La guerra que estalló cuando Rusia ilegal e injustamente invadió a Ucrania en febrero de 2022 se convirtió casi de inmediato en una guerra de sustitutos entre potencias imperialistas rivales, cuando Estados Unidos y la alianza militar occidental OTAN aceleraron las inmensas cantidades de apoyo militar, armamento y entrenamiento que ya habían estado proveyendo a Ucrania¹.

Durante meses, tanto las fuerzas armadas rusas como las ucranianas han estado preparando febrilmente ofensivas de primavera que probablemente se arranquen en las semanas venideras. Ambos lados creen que lo que tienen en juego en esta guerra es estratégico, hasta existencial. Lo que ocurre esta primavera posiblemente determine, en gran parte, el resultado. Pero, sea como sea, es probable que cierna una enorme intensificación de la escala y la cantidad de violencia — en un conflicto que ya ha cobrado decenas, quizá cientos de miles de vidas. En medio de esto, se augura el peligro de una guerra nuclear.

Mientras tanto, al otro lado del globo, fuerzas estadounidenses y chinas juegan a “quién es la más gallina” con armas nucleares en alta mar, y se preparan para una posible guerra en la isla de Taiwán y alrededores, y el Mar de la China Meridional.

El imperialismo pone en peligro toda la vida en este planeta. Grandes potencias imperialistas —Estados Unidos (la dominante a escala mundial) y las cada vez más agresivas Rusia y China— se están enfrentando en todas partes del mundo como gánsteres grandes.

Todas estas potencias imperialistas se rigen por la coacción básica del capitalismo-imperialismo: expandirse o morir. Estados Unidos se encuentra en la cima del actual alineamiento mundial de poder — y lucha por mantener esa dominación con su imperio forjado sobre el lomo de la explotación de miles de millones de personas a nivel mundial. China es una potencia en ascenso y en expansión impulsada por la misma coacción básica, y busca una tajada más grande de esa explotación. Rusia tiene por objeto impedir más expansión y consolidación estadounidense en países colindantes o cercanos a Rusia, y busca expandir su propio poder e influencia en la división del mundo entre potencias imperialistas. Cada una solamente puede establecer su propia supremacía a expensas de sus oponentes y, en última instancia, al subyugar y derrotar a sus oponentes.

Varios acontecimientos recientes indican que toda esta situación se está volviendo aún más peligrosa para la humanidad. La intensificación ha sido continua, y se aumenta el peligro de que se convierta en un conflicto nuclear. Cada maniobra de un lado provoca una respuesta por el otro lado. Lo que está en juego se incrementa cada vez más. Prevalece un ambiente como de gatillo sensible. La intensificación de conflictos en una parte del mundo podría extenderse rápidamente para envolver a otros países, y posiblemente detonar un conflicto global.

UNO: Finlandia se suma a la OTAN

El 4 de abril, Finlandia oficialmente se sumó a la OTAN. La OTAN es una alianza militar que se originó en 1949 con 12 miembros de Europa occidental y América del Norte, pero se ha expandido agresivamente hacia el este (hacia Rusia) a partir del colapso de la Unión Soviética en 1989-1991, a pesar de las promesas de Estados Unidos que no lo haría. Ahora tiene 31 miembros, muchos de ellos en la frontera occidental de Rusia.

La población de Finlandia suma a unos 5.5 millones de personas, pero su importancia estratégica como miembro de la OTAN pesa más de su tamaño. Antes del ingreso de Finlandia a la OTAN, un grupo de analistas militares estadounidenses escribieron que su entrada “en la OTAN reconfigurará permanentemente la arquitectura de seguridad de Europa, lo que Moscú [la capital rusa] probablemente considerará una amenaza a su propia seguridad”.

Ahora será posible colocar en Finlandia bases y armas de la OTAN, incluidas armas nucleares. Finlandia tiene una frontera de más de 1.300 km con Rusia y pone a la OTAN en proximidad con la Armada Norteña de Rusia, un sector de sus fuerzas armadas que tiene “importancia central para la seguridad nacional de Rusia”. 

