Esta semana, el ejército ucraniano ha seguido haciendo retroceder a las tropas rusas en el sur y el este de Ucrania. La ofensiva ucraniana se desarrolla en gran parte en territorio que Putin y el gobierno ruso consideran falsamente como parte del territorio nacional ruso. El miércoles 5 de octubre, Putin firmó leyes que declaran que cuatro territorios ucranianos reclamados por Rusia son oficialmente parte de Rusia. Como escribió hace poco Revolución, Putin ha prometido que “En caso de una amenaza a la integridad territorial de nuestro país y para defender a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda haremos uso de todos los sistemas de armas de que disponemos. No estoy blofeando”. “Todos los sistemas de armas” significa bombas nucleares. Como para subrayar esto, el diario italiano La Republica informó de la movilización del submarino nuclear ruso Belgorod, que lleva misiles nucleares Poseidón. Luego, el viernes 7 de octubre, una explosión —generalmente atribuida a Ucrania— derribó parte de un importante puente ruso que conectaba Crimea con Rusia. Esto puede dificultar considerablemente el reabastecimiento de las tropas rusas.
Hasta dónde y por cuánto tiempo el ejército ucraniano podrá continuar su ofensiva depende en parte “del armamento y las municiones, gran parte de los cuales proviene de Estados Unidos”, como informó el Washington Post. El mismo día que Putin firmó las leyes de anexión, Biden anunció que Estados Unidos va a enviar a Ucrania equipo militar adicional por valor de 625 millones de dólares (lo que eleva a 16.800 millones de dólares la ayuda militar que Estados Unidos ya ha enviado este año). Esta última inyección de fondos estadounidenses se asignará a más lanzacohetes de campo de batalla de “alta movilidad” (HIMARS), obuses de 155 mm y 75.000 cartuchos de artillería de 155 mm. Biden también le reafirmó a Volodymyr Zelenski, presidente de Ucrania, que Estados Unidos nunca reconocerá las anexiones que Rusia reclama de territorios que Estados Unidos considera como ucranianos.
En los medios de comunicación occidentales se especula mucho sobre cómo responderá Rusia si se le expulsa por completo de Ucrania. Putin ha prometido que los territorios que reclama serán parte de Rusia “para siempre”. El lado de Estados Unidos-la OTAN dice que nunca aceptará eso. Y a pesar de que Putin solicitó negociaciones en su discurso importante del 29 de septiembre, no ha salido ningún indicio en absoluto de que alguno de los lados esté buscando seriamente una salida que no sea la derrota de su oponente imperialista.