No nos hemos enfrentado a la perspectiva de un Armagedón desde Kennedy y la crisis de los misiles de Cuba. No creo que exista la posibilidad de [utilizar] fácilmente un arma nuclear táctica y no terminar en un Armagedón. ... [Por] primera vez desde la crisis de los misiles de Cuba, tenemos la amenaza de un arma nuclear, si de hecho las cosas siguen por el camino en que van.
— Joe Biden, en un acto de recaudación de fondos, Nueva York, 6 de octubre de 20221.
Ciertamente, una lección crucial que la gente debe sacar de la guerra en Ucrania es que la humanidad ya no puede seguir permitiendo que estos imperialistas, de ningún lado, continúen gobernando al mundo y batallándose entre sí sobre quiénes dominarán en esta situación, ante la amenaza muy real y muy grave que esto representa para el futuro, y para la propia existencia, de la humanidad.
— Bob Avakian, “Ucrania: Una tercera guerra mundial es el verdadero peligro, y no una repetición de la Segunda Guerra Mundial”
Una semana de amenazas y contraamenazas cada vez más graves
Biden es el comandante en jefe de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Si Estados Unidos toma la decisión de disparar armas nucleares, Biden la tomará. Su “dedo está en el botón detonador” de un arsenal de unas 4.000 ojivas nucleares, más o menos la misma cantidad que tiene su antagonista, Vladimir Putin, presidente de Rusia. Cada uno controla armas con potencia de fuego más que suficiente para aniquilar muchas veces gran parte de la vida sobre este planeta. Los comentarios de Biden sobre el conflicto de Cuba, y su referencia a un Armagedón, que en la Biblia se supone que es el lugar de la batalla final entre el bien y el mal, indican que la humanidad se está tambaleando al borde del precipicio de un cataclismo, y que el líder del ejército más poderoso del mundo está tomando decisiones y actuando de manera que pone la vida de millones de personas en la mira de una guerra nuclear.
El New York Times informó esta semana de que, debido a la espiral de violencia en Ucrania, y a la incertidumbre de ambas partes sobre la manera en que reaccionará la otra a otras escaladas, una “serie de funcionarios estadounidenses y europeos coinciden” en que las “semanas venideras podrían ser un momento especialmente peligroso” para una posible escalada nuclear de la guerra en Ucrania. Ambas partes están preparando a la opinión pública de sus propios países, y en el mundo, para una escalada aún más devastadora, quizá nuclear, de una guerra que ya ha cobrado la vida de decenas de miles de personas, y ha desplazado a unos 13 millones de personas. Los comentarios de Biden echan gasolina a un fuego que ya está ardiendo.
Pero va más allá de eso. Piense por un minuto en las implicaciones del uso, por parte de Biden, del término “Armagedón”. Recordemos que Biden y Estados Unidos han mantenido oficialmente que únicamente han estado “ayudando” a Ucrania y que no son un participante directo en el conflicto. Ucrania NO tiene armas nucleares; así que si Rusia bombardeara a Ucrania, no habría posibilidades de que Ucrania pudiera tomar represalias por igual. Sería un terrible crimen de guerra si Rusia lo hiciera —como lo fue cuando Estados Unidos usó armas nucleares contra las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en Japón al fin de la Segunda Guerra Mundial—, pero al igual que esa situación, no se convertiría necesariamente en un “Armagedón”. Así que al invocar un Armagedón, Biden está introduciendo sigilosamente, o tal vez simplemente está soltando, una suposición básica: si bien Estados Unidos ES actualmente una parte en el conflicto de sustitutos en Ucrania, el uso de armas nucleares contra Ucrania necesariamente implicaría una escalada y posiblemente represalias directas de Estados Unidos contra Rusia, una escalera de escaladas que podría llevar a un “Armagedón”. ¡Pensemos en la manera que nos están condicionando de antemano para que aceptemos la “lógica” de un conflicto nuclear inevitable entre Rusia y Estados Unidos si Rusia lanzara un ataque!
Bob Avakian: ¡Libérense de la Gran Falsedad Tautológica! (vídeo en inglés; texto en español)
Dominio de escalada y errores de cálculo fatales
Durante décadas, el “dominio de escalada” ha sido una premisa que guía los preparativos de una guerra nuclear por parte de los estrategas de guerra imperialistas. Entre otras cosas, el dominio de escalada significa estar siempre preparado para llevar las confrontaciones al siguiente nivel de violencia, y “se apoya en la superioridad a varios niveles de conflicto para asegurar la propia capacidad de ganar”.
