La administración Biden, y la clase dominante estadounidense en su conjunto, han identificado a China como el principal adversario de Estados Unidos y el único capaz de montar “un desafío sostenido” a la supremacía mundial estadounidense. Ha puesto en marcha una intensa serie de medidas militares, diplomáticas y económicas para “superar en la competencia” a China en todos estos terrenos, hasta llegar a una potencial guerra nuclear. A continuación se enumeran algunas de estas medidas adoptadas en los últimos meses.
Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas dominen al mundo y determinen el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes.
— Bob Avakian, Las Entrevistas con Bob Avakian
28 de agosto de 2022: La Agencia Central de Inteligencia (CIA) anunció que su “dinero y recursos se desplazarían cada vez más para centrarse en China”. Jason Crow, un congresista demócrata, explicó su apoyo al cambio cuando dijo que grupos como EI y Al Qaeda “no destruirán la forma de vida estadounidense... de la manera en que China puede hacerlo”.
22 de octubre de 2022: La administración Biden dio a conocer su Estrategia de Defensa Nacional. Un alto funcionario del Departamento de “Defensa” dijo que el documento describe a China como “el único competidor con la intención y, cada vez más, la capacidad de desafiar sistemáticamente a Estados Unidos en todos los ámbitos: militar, económico, tecnológico y diplomático”. Otro documento publicado casi al mismo tiempo, la Revisión de la Postura Nuclear, afirmaba que China “probablemente tiene la intención de poseer al menos 1.000 ojivas nucleares lanzables a finales de la década”, un avance que un general estadounidense calificó de “impresionante”.
2 de diciembre de 2022: El secretario de “Defensa”, Lloyd Austin, presentó el B-21 Raider, el nuevo bombardero nuclear furtivo de Estados Unidos diseñado para prevalecer sobre “las capacidades cibernéticas, espaciales y nucleares de Pekín (capital de China), que crecen rápidamente... estamos alineando nuestro presupuesto como nunca antes al desafío de China. En nuestro mundo imperfecto, la disuasión se produce por medio la fuerza”. El B-21 forma parte de un remozamiento del arsenal nuclear terrestre, marítimo y aéreo de Estados Unidos que tendrá un costo estimado de 1,2 millones de millones de dólares.
5 de enero de 2023: Tan pronto como los republi-fascistas asumieron el liderazgo sobre la Cámara de Representantes de Estados Unidos, establecieron un nuevo “Comité Selecto sobre China”. Mike Gallagher, ex oficial del Cuerpo de Marines y fascista rabioso, fue nombrado para encabezarlo. Gallagher dijo que su comité tendrá “una visión de conjunto. ¿Cuáles son las cosas inmediatas que tenemos que hacer para impedir que estalle una tercera guerra mundial en torno a Taiwán? Y luego, ¿cuáles son las inversiones largoplacistas que tenemos que hacer para ganar esta nueva guerra fría con la China comunista?”
11 de enero: Estados Unidos y Japón anunciaron planes para una nueva fuerza de “reacción rápida” de infantería de marina en la isla de Okinawa, como parte de los planes para “profundizar la cooperación militar en las remotas islas del sudoeste de Japón cercanas a Taiwán”. El nuevo regimiento de Marines tendrá “capacidades avanzadas de inteligencia, vigilancia, reconocimiento, antibuque y transporte”.
13 de enero: Un “grupo de portaaviones de ataque” de la Marina estadounidense entró por primera vez en el Mar de la China Meridional. Este “grupo” es una armada compuesta por un portaaviones, un crucero de misiles teledirigidos y tres destructores de misiles teledirigidos, armada con armamento apto para condiciones desde “el espacio hasta ámbitos submarinos, a través de todos los ejes y todos los dominios”. China considera gran parte del Mar de la China Meridional como parte de su territorio soberano, y buques de guerra chinos comenzaron inmediatamente a patrullar cerca del grupo estadounidense.
