Donald Trump fanfarronea que su acuerdo para el cese el fuego en Gaza es el primer paso a una “Paz Fuerte, Duradera y Eterna”.

Pero ya resulta una mentira sangrienta. Desde que el cese el fuego entró en vigor el 10 de octubre, Israel lo ha violado por lo menos 48 veces, matando a veintenas de personas y continuando el hambre y privación forzadas del pueblo en Gaza. 

Al cierre de esta edición, Israel lanzó docenas de ataques mortíferos por toda Gaza que han matado a por lo menos 44 personas — con bombardeos contra un café, personas cerca de un club de fútbol, una tienda de campaña y un campamento de refugiados. Israel lo justificó diciendo que Hamas rompió la tregua al matar a dos soldados israelíes en la región de Rafah, pero hasta ahora no han presentado ninguna evidencia de eso.

Abdullah Abu Hasanin, de 29 años, en la zona central de Gaza, le dijo a Al Jazeera: “La situación está como si la guerra regresara de nuevo. Teníamos esperanzas de que el acuerdo durara, pero la ocupación no respeta nada — ni un acuerdo, ni nada de nada”. Dijo que corrió al sitio de un nuevo bombardeo para dar auxilio, “la escena es indescriptible. Ha vuelto la sangre”.

Tras este recrudecimiento de violencia israelí enfocado en los civiles, tanto Israel como Hamas se han comprometido públicamente en mantener el cese el fuego y llevar a cabo el plan de Trump. Pero, como constan los acontecimientos de los últimos 10 días, la situación es impredecible. 

La pesadilla no se acaba para nada

“Este campamento era el lugar más bello. Pero ahora, como pueden ver, son escombros y destrucción. La vida ya no es vida. No encontramos agua. No encontramos comida. No encontramos qué beber. Es como si regresáramos al desastre. Es como una pesadilla, algo que uno nunca se hubiera imaginado. 

— habitante de la Ciudad de Gaza Mahmoud Abo Emeira¹ 

En los últimos dos años, Israel lanzó unas 200 mil toneladas de explosivos sobre Gaza, lo que equivale 13 veces más poder explosivo que la bomba atómica de Hiroshima, sobre un territorio de 365 km cuadrados (el tamaño de la ciudad de Filadelfia). Nada escapó: ni casas, ni multifamiliares, ni hospitales, ni escuelas, ni sembradíos ni panaderías. Una trabajadora humanitaria que recientemente cruzó manejando la zona central de Gaza dijo que “todos pero todos los edificios son dañados o destruidos, y la gente está viviendo bajo escombros”.

Y eso no dice ni la mitad. Israel no solamente destruyó edificios sino que destruyó vidas, familias enteras y comunidades enteras. Dejó a más de 68 mil muertos palestinos y más de 170 mil heridos, y a muchos miles enterrados bajo escombros. Veinte mil de los muertos eran niños, algunos de menos de un año de edad. Todas las personas quedaron traumadas por los ataques implacables israelíes, y muchas por la pérdida de uno o ambos parientes, de hermanos o de hijos. Más de 600 mil niños en Gaza han sido privados de todo estudio durante dos años. 

Israel bloqueó alimentos, agua, combustible, medicina y más, causando hambruna, inanición y enfermedades.

A esa situación están regresando cientos de miles de palestinos que fueron desalojados forzosamente de sus hogares. Se refugian en edificios dañados, tiendas de campaña, o lo que puedan montar. Aún batallan desesperadamente para alimentarse. No hay trabajos, pocos tienen dinero, y la mayoría han perdido todo. No saben lo que les vaya a traer el futuro — ni tan siquiera el día siguiente. 

Israel establece trampas de muerte arbitrarias

Las tropas israelíes están ocupando a más del 50 por ciento de Gaza, que de por sí ya está abrumada y densamente poblada, ahora casi sin edificios habitables, y la gente vive amontonada en tiendas de campaña en medio de los escombros. Israel ha justificado muchos de los asesinatos que cometió durante los últimos 10 días pretextando que los palestinos supuestamente se acercaban demasiado a los campamentos israelíes. No por andar armados ni por tratar de atacar a los israelíes, sino por simplemente ¡acercarse demasiado!

Israel ha establecido lo que llama líneas amarillas y rojas a las cuales no pueden cruzar ningún palestino — pero no hay modo de saber dónde están precisamente.

El 17 de octubre, el ejército israelí bombardeó un auto en el vecindario Zeitún de la Ciudad de Gaza y mató a 11 personas. “Cruzaron la supuesta ‘línea amarilla’, un límite imaginario mencionado por el ejército israelí”, le dijo a The Guardian el vocero de la organización de protección civil de Gaza. “Estoy seguro de que la familia no podía distinguir entre las líneas amarillas y las líneas rojas porque no existen marcadores físicos en el suelo”.

El plan de “Paz” que supuestamente va a traer asistencia — pero Israel sigue bloqueando ayuda urgente

El plan de “paz” de Trump al cual acordaron Estado Unidos, Israel y Hamas supuestamente pondría fin a la hambruna la que Israel ha impuesto a Gaza. Israel acordó permitir la entrada de 600 camiones de asistencia humanitaria a Gaza a diario.

Pero la semana pasada, Israel empezó a bloquear, demorar y restringir los convoyes de asistencia, lo que pone en peligro la salud y la vida de cientos de miles de palestinos. Esta asistencia incluye gas para cocinar, tiendas de campaña para los desplazados, carne congelada, fruta, harina y medicamentos, a los cuales Israel ha bloqueado su entrada a Gaza desde marzo.