David Petraeus, general de cuatro estrellas jubilado del ejército estadounidense que estuvo al mando de las fuerzas de la OTAN en Irak y Afganistán, ex jefe de la Agencia Central de Inteligencia y criminal de guerra empapado de sangre, ilustró lo que esto puede significar cuando se le preguntó en un influyente programa de entrevistas de televisión dominical cómo Estados Unidos respondería en caso de que Rusia utilizara armas nucleares. Respondió: “Simplemente para darle una hipótesis, responderíamos liderando un esfuerzo —colectivo— de la OTAN que eliminaría todas las fuerzas convencionales rusas que podamos ver e identificar en el campo de batalla en Ucrania y también en Crimea y cada barco en el mar Negro”.
Petraeus no dijo si el sangriento escenario que preveía implicaría armas nucleares. Sin embargo, como le señaló Andreas Kluth, de la Federación Americana de Científicos, a un periodista, inclusive una respuesta de Estados Unidos-la OTAN con armas “convencionales” (es decir, no nucleares) —que podría hacerse por orden presidencial y no requeriría la aprobación del Congreso— llevaría a un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN, “y por lo tanto incurre en el riesgo de una tercera guerra mundial, y un Armagedón todavía sería un escenario al final”.
Pero, una vez más, piénselo: Petraeus ha dejado colar la suposición de que Estados Unidos pasaría de “armar y asesorar” a las fuerzas ucranianas, a dirigir y meter sus fuerzas en un embate total con el propósito de destruir una gran parte de la capacidad efectiva de Rusia para defenderse. Y en semejante caso, ¿qué cree que hará Rusia cuando una gran parte de sus fuerzas navales y terrestres haya sido destruida? ¿Se abstendrá de utilizar una de las pocas capacidades que conservaría: represalias nucleares contra las fuerzas estadounidenses y, tal vez, contra grandes ciudades de Estados Unidos? Una vez más, se nos está condicionando para que aceptemos escenarios verdaderamente horribles que los Biden y Petraeus de este mundo tal vez decidan poner en práctica, según sean los acontecimientos.
El hecho de que esto ya se haga de forma “insinuante” —implicar sin decirlo abiertamente— lo hace aún peor.
Rusia responde por igual
Esta semana, Dmitri Trenin, un analista político y militar ruso, indicó en la televisión estatal rusa que la dirigencia de Rusia está totalmente preparada para responder a una escalada de Estados Unidos con ataques nucleares contra el territorio continental estadounidense. “La estrategia estadounidense de infligir una derrota estratégica a Rusia se basa en la creencia de que Rusia no utilizará armas nucleares: O tendrá miedo, o considerará que la destrucción de la civilización todavía es un precio demasiado alto para mantener su posición. Y en ello, en mi opinión, se encuentra un error de cálculo potencialmente fatal para toda la humanidad”.
Esta lógica gansteril abierta y directa sería casi bienvenida frente a la ofuscación y el lenguaje de doble sentido de Estados Unidos... ¡¡¡salvo por el hecho de que esto también está condicionando a la gente para que acepte la guerra nuclear como algo inevitable!!!
La neblina de la guerra
Bob Avakian (BA) escribió en “La neblina de la guerra, la claridad de la guerra”:
La “neblina de la guerra” se refiere al hecho de que, en una situación de guerra, se desdibujan muchas cosas. En palabras sencillas, a menudo es difícil determinar exactamente lo que está pasando.
Relacionado con esto es el hecho de que la guerra, una vez iniciada, tiene sus propias dinámicas: frecuentemente las cosas no avanzan de la forma en que esperaban las personas que iniciaron la guerra o que llegaron a estar involucradas en ella. Esto tiene implicaciones muy gruesas en la guerra actual en Ucrania, la que involucra no solamente a Rusia y a Ucrania sino también a la alianza imperialista (OTAN) encabezada por Estados Unidos, en una “guerra de sustitutos” con Rusia — suministrando masivas cantidades de armas a Ucrania y librando una guerra económica (en la forma de “sanciones”) contra Rusia, al mismo tiempo que se intensifica la “preparación” militar de los países de la OTAN, en particular los países que colindan con Rusia o que están cerca de ella.
Esto conlleva el peligro muy real de que esta situación —a propósito o mediante equivocaciones de un bando o ambos bandos— podría conducir a una guerra directa entre Rusia y Estados Unidos/OTAN, lo que a su vez podría abarcar el uso de armas nucleares, incluso a una escala que amenazara la propia existencia de la especie humana por todo el mundo.
A medida que se prolongue este abrazo mortal —y ya lleva ocho meses en marcha—, ambos bandos caerán más profundamente en la espiral de furia de su combate, y más probable sería que las cosas se salieran del control de cualquier parte, independientemente de las intenciones de aquellos que dirijan las cosas. Existe un enorme riesgo de que se pudiera detonar una guerra nuclear en cualquier momento, ya sea por decisiones estratégicas tomadas por los gobernantes del bloque de Estados Unidos-la OTAN y/o Rusia, por desesperación enloquecida, por errores de cálculo o por “accidentes”.
