Una madre palestina sostiene a sus hijos desnutridos, de 4 y 3 años, en el Hospital Friends of the Patient de la ciudad de Gaza, el 29 de julio de 2025. Foto: AP
Millones de personas ya padecen hambre desesperada y ahora Gaza se precipita hacia una muerte masiva por inanición.
Más de 159 palestinos en Gaza, incluidos 90 niños, han muerto de hambre desde el 7 de octubre de 2023. Esto se debe exclusivamente a las restricciones impuestas por Israel y al bloqueo casi total de la entrega de alimentos a Gaza. Decenas de personas han muerto de hambre en tan solo la semana pasada, y el ritmo de mortalidad está acelerando.
El experto en hambruna Alex de Waal advierte: “Toda la evidencia nos indica que estamos en un umbral donde [la hambruna masiva] empeorará exponencialmente. Cada día que no se remedie, será más difícil hacerla retroceder”. Y añade: “Para un gran número de gazatíes, en particular los niños, tendrán la huella biológica de la inanición durante toda la vida.”.
La semana pasada, un grupo respaldado por la ONU advirtió que “se está gestando el peor de los casos de hambruna posibles1”. UNICEF dice que unos 320.000 niños corren el riesgo de sufrir desnutrición aguda.
HAMBRUNA MASIVA EN GAZA: TRUMP LE DICE A ISRAEL “TERMINE EL TRABAJO”
Lo que ha causado esta pesadilla criminal es la destrucción en Gaza, por parte de Israel con el apoyo de Estados Unidos, de los hospitales, el sistema de agua, la red eléctrica y la producción de alimentos; su bloqueo de alimentos, agua, combustible, medicamentos y otros bienes necesarios; y su embestida en general contra el pueblo palestino2.
“Todo lo que sabemos sobre cómo se desarrolla una hambruna nos indica que las acciones de Israel han creado esas condiciones”, concluye de Waal. La hambruna es la clasificación más alta y severa de la inanición en masa, y cuando es causada por el hombre, constituye un crimen de guerra.
La indignación mundial y la farsa mortal de los esfuerzos “humanitarios” de Estados Unidos e Israel
El horror intolerable que se desata en Gaza, día tras día, noche tras noche, ha provocado repulsión e indignación a nivel mundial contra Israel, así como contra Estados Unidos.
La respuesta de los fascistas Trump y Netan-Nazi (primer ministro israelí Benjamín Netanyahu) consiste en mentiras y distracciones, intentando aliviar algo de la presión política, a la vez que se dan margen para continuar su campaña sistemática de hambruna y genocidio contra el pueblo palestino.
Aunque Trump dice que hay niños hambrientos y “hambruna real” en Gaza, y que él está trabajando en un plan para “alimentar a la gente”, lo que quiere decir es infligirle más terror al estilo de Los juegos del hambre al pueblo palestino. Trump presume de que Estados Unidos “da dinero y cosas“, pero se quejó, literalmente: “Nadie dijo: ‘Vaya, muchas gracias. Y estaría bien que al menos dieran las gracias’”.
Pues vaya, maldito monstruo: quizá una razón por la que “nadie” lo hizo es que la ayuda “humanitaria” estadounidense no se está utilizando para acabar con la hambruna, sino para crear trampas mortales para los palestinos hambrientos3. Y quizá otra razón sea que Estados Unidos está destinando miles de veces más fondos para bombas, aviones, misiles y otras armas de muerte masiva de civiles: ¡más de $22.000 millones en un solo año, y otros 675 millones de dólares ya están en camino!4
Mientras tanto, Netan-Nazi miente descaradamente al decir: “No existe una política de hambruna en Gaza, y no hay hambruna en Gaza”.
Pero incluso Netan-Nazi se ha visto obligado a hacer algunas concesiones. Sin embargo, como escribió la revista +972 en el artículo, Las concesiones de ayuda de Israel simplemente ofrecen a los gazatíes la supervivencia bajo estricto control: “Para desviar la indignación internacional, la estrategia de Israel es clara: mantener suficiente control para matar con impunidad y suficiente alivio para parecer humano al hacerlo”.
Las supuestas “medidas humanitarias” de Israel incluyen una “pausa táctica en la actividad militar” de 10 horas diaria en Gaza — lo que significa una breve pausa en los bombardeos; la apertura de “rutas seguras” para permitir la entrada de más camiones de ayuda a Gaza; y lanzar ayuda alimentaria desde aeronaves.
Pero todo esto carece de sentido:
Se necesitan al menos entre 500 y 600 camiones de alimentos cada día, pero Israel solo permite un “goteo” de ayuda (solo 109 camiones el 29 de julio, por ejemplo), una “gota en el océano”, según los grupos de ayuda. Israel ha cerrado las rutas más seguras dentro de Gaza, lo que hace casi imposible la entrega de la ayuda, y mucho menos que llegue a quienes la necesitan más desesperadamente. Israel ha permitido que operen pandillas criminales5 y, debido a la hambruna tan intensa y generalizada, multitudes han asaltado los convoyes de ayuda, impidiendo que los alimentos lleguen a los más necesitados. Israel también dispara rutinariamente contra multitudes de palestinos que intentan obtener ayuda de los camiones de la ONU (o en los centros de la GHF). Un ejemplo: 51 palestinos fueron masacrados por las fuerzas israelíes el 30 de julio cuando intentaban llegar a los camiones de ayuda de la ONU en el Cruce Zikim a Gaza. En total, unos 111 palestinos murieron y 820 resultaron heridos solo ese día, incluidos 91 que buscaban ayuda.
ALERTA ROJA: un lanzamiento aéreo de ayuda que cayó sobre una tienda de campaña en la que se refugiaban palestinos desplazados resultó en la muerte de tres niños.
En total, entre el martes 29 de julio y el viernes 1 de agosto, Israel mató a unos 230 palestinos e hirió a muchos más, lo que eleva el número de muertos desde el 7 de octubre de 2023 a 60.138 y 146.269 heridos6.
Un trabajador humanitario calificó los lanzamientos aéreos de alimentos como “una grotesca distracción de la realidad de lo que se necesita en Gaza ahora mismo. Nunca pueden entregar la cantidad, la consistencia ni la calidad de ayuda y servicios que se necesitan”. Hay personas que mueren por la “ayuda” que cae. Otras se ven obligadas a rebuscar entre la arena y la tierra para encontrar los granos de arroz esparcidos por el impacto7.
Trampa mortal: La Fundación Humanitaria de Gaza
GAZA-GHF: SUFRIMIENTO INIMAGINABLE
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF por sus siglas en inglés) ha sido el principal foco de la ayuda “humanitaria” de Estados Unidos. Es una trampa mortal, cruel y degradante, que los funcionarios estadounidenses siguen elogiando. El 1 de agosto, el enviado de Trump, Steve Witkoff, y Mike Huckabee, embajador de Estados Unidos en Israel, visitaron uno de los centros de la GHF, y Huckabee comentó con entusiasmo: “La GHF entrega más de un millón de comidas al día, ¡una hazaña increíble!”.
De Waal escribe que el sistema de la GHF “ha ignorado tan completamente las condiciones sobre el terreno que plantea la cuestión de si Israel ha estado diseñando.
Los centros de la GHF no se acercan ni de lejos a alimentar a los más de dos millones de habitantes de Gaza. Solo hay cuatro centros de la GHF; antes de que Israel los cerrara, había 400 centros de la ONU.
Los palestinos tienen que recorrer millas para llegar a los centros de la GHF, lo cual es imposible para muchas personas mayores, mujeres y niños que más necesitan alimentos. Los sitios solo abren de 10 a 12 minutos antes de que se agoten sus escasos suministros.
Supongamos que GHF distribuye un millón de “comidas” al día, lo cual parece inverosímil. Eso significa que la mitad de la población no recibe nada y el resto recibe un tercio o menos de lo que necesita.
Los expertos advierten que las cajas de raciones de GHF carecen de nutrientes esenciales para las poblaciones hambrientas, especialmente los niños.
Lo peor de todo es que estos sitios de ayuda son literalmente trampas mortales: han matado al menos a 1.373 palestinos cuando intentaban obtener ayuda alimentaria, y 859 han muerto cerca de los sitios de GHF, principalmente a manos de las fuerzas israelíes (FDI), pero también por mercenarios estadounidenses. Un excontratista de la GHF describe cómo soldados de las FDI abatieron deliberadamente a niños palestinos en un sitio de GHF y cometieron otros crímenes de guerra junto con personal estadounidense.
Trump insiste en que Israel siga al mando... del genocidio
Palestinos asesinados cuando intentaban conseguir comida en un centro de la Fundación Humanitaria de Gaza, 19 de julio de 2025. Foto: AP
Mientras el hambre asola a Gaza, continúan el bloqueo israelí, sus matanzas diarias, la incesante destrucción de los sistemas médicos y de agua8 de Gaza, y la reducción de gran parte de Gaza a un infierno de escombros. La semana pasada, Netanyahu presentó una propuesta para anexar partes de Gaza. Sus aliados de derecha se alegraron de que la toma de toda Gaza y su reasentamiento se acercaran9.
Trump insiste en que esto continúe. Aseguró que Israel seguiría a cargo de toda la ayuda que llega a Gaza. Y escribió en las redes sociales: “¡¡¡La manera más rápida de poner fin a la crisis humanitaria en Gaza es que Hamás SE RINDA Y LIBERE A LOS REHENES!!!”.
Trump no solo culpa a la víctima, ¡sino que continúa respaldando, financiando y apoyando plenamente al victimario! Es una justificación que da una luz verde a los captores de Gaza —los criminales de guerra israelíes— mantengan el control de los recursos vitales de sus víctimas. ¡La manera más rápida de “poner fin a la crisis humanitaria” es que Israel deje de causar esta crisis humanitaria!
Esta es una brillante luz verde de Trump para que Israel intensifique su genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, alimentando su destrucción total y absoluta.
El domingo 3 de agosto, Haaretz informó que Netanyahu, respondiendo al señal, prometía actuar con mayor contundencia y dijo que el ejército israelí se preparaba para expandir su ofensiva en Gaza, incluyendo “en zonas sensibles y campos de refugiados palestinos en el centro de Gaza, donde las FDI hasta ahora han evitado las actividades terrestres”.
La indignación mundial y la urgente necesidad de detener el genocidio
La creciente crisis de hambruna en Gaza está propaganda ondas —incluso ondas de choque— por todo el globo. Por primera vez, los principales grupos israelíes de derechos humanos, B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos de Israel, publicaron informes que concluyen que Israel está cometiendo genocidio en Gaza10.
De Waal advierte: “Israel y la comunidad internacional tienen una oportunidad para brindar ayuda vital a millones de personas. No podemos esperar a que llegue el momento de contar las tumbas de los niños que han perecido, declararlo una hambruna —o, de hecho, un genocidio— y decir, simplemente: ‘Nunca más’”.
Esto ha creado grietas en el duradero muro de apoyo incondicional a Israel y ha provocado que algunas potencias y portavoces imperialistas finalmente se pronuncien. El New York Times publicó un editorial que dice: “El hambre en Gaza es una crisis moral”.
Esto muestra algunas de las divisiones entre los gobernantes de este sistema: que este tipo de genocidio descarado y abierto no puede tolerarse. Pero aún no han cortado los fondos ni sancionado abiertamente al Estado de Israel.
Por eso, se necesitan con tanta urgencia protestas masivas y actos de conciencia de millones de personas que exijan el fin de este genocidio estadounidense-israelí.
¡Estados Unidos proporciona el 70% de los fondos para el genocidio de Gaza! ¡Tenemos la responsabilidad especial de detenerlo!
Un estudio reciente de la Universidad Brown incluyó una asombrosa revelación: se estima que los $22.760 millones en ayuda militar a Israel y operaciones estadounidenses relacionadas (en un año) representaron aproximadamente el 70% del costo de la masacre criminal de Israel en Gaza. ¡El 70 %!11
Esto no es simplemente un genocidio israelí, y nunca lo ha sido. Se trata de un genocidio estadounidense-israelí, en el que Estados Unidos aporta la mayor parte de la financiación, ¡sin la cual Israel no podría llevar a cabo su depravada masacre y hambruna!
Estados Unidos es desproporcionadamente responsable del genocidio en Gaza, ¡por lo que en este país tenemos la responsabilidad desproporcionada de movilizarnos, protestar y alzar la voz para exigir el fin del genocidio!
Y tenemos la responsabilidad desproporcionada de exigir que el régimen fascista de Trump sea expulsado del poder. Trump está ahora mismo alimentando este genocidio. Su régimen está reprimiendo brutalmente a los manifestantes que se han pronunciado contra el genocidio. Y está actuando con rapidez para aplastar toda disidencia y protesta.