Finlandia también trae considerable potencia de fuego convencional a la OTAN. Según un informe del Wilson Center, un centro de investigación estadounidense en Washington, D.C., Finlandia “con unas 1.500 armas de artillería pesada, entre ellas 700 obuses, 700 proyectiles de mortero y 100 sistemas de lanzacohetes… tiene más potencia de fuego de artillería pesada de lo que pueden aunar en combinación las fuerzas armadas de Polonia, Alemania, Noruega y Suecia en la actualidad”.

Joe Biden mandó un mensaje a la ceremonia del ingreso de Finlandia a la OTAN diciendo que la OTAN, “fortalecida por nuestra aliada más nueva Finlandia… defenderá cada centímetro de territorio de la OTAN, y hará frente a todos los retos ante nosotros”.

Un representante del gobierno ruso respondió que el ingreso de Finlandia a la OTAN obligará a Rusia a “tomar contramedidas para asegurar nuestra propia seguridad, tanto táctica como estratégicamente”. En una entrevista en 2016, cuando se le preguntó sobre la posibilidad del ingreso de Finlandia en la OTAN, Vladimir Putin, presidente de Rusia, respondió: “Ahora, cuando vemos al otro lado de la frontera, vemos a un finlandés. Si Finlandia ingresa a la OTAN, veremos a un enemigo”.

DOS: Bielorrusia recibirá misiles nucleares de Rusia

A fines de marzo, Putin dijo que Rusia está preparándose para emplazar armas nucleares “tácticas” en Bielorrusia, un país con largas fronteras con Rusia y también con Ucrania. Bielorrusia, con una población de unos 9 millones, ha sido un aliado estrecho de Rusia durante varios años.

Tropas rusas fueron apostadas en Bielorrusia antes de su invasión de Ucrania, pero tropas bielorrusas nunca han participado en la guerra en Ucrania. En todo caso, Estados Unidos y la Unión Europea impusieron sanciones duras contra Bielorrusia cuando Rusia invadió a Ucrania, y un diplomático estadounidense calificó a Bielorrusia de un “co-agresor”, algo que permitió el uso de su territorio como plataforma de lanzamiento para un “vil ataque bárbaro contra un país vecino”.

Una semana después del anuncio de Putin, el presidente bielorruso Aleksandr G. Lukashenko dijo en referencia a los países de la OTAN que colindan con Bielorrusia: “Están tratando de arrastrar a Bielorussia a la guerra. Nuestros vecinos son especialmente fervientes. No se puede esconder estos hechos”. Añadió que “una tercera guerra mundial se cierne en el horizonte con fuegos nucleares”.

Un vocero bielorruso dijo que las armas nucleares tácticas rusas “se emplazarán más cerca de la frontera occidental de nuestro estado unión”, lo que las pondría a una corta distancia de varios países de la OTAN, así como de Ucrania. Lukashenko añadió que es posible que se emplacen armas nucleares “estratégicas” —lo que significa armas más mortíferas y de largo alcance— en Bielorrusia.

TRES: El republi-fascista McCarthy provoca a China

El 5 de abril, el líder congresista republi-fascista Kevin McCarthy se reunió con Tsai Ing-wen, presidenta de Taiwán, en la biblioteca Ronald Reagan en el sur de California. Taiwán es una isla frente a la costa de China a la cual China ha considerado durante mucho tiempo parte de su territorio soberano, una realidad la que reconoce casi todos los países del mundo, incluido Estados Unidos en su política oficial. Pero los imperialistas estadounidenses nunca han dejado de mantener sus independientes conexiones económicas, políticas y militares con Taiwán. Lo consideran estratégicamente vital, y lo han militarizado fuertemente con armas suministradas por Estados Unidos².

En 2022, la predecesora de McCarthy, Nancy Pelosi, hizo un viaje provocador a Taiwán que desencadenó una serie de ejercicios militares peligrosos tanto por Estados Unidos como por China en el Mar de la China Meridional. La reunión de McCarthy con Tsai era similar a la de Pelosi, en que en esencia trató a Taiwán como un país independiente. La CNBC describió la reunión de Tsai con McCarthy como una parte de una visita de una semana de duración con un “horario lleno de reuniones de alto nivel con legisladores estadounidenses comparable con cualquier vista oficial de un líder mundial”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de China declaró con respecto a esta reunión entre Tsai y McCarthy que “se opone resueltamente a estos actos y los condena enérgicamente”, y que “tomará medidas resueltas y enérgicas para salvaguardar nuestra soberanía nacional y la integridad territorial”. Estados Unidos advirtió a China que no pretextara la reunión de Tsai y McCarthy para emprender una acción hostil. 

