Ustedes tienen razón al oponerse a las maniobras de guerra de Estados Unidos en Ucrania y en todo el mundo. Pero exigir que este sistema “financie las necesidades de las personas, no la máquina de guerra” ¡los llevará precisamente por el rumbo equivocado! Aquí van tres razones al respecto

1. Cientos de miles de personas han muerto en la guerra en Ucrania. Millones de personas se han convertido en refugiados. En lo que ahora es una guerra de sustitutos en que Estados Unidos y la OTAN están utilizando a los ucranianos como carne de cañón a fin de debilitar a su rival imperialista, Rusia, dos superpotencias rivales con armas nucleares están enfrentadas y ponen en peligro a la humanidad con una tercera guerra mundial. Esta situación podría entrar en una espiral hacia una catástrofe nuclear. ¡¿Y ustedes creen que los estadounidenses deberían ocuparse con lo que traen en el bolsillo?! La inmoralidad de eso es asombrosa. Es el camino gastado y trillado de rendir pleitesía a los intereses más estrechos de las personas reforzando el chovinismo pro estadounidense que pone las “necesidades de los estadounidenses” por encima de la vida y el futuro de la gente de todo el mundo y de toda la humanidad.

Lo que necesitamos urgentemente es una dinámica radicalmente distinta: que las personas tomen posición por los intereses de la humanidad, y NO con sus rivales imperialistas contendientes.

2. La base sobre la que se hace accesible el “costo de la vida” de los estadounidenses —por medio de las redes globales de explotación en que cientos de millones de personas, especialmente mujeres y más de 150 millones de niños que trabajan en maquiladoras, minas y tierras de cultivo— se impone con esa máquina de guerra. La riqueza de Estados Unidos —por muy desigualmente que se distribuya— proviene del parasitismo del capitalismo-imperialismo en que Estados Unidos se ceba del resto del mundo. Este parasitismo se sustenta en la brutalidad, el terror, la violencia y la tortura de la fuerzas armadas estadounidenses con sus 750 bases en más de 80 países, guerras de sustitutos, golpes de estado e invasiones.

Y de todos modos, vivimos bajo un sistema del capitalismo-imperialismo al cual no se puede hacer que “satisfaga las necesidades de las personas”. Es un sistema económico y político que sólo puede manejarse según ciertas reglas y dinámicas. Es un sistema impulsado, no por las necesidades de los seres humanos o el desarrollo racional, sino por la despiadada competencia ciega en torno a la explotación más rentable de las personas y de los recursos del planeta. No es posible reformar este sistema de modo que sea algo aparte de lo que es, hay que derrocarlo mediante una revolución REAL.

3. En lugar de vernos a nosotros mismos como “estadounidenses” y de actuar en torno a estrechos intereses propios, deberíamos identificarnos y solidarizarnos con la humanidad oprimida y explotada por todo el mundo y luchar a su lado para crear un mundo completamente nuevo. En lugar de llamar a un mejor reparto del botín del imperio, lo que necesitamos hacer es organizarnos ahora para una revolución — para derrotar y desmantelar las instituciones represivas violentas de este sistema y establecer un poder estatal radicalmente diferente y mucho mejor, con un sistema económico y político que sí puede poner los recursos y los conocimientos de la humanidad al servicio de las necesidades de las personas y actuar como base de apoyo para la revolución en todo el mundo. Existe un plano concreto para ello en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, escrita por el líder revolucionario y autor del nuevo comunismo, Bob Avakian.

Nos encontramos en un momento poco común en que esta revolución se ha vuelto más posible. Los gobernantes en la cima de esta sociedad se están escindiendo. Un Partido Republicano fascista está haciendo añicos las normas “democráticas” que han mantenido la articulación de Estados Unidos desde la Guerra Civil, a la vez que el Partido Demócrata amenaza al futuro de la humanidad. Estos cambios acelerados son horrorosos, peligrosos Y ADEMÁS crean mayores posibilidades de arrancar algo emancipador de toda esta situación: una revolución real. Pero las personas necesitan romper con su lealtad a este cruel monstruo que es Estados Unidos, y transformarse en un pueblo revolucionario que luche por los intereses de la humanidad.

“Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas
dominen al mundo y determinen el destino de la humanidad.
Hay que derrocarlos cuanto antes”.

— Bob Avakian, de Las Entrevistas con Bob Avakian en
youtube.com/therevcoms

¡NO A LA GUERRA DE ESTADOS UNIDOS-LA OTAN CON RUSIA!
¡ALTO A LAS AMENAZAS DE ESTADOS UNIDOS CONTRA CHINA!

¡NO A UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL!
¡ES ESTE SISTEMA, Y NO LA HUMANIDAD, EL QUE TIENE QUE VOLVERSE EXTINTO!

NO ACEPTAMOS EL FUTURO DE ELLOS —
YA ES HORA DE ORGANIZARNOS PARA UNA REVOLUCIÓN REAL.