Revolución #580, 30 de enero de 2019 (revcom.us)

Voz del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

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Revolución #580 30 de enero de 2019

El cierre del gobierno: ¿Una “rendición” trumpista? ¡O la lógica del GENOCIDIO!

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Los Estados Unidos de América tal como está constituido en la actualidad, o sus fronteras actuales, no tiene nada de sagrado para nosotros. Todo lo contrario.

Bob Avakian, Lo BAsico 3:20

Se ha terminado temporalmente el cierre del gobierno, que irrumpió en torno al muro fronterizo propuesto por Trump. Los demócratas y los republicanos están negociando, y Trump está listo para dar el importante discurso sobre el “estado de la unión” la semana entrante, con un nuevo plazo para un acuerdo presupuestario a mediados de febrero.

Se está propagando mucha hipérbole de que es una gran rendición el hecho de que Trump se haya visto obligado a poner fin al cierre del gobierno e ir a las negociaciones. De hecho, aunque la táctica particular de Trump no funcionó en el sentido inmediato (pues, él todavía no ha obtenido la financiación), de hecho, toda la agenda fascista sobre los inmigrantes avanzó.

En primer lugar, hay que tener claridad: estas negociaciones son una lucha en el interior de la clase dominante, por lo cruel que debe ser la represión de los inmigrantes, la mejor manera de llevar a cabo esta represión y dónde “se ajustará” a las nuevas “normas sociales y políticas” que ahora están luchando por finiquitar y resolver. Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes y demócrata de más alto rango, ya ha estado cediendo terreno. Ella ha venido incrementando cada vez más las propuestas de gasto de los demócratas para la “seguridad fronteriza” (traducción: la militarización de la frontera) para igualar a las propuestas de Trump. En lugar de hacer mucha bulla sobre lo “inmoral” que sería el muro, ella cambió de centrar sus objeciones en exigir más medidas “basadas en la evidencia” a llevar a cabo esta represión1.

Vía esta lucha, Trump ha redoblado su retórica fascista y ha continuado sus amenazas de usar el poder ejecutivo para circunvenir la aprobación del Congreso para construir el muro, incluidas amenazas con declarar una emergencia nacional, cuyas implicaciones y consecuencias podrían ir más allá de la cuestión de la inmigración. Es algo alucinante decir que esto es una “rendición,” tal como lo han hecho muchos demócratas y sus voceros de los medios de comunicación.

¿POR QUÉ siquiera está pasando esto? Un sistema que chupa sangre en todo el mundo

Al oponerse al cierre del gobierno, los demócratas desviaron la atención de la gente de los refugiados que ahora sufren terriblemente en la frontera entre México y Estados Unidos, y de los millones de inmigrantes en Estados Unidos que ahora están detenidos o que tienen que vivir con el temor de ser deportados de manera inminente en un ambiente cada vez más hostil donde su humanidad está constantemente cuestionada. Lo entrenan a uno para pensar únicamente en el sufrimiento de los ciudadanos estadounidenses (de los empleados federales y de los contratistas independientes que se quedaron sin medios para ganarse la vida, de los que se encuentran en condiciones desesperadas, de los que padecen hambre o están enfermos, quienes ahora se enfrentan a más penurias debido al cierre). Este sufrimiento es real y criminal, y hay que oponérsele. Pero los demócratas hicieron un espectáculo de hacer esto a fin de desviar la atención de la gente de los crímenes que este sistema está cometiendo contra los inmigrantes. Al hacer esto, están entrenando a uno para pensar que la vida de los estadounidenses es más importante que la vida de las personas de otros países.

Mientras tanto, nadie se atreve a preguntar POR QUÉ la gente viene a Estados Unidos desde todo el mundo, por temor a que se pongan al descubierto las manos sangrientas del imperialismo estadounidense como una fuerza impulsora en todo esto. Nadie se atreve a preguntar cuál es la solución a un mundo en el que las personas, impulsadas por el funcionamiento del imperialismo, se arriesguen la vida y sufran tremendas penurias, a fin de escapar de sus situaciones.

Estados Unidos se encuentra en la cima de un sistema del imperialismo. Este sistema ha causado que 65 millones de personas huyan de sus países de origen debido a las formas en que el imperialismo ha hecho que sea imposible de vivir en sus sociedades, ya sea por el saqueo y los trastornos económicos, las guerras por el imperio y la aceleración de la catástrofe ecológica. Estados Unidos ha llevado a cabo un golpe de estado tras otro, ha respaldado a dictadores brutales, ha desgarrado el tejido social en un país tras otro y ha utilizado su poderío económico y militar para intimidar, matar y condenar a muerte a sectores enteros de la humanidad, todo ello como parte de obtener sus riquezas y mantener su posición en la cima de este sistema imperialista despiadado. Al mismo tiempo, su sistema tiene una sed de mano de obra migrante y, al mismo tiempo, el creciente número de migrantes de las naciones oprimidas tiene el potencial de socavar la “identidad” cristiana blanca esencial de Estados Unidos y todo el sentimiento de superioridad blanca que ha articulado la nacionalidad blanca dominante desde antes de la fundación.

En resumen: no tienen respuestas reales al caos y el sufrimiento que han desatado, aparte de más y aún peor sufrimiento.

Las opciones según lo dictado por este sistema: “Construir el muro y el crimen caerá” contra aviones no tripulados y sensores

Una respuesta a la intensificación de la crisis de refugiados es lo que representan Trump y toda la marea fascista que estamos presenciando en todo el mundo. Desde el inicio de su campaña para “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”, Trump ha lanzado un ataque integral contra los inmigrantes, convirtiendo esta cuestión en un eje y un ariete para impulsar el programa fascista en general. Han hecho avances concretos en sus ataques a los inmigrantes (mediante políticas como la “prohibición a los musulmanes” y el fin del TPS2) y están azuzando a una base fascista que ve en la “morenización” de Estados Unidos una amenaza existencial a la existencia de Estados Unidos y su capacidad de mantener su posición en la cima. El muro fronterizo racista se ha convertido en una forma concreta de imponer este asalto represivo y en un símbolo del programa genocida que pretenden hacer avanzar.

Por otro lado, tenemos a los demócratas que también promueven la aplicación de la seguridad fronteriza mediante aviones no tripulados y sensores de alta tecnología. Los demócratas se unen con los fascistas para mantener fuera a muchos inmigrantes y, en general, para mantener una atmósfera represiva, especialmente entre aquellos que realizan trabajos mal pagados, pero quieren hacerlo fuera del radar, ya que promueven un multiculturalismo multilateral: quieren aceptar a los inmigrantes “respetables” (también conocidos como aquellos a los que este sistema puede explotar de manera rentable) o que pueden “contribuir” como técnicos, gerentes, científicos, profesionales y capitalistas. También quieren mantener la apariencia de “iluminación” que han proyectado en todo el mundo. Tienen un historial tan sangriento de asaltos draconianos a los migrantes: basta con examinar las medidas aprobadas por Clinton y el Deportador-En-Jefe, Obama (lea el reciente artículo de revcom.us “Cómo el Partido Demócrata ha perseguido y deportado a millones, y matado a miles, con su política migratoria ‘moral’”), pero quieren hacer que uno piense que ellos se preocupan por la humanidad de los migrantes y los oprimidos, traficando con la mentira de que piensan que el muro es inmoral a fin de canalizar la indignación de la gente hacia las soluciones sin salida que ofrece el mismo sistema que nos metió en este lío.

Un asalto a los migrantes con una lógica genocida

Los demócratas han hecho que la gente celebre un supuesto contratiempo para Trump. A un nivel, es cierto que el régimen de Trump no pudo abrirse paso inmediatamente a su gusto con el cierre. Pero estos demócratas con su hipérbole sobre la celebración quieren que uno se olvide de que Trump aún puede declarar un estado de emergencia, presionar para otro cierre o determinar otras formas de tomar la ofensiva.

A un nivel más profundo, Trump de hecho hizo avanzar la agenda fascista de dos maneras importantes y destructivas. Primero, como lo muestra el recuadro acompañante, los ataques a los migrantes de hecho se han intensificado durante este período. Segundo, y de aún más importancia, los términos del debate se viraron aún más en la dirección de los fascistas. Las cosas han pasado rápidamente de “el muro es inmoral” a discutir si es la forma más efectiva, “basada en la evidencia”, para reprimir a las personas a las cuales el propio Estados Unidos ha relegado a situaciones desesperadas y ha expulsado de sus países de origen.

El aumento de la militarización de la frontera, y el muro fascista en particular, son una forma de imponer el asalto a los migrantes, al obligarlos a realizar cruces aún más peligrosos por el desierto: miles de personas han muerto en los últimos 25 años a causa de las barreras construidas por el demócrata Clinton y el republicano Bush.

Y ADEMÁS el muro es un símbolo del programa genocida fascista. Se mantendrá como los monumentos a los generales de los amos de esclavos que se construyeron después de la Guerra Civil, un símbolo que remachó para los negros su posición subordinada. Los símbolos importan MUCHÍSIMO. Años antes del Holocausto, los funcionarios nazis obligaban a los judíos a ponerse la estrella amarilla como preludio de las deportaciones en masa a los ghettos y luego a los campos de exterminio en Europa oriental. Imagine que un sector opositor de la clase dominante alemana se opusiera a la implementación sistemática de este símbolo por parte de Hitler sobre la base de que “necesitamos más formas basadas en la evidencia” para controlar a los judíos. Este es un símbolo de la mayor “otroización” de un sector entero de la población. La profundización de la brecha entre los que son considerados humanos y los que son considerados prescindibles, y, para citar a Pat Robertson, un prominente miembro fascista cristiano de la coalición encabezada por Trump, “una mancha para la sociedad”. Los términos se establecen y restablecen con avances y contratiempos sobre el camino, pero aceptar estos términos nos lleva directamente a las fauces del fascismo.

Necesitamos zafarse de estos términos y soluciones sin salida ofrecidas por este sistema y sus representantes para los cuales el fascismo es simplemente una cuestión de gustos. Necesitamos una revolución para derrocar a este sistema, para construir un mundo más allá de estas fronteras empapadas de sangre, donde la humanidad está trabajando colectivamente para superar TODAS las divisiones opresivas entre las personas. Esa es la única manera de ir más allá del sistema del imperialismo que pulveriza a las personas en todo el planeta, las expulsa de sus países de origen y las obliga a cruzar mares y desiertos, arriesgarse a la muerte para escapar de la devastación y la destrucción en sus países de origen, incluso en los tiempos “más democráticos”.

 


1. Si bien el muro sí es “inmoral”, por no decir algo peor, es llamativo que Pelosi nunca haya expresado tales reservas cuando el presidente demócrata Bill Clinton inició el financiamiento de muros y cercas en la frontera, y su colega líder Schumer había votado por ellos.  [regresa]

2. El TPS, Estatus de Protección Temporal, proporciona un estatus legal a los migrantes en Estados Unidos provenientes de un pequeño número de países designados que se estima que no pueden regresar a sus países de origen a causa de desastres naturales o conflictos armados. El TPS protege temporalmente a las personas contra la deportación a pesar de que carecen de estatus legal como residentes permanentes, y les permite obtener permisos de trabajo.  [regresa]

 

Perdido en la hipérbole: ¿Qué está pasando REALMENTE a los migrantes en Estados Unidos?

Perdido en la hipérbole sobre la supuesta rendición de Trump ante Pelosi, perdido incluso en las denuncias de cómo el cierre afectó a los empleados del gobierno y las masas de personas más ampliamente, es la realidad básica de un grupo de personas: los migrantes mismos, expulsados de sus países de origen por el funcionamiento de este sistema y las políticas de los gobernantes de Estados Unidos, de modo que hoy miles de personas languidecen por la frontera entre México y Estados Unidos, decenas de miles de personas están detenidas y millones viven a las sombras y están satanizadas.

Si bien esta lucha ha venido desenvolviéndose, y si bien los demócratas han dirigido la atención de la gente a otras cosas, a lo que se les está haciendo a los estadounidenses (lo cual, para que quede claro, en muchos casos es extremadamente injusto), no han desenmascarado lo que se sigue haciéndoles a los inmigrantes, durante este cierre del gobierno.

  • El régimen ha puesto en la mira a varios líderes políticos, incluso lograron conseguir una condena contra unos defensores de los derechos de los migrantes por dejar agua en el desierto para las personas que cruzan la frontera.
  • La Migra (ICE) amplió su definición de “extranjero criminal” para incluir a los migrantes que tienen multas de tránsito.
  • La Migra aumentó dramáticamente las redadas en los centros de trabajo en 2018; comenzaron con redadas en las tiendas 7-11 en todo Estados Unidos, e incluyen la redada más grande en un centro de trabajo del año, donde 300 agentes de todo el Sur irrumpieron en las instalaciones del fabricante de remolques con las armas desenfundadas en Texas y arrestaron a 160 personas. En 2018, el número de trabajadores arrestados aumentó en un 800%; de empleadores, en un 82%.
  • La semana pasada se anunció un programa “piloto” que declara que en California, los solicitantes de asilo serán devueltos a México para esperar sus posibles audiencias ante un juez de lo migratorio, lo que implica que las personas que ya se encuentran en Estados Unidos en espera de las audiencias serán enviadas a México. La gente tendrá que encontrar una manera de sobrevivir en las ciudades fronterizas peligrosas, donde los coyotes merodean por los albergues, con ofertas de llevar las personas por la frontera sin detectar vía rutas aún más peligrosas a un precio que dispara cada vez más. Se espera que este programa piloto se expanda a otros estados también.
  • Rechazan el 98% de las solicitudes de exención de la prohibición a los musulmanes debido a “penurias excesivas”, incluso en situaciones como la de un niño somalí de siete años de edad al cual se le impidió reunirse con su madre después de la muerte de su padre.
  • Dos niños murieron bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza: un niño migrante de ocho años de edad de Guatemala, Felipe Alonzo-Gómez, y una niña migrante, Jakelin Maquin, de siete años de edad, murieron a la espera de recibir atención médica.

Fuentes disponibles

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

Estados Unidos respalda a golpe de estado en Venezuela, hace que el Padrino se parezca a Mary Poppins

| Periódico Revolución | revcom.us

 

La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.

Bob Avakian, Lo BAsico 1:3

Durante la última semana, los políticos y los medios de comunicación han venido vomitando porquerías almibaradas sobre sus esfuerzos directos para tumbar a un gobierno en Venezuela. Insisten en que Estados Unidos tiene que intervenir en apoyo al pueblo venezolano que quiere que se respete su constitución y democracia.

Esto no tiene nada que ver con el humanitarismo o los derechos democráticos. Este es un golpe de estado bien orquestado para que Estados Unidos pueda clavar más sus sangrientas garras en América Latina y quitarse una espina fastidiosa en su costado. Es gansterismo lisa y llanamente — otro crimen yanqui. Y una vez más quieren embaucar con la muy trillada línea de la “democracia”.

En medio de la profundización de una crisis política y económica —agravada intolerablemente más por la guerra económica de Estados Unidos—, cientos de miles de personas protestaron la semana pasada contra el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro, el heredero del legado de Hugo Chávez, quien usó el petróleo de Venezuela como palanca, pero no para el “socialismo” sino para obtener una mejor posición en el sistema imperialista general. Desde ese entonces Estados Unidos ha venido trabajando para romperle los dientes a Venezuela y poner a su jefe de estado más firmemente bajo la bota yanqui.

Ante miles de manifestantes, Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional y líder importante de la oposición anti-Maduro, declaró que el régimen de Maduro era ilegítimo y se autoproclamó presidente.

Tan sólo unos minutos después de la declaración de Guaidó, Trump lo reconoció como líder interino, y declaró que su Asamblea Nacional era “la única rama legítima del gobierno debidamente elegido por el pueblo venezolano”. Tanto el asesor de Seguridad Nacional e irredento criminal de guerra John Bolton y el defensor de todo lo que es democrático Donald Trump han amenazado con una intervención militar para sacar a Maduro, al decir que “todas las opciones están en consideración”.

Se ha dicho mucho sobre las violaciones de los derechos humanos y que Guaidó es una especie de luchador heroico contra la tiranía no constitucional. La realidad es que, al igual que un Padrino Mafioso, Estados Unidos tiene planes para un nuevo gobierno sumiso y le ha hecho al pueblo venezolano una oferta que no puede rechazar.

La apuesta de Chávez y secundada por Maduro —de que podían usar su petróleo para obtener una mejor posición en el sistema imperialista mundial— se desbarató cuando cayó el precio del petróleo. La economía venezolana entró en crisis. Pero Estados Unidos le ha venido apretando las clavijas al pueblo venezolano para así crear una situación tan intolerable que suplique la intervención de Estados Unidos. Hablemos de quiénes en realidad deben rendir cuentas por esta crisis.

El camino de Chávez y Maduro es parte del problema, y no parte de la solución

Venezuela, que tiene las más grandes reservas de petróleo en el mundo, desde hace mucho ha sido dominada como si fuera una gasolinera del imperialismo yanqui. Esto ha creado una sociedad desequilibrada y distorsionada con un sector petrolero altamente tecnificada y una economía generalmente atrasada con enormes cantidades de personas sin empleo y que viven en tugurios. Chávez y Maduro no son “socialistas”. Trataron de apostar a un “mejor trato” con países afines para poder mejorar su posición en el regateo al usar parte de la riqueza para costear los programas de bienestar para los pobres.

Pero Venezuela jamás rompió de hecho con las relaciones del imperialismo y dejó intactas muchas de las relaciones sociales atrasadas. Casi nueve millones de personas seguían viviendo en tugurios. Las mujeres seguían en una posición subordinada y degradada — el aborto está prohibido en Venezuela. Con respecto al medio ambiente, Venezuela es el segundo país en emisiones de gases CO2 en América Latina.

Esto señala algo muy importante: el camino que promovió Chávez es parte del problema y NO es parte de la solución. Es un callejón sin salida que deja sin tocar al propio imperialismo.

Pero a pesar de que Venezuela sigue amarrada en este sistema opresivo, este “arte del regateo” no obstante fue inaceptable a los ojos de Estados Unidos, en lo que con arrogancia llaman su “patio trasero”. La clase dominante yanqui —que incluye tanto al régimen de Trump y Pence como a los demócratas, casi todos los que están de acuerdo con este intento de golpe de estado— está decidida a poner a Venezuela, y al resto de América Latina, de vuelta a lo que considera “su lugar”. Eso es lo que en realidad está detrás de las palabras almibaradas que estos políticos vomitan para justificar el cambio de régimen y toda la miseria y sufrimiento a la que conscientemente está sometiendo a decenas de millones de personas.

Necesitamos un mundo completamente nuevo —más allá de la división del mundo entre un puñado de potencias imperialistas que explotan, dominan y aporrean a todo el resto de la humanidad… un mundo que actúa para eliminar todas las formas de opresión y explotación, y todas las relaciones entre las personas y las ideas que se basan en esa explotación y opresión y las refuerzan. Y como parte de luchar por esa revolución, tenemos que oponernos a las actuales amenazas y acciones despiadadas, y altamente arriesgadas, que el imperialismo yanqui está llevando a cabo en contra de Venezuela.

