El planeta ha experimentado temperaturas oceánicas cálidas fuera de lo común que van rompiendo récords desde marzo de este año1. Las temperaturas de la superficie del mar — en muchos lugares 5 o más grados centígrados más altas que el promedio— ¡son las más altas registradas en junio en más de 170 años! Esto plantea desafíos a los científicos que luchan por entender más profundamente esta catástrofe. Los científicos usan una escala de olas de calor para medir la gravedad del calentamiento, siendo la categoría 5 la más alta, etiquetada como “más allá del extremo”. El calor ha alcanzado la categoría 4 en algunas partes del mundo, y algunas áreas locales han alcanzado la categoría 5, el nivel más alto de calentamiento2.
Comprender la interacción de los factores
El telón de fondo de este evento meteorológico extremo, y extremadamente siniestro y peligroso, es el cambio climático causado por los seres humanos.
El cambio climático, causado principalmente por la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural, así como por otras actividades humanas como la tala de bosques, está interactuando y fomentando una serie de otros factores que impulsan esta ola de calor. Se ha estimado que la ola de calor actual de los mares sería casi imposible estadísticamente si no fuera por el cambio climático antropogénico (causado por los seres humanos)3.
En el meollo de la crisis climática hay varios factores complejos, incluido el inicio de lo que se llama El Niño. El Niño es el nombre de un patrón climático periódico natural que debilita los “vientos alisios”, o patrones de viento que soplan de este a oeste cerca del ecuador (el punto medio entre el polo norte y sur). El Niño ocurre aproximadamente cada dos a siete años. Por lo general, dura de 9 a 12 meses, pero a veces puede durar años. El efecto general de El Niño es aumentar las temperaturas globales, y esto afecta los patrones climáticos globales. La Niña, su patrón climático homólogo, que acaba de terminar, conduce a una disminución general de las temperaturas globales4.
Entre otros impulsores se encuentran: la erupción volcánica submarina Hunga Tonga de 2022; la contracción del hielo marino, cual hielo refleja el calor hacia el espacio; y menos polvo de lo habitual sobre el océano proveniente del el desierto del Sahara, cual desierto también refleja el calor hacia el espacio5. Se trata de una convergencia de eventos, tanto naturales como causados por actividad humana, impulsados en general por la crisis climática capitalista-imperialista.
Un fenómeno global
Las temperaturas más cálidas de la superficie del océano alimentan los fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes; aumentan la tasa de derretimiento del hielo en el Ártico y la Antártida, lo que lleva a un aumento del nivel del mar; devastan ecosistemas marinos cruciales como los arrecifes de coral; y puede causar la extinción de enormes números de especies. Y el aumento de las temperaturas de la superficie del océano conducirá a un aumento de las temperaturas globales en general. El verano pasado, en el sur de Asia y en otros lugares, las temperaturas llegaron al límite de lo que los seres humanos pueden soportar. En este momento, en el sur de Texas, el índice de calor es de 125F (51C). Y el mundo solo se calentará más6.
Si bien ciertas partes del mundo se encuentran particularmente afectadas, por ejemplo, el Atlántico Norte y el Mar Báltico, este es fundamentalmente un fenómeno global que afecta a los océanos del mundo en su conjunto y está impulsado por factores globales. Y los océanos juegan un papel fundamental en el funcionamiento y la regulación de todo el planeta.
Para más información sobre el papel de los océanos, consulte estos artículos:
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Un océano que puede sustentar la vida: Es totalmente incompatible con el sistema del capitalismo-imperialismo
Del Grupo de Trabajo en Temas Ambientales, revcom.us
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El capitalismo-imperialismo y la amenaza a los peces en el mar
Segunda parte de la serie sobre el océano
Del Grupo de Trabajo en Temas Ambientales de revcom.us
Desde 1900, los océanos han absorbido el 89% del calor del cambio climático. En los últimos tres años, durante La Niña, el calor “se embotelló” en los océanos y se mantuvo alejado de la atmósfera. Con El Niño, “11 Hiroshimas de exceso de energía por segundo acumulados en el sistema climático de la Tierra durante los últimos tres años” ahora subirán a la atmósfera7. Esto no explotará como una bomba atómica, pero SÍ que está acelerando el calentamiento del planeta y su gente y, a la larga, puede tener el mismo efecto devastador de la guerra nuclear sobre la vida en el planeta.
Una contundente condena del sistema
Este calentamiento extremo de los océanos es, una vez más, otra contundente condena de este sistema y una señal ominosa de lo que vendrá sin reducciones inmediatas y rápidas en las emisiones de carbono, medidas que son imposibles bajo este sistema que destruye al planeta impulsado por las ganancias, el capitalismo-imperialismo. Es este sistema —con su implacable quema de combustibles fósiles, su tratamiento de la naturaleza como una fuente de ganancias y un vertedero— el que está impulsando esta locura. Y solo una revolución real para derrocar este sistema nos daría una oportunidad real de prevenir lo peor de la crisis climática, mitigar sus impactos ya arraigados y crear una economía y una sociedad que interactúe con la naturaleza de manera planificada y racional y de forma sustentable.
A todos aquellos que se angustian con razón por la crisis climática y la destrucción de nuestro planeta bajo el peso de este sistema: lo MÁS REALISTA, URGENTE E IMPORTANTE que pueden hacer es formar parte de este movimiento para la revolución ahora mismo, cuando esta revolución no solo es más necesaria que nunca, sino que en realidad es más posible. El tiempo corre: las cosas se están desarrollando actualmente en una dirección terrible e indescriptiblemente horrible. Aprenda sobre el futuro liberador que es posible, trazado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, y únase a la lucha para hacer realidad este mundo.