En una entrevista reciente, el líder fascista Steve Bannon dijo: “Si tomas el poder y lo ejerces, este sistema no es tan duro. ¿Sabes por qué? Son todos unos cobardes sin agallas. Se han escondido tras el sistema durante décadas y décadas y décadas. Así que las administraciones universitarias no son tan duras. Los grandes bufetes de abogados no son tan duros. ¿Los medios de comunicación? Mira quienes se han rendido. Cuántas veces — mira cómo se arreglan con Trump. No son duros”. Contrastó esto con la endurecida base social fascista: “Somos resilientes, somos antifrágiles y somos duros. Ustedes pueden meternos en la pinche cárcel. Pueden procesar a Trump todos los días. La gente que rodea a Trump está curtida en la batalla, ¿de acuerdo? No nos van a asustar, y no vamos a detenernos... Ustedes se doblegarán, porque somos implacables y no vamos a detenernos”.

Bannon no solo se burla de ti e intenta desmoralizarte y disuadirte, también te revela su estrategia: abrumar, inundar a la gente decente con tanta locura fascista que ni siquiera puedan seguirles el ritmo, y mucho menos responder. Y confían en que la gente abandone la lucha, que se rinda.

Y como él dice, ha habido una ola de capitulación y acomodación sin agallas, que sólo fortalece el lado fascista de Trump.

Esto debería resonar en la mente de la gente como las sirenas de un incendio de cinco alarmas. Si queremos demostrar que Bannon se equivoca —y DEBEMOS—, debemos ACTUAR YA, con determinación y valentía abnegada, para no permitir que estos fascistas ilegítimos se apoderen del futuro. El lado de la gente decente actúa en interés de la verdad y en interés del pueblo del mundo.

Como dijo recientemente el líder revolucionario Bob Avakian en un mensaje en las redes sociales:

…todos aquellos que se oponen a la demencia tiránica de este régimen fascista de Trump deben movilizarse con acciones no violentas decididas, crecientes y continuas para impedir que este régimen fascista funcione y para crear las condiciones en que sea sacado del poder, antes de que pueda consolidar completamente su gobierno de atrocidades fascistas. (De REVOLUCIÓN #126. Más sobre por qué sólo puede apoyarse en la acción sostenida decidida de gente decente para derrotar y sacar al régimen fascista de Trump.

A continuación, abordamos solo tres de las muchas formas en que los fascistas han intensificado su embestida la semana pasada. Esto incluye el uso de la detención masiva de inmigrantes para lo que solo puede calificarse de “castigo cruel e inusual” intencional. También incluye prepararse ahora para amañar las elecciones, si deciden permitirlas en 2026. Además, incluye lo que equivale al encarcelamiento forzoso de personas sin techo cuyos únicos “delitos” son ser demasiado pobres o estar demasiado destrozados por este sistema como para permitirse un techo.

Esto también debería poner de relieve la situación de emergencia en la que nos encontramos y por qué no podemos combatir los ultrajes de uno en uno, sino que debemos pasar a la ofensiva y actuar para derrotar todo el programa fascista.

ICE declara: No más fianzas para inmigrantes detenidos, creando una base legal para expandir drásticamente la población en campos de concentración infernales

El 8 de julio, Todd Lyons, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), emitió un memorando en el que declara que la mayoría de los inmigrantes indocumentados que luchan contra la deportación en los tribunales no podrán acceder a audiencias de fianza y permanecerán detenidos “mientras dure su proceso de expulsión”. Esto supone un cambio drástico en la política actual, según la cual la mayoría de las personas indocumentadas sin antecedentes penales graves salían bajo fianza y regresaban con sus familias y trabajos a medida que sus casos avanzaban. Y afectará a millones de inmigrantes, incluyendo a quienes llevan años o décadas en el país, que ahora están siendo detenidos en las redadas de ICE por todo el país.

Los tribunales de inmigración están muy saturados y estos procedimientos pueden llevar años, durante los cuales las personas serán condenadas a confinamiento en centros de detención de ICE que son conocidos por sus condiciones similares a las de los campos de concentración.

Ya existen testimonios de condiciones de pesadilla en “Alligator (Caimán) Auschwitz”, un centro de detención ubicado en un pantano infestado de caimanes en las profundidades de los Everglades de Florida.

Los detenidos denuncian vivir en medio de aguas residuales, un calor insoportable y escasez de alimentos. Esta semana se publicó un importante informe sobre las condiciones en otros centros de detención de Florida: “Sientes que tu vida se acabó: Prácticas abusivas en tres centros de detención de inmigrantes de Florida desde enero de 2025”. (Este informe fue publicado por las organizaciones Americans for Immigrant Justice, Human Rights Watch y Sanctuary of the South).

El informe describe: “Algunos [detenidos] permanecieron encadenados durante largos periodos en autobuses sin comida, agua ni retretes que funcionen; había un hacinamiento extremo en celdas heladas donde los detenidos eran obligados a dormir sobre fríos suelos de hormigón bajo una luz fluorescente constante; y a muchos se les negó el acceso a servicios básicos de higiene y atención médica”. En un incidente relatado en el informe: “…los agentes obligaron a los hombres a comer encadenados con las manos a la espalda mientras tras obligarlos a esperar horas para almorzar: ‘Teníamos que agacharnos y comer desde las sillas con la boca, como perros’, dijo un hombre”.

