La guerra en Ucrania ha escalado a una nueva y peligrosa fase. El peligro de un intercambio nuclear es más grande y lo han expresado más explícitamente que nunca los líderes políticos de ambos bandos de la guerra: Rusia, por un lado, y Ucrania, por el otro, respaldada por Estados Unidos y OTAN.

La semana pasada, como dos fanfarrones boxeadores de peso pesado durante el pesaje antes de una gran pelea, Joe Biden y Vladimir Putin, el presidente de Rusia, se lanzaron invectivas el uno al otro, y cada uno pintaba a su oponente de agresor intolerable. Ambos lanzaron amenazas veladas pero obvias con utilizar armas nucleares, mientras que cada uno le culpó al otro bando de cualquier escalada que pudiera producirse. Ninguno de los dos bandos ha dado señales de querer desescalar o “encontrar una salida” a su abrazo mortal — salvo la de derrotar al otro en una guerra.

Hace seis meses, Bob Avakian (BA) captó la volatilidad de la situación en desarrollo en Ucrania, y el impacto catastrófico que podría tener no sólo en Ucrania, Rusia y los países vecinos, sino en todo el planeta:

Si no es probable que ningún lado en este conflicto entre imperialistas retroceda y acepte la derrota, ¿qué implicará eso — y, específicamente, qué implicaría si de hecho Estados Unidos-la OTAN se involucrara directamente en un conflicto militar con Rusia, y si esto en efecto resultara en reveses serios para Rusia? ¿Putin y los imperialistas rusos simplemente dirían: “Bueno pues, ustedes ganan, nos damos por vencidos, nos batimos en retirada hasta Rusia”? ¿¡Realmente creería cualquier persona seria y pensante que eso tenga probabilidades de darse!? Pues no, en esa situación la respuesta muchísimo más probable de Putin-los imperialistas rusos sería intensificar la guerra, muy posiblemente con el uso de armas nucleares, más probablemente no las bombas nucleares más poderosas (al principio) sino “armas nucleares tácticas”, las cuales podrían usar no solamente en Ucrania sino también en el territorio de los países de la OTAN que se habían involucrado en la guerra (quizá incluidos no sólo los países cerca de Ucrania sino también los países en Europa occidental, como Francia, Alemania y el Reino Unido). (de “Una tercera guerra mundial e idioteces peligrosas”)

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Sin embargo, independientemente de las intenciones, tal como se ha demostrado una y otra vez, los acontecimientos —especialmente las dinámicas de la propia guerra, una vez lanzada— pueden “rebasar las intenciones” y llevar a circunstancias y consecuencias que ninguna de las partes quería o esperaba al principio. En la situación actual, con la guerra en Ucrania, hay un peligro muy real de que semejante “dinámica” podría “apoderarse” y llevar a consecuencias verdaderamente terribles — a la posibilidad muy real de una guerra entre Estados Unidos-la OTAN y Rusia, con el uso de armas nucleares lo que podría conllevar una amenaza muy real a la civilización humana en su conjunto. (de “Ucrania: una tercera guerra mundial es el verdadero peligro, y no una repetición de la segunda guerra mundial”)

Putin no está blofeando

Una reciente e importante ofensiva de las fuerzas ucranianas —financiada en gran medida por miles de millones de dólares en armamento estadounidense, en que los planes de batalla fueron desarrollados y finalizados en gran medida por asesores estadounidenses— ha logrado hasta ahora hacer retroceder a las fuerzas rusas en partes del este de Ucrania. Esto representa un importante revés para Rusia. (Lea aquí un artículo de Revolución de la semana pasada que analiza a fondo este tema). Los dirigentes políticos y militares estadounidenses se han regodeado con este revés para Rusia. Un alto funcionario del Pentágono se jactó de la participación estadounidense en el avance ucraniano: “Estos tipos (los líderes militares ucranianos) han sido entrenados durante ocho años por Operaciones Especiales (estadounidenses)... han sido enseñados por nuestros operadores de inteligencia”…

Putin respondió a la derrota rusa movilizando a 300.000 reservistas adicionales (la primera movilización de tropas en Rusia desde la Segunda Guerra Mundial). También anunció la celebración de referendos para determinar si las partes de Ucrania que ahora están bajo control ruso pasarían a formar parte oficialmente del estado ruso. Si estos referendos, iniciados por las fuerzas leales a Rusia, ganan, significa que Rusia consideraría cualquier ataque ucraniano dentro de las fronteras de esas partes de Ucrania como un ataque a Rusia.

En un importante discurso la semana pasada Putin dijo que “Washington, Londres y Bruselas... dicen abiertamente que hay que derrotar a Rusia en el campo de batalla por cualquier medio, y luego privarle de la soberanía política, económica, cultural y de cualquier otro tipo y saquearla. Hasta han recurrido al chantaje nuclear. Me refiero... a las declaraciones de algunos representantes de alto rango de los países líder de la OTAN sobre la posibilidad y la admisibilidad de utilizar armas de destrucción masiva, armas nucleares, contra Rusia”.

Advirtió: “Quisiera recordar a aquellos que hacen semejantes declaraciones con respecto a Rusia que nuestro país también tiene diferentes tipos de armas, y algunas de ellas son más modernas que las que tienen los países de la OTAN. En caso de una amenaza a la integridad territorial de nuestro país y para defender a Rusia y a nuestro pueblo, sin duda haremos uso de todos los sistemas de armas de que disponemos. No estoy blofeando”.

