Nuestro enorme letrero colgaba en lo alto del centro de la mesa: “Haz un donativo hoy para poner a la revolución en el mapa en 2023”, y nos enfocamos en el 6 de agosto, Día de Hiroshima, con un segundo letrero al frente y al centro de la mesa con la nube hongo atómica y nuestras consignas. Repartimos el volante de Hiroshima, 6 de agosto: Declaramos ¡No Más!, junto con los desplegados Somos los Revcom y algunos folletos Necesitamos y Exigimos, el panel 1 y una exhibición de las dos constituciones contrastantes y un letrero que decía: “La Nueva República Socialista en América del Norte no desarrollará y no utilizará armas nucleares ni otras armas de destrucción masiva. Librará una lucha resuelta y polifacética para liberar al mundo de todas estas armas”.
Día de Hiroshima, 6 de agosto de 2023, Mercado de Logan Square, Chicago. Foto: revcom.us
Recaudamos $214, de aproximadamente 15 donantes, entre ellos una donación de $100. Distribuimos 145 ejemplares del desplegado “Somos los Revcom”, incluido un paquete a un joven afroamericano, así como 145 volantes del Día de Hiroshima y 29 folletos de “Necesitamos y Exigimos”. También teníamos el artículo sobre la película Oppenheimer: Acerca de la película Oppenheimer y las verdaderas lecciones de la historia, así como un volante sobre el discurso de Raymond Lotta.
Vídeo en inglés
Raymond Lotta sobre “Robert Oppenheimer sirvió al imperio de Estados Unidos — Nosotros tenemos una responsabilidad y posibilidad de poner fin a este horror, y crear un mundo mucho mejor”.
La mayoría de la gente no sabía que el 6 de agosto era el Día de Hiroshima, pero la mesa atrajo a varias personas que lo sabían. El tema de Hiroshima —de que usted vive en el único país que usó dos veces armas nucleares, incineró y luego mató hasta 200.000 civiles y que su gobierno ahora corre el riesgo de aniquilar a muchos más a fin de continuar con la dominación del imperialismo estadounidense— convenció a algunos a hacer donativos.
El donante de los $100 inicialmente no dijo ni una palabra, pero simplemente hizo su donación. Luego le preguntamos sobre por qué hizo esa donación. Comenzó mencionando la crisis de la vivienda, los alquileres tan altos, muchos no tienen para pagar el alquiler y la falta de vivienda disponible. ¡Y que no se hace nada al respecto! Él vio esto como un ejemplo, no el único, de privaciones innecesarias. Sintió que no tiene por qué ser así. Cuando nuestra camarada le planteó “Una revolución: ¿es posible, hay que trabajar por ella con urgencia?”, aparentemente no quería entrar muy a fondo en ese tema.
Día de Hiroshima, Mercado de Logan Square, Chicago. Foto: revcom.us
Un joven blanco dio $15. Primero, leyó el folleto corto sobre Hiroshima. Luego fue a la mesa y se puso a leer la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Cuando se le pidió que hiciera un donativo, sacó su teléfono e hizo un donativo, dijo: “Quisiera contribuir más pero estoy desempleado… Quiero contribuir porque lo que están haciendo es importante. Todos debemos unirnos. Sí, ¡todos deben unirse para poner fin a las armas nucleares y por la paz mundial! Absolutamente correcto, ¡¡¿¿por qué deberíamos ceder el control de este planeta y el futuro de la humanidad a estos chiflados??!!” Anotó el evento del Club Revolución-Chicago sobre Oppenheimer más tarde ese día y se inscribió en la hoja de contacto. Cuando se fue con sus amigos, agitó su mano hacia nuestra mesa y exhibición, con el cumplido: “¡Ustedes son chéveres!” Respondí: “únicamente cuando miles se conviertan en millones de personas y hagamos una revolución. ¡Lo que nos hace falta es TÚ!”
