La semana pasada estaba —una vez más— repleta de sacudidas y atrocidades.

En Texas, el gobernador fascista dijo de antemano que indultará al hombre ya condenado por matar a un manifestante contra el asesinato policial de George Floyd en 2020 — sin que dicho gobernador puerco haya revisado siquiera la transcripción del juicio.

En el Distrito de Columbia, uno de los fascistas en jefe en la Corte Suprema, Samuel Alito, dice que esta semana revisará la decisión de un juez de un tribunal inferior de prohibir en todo Estados Unidos la principal píldora abortiva usada para terminar embarazos no deseados — y hay una verdadera posibilidad de que la Corte Suprema tome partido con ese juez.

Cierto miembro de bajo rango de la Guardia Nacional filtró una verdadera mina de documentos clasificados que revelan lo profunda que es la orquestación estadounidense de la guerra en Ucrania y lo amplia que es su red de espionaje por todo el mundo.

En Ciudad Juárez, México, salió a la luz más detalles de la manera en que la policía mantenía a 39 refugiados encerrados bajo llave mientras un incendio los consumía vivos. Estos refugiados de otros países latinoamericanos buscaban solicitar asilo en Estados Unidos. Con el bloqueo cruel e ilegal de Estados Unidos a entrar a El Norte, a cambio fueron retenidos en una prisión mexicana improvisada.

La semana pasada también salió a luz que casi 500 proyectos de ley contra los derechos de la gente transgénero se han presentado y se están debatiendo en 48 diferentes legislaturas estatales en Estados Unidos en lo que va del año en curso, y que más de 40 ya fueron aprobados.

Y ¿en las calles? La policía comete asesinatos y arbitrariedades, los jóvenes aún se enredan en matarse unos a otros, el fentanilo sigue causando estragos y muertes…  y el ritmo sigue.

¿Por qué siguen ocurriendo cosas así tan horrendas, y que se vuelven cada vez peores?

Y, ¿por qué ahora es un momento en que realmente se puede hacer algo al respecto?

En Organizarse para una revolución real: 7 puntos clave (que se fundamenta en los puntos clave de la “base” y “hoja de ruta” para esta revolución en la obra del líder revolucionario Bob Avakian: “Algo terrible, O algo verdaderamente emancipador: Crisis profunda, divisiones crecientes, la posibilidad inminente de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia, Una base necesaria, una hoja de ruta para esta revolución”), se dice lo siguiente, y van al grano de lo que hemos descrito arriba:

Bajo el gobierno de este sistema, todo esto simplemente se agravará. Las divisiones crecientes al interior de Estados Unidos ahora, de arriba a abajo, suponen que aquellos que han gobernado en este país durante tanto tiempo (la clase dominante capitalista-imperialista) ya no pueden gobernar, como una “fuerza unificada”, de la manera “normal” en que la gente ha sido condicionada a aceptar — con un sistema de gobierno que tiene un caparazón externo de “democracia” para encubrir el hecho de que es en realidad una dictadura capitalista en su núcleo, que se apoya en lo fundamental en la fuerza armada de las instituciones de “violencia oficial”, la policía y las fuerzas armadas. Debido a los grandes cambios en Estados Unidos y en el mundo en general, una parte de la clase dominante, representada por el Partido Republicano, se ha vuelto fascista: ya no creen en lo que han sido las “normas” del gobierno capitalista “democrático” en este país, ni se sienten obligadas por éstas. Y el otro sector de la clase dominante, representada por el Partido Demócrata, no tiene ninguna respuesta concreta a esta situación — excepto procurar mantener la “forma habitual” en que el dominio opresivo de este sistema se ha impuesto a lo largo de cientos de años, a la vez que los fascistas están decididos a hacer pedazos esas “normas” y gobernar con medios más abierta y agresivamente opresivas, sin el tradicional disfraz de la supuesta “democracia para todos”.

Sólo es posible resolver la crisis y las profundas divisiones en la sociedad con medios radicales, de un tipo u otro — ya sea medios radicalmente reaccionarios, mortíferamente opresivos y destructivos o medios revolucionarios radicalmente emancipadores. Y es muy posible que esta resolución pueda darse, de una forma u otra, en los próximos pocos años. Esta situación poco común, con la profundización y la agudización de los conflictos entre los poderes gobernantes y en la sociedad en general, proporciona una base más sólida y mayores oportunidades para romper el control de este sistema sobre las masas de personas. En una situación así, es posible que las cosas que llevan décadas básicamente sin cambiar, cambien radicalmente en un lapso de tiempo muy corto. Es importante no desperdiciar este momento poco común — es necesario aprovecharlo a fin de tener una verdadera oportunidad de hacer nacer una resolución revolucionaria verdaderamente emancipadora, y no estar sometidos a una resolución terrible, reaccionaria, asesinamente opresiva y destructiva.

