A lo largo del mes pasado, ha venido desenvolviéndose una complicada historia de una batalla política en relación a los inmigrantes entre los republi-fascistas y los demócratas, una historia que oculta una profunda verdad de la inmigración y ambos sectores de la clase dominante de Estados Unidos representada por esos partidos. El drama que sigue tiene giros y vueltas, pero manténgase atento: revela mucho sobre el sufrimiento innecesario infligido por el imperialismo, el horror del fascismo y la falta de respuestas de los demócratas a todo esto.

Primer acto: el horror en la frontera, la traumatización intencionada de los niños refugiados por parte de Estados Unidos

En mayo y junio de 2018, el mundo entero presenció los efectos brutales de la política de “cero tolerancia” del régimen de Trump y Pence hacia los refugiados. Sin advertencia ni explicación, los adultos que cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México —incluidos los que se entregaron a la Patrulla Fronteriza para solicitar legalmente el asilo— fueron detenidos y acusados de un delito grave. Y si llevaban niños con sí mismos, la Migra los arrancaba de sus brazos y se los llevaban a albergues hacinados e instalaciones fronterizas a cientos o miles de kilómetros de distancia. Las imágenes de niños arrebatados a sus padres, llorando desconsoladamente bajo detención, conmovieron la conciencia de la gente en todo el mundo.

Como comentó una organización de médicos: “…el tratamiento de los solicitantes de asilo por el gobierno estadounidense por medio de su política de separación de familias constituye tratamiento degradante, infrahumano y cruel y constituye tortura en todos los casos documentados por PHR” [Médicos por los Derechos Humanos] ¹.

Un médico de la Academia Americana de Pediatría le dijo a un comité del Congreso que “las experiencias altamente estresantes, como la separación familiar, pueden causar daños irreparables, alterando la arquitectura cerebral del niño y afectando a su salud a corto y largo plazo. Este tipo de exposición prolongada a un estrés grave —conocido como estrés tóxico— puede tener consecuencias de por vida para los niños”.

Aquí van algunas de las experiencias individuales descritas por organizaciones médicas y otros investigadores:²

• Los niños separados expresaron una pena aguda que les hizo llorar incontroladamente. Otros, que creían que sus padres los habían abandonado, estaban enfadados y confundidos. El personal que trató con los niños separados les dijo a los investigadores del gobierno: “Todos los niños separados estaban aterrorizados”.
• A una niña de cinco años de edad la tuvieron que mantener adentro del centro porque intentaba huir a cada oportunidad. Y había que mantenerla alejada de otros niños porque mordía a cualquiera que se acercara. Los pediatras describen los mordiscos y la búsqueda de la huida como signos de angustia aguda en un niño de esta edad.
• Un médico clínico comentó de una niña de seis años de edad de Guatemala que “necesita no sólo la estabilidad y seguridad continua que le proporciona el cuidado de su madre, sino también servicios de salud mental a largo plazo para abordar el terror y la sensación de abandono que experimentó cuando la separaron por la fuerza a su madre”.
• Una joven de 16 años de edad de Honduras presentaba graves síntomas de depresión extrema. La experiencia de la separación de su familia la había dejado con una sensación de severa desesperanza, que describió como la sensación de que otros siempre tendrían el control sobre lo que le ocurriera, y de desesperanza.

Cuando Trump dejó el cargo, más de 5.500 niños habían estado separados de sus padres. Los padres no sabían el paradero de sus hijos, quién se hacía cargo de ellos, ni cuándo o si iban a volver a unirse con ellos. Muchos niños y padres no volvieron a verse durante un año o más. Dado que no se elaboró ningún plan para rastrear a las familias separadas, hoy todavía hay más de 1.000 niños cuyos padres fueron deportados y que no han sido localizados.

Una investigación del gobierno determinó que las políticas llevadas a cabo en el marco de la “cero tolerancia” se elaboraron intencionadamente para causar un trauma duradero tanto a los padres como a los hijos, con el fin de poner fin al flujo de solicitantes de asilo procedentes de países no blancos.

