El hecho de que a un gran número de personas les importa, o hasta presten atención, a lo que alguien como Kan“Ye” dice sobre cosas es en sí un reflejo de lo que está seriamente mal con la cultura y el modo de pensar (o no pensar) de demasiadas personas. Aparentemente, es un reflejo del hecho de que lograr superarse en el parasitismo, con el respaldo de partes importantes de los chupasangres capitalista-imperialistas, convierte a alguien no solo en un ícono (y un “modelo de referencia”) en general, sino en alguien cuyas opiniones hay que escuchar y tomar en serio.
De hecho, ser “listo” para hacer dinero, sobre la base de este sistema altamente parásito de explotación mundial, no es lo mismo que ser sabio (o bien informado, sobre una base fáctica y científica); y encontrar formas de conectarse y extraer riqueza del parasitismo de este sistema (como, por ejemplo, Kan“Ye” lo ha hecho con su música y moda/ropa, que se basa en toda una red parásita de superexplotación, no incidentalmente de “gente de color” en el tercer mundo en verdad colonizado —o neo colonizado— no es digno de admiración, ¡ni tampoco hace que sean sabiduría las “opiniones” mal-fundadas, y de hecho extremadamente venenosas!