El fin de semana del 25 y 26 de febrero, se celebró en Los Ángeles un enorme evento de arte internacional llamado Frieze. Atrajo a multitudes de miles de personas, entre ellas artistas, amantes del arte, académicos y estudiantes de escuelas de arte, conservadores de museos, marchantes de arte y muchos de los coleccionistas más ricos del mundo. La revista Vanity Fair lo describió como el “momento dorado” de Los Ángeles, con fastuosas fiestas privadas en las que barones del petróleo y estrellas de cine se reunían con el mundo del arte.

Los revcom contaron con un pequeño equipo que salió a explorar la escena, conocer a las personas de ahí y a desafiarles a que apoyaran a la revolución. Revcom.us acababa de anunciar el Día Internacional de la Mujer 2023 (DIM), y estábamos con ganas de difundir la convocatoria al DIM de los revcom y el llamamiento a recaudar 100.000 dólares para poner la revolución en el mapa —recaudar fondos en el acto el último día de la campaña de recaudación— y también hablar con personas que contaban con medios económicos para contribuir a otro nivel.

Aunque nos enteramos de algunas cosas el primer día, para el segundo día cambiamos nuestro enfoque, hablando sin tapujos con la gente acerca de la necesidad de contribuir a poner esta revolución en el mapa. ¡Recaudamos más de 900 dólares entre más de 30 personas!

Estos son los tiempos en los que el propio sistema está perturbando creencias de toda la vida, está haciendo añicos las normas de un proceso democrático burgués con el que esta capa social ha contado y que está obligando a las personas a hacer frente a realidades profundamente perturbadoras. Luchar por tener un verdadero impacto y por sostener un intercambio serio entre personas de esta capa social es necesario para hacer una revolución, y para que sea una revolución que realmente tenga que ver con la emancipación de toda la humanidad.

El Frieze se celebró en un antiguo aeropuerto y no sabíamos qué tipo de libertad tendríamos en cuanto al espacio. Habíamos previsto todo tipo de restricciones en este evento privado y planeábamos estar en su perímetro captando el tráfico peatonal en la vía pública. Pero marcó una gran diferencia que tuviéramos un equipo decidido a ir más allá de lo acostumbrado, y logramos meternos en la pasarela peatonal por la que todos tenían que pasar para entrar en el show. Les explicamos a los organizadores por qué debíamos estar ahí, y aceptaron.

Mucha gente se paraba a tomar fotos de nuestra pancarta de dos metros de altura que decía “¡Las mujeres no son putas ni perras, ni incubadoras, ni sacos de boxeo, ni objetos sexuales, ni incubadoras! ¡Las mujeres con seres humanos plenos!” y agradecieron nuestra pancarta sobre el aborto, pero no hubo ninguna declaración audaz sobre la revolución y muy poco intercambio del calibre que sabíamos que era necesario.

Cuando logramos conseguir que las personas se detuvieran, fuimos directamente a nuestro mensaje central: la revolución que hace falta, la posibilidad objetiva de hacerla y la dirección que tenemos, al dejarle saber a la gente quién es Bob Avakian, BA, y la serie de Entrevistas que él acaba de hacer en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! Un par de académicos originarios de Italia estaban profundamente preocupados por el fascismo y la violencia a su alrededor. Se alegraron de conocernos y se sintieron interpelados por lo que dice BA en relación a la posibilidad de que se desarrolle una situación revolucionaria en estos tiempos. Una dijo que le preocupaba que la gente no fuera capaz de superar su miedo a la represión, incluida ella misma, diciendo: “Sé que tengo mucho miedo, pero también veo que quizá no tengamos opción....”. Dos mujeres, una de ellas estudiante de derecho en Columbia, ambas negras, se mostraron receptivas a la necesidad de una revolución real. Los recientes asesinatos policiales les hicieron cuestionarse la posibilidad de cualquier reforma significativa, coincidiendo en el papel fundamental de la policía que describe BA, y también muy preocupadas por la posibilidad de una guerra civil fomentada por los supremacistas blancos. Ambas hablaron de los problemas de la política de la identidad, porque conduce a las personas a una especie de “trampa mental”. Les dimos un ejemplar de una colección de ensayos de BA, Importantes artículos de Bob Avakian contra distracciones y obstruccionismos “woke” (concienciados). Un londinense que trabajaba en la producción del evento dijo que hacía poco que conocía la sangrienta historia del imperio británico. Le sorprendió oír lo mismo de los estadounidenses y nos dio las gracias por haber venido.

Aunque todo esto era importante, veíamos que había mucho más potencial. Así que volvimos el segundo día con un plan diferente y mucho más audaz.

El segundo día afinamos nuestro mensaje y decidimos presentar de manera mucho más aguda el Día Internacional de la Mujer y la necesidad de fondos. Hicimos nuevas pancartas con los lemas principales: ¡Romper TODAS las cadenas! ¡Desencadenar la furia de las mujeres como una fuerza poderosa para la revolución!; Capitalismo y patriarcado — No se puede poner fin a uno sin poner fin al otro; Aborto a solicitud y sin pedir disculpas; y Maternidad forzada es esclavización femenina. Además de una gran ampliación de Lo BAsico 3:22.

También nos trasladamos directamente al camino que llevaba al evento, no a un lado sino literalmente “en el camino”. Un administrador de la propiedad se sorprendió de que estuviéramos ahí, diciendo que tuviéramos que irnos, pero nunca lo hicimos porque nos dimos cuenta de la libertad que podíamos sacar de esta situación. Aunque una vez más mucha gente deliberadamente nos ignoraba y evitaba intercambios, esta vez había un flujo constante de personas que se paraban a leer los carteles y a conversar.

Contábamos con un buen sistema de sonido y tocamos la transmisión en vivo de recaudación de fondos que se estaba llevando a cabo al mismo tiempo, y a las personas les llamaba la atención. Hicimos un póster termómetro para mostrar a la gente que teníamos la meta de recaudar 500 dólares como parte de los 100.000 dólares y les retamos a contribuir: teníamos un gran código QR de Venmo y ¡la gente respondió!

Les dijimos a las personas que hacer donativos era lo primero que podían hacer para contribuir a poner la revolución en el mapa. La gente respondió, echando dinero en nuestro cubo de donativos y sacando sus teléfonos para donar en Venmo, y a medida que lo hacían, anunciábamos la nueva cantidad recaudada. También apuntábamos el número de donantes en nuestro termómetro. En un momento dado estábamos a solo 29 dólares de recaudar los 500, así que lo anunciamos y una mujer se acercó corriendo, escaneó el código QR y lo celebró con nosotros. Aún nos quedaban dos horas, ¡así que aumentamos nuestra meta a 1.000 dólares!

Una mujer de China dijo que había venido a Estados Unidos porque quería democracia y que le escandalizaba lo que estaba ocurriendo aquí. Otra dijo que estaba indignada con el movimiento de las mujeres por no luchar seriamente por el derecho al aborto, y dijo que se lo había expresado en un correo electrónico que reflejaba el deseo de derribar todo el sistema. Como respuesta, ¡le bloquearon el correo electrónico! Una artista ofreció su espacio para una reunión. Otros artistas se apuntaron en Instagram con ideas sobre cómo hacer arte atrevido para el Día Internacional de la Mujer.

Fue importante pedirle a la gente que leyera los lemas del Día Internacional de la Mujer y muchas veces esto fue lo que consiguió que compartieran sus ideas. Uno de nosotros pidió a todos los que se detuvieron a conversar a que leyeran la cita de BA sobre Romper las cadenas, lo que fue lo que estableció las condiciones para el debate que siguió.

Muchos respondieron a las formas en que las mujeres por todo el mundo se estaban levantando y a la violenta reafirmación del patriarcado en todas partes. Era importante hablar de cómo BA analiza este fenómeno en las Entrevistas — los cambios que se están produciendo en el papel y la posición de las mujeres debido al funcionamiento del propio sistema y las contradicciones explosivas que esto estaba creando, y el hecho de que esto se va a resolver radicalmente de una manera u otra, de manera radicalmente reaccionaria o de manera radicalmente revolucionaria. Una mujer compró la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte para entender lo que significaría tener el poder estatal en una sociedad cuyo objetivo fuera eliminar toda esta opresión y la manera en que el nuevo comunismo aborda las deficiencias secundarias de las revoluciones del pasado. Una mujer dijo que estaba en la junta de Planned Parenthood y cuando se le cuestionó sobre la claudicación de Planned Parenthood, dijo: “Tengo que admitir que tienes razón, pero no estoy de acuerdo con lo que dices sobre el capitalismo”. Curiosamente, sin embargo, ese lema obtuvo comentarios favorables de muchos otros a lo largo del día.

Hubo una conversación animada con un grupo de tres personas sobre el momento poco común en que la revolución se ha vuelto más posible. La gente no había pensado en esto antes, pero curiosamente sabían algunas cosas positivas sobre las revoluciones rusa y china y hablaron de lo que hizo posible esas revoluciones. Se interesaron por lo que significaba ser científico a la hora de hacer la revolución y se plantearon preguntas sobre la dirección en todo esto. Les intrigó la posibilidad de que BA pudiera calificarse como alguien cuya obra está al nivel de Marx y nos dieron las gracias por habérselo presentado. Dijeron que claro que iban a ver la Entrevista y que iban a considerar hacer un donativo.

Fuimos creando una escena en la que la gente participaba de distintas maneras. Un agitador leía en voz alta los lemas, y a menudo las jóvenes gritaban “¡que sí!” o “¡esto es la pura verdad!” al caminar por ahí, abriendo vías para conectarnos con ese sentimiento y conseguir que la gente se activara en el acto.

Un hombre se detuvo junto a la mesa y quiso saber a qué iba todo esto. En realidad no estaba allí por la exposición de arte, pero era un lugar por el que solía pasear. Dijo que estaba muy indignado por los ataques al aborto y leyó el folleto. Donó 400 dólares en el acto y se llevó un ejemplar de Lo BAsico y ¡A romper TODAS las cadenas! de BA. Esto nos acercó a nuestra meta de 1.000 dólares, y rápidamente enviamos un mensaje a la transmisión en vivo nacional para compartir la noticia con todos los que se habían unido para alcanzar nuestra meta de 100.000 dólares.

Aprendimos mucho de esta experiencia y, como dijo una persona del equipo, las lecciones clave eran: “¡ir ampliamente entre las personas, ser audaces Y claros sobre la revolución, persistir y pedir dinero!”