Dividir, desmoralizar y destruir la unidad y los movimientos que son esenciales para derrotar al fascismo de Trump y MAGA — así es el método, enfoque y efecto objetivo de los ataques maliciosos de Kristofer Goldsmith contra RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo).

Con muchas mentiras, calumnias e insinuaciones, Goldsmith, el líder de su grupo “Veterans Fighting Fascism”, revela que ni comprende que el impulso del fascismo está avanzando hacia una consolidación casi total en la sociedad ni la razón por la que lo único que podría derrotarlo es una lucha no violenta, sostenida, implacable y masiva, en la capital de la nación.

Goldsmith publicó sus calumnias maliciosas en Substack y Instagram el 22 de noviembre, el mismo día que diversas organizaciones se congregaban en Washington, D.C. para exigir la Destitución del Régimen. En sí eso debe hacerle dudar a cualquier persona que se base en los principios que se preocupe por desarrollar un poderoso movimiento de masas capaz de ponerle alto a la plaga del fascismo de Trump. 

Goldsmith inicia su posteo en IG calificando a los organizadores de Destituir al Régimen de “buena gente” pero advirtiendo que Rechazar el Fascismo “no son tus aliados”, o sea, son Mala gente. “Buena gente” y mala gente… ¿quién habla así? Una pista: aquel tirano mentiroso amoral que vienen aterrorizando y deteniendo en redadas cruelmente a inmigrantes, destruyendo la atención médica básica y el medioambiente, vomitando veneno racista y misógino encima de la sociedad entera — es el que habla de “muy buena” gente, y “terrible”, “muy mala” gente. 

El futuro horripilante de Trump ya nos viene encima. Goldsmith, en vez de dirigir su atención a lo que se requerirá para derrotar eso, decide sentarse frente al teclado y atacar a Rechazar el Fascismo (RF), una organización que ha estado en las primeras filas de esta lucha desde de la elección de Trump 1.0 en 2016.

Tres puntos clave:

Estos puntos revelan lo deshonesto y lo peligroso de los ataques de Goldsmith, además de la diferencia concreta del análisis y el programa los cuales él se niega a abordar y/o debatir.

[1] Independientemente de las intenciones de Goldsmith, su ataque contra Rechazar el Fascismo es un intento flagrante de socavar y destruir la unidad requerida para forjar una oposición poderosa, efectiva y de amplia base al Fascismo de Trump y de destruir la organización que cuenta con el análisis y la misión necesarios para derrotar al fascismo de Trump y MAGA.

En 11 meses, el régimen de Trump ha llevado Estados Unidos peligrosamente cerca de la eliminación del estado de derecho, del derecho al disentimiento y de comicios sin la descarada manipulación de circunscripciones. Viene arrasando la ley internacional y constitucional. Todo eso con tal de imponer terror y daño incalculables sobre la vida y el futuro de la humanidad. Los ataques de Goldsmith golpean al corazón de la gran lucha para forjar un movimiento sostenido no violento de millones de personas con perspectivas diversas para ponerle alto a Trump y expulsar del poder al régimen a la máxima brevedad posible, lo que requiere unir a todos los que se pueda unir en torno a este propósito único.

[2] Independientemente de las intenciones de Goldsmith, su ataque peligroso contra Rechazar el Fascismo ayuda y refleja de manera objetiva las amenazas virulentas de parte del régimen de Trump que pone en la mira directamente a Rechazar el Fascismo y otras personas y organizaciones.
 

[3] Detrás de los ataques de Goldsmith, hay diferencias concretas y críticas de análisis y estrategia, sobre la urgencia de la situación, y sobre la manera en que podemos realmente derrotar a este fascismo, diferencias las que Goldsmith omite y oculta en su diatriba deshonesta.

Además no es poca cosa el de que Goldsmith difama y denigra a los miles de personas de diferentes sectores y perspectivas desde todas partes del país que se han reunido con Rechazar el Fascismo — la única organización que ha convocado a las masas de personas a acudir a Washington, D.C. en una lucha sostenida implacable no violenta para exigir la expulsión del régimen de Trump ahora.

Esta pregunta les plantea sin rodeos a Goldsmith y a aquellos individuos y grupos que le hacen eco, así como a aquellos que se han dejado engañar por sus mentiras e insinuaciones:

¿De cuál lado estás?

Se trata de un asunto urgente y vivo — una línea divisoria con el futuro en juego. Si no logramos desarrollar la unidad más amplia, las personas en Estados Unidos y en el mundo entero sufrirán las terribles consecuencias.

Para adentrarse más en ese tema:

I. Goldsmith destruye la unidad necesaria para expulsar al Régimen Fascista de Trump. Se pone a destruir a Rechazar el Fascismo — una organización con el único análisis y plan acogedores a todos que tiene una verdadera oportunidad de ponerle alto al fascismo de Trump antes de que se consolide a martillazos en la sociedad. Sus mentiras, insultos y hostigamiento anti-rojillo son una lección en cómo destruir cualquier oposición efectiva al fascismo.

Goldsmith publicó su ataque el 22 de noviembre, con motivo de una protesta de “Destituir al Régimen” en Washington, D.C., que le siguió a una serie de movilizaciones de parte de Rechazar el Fascismo en las semanas anteriores. Una de las protestas de RF rodeó la Casa Blanca con cinta de escena del crimen, a la cual la cubrieron influenciadores tradicionales y de las redes sociales, lo que revelaba un amplio sentimiento a favor de una lucha sostenida con seriedad para exigir: “¡Que Se Largue Trump YA!”

En vez de celebrar el despliegue de amplia unidad ese día, por el cual movilizó Rechazar el Fascismo (RF), Goldsmith lanzó su “Advertencia” al movimiento emergente — ¿para hacer qué? Para alejarse de RF. ¿Ofreció una crítica con contenido sustantivo del análisis y programa de Rechazar el Fascismo? Para nada.

Lo que soltó fue una sarta de insultos, mentiras e insinuaciones de que RF “no es de base… es un culto, sí, ¡un culto de verdad!” … y sigue con lo que él considera su revelación principal… de que RF es una “fachada para el Partido Comunista Revolucionario, un culto dirigido por Bob Avakian”.

No hace falta un doctorado en la historia para saber que cada vez que un movimiento contra los de arriba gane terreno, pues luego se publican denigraciones de su carácter, de la mano con acusaciones del “coco” de los comunistas malvados que conspiran entre bastidores y manipulan a la población inconsciente. Una y otra vez estas tácticas de amedrentamiento anticomunistas contribuyen a socavar la lucha y a fortalecer las fuerzas de la opresión y la represión. No tiene nada de secreto el hecho que hay comunistas revolucionarios que siguen a Bob Avakian, que desarrolló el nuevo comunismo, entre los iniciadores de Rechazar el Fascismo. Revolución, el sitio web del PCR, responde a Goldsmith aquí, y trataremos más adelante en esta refutación la perspectiva de Rechazar el Fascismo sobre el papel de los revcom.

Por si acaso el público de Goldsmith no se traga su hostigamiento anti-rojillo clásico trillado en una situación política en que a diario el fascista Trump difama y amenaza a todas las personas a la izquierda de los nazis abiertos por ser “comunistas y terroristas”, Goldsmith trata de respaldar sus acusaciones refiriéndose al estilo de enganche y engaño a una carta ya refutada escrita en 2022 por una cábala de las ONG pro-derecho-de-decidir que se negaron a unirse a la lucha dirigida por el grupo De Pie Por el Derecho al Aborto (RU4AR), para parar la anulación del derecho al aborto. De Pie estaba afilado con Rechazar el Fascismo y contaba con la dirección de un grupo de mujeres que incluía a una importante proveedora de abortos así como a Sunsara Taylor, una seguidora de Bob Avakian y una lideresa de Rechazar el Fascismo. El mero día en que se anuló el caso Roe contra Wade —a manos de la misma Corte Suprema Fascista de Trump que hoy día viene dictando a favor de Trump— estos grupos ONG distrajeron la atención de su propia complicidad y se pusieron contra De Pie Por el Derecho al Aborto con el mismo hostigamiento anti-rojillo y las mismas acusaciones falsas con los cuales Goldsmith trafica ahora.

Una lección la que toda persona honesta debe aprender del ataque de Goldsmith es que su argumento en contra de Rechazar el Fascismo se basa en la misma metodología la que utiliza Trump. ¿Cómo? Al recurrir al “argumento” cuya evidencia es “Algunas personas dicen…”. En tiempos en que las mentiras escurren desde las instituciones más altas, y el derecho al proceso debido de la ley está bajo ataque, para los que se oponen al régimen no debe quedar duda alguna de que actuar únicamente a partir de acusaciones sin hacer ninguna investigación convertiría a ustedes y a las masas de personas en presa fácil para los manipuladores bocones. Para aquellos que se están alejando de RF de manera automática sin pensarlo simplemente porque se han soltado acusaciones calumniosas, ¿no tienen nada de curiosidad e integridad intelectual como para averiguar desde la fuente si es cierta una acusación? Lo que es verdad no se determina por la frecuencia con que se dice algo, por cuántas veces se repite ni lo que aguante el internet. Es necesario que se desahoguen las diferencias políticas. Rehuir y calumniar, el pensamiento grupal, y la cancelación pertenecen a la iglesia medieval y no deben ser los métodos los que usan movimientos que luchan genuinamente contra la opresión o por un mundo liberado.

Volvamos a ver la fría realidad ante nosotros — el régimen fascista de Trump controla el Congreso y la Corte Suprema. Ha purgado los instrumentos centrales del estado de muchos de sus oponentes. Amenaza a toda persona que monte una oposición en estas instituciones. Se abalanza con gran velocidad e impulso para consolidar a martillazos su forma draconiana de gobernar. A la medida en que se topa con problemas, eso sólo impulsa su necesidad de consolidar las cosas a martillazos.

Por eso Rechazar el Fascismo publicó, hace unos meses, Una Declaración de Unidad y Principios:

Debido a que reconocemos que este régimen es fascista y que avanza con toda velocidad para erradicar el papel de la ley, la expresión y el disentimiento, la lucha política de pararlo tiene que ser unida y no dividida. Esto requiere que las personas y organizaciones que tienen muchas creencias diferentes, y a veces incluso creencias opuestas, se reúnan en torno al objetivo primordial de impedir que el Régimen de Trump imponga su programa.

Es urgente que la mayor cantidad posible de personas de muchos orígenes y perspectivas ideológicos, religiosos y políticos alcen la voz y actúen hombro a hombro para ponerle alto a este fascismo estadounidense del siglo 21. Millones de personas odian y temen lo que está ocurriendo. ¡Se necesita todas y cada una de esas voces!

Entre nosotros, habrá muchas ideas diferentes: sobre la naturaleza de la amenaza que Trump representa; sobre el suelo del cual surgió este fascismo y su relación con la historia estadounidense subyacente y su sistema social y político; sobre los medios para resistirlo; sobre el objetivo de semejante resistencia; y una multitud de otros temas también. 

Estas diferencias pueden servir de una fuente rica de vitalidad del movimiento, al generar la fricción creativa de ideas diferentes y a veces contradictorias de personas diversas unidas en una causa común…

Pero también hay una historia amarga de movimientos que dejaron que aquellos que estaban empecinados en impedir el cambio liberador fomentaran y aprovecharan el sectarismo, las tergiversaciones, las calumnias, el hostigamiento anti-rojillo anticomunista, y la imposición de listas negras. De esa manera, personas y organizaciones justas han estado en la mira de montajes, se han perdido vidas, y se han desviado causas justas. No se debe repetir esa historia — especialmente ahora cuando hay más en juego que nunca antes…

Hacia ese fin:

Juramos cumplir con los siguientes principios y responsabilizar a otros a cumplirlos:

Fomentar —y no socavar— la unidad de todos los que se pueda unir desde diversas perspectivas políticas en la acción no violenta para activar a los millones de personas en la resistencia que se necesita para impedir que el régimen de Trump consolide el fascismo. [Vean aquí la lista completa de principios, en inglés].

II. Goldsmith ayuda y refleja de manera objetiva las amenazas virulentas de parte del Régimen de Trump.

Es muy revelador que el ataque de Goldsmith se lanzó en el contexto de la embestida total de parte del régimen de Trump contra la oposición política, en particular aquella oposición, como declara el Memorando Presidencial de Seguridad Nacional 7 (NSPM-7), que abarca ¡creencias y expresiones que son “indicadores” de “violencia” y las que hay que investigar y potencialmente someter a proceso! Estas incluyen (increíblemente): “el antiamericanismo, el anticapitalismo, el anticristianismo, el apoyo para el derrocamiento del Gobierno de Estados Unidos, el extremismo en temas de migración, extremismo en temas de raza, extremismo en la hostilidad de género hacia aquellos que tienen puntos de vista estadounidenses tradicionales sobre la familia, hostilidad hacia los que tienen puntos de vista tradicionales sobre la religión, y hostilidad hacia los que tienen puntos de vista tradicionales sobre la moralidad”.