Entre otras cosas:

• Israel ha bloqueado más de la mitad de los 600 camiones de asistencia diarios que acordaron, informó la ONU, y durante dos días de la semana pasada Israel no permitió la entrada de ninguna asistencia en absoluto. Ello, tras de que la destrucción israelí de 98 por ciento de las tierras de cultivo de Gaza ha dejado al territorio casi completamente dependiente del envío de alimentos que por lo general pasan por Israel.
• Hasta la fecha Israel se ha negado abrir el cruce de Rafah entre Gaza y Egipto, crucial para el envío de suministros humanitarios, y para que los palestinos puedan salir de Gaza, incluido para atención médica urgente.
• Enfermedades contagiosas como meningitis, diarrea y enfermedades respiratorias “se propagan descontroladamente”, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), por las restricciones a los suministros médicos y los ataques israelíes que dejaron en funcionamiento parcial a solamente 13 de los 36 hospitales de Gaza.
• El director general del ministerio de salud de Gaza dice que cada uno de los 170 mil palestinos heridos por Israel necesita un promedio de tres cirugías. Los hospitales en Gaza aún experimentan la falta generalizada de medicinas, agua potable y suministros, pero Israel sigue bloqueando la entrada de doctores y de la mayoría de la asistencia médica. Advirtió que sin un auge en la entrada de suministros, “Estas personas morirán ante nuestros ojos”.
• La embestida genocida israelí ha dejado en Gaza hasta 20 mil bombas y misiles sin estallar, revueltos con más de 60 millones de toneladas de escombros. Ha creado una enorme crisis de reconstrucción, y de seguridad. Pero Israel sigue restringiendo la entrada de herramientas de rescate y equipo pesado que se necesitan para remover los escombros y rescatar los 10 mil cadáveres bajo los escombros, según estima la agencia de protección civil de Gaza. 

El pretexto mentiroso de Israel por bloquear la asistencia para salvar vidas

El pretexto israelí por bloquear la asistencia para salvar vidas es que Hamas estaba violando el acuerdo del cese el fuego al no devolver a Israel todos los rehenes muertos de inmediato.

Si bien era injusto en primer lugar el secuestro y retenimiento de rehenes de parte de Hamas, este pretexto es inválido y depravado. 

Primero, Hamas sí acató el acuerdo al entregar, el 13 de octubre, todos los 20 rehenes israelíes con vida que tenía. Desde ese entonces, ha entregado los restos de 10 de los 28 rehenes fallecidos que también acordó devolver. Pero, desde el principio Hamas y la Cruz Roja Internacional pusieron en claro que sería muy difícil dar con los 18 cadáveres restantes.

¿Por qué? ¡Debido a que Israel bombardeó o arrasó con buldóceres más del 80 por ciento de Gaza, y esos restos se encuentran bajo millones de toneladas de escombros y están revueltos con los restos de miles de civiles palestinos!

Y ahora Israel bloquea la entrada del equipo necesario para quitar esos escombros, pero sigue aprovechando la hambruna —y amenazas de terminar el cese el juego— como castigo colectivo. (Vea el artículo acompañante sobre el maltrato depravado israelí a los rehenes palestinos, con o sin vida). 

Como perro de ataque rabioso, Israel jala de la correa para volver at ataque

Israel no solamente viene matando a palestinos y restringiendo la asistencia humanitaria. También deja abierta la posibilidad de reanudar su genocidio de un nivel u otro. Y los fascistas en Israel se mueren de ganas de rematar la limpieza étnica total de Gaza. 

La semana pasada el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu (más bien Netan-Nazi) declaró que la campaña militar en Gaza no terminó, y que Israel no acordará un fin a la guerra hasta que se desmantele el gobierno y la ala militar de Hamas en Gaza, pasos que aún siguen para determinarse en la segunda fase de las negociaciones.

Mientras tanto, el ministro de Defensa israelí llamó por preparar un “plan integral” para derrotar a Hamas, en otras palabras reanudar la masacre generalizada, en caso de que falle el cese el fuego.

Trump ataca, plantea posibilidad de que Israel reanude su genocidio

Trump ha insistido, al parecer pese las objeciones de Israel, en que su “guerra” —o sea, su matanza genocida— en Gaza ya terminó².

Pero también se ha arremetido repetidamente contra Hamas, que ha reaparecido en Gaza, ha chocado violentamente con otras fuerzas, entre ellas algunas fuerzas alineadas con Israel, y ha ejecutado públicamente a algunos a los cuales acusa de ser “infractores” y colaboradores con Israel³.

El 16 de octubre, Trump advirtió que si Hamas continuara matando a personas en Gaza, “No nos quedará de otra que entrar y matarlos”. (Más tarde aclaró que al decir “nos”, no se refería a Estados Unidos.)

Trump también ha amenazado a Hamas que si no depusiera las armas (una cuestión que aún queda por negociarse), sopesaría dar luz verde a las fuerzas israelíes para reanudar los combates armados: “Israel volverá a esas calles en cuanto yo les dé permiso. Si Israel pudiera meterse y darles una sonora golpiza, pues lo harían”⁴.

Una situación peligrosa e incierta, en que monstruos genocidas aún andan sueltos

Si bien el futuro es incierto, lo que aún hace falta urgentemente es ¡un alto al genocidio israelí-estadounidense en Gaza! Millones de personas se han puesto de pie en todo el mundo con la demanda de un fin a la dominación y opresión imperialista del pueblo palestino, y esto tiene que continuar.

Y al mismo tiempo que hagamos eso, elevemos la vista hacia un futuro digno para el pueblo palestino —y para toda la humanidad— que han sobrevivido a un infierno sobre la tierra, por los niños que siguen bailando y jugando en medio de esta pesadilla.

¡Alto al genocidio israelí-estadounidense contra el pueblo palestino!

¡Alto al asedio contra Gaza!