27 de febrero — Poco después de las 11 a. m., seis Criadas cruzaron la plaza de la Catedral Santa María, la iglesia de la Arquidiócesis de San Francisco, y entraron durante la misa dominical. Se abrieron paso entre los ujieres que intentaron detenerlas y caminaron directamente hacia al frente y se pararon frente a la congregación, con carteles que decían: “¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas!” y “¡La maternidad obligatoria constituye la esclavización femenina!” Una Criada alzó la voz, acusó a la iglesia católica por los miles de años de oprimir a las mujeres y denunció al arzobispo Cordileone, un entusiasta cruzado público en contra del derecho al aborto, los derechos LBGTQ y la anticoncepción. Mientras la seguridad de la iglesia intentaba restablecer el orden y expulsar a las Criadas, apareció un activista antiaborto y comenzó a gritar por un megáfono en medio de la catedral la mentira de que los fetos son bebés. Las Criadas salieron lentamente, coreando fuerte y claro: “¡Sin este derecho básico, las mujeres no pueden ser libres! ¡Aborto a solicitud y sin pedir disculpas!”

Se celebró un mitin de agravios por el derecho al aborto en la acera frente a la iglesia: jóvenes y mayores pusieron al descubierto la terrible situación de las mujeres antes de Roe contra Wade, y advirtieron contra el peligro inminente de la imposición total del fascismo, e instaron a la gente a tomarse las calles en números masivos. Llamaron a todos a unirse a las protestas a nivel nacional el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y en la región de San Francisco, y a reunirse en la plaza Sproul de la Universidad de California-Berkeley al mediodía del 8. Se leyó un comunicado de la organización Oysan (de mujeres iraníes y afganas), que dice: “Nuestra lucha, en Irán y Afganistán, está vinculada con la lucha de las mujeres en Estados Unidos y de las mujeres por todo el mundo contra el patriarcado y todas las otras formas de opresión con objeto de crear un mundo justo y la emancipación de toda la humanidad”.

Una estudianta de secundaria y miembra del Club Revolución habló con amargura sobre la opresión y la hipocresía de la iglesia, haciéndole frente a la moralidad pro-vida de la edad de las tinieblas con “respóndame, ¿eso es amor?” y llamó a una revolución contra el sistema del capitalismo-imperialismo. Una miembra de Raging Grannies [Abuelas Furiosas] y organizadora del 8 de marzo habló de la vida de las mujeres jóvenes antes de Roe contra Wade: de la desaparición de las alumnas mientras estudiaban en la secundaria, obligadas a dar a luz avergonzadas. Vari@s estudiantes de secundaria viajaron más de 80 kilómetros para estar presentes.

El acto fue organizado por un grupo ad hoc de personas que han estado planeando la protesta de Rise Up 4 Abortion Rights para el 8 de marzo. Contó con cobertura positiva de un canal local de TV y de una emisora de radio de noticias locales. Un TikTok creado por una de las organizadoras recibió más de 50 mil visitas.