La gran mayoría de estos inmigrantes provenían de los empobrecidos países del Triángulo Norte — Honduras, Guatemala y El Salvador—, donde las condiciones son intolerables para muchos sectores de la población. La represión política, la violencia de las pandillas, los trastornos y la pobreza —consecuencias de décadas de saqueo, intervención militar y dominación política por parte de Estados Unidos— hacían que fuera imposible quedarse. Muchos refugiados y niños habían experimentado amenazas de violencia, e incluso asesinatos de familiares, por parte de las pandillas. Y ahora la catástrofe ambiental que han provocado las potencias imperialistas ha azotado duramente a estas regiones, como a otros países del Sur global, con sequías, huracanes y otros fenómenos cada vez más destructivos³.

Segundo acto: Compensación por el sufrimiento

Cerca del fin de octubre, salieron noticias de que el gobierno de Biden estaba considerando hacer pagos de compensación de hasta 450.000 dólares para cada hijo y padre que sufrió duradero trauma y daño por haber sido separado a la fuerza en la frontera entre Estados Unidos y México bajo la política de “cero tolerancia” del régimen de Trump y Pence. Esa propuesta se derivó de una demanda federal de la ACLU de Arizona y otros abogados, presentada en 2019⁴, que solicitaba una resolución financiera por los daños a las familias y una vía para que esos inmigrantes permanecieran en Estados Unidos legalmente. En este momento, unas 940 familias han presentado demandas. Los expertos legales que entienden la gravedad de los cargos creen que si estos casos no se resolvieran antes del juicio, el gobierno de Estados Unidos podría terminar por pagar sumas mucho mayores.

Tercer acto: Los fascistas atacan

Cuando los políticos republi-fascistas y su maquinaria de propaganda de Fox News se enteraron de estas negociaciones para compensación, se pusieron furiosos. Según ellos, la mera idea de ofrecer a los seres humanos provenientes de países no blancos, a los que consideran “infractores de la ley”, esas grandes indemnizaciones “a expensas de los contribuyentes estadounidenses” era “vergonzosa”, “reprobable”, etc.

El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, lo calificó de “una bofetada a nuestros ciudadanos respetuosos de la ley que se levantan por la mañana, salen a trabajar y pagan sus impuestos”. No importa que cruzar la frontera para solicitar asilo político NO sea un delito según la legislación estadounidense y el derecho internacional. Pero hacer pasar a los niños inmigrantes y a sus padres por el terror y la tortura que siguieron a las separaciones fronterizas SÍ es un crimen contra la humanidad.

Para Mike Pence fue una oportunidad de defender los crímenes contra los inmigrantes cometidos por el régimen en el que jugó un gran papel: “El gobierno de Biden desató la peor crisis fronteriza en más de 30 años, todo porque desmanteló políticas que estaban funcionando y envió un mensaje al sur de la frontera de que las fronteras de Estados Unidos están ABIERTAS”.

Dan Crenshaw, congresista por Texas y ex combatiente de los Navy SEAL, tuiteó: “Para poner las cosas en perspectiva, si un miembro de las fuerzas armadas muere en acción, sus familiares reciben un pago de seguro de 400.000 dólares. Que lo asimilen”. Pero, ¿qué estaban haciendo realmente estas tropas? Cometer crímenes de guerra al servicio de la defensa y ampliación del imperio estadounidense. Por nombrar sólo dos ejemplos de los incontables miles de crímenes de este tipo llevados a cabo por las fuerzas armadas estadounidenses: cientos de miles de civiles iraquíes masacrados en dos guerras, una invasión, una ocupación y 10 años de sanciones asesinas⁵; y 174.000 personas asesinadas en la guerra de Estados Unidos en Afganistán⁶.

Y por FOX “News”, Greg Gutfeld declaró: “Esto no tiene nada que ver con la inmigración.... Esto tiene que ver con drenar el poder de Estados Unidos”.