También llama la atención que Biden musitaba en sus comentarios del jueves sobre la dificultad de encontrar una “rampa de salida”. Eso significa que él y su administración aún no han encontrado una oferta mínima que puedan hacerle a Rusia la que permitiría a Putin “salvarse las apariencias”. El hecho de que haya musitado abiertamente sobre esto tiene el efecto de presentar a Estados Unidos como razonable (entendiendo que Putin necesitaría alguna concesión) y al mismo tiempo preparar a la gente para el hecho de que tal vez semejante salida no sea posible, y en semejante caso... bueno, una vez más, no es una casualidad que Biden invocó un “Armagedón”.
Estas dinámicas son similares a las que condujeron a dos guerras mundiales en el siglo 20 — guerras que resultaron en la muerte de decenas de millones de personas. Pero en esta ocasión, es probable que ambos bandos utilicen armas nucleares en toda su extensión, desde el principio. Semejante posibilidad nos está mirando a todos a la cara, y el tiempo es corto. La guerra en Ucrania no es algún “asunto” entre otros asuntos, el que la gente puede elegir ignorar o elegir no pensarlo porque parece demasiado complejo o desordenado, o porque es más fácil aceptar la “narrativa” dominante (o los términos “dominantes”) que los grandes medios de comunicación están propagando en que los rusos son los “malos que buscan dominar al mundo” y Estados Unidos está trabajando por una paz justa mientras trata inocentemente de ayudar a “los buenos”. Si eso es lo que usted piensa, pues lea aquí y otros artículos en la página de recursos de revcom.us sobre la guerra en Ucrania para descubrir las causas fundamentales de esta guerra. En realidad, la guerra en Ucrania es en este momento fundamentalmente un conflicto entre potencias imperialistas que persiguen fines imperialistas en que la existencia futura de la humanidad está cada vez más en juego.
Urge cambiar radicalmente toda esta dinámica — al servicio de los intereses de la humanidad, y no de los imperialistas rivales y contendientes
Tras las declaraciones de Biden, algunos de sus ayudantes y otros funcionarios de su administración ofrecieron rápidamente diversas explicaciones y garantías. La CNN informó: “No ha habido ningún indicio de cambio en la postura de Rusia y, por tanto, la postura de Estados Unidos sigue siendo la misma, dijo la funcionaria [la secretaria de prensa de Biden]”.
De hecho, ciertos actos realizados por los rusos en respuesta a una importante ofensiva ucraniana asistida y guiada por Estados Unidos —actos que cubrimos la semana pasada, incluida la anexión de ciertas zonas de Ucrania, la movilización de algunas fuerzas nucleares, la declaración de Putin con la amenaza de usar armas nucleares— intensificaron el peligro de una guerra. Biden respondió, en esencia, amenazando y preparando a la opinión pública para una escalada más grande.
La gente no puede quedarse al margen de manera pasiva y esperar que ocurra lo mejor. Urge desafiar a la gente de modo que piense a fondo acerca de la verdad de las siguientes palabras de BA:
Todo esto pone de relieve por qué es vitalmente importante que las masas de personas, en Estados Unidos, y en otros países que se alinean con él, así como en Rusia —que las masas de personas en todas partes— se despierten ya por fin y completamente, que reconozcan la realidad y la profunda importancia de lo que está en juego, y que actúen de acuerdo con nuestros verdaderos intereses — los intereses de toda la humanidad: exigiendo que SE PONGA FIN a esta guerra en Ucrania, y a la injerencia (directa e indirecta) de los imperialistas de ambos lados en esta guerra, antes de que no sólo inflija aún más sufrimiento al pueblo de Ucrania sino que posiblemente se intensifique hasta un conflicto mucho más terrible que cause masiva destrucción y muerte, a un nivel mucho mayor, e incluso posiblemente represente una amenaza a la propia existencia de la misma humanidad.
¡NO A UNA GUERRA DE ESTADOS UNIDOS Y LA OTAN CON RUSIA! ¡NO A UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL!
¡ES ESTE SISTEMA, Y NO LA HUMANIDAD, EL QUE ES NECESARIO QUE SE EXTINGA!
NOSOTROS NO ACEPTAMOS EL FUTURO DE ELLOS
YA ES HORA DE ORGANIZARNOS PARA UNA REVOLUCIÓN REAL
Consulte también:
-
Estados Unidos Número Uno
(en amenazas, en preparativos y en combate con armas nucleares) -
La guerra en Ucrania y las amenazas de Estados Unidos contra China: Una página de recursos
Acontecimientos peligrosos, maniobras de las potencias imperialistas, repugnante hipocresía estadounidense
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