“Nos vamos, pero no sabemos adónde ir. Queremos irnos, pero ¿adónde? No hay ningún lugar seguro en Gaza. Incluso ir al sur es difícil, y las circunstancias son duras. Para ir del norte al sur — no hay dinero ni transporte. Es extremadamente difícil, desastroso. No hay atención médica, ni comida, ni ayuda, ni tiendas de campaña, ni nada... Este es un desplazamiento eterno. No solo forzado, sino eterno. Lo que estamos viendo es que es eterno. Nuestros niños se enferman, nuestras mujeres se enferman, la gente está muriéndose de hambre y, al final, nos están desplazando”.

- Ramy, residente desplazado de Al Saftawi, al norte de la ciudad de Gaza

1º de septiembre de 2025. Con el respaldo total de Estados Unidos, Israel intensifica su arremetida genocida contra un millón de palestinos de la ciudad de Gaza, la mayor ciudad de la Franja de Gaza. Israel la ha declarado una “zona de combate peligrosa”. Hay muy poco “combate” real, pero Israel está infligiendo asesinato y terror masivo a la población civil, obligando a la gente a abandonar sus hogares y comunidades, sin ningún otro lugar adónde ir.

Enormes explosiones sacuden el suelo y columnas de humo negro se ciernen en el cielo sobre los barrios de Zeitún y Sabra, mientras aviones de guerra y drones israelíes atacan sin descanso desde el aire. Sobre el terreno, sus tanques y tropas matan a su paso: al menos 64 el lunes pasado, 76 al día siguiente, 75 al día después y decenas cada día desde entonces¹ —destruyendo barrio tras barrio, avanzando más profundamente hacia el centro de esta ciudad histórica de 5.000 años de antigüedad.

“No estamos esperando”, declaró un portavoz militar israelí el 29 de agosto. “Hemos iniciado las operaciones preliminares y las etapas iniciales del ataque contra la ciudad de Gaza, y actualmente operamos con gran fuerza en las afueras de la ciudad. Intensificaremos nuestros ataques”.

Los residentes de Sheikh Radwan, uno de los barrios más grandes de la ciudad de Gaza, dicen que han estado bajo asedio por tanques y aviones de guerra israelíes durante todo el sábado 30 de agosto y hasta el domingo. Muchas familias fueron obligadas a huir. Un residente dijo que las tropas israelíes estaban “gateándose hacia el centro de la ciudad... desde el este, el norte y el sur, mientras bombardeaban esas zonas desde el aire y la tierra para aterrorizar a la gente y obligarla a marcharse”.

Justo al norte, en Al Saftawi, un residente le declaró a Drop Site News: “Lleva aproximadamente una semana de bombas, fuego de artillería y destrucción constantes. Hoy nos conmocionaron cuando el ejército invadió nuestra zona y la bombardeó. Estábamos aterrorizados, realmente aterrorizados. Llegó un cuadricóptero y nos anunciaron: ‘Tienen seis horas para evacuar’”. Otro añadió: “Nadie se salva: ningún anciano, ningún niño, ninguna mujer. Ningún ser humano se salva”.

Israel ha destruido más de 1.000 edificios en los barrios de Zeitún y Sabra. El vibrante e histórico barrio de Zeitún, que existió durante casi 2.000 años, ha quedado prácticamente arrasado. Incluso el New York Times lo llamó un “terreno baldío”.

Con doble saña, el ejército israelí ordena a los palestinos que abandonen la ciudad de Gaza, pero luego les ordena que evacúen a lugares donde, según su propia evaluación, “los civiles estarían en peligro”, ya que el mismo ejército considera estas zonas “zonas de combate”. O bien, se les ordena que evacúen a lugares que ya están tan superpoblados que ya no hay espacio: ni para tiendas de campaña ni para servicios públicos.

La hambruna se dispara: “Gaza está al borde del colapso”

• En julio, Israel permitió la entrada a Gaza tan solo el 14 % de los alimentos esenciales mínimos necesarios². Los 2,2 millones de habitantes de Gaza se enfrentan a una hambruna severa, incluso a la desnutrición, y más de 500.000 de ellos se enfrentan a la hambruna. Al 27 de agosto, 322 habitantes de Gaza han muerto de hambre, entre ellos 121 niños. “La hambruna está asolando totalmente a la ciudad de Gaza”, advirtió el UNICEF³. Y la pesadilla de la hambruna es mayor en la ciudad de Gaza y el norte de Gaza, según un importante informe elaborado por expertos en seguridad alimentaria. Ahora Israel ha detenido sus pausas diarias en los combates, pausas que habían permitido la entrada de al menos un goteo de ayuda a la ciudad de Gaza.