Actuar el Primero de Mayo… y hacer la revolución 

Tome un minuto y piense en lo que dice “7 puntos clave”: hoy tenemos una “verdadera oportunidad de hacer nacer una resolución revolucionaria verdaderamente emancipadora” a esta locura. De nuevo, píenselo: una “verdadera oportunidad” de impedir la destrucción de la vida en este planeta —sea por la catástrofe ambiental o una guerra nuclear— y no solamente eso sino un verdadero camino para que la gente supere y rebase este mundo de explotación pulverizadora y terrible opresión en que la gente se encuentra encerrada hoy. Y no se trata de un simple deseo: existe una visión panorámica y un plano concreto para esta sociedad contenido en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian.

Pero, para que eso ocurra, los revolucionarios de hoy tienen que pasar muy rápidamente a contar con miles y luego millones de personas. Y ahí es donde encaja el 1º de mayo de 2023. Ese día, la gente tiene que presenciar la realidad de una fuerza — aunque de pocos números ahora pero con una visión, determinación, osadía y confianza en que su causa y su mensaje se conectarán y reverberarán en todas partes. Una fuerza que tiene por objeto no simplemente protestar o cambiar una que otra cosita o poner caras nuevas en altos cargos, sino una fuerza que se propone establecer un sistema completamente nuevo encaminado a emancipar a toda la humanidad a nivel mundial. Una fuerza que puede comenzar ahora a ser un polo magnético para aquellos que anhelan algo diferente, algo verdaderamente mejor pero que hasta ahora no han visto una fuerza en que pueden confiar y poner sus esperanzas.

Cómo conectarnos con las personas para que salgan el Primero de Mayo

Entre más personas salgan a las calles el Primero de Mayo con un sentido básico de este mensaje y propósito, más poderoso podrá ser y más se podrá pone la revolución en el mapa.

Así que, ¿cómo encontramos a las personas que quisieran escuchar este mensaje, y cómo las activamos e incorporamos en este movimiento? Y para las que SÍ están interesadas, ¿cómo las incorporamos en las actividades, al mismo tiempo que aún siguen explorando este movimiento?

Primero, hace falta que los Club Revolución organicen a todas las personas que ya se encuentran en el entorno de los club o que ya han estado en el entorno de los clubs en el pasado reciente, y darles materiales para distribuir donde puedan hacerlo, o por su cuenta o en excursiones con otros miembros del club, o por las redes sociales. Ya hay muchos materiales buenos — carteles, volantes, poemas, audio, videos y especialmente las entrevistas con Bob Avakian— que se pueden utilizar para llevar el mensaje a la gente.

Mientras está bien difundir esto en todas partes, es muy importante elegir unos pocos lugares clave en dónde concentrar el trabajo, y poner metas concretas con planes concretos bien fundamentados para alcanzar estas metas. Se tiene algo clave: a las personas que muestren cualquier interés hay que darles maneras de participar ahora mismo y desafiarlas, de manera positiva, a hacerlo. Las personas pueden hacer donativos, pueden comprar una de las playeras revolucionarias y ponérsela, pueden llevarse volantes y colgarlos en los muros (lo que es muy importante) o convencer a tiendas o centros de recreación a exhibirlos, y “dar informes” sobre cómo les fue, como la controversia y las preguntas con las que se topan. Necesitan saber que su participación, a cualquier nivel, es una manera clave para difundir esto ahora, y también es parte de organizarse para el momento en el futuro cuando sea posible organizar a los millones de personas para redoblar esfuerzos por una revolución. Hacer todo esto ahora es esencial para hacerlo en aquel momento del futuro. Y, por supuesto, es posible y necesario animar a las personas a salir con el Club Revolución.

En esas ciudades donde los revcom están celebrando eventos como cenas en la semana que viene, hay que vender boletos enérgicamente y apuntar a las personas donde vayamos. Y hay que difundir el mensaje:

Al salir el Primero de Mayo y al participar ahora en las formas que usted pueda, usted es parte y será parte de presentar a una fuerza revolucionaria ante la visión de la gente; usted es parte y será parte de fortalecer esa fuerza al momento en que podría dirigir concretamente a millones de personas a arriesgarlo todo por la revolución.

Forjar los Club Revolución como centros vibrantes

A medida que lo hacemos, hace falta forjar los Club Revolución como centros vibrantes donde las personas pueden forcejear con ideas y trabajar en grupo sobre los problemas y las preguntas con los que se topan y los que nos plantean los acontecimientos de la vida. Donde aún no existan tales Club, de todos modos las personas deberían tratar de difundir, aplicar y organizar a las personas en torno a los 6 Puntos de Atención. Pero en vez de abordar más este tema aquí, recomendamos mucho que lean la carta de Michelle Xai sobre algunas de las experiencias recientes del Club Revolución de Los Ángeles. 

Lo importante es lo siguiente: Las venideras dos semanas tienen que ser semanas de conectarse con las personas día y noche de muchas diferentes formas, al mismo tiempo que continuamos forcejeando entre nosotros sobre el camino a seguir, y ahora mismo, las mejores formas para impulsar un Primero de Mayo revolucionario.