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BOB AVAKIAN
REVOLUCIÓN #77: 
Los asesinos genocidas en masa no pueden ser “liberadores” ilustrados

Los asesinos genocidas en masa no pueden ser “liberadores” ilustrados

Les habla Bob Avakian — REVOLUCIÓN — número Setenta y Siete.

El hecho de que Kamala Harris, junto con Joe Biden y los demócratas en su conjunto —así como los republicanos— dan su apoyo total y facilitan la masacre genocida del pueblo palestino por parte de Israel enseña algo muy básico sobre la naturaleza de estos políticos — y, en lo aún más fundamental, enseña algo importante sobre la naturaleza del sistema del capitalismo-imperialismo al que estos políticos sirven y para el que trabajan para imponer.

Esa naturaleza no cambia cuando se trata de algo como la guerra en Ucrania.

Sí, la invasión rusa de Ucrania en 2022 fue un acto de agresión imperialista. Pero los gobernantes de Estados Unidos no son menos imperialistas debido a que están luchando indirectamente contra su rival imperialista Rusia, utilizando a Ucrania como “sustituto” para luchar contra Rusia. Es un hecho, el que nunca debe ignorarse ni pasarse por alto, que el “orden internacional”, en el cual Estados Unidos está sentado en la cima, y al que Rusia está aspirando a desafiar, se ha establecido y mantenido con la violencia más horrenda, sobre todo por parte de Estados Unidos — comenzando con su bombardeo atómico de dos ciudades japonesas al fin de la Segunda Guerra Mundial, y continuando con la matanza de millones de civiles en Vietnam y Corea antes de eso, así como otras invasiones, golpes de estado y otras acciones violentas. En los años transcurridos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en el proceso de establecer e imponer este “orden internacional”, Estados Unidos ostenta con mucha diferencia el récord de invadir y de otro modo interferir violentamente en otros países. Esto, tampoco, debe olvidarse ni pasarse por alto: todo este “orden internacional” se basa en la explotación despiadada de personas por todo el mundo, incluida la súper-explotación de masas de personas, en condiciones parecidas a la esclavitud, en el tercer mundo: América Latina, África, el Medio Oriente y Asia.

Para determinar la naturaleza esencial de cualquier guerra, la pregunta crucial y decisiva no es “¿quién disparó el primer tiro?” o “¿quién inició el conflicto?” No. El factor esencial es: ¿cuál es la naturaleza de los bandos opuestos en esa guerra?

Por ejemplo, en un levantamiento de esclavos, ¿quién negaría que es justa la lucha de los esclavos y que son injustos los intentos de los amos de los esclavos de reprimir este levantamiento? Por otro lado, en una lucha entre “familias” mafiosas o cárteles de la droga, ambos bandos son injustos, debido a su naturaleza, independientemente de “quién inició” la lucha.

Y lo mismo ocurre con la guerra en Ucrania: ambos bandos son imperialistas — tanto Rusia como Estados Unidos, con su uso de Ucrania como sustitutoY, por lo tanto, ambos bandos están librando una guerra injusta.

Como he señalado antes, las razones por las que Biden está armando y respaldando a Israel son las mismas razones fundamentales por las que está enviando ayuda masiva, y proporcionando inteligencia y dirección estratégica general, a Ucrania en su lucha contra Rusia. No es que Biden sea un asesino en masa genocida por allá, en Palestina, y un “liberador” de la gente por allá, en Ucrania.

Biden da su apoyo total a Israel debido a que Israel desempeña un “papel especial” como bastión de apoyo fuertemente armado para el imperialismo estadounidense en una parte estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”).

Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento del dominio opresivo del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo.

Esto —el mantenimiento y la imposición de la dominación asesinamente opresiva del imperialismo estadounidense— es el mismo motivo por el cual Biden promueve la mayor intensificación de la guerra de sustitutos que Estados Unidos está librando contra Rusia en Ucrania, así como preparativos adicionales para una guerra con China, incluso a costa de arriesgar la propia existencia de la humanidad.

Para repetir el siguiente importantísimo punto (de mi mensaje número Siete):

¡Es el sistema! El sistema del capitalismo imperialismo al cual Biden sirve. El sistema al cual él tiene que servir — el sistema al cual toda persona y cualquier persona tiene que servir si quiere ocupar un cargo, y especialmente un “cargo alto”, como la presidencia, dentro de este sistema. Por eso Biden hace lo que hace —lo que hacen todos estos políticos— por encima y más allá de sus intereses personales más estrechos.

¡Es el sistema! Este sistema del capitalismo imperialismo que encarna e impone la supremacía blanca, la supremacía masculina patriarcal y otras opresiones brutales — este sistema que se basa en la explotación despiadada roba-vidas de las masas de personas en Estados Unidos y de literalmente miles de millones de personas por todo el mundo, incluidos más de 150 millones de niños — todo eso que se impone con una masiva violencia y destrucción, de personas y del medio ambiente, lo que representa una amenaza muy real al futuro y a la existencia de la humanidad.

Todo eso pone de relieve la profunda importancia de mi comentario:

Nosotros, la gente del mundo, ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas sigan dominando al mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así.