 

Unas personas pepenan en busca de comida en Venezuela.

Los venezolanos están emigrando en masa del país. Arriba: Unos migrantes venezolanos en Tumbes, Perú. (Foto: AP)

Pregunta y respuesta: A raíz de la revolución, ¿México y América Central todavía serían el patio trasero de Estados Unidos? (en inglés)

Pregunta y respuesta con Bob Avakian

 

Pregunta y respuesta: Bob Avakian responde a la gente que se queja de que los inmigrantes cruzan la frontera. (en inglés)

Cortos de “Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución”
Un discurso de Bob Avakian

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Revolución #580 30 de enero de 2019

Un punto básico de orientación:

En respuesta a la pregunta, "¿Qué derecho tienen ustedes de decir lo que las masas populares necesitan?"

26 de marzo de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 


Para descargar la obra completa en español, haga clic aquí.

Somos personas quienes representamos, sobre una base científica, los intereses fundamentales de las masas de la humanidad, de la gran mayoría de los 7 mil millones de personas en este planeta; quienes entendemos cuál es el problema y cuál es la solución a la situación que enfrentan las masas de la humanidad; y quienes nos hemos responsabilizado de dirigir a la gente en la lucha por desarrollar, por medio de la revolución, la solución que tanto urge.

 

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

Un pasaje de ¡FUERA CON TODOS LOS DIOSES! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, de Bob Avakian

La religión, el fundamentalismo y la mentalidad del esclavo

Bob Avakian

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje del libro ¡FUERA CON TODOS LOS DIOSES! Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, de Bob Avakian (que se puede pedir a RCP Publications), y que se publicó en 2009.

 

A la vez, en la religión, y sobre todo en el fundamentalismo religioso que practica una interpretación textual de la Biblia, se promueve una mentalidad que considera que las personas en sí son intrínsecamente pecadores, se acepta la noción de que las personas que sufren están en la situación en que están porque han caído en desgracia ante Dios, porque han cometido actos (u otras personas cercanas a ellas han cometido actos) que han provocado la furia de Dios; y si les ocurre algo bueno se debe a que, pese a todo eso, Dios con su infinita grandeza y misericordia les ha tenido compasión. Digámosle lo que es: es una mentalidad del esclavo la que están inculcando en las masas. Todo ese “si Dios lo quiere” es una mentalidad del esclavo. Va de la mano con “Dios se manifiesta de maneras misteriosas” y todos los horrores que eso conlleva.

Bien, sé que algunas personas se ofenden muchísimo cuando uno dice semejante cosa. Pero, para parafrasear a Malcolm X, no estoy aquí para decirte lo que quieres escuchar, estoy aquí para decirte la verdad, te guste o no. Pensar que no es posible plantear la verdad a las masas y que no pueden llegar a reconocer la verdad y aplicarla para emanciparse a sí mismas y emancipar a toda la humanidad es, una vez más, una forma de desdén a las masas populares. Cuando uno dice que a las personas se les está inculcando una mentalidad del esclavo e incluso que estas la están haciendo suya, no está diciendo que es su culpa ni que es algo que no pueden cambiar. Uno las está llamando y presentándoles un reto a zafarse de todo eso, a desecharlo —a ponerse a la altura de lo que de hecho son capaces— y les está llevando un conocimiento de por qué en realidad están en la situación en que se encuentran hoy y cuál es la salida de todo esto. Pero uno no puede hacer esto sin cuestionar esa mentalidad ni puede hacer esto pidiendo disculpas por cuestionar esa mentalidad.

Algunas personas dicen, respecto a los negros en particular, “la religión es una parte esencial de la experiencia negra”. A eso respondo: ¿Y qué de la esclavitud? ¿O la segregación y las leyes Jim Crow? ¿La aparcería y el Ku Klux Klan? ¿O la continuación de la discriminación hoy, con el encarcelamiento en masa y la brutalidad y el asesinato a manos de la policía? ¿No es todo eso también “una parte esencial de la experiencia negra”? La pregunta que hay que plantear es, cuando algo es una parte esencial o integral de una experiencia, ¿qué papel ha jugado y qué efecto tiene? ¿Es bueno o malo? ¿Positivo o negativo? ¿De dónde vinieron esta religión y en particular el culto a Jesús?

He tratado el carácter y el efecto contradictorios de todo esto en la historia. Pero en el mundo de hoy —y donde nos encontramos respecto a la posibilidad de la emancipación de la humanidad de los miles de años de relaciones opresivas y cadenas de la tradición— la religión, y mucho más la forma que tiene en la interpretación textual de la Biblia, es un obstáculo directo, un grillete, una cadena que impide que las masas populares se emancipen a sí mismas y dejen atrás una situación en que se ven atraídas hacia una forma de religión como consuelo por su opresión y sufrimiento.

Así que, si bien es correcto y necesario desarrollar la unidad con muchas personas que tienen puntos de vista religiosos, también es crucial tener mucha claridad acerca de lo que en realidad permitirá que la gente examine, conozca y transforme la realidad para finalmente eliminar todas las condiciones verdaderamente horrorosas a que están sujetas las masas populares — y, al hacerlo, ponerle fin a la necesidad de buscar consuelo por el sufrimiento que acompaña estas condiciones.

Obtener la emancipación auténtica y total requiere asumir una orientación científica y no religiosa para conocer y cambiar la realidad — cambiándola por medio de la revolución. La religión fundamentalista, sobre todo, que insiste en una interpretación textual de la Biblia, o de cualquier otra escritura, como la verdad infalible y absoluta —y que se niega a creer en lo que contradiga una lectura textual de la Biblia u otras escrituras religiosas— esa clase de punto de vista y convicción religiosa es extremadamente perjudicial. Lo que hace es cegar completamente a los que están en sus garras acerca de lo que pasa en realidad en el mundo e infundirles el temor a buscar cambiar el mundo de la única manera en que, de hecho, se puede cambiar — mediante la resistencia y finalmente el derrocamiento revolucionario de este sistema que está oprimiendo a millones y a literalmente miles de millones de personas en este país y en todo el mundo. El fanatismo religioso fundamentalista solo puede contribuir a reforzar la opresión y la esclavización de las masas populares.

Con este espíritu y desde esta perspectiva, es crucial captar y plantear de manera audaz y directa: Los oprimidos que sean incapaces o no estén dispuestos a reconocer la realidad tal como es, están condenados a permanecer esclavizados y oprimidos.

 

 

 

 

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

Actualizado el 24 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución

Para hacerlo, nos hace falta conocer:

Por qué necesitamos una revolución real.
Qué es necesario que hagamos ahora.
Cómo podríamos derrotarlos.

Por qué necesitamos una revolución real

Una revolución real no quiere decir trabajar para hacer unos cambios en el presente sistema — quiere decir derrocar el presente sistema y hacer nacer un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. No es posible reformar el presente sistema del capitalismo-imperialismo. Bajo el presente sistema, no existe ninguna manera de poner fin a la brutalidad y asesinato por la policía, las guerras y la destrucción de la gente y del medio ambiente, la explotación, opresión y denigración de millones y miles de millones de personas, incluida la mitad de la humanidad que son mujeres, en Estados Unidos y por todo el mundo — todo lo que está arraigado en las profundas contradicciones que son inherentes al funcionamiento, relaciones y estructuras esenciales del presente sistema. Únicamente una revolución real podría operar el cambio fundamental que hace falta.

Qué es necesario que hagamos ahora

Para hacer tal revolución, es necesario que tengamos seriedad y ciencia. Es necesario que tomemos en cuenta los puntos fuertes concretos del presente sistema pero aparte de lo anterior, sus debilidades estratégicas, basadas en sus profundas y determinantes contradicciones. Es necesario que construyamos tal revolución entre aquellos que con mayor urgencia necesitan un cambio radical, pero por otra parte, entre otras personas que se niegan a vivir en un mundo en el que el presente sistema vomita interminables horrores, y que continuamente lo anterior se “justifica” y hasta se embellece como “grandeza”.

Es preciso que estemos en una misión de correr la voz, de dejar que la gente conozca que tenemos la dirección, la ciencia, la estrategia y el programa, y la base para organizar gente para una revolución emancipadora y real. Tenemos a Bob Avakian (BA), el líder de tal revolución y el arquitecto de un nuevo marco para la revolución, la nueva síntesis del comunismo. Tenemos al Partido liderado por BA, el Partido Comunista Revolucionario, con dicha nueva síntesis como base científica para realizar los preparativos para una revolución. Tenemos los Clubs Revolución, donde la gente puede participar y actuar en poderosa representación de la revolución, de manera organizada, a la vez que vaya aprendiendo más sobre la revolución y dé pasos adelante hacia el camino de ingresar al Partido. Tenemos la página web del Partido, revcom.us, y su periódico Revolución, que desenmascaran claramente los crímenes del presente sistema, analizan con ciencia por qué no es posible reformarlo, y dan orientación y dirección para que la gente trabaje de manera unificada por la revolución. Tenemos la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA y adoptada por el Comité Central del Partido, que ofrece una abarcadora y concreta visión y “plano” para una sociedad radicalmente nueva y emancipadora. Es necesario que conozcan lo anterior y le entren en serio las personas en los barrios marginados de las ciudades y en las cárceles, las y los alumnos y estudiantes, académicos, artistas, abogados y otros profesionales, las y los jóvenes en los suburbios de las ciudades y las zonas rurales — pues, las personas en todas partes de la sociedad.

Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.

Mientras nosotros esperamos las necesarias condiciones para jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución, es necesario que la aceleremos y llevemos a cabo enérgicamente los “3 A Preparar”: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. Tenemos que Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución — protestar contra las injusticias y atropellos del presente sistema y oponerles resistencia, y ganar gente a desafiar y repudiar el presente sistema putrefacto y sus maneras de pensar, y a hacer suyos el punto de vista y los valores, y la estrategia y el programa de la revolución, acumular fuerzas para esta revolución, y derrotar los esfuerzos de los poderes gobernantes de pulverizar la revolución y su dirección. Ante toda “sacudida” en la sociedad —toda crisis, todo ultraje nuevo, cuando muchas personas cuestionen y opongan resistencia a lo que por lo normal aceptan— es necesario que aprovechemos esto para impulsar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas. Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.

Todo lo anterior tiene por objeto algo muy definido — una situación revolucionaria: en la que el sistema y sus poderes gobernantes estén en una crisis seria y que grandes partes de la sociedad vean la violencia que utilizan para reforzar el presente sistema por lo que es: asesina e ilegítima. En la que se profundicen y agudicen muchísimo los conflictos entre las fuerzas gobernantes — y las masas populares no les respondan siguiendo detrás de un bando u otro de los gobernantes opresores, sino que les respondan sacando provecho de tal situación para acumular fuerzas para la revolución. En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno nuevos que se basen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior.

Cómo podríamos derrotarlos

“Sobre la posibilidad de la revolución” es una declaración muy importante del Partido, que está posteada en revcom.us. Establece las bases —la concepción y doctrina estratégicas— de la manera de combatir con una verdadera posibilidad de triunfar, una vez que se hayan gestado un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas y las condiciones necesarias para una revolución. El presente todavía no es el momento para emprender un combate de tal índole —intentar hacerlo así ahora únicamente conduciría a una derrota devastadora— pero ya está en marcha el trabajo para desarrollar más dicha concepción y doctrina estratégicas con el futuro en mente, y a continuación presentamos algunas de las principales cosas que las fuerzas revolucionarias tendrían que hacer cuando se hayan gestado las condiciones de jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución.

  • Cuando se vislumbre claramente la situación revolucionaria, transformar las fuerzas vertebrales de la revolución en fuerzas de combate organizadas en zonas estratégicas esenciales, llevar a cabo el necesario entrenamiento, obtener el necesario equipo y disponer de las necesidades logísticas básicas de esa fuerza de combate revolucionaria para iniciar la lucha total, y a la vez impedir que el enemigo pulverice a las fuerzas revolucionarias en esa coyuntura crítica. Apoyar a ese núcleo de fuerzas de combate con millones de personas adicionales organizados en poderosas “reservas” para la revolución.
  • Iniciar acciones a lo largo de Estados Unidos, acompañadas de una audaz declaración al mundo, que dejen en claro que existe una fuerza organizada decidida a derrotar a las fuerzas del viejo orden y a hacer nacer un sistema revolucionario nuevo. Al consumar esas acciones iniciales, reagrupar rápidamente las fuerzas para sus acciones “siguientes” y mantener el impulso de la revolución.
  • Contrarrestar la fuerza destructiva superior del enemigo, al esforzarse para combatir únicamente de acuerdo a términos favorables, y al evitar activamente los enfrentamientos decisivos, mismos que determinarían el desenlace de todo, hasta que la “correlación de fuerzas” se haya inclinado abrumadoramente en beneficio de la revolución. Utilizar el equipo capturado al enemigo en las maneras que correspondan a la estrategia de combate de la revolución. Construir y acumular bases de apoyo logísticas y políticas, en zonas estratégicas esenciales, pero sin intentar controlar y gobernar abiertamente ningún territorio, hasta que se haya alcanzado la necesaria “correlación favorable de fuerzas”.
  • Mantener la iniciativa —o, de perderla temporalmente, recuperarla— por medio de la sorpresa y maniobras. Combatir a las maneras que el enemigo no anticipe. Realizar acciones para suscitar desconcierto por el lado del enemigo, desbaratar la concentración y utilización de sus fuerzas y contribuir a su desintegración. Siempre realizar las operaciones y actuar de las maneras que concuerden con el punto de vista y las metas emancipadores de la revolución, y ver que las acciones bárbaras del enemigo se vuelvan en su contra — a fin de ganar mayores fuerzas para la revolución, incluso aquellas que provengan de las filas del enemigo.
  • Combinar la dirección y coordinación estratégicas para la lucha en su totalidad, con acciones e iniciativas descentralizadas de parte de unidades y líderes al nivel local. Apoyarse en el respaldo de las masas, la resultante inteligencia para la revolución y privarle al enemigo de inteligencia, contrarrestar los esfuerzos del enemigo de descubrir, ubicar y aniquilar a la dirección revolucionara y unidades de combate esenciales. Reemplazar rápidamente las fuerzas y los líderes que se pierdan — de manera continua, entrenar y desplegar nuevas fuerzas y líderes.
  • Manejar correctamente la relación entre dicha lucha total y la situación —lo que incluye el carácter y el nivel de la lucha revolucionaria— en los países hacia el sur (y hacia el norte).
  • Cuando la “correlación de fuerzas” se haya inclinado en beneficio de la revolución, realizar operaciones con el objeto de alcanzar el triunfo final, y a la vez seguir “calibrando” esas operaciones de modo que sigan evitando enfrentamientos decisivos hasta que se haya conducido a las fuerzas del viejo orden al borde del precipicio de la derrota final — y de ahí, por fin y completamente, derrotar y desmantelar a las fuerzas enemigas que queden.

Para todo lo anterior es necesario ganar a millones de personas hacia la revolución en el período que conduzca a la maduración de una situación revolucionaria. La oportunidad de derrotarlos, cuando llegue la hora —la oportunidad de deshacerse del presente sistema y hacer nacer algo mucho mejor— está íntegramente relacionada con lo que nosotros hacemos ahora. Es necesario que todo aquel que tenga sed de un mundo radicalmente diferente, sin explotación y opresión y sin todo el innecesario sufrimiento causado por el presente sistema, trabaje ya con una prendida determinación de hacer que lo anterior ocurra, de modo que nosotros tengamos una verdadera oportunidad de ganar.

 

On the Possibility

Ya es hora de difundir estos mensajes a toda la sociedad

"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución es un complemento del Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, posteado el 16 de mayo de 2016 en www.revcom.us. Difunda por todas partes "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revoluciónjunto con “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL”. Ya es hora de correr la voz por toda la sociedad.

Descargue AQUÍ "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución(pdf de 36 x 24 pulgadas): ESPAÑOL | INGLÉS. Descargue AQUÍ “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” (pdf de doble carta): ESPAÑOL | INGLÉS. Se recomienda que se impriman ambos mensajes en papel bond y se cuelguen de maneras apropiadas por todas partes. He aquí una imagen aproximada de su presentación:

¡"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” ya está en forma de folleto!

Instructivo:
Ya se puede descargar el pdf del folleto que contiene: "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución”, “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” y “Puntos de Atención para la Revolución”. El folleto cuenta con 16 páginas, de tamaño media carta (5,5 x 8,5 pulgadas). También se puede imprimir en papel de 6 x 9 pulgadas. Hay dos formatos: 1) Un pdf de 16 páginas individuales y consecutivas. 2) Un pdf con pliegos para llevar a una imprenta: el primer pliego con las páginas 1 y 16, el segundo con las páginas 2 y 15, etc. Cuando se impriman así y se doblen, las páginas saldrán en orden consecutivo. La imprenta explicará qué formato necesita. Que las y los lectores hagan planes para imprimir este folleto de tamaño media carta, recaudar dinero y difundir decenas de miles de ejemplares por todas partes tan pronto como sea posible.

ESPAÑOL:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta

INGLÉS:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
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Revolución #580 30 de enero de 2019

No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico

| Periódico Revolución | revcom.us

 

 

Cada semana, Revolución presenta una cita de Lo BAsico, de Bob Avakian, el manual para la revolución. Alentamos a los Clubs Revolución y a otros lectores, en todas partes, a tomarse el tiempo para discutir la cita, toda la cita, y para escribirnos a revolution.reports@yahoo.com con informes de estas discusiones o reflexiones que se le ocurren al leer la cita.

 

Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian

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No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico

Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian es un libro de citas y ensayos cortos que trata poderosamente las cuestiones esenciales de la revolución y la emancipación humana.

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Revolución #580 30 de enero de 2019

De Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org):

Nuestra misión: Que millones de personas salgan a las calles, exigiendo, En nombre de la humanidad, el Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Nuestra demanda única:

¡En nombre de la humanidad, el Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

¿Cómo se logra eso?

En contra de cada maniobra fascista del régimen de Trump y Pence, hay que responder con más lucha y contar con la participación de cada vez más gente y diversas fuerzas políticas que se oponen a las maniobras de este régimen. Y esta lucha tiene que tener por objetivo y prepararse para nada menos que sacar al régimen en su conjunto por medio de una lucha masiva no violenta de la gente que permanezca en las calles día tras día, creando el calibre de crisis política que podría expulsar al régimen fascistas en su conjunto.