Lea la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) (PDF), de la autoría de Bob Avakian.
Un hombre blanco mayor donó $5, diciendo simplemente “tienen razón” de que necesitamos poner la revolución en el mapa en 2023. Se quedó solo unos segundos, simplemente comentando: “¡Hay que hacer algo!”.
Un hombre había visitado el museo en Hiroshima y sabía mucho más que nadie sobre este horror. Un artista, blanco, treintón, que cargaba a su bebé sobre el pecho, quería saber más sobre lo que teníamos que decir. Después de conversar un rato, dijo: “¡He estado tan abatido estos últimos pocos años! ¡Me he sentido tan pesimista!” Lo atrajo la Constitución de la Nueva República Socialista en América del Norte, aunque inicialmente dijo que pensaba que la desigualdad era más importante que una guerra nuclear. Cuando un integrante de nuestro equipo señaló que sí, la desigualdad ES muy importante, pero que una guerra nuclear y el medio ambiente son problemas existenciales en torno a los tenemos actuar AHORA, estuvo de acuerdo con nosotros. Después de enterarse de que este es un momento poco común y por qué y que se está acelerando una crisis de legitimidad, comenzó a ver que tal vez haya una alternativa. Cuando se le planteó agudamente si Hiroshima era un crimen o algo que debiera hacerse para algún bien más grande, al principio dijo que era una decisión difícil. Pero cuando los miembros de nuestro equipo lo refutó con que eran dos fuerzas imperialistas enfrentadas entre sí en ese entonces, y que dos fuerzas imperialistas están enfrentadas entre sí ahora, se dio cuenta que no podemos apoyarlas y que no podemos apoyar a Estados Unidos, que necesitamos un futuro diferente.
Una mujer, joven, blanca, hizo un donativo apenas recibió el volante, al darse cuenta de que era el Día de Hiroshima, no se quedó a conversar pero exclamó: “¡Soy de Nuevo México, estoy cien por ciento contigo!”. Otra joven blanca, que donó $10, también era de Nuevo México, y contó cómo los cánceres causados por la radiación siguen siendo un enorme problema hoy, aunque se quedó conversando un largo rato sobre el panorama más amplio y las contradicciones subyacentes y la estrategia entera de los revcom. Tenía planes de encontrarse con amigos en otro lugar del mercado y dijo que los traería a todos a la mesa para hacer donativos. (Aunque no se presentaron).
Un hombre negro, uno de los vendedores, vio la nube en forma de hongo que exhibíamos y nos dijo que se enteró del aniversario en las noticias de la mañana. Pero estaba indignado porque el informe noticiero ni siquiera mencionó el tema del peligro de las armas nucleares en Ucrania.
Un hombre británico que vive en Chicago dijo que la gente en Estados Unidos recibe toda esta propaganda sobre Estados Unidos, especialmente sobre las guerras de Estados Unidos, aunque eso también prevalece en Gran Bretaña, ya que son los aliados de Estados Unidos. Se llevó la reseña de la película y la media hoja sobre Lotta también.
Otro hombre que acababa de ver la película Oppenheimer la noche anterior dijo que la película perturbó y se llevó nuestro artículo sobre la película y el código QR para el discurso de Lotta.
Con respecto a la situación de que la mayoría de la gente no sabía que el 6 de agosto es el Día de Hiroshima, a muchas personas que se detuvieron para obtener el volante, y enterarse del crimen de Hiroshima, sí les importó. Al mismo tiempo, la mayoría no parecía ver ninguna conexión entre las bombas nucleares que Estados Unidos lanzó en 1945 y las bombas con las que amenaza al mundo hoy; la gente no parecía conectar a Hiroshima con la inminente posibilidad de una guerra nuclear hoy, y mucho menos ver la génesis de todo este complejo de catástrofe nuclear y ambiental en el sistema del capitalismo, y ciertamente para la mayoría, nunca habían considerado la revolución como la solución.