La clase dominante estadounidense en conjunto ha identificado a la potencia capitalista-imperialista en ascenso de China como un importante desafío estratégico contra su dominación, en la región asiática-pacífica y a nivel mundial. Aunque el ala republi-fascista y el ala demócrata de la clase dominante se desgarran en riñas amargas sobre casi todos los demás temas, su antagonismo unido contra China continúa. Esto lo expresó contundentemente una declaración por Nancy Pelosi sobre la reunión entre Tsai y McCarthy, su adversario de mucho tiempo: “La reunión merece elogios por su liderazgo, su participación bipartidista y su recinto distinguido e histórico”.

Durante la visita de Tsai en Estados Unidos, la Armada Estadounidense condujo una “operación de libertad de navegación” en el Mar de la China Meridional — ¡que colinda con China! El mando indo-pacífico dijo que esto formó parte de un desafío a lo que calificó de los “reclamos marítimos ilegales y de gran alcance en el Mar de la China Meridional”, lo que “representa una amenaza seria a la libertad en altamar, incluida la libertad de navegación y sobrevuelo…”. Esto equivaldría a que China enviara barcos militares al Golfo de México para asegurar ¡que Estados Unidos no reclamara dominación marítima!

Poco después, el Ministerio de Defensa de Taiwán reportó que China había enviado 20 aviones y tres buques de la armada cerca de Taiwán, incrementando notablemente sus maniobras militares diarias de caza en el Estrecho de Taiwán”. El 9 de abril, The Guardian reportó que China había “enviado 70 aviones de guerra, incluidas aviones de caza, aviones de combate, aviones de reconocimiento y aviones de reabastecimiento, a la zona de defensa aérea de Taiwán”. Informó que esto forma parte de tres días de entrenamiento militar chino en las cercanías de Taiwán.

Urge derrocar a este sistema imperialista

La guerra entre Estados Unidos y Rusia en Ucrania y el conflicto entre Estados Unidos y China podrían intensificarse rápidamente en forma de espiral y convertirse en una guerra directa entre estas potencias imperialistas con armas nucleares. Un escalamiento en Ucrania es altamente posible en las venideras semanas, y los juegos de “quién es la más gallina” con armas nucleares que siguen ocurriendo en el Mar de la China Meridional podrían ir de juego a realidad, de forma deliberada, por accidente o por un error de cálculo por cualquier de los dos lados. Un escalamiento de cualquier conflicto podría salirse de su propia concentración geográfica y detonar un conflicto más amplio o hasta mundial. Lo que está en juego para la humanidad, y para la vida en el planeta, no podría ser mayor.

Y, ¿para qué?

Para el imperio. Para el imperio basado en la explotación y opresión de miles de millones de seres humanos, incluidos niños chiquitos en todas partes del mundo — personas salvajemente explotadas en las minas, sembradíos y talleres del Sur global, o “tercer mundo”. Para el imperio basado en saquear y despojar la Tierra, al extremo que pone en peligro la propia vida en este planeta.

Toda la contienda, las amenazas, el combate concreto y los preparativos para más guerra, todo ello va en servicio del imperio. Estos imperialistas rivales están poniendo en riesgo a la humanidad, y al planeta, con tal de sostener este sistema capitalista-imperialista de explotación mundial, y para establecer su dominación de ese sistema pútrido y sangriento. Solamente en los últimos 70 años, Estados Unidos ha matado a casi 10 millones de personas en sus guerras para defender este imperio, y durante ese mismo tiempo, 350 millones de niños han muerto de enfermedades prevenibles e inanición. 

Como dijo hace poco Bob Avakian en Las Entrevistas con Bob Avakian:

Ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas dominen al mundo y determinen el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes.