
Bill Russell de los Celtas de Boston, al vuelo en un partido de abril de 1962 con los Laguneros de Los Ángeles. Foto: AP
Un documental en dos partes sobre el gran jugador del baloncesto y activista por los derechos civiles, Bill Russell, salió en Netflix el 8 de febrero. Insto encarecidamente a los lectores, sean o no fanáticos del baloncesto, a que lo vean. La película presenta entrevistas con estrellas de la NBA del pasado y del presente, imágenes emocionantes de los juegos de campeonato de la NBA, algunas de las entrevistas finales de Russell y pasajes de sus memorias. Cuenta la historia del jugador más ganador en la historia de la NBA (con 11 campeonatos) y alguien que se dedicó a luchar con intrepidez contra la opresión del pueblo negro y todos los oprimidos.
Scott Osler, columnista deportivo del San Francisco Chronicle, ha escrito que la película “presenta a Russell, que midió 2,06m, como un gigante dedo medio negro que se alzaba frente al racismo estadounidense y la injusticia social”. Osler también dijo que no cree que pasará mucho tiempo antes de que algún maestro o maestra en Florida, Texas, u otro de los “estados del odio” sea arrestado/a por mostrar la película a sus estudiantes.
El director de la película es Sam Pollard, quien también dirigió MLK/FBI y Ciudadano Ashe, así como episodios del clásico documental Eyes on the Prize (Premio en la mira). Comentando la valentía de Russell, Pollard le dijo a la revista Esquire: “Alzar la voz en esos tiempos podía poner fin tu carrera. Y muchos jugadores sí siguen el mantra de simplemente callarse y jugar. Y Bill Russell no lo hizo. Él siempre se puso de pie. Él siempre alzó la voz”.
Russell exigió respeto y se portó con dignidad (lo que los periodistas deportivos blancos de Boston llamaban arrogancia) a pesar de estar sometido a la más extrema humillación: insultos racistas, la palabra N pintada con spray en su casa, y entraron ilegalmente en su casa y dejaron sus pisos manchados de excrementos. Frente a todo esto, siempre se mantuvo fiel a sus principios y nunca perdió su sentido de la alegría y su famosa risa contagiosa.
Las lecciones de la vida de Russell son importantes hoy en día a medida que enfrentamos nuevos desafíos y oportunidades trascendentales. Tras la muerte de Russell el año pasado, revcom.us publicó varios artículos importantes sobre él (aquí, aquí, y reflexiones de Sunsara Taylor aquí) que los lectores deberían explorar (si aún no lo han hecho).