[1] Lo más determinante de estas elecciones recientes es que se consolidó más el programa fascista del régimen de Trump y Pence y se movilizó más completamente su base social fascista. Bombas de pipa enviadas a dirigentes demócratas y la CNN. Una nefanda masacre antisemita. Asesinatos racistas de afroamericanos. Despiadadas mentiras antiinmigrante acerca de una “caravana invasora” a la que los soldados de Estados Unidos se enfrentarán, caravana a la que Trump dijo que deberían disparar si los refugiados arrojan piedras. Trump azuza a sus mítines al estilo de Nuremberg. Además de los dos años que lleva el régimen eviscerando lo que se supone son derechos civiles y legales, prohibiendo a los musulmanes, amarrando a una mayoría en la Corte Suprema fascista, azuzando la violenta supremacía blanca y xenofobia, la odiosa misoginia y rompiendo con alianzas internacionales y aumentando amenazas de guerra. El régimen de Trump y Pence y las fuerzas en él han dicho que consideran esta presidencia como la “última oportunidad” para amarrar su visión para Estados Unidos. Esto continuará y empeorará: ahora Trump despidió a Sessions, ataca a los periodistas, redobla su nacionalismo racista, a menos que sea detenido por las masas de personas que actúan en una oposición feroz y sostenida fuera de los límites de la política como de costumbre.

[2] No cambió esto la mayoría que ganaron los demócratas en la Cámara de Representantes. La oposición demócrata a lo largo de las elecciones y el discurso posterior de Nancy Pelosi rechazaron hacerle frente al fascismo de Trump, pero en cambio normalizaron, acomodaron y luego prometieron colaborar con el régimen el que está trayendo un fascismo estadounidense. Sobre los demócratas, se podría decir: “Primero vinieron por los musulmanes, y yo protesté una vez y luego dejé que se diera... Luego vinieron por los inmigrantes, y voté por la atención médica y no dije nada”. Están decididos a mantener el orden, aunque sea el orden del fascismo, en lugar de correr el riesgo de la inestabilidad que se necesitaría para enfrentar y expulsar al régimen fascista y la pesadilla que están imponiendo.

[3] Las personas que odian y temen toda esta pesadilla y rumbo fascista ahora deben ACTUAR con gran determinación en las calles, a la vez que se organizan para activar a decenas de miles y pronto millones a sumarse a ellos en las calles, con una sostenida determinación hasta que saquemos del poder a este régimen fascista en nombre de la humanidad. Por esto estamos organizando un movimiento, con el objetivo de llevar a cientos de miles y luego millones de personas a las calles, para decir: ¡En nombre de la humanidad: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

 

Rechazar el Fascismo y otros, en apoyo a los migrantes ante el cierre fronterizo por el gobierno de Estados Unidos, San Isidro, California, 25 de noviembre de 2018.

Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) hizo un llamamiento a celebrar protestas el 7 y 10 de noviembre a nivel nacional tras las elecciones a mitad de mandato. Se celebraron en la Ciudad de Nueva York, Atlanta, Boston, Chicago, Cleveland, Detroit, Honolulu, Houston, Los Ángeles, el condado de Orange (California), Filadelfia, San Bernardino (California), San Francisco y Seattle. Aquí presentamos algunas imágenes iniciales que hemos recibido y juntado de varias ciudades. Revcom.us posteará más cobertura en los días por venir.



Ciudad de Nueva York, 10 de noviembre de 2018


Ciudad de Nueva York, 10 de noviembre de 2018


Chicago, 7 de noviembre de 2018


Filadelfia, 10 de noviembre de 2018


San Francisco, 10 de noviembre de 2018


Santa Ana, California, 7 de noviembre de 2018


Houston, 7 de noviembre de 2018


Los Ángeles, 10 de noviembre de 2018


Los Ángeles, 10 de noviembre de 2018


Seattle, 7 de noviembre de 2018

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

Crimen Yanqui

Caso #28: Estados Unidos fomentó una cruenta guerra civil en Angola, 1975-2002

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

American Crime

Lea todos los artículos en la serie Crimen Yanqui

EL CRIMEN

Durante 27 años, de 1975 a 2002, Estados Unidos alimentó una guerra civil reaccionaria y extremadamente sangrienta en Angola, un país en el sur de África. La guerra causó la muerte de medio millón de angoleños, y millones de desalojados.

En 1975, tras años de lucha del pueblo angoleño, Portugal, que había dominado esa zona de África durante siglos, se vio obligado a conceder la independencia a Angola y otras colonias africanas. Estados Unidos había apoyado a Portugal en sus esfuerzos para aplastar a la oposición y mantener su dominio colonial en Angola. Incluso les suministró napalm a los colonizadores portugueses.

Al mismo tiempo, Estados Unidos mantuvo abiertas sus opciones al proporcionar ayuda a uno de los tres grupos en la lucha por la independencia de Angola, el FNLA (Frente Nacional para la Liberación de Angola). El respaldo de Estados Unidos no fue en base al apoyo genuino para una lucha anticolonial por la independencia; era un contrapeso al MPLA (Movimiento Popular para la Liberación de Angola), que recibió el respaldo político y militar de la Unión Soviética. En ese momento, la Unión Soviética era una potencia imperialista que competía globalmente con Estados Unidos. Había un tercer grupo de independencia angoleño: la UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), encabezada por Jonas Savimbi, un señor de la guerra corrupto y brutal, quien tenía vínculos con los gobernantes del Sudáfrica de apartheid.

Con el inminente fin de la dominación portuguesa en 1975, el MPLA emergió como el más grande y mejor organizado de los grupos anticoloniales y estaba a punto de tomarse el poder. Ansioso por mantener su propia influencia en Angola y contrarrestar a los soviéticos, Estados Unidos alentó al FNLA y la UNITA a que no llegaran a un acuerdo con el MPLA, y envió fondos, armas y agentes de la CIA para consolidar al FNLA y la UNITA como fuerzas pro-Estados Unidos y anti-MPLA.

Estados Unidos se involucró profundamente en la guerra civil angoleña, y la Casa Blanca y la CIA negaron públicamente que hubieran intervenido de ninguna forma en el conflicto. La CIA reclutó mercenarios estadounidenses y británicos para operar en Angola contra el MPLA. Libró campañas de desinformación en nombre de los grupos que apoyaba. Alentó al Sudáfrica de apartheid y al régimen brutal de Mobutu Sese Seko en Zaire a que respaldaran al FNLA y la UNITA1. Personal estadounidense volaba entre Zaire y Angola para llevar a cabo misiones de reconocimiento y suministro para ayudar a las fuerzas anti-MPLA.

En 1976, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley de Control de Exportación de Armas (la Enmienda Clark), que prohibía al gobierno de Estados Unidos brindar ayuda directa o indirecta a grupos que participaban en operaciones militares o paramilitares en Angola. La CIA hizo caso omiso de la Enmienda Clark y usó formas secretas para canalizar armas y ayuda a las fuerzas anti-MPLA en Angola2.

La guerra de Angola se dio un gran salto después de la elección de Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos en 1980. Reagan aumentó el apoyo a UNITA y Savimbi. Gran parte de esta ayuda estadounidense se realizó a través del régimen de apartheid en Sudáfrica, que había intervenido directamente en Angola contra el gobierno del MPLA. Según William Blum, “En 1984, un memorándum confidencial sacado de contrabando de Zaire reveló que Estados Unidos y Sudáfrica se habían reunido en noviembre de 1983 para hablar sobre la desestabilización del gobierno angoleño. Elaboraron planes para proporcionar más ayuda militar a la UNITA (el FNLA ya no operaba) y consideraron formas de implementar una amplia gama de tácticas: unificar los movimientos antigubernamentales, estimular el sentimiento popular contra el gobierno, sabotear fábricas y sistemas de transporte, tomar control de puntos estratégicos, interrumpir proyectos angoleños-soviéticos; minar la relaciones entre el gobierno de Angola y los de la Unión Soviética y Cuba, presionar Cuba para que retirara sus tropas, sembrar divisiones en las filas de la dirigencia del MPLA, infiltrar agentes en el ejército angoleño, y aplicar presión para detener el flujo de inversiones extranjeros en Angola”3.

Estados Unidos también consiguió que sus aliados, especialmente Israel, respaldara al régimen del apartheid en Sudáfrica, entrenando a sus militares, proporcionándole tecnología militar, y entrenando a sus agencias de “inteligencia” en el uso de la tortura. Un aspecto importante de esto fue ayudar a Sudáfrica a librar la guerra en Angola. En 1982, Estados Unidos instó al Fondo Monetario Internacional a otorgar a Sudáfrica $1.100 millones en crédito, una cantidad que resultó ser igual al aumento en el gasto militar sudafricano de 1980 a 1982.

En 1985, el Congreso derogó la Enmienda Clark, y esto llevó rápidamente a un salto en la intervención abierta de Estados Unidos en Angola. En 1986, Reagan invitó a Savimbi de la UNITA a la Casa Blanca, donde el más alto funcionario sobre África en la administración de Reagan lo elogió como “uno de los líderes más talentosos y carismáticos de la historia moderna de África”. Después de reunirse con Savimbi, Reagan dijo que podía imaginar una “victoria de UNITA que electrice al mundo” y lo llamó un “luchador por la libertad”. La administración de Reagan le prometió a Savimbi el respaldo de Estados Unidos para una escalada en la guerra contra el MPLA. En enero de 1987, Estados Unidos anuncio que iba a suministrar misiles Stinger y otras armas antiaéreas a las fuerzas anti-MPLA en Angola.

En 1988, Sudáfrica invadió al sur de Angola con una fuerza de invasión fuertemente armada para ayudar a la UNITA a lanzar una ofensiva con el objetivo de apoderarse de la ciudad capital, Luanda. En el área estratégica de Cuito Cuanavale, el ejército sudafricano chocó con fuerzas cubanas armadas que llevaban armas y aviones avanzados suministrados por la Unión Soviética.

Las fuerzas de Sudáfrica y la UNITA sufrieron la derrota en ésta la batalla más grande en África desde la Segunda Guerra Mundial, pero a pesar de este revés Estados Unidos continuó respaldando a la UNITA, y el conflicto angoleño continuó por otros 14 años sangrientos.

La UNITA de Savimbi perdió gran parte de su credibilidad como fuerza de “liberación” debido a su alianza abierta con el apartheid de Sudáfrica y el régimen de Mobutu en Zaire. Pero la UNITA controló las regiones productoras de diamantes de Angola, y una enorme red de contrabando de diamantes (valorados en cientos de millones de dólares al año) le dio a Savimbi la base financiera para continuar la guerra. Compañías sudafricanas vendieron los “diamantes de sangre” producidos en las minas de Angola por trabajadores que trabajaron en condiciones terribles, incluso mortales.

Los gobernantes de Estados Unidos solo disminuyeron su apoyo a sus fuerzas en la guerra civil de Angola en 1993, unos años después de que se cayó la Unión Soviética. El MPLA dejó de afirmar que era “marxista-leninista”, autodenominación que había adoptado cuando lo respaldaba la Unión Soviética, cual país en sí era solo “comunista” en nombre y capitalista-imperialista en realidad. Tras la caída soviética, el MPLA adoptó la socialdemocracia y pidió elecciones multipartidarias y se alineó con Estados Unidos y otros países imperialistas. Durante las elecciones de 1992, Savimbi y la UNITA recibieron menos votos que Jose Dos Santos del MPLA. Savimbi rechazó la legitimidad de las elecciones y volvió a encender la guerra civil con horrorosas consecuencias en cuanto a muertos y destrucción, lo que continuó hasta la muerte de Savimbi en 20024.

Para ese entonces, habían muerto unos 500.000 angoleños y millones se encontraban desplazados internamente. El extenso uso de minas terrestres resultó en una de las más altas tasas de amputados en el mundo. Después de la guerra, quedaron en ruinas buena parte de las instituciones públicas, empresas económicas, instituciones religiosas, infraestructura y sistemas de apoyo vital indispensables como el médico.

Los refugiados que regresaron a Angola en 2003 encontraron un país en el cual, según las Naciones Unidas: “El 80% de la población no tiene acceso a servicios médicos básicos. Más de dos tercios carecen de agua potable. Toda una generación de niños jamás ha abierto un libro escolar. La expectativa de vida es menos de 40 años. Tres de cada 10 niños morirán antes de su quinto cumpleaños”5.

LOS CRIMINALES

El presidente estadounidense Gerald Ford y su secretario de Estado Henry Kissinger: En 1975 Ford era presidente y Kissinger secretario de Estado cuando Estados Unidos intervino en Angola para oponerse a las fuerzas aliadas con la Unión Soviética. El autor William Blum señaló que Kissinger “estaba completamente obsesionado con contrarrestar los avances soviéticas en cualquier parte del mundo, ya sean grandes o triviales, reales o imaginados, fait accompli o anticipados”. Eso se debe a que, habiendo salido de la II Guerra Mundial como la potencia imperialista número uno, ahora se encontraba ante el reto a nivel mundial de la Unión Soviética, que se había vuelto una potencia imperialista tras la derrota del socialismo en ese país a mediados de los años 1950.

La CIA: A mediados de los años 1970, en anticipación de la independencia angoleña de Portugal, la CIA encargó a John Stockwell (un agente con mucha responsabilidad en la guerra de Vietnam y luego en África) con robustecer al FNLA y la UNITA, organizaciones aliadas con Estados Unidos. Más tarde, Stockwell, indignado, dejó de trabajar para la CIA y escribió sobre su trabajo con la CIA en Angola. En su libro Searching for Enemies: A CIA Story [En busca de enemigos, un relato de la CIA], dice: “Durante septiembre y octubre [de 1975], la CIA, con un apoyo notable de varias oficinas gubernamentales y militares estadounidenses de todas partes del mundo, lanzó la polémica guerra a gran escala con una crueldad singular”.

El presidente estadounidense Ronald Reagan: Reagan inició una estrategia militar más agresiva en la contienda y conflicto mundial con la Unión Soviética, la llamada “Doctrina Reagan”. En Angola, eso atizó las llamas de la guerra civil y resultó en un sufrimiento indecible para el pueblo angoleño.

Heritage Foundation: Este “think tank”, grupo de expertos, derechista, cabildeó de parte de las políticas de Ronald Reagan en Angola. Durante su visita a Estados Unidos, Jonas Savimbi de la UNITA alabó a la Heritage Foundation (Fundación Heritage) por su papel crítico en la derogación de la Enmienda Clark: “Cuando visitamos la Heritage Foundation, es como volvernos a casa. Sabemos que nuestro éxito aquí en Washington, al derogar la Enmienda Clark y obtener ayuda estadounidense para nuestra causa, se debe en gran parte a los esfuerzos que ustedes han hecho”.

El régimen de apartheid en Sudáfrica: Desde mediados de los años 1970 hasta principios de los 1990, el régimen de apartheid intervino repetidamente en Angola, enviando soldados y columnas blindadas con el fin de destruir al gobierno del MPLA, aplastar a las fuerzas de liberación africanas y ayudar al imperialismo estadounidense, a la vez que perseguió sus propias ambiciones regionales.

Israel: Desde los primeros años de la guerra civil de Angola, Israel armó a las fuerzas pro Estados Unidos. Tras la aprobación de la Enmienda Clark, de esa manera les proporcionó ayuda importante a la CIA y las administraciones estadounidenses al esquivar las restricciones formales a la ayuda a las fuerzas en Angola.

LA COARTADA

Ya sea que secretamente en el periodo inmediatamente después de que los portugueses se retiraron de Angola, o más abiertamente en los años de Reagan después de 1980, Estados Unidos siempre alegó que representaba la “libertad” y la “democracia” en conflicto con el “comunismo” soviético y tachó de bobos embaucados por el “imperio soviético del mal” a todas las fuerzas que se oponían a Estados Unidos. En 1975, el embajador estadounidense ante la ONU, Patrick Moynihan, declaró que si Estados Unidos no interviniera “los comunistas se apoderarían de Angola y así controlarían fácilmente las rutas de petróleo del golfo Pérsico hacia Europa. Entonces irán a Brasil. Tendrán un trozo grande de África, y el mundo será diferente si tienen éxito”.

EL VERDADERO MOTIVO

En las décadas de los años 1960 y 1970, luchas anticoloniales y antiimperialistas se extendieron por el mundo, asestándoles golpes a Estados Unidos y otras potencias imperialistas del Occidente. Mientras tanto, después de la derrota del socialismo y la restauración del capitalismo en la Unión Soviética a mediados de los años 1950, la URSS había emergido como una potencia imperialista y cabecilla de su propio bloque, retándole a Estados Unidos en lo militar, económico y geoestratégico en muchas partes del mundo.

Angola se convirtió en uno de los campos de batalla en esta contienda imperialista mundial. El secretario de Estado Kissinger, que jugó un papel de primordial importancia en la intervención de la CIA en la guerra civil de Angola, escribió: “Angola representa la primera vez que los soviéticos se han trasladado militarmente a larga distancia para imponer un régimen de su gusto”. Los imperialistas estadounidenses ya tenían un largo historial de “imponer un régimen de su gusto” —a través de golpes de Estado y otros medios— en muchas partes del mundo para avanzar sus intereses, pero esta vez se encontraron ante una potencia imperialista enemiga que maniobraba para establecer su propio punto de apoyo en el sur de África. Los gobernantes estadounidenses consideraron eso como un reto peligroso, y se empeñaron en repelar a sus rivales, a un inmenso costo en vidas humanas en la oprimida nación de Angola.

Fuentes

Aaronovich, David. “The Terrible Legacy of the Reagan Years” [El terrible legado de los años de Reagan], The Guardian, 7 de junio de 2004.

Blum, William. Killing Hope: US Military and CIA Intervention Since World War II. Zed Books, 2014. Asesinando la Esperanza. Intervenciones de la CIA y del Ejército de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005.

Stockwell, John. In Search of Enemies, A CIA Story [En busca de enemigos, un relato de la CIA], Norton, 1978.

The Angolan Civil War (1975-2002) [La guerra civil de Angola (1975-2002)], BlackPast.org.