Son millones de personas los que tienen esta gama de puntos de vista en Estados Unidos. El derecho de tener estos puntos de vista, el de vivir de acuerdo con ellos, y el de expresarlos han sido y —por ahora— siguen siendo derechos constitucionales fundamentales protegidos por la Primera Enmienda. O sea, por ahora… pues el régimen de Trump ha declarado criminal la expresión de semejantes creencias. Eso es fascista. 

Eso no es todo. El 7 de diciembre se informó que la procuradora general Pam Bondi emitió una directiva al FBI y a todos los fiscales federales para que persiguieran y silenciaran a una amplia gama de grupos y personas por los mismos motivos enumerados en el memorándum NSPM-7 de Trump. Para empezar ella se refiere a una organización inventada — Antifa, que en realidad es una expresión abarcalotodo para antifascista y no una organización. El memorándum de ella, al igual que el de Trump, comienza con poner en la mira las acciones violentas y la promoción de la violencia, y pasa a atacar a los que defienden ideas y puntos de vista políticos que se supone que están protegidos como expresión legítima por la Constitución de los Estados Unidos, como el “anticapitalismo”, el “anticristianismo” e incluso los puntos de vista que se oponen a las ideas fascistas cristianas del régimen de Trump sobre la familia y la moralidad. 

El mes pasado, el fascista presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jim Jordan, anunció una investigación del Congreso sobre el patrocinador fiscal de los grupos “Antifa” y mencionó específicamente a Rechazar el Fascismo.

Es en esta peligrosa situación en la que Kristofer Goldsmith se hace eco y proporciona objetivamente un pretexto al régimen fascista de Trump para perseguir a RF con especulaciones infundadas de que Rechazar el Fascismo es financieramente irresponsable y oculta su financiación — lo cual es totalmente falso y para lo cual él no tiene absolutamente NINGUNA evidencia. Aquellos que repiten y dan “me gusta” a los posteos de Goldsmith en las redes sociales deben reflexionar y reconocer con lo que son cómplices. De hecho, Rechazar el Fascismo está legalmente constituida en el estado de Nueva York como una corporación sin ánimo de lucro.

Hágase esta pregunta: ¿qué tipo de activista serio que afirma que está “luchando contra el fascismo” exige que los grupos que se oponen al fascismo publiquen su junta directiva, abran todos sus libros contables y revelen todos sus financiadores? Ninguno que reconozca el estado fascista y la turba fascista de los doxeadores. 

III. Diferencias reales sobre la urgencia de la situación y cómo derrotar concretamente a este fascismo

Detrás de los ataques de Goldsmith a RF hay diferencias reales e importantes sobre la estrategia: cómo el pueblo de Estados Unidos podría derrotar efectivamente al fascismo de Trump. Goldsmith no saca a relucir ni aborda estas diferencias, sino que se preocupa más por desacreditar a Rechazar el Fascismo. Es necesario que haya espacio para las diferencias y el diálogo sobre cómo detener la plaga de Trump, pero es revelador que Goldsmith ni siquiera intente abrir esa conversación.

* Al defender el objetivo principal de los que él considera la concentración de “los buenos” (Destituir al Régimen) en un juicio político de destitución —el que sí es una demanda justa al que apoya Rechazar el Fascismo—, Goldsmith no menciona que su estrategia primaria para lograr eso es cabildear al Congreso — lo que significa intentar convencer a los miembros del Congreso a que emprendan un juicio político de destitución contra Trump. Complementan esto con mítines de masas poco frecuentes que culminan con visitar las oficinas de los congresistas. El Congreso no se va a dejar persuadir con súplicas. Analicemos esto.

Primero, un juicio político no es la única forma en que se podría sacar del poder a Trump. Segundo, ni siquiera con la mejor persuasión se logrará si no hay un masivo movimiento de personas que inunden Washington, D.C. en una lucha no violenta sostenida. La inundación de Washington, D.C., por parte de millones de personas, en oleadas imparables podría crear una crisis política para el régimen de Trump de modo que provocara un profundo realineamiento en los pasillos del poder — tanto en el Congreso como en otras instituciones gobernantes, así creando una situación en la que estén compelidos y tengan posibilidades de romper filas y actuar para sacar a Trump. Ese es el programa de Rechazar el Fascismo.

Es necesario discutir y debatir abiertamente las diferencias entre programas y estrategias, y las personas y los grupos aplicarán diferentes orientaciones, pero que no se toleren las mentiras, las calumnias y las acusaciones falsas sin evidencia ante un régimen fascista represivo. En cambio, que las personas salgan en defensa de los que están en la mira y exijan que cesen los ataques.