• “Gaza está al borde del colapso. La desesperanza es galopante, y la vi de primera mano”, declaró Cindy McCain, directora del Programa Mundial de Alimentos, tras su reciente visita a Gaza. “Conocí a niños hambrientos que recibían tratamiento por desnutrición severa, y vi fotos de cuando estaban sanos. Hoy están irreconocibles… Medio millón de personas aquí en Gaza se mueren de hambre, muchas más están al borde… La desesperanza abruma. Podemos llegar a ellos. Necesitamos rutas seguras y acceso continuo. Debemos entregar a la escala que exige esta crisis”.

• *El 27 de agosto, cuando 14 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llamaron a un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza, y que Israel levantara de inmediato e incondicionalmente todas las restricciones al suministro de alimentos y otra ayuda, tan sólo Estados Unidos se negó, apoyando a Israel y oponiéndose a la declaración⁴.

• *La cifra oficial de muertos en Gaza asciende ahora a 63.025 y 159.490 heridos. Estas cifras son muy inferiores a las reales, ya que hay muchos miles de personas sin contabilizar bajo los escombros.

Esta es la campaña israelí-estadounidense para arrasar una ciudad entera, expulsar a más de un millón de personas y llevar a cabo una limpieza étnica genocida de toda Gaza.

Mientras se amontonan las muertes y se destruye la histórica ciudad de Gaza, Trump trama el futuro de Gaza

Mientras Israel lanzaba bombas de fabricación estadounidense sobre niños, destruía edificios y arrasaba el histórico barrio de Zeitún, Donald Trump tramaba y planeaba para el “día después” de que Israel dejara de bombardear al olvido a Gaza. La semana pasada, Trump se reunió con su yerno Jared Kushner, el enviado especial de Estados Unidos al Medio Oriente, Steve Witkoff, el ex primer ministro británico Tony Blair y otros. Al igual que los colonizadores sangrientos de antaño, que creían tener derecho a decidir cómo se repartirían y gobernarían los países oprimidos, Trump y estos otros, según se informa, tramaban el futuro de la “Gaza de la posguerra”.

Se desconoce actualmente el contenido de sus conversaciones, y las potenciales diferencias o puntos de acuerdo entre ellos. Pero sí sabemos que el pasado febrero, el monstruo fascista Trump instó a la limpieza étnica total de Gaza y a la creación de una “Riviera” imperialista sobre sus ruinas, e incluso publicó un vídeo generado por inteligencia artificial de un resort de lujo llamado “Trump Gaza”. Sabemos que Jared Kushner cree que “las propiedades costeras de Gaza”, pertenecientes al pueblo palestino, “podrían ser muy valiosas”. Y que él sugirió que Israel expulsara a la fuerza a todo el pueblo palestino de Gaza mientras Israel la reconstruía.

Sí sabemos que Estados Unidos necesita al estado de Israel como arma central de su imperio. Como dijo el líder revolucionario Bob Avakian:

No se debe al “poder del cabildo judío” — ni a que, según alguna noción ignorante, ridícula e indignante, “los judíos lo controlan todo”. Se debe al ”papel especial” de Israel como un bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una región estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento de la dominación opresiva del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo.

Con las manos manchadas de sangre, Trump y estos otros tramaron cuál sería la mejor manera de afianzar el dominio imperialista estadounidense sobre el Medio Oriente, y cómo fortalecer el control de Israel en la región.

En un nivel más profundo, tenemos que preguntarnos:

¿Qué derecho tienen estos monstruosos opresores de dictar el futuro basándose en lo que es bueno para su sistema opresor de brutal explotación y saqueo de la gente y del planeta?

¿Qué derecho tienen los representantes del sistema capitalista-imperialista, que destruye culturas y sociedades enteras, y aniquila pueblos enteros debido a que eso es lo que requiere su funcionamiento, qué relación guarda eso al pueblo palestino?

¿Qué derecho tienen los tiranos que manejan este sistema ilegítimo a discutir cómo subyugar aún más, o incluso borrar, al pueblo palestino, mientras fortalecen el estado genocida de Israel para que pueda seguir desempeñando su papel como avanzada militar del imperialismo estadounidense?

¿La respuesta? Ningún derecho en absoluto.

Como lo expresó sucintamente el líder revolucionario y autor del nuevo comunismo, Bob Avakian:

Nosotros, la gente del mundo, ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas sigan dominando al mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así.

Necesitamos y Exigimos: Una forma completamente nueva de vivir, un sistema fundamentalmente diferente

¡Alto al asedio contra Gaza ya!

¡Alto al genocidio israelí-estadounidense contra el pueblo palestino!