Crimen Yanqui: Caso #73: El asesinato de Patrice Lumumba, orquestado por la CIA”, revcom.us, 23 de noviembre de 2016

 


1. En 1960, Mobutu había colaborado con la CIA en el golpe de estado contra Patrice Lumumba, el líder nacionalista del Congo (y el posterior asesinato de Lumumba). Por su papel en el golpe y el asesinato, y por poner fin rápidamente a cualquier noción de independencia real para el Congo (que pasó a llamarse Zaire bajo el gobierno de Mobutu), Estados Unidos respaldó el ascenso de Mobutu al poder y su gobierno de 32 años. Con el apoyo de Estados Unidos, gobernó el país con mano de hierro, aplastando a la oposición y acumulando una enorme fortuna personal. Mientras tanto, Estados Unidos tenía rienda suelta para saquear los ricos recursos del Congo. Para más información, vea “Crimen Yanqui: Caso #73: El asesinato de Patrice Lumumba, orquestado por la CIA”.  [regresa]

2. La Unión Soviética contrarrestó la intervención de Estados Unidos sus propias escaladas. Cuando Sudáfrica intervino abiertamente en Angola en 1976, la Unión Soviética se aprovechó del odio generalizado hacia el régimen del apartheid para reforzar su posición en Angola. Los soviéticos subvencionaron el despliegue de decenas de miles de soldados cubanos armados con las últimas armas militares soviéticas para apoyar al MPLA.  [regresa]

3. Killing Hope, Blum.  [regresa]

4. Un análisis de lo que sucedió después de la guerra civil está más allá del ámbito de este artículo, inclusive el hecho de que la camarilla que gobierna hoy en Angola, un país marcado por enormes desigualdades, surgió directamente del MLPA. Les instamos a nuestros lectores que lean la sección “El papel decisivo de la dirección” (páginas 293-305), en la cuarta parte del libro de Bob Avakian El nuevo comunismo, donde comenta sobre el cómo y el por qué fuerzas como el MPLA pasaron de dirigir justas luchas a ser nuevas fuerzas gobernantes opresivas.  [regresa]

5. “Angolans Come Home to ‘Negative Peace’” [Angoleños regresan a una “paz negative”], New York Times, 30 de julio de 2003.  [regresa]

 

 

Angola

El presidente estadounidense Reagan en una reunión en la Casa Blanca con Jonas Savimbi de la UNITA, que recibió el respaldo de Estados Unidos en la guerra civil angoleña, incluido a través del régimen de apartheid en Sudáfrica. (Foto: Dominio Público)

El uso generalizado de minas terrestres a lo largo de la guerra resultó en una de las tasas de amputados más altas del mundo. (Foto: AP)

Las consecuencias de la guerra dejaron en ruinas a Angola con gran parte de su infraestructura y otros sistemas básicos de soporte vital. Aquí, una escuela destruida en la guerra. (Foto: AP)

Después de más de 25 años de guerra civil, tres de cada diez niños no sobrevivieron hasta su quinto cumpleaños. Arriba, niños angoleños desnutridos. (Foto: AP)

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

Crimen Yanqui

Caso #29: La guerra de terror de la Contra en Nicaragua, 1979-1989

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

American Crime

Lea todos los artículos en la serie Crimen Yanqui

EL CRIMEN

Estados Unidos lleva las garras bien clavadas en el pequeño país centroamericano de Nicaragua durante más de 150 años. Mandó sus marines allá en 12 diferentes ocasiones entre 1853 y 1933. Ocupó directamente a Nicaragua durante más de 20 años — de 1912 a 1933. Estados Unidos y otras potencias imperialistas saqueaban al país, aprovechando su tierra fértil para crear una economía orientada a la exportación, especialmente, del café, al servicio de los países de mayor riqueza. Después de que rebeldes nicaragüenses, bajo el liderazgo de Augusto César Sandino, por fin corrió a las fuerzas armadas estadounidenses de su país en 1934, Estados Unidos procuró el asesinato de Sandino e instaló una dictadura militar bajo el general Anastasio Somoza García, cuya familia, en contubernio con Estados Unidos, gobernaría a Nicaragua con lujo de violencia durante los siguientes 43 años1.

En 1979, cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) derrocó a Anastasio Somoza (hijo del gral. Somoza García) y su régimen, Estados Unidos lanzó una sangrienta guerra contrarrevolucionaria de una década de duración contra el pueblo de Nicaragua. Formó y armó a un ejército reaccionario de sustitutos con el objetivo de debilitar, desestabilizar y tratar de derrocar al nuevo régimen encabezado por los sandinistas, que había establecido vínculos con la Unión Soviética, el rival imperialista principal de Estados Unidos en esa época.

La campaña empezó bajo el presidente Jimmy Carter en 1979 e intensificó fuertemente tras la toma del mandato de Ronald Reagan en 1981. En noviembre de ese año, Reagan firmó una Directiva de Seguridad Nacional secreta que autorizó a la CIA a crear un ejército mercenario de 500 hombres para esta tarea2.

Su nombre oficial era la Fuerza Democrática de Nicaragua, pero se les conoció como “La Contra” y “los Contras”, por ser de la “contrarrevolución”. Los Contras eran, en gran parte, ex oficiales y ex soldados de la Guardia Nacional de Somoza, a muchos de los cuales los habían entrenado la marina y otras instituciones militares estadounidenses. (Ya para 1979, más de 4.300 nicaragüenses habían asistido la Escuela de las Américas en el Fuerte Benning, Georgia, una institución conocida por entrenar a asesinos y torturadores. Asesores militares estadounidenses, apostados en Nicaragua durante el reino de Somoza, también entrenaron a otros 4.000 efectivos de la Guardia.) Ya para 1983, la Contra contaba con 16.000 a 20.000 combatientes3.

La CIA de forma textual escribió el manual de instrucción para la Contra, titulado Operaciones sicológicas en la guerra de guerrilla4. Entre otras cosas, recomendó: contratar a “delincuentes profesionales”, “neutralizar” a jueces, ejecutar a civiles, instigar la violencia de turbas, atacar a “blancos blandos” como escuelas, cooperativas y clínicas de salud, y volar refinerías y oleoductos. Durante los años 1980, los Contras cometieron atrocidades, así como sabotaje y otros ataques, desde el interior de Nicaragua y desde bases con apoyo estadounidense en Honduras y Costa Rica5.

Para 1984, grupos de derechos humanos ya venían documentando numerosos informes de los crímenes bárbaros de la Contra: violar, torturar, asesinar, quemar, enceguecer, desmembrar y/o decapitar a civiles sin armas, incluso niños. El gobierno nicaragüense informó que de 1981 a 1984, los Contras habían asesinado a 910 funcionarios gubernamentales y 8.000 civiles6.

Un muchacho de 16 años estaba en un grupo de civiles atacado por los Contras en una redada de madrugada: mataron a 21 personas entre los cinco y 60 años de edad e hirieron a ocho. Recordó: “Cuando terminaron, le prendieron fuego a la camioneta. Desde donde yo estuve tirado, pude escuchar los gemidos y los gritos de los que fueron quemados vivos”7.

Un líder de la Contra se jactó de que la CIA les dio navajas grandes: “Todos querían una navaja como esa, para matar gente, para degollar”. Un sobreviviente de una redada de la Contra en el departamento de Jinotega contó: “A Rosa le cercenaron los senos. Después le abrieron el pecho y le arrancaron el corazón. A los hombres les quebraron los brazos, les cercenaron los testículos, les arrancaron los ojos. Los mataron cortándoles la garganta y jalando la lengua por el tajo”8.

Mientras tanto, testigos a semejantes ultrajes reportaron ver mochilas, tiendas de campaña, botas con el sello de “USA”.

Los imperialistas estadounidenses le cortaron toda asistencia al país y trabajaron para exprimirle la vida al pueblo nicaragüense y a Nicaragua, que incluía estrangular su economía. Redadas de la Contra causaban estragos en los cultivos, impedían la pizca y destruían cujes de tabaco, silos de granos, proyectos de riego y caseríos, así como máquinas, caminos, puentes y camiones. También diezmaba la industria pesquera nicaragüense. En 1982, la corporación estadounidense multinacional Standard Fruit suspendió sus operaciones bananeras, parando los embarques de uno de los principales cultivos de exportación de Nicaragua9. Estados Unidos también presionó al Fondo Monetario Internacional, al Banco Interamericano de Desarrollo, al Banco Mundial y al Mercado Común Europeo para que retuvieran préstamos10.

En 1986, salió a la luz que funcionarios estadounidenses desobedecieron tres diferentes resoluciones legislativas que prohibían financiar o apoyar a la Contra, y que habían vendido armas en secreto a Irán e invertían las ganancias en armas para la Contra. Se llegó a conocer como el asunto Irán-Contra11. La CIA bajo Reagan también usó en secreto el dinero del narcotráfico para financiar sus compras de armas — con aterrizajes de aviones cargados de cocaína en bases en el Estados Unidos continental y de regreso en bases centroamericanas, cargados de armas para la Contra. El aluvión de cocaína contribuyó a crear la “epidemia del crack” que hizo estragos en las zonas urbanas marginadas estadounidenses a principios de los años 1980, que a su vez era uno de los factores que impulsaron la expansión de la encarcelación en masa12.

A fines de 1989, la Casa Blanca anunció que impondría un embargo contra Nicaragua a menos que la candidata pro estadounidense, Violeta Chamorro, ganara en las elecciones presidenciales. Ella sí triunfó, en parte gracias a los 11 millones de dólares de la Fundación Nacional para la Democracia, de Estados Unidos, y debido a la violencia de la Contra durante las elecciones13.

Diez años de guerra patrocinada por Estados Unidos dejaron hasta 50.000 muertos y dejó a Nicaragua como uno de los países más pobres del hemisferio14.

LOS CRIMINALES

El presidente Jimmy Carter autorizó que la CIA suministrara fondos y otras formas de apoyo a las fuerzas antisandinistas antes y después de la caída de Somoza.

El presidente Ronald Reagan (1981-1989) inició y autorizó la guerra de la Contra de ocho años, y fue su principal promotor público, aludiendo cariñosamente a los Contras como “luchadores por la libertad” y “nuestros hermanos”.

La CIA bajo el director William Casey asumió toda responsabilidad para financiar y aportar la experiencia para dirigir, organizar, entrenar, orquestar, equipar y mantener a los Contras, incluido durante el tráfico clandestino de armas y drogas del asunto Irán-Contra.

Equipo de Reagan: Los secretarios de Estado Alexander Haig y George Schultz, que calificó al gobierno sandinista de “un cáncer en nuestro patio trasero”; el ayudante Oliver North y sus jefes, los asesores de Seguridad Nacional Robert MacFarlane y John Poindexter; el secretario de Defensa Casper Weinberger; la embajadora ante las Naciones Unidas Jeanne Kirkpatrick; el director de Comunicaciones Pat Buchanan; el procurador general Ed Meese III; y el secretario de Estado adjunto para Centroamérica Elliot Abrams (al cual Trump hace poco nombró como enviado especial a Venezuela.)

El fundador de la Contra/FDN Enrique Bermúdez, Adolfo Calero, Edén Pastora, el comandante Franklin, más veintenas de otros comandantes de campaña; también los soldados rasos, y todos los que auxiliaban e incitaban a ese ejército mercenario, en Nicaragua, Estados Unidos y otros países.

LA COARTADA

La administración de Reagan dijo que los sandinistas estaban suministrando armas a insurgentes antiestadounidenses en El Salvador y estaban amenazando a Honduras, a otros países centroamericanos, al Canal de Panamá y las vías marítimas en la cuenca del Caribe y el golfo de México. Reagan calificó a Nicaragua bajo los sandinistas de un “calabozo totalitario” que era más opresor que el Sudáfrica bajo el apartheid15.

EL VERDADERO MOTIVO

Aunque los sandinistas no tenían el objetivo de arrancar a Nicaragua de las garras del imperialismo ni de poner fin a todas las formas de opresión, no obstante la revolución sandinista representaba un desafío a la hegemonía imperialista estadounidense sobre Latinoamérica, y en relación con su rivalidad global con la Unión Soviética, que ya para ese entonces era una potencia imperialista en contienda con Estados Unidos a nivel internacional.

Históricamente y hasta la fecha, Estados Unidos ha considerado a México y América Central y Sur como su “patio trasero” a su disposición para saquear, explotar, dominar y —de ser necesario, para sus intereses estratégicos— invadir. Nicaragua no era ninguna excepción.

En 1984, el subdirector de la CIA, Robert Gates, declaró eso de manera explícita en un memorándum interno al director William Casey:

El hecho es que el hemisferio occidental es la esfera de influencia de Estados Unidos. Si hemos decidido abandonar por completo la Doctrina Monroe … pues debemos ahorrar capital política en Washington, reconocer nuestra impotencia y dejar de perder el tiempo a todos16.

Para fines de los años 1970, los gobernantes estadounidenses consideraban que el desafío general principal ante ellos era la intensificación de su rivalidad global con la Unión Soviética. Una manera en que esa rivalidad se agudizaba era en relación con los levantamientos y revoluciones nacionalistas que ocurrían en el mundo y en Centroamérica, a los cuales la Unión Soviética apoyaba activamente o dentro de los cuales maniobraba para sacar ventaja. Tras su derrota en Vietnam, Estados Unidos no se veía con la libertad de invadir u ocupar a países directamente, por lo que se apoyaba en ejércitos de sustitutos como los Contras en la lucha contra los regímenes a los que consideraba pro-soviéticos, y etiquetaba a los carniceros reaccionarios que apoyaban de “rebeldes” o “luchadores por la libertad”. (Durante el mandato de Reagan, Estados Unidos también apoyó a las guerras reaccionarias en El Salvador y Guatemala que masacraron a 75.000 personas en cada uno de esos países centroamericanos).

Ahora, Estados Unidos consideró a los sandinistas como una amenaza porque habían derrotado al viejo orden pro-estadounidense de Somoza y tenían vínculos con Cuba y la Unión Soviética, y por ese motivo montó un desafío agresivo de recuperar el control.

Reagan se puso a movilizar a toda fuerza reaccionaria en Estados Unidos y el mundo por la supremacía estadounidense, y su “patio trasero” era un campo de batalla decisivo. Evitar “otro Cuba” (donde los soviéticos habían logrado conseguir un puente de playa) y parar la expansión de esferas de influencia soviéticas en otras regiones del mundo, llegó a ser la “Doctrina Reagan” de la clase dominante estadounidense. Ejércitos mercenarios con los Contras ponían una cara local a la máquina imperial de matanza a medida que Nicaragua iba convirtiéndose en un frente de batalla clave en su rivalidad imperialista de alto riesgo con la Unión Soviética.

EN SUS PROPIAS PALABRAS

“LA ADMINISTRACIÓN DE REAGAN tiene razón al considerar a Nicaragua como una grave amenaza — a la paz civil y la democracia en Nicaragua y a la estabilidad y la seguridad de la región… ¿Y qué de los Contras? Se han convertido en un instrumento para desbancar a los sandinistas o —en un objetivo casi equivalente— para negarles un monopolio del poder. Pero son un instrumento imperfecto… Pero, como dice la administración, ¿no se disolverían estas dificultades si Estados Unidos dejara sus vacilaciones respecto a los contras y les diera los recursos y la constancia en la política estadounidense que les hace falta para prevalecer?”17 (“Is There a Chance in Nicaragua?” [¿Hay una posibilidad en Nicaragua?], Washington Post, 14 de marzo de 1986).

 


1. William Blum, Asesinando la esperanza. Intervenciones de la CIA y del ejército de los Estados Unidos desde la II Guerra Mundial (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, Cuba, 2005), Anexo 2; Timeline [Cronología]: Nicaragua; HISTORICAL BACKGROUND-The Economy [ANTECEDENTES HISTÓRICOS: La economía] en Tim Merrill, director, Nicaragua: A Country Study [Un estudio de país]. Washington: Oficina de Publicaciones del Gobierno para la Biblioteca del Congreso, 1993.  [regresa]

2. “Reagan gives CIA authority to establish the Contras” [Reagan le otorga autoridad a la CIA para establecer los Contras], History.com.  [regresa]

3. Richard Grossman, “Nicaragua: A Tortured Nation” [Nicaragua: Una nación torturada], Historians Against War [Historiadores Contra la Guerra].  [regresa]

4. “CIA releases full contras manual on ‘psychological operations in guerrilla warfare’” [CIA publica manual completo de la Contra sobre “operaciones sicológicas en la guerra de guerrillas”), Muckrock, 18 de diciembre de 2017.  [regresa]

5. David Model, Lying for the Empire: How to Commit War Crimes with a Straight Face [Mentiras por el imperio: Cómo cometer crímenes de guerra con cara de palo] (Common Courage Press, 2005), p. 179.  [regresa]

6. Blum, p. 293 [edición en inglés]. Vea también, Thomas A. Walker, director, Revolution and Counterrevolution in Nicaragua [Revolución y contrarrevolución en Nicaragua] (Westview Press 1991), p. 375; Holly Sklar, Washington’s War on Nicaragua [La guerra de Washington contra Nicaragua] (South End Press, 1988), p. 179.  [regresa]

7. “Nicaragua Rebels Accused of Abuses” [Rebeldes de Nicaragua acusados de abusos], New York Times, 7 de marzo de 1985.  [regresa]

8. Blum, p. 293 [edición en inglés].  [regresa]

9. Blum, p. 292 [edición en inglés].  [regresa]

10. Blum, pp. 291-292 [edición en inglés].  [regresa]

11. El “Asunto Irán-Contra” reflejaba una aguda lucha entre los gobernantes estadounidenses sobre cómo mejor lidiar con las contradicciones enfrentaban en Centroamérica en relación con su rivalidad intensificada con la Unión Soviética. Se celebraron audiencias y acusaron a varios participantes, pero al último el presidente George H.W. Bush indultó a todos, y ninguno de los criminales fue a la cárcel. PARDONS; Bush Pardons 6 in Iran Affair, Aborting a Weinberger Trial; Prosecutor Assails ‘Cover‑Up’” [INDULTOS; Bush indulta a 6 en Asunto Irán; el aborto de proceso contra Weinberger; el fiscal critica al ‘encubrimiento’], New York Times, 25 de diciembre de 1992.  [regresa]

12. “Crimen yanqui #66: La ‘guerra contra las drogas’: de 1970 al presente”, 12 de marzo de 2017.  [regresa]

13. Blum, p. 304 [edición en inglés].  [regresa]

14. “Legacy of Civil Wars: In Central America, Reagan Remains A Polarizing Figure” [El legado de las guerras civiles: En Centroamérica, Reagan sigue siendo una figura polarizadora], Washington Post, 10 de junio de 2004.  [regresa]

15. Blum, pp. 295, 296, 300 [edición en inglés].  [regresa]

16. Gates afirmó que la guerra de la Contra manejada por la CIA es “en esencia, una política indecisa”. Recomendó que la administración de Reagan iniciara una “campaña integral con el objetivo abierto de hacer caer el régimen”, con “el uso de ataques aéreos” contra blancos militares nicaragüenses. “The Iran-Contra Affair 20 Years On” [A 20 años del Asunto Irán-Contra], The National Security Archive [El Archivo de Seguridad Nacional], 24 de noviembre de 2006.  [regresa]

17. “Is There a Chance in Nicaragua?” [¿Hay una posibilidad en Nicaragua?], Washington Post, 14 de marzo de 1986.  [regresa]

 

  

Una mujer nicaragüense sepulta a su hijo asesinado por los Contras. Los Contras, mercenarios entrenados por la CIA en la Escuela de las Américas en el Fuerte Benning, Georgia, fueron responsables de la masacre de más de 8.000 civiles nicaragüenses y 910 funcionarios estatales, así como de otras atrocidades y crímenes contra la humanidad.


El presidente Ronald Reagan (1981-1989) inició y autorizó la guerra de los Contras de 8 años de duración y fue su principal promotor público, aludiendo cariñosamente a los Contras como “luchadores por la libertad”.


Los restos de un avión derribado por las fuerzas sandinistas, después de haber lanzado desde el aire suministros para los Contras en Nicaragua. (Foto: AP)

Cortos del discurso y sesiones de preguntas y respuestas (en inglés):

Por Qué Nos Hace Falta Una Revolución Real Y Cómo Concretamente Podemos Hacer La Revolución

Bob Avakian responde a la gente que se queja de que los inmigrantes cruzan la frontera, de las preguntas y respuestas

 


Pregunta y respuesta:A raíz de la revolución, ¿México y América Central todavía serían el patio trasero de Estados Unidos?

