El 27 de febrero, personas valientes y justas van a llevar a cabo un mitin de agravios y protesta dramática ante la Catedral de San Patricio en la ciudad de Nueva York. El acto conducirá a protestas de masas el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, a las 3 p.m. en Union Square de la ciudad de Nueva York con el mensaje ¡Nos negamos a permitir que la Corte Suprema niegue la humanidad de las mujeres y diezme el derecho al aborto!
¿Por qué protestar contra la Iglesia Católica?
Todos los días, y dos veces los domingos, generaciones de niñas y mujeres son inculcadas con la idea de que todo su valor y propósito en el mundo es ser incubadoras, nacidas para ser un “vaso sagrado”. Que este es el castigo y la única forma de ser redimido de “la mancha del pecado original”. Que (para las mujeres) cualquier deseo de tener relaciones sexuales que no pueda conducir al embarazo es pecaminoso, lujurioso y vergonzoso... Las relaciones sexuales entre las personas LGBT son una abominación (aunque el “papa moderno, de buena onda y progresista"” dice que no se puede arder para siempre en el infierno por ese peca)... el aborto es asesinato... el control de la natalidad es un incumplimiento de su deber con dios, y el divorcio es un incumplimiento del deber con la familia (y siempre un fracaso de la mujer).
Este adoctrinamiento aplasta-almas que proviene de las iglesias, de los campamentos de verano y del hogar, aplasta vidas y destroza sueños. A las mujeres que no cumplen con estas tonterías se les hace vivir avergonzadas, se les enseña a odiarse a sí mismas y se les obliga a soportar chismes tóxicos y condenas de las autoridades eclesiásticas y la “comunidad”. Se les dice que se arrepientan, oren por el perdón de este dios tiránico y paguen un montón de dinero a la iglesia por los sacramentos y servicios para absolverlas de este pecado y vergüenza. ¿Agredida o violada? Es tu culpa. ¿Golpeada y víctima de abusos? Es tu culpa. ¿Abandonada por el esposo? Es tu culpa. ¿No quiere o no puede darse el lujo de tener un hijo (u OTRO hijo)? Es tu culpa.
Y los varones pequeños también son criados con este veneno. Entrenados para convertirse en brutos estúpidos y tontos, responsables de “proteger a las mujeres” y su “pureza” — en realidad, para ser ejecutores crueles y, a menudo, violentos de esta mierda del Oscurantismo.
Para aquellos que están atrapados en la vida de la Iglesia Católica, esto no es simplemente una práctica privada inofensiva de las creencias y la moralidad de uno. La doctrina núcleo duro del Vaticano y su papa supuestamente infalible tiene dominio en la Iglesia Católica, atrapa la vida de millones de personas y amenaza al futuro de muchos más. El liderazgo de la Iglesia Católica, y muchos católicos en posiciones de poder, son una fuerza impulsora en un esfuerzo por rehacer y reconfigurar las leyes de Estados Unidos en formas horribles con el objetivo de implantar e instituir una teocracia en Estados Unidos, en un futuro muy cercano.
La Iglesia Católica y el asalto total al derecho de las mujeres al aborto
Pero por malo que eso sea, no es suficiente. La Iglesia también ha participado en un asalto que lleva décadas para pervertir las leyes de este país para que reflejen estos tergiversados puntos de vista. Y esto encuentra una expresión concentrada en torno a su ataque fanático al derecho de las mujeres a decidir por sí mismas si quieren tener un hijo y cuándo.
Los católicos derechistas han sido un pilar del movimiento contra el aborto en Estados Unidos desde 1967. Este es un movimiento que entre 1977 y 2017 infligió 8.812 actos de violencia documentados, incluidos asesinatos e incendios, contra proveedores de servicios de aborto. Y estos están aumentando. Los proveedores de servicios de aborto informaron que en 2020 hubo “un aumento en vandalismo, asalto y agresión, amenazas de muerte/amenazas de daño, acecho y dispositivos falsos/paquetes sospechosos a partir de 2019”. Los católicos que se oponen a esto son atacados y condenados al ostracismo.
Muy significativamente, cinco de los nueve jueces de la Corte Suprema que quizá pronto rindan una decisión sobre Roe contra Wade, la decisión de la Corte Suprema de 1973 que despenalizó el aborto en todo el país, son fascistas católicos y han dado todos los indicios de que destriparán o eliminarán este derecho. (La sexta jueza católica, Sonia Sotomayor, no forma parte del ala fascista de la Corte, y casi con certeza votará en contra de derrocar Roe).
La catedral San Patricio en la ciudad de Nueva York es una de las instituciones católicas más conocidas y célebres en Estados Unidos. La catedral y su líder, Timothy M. Dolan, desde hace mucho han estado al frente de los ataques y el afán de negarles la humanidad a todas las mujeres y eliminar un derecho básico, el derecho al aborto.