* Otra diferencia y problema central con Goldsmith es que omite hasta qué extremo ha ido el régimen en la eliminación del derecho al disentimiento, la expresión y el estado de derecho — es decir, hacia una forma de gobierno fascista. Goldsmith lo hace sosteniendo que la línea divisoria para decidir quiénes deben formar parte del movimiento para sacar a Trump es lo que ocurrirá después de Trump. Él escribe: “La oposición al fascismo, por sí sola, no es una brújula política. Lo que importa es lo que quieren en su lugar”. Al parecer, Goldsmith quiere fijar la línea divisoria en la visión específica de él de lo que cree que debería ser Estados Unidos después de que se ha ido Trump. Insistir en eso es una receta para las divisiones entre los que podrían y deberían unirse. ES UNA ESTRATEGIA PERDEDORA. 

Al examinar con seriedad la situación a la que nos enfrentamos ahora mismo, se evidencia que no es nada seguro que podamos impedir la consolidación del fascismo. Pero para tener una oportunidad de hacer que eso ocurra, necesitamos unirnos en torno a la demanda única de ¡QUE SE LARGUE TRUMP YA! que traza una línea clara entre vivir con el fascismo de Trump, o tomar posición y actuar en su contra. Esto es esencial para la visión de cualquiera de un futuro justo. 

¡Que Se Largue Trump Ya! tiene el potencial de unir a personas de muchos orígenes sociales y puntos de vista políticos diferentes. Necesitamos una carpa verdaderamente enorme —un espacio político para tener la participación de demócratas, republicanos nunca con Trump, socialdemócratas, independientes, comunistas revolucionarios y activistas de base—, todos aquellos que reconocen que hace falta sacar del poder a este régimen si queremos tener cualquiera futuro en que valga la pena vivir.

Una vez más, hacer que “lo que sigue” sea una prueba de fuego garantizaría una resistencia fracturada. Para forjar esa amplia unidad de personas y de propósitos —para impedir que Trump consolide un Estados Unidos fascista— necesitamos aplicar la citada Declaración de Unidad y Principios — lo que incluye reconocer y debatir y aprender de las diferentes visiones y programas sobre “lo que sigue”, y hacerlo de una forma abierta y honrada.

El hostigamiento antirojillo, las insinuaciones y las mentiras:
Debilitan la resistencia y fortalecen el fascismo
en oposición a la unidad y los principios necesarios para expulsar al régimen fascista de Trump

El feo odio de Goldsmith hacia los Revcom y su líder Bob Avakian, a los que tilda de “culto”, es tan vil como lo es absurdamente una sarta de mentiras y tergiversaciones. Goldsmith no tiene la integridad para abordar en absoluto la esencia, el contenido, el método y la moralidad de lo que es el nuevo comunismo que ha desarrollado Bob Avakian. Ni una palabra. Al chillar “culto”, Goldsmith trafica en la cultura de la cancelación. El objetivo y el resultado es desatar una vergonzosa turba descerebrada parecida a una turba de linchamiento, en la que hacer acusaciones sin evidencia es mucho más fácil que el arduo trabajo estratégico de forjar la unidad y la orientación para derrotar a un enemigo de verdad.

Los lectores deberían visitar el sitio web revcom.us para conocer cómo entienden los Revcom el problema al que se enfrenta la humanidad, así como para ver el extenso trabajo realizado ahí durante más de 30 años por Bob Avakian, al analizar el auge del fascismo al que nos enfrentamos ahora y cómo se podría derrotar. Si el lector hace su propia investigación, verá que, lejos de una “revolución bajo un solo hombre”, como afirma deshonestamente Goldsmith, los Revcom representan el trabajo hacia la superación de todas las formas de opresión y explotación en una sociedad radicalmente nueva. Y promueven un camino hacia “la emancipación de la humanidad” que Bob Avakian ha forjado. Esto es lo que impulsa a los Revcom a ser luchadores y defensores pensantes, decididos, basados en principios contra el fascismo de Trump, al tiempo que trabajan constantemente para forjar la unidad más amplia con personas de puntos de vista y objetivos muy divergentes.