Cuarto acto: Los demócratas retroceden y hacen un doble discurso

Cuando un reportero de Fox News cuestionó a Biden si eran ciertos los informes sobre las compensaciones de “alto precio” para los inmigrantes separados, Biden cedió: “Eso no va a ocurrir”. Y el Departamento de Justicia de Biden notificó a la ACLU y a otros abogados que las cantidades para la compensación de las que se informaban en la prensa eran demasiado elevadas.

Luego Biden y los demócratas se reagruparon, y la siguiente vez que surgió la pregunta, Biden cambió de tono: “Si, de hecho, debido a la escandalosa conducta de la anterior administración, usted cruza la frontera, ya sea legal o ilegalmente, y perdió a su hijo — Usted lo perdió. Se ha ido — usted se merece algún tipo de compensación, sin importar la circunstancia”. Y un vicesecretario de prensa de la Casa Blanca dijo que “si se ahorra dinero de los contribuyentes y se deja atrás la desastrosa historia del uso de la cero tolerancia y la separación de las familias por parte de la administración anterior”, Biden se siente “perfectamente cómodo con que el Departamento de Justicia llegue a un acuerdo con las personas y las familias que están actualmente en litigio”.

La preocupación de los demócratas es que la postura inicial de Biden de “eso no va a ocurrir” sobre la compensación para los inmigrantes estaba perjudicando a la opinión pública en Estados Unidos, así como sus esfuerzos por restaurar la imagen de Estados Unidos en todo el mundo. También existe la preocupación de que si no se resuelven estos casos y van a juicio, los pagos serán probablemente aún más costosos para el gobierno. Nada de esto tiene que ver en absoluto con el bienestar de los inmigrantes y los intereses de la humanidad en general. De hecho, el gobierno de Biden sigue utilizando algunas de las mismas políticas que Trump utilizó para bloquear a los solicitantes de asilo y deportar a números masivos de inmigrantes⁷.

Quinto acto: El horror en la frontera continúa, pero no tiene por qué ser así...

La realidad es que en lo fundamental ni los republi-fascistas ni los demócratas tienen ninguna solución a la crisis de las personas que están obligadas a huir de sus países de origen debido a los efectos intolerables de la pobreza, el cambio climático y la violencia reaccionaria, excepto más represión y brutalidad. Hoy, decenas de millones de seres humanos de los países más oprimidos del mundo no pueden sobrevivir y buscan desesperadamente un lugar seguro en los países responsables de su sufrimiento. Mañana serán cientos de millones, y después de eso.... Piénselo. Este no es un futuro que ninguna persona digna pueda aceptar. No es un futuro del que pueda “ver por otro lado y fingir que no lo ve”.

Pero otro mundo ES posible, por medio de una revolución. En el mundo que necesitamos —y que es realmente posible— los inmigrantes NO serán vilipendiados, criminalizados ni deportados. Contarían con la ayuda de sus congéneres, y serían hechos partícipes del trabajo para determinar la manera de solucionar el cambio climático y otros tipos de desastres y problemas. Esto no está tan sólo a kilómetros de distancia, pero a todo un mundo de distancia de lo que representan los republi-fascistas o los demócratas. Como la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian, deja claro:

La Nueva República Socialista en América del Norte tiene la orientación de darle la bienvenida a los inmigrantes de todo el mundo quienes tengan un deseo sincero de contribuir a las metas y objetivos de esta República…. Cualquiera que solicite el asilo en esta República y al cual se determine, por medio de los procedimientos pertinentes que se hayan establecido para este fin, que ha sido víctima de la persecución o que tiene un temor fundado de persecución por haber participado en justas luchas contra los estados imperialistas y reaccionarios u otras fuerzas reaccionarias o por haber realizado actividades científicas, artísticas o de otro tipo que han causado que entrara en conflicto con los poderes e instituciones de la reacción, podrá valerse del asilo en la Nueva República Socialista en América del Norte, siempre y cuando jure observar la Constitución de esta República y obre en consecuencia⁸.

Ese es un mundo por el que vale la pena luchar.