el conocimiento y la determinación de hacer lo que hay que hacer para realmente poner fin al terror y asesinato policial, a la supremacía blanca, a la supremacía masculina y a la opresión de género, y a toda la desigualdad, la discriminación, la explotación, el saqueo y la destrucción de las personas y del medio ambiente, que es una parte integral de este sistema del capitalismo-imperialismo— para poner fin a todo esto de la única manera en que es posible hacerlo: poniendo fin al propio sistema, y gestando algo mucho mejor”. (De LA REVOLUCIÓN: ¡DESARROLLAR LAS BASES PARA JUGÁRSELO EL TODO POR EL TODO CON UNA VERDADERA OPORTUNIDAD DE GANAR! Orientación estratégica y enfoque práctico).