Aquí dejaremos que Bob Avakian hable sobre la cuestión de los “principios” que los Revcom han demostrado en su trabajo con Rechazar el Fascismo:

“... a lo que me refiero por principios es: un enfoque honesto de buscar la verdad —incluida la verdad sobre lo que realmente defienden aquellos que no están de acuerdo contigo— y actuar de una manera basada en la moral, y promover la causa, de la justicia.

Este énfasis en la importancia de los principios es un punto de orientación fundamental en el nuevo comunismo que he desarrollado. Sirve de guía básica para cómo los revcom (comunistas revolucionarios) abordamos todo lo que hacemos: cómo trabajamos por una revolución emancipadora basada en este nuevo comunismo; y cómo nos proponemos unirnos por objetivos comunes con otros que sostienen diferentes puntos de vista políticos e ideológicos, a la vez que promovemos y participamos en conversaciones y debates abiertos y honestos sobre las grandes cuestiones y las soluciones a los profundos problemas que enfrenta la humanidad”.

Conclusión:

En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar un Estados Unidos fascista

¿DE QUÉ LADO ESTÁS?

Ese lema —en En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar un Estados Unidos fascista—, concentra el etos y expresa la moralidad y la misión por los que existe Rechazar el Fascismo.

Por otro lado, el intento de Goldsmith de “descalificar” a Rechazar el Fascismo está salpicado del lenguaje de un aspirante a “empresario”. Escribe que un grupo que difamó a RF “tiene todos los recibos”; cuestiona el “modelo de negocios” de RF; acusa a RF de “cooptar” las protestas mediante el uso de consignas y carteles impactantes contundentes; intenta atraer a influenciadores de las redes sociales con un lenguaje como “credibilidad = activos”. Esta es la forma de pensar de un individuo que se preocupa por “participaciones en el mercado” mientras están separando a los hijos de sus madres y padres y corre peligro el futuro mismo de la humanidad. Eso vergonzoso.

La historia está salpicada de la sangre y los huesos de millones de personas en países en los que el divisionismo que permitió el triunfo de los fascistas ha frustrado la oposición al fascismo. Goldsmith, que se auto-describe como “experto” sobre el fascismo, parece no haber captado una lección clave de la Alemania nazi expresada por el pastor conservador alemán Martin Niemöller, quien inicialmente apoyó a Hitler y luego fue encarcelado en 1937 por oponérsele. Niemöller captó en un poema la dinámica asesina que ha tenido un costo terrible:

Primero vinieron a buscar a los comunistas
y no dije nada
porque yo no era comunista.

Luego vinieron por los socialistas
y no dije nada
porque yo no era socialista.

Luego vinieron por los sindicalistas
y no dije nada
porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los judíos
y no dije nada
porque yo no era judío.

Luego vinieron por mí
pero, para entonces, ya no quedaba nadie
que dijera nada.

El argumento de Niemöller era que hay que defender a los que el régimen ataca cuando importa, ¡y desde luego que no los ataquen aquellos que deberían estar de pie, juntos, en la oposición!

Hemos analizado de fondo el ataque de Goldsmith debido a que es un ejemplo típico de una metodología destructiva y una política perjudicial. A medida que el régimen de Trump intensifica y afila su ataque contra todos los que se oponen al fascismo, es esencial que todos comprendamos lo que está en juego cuando los movimientos de resistencia calumnian a las organizaciones y las intentan descalificar para que el estado las ataque. No debemos permitir que la vileza del régimen fascista y la dificultad de impedirlo causen que nos portemos como ellos. Tenemos que actuar sobre la base de los principios, con un gran corazón por la humanidad, dispuestos a hacer sacrificios y a hacer el trabajo, lo que incluye dialogar unos con otros y aprender de las muchas diferencias que existen, y seguirán existiendo, entre nosotros. 

Aun después de decir todo lo que hemos dicho aquí, si Kristofer Goldsmith tiene los principios para retractar las falsas acusaciones y “advertencias” que ha hecho a las buenas personas que han tomado partido con Rechazar el Fascismo, seríamos receptivos a conversar.

Del Llamamiento de 2025 de Rechazar el Fascismo:

Debemos unir a todos los que se pueda unir desde muchos diferentes puntos de vista y perspectivas, para nutrir y basarnos en un espíritu colectivo de valor y furia justa y una disposición a hacer los sacrificios necesarios, para el bien mayor de derrotar a este fascismo. Nosotros, los millones, somos una fuerza lo suficientemente poderosa como para derrotar al fascismo de Trump y MAGA.

¡QUE SE LARGUE EL RÉGIMEN FASCISTA DE TRUMP YA!