Putin no dejó lugar a dudas de que “todos los sistemas de armas” incluyen las armas nucleares. Su discurso concluyó con un proverbio, el equivalente ruso de “lo que se siembra se cosecha”: “Los ciudadanos de Rusia pueden estar seguros de que serán defendidas la integridad territorial de nuestra Madre Patria, nuestra independencia y libertad, repito, por todos los sistemas de que disponemos. Aquellos que utilizan el chantaje nuclear contra nosotros deben saber que el viento que se levantó puede volver en su contra”.

Biden ve la apuesta y la sube

El 18 de septiembre, una entrevista que Biden hizo con el show 60 Minutes comenzó con el anuncio de que su administración había proporcionado otros 600 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania (además de los cerca de 16.000 millones de dólares que ya se han enviado hasta ahora). A continuación, se le preguntó a Biden “qué le diría (a Putin) si éste está considerando utilizar armas químicas o nucleares tácticas”. Biden hizo una mueca y respondió: “No lo hagas. No lo hagas. No lo hagas. Cambiaría el rostro de la guerra como nada desde la Segunda Guerra Mundial”. Cuando el entrevistador le preguntó a Biden cuál sería la respuesta de Estados Unidos, éste respondió como un auténtico padrino de la mafia: “¿Cree que se lo diría si supiera exactamente cuál sería? ¡Por supuesto que no se lo voy a decir! ¡Tendría consecuencias!”. El 21 de septiembre, el Washington Post informó de que durante meses el gobierno de Biden ha mantenido una “ambigüedad estratégica” sobre lo que haría si Rusia utilizara armas nucleares tácticas, y ha enviado “comunicaciones privadas a Moscú con advertencias a los dirigentes rusos acerca de las graves consecuencias que resultarían del uso de un arma nuclear”.

En la ONU el 21 de septiembre, Biden declaró que la guerra en Ucrania es un concurso entre el bien y el mal, o, como lo expresó, “la democracia y la autocracia”. Dijo que él y Estados Unidos “defienden una visión de nuestro mundo que se fundamenta en los valores de la democracia”. Un hecho crucial y un punto de orientación: la guerra en Ucrania no es un campo de batalla entre “la democracia y la autocracia”, sino un conflicto entre rivales imperialistas, el imperialismo ruso contra el imperialismo estadounidense y occidental. Ninguno de los dos bandos está luchando por los intereses del pueblo de Ucrania, de Rusia o de ningún otro lugar del planeta. Ambos imperialismos están luchando para promover sus propios intereses imperialistas, para imponer su voluntad sobre el otro. (Para obtener más análisis e historia de esta situación, lea La guerra en Ucrania: Una página de recursos en revcom.us).

Biden invocó descaradamente el espíritu del ex presidente estadounidense Harry Truman, citando un discurso que éste pronunció sobre la Carta de las Naciones Unidas en octubre de 1945. Truman dijo que la entonces redactada Carta de la ONU es “la prueba de que las naciones, al igual que los hombres, pueden exponer sus diferencias, hacerles frente y luego pueden encontrar un terreno en común en el que pararse”. Nótese que Truman, un presidente demócrata, pronunció esta mierda dos meses después de que Estados Unidos aniquiló las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki con bombas atómicas, con la muerte resultante de cientos de miles de personas. Biden habló ante la ONU mientras el arsenal de Estados Unidos está requete-dotado de armas nucleares, y Estados Unidos y sus aliados de la OTAN imponen implacablemente su ventaja material contra Rusia.

Y en las más de siete décadas transcurridas entre el discurso de Truman y el de Biden, Estados Unidos ha cometido crímenes masivos contra la humanidad en todo el planeta, ha matado literalmente a millones de personas y ha arruinado la vida de incontables millones más. Como escribió Bob Avakian (BA) en su artículo “‘Gánsteres legítimos’ — Gánsteres con armas nucleares”:

Que no se nos olvide: Estados Unidos, un país fundado en la esclavitud y el genocidio, ostenta con mucho el récord de invasiones, golpes de estado y otras formas de intervenir violentamente en países cuyos gobiernos no son de su agrado — masacrando a enormes números de personas en el proceso, mucho más allá de lo que Rusia ha hecho en Ucrania.

(Vea en la serie de Revolución Crimen Yanqui denuncias de muchos de estos crímenes).

Al borde del precipicio

Desde su discurso, han estallado en toda Rusia audaces y valientes protestas contra el régimen de Putin y su guerra ilegítima en Ucrania. Según un informe de The Guardian, 1.300 personas fueron detenidas durante protestas en 38 ciudades el 21 de septiembre. Pero no basta con que las personas en Estados Unidos saluden la valentía de esos manifestantes mientras ellas mismas permanecen pasivas. La gente tiene que salir de su atontada pereza ¡y despertar de una vez, carajo! El silencio de la gente en Estados Unidos es ensordecedor. El gobierno de Estados Unidos, bajo un gobierno dirigido por el Partido Demócrata, está perpetrando crímenes de guerra. Crímenes aún más monstruosos podrían estallar literalmente en cualquier momento, y tragar el planeta.

Los tiempos son urgentes. Como escribió el Grupo del Manifiesto Comunista Revolucionario en un llamamiento al Primero de Mayo Internacionalista Revolucionario 2022:

El líder y pensador revolucionario Bob Avakian dijo hace poco que “la humanidad ya no puede seguir permitiendo que estos imperialistas, de ningún lado, continúen gobernando al mundo y batallándose entre sí sobre quiénes dominarán en esta situación, ante la amenaza muy real y muy grave que esto representa para el futuro, y para la propia existencia, de la humanidad”. Y ha señalado que, si bien sí enfrentamos la verdadera perspectiva de algo realmente terrible en la situación hoy, también “es posible que le arranquemos algo realmente positivo — una revolución, para poner fin a este sistema y crear algo mucho mejor”.