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

El Partido Republicano es fascista
El Partido Demócrata también es una máquina de masivos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad
¡NO es POSIBLE reformar este sistema — HAY que derrocarlo!

Los republicanos, los demócratas y los crímenes de Estados Unidos contra la humanidad: Un cuadro

| Periódico Revolución | revcom.us

 

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Guerras e intervenciones de Estados Unidos

Presidente

El costo humano

El bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki, agosto 1945

Harry Truman (demócrata)

Mientras Japón pedía la paz y se aproximaba el fin de la Segunda Guerra Mundial, el 6 de agosto Estados Unidos soltó la primera bomba atómica jamás usada sobre la ciudad de Hiroshima. Para fines de 1945, debido al ataque entre 140.000 y 150.000 personas, en su inmensa mayoría civiles, habían perecido y cientos de miles resultaron heridos. El 9 de agosto, Estados Unidos lanzó una bomba aún más poderosa sobre Nagasaki, lo que destruyó la ciudad y dejó 70 mil muertos1.

Intervención militar en la revolución china,
1945-1949

Truman (D)

Para 1945, Japón había sido derrotado en gran parte por décadas de lucha revolucionaria bajo la dirección de Mao Zedong y el Partido Comunista de China. Pronto brotó una guerra civil entre los revolucionarios de China y el reaccionario Partido Nacionalista (Kuomintang / KMT) bajo Chiang Kai-shek. Estados Unidos canalizó miles de millones de dólares de ayuda y equipo militar al KMT. Los aproximadamente 100.000 soldados estadounidenses apostados en China asesoraron, entrenaron, organizaron y apoyaron a las fuerzas de Chiang, incluido el aerotransporte de 500.000 soldados de Chiang a varios frentes de batalla. Sin el respaldo de Estados Unidos, el KMT habría resultado derrotado más, quizás mucho más, rápidamente. Así que la intervención de Estados Unidos prolongó el conflicto y contribuyó significativamente al terrible saldo para el pueblo chino. Se estima que entre 1945 y 1949 ya había causado la muerte de aproximadamente 2.5 millones de chinos, desplazado a millones, colapsado la economía y dejado a decenas de millones desamparados2.

Convertir a Micronesia en un campo de pruebas nucleares, 1946-1962

Truman (D)

Dwight Eisenhower (republicano)

John Kennedy (D)

Entre 1946 y 1962, Estados Unidos convirtió a Micronesia, una región en el oeste del océano Pacífico que comprende miles de islas pequeñas, incluidas las Islas Marshall, en un campo de pruebas nucleares que denominó el “Campo de pruebas del Pacífico”. Llevó a cabo su primera prueba detonando una bomba nuclear sobre el atolón Bikini en 1946, y entre 1947 y 1962 realizó 102 pruebas aéreas, subterráneas y submarinas. De estas pruebas, 67 eran de bombas atómicas.

Evacuaron algunas de las islas antes de las pruebas y las obliteraron. Pero realizaron otras pruebas en islas habitadas y expusieron a la gente a enormes cantidades de lluvia nuclear y muchos sufrieron enfermedades agudas por radiación, como náuseas, vómitos, quemaduras, pérdida de cabello, hipotiroidismo y abortos espontáneos. Algunas personas sirvieron de conejillos de indias en un experimento médico secreto para estudiar los efectos de la radiación en los seres humanos. Hoy, 60 años después de las pruebas, unas islas enteras siguen siendo inhabitables y muchos isleños siguen sufriendo las secuelas, en algunos casos con índices de cáncer de tiroides del 200 por ciento por encima del nivel nacional de referencia3.

Intervención militar en la guerra civil en Grecia, 1947-49

Truman (D)

En 1947, Estados Unidos desplazó al Reino Unido cuyos soldados llevaban tres años tratando de aplastar a los combatientes izquierdistas prosoviéticos que habían expulsado a los invasores nazis de muchas partes de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos armó, entrenó y dirigió a las reaccionarias fuerzas armadas de Grecia en una sangrienta contrainsurgencia contra la guerrilla antifascista que se mantuvo por casi tres años, con el saldo de muchos decenas de miles de muertes antes de rendirse en octubre de 1949. En la “Tercera fase” de esta guerra civil, se calcula que murieron 158.000 y un millón de personas fueron desplazadas de su hogar (incluso mediante una “pacificación” orquestada por Estados Unidos). Después de rendirse, “casi 100.000 combatientes del ELAS [Ejército de Liberación del Pueblo Griego] y simpatizantes de comunistas que servían en las filas del DSE [Ejército Democrático de Grecia] fueron encarcelados, exiliados o ejecutados”. Luego, según un político prominente griego, Estados Unidos “ejerció un control casi dictatorial” sobre Grecia en la esfera económica4.

La guerra de Corea,
1950-53

Truman (D)

Eisenhower (R)

En junio de 1950, Estados Unidos orquestó una invasión de la ONU a Corea con más de 340.000 soldados estadounidenses. Durante los siguientes tres años de combates y bombardeos masivos, fuerzas estadounidenses y fuerzas al mando de Estados Unidos mataron más de tres millones de personas: dos millones de civiles norcoreanos, 500.000 soldados norcoreanos y entre 900.000 y un millón de soldados chinos. También hubo 1.3 millones de bajas surcoreanas, incluidos 400.000 muertos5.

Guerra de Corea 1950-53: Una foto del ejército de Estados Unidos capta la ejecución sumaria en julio 1950 de 1.800 presos políticos sudcoreanos llevada a cabo por el títere Syngman Rhee instaurado por Estados Unidos.

Amenazas nucleares de Estados Unidos contra China y Corea del Norte, 1950-1951

Truman (D)

El 30 de noviembre de 1950, Truman dijo públicamente que Estados Unidos contemplaba usar armas nucleares contra las fuerzas chinas y norcoreanas. Ese día, el Comando Aéreo Estratégico recibió la orden de “estar listo para despachar, sin demora, grupos de bombarderos de medio alcance rumbo al Lejano Oriente… este aumento debería incluir una capacidad atómica”. Desde el gobierno algunos pedían una “guerra limitada” contra China, con ataques aéreos y un bloqueo marítimo. El general Douglas MacArthur, el entonces comandante general de las fuerzas yanquis en Corea, dijo que Estados Unidos debería lanzar entre 30 y 50 bombas atómicas sobre Manchuria y ciudades chinas. (Truman temía que eso pudiera perjudicar los intereses de Estados Unidos y en la primavera de 1951, despidió a MacArthur.)6

Golpe de estado en Irán, 1953

Truman (D)

Eisenhower (R)

El 19 de agosto de 1953, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), junto con la inteligencia británica, lanzó un golpe de estado militar que derrocó al primer ministro popular electo de Irán, Mohammad Mossadeq. En 1951, durante un auge de protesta contra el colonialismo británico, Mossadeq había nacionalizado la compañía petrolera británica Anglo-Iranian Oil Company.

Ese día, turbas organizadas por la CIA, junto con el ejército, se tomaron las calles coreando “¡Viva el Cha! ¡Muera a Mossadeq!” Ardieron batallas campales en las calles. A última hora de la tarde, unidades militares se apoderaron de la casa de Mossadeq, y quebraron la resistencia. Para la noche, 300 yacían muertos, y se había asegurado el trono de Mohammad Reza Cha [Rey] Pahlavi de Irán.

El levantamiento nacionalista fue aplastado. Estados Unidos reemplazó a Gran Bretaña como potencia imperialista dominante en Irán. Se revocó la nacionalización de Mossadeq, y las gigantescas compañías petroleras estadounidenses ahora recibían su tajada del botín, cosechando enormes ganancias. El golpe estableció a Irán como una avanzada militar clave para Estados Unidos contra las luchas regionales de liberación y en su enfrentamiento con la Unión Soviética en la guerra fría.

El cha gobernó como títere de mano dura de Estados Unidos durante 25 años. Alzar la voz en su contra encerraba el peligro de ser arrestado por la SAVAK, su policía secreta entrenada por Estados Unidos. Miles de personas fueron asesinadas, encarceladas y torturadas salvajemente. Incluso amenazaron con torturar a niños frente a sus padres. Cuando millones de iraníes se sublevaron en su contra en 1978-79, el cha mató a balazos a miles de ellos con el respaldo de Estados Unidos, antes de ser desbancado. El golpe de 1953 y lo que siguió contribuyeron a allanar el camino para una nueva pesadilla iraní: la fundación de la República Islámica de Irán en 19797.

Estados Unidos amenaza con un ataque nuclear a la revolución iraquí de 1958

Eisenhower (R)

Después de que la monarquía iraquí pro-occidental fuera derrocada en un golpe de estado militar nacionalista, Estados Unidos amenazó con librar una guerra contra la nueva república. Se declaró en alerta mundial a las fuerzas estadounidenses, con el Comando Aéreo Estratégico, y 70 embarcaciones navales, cientos de aeronaves y 14.000 infantes de la marina fueron despachados al vecino Líbano, con una unidad atómica con artillería capaz de disparar proyectiles nucleares. Eisenhower había ordenado en secreto que los militares se prepararan para usar armas nucleares para evitar la toma de los yacimientos petrolíferos de Kuwait por Irak. En respuesta a las amenazas y despliegues de Estados Unidos, la Unión Soviética inició maniobras a gran escala en sus fronteras con Turquía e Irán. “Antes de que la composición y las intenciones de la nueva República de Irak resultaran claras, una ‘guerra general’ era una posibilidad real”, según un periodista8.

Guerra de Vietnam, 1961-1975

Eisenhower (R)

John Kennedy (D)

Lyndon Johnson (D)

Richard Nixon (R)

Gerald Ford (R)

Estados Unidos envió asesores militares, luego más de 500.000 soldados y soltó millones de toneladas de bombas con el fin de derrotar la lucha de liberación nacional del pueblo vietnamita e impedir que la China revolucionaria o la Unión Soviética imperialista fortalecieran su influencia en el sudeste asiático. Para cuando la guerra terminó en la derrota de Estados Unidos en abril de 1975, el ejército yanqui ya había masacrado unos dos millones de civiles y un millón de soldados vietnamitas9.

Masacre de My Lai.
Foto: Wikimedia Commons

Planes para una guerra nuclear con la Unión Soviética y China, años 1950 y 1960

Truman (D)

Eisenhower (R)

Kennedy (D)

El denunciante Daniel Ellsberg vio una copia de estos planes en 1961. Después escribió: “El Estado Mayor Conjunto calcula que, como resultado de un primer golpe de Estados Unidos apuntado a la Unión Soviética, sus satélites del Pacto de Varsovia y China, habría un saldo total unos 600 millones de muertes. O sea, cien Holocaustos”10.

El asesinato de Patrice Lumumba en el Congo y la instauración del carnicero Mobutu, 1961-1997

Eisenhower (R)

Kennedy (D)

Lyndon B. Johnson (D)

Richard Nixon (R)

Gerald Ford (R)

Jimmy Carter (D)

Ronald Reagan (R)

George H.W. Bush (R)

Bill Clinton (D)

El 17 de enero de 1961, un pelotón de fusilamiento mató al líder anticolonialista congoleño Patrice Lumumba, pocos meses después de haber sido elegido primer ministro de la recién fundada República del Congo. Llevaron a cabo este brutal asesinato los enemigos congoleños de Lumumba, pero fue el presidente Eisenhower quien lo ordenó en agosto de 1960 y el director de la CIA, Allen Dulles, quien lo organizó, el que le escribió al jefe de estación de la CIA en el Congo que “quitar a Lumumba debe ser un objetivo urgente y primario”.

El asesinato de Lumumba, quien se esforzaba por utilizar los inmensos recursos minerales del Congo para mejorar la vida de su gente, y luego en 1965 la instauración del brutal régimen de Mobutu Sese Seko, convirtieron al Congo en un bastión para la intervención política y militar de Estados Unidos en África durante casi tres décadas. Mientras el imperialismo global y Mobutu saqueaban al país, los congoleños sufrían una esclavización infernal y miseria medieval. “¿Cómo puedo describir... la sensación de tener en mis brazos a un niño medio muerto por falta de proteínas”, escribió un testigo presencial, “su cabello de color anaranjado enfermizo, su cara hinchada y tumefacta, su abdomen un globo sobreinflado?” Mientras tanto, Carter intervino para salvar a Mobutu en 1977 y 1978, Reagan lo elogió como “una voz de buen sentido y buena voluntad” y George H.W. Bush lo llamó “nuestro mejor amigo en África”11.

La invasión de Playa Girón, 1961

Kennedy (D)

Estados Unidos intentó provocar el derrocamiento del gobierno de Cuba, encabezado por Fidel Castro, mediante la organización de esta invasión de exiliados cubanos reaccionarios. La intentona fue derrotada, pero durante los combates, de 2.000 a 6.000 soldados cubanos, milicianos y otros resultaron muertos, lesionados o desaparecidos12.

La crisis de los misiles, Cuba, 1962

Kennedy (D)

Estados Unidos realizaba operaciones secretas para derrocar al gobierno de Cuba (y en otro frente, también había emplazado misiles nucleares en Turquía apuntados a la Unión Soviética). A solicitud de Cuba, la Unión Soviética emplazó 36 misiles nucleares en Cuba. Estados Unidos exigió el retiro de los misiles, envió aviones de espionaje U-2 para sobrevolar Cuba (uno fue derribado), impuso un bloqueo naval a Cuba, lanzó cargas de profundidad cerca de un submarino soviético averiado, contempló una invasión y declaró una alerta DEFCOM 2 para sus fuerzas nucleares, la alerta más alta excepto una guerra nuclear. Por 13 días, antes de resolverse la crisis, el mundo estuvo al borde del precipicio de un holocausto nuclear13.

Invasión a la República Dominicana, 1965

Johnson (D)

El 28 de abril de 1965, 22 mil marines y otros soldados yanquis invadieron a la República Dominicana para aplastar un justo levantamiento de masas contra la tiranía pro yanqui ahí. El saldo fue de 3.000 a 4.000 dominicanos muertos; si bien otros calculan que la cifra de muertos rondaba de 6.000 a 10.00014.

Baño de sangre en Indonesia orquestado por la CIA, 1965-1966

Johnson (D)

Durante muchos meses, a partir del fin de 1965, el reaccionario ejército indonesio, al mando del general proestadounidense Suharto, así como otras fuerzas reaccionarias que había azuzado, realizaban masacres al por mayor. Estados Unidos puso en marcha, respaldó y orquestó este masivo baño de sangre, con el suministro al régimen de equipo, armamento y un total de decenas de miles de millones de dólares. Asesores de la CIA aconsejaron a los generales indonesios y les dieron una “lista negra” de 5.000 personas; después de matarlas, tacharon sus nombres, uno por uno, de la lista. Al terminar el baño de sangre, se registró un saldo de muertes de al menos 500.000, quizá más de un millón, de personas, entre ellas miembros del Partido Comunista de Indonesia, sindicalistas, intelectuales, maestros, defensores de la reforma agraria, campesinos del común, gente de origen chino, mujeres y niños. Otros cientos de miles fueron arrestados y torturados15.

Bombardeo de Laos,
1965-1973

Johnson (D)

Nixon (R)

Durante la guerra de Vietnam, aeronaves yanquis descargaron dos millones de toneladas de bombas, entre ellas bombas de racimo, sobre el pequeño país vecino de Laos, más de lo que descargaron sobre Alemania y Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Jamás se han rendido cuentas de cuántos resultaron muertos o lesionados como resultado del bombardeo, pero más de 20.000 han resultado muertos o mutilados debido a artefactos explosivos sin detonar, como bombas de racimo, en las décadas desde el fin de la guerra16.

Bombardeo de Camboya, 1969-1973

Nixon (R)

Durante la guerra de Vietnam, Estados Unidos también realizó bombardeos de saturación a Camboya, y mató directa o indirectamente de 100 mil a 600 mil personas, en su mayoría civiles. Es probable que, durante esos años, cientos de miles más murieran debido al desplazamiento, enfermedades y hambruna. Más de dos millones, más del 25% de la población, fueron expulsados de sus hogares en el campo17.

Bombardeo navideño a Vietnam del Norte: del 18 al 29 de diciembre de 1972

Nixon (R)

Estados Unidos bombardeó al por mayor a las ciudades densamente pobladas de Hanói and Haiphong con el fin de obligar a Vietnam del Norte a hacer concesiones en las negociaciones para terminar la guerra. Dice que 1.600 civiles resultaron muertos pero fuentes vietnamitas estiman que había 2.300 muertes de civiles, con unas 1.500 tan sólo en Hanói18.

Golpe de estado militar en Chile organizado por la CIA, 1973

Nixon (R)

Comenzando en la madrugada del 11 de septiembre de 1973, las fuerzas armadas chilenas, con la dirección política y el respaldo secreto de Estados Unidos, llevaron a cabo un golpe de estado contra el gobierno izquierdista del presidente Salvador Allende. Ejecutaron a más de tres mil chilenos, desaparecieron a miles más y torturaron a decenas de miles; durante el golpe arrestaron en redadas a más de 140.000 personas y en los pocos años siguientes, forzaron al exilio a posiblemente un millón de personas de una población de 11 millones19.

Estados Unidos fomenta una guerra civil en Angola, 1975-1994

Ford (R)

Carter (D)

Reagan (R)

George H.W. Bush (R)

Clinton (D)

En la década de 1960, cuando el pueblo angoleño luchaba por quitarse el yugo del colonialismo portugués, Estados Unidos respaldó los esfuerzos del gobierno portugués de aplastar su lucha, incluido el suministro de napalm (gelatina incendiaria) al régimen colonial. En 1975, cuando Portugal terminó su dominio y el MPLA angoleño estaba a punto de tomar el poder, Estados Unidos comenzó a armar, financiar y dar ayuda militar a los reaccionarios verdugos anti-MPLA de la UNITA encabezada por Jonas Savimbi. Estados Unidos también respaldó la intervención militar de Sudáfrica en Angola para debilitar o derrocar al gobierno del MPLA, impedir que la Unión Soviética o su aliada Cuba cobraran influencia en el sur de África y ayudar a preservar el gobierno de apartheid de Sudáfrica. Se desató una guerra civil cruenta que duró hasta 2002. Cerca de 500.000 resultaron muertos, más de cuatro millones fueron expulsados de sus hogares y la sociedad fue devastada. Los gobernantes de Estados Unidos redujeron su apoyo a la guerra civil en 1993 cuando la Unión Soviética se había derrumbado. Tras la guerra, “un 80 por ciento de la población no tiene acceso a una atención médica básica. Más de dos tercios no tienen agua entubada. Una generación entera de niños nunca ha abierto un libro de texto. La esperanza de vida es de menos de 40 años. Tres de cada diez niños se morirán antes de cumplir los cinco años”, según el New York Times20.

