Detrás de las frías cifras (vea Tras años de promesas y reformas, la plaga de la violencia y asesinato policial pasó de mal en peor en 2023: Únicamente una revolución podría poner fin a esta locura) están las miles de vidas humanas robadas a manos de puercos policías asesinos. A continuación están solo unas pocas de las personas muertas a manos de la policía el año pasado:

Keenan Anderson, Los Ángeles, California: Policías del Departamento de Policía de Los Ángeles mataron a Keenan Anderson, un padre y maestro de secundaria de 31 años de edad, después de un accidente de tráfico el 3 de enero. Anderson parecía desorientado y en un momento suplicó ayuda a los puercos. Pero en lugar de ayudarlo, los policías le aplicaron seis descargas eléctricas (una de ellas por más de 30 segundos) mientras lo sujetaban por el cuello en medio de la calle. Anderson murió cuatro horas después de llegar al hospital.

Tyre Nichols, Memphis, Tennessee: El 7 de enero, Tyre Nichols, un hombre negro de 29 años, fue detenido por la policía de Memphis por supuestamente “conducir imprudentemente”. Cuando los policías le rociaron con gas pimienta y le aplicaron una pistola de descarga eléctrica Taser, Tyre se liberó y empezó a huir. Cinco puercos de Memphis lo alcanzaron, lo rodearon y comenzaron a golpearlo sin piedad. RowVaughn Wells, la madre de Tyre, dijo que él regresaba a casa de su trabajo en FedEx y estaba a solo dos minutos de distancia. Estos asesinos, miembros de una unidad policial de “élite” llamada Los Escorpiones, continuaron golpeándolo, pateándolo, disparándole con Taser y rociándole con gas pimienta durante tres minutos. Tyre preguntó una y otra vez mientras lo golpeaban: “¿Qué hice?” Tres días después de que este grupo de policías asesinos lo detuvieron y lo brutalizaron, Tyre Nichols murió en un hospital.

Manuel Esteban Páez Terán, conocido como “Tortuguita”, Atlanta, Georgia: Tortuguita fue asesinado por policías estatales de Georgia el 18 de enero durante una violenta redada policial en el parque Weelaunee People’s Park en Atlanta. Tortuguita estaba participando en una protesta para detener un “centro de entrenamiento” policial planeado por un costo de 90 millones de dólares, llamado “Cop City” (Ciudad de la Policía) por quienes luchan para detenerlo. Un informe de la autopsia mostró que Tortuguita recibió 57 disparos de la policía y que ellos (en referencia a Tortuguita que era no-binario) no tenía residuos de pólvora en sus manos cuando lo mataron, contradiciendo directamente la afirmación de los funcionarios de que los puercos estaban respondiendo al fuego después de que un policía estatal murió de un disparo que le llegó desde la dirección donde estaba Tortuguita.

Jor’Dell Richardson, Aurora, Colorado: El 1 de junio, policías mataron a tiros a Jor’Dell Richardson, joven de 14 años mientras lo perseguían por un callejón después de un “presunto robo” en una tienda. A los pocos segundos de encontrarse con Jor’Dell, uno de los policías gritó: “¡Te voy a disparar cabrón! ¡Óyeme, te voy a disparar!” Un puerco lo tiró al suelo y el otro le disparó al joven en el abdomen. La policía inicialmente afirmó que tenía un arma y se refirió públicamente a Jor’Dell como un “sospechoso de robo a mano armada”. Más tarde cambiaron su historia y dijeron que tenía una pistola de balines. Las últimas palabras de Jor’Dell mientras agonizaba en el pavimento: “No puedo respirar. Ayúdenme”.

Jawan “Jay” Dallas, Mobile, Alabama: El 1 de julio, Jawan Dallas, de 36 años, murió después de que puercos de Mobile le dispararan repetidamente con pistolas Taser y le exigieran su identificación, a pesar de que no sospechaban de ningún delito. Phil Williams, el padre de Jawan Dallas, dijo: “Departamento de Policía Móvil, ustedes de plano asesinaron a mi hijo. Ustedes no estaban allí para servirle y protegerlo, estaban allí para destruirlo. Lo mataron”. Jawan Dallas fue una de las cuatro personas asesinadas por policías de Mobile en 2023, incluido un joven de 16 años asesinado en una redada antes del amanecer en la que él no era el “objetivo previsto”.

Jarrell Garris, New Rochelle, Nueva York: El 3 de julio, Jarrell Garris, un hombre negro de 37 años, fue baleado por la policía en New Rochelle, al norte de la ciudad de Nueva York. La bala en el cuello le hirió fatalmente a Garris quien murió en el hospital una semana después. ¿El “crimen” de Jarrell Garris, por lo que tuvo que pagar con su vida, según los puercos asesinos? Supuestamente se comió un plátano y unas uvas en el mercado New Rochelle Farms y se fue sin pagar. Su familia dijo que tenía problemas de salud mental.

Eddie Irizarry, Filadelfia, Pensilvania: El 14 de agosto, un policía de Filadelfia, Mark Dial, disparó seis veces a quemarropa a través de la ventanilla cerrada de un carro contra Eddie Irizarry, nacido en Puerto Rico, de 27 años, tras ser parado por un asunto de tráfico. Los puercos afirmaron que Irizarry se había bajado de su auto y había atacado a Dial con un cuchillo. Pero las imágenes de la cámara corporal, que las autoridades ocultaron al público durante tres semanas, mostraban a Dial saltando de su patrulla policial tan pronto como se detuvo, corriendo frente al auto de Irizarry gritando “muestra esa maldita mano” y “te voy a disparar maldito” e inmediatamente abrió fuego. Finalmente, Dial fue acusado de asesinato, pero en su audiencia preliminar, el juez retiró todos los cargos por “falta de pruebas”. Esa decisión fue revocada y se restablecieron los cargos de asesinato y otros cargos contra el puerco asesino.

Dontel Thompson y Charion Lockett, Houston Texas: El 3 de octubre, un gran jurado dictaminó que el puerco de Houston, Devin Inocencio, no sería acusado de dos de los tres asesinatos en los que ha estado involucrado en los últimos años. A principios de este año, Inocencio disparó y mató a Dontel Thompson, de 19 años, y a Charion Lockett, de 27, en incidentes separados. La madre de Lockett les dijo a reporteros que la policía “no llegó en una radiopatrulla del HPD [Departamento de Policía de Houston] diciéndole: ‘Le presentamos una orden judicial’. Llegaron en cuatro autos sin marcar y simplemente comenzaron a dispararle”. La tercera persona que se sabe que Inocencio mató estaba en un condado adjunto. Allí tampoco se han presentado cargos.

Niani Finlayson, Lancaster, California: El 4 de diciembre, Niani Finlayson llamó al 911 para pedir ayuda con un ataque de violencia doméstica por parte de su exnovio. Pero menos de tres segundos después de que los sheriffs de Los Ángeles llegaron a la casa, uno de ellos le dio cuatro balazos, mientras su hija miraba horrorizada. Parece (en el video de la cámara corporal) que Niani tenía un cuchillo de cocina y decía que el exnovio la atacó. Una sheriff femenina entró primero en la casa. Luego entró un segundo sheriff e inmediatamente abrió fuego, matando a Niani Finlayson.