23 de enero: El dirigente republi-fascista del Congreso Kevin McCarthy anunció que planea un viaje a Taiwán, parecido al viaje deliberadamente provocador que hizo su predecesora Nancy Pelosi en el verano de 2022. Como escribió Revolución en relación al viaje de Pelosi, fue “una provocación importante, y peligrosa, de parte del imperialismo estadounidense contra su rival nuclear China”. Si McCarthy sigue adelante con su viaje en un ambiente aún más enrarecido, aumentará aún más la posibilidad y el peligro de encuentros directos entre las fuerzas militares chinas y estadounidenses.
26 de enero: Estados Unidos inauguró oficialmente “Camp Blaz”, la primera base nueva de los Marines en 70 años, en la isla de Guam, en el Pacífico. Un comunicado de prensa de los Marines decía que “Camp Blaz servirá de eje estratégico a medida que el Departamento de Defensa haga realidad la visión de la Estrategia de Defensa Nacional 2022”, cuyas principales prioridades son “defender la patria, al ritmo de la creciente amenaza en múltiples dominios representada por la RPCh (República Popular China)” y “disuadir ataques estratégicos contra Estados Unidos, aliados y socios”.
31 de enero: Japón anuncia que va a duplicar su presupuesto militar y solicita a Estados Unidos misiles de crucero por valor de 50.000 millones de dólares con alcance para dar con objetivos en China y Corea del Norte.
31 de enero: Estados Unidos reconoció que sus aliados Japón y Holanda están restringiendo sus exportaciones a China de herramientas para fabricar chips de silicio de usos militares avanzados, después de que dirigentes de esos países se reunieran en Washington con Biden y Jake Sullivan, su asesor de Seguridad Nacional. Ambos países fabrican una enorme cantidad de estos chips esenciales en todo el mundo. Esta medida tiene por objetivo “frenar la capacidad (de China) de potenciar su industria de chips y mejorar sus capacidades militares”. En 2022, Estados Unidos impuso sus propias prohibiciones y restricciones a la capacidad de China para comprar estos chips, una medida que equivale a una forma de guerra económica “sin precedentes en tiempos modernos”.
2 de febrero: El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, se reunió con Fumio Kishida, primer ministro de Japón, donde subrayó la importancia de desarrollar una “asociación” militar y política contra China y Corea del Norte. Stoltenberg dijo que China “intimida a sus vecinos y amenaza a Taiwán”. En noviembre, oficiales militares de la OTAN observaron la Operación “Keen Sword”, un ejercicio de las fuerzas navales japonesas y estadounidenses, e informes procedentes de Japón afirmaron que Kishida “se está apresurando a profundizar la cooperación con la OTAN debido a su creciente sensación de crisis por un posible (conflicto) con Taiwán”.
2 de febrero: En lo que calificó de “algo muy grande”, Lloyd Austin anunció un acuerdo con las Filipinas que permitirá el acceso de Estados Unidos a cuatro campamentos militares más en ese país. La BBC News dijo que el acuerdo le da a Estados Unidos acceso a “un terreno clave de bienes raíces que ofrecería un asiento delantero para vigilar a los chinos en el Mar de la China Meridional y alrededor de Taiwán. ... Con el acuerdo, Washington ha cerrado la brecha en el arco de alianzas estadounidenses que se extiende desde Corea del Sur y Japón en el norte hasta Australia en el sur”.
2 de febrero: Se hace público un memorándum escrito por el general de las Fuerzas Aéreas estadounidenses Michael Minihan, comandante del Mando de Movilidad de las Fuerzas Aéreas. El memorando dice: “Espero que esté equivocado. Mi instinto me dice que combatiremos (contra China) en 2025. ... Ir más rápido. Impulsar la preparación, la integración y la agilidad para que nosotros y la Fuerza Conjunta podamos disuadir y, de ser necesario, derrotar a China”. Esta es la primera de las 8 directivas mensuales que les daré. Deben saber que soy el único que tiene la firma en estas órdenes. Mis expectativas son altas y estas órdenes no son negociables. Síganlas. Seré duro, justo y cariñoso en mi enfoque para asegurar la victoria”.
3 de febrero: El director de la CIA, William Burns, dijo que el presidente de China, Xi Jinping, les ha dicho a los militares de su país “que estén listos para 2027 para llevar a cabo una invasión exitosa” a Taiwán.