Cuando la doctrina de la iglesia se convierte en ley del gobierno
Cuando la doctrina de la Iglesia se convierte en ley, eso inflige un daño aún más grande a las mujeres y niñas, todo ello con el aval de las instituciones gubernamentales. En 2019, “Lucía”, una niña de 11 años de edad en el norte de Argentina, fue violada y luego fue sometida a un parto por cesárea (un procedimiento quirúrgico) en contra de su voluntad. Se le había negado un aborto después de semanas de hospitalización. El arzobispo de la localidad envió mensajes a su “rebaño” para “proteger al feto”. Un médico de la región dijo: “En el norte de argentino hay muchas Lucías y hay muchos profesionales que les dan la espalda”. (En 2020, protestas masivas sacudieron a Argentina y los derechos limitados al aborto se convirtieron en ley).
En El Salvador, desde 1998, más de 140 mujeres acusadas de abortar un feto han sido encarceladas, algunas de ellas con condenas de hasta 35 años de prisión. Una mujer describió la manera en que su hija Manuela, de 30 años de edad, había tenido un aborto espontáneo en casa, en el séptimo meses de su embarazo. El personal del hospital la acusó de abortar el feto y Manuela fue declarada culpable de homicidio agravado y condenada a 30 años de prisión. Murió en prisión de linfoma.
Esta doctrina ya causa mucho daño en Estados Unidos
En Estados Unidos, la influencia dañina de la doctrina católica sobre la atención médica se ha expandido rápidamente y ya ha causado un gran daño al imponer una doctrina religiosa horrible en la práctica médica. (Consulte la hoja informativa (en inglés; próximamente en español) para obtener más información al respecto.) Scientific American informa que los hospitales afiliados y patrocinados por católicos crecieron en un 26% entre 2001 y 2016, y que un estudio de éstos indicó que “las restricciones a los servicios de salud reproductiva en esas instituciones resultan en más de 9.500 menos ligaduras de trompas por año”. (Las ligaduras de trompas son una forma de anticoncepción.) En muchas regiones de Estados Unidos, no hay otros servicios de atención sanitaria disponibles, y en cinco estados (Alaska, Iowa, Dakota del Sur, Washington y Wisconsin), el 40% o más de todas las camas de atención crítica en el estado están en hospitales con restricciones católicas.
Estos hospitales católicos obtienen fondos federales, pero han recibido “[e]xenciones federales y estatales (que) han permitido que dichos hospitales se nieguen a brindar algunos de los cuidados que entran en conflicto con la doctrina católica, tales como el aborto y las esterilizaciones. Los sistemas de salud católicos han buscado exenciones religiosas aún más amplias contra tener que cumplir con las políticas gubernamentales”.
En 2010, el Hospital y Centro Médico de San José en Phoenix practicó un aborto y así le salvó la vida a una mujer embarazada que padecía hipertensión pulmonar grave. Los médicos dijeron que si no se hubiera interrumpido su embarazo, ella probablemente habría muerto de insuficiencia cardíaca.
El obispo católico de Phoenix suspendió la afiliación de la Iglesia con el hospital — ¡por haberle salvado la vida a la mujer, pero no el feto que ella llevaba! También excomulgó a la monja que autorizó la operación. (La excomunión significa la exclusión de los sacramentos de la Iglesia y es el castigo más alto dentro de la Iglesia.)
La doctrina católica prohíbe el aborto en casos de violación e incesto. Una revista católica explica: “si se concibe un niño en un embarazo causado por una violación, en tal caso este niño es tan inocente y valioso como la mujer que fue victimada y no se debe matar a él o ella debido a las acciones del violador”. En primer lugar, es un feto, y no un niño. De más importancia, la mujer es un ser humano pleno, que no debe ser forzada por la iglesia, el gobierno o quien sea, a tener un hijo en contra de su voluntad.
Un símbolo digno y apropiado de protesta
La subordinación de las mujeres ha estado profundamente arraigada e institucionalizada dentro de la Iglesia Católica durante 2.000 años (toda su existencia). El patriarcado (gobierno de los hombres) y el control sobre la sexualidad y la reproducción de las mujeres es el feo núcleo de la servidumbre obligatoria de las mujeres ante los hombres.
Toda esta opresión pútrida y enfurecedora es lo que la Iglesia Católica defiende e impone. La negación del derecho al aborto es un elemento fundamental de esta esclavización. ¿Qué significa decir que la más excelsa vocación de una mujer es ser una madre? ¿Qué significa decir que un feto es “tan valioso como” una mujer?
Significa que, a los ojos y bajo el poder de la Iglesia Católica, una mujer es, ante todo, una incubadora.
¡NO!
¡LA MATERNIDAD OBLIGATORIA CONSTITUYE LA ESCLAVIZACIÓN FEMENINA!
¿Dónde estarás el 27 de febrero? ¿Qué estarás haciendo?