Impulsar de manera encubierta el terror en Mozambique, 1977-1992

Carter (D)

Reagan (R)

George H.W. Bush (R)

Entre 1977 y 1992, Estados Unidos impulsó de manera encubierta una guerra reaccionaria y una cruenta campaña de terror en masa en Mozambique, un país en el sur de África. Esta nueva nación independiente fue gobernada por el Frente para la Liberación de Mozambique (FRELIMO), un partido nacionalista que contó con la ayuda de la Unión Soviética. Los estados colonos blancos de Rodesia (ahora Zimbabue) y Sudáfrica, con el respaldo secreto de Estados Unidos, formaron, apoyaron y armaron a la “Resistencia Nacional de Mozambique” (RENAMO). Su objetivo: obligar a Mozambique a dejar de apoyar a la lucha justa contra el apartheid en Sudáfrica, presionarlo para entrar a las garras del imperialismo occidental e impedir que la Unión Soviética imperialista ganara puntos de apoyo en el sur de África.

RENAMO cometió de modo sistemático crímenes contra la humanidad como parte de una estrategia para paralizar y desestabilizar al gobierno de Mozambique. Secuestró a niños para ser sus soldados. Obligó a los aldeanos a cultivar alimentos y transportar municiones, y convirtió a las mujeres de las aldeas en esclavas sexuales, todo lo que devastó la agricultura (así como la infraestructura del país) y causó inanición en masa y hambrunas que mataron cientos de miles. Llevó a cabo masacres brutales, como la matanza de 424 civiles en 1987, incluidos pacientes de un hospital en la ciudad de Homoine, y mató directamente a unas 100.000 personas en total. El aliado de Estados Unidos, Sudáfrica, le dio a RENAMO apoyo logístico, militar y financiero, y también llevó a cabo ataques directos en Mozambique, incluidos ataques transfronterizos, bombardeos aéreos, sabotaje, asesinatos, secuestros e incluso una invasión en 1986 con el fin de cortar Mozambique por la mitad. Entre 600.000 y un millón de personas murieron por causas relacionadas con la guerra.

Estados Unidos apoyó en secreto esta matanza, mediante partes privadas (por ejemplo, la derechista Heritage Foundation le dio a RENAMO oficinas en Washington, D.C.) y el respaldo encubierto a Sudáfrica. El autor Mahmood Mamdani resumió: “En pocas palabras, después de la derrota en Vietnam y el escándalo de Watergate, Estados Unidos decidió aprovechar, e incluso cultivar, el terrorismo en la lucha contra los regímenes que consideraba prosoviéticos”21.

Apoyo al genocidio indonesio en Timor del Este, 1975-1999

Ford (R)

Carter (D)

Reagan (R)

George H.W. Bush (R)

Clinton (D)

La noche del 6 de diciembre de 1975, el presidente Ford y el secretario de Estado Henry Kissinger se reunieron con su íntimo aliado, el dictador Suharto (quien encabezó la matanza en masa de gente de izquierda de 1965 y luego montó un golpe de estado militar en 1967, todo con el aval de Estados Unidos), y le dieron el visto bueno a la invasión a su vecino, Timor del Este. “El resultado fue uno de los peores genocidios del siglo 20. Se calcula que, con una política de masacres cometidas por el ejército y hambruna impuesta, murió un tercio de la población. Muchos de los que se quedaban fueron encarcelados y torturados por militares armados y entrenados por Estados Unidos”. La masacre continuó por casi 25 años. En 1999, cuando los timorenses votaron por independizarse de Indonesia, fuerzas pro indonesias masacraron a unas 14 mil personas. Unos meses después, el presidente yanqui, en ese entonces Clinton, de nuevo se reunía con Suharto para fortalecer sus lazos con el régimen asesino22.

Guerra de sustitutos de Estados Unidos contra la Unión Soviética en Afganistán, 1979-1989

 

Carter (D)

Reagan (R)

En cuanto la Unión Soviética, el principal rival imperialista de Estados Unidos, invadiera a Afganistán en 1979, Estados Unidos, junto con Pakistán y Arabia Saudita, armaron, organizaron y financiaron a reaccionarios muyahidines fundamentalistas islámicos (que más tarde se convertirían en el Talibán en Afganistán y en el Al Qaeda de Osama bin Laden) para librar una guerra contra las fuerzas soviéticas y el régimen afgano que respaldaba. Cuando las fuerzas soviéticas por fin se retiraron de Afganistán en 1989, de 800.000 y 1.5 millones de afganis (junto con 15.000 soldados soviéticos) habían resultado muertos en este reaccionario baño de sangre, y cinco millones de afganis, un tercio de la población, habían sido expulsados del país como refugiados23.

Estados Unidos amenaza con una guerra nuclear táctica respecto a Irán, 1980

Carter (D)

Durante e inmediatamente después de la revolución iraní de 1979, Estados Unidos y la Unión Soviética intercambiaron una serie de advertencias y amenazas de altos riesgos, respaldadas por maniobras militares y alertas nucleares, para mantener o aumentar su influencia en Irán. En agosto de 1980, Estados Unidos advirtió a los soviéticos que cualquier maniobra para entrar en Irán llevaría a un enfrentamiento militar directo. Estas opciones incluían el uso de armas nucleares tácticas. Por primera vez, escribió posteriormente el asesor de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski, “Estados Unidos buscó deliberadamente la capacidad para sí mismo de manejar un conflicto nuclear prolongado”24.

Estados Unidos respalda a los escuadrones de la muerte salvadoreños, 1980-1992

Carter (D)

Reagan (R)

George H.W. Bush (R)

Para aplastar una lucha de guerrillas contra su brutal régimen títere, Estados Unidos apoyó, financió y armó a los escuadrones de la muerte que llevaron a cabo ejecuciones extrajudiciales y masacres que dejaron hasta 75.000 muertos ahí25.

Impulsar la guerra entre Irán e Irak, 1980-1988

Carter (D)

Reagan (R)

En septiembre de 1980, Sadam Husein de Irak invadió a Irán con el aval de Estados Unidos. Su meta común: debilitar o hacer caer a la nueva República Islámica. Estados Unidos vendió (o hizo que los aliados le vendieran) armamento a Irak, como la capacidad de fabricar armas químicas y biológicas (las que Irak usó contra Irán) y le proporcionó inteligencia militar. Durante un período, Estados Unidos también suministró armas a Irán. Las maquinaciones de Estados Unidos contribuyeron a prolongar la guerra y empeoraron la matanza: los cálculos conservadores estiman que la cifra de muertos fue de 262.000 a 367.000 iraníes y 105.000 iraquíes, más unos 700.000 lesionados o heridos entre los dos bandos26.

La guerra de la Contra patrocinada por Estados Unidos en Nicaragua, 1981-1988

Reagan (R)

George H.W. Bush (R)

Después de que los sandinistas derrocaron la dictadura pro-yanqui de Somoza en 1978, y establecieron lazos amistosos con la Unión Soviética, Estados Unidos estaba decidido a derrocarlos. “Durante ocho años terribles, la gente de Nicaragua estuvo bajo ataque del ejército de sustitutos de Washington, la Contra, formado por los despiadados efectivos de la Guardia Nacional de Somoza y otros partidarios del dictador. Fue una guerra total... incendió escuelas y centros médicos, violó, torturó, minó puertos, bombardeó y atacó con ametralladora”. Hasta 50.000 personas resultaron muertas. En 1990, Estados Unidos forzó “elecciones libres” con la amenaza de un aumento del terror si la gente apoyaba al gobierno sandinista. Éste cayó. Hoy, Nicaragua es una de las naciones más pobres y con más violencia del hemisferio27.

Genocidio avalado por Estados Unidos en Guatemala, 1982-1983

Reagan (R)

En 1982, Estados Unidos respaldó un golpe de estado militar del general José Efraín Ríos Montt, un fundamentalista cristiano, quien luego emprendió un embate genocida contra la población indígena maya. Con la ayuda y apoyo de Estados Unidos, el ejército de Guatemala destruyó sistemáticamente más de 600 aldeas mayas y masacró unas 75.000 personas. La despiadada guerra del régimen militar, apoyada por Estados Unidos, contra los opositores de izquierda y campesinos (que se inició en la década de 1960) continuó hasta 1996. Durante esas décadas, se estima que unas 200.000 personas fueron desaparecidas o asesinadas28.

1982-1983: Armado y respaldado por Estados Unidos, el ejército guatemalteco destruyó sistemáticamente más de 600 aldeas mayas indígenas y masacró unas 75.000 personas.

La invasión de Granada, 1983

 

Reagan (R)

Estados Unidos invadió a esta pequeña nación isleña para derrocar a su gobierno de izquierda, una acción que la ONU denunció como una violación “flagrante” del derecho internacional. Las fuerzas estadounidenses mataron 45 granadinos y 25 cubanos que trabajaban ahí en apoyo del gobierno de Granada e hirieron un total de 396 granadinos y cubanos29.

La complicidad estadounidense en la masacre de los kurdos iraquíes, 1987-1988

Reagan (R)

Después de facilitar el desarrollo de armas químicas por Irak, Estados Unidos se hizo de la vista gorda y continuó apoyándolo cuando las usó contra los kurdos iraquíes. Hasta 60.000 personas fueron masacradas, entre ellas 5 mil en un ataque con gas en Halabja, según calcula un académico iraquí. Un oficial de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) le dijo al New York Times que el Pentágono “no se horrorizó tanto por el uso de gas por Irak. Era tan sólo otra forma de matar gente, sea con bala o con fosgeno, no había ninguna diferencia”30.

El derribo del vuelo 655 de Iran Air, 1988

Reagan (R)

El 2 de julio de 1988, cuando Estados Unidos buscaba poner fin a la guerra de ocho años entre Irán e Irak, el buque de guerra naval USS Vincennes derribó un avión de pasajeros civil iraní no armado, el vuelo 655 de Iran Air, mientras sobrevolaba el golfo Pérsico. Los 290 pasajeros a bordo resultaron muertos31.

La invasión de Panamá, 1989-1990

George H.W. Bush (R)

El 20 de diciembre de 1989, las fuerzas armadas de Estados Unidos invadieron a Panamá con 27.684 efectivos y 300 aeronaves, desbancaron a Manuel Noriega y sus Fuerzas de Defensa de Panamá. Destruyeron barrios enteros y se estima que mataron de 3.000 a 6.000 panameños, en su mayoría civiles32.

El 20 de diciembre de 1989, las fuerzas armadas de Estados Unidos invadieron a Panamá con 27.500 efectivos y 300 aeronaves. Mataron miles de civiles y desbancaron a Manuel Noriega. (Foto: AP)

La guerra del golfo Pérsico: la embestida estadounidense a Irak, 1990-1991

George H.W. Bush (R)

Del 16 de enero al 27 de febrero de 1991, Estados Unidos libró una guerra contra Irak con el fin de fortalecer su dominio en el golfo Pérsico y establecer las pautas del “nuevo orden mundial” pos-soviético el cual buscaba establecer. Esta guerra dejó unos 100.000 soldados iraquíes muertos y 300.000 lesionados. La guerra también causó la muerte de 70.000 civiles al enero de 199233.

Sanciones asesinas de Estados Unidos y la ONU a Irak, 1990-2003

 

George H.W. Bush (R)

Clinton (D)

George W. Bush (R)

 

Durante los meses previos a la guerra del golfo Pérsico de enero a marzo de 1991, Estados Unidos y la ONU impusieron un bloqueo económico paralizador a Irak. Luego, durante la guerra, bombarderos de Estados Unidos destruyeron buena parte de su infraestructura, como la red de electricidad, plantas purificadoras de agua y los sistemas para el tratamiento de aguas residuales. Para 1997, la ONU ya informaba que más de 1.2 millones de iraquíes habían muerto como resultado de la escasez de medicamentos causada por la guerra y las sanciones, entre ellos 750.000 menores de cinco años. Una investigación de 1999 halló que los menores de cinco años morían al doble del índice de antes de la guerra del Golfo. O sea, unos 5.000 menores de cinco años se morían cada mes gracias a las acciones de Estados Unidos34.

Irak, 2004.
Una mujer iraquí busca tratamiento para su hijo de tres meses de edad por la deshidratación causada por las sanciones de Estados Unidos. (Foto: AP)

Intervención militar en la ex Yugoslavia, Bosnia 1994-1995; Serbia, 1999

Clinton (D)

En la década de 1990, la República de Yugoslavia plurinacional fue destrozada por las fuerzas del nacionalismo reaccionario, impulsadas, respaldadas y manipuladas por Alemania, Rusia, Estados Unidos y otras potencias imperialistas. Una compleja serie de guerras brutales estalló en la que murieron más de 100.000. En varios momentos, la OTAN, bajo el mando de Estados Unidos, intervino para configurar el desenlace en correspondencia con los intereses de Estados Unidos, mediante sus propios crímenes de guerra. Tan sólo en abril de 1999, aeronaves de la OTAN realizaron cientos de misiones, que destruyeron casas, complejos de apartamentos y puentes, y mataron más de 100 civiles en Kosovo y Serbia35.

Invasión y ocupación a Afganistán, de 2001 al presente

George W. Bush (R)

Barack Obama (D)

Donald Trump (R)

En octubre de 2001, fuerzas de Estados Unidos invadieron a Afganistán, sacaron del poder al régimen fundamentalista islámico del Talibán e instalaron una “República Islámica” pro estadounidense ampliamente odiada. Pero Estados Unidos nunca ha logrado derrotar al Talibán o estabilizar al país, y la guerra aérea y terrestre ha continuado desde ese entonces. Para agosto de 2016, unas 111.000 personas ya habían resultado muertas y más de 116.000 heridas. Más de 31.000 de los muertos eran civiles afganis36.

Afganistán, 2008.
Niños muertos debido a los ataques aéreos de Estados Unidos, Kabul, Afganistán, 2008. (Foto: AP)

Invasión, ocupación e intervención continua en Irak, del 2003 al presente

George W. Bush (R)

Obama (D)

Trump (R)

En 2003, Estados Unidos invadió a Irak y derrocó al régimen de Sadam Husein pretextando la mentira de que Irak poseía armas de destrucción masiva. La guerra y ocupación estadounidense prendieron una resistencia armada y llevaron al auge del yihadismo islámico reaccionario y el conflicto étnico-sectario que continúa al día de hoy. De 2003 a 2016, 251.000 iraquíes murieron en la guerra, entre ellos de 168.239 a 187.378 civiles. Otros estudios estiman que de 1.2 a 1.4 millones (y tal vez hasta 2.4 millones) han muerto a causa de los impactos directos e indirectos de la guerra. Más de 4.2 millones de iraquíes han resultado heridos y al menos 4.5 millones han sido desplazados de sus hogares al año 201637.

La guerra de Estados Unidos, Reino Unido y Francia contra Libia, 2011

Obama (D)

En marzo de 2011, Estados Unidos, Reino Unido y Francia aprovecharon un levantamiento de masas contra el opresivo gobierno de Muamar el Gadafi, de 42 años de duración, para emprender una guerra. Su meta: derrocarlo y fortalecer su control sobre Libia. Durante los siguientes siete meses, la coalición encabezada por Estados Unidos realizó extensos bombardeos y operaciones militares. Para octubre, entre 10.000 y 30.000 personas ya habían resultado muertas y el régimen de Gadafi había sido destrozado. Libia se convirtió en un campo de batalla entre los reaccionarios, y la vida se convirtió en una pesadilla para el pueblo, con escaseces de alimentos, agua y electricidad. Un tercio de la población no tenía atención médica, y medio millón de personas fueron obligadas a huir de sus hogares38.

Armas, respaldo y gestiones para la guerra encabezada por Arabia Saudita en Yemen, 2015 al presente

Obama (D)

Trump (R)

En marzo de 2015, Arabia Saudita, con armamento, apoyo técnico y respaldo político de Estados Unidos, emprendió una guerra contra el movimiento hutí de Yemen el que había tomado el poder. Desde ese entonces, se han matado de 57.000 a 60.000, principalmente mediante ataques aéreos sauditas. Han bombardeado los sistemas de alimentos, agua y atención médica de Yemen, y masificado el hambre y las enfermedades. Como resultado, al menos 85.000 niños se han muerto de hambre, y tan sólo en 2016 y 2017, 113.000 niños murieron de hambre o de enfermedades prevenibles. Ahora, 14 millones de yemeníes están al borde de la hambruna39.

El apoyo de Estados Unidos a las guerras israelíes, del 1948 al presente

Truman (D)

La Nakba (1948)

Israel fue creado mediante la derrota de los ejércitos de Egipto, Jordania, Siria e Irak en una guerra y mediante la expulsión violenta de los palestinos de sus tierras y hogares. Entre 1947 y 1949, expulsaron al menos 750.000 palestinos, de una población de 1.9 millones, y los convirtieron en refugiados. Las fuerzas sionistas se apoderaron de más del 78 por ciento de la Palestina histórica, limpiaron étnicamente y destrozaron unas 530 aldeas y ciudades y mataron unos 15.000 palestinos en una serie de atrocidades en masa, entre ellas más de 70 masacres. Estados Unidos apoyó la fundación de Israel por ser una oportunidad para socavar la influencia británica en la región y fortalecer la suya. Uno de los ayudantes de Truman argumentó que Israel “podía convertirse en un recurso estratégico, una especie de portaaviones estacionario para proteger los intereses estadounidenses en el Mediterráneo y el Medio Oriente”40.

 

Johnson (D)

La guerra de 1967 [“Guerra de los seis días”] (del 5 al 10 de junio de 1967)

En 1967, Israel lanzó una guerra preventiva contra Egipto, Siria y Jordania, lo que paralizó sus fuerzas aéreas. Luego, Israel montó una ofensiva terrestre exitosa, se apoderó de la península de Sinaí y la franja de Gaza a Egipto; Cisjordania y Jerusalén oriental a Jordania; y los Altos del Golán a Siria. Egipto sufrió más de 11.000 bajas, y 6.000 para Jordania y mil para Siria, en comparación con tan sólo 700 para Israel. Esta aplastante victoria militar convenció a los estrategas de Estados Unidos que Israel era el aliado clave para amarrar la dominación estadounidense en el Medio Oriente. Estados Unidos comenzó a suministrar a Israel armamento y cazas de combate de última generación, el inicio de un masivo torrente de ayuda militar de Estados Unidos que continúa al día de hoy. (Desde la fundación de Israel, Estados Unidos le ha dado la increíble cantidad de $134.000 mil millones de ayuda, incluido más de 94 mil millones de ayuda militar — muchísimo más que a cualquier otro país). Esto estableció la superioridad militar de Israel sobre los regímenes árabes, e Israel servía cada vez más de sustituto y perro de ataque de Estados Unidos, no solo en el Medio Oriente, sino en todo el mundo41.