Esta nueva política del ICE, que impide que los migrantes salgan bajo fianza, es un castigo antes del juicio, una flagrante negación del debido proceso legal. Y dificultará mucho más que los inmigrantes puedan defender sus casos.

Pero aún más, esto proporciona la base legal para expandir drásticamente la población de los campos de concentración. Esta nueva política se implementó poco después del proyecto de ley fascista de Trump, que, entre otras cosas, asignó 45 mil millones de dólares para expandir drásticamente los “centros de detención” del ICE. En otras palabras, el ICE tiene los fondos para construir una red de campos de concentración, en los que ahora pueden mantener a los inmigrantes durante todo el tiempo que quieran.

Trump impulsa la redistribución de distritos del Congreso en Texas para dar más escaños a los republi-fascistas

Texas ya está sólidamente dominado por republi-fascistas: el gobernador, el fiscal general de Texas, ambos senadores de Texas en el Senado nacional y 25 de los 38 representantes de Texas en el Congreso nacional son endurecidos partidarios de MAGA. Pero Trump ha estado presionando a los republicanos texanos para que redefinan el mapa de los distritos en Texas de los representantes en el Congreso nacional (lo que se conoce como “gerrymandering”); cree que una “simple redefinición” podría “ganar cinco escaños” para MAGA.

El gobernador Abbott escuchó la directiva de Trump y convocó una sesión especial de la legislatura estatal para llevarla a cabo (y algunos otros asuntos).

Los legisladores demócratas han planteado la idea de abandonar el estado en masa para que no haya quórum (el número mínimo de legisladores necesarios para aprobar leyes). Lo intentaron en 2021 para evitar la votación de un proyecto de ley que atacaba el derecho al voto; cual táctica retrasó el proyecto de ley varias semanas (aunque se aprobó cuando los demócratas regresaron). El fiscal general Paxton respondió amenazando con colaborar con “las autoridades locales, estatales y federales para cazar y obligar a comparecer a cualquiera que abandone su cargo”.

Aparte del hecho de que no podemos permitir que esta pesadilla fascista continúe ni un día más, este gerrymandering (la manipulación de los distritos electorales que Trump ordenó) —y la amenaza de utilizar fuerzas federales para “cazar” a quienes se resistan— debería servir como lección de lo ilusorio que es pensar que la consolidación fascista se puede derrotar mediante elecciones, ya que las únicas elecciones que consideran “legítimas” son las que ganan.

La “solución” de Trump a los sin techo: tratarlos como criminales y encerrarlos

En Estados Unidos, cualquier noche, más de 277.000 personas se encuentran sin techo, viviendo en la calle e intentando sobrevivir. Muchas también padecen discapacidades mentales y problemas de adicción. Millones de personas están a solo una crisis de verse arrojadas a la calle.

Esta semana, Trump firmó una orden ejecutiva —“Acabar con el crimen y el desorden en las calles de Estados Unidos”— con una solución fascista a esta crisis: expulsar a las personas sin techo de las calles y obligarlas a ingresar en instituciones cerradas. La orden menciona una única vez el “trato humano” a las personas sin techo, pero en realidad se trata de deshumanizarlas, criminalizarlas y ocultarlas para “restablecer el orden público”.

La orden exige que el gobierno federal presione a los estados y ciudades para que aborden a las personas sin hogar a través de un “compromiso cívico”, lo que significa básicamente sacar por la fuerza de las calles a las personas sin hogar con problemas de salud mental e institucionalizarlas por períodos indefinidos, sin el consentimiento del individuo. La orden también exige que las autoridades locales obliguen a las personas con problemas de abuso de sustancias a ingresar a programas de tratamiento. Esto no solo viola los derechos básicos de las personas, sino que es un enfoque que los expertos en adicciones ampliamente consideran contraproducente. La orden elimina la financiación federal para programas de “reducción de daños” para adictos (como proporcionar agujas seguras) y programas de “vivienda primero” que priorizan la búsqueda de hogares para las personas sin hogar. La secretaria de prensa de Trump lo dejó claro cuando dijo que la orden de Trump tenía como objetivo “eliminar a los delincuentes vagabundos de nuestras calles”. En otras palabras: estar sin hogar es un delito. (No podemos hablar más aquí sobre la absoluta criminalidad de un sistema en el que el desalojo y la ejecución hipotecaria, obligar a las personas a abandonar sus hogares porque no pueden pagar el alquiler o la hipoteca, no solo no es un delito, sino que es un “buen negocio”).

El año pasado, la Corte Suprema de Estados Unidos, dominada por los fascistas, dictaminó que las ciudades pueden arrestar y multar a las personas por dormir a la intemperie, aunque no haya albergues para los sin techo en la zona. El año pasado, se aprobaron más de 220 leyes locales que tipifican como delito la falta de vivienda.

Ahora, esta orden ejecutiva agrava esto aún más: establece una infraestructura y una justificación fascista para encerrar a personas por falta de vivienda o adicción a las drogas.