 

Nixon (R)

 

La guerra árabe-israelí de 1973 (del 6 al 26 de octubre de 1973)

Se inició después de que una coalición de estados árabes encabezada por Egipto y Siria combatieron para recuperar las tierras que Israel había tomado en la guerra de 1967. La estimación más baja de víctimas es de 8.000 muertos (5.000 egipcios y 3.000 sirios) y 18.000 heridos. La estimación más alta es de 18.500 muertos (15.000 egipcios y 3.500 sirios). Estados Unidos respaldó incondicionalmente a Israel, e incluso puso en alerta a sus fuerzas nucleares como advertencia a los soviéticos contra una intervención unilateral en la guerra. Consideraba esta guerra (y la de junio de 1967) como una manera de aporrear a los países árabes vecinos y demostrar, como dijo el entonces secretario de Estado Kissinger, “los límites de la influencia soviética”. También tenían por objeto aplastar la lucha de liberación palestina, en ese entonces el movimiento más revolucionario y ampliamente influyente de la región42.

 

Reagan (R)

La guerra del Líbano de 1982 (de junio a septiembre de 1982).

Las Fuerzas de Defensa de Israel invadieron al sur del Líbano con las metas de expulsar a la Organización para la Liberación de Palestina, quitar la influencia siria sobre El Líbano e instaurar un gobierno cristiano pro israelí. Para el fin de la segunda semana, las cifras de la Cruz Roja Internacional y la policía libanesa ya afirmaban la muerte de 14.000 y 20.000 lesionados, en su mayoría civiles. Durante el asedio a Beirut, para fines de agosto de 1982, fuentes libanesas ya estimaban la cifra de muertos en Beirut en 6.776. La policía libanesa y los médicos internacionales que prestaban servicio en Beirut estimaron la proporción de víctimas civiles en un 80 por ciento. Si bien es posible que hubiera algunos en la administración de Reagan preocupados por las posibles consecuencias del ataque de Israel, Estados Unidos continuó apoyando firmemente a Israel en general, incluida la necesidad de aplastar a la resistencia palestina y otras fuerzas anti Estados Unidos en la región43.

 

George W. Bush (R)

La masacre en Gaza, 2008-2009

Entre el 27 de diciembre de 2008 y el 19 de enero de 2009, Israel emprendió una guerra gratuita de destrucción y muerte, como castigo colectivo contra la gente de Gaza después de que Hamás (un partido islamista) ganó el poder mediante elecciones. Murieron entre 1.166 y 1.417 personas, incluidos 844 civiles no armados, 281 de ellos niños. El 9 de enero, los demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso votaron en su inmensa mayoría en apoyo de las acciones de Israel, y, en directa oposición a los hallazgos de Amnistía Internacional, Human Rights Watch, la Cruz Roja Internacional y otras organizaciones humanitarias, declararon que las fuerzas armadas de Israel no eran responsables en absoluto por el gran número de víctimas civiles debido a su asalto a Gaza44.

 

Obama (D)

La guerra de Gaza (del 8 de julio al 26 de agosto de 2014).

Dejó 2.251 palestinos muertos, entre ellos 1.462 civiles, de los cuales 299 eran mujeres y 551 niños; y 11.231 palestinos lesionados, entre ellos 3.540 mujeres y 3.436 niños, de los cuales un 10 por ciento resultaron con una discapacidad permanente. Una vez más, tanto los demócratas como los republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado aprobaron resoluciones unánimes en apoyo a la matanza por Israel45.

 

Trump (R)

La Gran Marcha del Retorno de 2018

Las protestas semanales se iniciaron el 30 de marzo de 2018 en la frontera gazana con Israel. Exigieron la suspensión del bloqueo paralizador israelí y el derecho de los refugiados palestinos de retornar a sus hogares robados por Israel en la guerra de 1948. Las protestas también fueron impulsadas por la decisión del régimen de Trump y Pence de trasladar su embajada a Jerusalén, un gran “váyase al infierno” al pueblo palestino y una luz verde para la limpieza étnica israelí. Las protestas no armadas han continuado desde ese entonces y al octubre de 2018, más de 150 palestinos han sido asesinados en las manifestaciones. Al menos otros 10.000 han resultado heridos, entre ellos 1.849 niños, 424 mujeres, 115 paramédicos y 115 periodistas. De los heridos, 5.814 fueron alcanzados por municiones reales. El régimen de Trump y Pence respondió echándoles la culpa a los palestinos no armados por la violencia46.

Los ataques con aviones no tripulados de Estados Unidos en Yemen, Afganistán, Pakistán y Somalia, de 2002 al presente

George W. Bush (R)

Obama (D)

Trump (R)

Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, la administración de George W. Bush emprendió la llamada “guerra contra el terror”, una guerra global en represalia por los ataques y para expandir y fortalecer el imperio de Estados Unidos, al ir sobre toda una sarta de fuerzas las que los gobernantes estadounidenses consideraban obstáculos u oponentes, y la guerra estadounidense de aviones no tripulados llegó a ser un componente clave.

Los desplegaron desde docenas de instalaciones secretas en el Medio Oriente, África y el sudoeste de Asia, con mando operacional desde centros en Estados Unidos donde oprimen las teclas y lanzan los misiles, a miles de kilómetros de distancia del derramamiento de sangre.

Durante los años siguientes en Yemen, Afganistán, Pakistán y Somalia, decenas de millones se encontraron viviendo a diario el peligro de un ataque terrorista, proveniente de los aviones no tripulados de Estados Unidos. Las máquinas de muerte de alta tecnología teledirigidas de Estados Unidos han masacrado gente reunida en fiestas en bodas, reuniones tribales o convoyes de automóviles. En el lenguaje deshumanizador de las fuerzas armadas de Estados Unidos, se refiere a las personas asesinadas intencionalmente por los aviones no tripulados como “premios gordos”, a la vez que se refiere a las muertes sin querer como “EKIA”, es decir, “Enemigos asesinados en acción”, una categoría que incluye a las mujeres, niños y personas bombardeados en hogares o en reuniones sociales.

El gobierno de Obama incrementó muchísimo el número de ataques con aviones no tripulados: lanzó más de 300 tan sólo contra Pakistán, seis veces el número ordenado por Bush, así como docenas más contra Yemen, Somalia y quizás otros países en la región.

Los totales a la fecha:

Número mínimo de ataques confirmados: 5.861

Total de muertes: de 8.289 a 11.792

Civiles muertos: de 758 a 1.619

Niños muertos: de 252 a 36947

 

 


1. Crimen Yanqui Caso #97: 6 y 9 de agosto de 1945 — La incineración nuclear de Hiroshima y Nagasaki, revcom.us, 27 de mayo de 2016.  [regresa]

2. Crimen Yanqui Caso #49: De 1950 a 1953 — cercar, amenazar y atacar a la revolución china, revcom.us, 17 de enero de 2018; William Blum, Killing Hope — U.S. Military and CIA Interventions Since World War II [La muerte de la esperanza — Intervenciones militares de Estados Unidos y la CIA desde la Segunda Guerra Mundial] (Common Courage 1995), pp. 21-23; Alpha History, “The Chinese Civil War” [La guerra civil de China], 2018.  [regresa]

3. Crimen Yanqui Caso #88: Las pruebas nucleares en el Pacífico, revcom.us, 3 de agosto de 2016.  [regresa]

4. Blum, Killing Hope, pp. 34-39; “Greek Civil War (1946-1949)” [La guerra civil griega], The Apricity.  [regresa]

5. Crimen Yanqui Caso #49: De 1950 a 1953 — cercar, amenazar y atacar a la revolución china, revcom.us, 17 de enero de 2018.  [regresa]

6. Crimen Yanqui Caso #49: De 1950 a 1953 — cercar, amenazar y atacar a la revolución china, revcom.us, 17 de enero de 2018.  [regresa]

7. Crimen Yanqui Caso #98: 1953, El golpe de estado en Irán de parte de la CIA: La tortura y la represión — Hechas en Estados Unidos, revcom.us, 27 de mayo de 2016.  [regresa]

8. Larry Everest, Oil, Power & Empire — Iraq and the U.S. Global Agenda [Petróleo, poder e imperio — Irak y la agenda global de Estados Unidos] (Common Courage, 2004), pp. 65-67.  [regresa]

9. Crimen Yanqui Caso #96: Vietnam, 16 de marzo de 1968 — la masacre de My Lai, revcom.us, 25 de mayo de 2016.  [regresa]

10. Daniel Ellsberg, The Doomsday Machine — Confessions of a Nuclear War Planner [La máquina del fin del mundo — Confesiones de un planeador para una guerra nuclear], p. 3.  [regresa]

11. Crimen Yanqui Caso #73: El asesinato de Patrice Lumumba, orquestado por la CIA, revcom.us, 23 de noviembre de 2016; William Blum, Rogue State — A Guide to the World’s Only Superpower  (Common Courage, 2000), pp. 137-138 [El estado agresor: la guerra de Washington contra el mundo (Status Ediciones, 2004)]; vea también, Stephen R. Weissman, “What Really Happened in Congo - The CIA, the Murder of Lumumba, and the Rise of Mobutu” [Lo que realmente pasó en el Congo: la CIA, el asesinato de Lumumba y el ascenso de Mobutu], Foreign Affairs, julio/agosto de 2014; “Zaire: An African Horror Story” [Zaire: Una historia de horror africano], Atlantic, agosto de 1993; “LOOKING BACK IN ANGER: LIFE IN MOBUTU’S ZAIRE” [Mirando hacia atrás iracundo: LA VIDA EN EL ZAIRE DE MOBUTU], Washington Post, 11 de junio de 1997.  [regresa]

12. Crimen Yanqui Caso #45: La invasión de Playa Girón, 1961, revcom.us, 7 de marzo de 2018.  [regresa]

13. The Nuclear Close Calls: The Cuban Missile Crisis [Choques nucleares inminentes: la crisis de los misiles en Cuba], Atomic Heritage Foundation, 15 de junio de 2018.  [regresa]

14. Crimen Yanqui Caso #68: La invasión yanqui de la República Dominicana de 1965, revcom.us, 19 de febrero de 2017.  [regresa]

15. Crimen Yanqui Caso #100: La masacre en Indonesia, 1965, revcom.us, 25 de octubre de 2017.  [regresa]

16. Killing Hope, p. 88; “The Bombing of Laos: By the Numbers” [El bombardeo de Laos: Las cifras], Noticiero ABC, 6 de septiembre de 2016.  [regresa]

17. Crimen Yanqui Caso #47: El bombardeo de Camboya de 1969 a 1973, revcom.us, 1º de marzo de 2018.  [regresa]

18. Crimen Yanqui Caso #34: El bombardeo navideño de Vietnam del Norte por Estados Unidos en 1972, revcom.us, 19 de diciembre de 2018.  [regresa]

19. Crimen Yanqui Caso #57: El golpe de estado de la CIA de 1973 en Chile, revcom.us, 3 de noviembre de 2017; William Blum, Rogue State —, p. 143 [El estado agresor].  [regresa]

20. Rogue State, p. 147 [El estado agresor]; Killing Hope, pp. 249-257; “El apartheid en Sudáfrica: Las décadas de servicio al imperio estadounidense” revcom.us, 9 de diciembre de 2013; Polgreen, Lydia, “Angolans Come Home to ‘Negative Peace’” [Los angoleños vuelven a casa a la ‘paz negativa’], New York Times, 30 de julio de 2003.  [regresa]

21. Mahmood Mamdami, “Good Muslim, Bad Muslim: A Political Perspective on Culture and Terrorism” [Buen musulmán, mal musulmán: una perspectiva política sobre la cultura y el terrorismo], American Anthropologist, septiembre de 2002; Mozambique: Civil war [Mozambique: guerra civil], World Peace Foundation, 7 de agosto de 2015; “Evolution of political events in the Southern African region” [Evolución de los acontecimientos políticos en la región del sur de África], pasajes de APARTHEID TERRORISM - Destabilisation report by the Commonwealth Secretariat [EL TERRORISM DEL APARTHEID - Informe del Secretariado del Commonwealth sobre la desestabilización], 1989 (de “A Crime Against Humanity—Analysing the Repression of the Apartheid State” [Un crimen contra la humanidad: análisis de la represión del estado del apartheid], posteado en South African History Online (SAHO).  [regresa]

22. “Massacre: The Story of East Timor” (Masacre: La historia de Timor del Este), Democracy Now!, 12 de noviembre de 1997.  [regresa]

23. Oil, Power & Empire, p. 90; The Soviet Invasion of Afghanistan [La invasión soviética a Afganistán], 1979-1989, ThoughtCo.com.  [regresa]

24. Oil, Power & Empire, pp. 91-93, Ellsberg, p. 321.  [regresa]

25. Crimen Yanqui Caso #38: Estados Unidos avala al gobierno salvadoreño de los escuadrones de la muerte, de 1980 a 1992, revcom.us, 25 de julio de 2018.  [regresa]

26. Oil, Power & Empire, p. 99.  [regresa]

27. Rogue State, pp. 146-147 [El estado agresor]; “Legacy of Civil Wars - In Central America, Reagan Remains A Polarizing Figure” [El legado de las guerras civiles — En Centroamérica, Reagan sigue siendo una figura que polariza], Washington Post, 10 de junio de 2004.  [regresa]

28. Crimen Yanqui Caso #95: El carnicero de Reagan comete el genocidio en Guatemala, revcom.us, 8 de junio de 2016.  [regresa]

29. Cole, Ronald (1997). “Operation Urgent Fury: The Planning and Execution of Joint Operations in Grenada” [Operación Furia Urgente: La planeación y ejecución de operaciones conjuntas en Granada].  [regresa]

30. Oil, Power & Empire, pp. 113-114.  [regresa]

31. Oil, Power & Empire, p. 111.  [regresa]

32. Crimen Yanqui Caso #43: La invasión yanqui de Panamá, 1989-1990, revcom.us, 23 de mayo de 2018.  [regresa]

33. Crimen Yanqui Caso #32: La guerra del golfo Pérsico de 1991 — “Operación Tormenta del Desierto”, revcom.us, 19 de diciembre de 2018.  [regresa]

34. Crimen Yanqui Caso #76: Las sanciones de Estados Unidos y la ONU contra Irak — “Un acto legitimado de matanza en masa”, revcom.us, 9 de noviembre de 2016.  [regresa]

35. Yugoslavia: Guerra al estilo de Estados Unidos— “Destruir la aldea para salvarla”, Obrero Revolucionario (ahora Revolución) #1003, 25 de abril de 1999.  [regresa]

36. Costs of War — Update on the Human Costs of War for Afghanistan and Pakistan, 2001 to mid-2016 [Los costos de la guerra — Actualización de los costos humanos de la guerra en Afganistán y Pakistán de 2001 a mediados de 2016], Watson Institute, Universidad Brown.  [regresa]

37. Crimen Yanqui Caso #70: “Operación Libertad Iraquí” de 2003, revcom.us, 28 de diciembre de 2016; “Iraq conflict has killed a million Iraqis: survey” [El conflicto en Irak ha dejado a un millón de iraquíes muertos: una encuesta], Reuters, 30 de enero de 2008; “1.3 million children displaced by Iraq’s war with Islamic State: UNICEF” [1.3 millones de niños desplazados por la guerra de Irak contra el Estado Islámico: UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia)], Reuters, 19 de enero de 2018; “The Staggering Death Toll in Iraq” [La increíble cifra de muertos en Irak], Medea Benjamin, Nicolas J. S. Davies, AlterNet, 15 de marzo de 2018.  [regresa]

38. Crimen Yanqui Caso #35: La guerra de 2011 de Estados Unidos y OTAN en Libia, revcom.us, 3 de octubre de 2018.  [regresa]

39. “85,000 Children in Yemen May Have Died of Starvation” [Es posible que 85.000 niños se hayan muerto de hambre en Yemen], New York Times, 21 de noviembre de 2018; “Yemeni children die as warring sides block aid deliveries: UNICEF” [Niños se mueren en Yemen mientras los bandos en guerra bloquean la entrega de ayuda], Reuters, 2 de noviembre de 2018; “Arabia Saudita escala la guerra genocida avalada por Estados Unidos en Yemen — Los gobernantes de Estados Unidos maniobran mientras 14 millones de yemeníes están al borde de la inanición”, revcom.us, 28 de diciembre de 2018.  [regresa]

40. Oil, Power & Empire, p. 61; McDowall, David; Claire Palley (1987). The Palestinians. Minority Rights Group Report No. 24 [Los Palestinos. Informe del Grupo de Derechos de las Minorías], p. 10; “The Nakba did not start or end in 1948-Key facts and figures on the ethnic cleansing of Palestine” [La Nakba no se inició ni terminó en 1948 — Hechos y cifras clave sobre la limpieza étnica de Palestina], 23 de mayo de 2017, www.aljazeera.com.  [regresa]

41. “Six Day War” [La guerra de Seis Días], Encyclopaedia Britannica, 26 de noviembre de 2018.  [regresa]

42. Gawrych, George (2000). The Albatross of Decisive Victory: War and Policy Between Egypt and Israel in the 1967 and 1973 Arab-Israeli Wars [La carga de una victoria decisiva: Guerra y política entre Egipto e Israel en las guerras árabe-israelíes de 1967 y 1973]; Herzog, Encyclopaedia Judaica, Keter Publishing House, 1974, p. 87; Oil, Power & Empire, p. 56; Ellsberg, p. 321.  [regresa]

43. Fisk, Robert (2001). Pity the Nation: Lebanon at War [Compasión por la nación: El Líbano en guerra], Oxford University Press; Molly Dunigan (28 de febrero de 2011). Victory for Hire: Private Security Companies’ Impact on Military Effectiveness [Victoria por encargo: El impacto de las empresas privadas de seguridad en la eficacia militar], Stanford University Press, p. 103.  [regresa]

44. Al-Mughrabi, Nidal, “Israel tightens grip on urban parts of Gaza” [Israel aprieta su control sobre zonas urbanas de Gaza] archivado el 9 de enero de 2009 en Wayback Machine; Noam Chomsky, “Exterminate all the Brutes” [Exerminar todos los brutos]: Gaza 2009.  [regresa]

45. “Key figures on the 2014 hostilities - Data featured in the Report of the Independent Commission of Inquiry on the 2014 Gaza Conflict“, United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs, Occupied Palestinian Territory [Cifras esenciales de las hostilidades de 2014: Datos presentados en el Informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre el Conflicto de Gaza de 2014”, Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Territorio Palestino Ocupado], 23 de junio de 2015; “U.S. Senate Unanimously Approves Resolution Giving Full Support of Israel on Gaza” [El Senado de Estados Unidos aprueba por unanimidad la resolución para apoyar incondicionalmente a Israel en Gaza], Ha’aretz, 20 de julio de 2014.  [regresa]

46. “Masacre estadounidense-israelí deja 60 palestinos muertos y 2.700 lesionados — ¡Todos a protestar por estos crímenes contra la humanidad!”, revcom.us, 19 mayo de 2018; Seven Protesters Killed, Two of Them Children, and 257 Injured at Friday Demonstrations in Gaza, Al Mezan Center For Human Rights [Siete manifestantes asesinados, dos de ellos niños, y 257 heridos en las manifestaciones de los viernes en Gaza, Centro Al Mezan de Derechos Humanos], 29 de septiembre de 2018; “Total US Foreign Aid to Israel 1949-Present” [Ayuda extranjera total de Estados Unidos a Israel de 1949 a la fecha], JewishVirtualLibrary.org.  [regresa]

47. Drone Warfare, The Bureau of Investigative Journalism [La guerra de aviones no tripulados, Oficina de Periodismo de Investigación].  [regresa]

 

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

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From Ike to Mao and Beyond

My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist

Una autobiografía de Bob Avakian

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Capítulo Veintiuno

“Una bienvenida merecida” para Deng Xiaoping

El librito1 de las Reuniones Conmemorativas a Mao apenas se había salido cuando nos enfrentamos a la cuestión de defender el legado de Mao en la práctica, en adición a la teoría. Después del golpe de estado y luego la consolidación de un nuevo régimen capitalista revisionista en China encabezado por Deng Xiaoping, los imperialistas estadounidenses vieron una gran oportunidad para desarrollar aún más sus relaciones con China, para llevar a China más firmemente al campo de Estados Unidos y abrir a China más completamente a la dominación y explotación imperialista. Así que se concertó una visita en la cual Deng Xiaoping vendría y sostendría reuniones con el entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter.

Hacerle frente a Deng

Como maoístas, y en particular como maoístas en Estados Unidos en sí, esto fue un guante político e ideológico que se nos estaba arrojando. Reconocimos que teníamos una responsabilidad de hacer algo que hiciera una declaración clara en contra de esto, y decidimos movilizar a gente de todo Estados Unidos para ir a Washington, D.C. cuando Deng Xiaoping iba a estar ahí, para protestar y crear tanto opinión pública como pudiéramos, vía los medios de comunicación tradicionales, pero también con nuestros propios medios —volantes y publicaciones de diversos tipos— para desenmascarar lo que había pasado en China y lo que representaba Deng Xiaoping, y defender el estandarte revolucionario de Mao.

Así que eso es lo que hicimos.

Deng Xiaoping llegó en enero de 1979, y se hospedaba en Blair House, que está cerca del parque Lafayette y la Casa Blanca. Celebramos un mitin en una iglesia y luego salimos para marchar por las calles de D.C. para hacerle frente políticamente a Deng Xiaoping, para hacer una declaración tan poderosa como pudiéramos en oposición a lo que él representaba y para enarbolar el estandarte de Mao. Marchamos con el Libro Rojo en alto y pancartas en defensa de Mao y en oposición a Deng Xiaoping y al golpe de estado revisionista, y nuestra consigna principal —que aún recuerdo mientras resonaba en las calles de D.C. mientras marchábamos— fue: “Mao Tsetung no fracasó, ¡la revolución prevalecerá!”

Recuerdo muy vívidamente que la gente de los vecindarios de mayoría negra de D.C. salía de sus casas a medida que avanzábamos, al principio para ver qué estaba pasando; pero luego —al escuchar las consignas que coreábamos, y al ver algunas de las pancartas con las imágenes de Mao y al ver a la gente marchando mientras agitaba su propio Libro Rojo—, algunos de ellos se metieron a sus casas y salieron con su propio Libro Rojo. Algunos se sumaron a la marcha, mientras que otros se formaron por la ruta de la marcha — algunos de ellos agitaban el Libro Rojo y otros gritaban vivas y de otras formas daban muestras de apoyo a lo que estábamos haciendo. Esto fue muy inspirador y fortaleció nuestra determinación de hacerle frente al golpe de estado revisionista en China y la forma en que Estados Unidos estaba maniobrando para aumentar su apoyo para el rumbo que Deng estaba tomando China.

Al iniciarse la marcha, ya estaba muy claro que esta manifestación realmente no estaba del agrado de las autoridades. Y cuando llegamos a la zona del parque Lafayette, la policía desató un ataque violento, apaleó a tantas personas como pudiera y finalmente logró dispersar la marcha. En especial, se fueron sobre las mujeres, las apalearon brutalmente; algunas resultaron tan desfiguradas por los golpes con macanas y aporreadas en la cara que nos costaba reconocerlas, en algunos casos incluso por semanas. Algunas personas estuvieron casi a punto de salir incapacitadas permanentemente o incluso asesinadas. El asalto que desató la policía fue extremadamente despiadado, y más de ochenta personas de esa manifestación, incluido yo mismo, fueron arrestadas. Conozco a algunas personas que al día de hoy han conservado el Libro Rojo que llevaron en esa manifestación — su propia sangre fue derramada en el Libro Rojo, y lo han conservado con orgullo como un recuerdo manchado de sangre del acto revolucionario e internacionalista de sostener esta manifestación y enarbolar el estandarte revolucionario de Mao frente a estos ataques.

Aunque varios de nosotros fuimos arrestados y llevados a la cárcel, en el caso de otras personas que necesitaban atención médica, la policía las paseó en coches celulares durante mucho tiempo antes de llevarlas al hospital. Yo y la mayoría de las personas arrestadas conmigo pasamos la primera noche en la cárcel esposados ​​y encadenados fuera de nuestras celdas porque seguíamos coreando consignas revolucionarias, algo que hizo encabronar a los carceleros. Mantuvieron a los hombres separados de las mujeres, pero los abogados que se ofrecieron para defendernos nos contaron historias inspiradoras sobre cómo las mujeres siguieron coreando consignas revolucionarias y gritando de una celda a otra en español, por lo que los carceleros no podían entender exactamente qué decían, y la manera en que, en general, las mujeres mantenían su espíritu revolucionario en las celdas de la cárcel.

El gobierno de Carter y la clase dominante en general se enfurecieron por esta manifestación. Más allá de la forma en que toda la cosa desbarató la “actividad de costumbre” en la ciudad capital, trastornó políticamente lo que estaban haciendo, llamó la atención sobre las cuestiones que estábamos planteando y, desde varios ángulos, los avergonzó políticamente. Después de todo, se celebraba esta poderosa manifestación contra Deng Xiaoping —y se daban otras cosas casi al mismo tiempo, como los dos reporteros del Obrero Revolucionario que interrumpieron la conferencia de prensa de la Casa Blanca de Deng al agitar el Libro Rojo en su cara y al denunciarlo como un revisionista— y todo esto acaparó los reflectores, por así decirlo.

La manifestación y las actividades relacionadas se convirtieron en un incidente internacional. Esto ocurrió antes del Internet, las noticias satelitales y todo ese tipo de cosas, pero las noticias de lo que hicimos se difundieron por los servicios noticieros de todo el mundo, y luego hablé con personas de muchas partes del mundo para las cuales esta manifestación fue un acontecimiento muy importante e inspirador. Y eso también formaba parte de lo que también estábamos haciendo — cumplíamos con nuestro deber internacionalista de hacerle saber a la gente que, aquí mismo en Estados Unidos, hay personas que enarbolan el estandarte de Mao y se oponen a lo que representa Deng Xiaoping y la manera en que él ha llevado a China de vuelta al infierno del capitalismo.

Por eso, en parte, desataron este despiadado ataque policial. Al principio, nos acusaban únicamente de delitos menores; luego regresaron con cargos mayores para un número menor de nosotros que fuimos arrestados — ahora nos acusaron ​​de delitos mayores, como agredir a agentes de policía. Si nos hubieran condenado y nos hubieran dado la pena máxima por todo esto, podría haber sumado más de doscientos años de cárcel. En otras palabras, ellos decidieron que, en respuesta a lo que habíamos hecho, era necesario imponer una represión política aún más fuerte. Así que, frente a estos ​​cargos legales fuertes, era necesario montar tanto una defensa legal como, lo que tiene más importancia, una defensa política.

Jugarretas contra los loros

Antes de entrar en la seriedad de todo eso, quiero mencionar brevemente algo un poco menos fuerte — aunque con su propio filo agudo. Había otro grupo, la Liga de Octubre, que luego se convirtió en un partido y se autodenominó el Partido Comunista (Marxista-Leninista), o PC (M-L). Habían aceptado todo el golpe de estado en China y en su periódico, El Clarín, habían sacado todas estas cosas en las que simplemente repetían como loros lo que decía la dirigencia revisionista de China. El líder del PC (M-L), Mike Klonsky, se había apresurado a ir directamente a China y se había reunido con Hua Guofeng, quien nominalmente era el jefe del gobierno y encabezó el golpe de estado —aunque en realidad fue Deng Xiaoping el que estaba detrás del golpe— y salió una foto de Klonsky en Pekín Informa, en la que estaba bien vestido y le daba la mano a Hua Guofeng. Algunas personas en el movimiento en ese momento, como el periódico The Guardian, trataron de poner las cosas al revés y patas arriba y decir que nosotros no apoyamos al golpe de estado en China porque Klonsky se fue allá primero y recibió el encargo, por decirlo así, de Hua Guofeng, y que supuestamente por eso estábamos encabronados; y por eso, de acuerdo con esta versión tergiversada de las cosas, fue nuestra competitividad con el PC (M-L) la que nos llevó a tomar una posición en contra del golpe de estado.

He esbozado con cierto detalle la posición que yo sostenía, y la que sostenían otros líderes del Partido que no eran parte de esta facción menchevique, desde el momento del golpe de Estado en China; y he resumido la base de nuestra posición así como todo el proceso en la que desarrollamos la lucha al interior del Partido en torno a esto y por qué, en gran parte debido a esta facción menchevique, nos costó mucho tiempo llegar a contar con las bases con las cuales pudiéramos hacer una determinación final sobre este asunto mediante una reunión del Comité Central y luego unir a todo el Partido en torno a esa posición. Aquellos de nosotros que sosteníamos esta posición considerábamos que era repugnante lo que Klonsky había hecho, al apresurarse a abrazar al golpe de estado — nos inclinamos fuertemente por oponernos a lo que había pasado en China, y reconocimos que Klonsky simplemente había actuado de manera acrítica y sin pensarlo, ya que no había pasado suficiente tiempo de estudiar y analizar los acontecimientos trascendentales en China antes de que se presentara en Pekín y estrechara la mano de Hua Guofeng. Pero la visita de Klonsky obviamente no es lo que nos motivó a tomar la posición contraria.

De todos modos, consideramos que sería algo bueno —pondría de manifiesto algo importante, y también encerraría algo de diversión— poner en ridículo la posición que Klonsky y el PC (M-L) habían tomado, y su enfoque básico de las cosas. Así que sacamos una edición simulada de El Clarín que repitió como loro y exageró un poco, pero únicamente un poco, las ridículas posiciones que ellos estaban tomando sobre China. Por ejemplo, en el momento en que sacamos esta parodia de El Clarín, los revisionistas chinos empezaban a intentar mejorar sus relaciones con el Dalai Lama. Y por eso, en este “Clarín” que sacamos, pusimos un artículo que hablaba sobre una reunión entre la dirigencia china y el Dalai Lama y de que se había generado tanta emoción sobre las cosas maravillosas que había hecho el Dalai Lama. El artículo decía que, para esta ceremonia, para celebrar la ocasión, trajeron unos tambores que fueron confeccionados con piel humana en el Tíbet bajo el gobierno del Dalai Lama. Y esto se refería a un hecho muy real de la historia — se habían hecho cosas de este tipo bajo el gobierno de los lamas supuestamente “benévolos”, incluido este Dalai Lama, y ​​al escribir esta parodia, a propósito hicimos referencia a esta realidad y al tormento y la horrenda opresión y la tortura literal que las masas de tibetanos sufrieron bajo el gobierno de los lamas.

A pesar de las interpretaciones erróneas generalizadas de esta historia —en gran parte debido al “reempaquetado” del Dalai Lama para que se parezca a un sabio de paz y benevolencia terrenal (o “extraterrenal”), y la promoción de este mito en los medios de comunicación tradicionales—, la verdad es que, bajo el gobierno de estos lamas, las masas de personas en el Tíbet fueron brutalmente explotadas en condiciones de servidumbre feudal: se les negó atención médica y educación y se les castigó severamente si intentaban acceder a estas cosas, siendo el desollamiento de su piel un castigo común. Y, claro, la opresión de las mujeres en esa sociedad fue aún más extrema. Así que, mientras hacíamos una parodia de El Clarín, e inventábamos esa escena entre los revisionistas chinos y el Dalai Lama, señalamos la realidad de lo que la vida había representado en los hechos para las masas de tibetanos bajo el gobierno del Dalai Lama y sus predecesores.

La batalla en el ámbito jurídico

Para volver a los fuertes ataques en las cortes que nos caían encima, he dicho que la defensa política y la movilización política fueron el elemento esencial en términos de echarlos al suelo. Pero también era necesario, por supuesto, luchar en el ámbito jurídico. Se me hizo una entrevista, por ejemplo, con un reportero del Washington Post — la que el Washington Post nunca publicó, pero que sacamos como parte de un folleto2. En cierto momento, el reportero dijo: “Supongo que usted ve en esto una situación de ‘ganar-ganar’ para sí mismo — si lo condenan, eso comprobará que el sistema es represivo; y lo absuelven, pues eso será una victoria para usted”.

Respondí enfáticamente: “No. Ésa no es la forma en que lo analizamos en absoluto. Este es un ataque por parte del estado, y tenemos que responder y derrotar este ataque; en el curso de eso, sí, por supuesto, estaremos desenmascarando al sistema, y ​​si logramos movilizar a las masas de personas y luchamos en el ámbito jurídico y combatimos este ataque y lo derrotamos, eso no comprobaría que ‘el sistema funciona’, sino que demostraría que pudiéramos prevalecer en una batalla muy intensa contra el sistema”. Así que eso es lo que nos pusimos a hacer, y requirió mucha atención tanto en el ámbito jurídico como en la batalla política de parte del Partido en general y de mi parte en particular.

Cuando el gobierno se puso a perseguirnos, al parecer creían que nosotros simplemente íbamos a claudicar o íbamos a actuar como locos maniacos y fanáticos a los que nadie podría entender o con los que nadie podría identificar de ninguna forma. Y demostramos que eso no era cierto. Pero creo que, al principio, esta actitud existía hasta cierto punto incluso entre los abogados que se ofrecieron a emprender nuestra defensa, o al menos estaban un poco preocupados acerca de si seríamos simplemente una especie de “revolucionarios lunáticos” o lo que sea. Logramos despejar eso y aclararles que tomábamos esto muy en serio y reconocíamos que era necesario aplicar tácticas correctas y tener buen tino en la batalla en el ámbito jurídico, a la vez que nos ateníamos a nuestros principios y nos guiábamos por ellos.

Una buena parte de todo esto se redujo a cosas para romper el hielo, inclusive a un nivel personal. Por ejemplo, una vez hablaba con uno de los abogados sobre la posibilidad de tal vez reunirnos para conversar sobre el caso y él me dijo que estaba ocupado y que no podía hacer algo esa noche, y le pregunté: “Ah, ¿a dónde va?” Me dijo que iba al partido de baloncesto de los Balas de Washington. Y le dije: “Genial, voy a ir a algunos partidos mientras esté aquí en D.C.” Así que empezamos a hablar sobre el baloncesto, y luego él vio que yo era un “ser humano normal”, al mismo tiempo que era claro que yo era un revolucionario y un comunista, y que no me conformaba con cierta noción rara la que él pudiera haber tenido sobre los revolucionarios y los comunistas.

Estos eran abogados liberales y progresistas de buen corazón, pero aún tenían estas ideas falsas y, claro, se desarrollaron algunas diferencias entre nosotros en relación con la estrategia y las tácticas legales, diferencias que tuvimos que hacer lo mejor que pudiéramos para resolver mediante lucha de una manera buena. Por ejemplo, en cierto momento redactaron un escrito para presentar al tribunal como parte de este caso, y lo leí y escribí una larga crítica al respecto. Pero no simplemente lo echó todo al suelo — señalé lo que consideraba que eran los puntos positivos, pero también las debilidades y las cosas que había que expresarse de manera diferente. Y en esta situación, claro, la formación legal que yo había recibido desde muy niño, alrededor de la mesa de la cena y de otras formas —como sentarme en la sala del tribunal y ver a mi padre presentar argumentos de algunos de sus casos, y la manera general en la cual, directa e indirectamente, por así decirlo, él me había educado en una buena parte del ámbito jurídico— me fue muy útil y pude contribuir con esta crítica y de otras maneras a desarrollar y pulir la estrategia legal, así como la estrategia política integral.

En mi familia nos volvíamos más cercanos

Para ese momento, mis relaciones con mis padres se habían vuelto más cercanas, pero sobre una base aún mejor que antes. Cuando me convertí en un radical y luego en un revolucionario y en un comunista, se había abierto una brecha entre nosotros. Mis padres nunca llegaron a compartir totalmente mi perspectiva política e ideológica. Mi madre, en particular, seguía siendo muy religiosa, aunque en cierta medida importante, eso se manifestó en ella como una persona compasiva y generosa; y mi padre también era algo religioso. Pero a estas alturas, ellos habían desarrollado una creciente comprensión y respeto por lo que yo estaba tratando de hacer.

Me vieron como una persona con integridad, que se atenía a sus principios y que tenía ideales elevados, según sus propias palabras —como alguien que intentaba cambiar el mundo en beneficio de la humanidad— y respetaron el hecho de que yo defendía eso ante la represión y los ataques, y que me aferré a eso y no me había rendido ante la dificultad. Al haber experimentado todo el período de los años 1960, y como resultado de alguna lucha entre nosotros, ellos se habían vuelto mucho más conscientes de las injusticias más grandes en la sociedad estadounidense y muchas de las injusticias que Estados Unidos perpetraba en todo el mundo. Y estaban muy asqueados por eso también. Así que nos volvíamos más cercanos sobre esta base, mediante un proceso de desarrollo y cierta lucha, e incluso un período de cierto distanciamiento entre nosotros. Un poco más tarde, alrededor de 1980, de hecho escribí una carta a mis padres en la que expuse algunos aspectos importantes de mis principios como comunista y cómo veía la aplicación de ellos a una serie de cosas diferentes, con el reconocimiento de que mis padres no estaban de acuerdo con todo esto y que teníamos diferencias, pero yo quería explicarles cómo veía estas cosas3.

Justo después de mi arresto en la manifestación contra Deng Xiaoping, a principios de 1979, mi padre, que había sido juez durante varios años y era una especie de persona pública, fue contactado por el Washington Post, el que le pidió que comentara esto. Creo que esperaban que pudieran manipular y sacar provecho de las contradicciones — con la idea de que mi padre iba a distanciarse o incluso iba a atacarme. Pero, al contrario, él dijo que tanto él como mi madre estaban orgullosos de mí. No habló sobre el hecho en particular —la manifestación que condujo al arresto—, sino que habló de una manera general: “Estamos muy orgullosos de él por sus principios y la forma en que se adhiere a ellos”. Esto me importó muchísimo personalmente, y también fue una declaración importante en un sentido más amplio.

Mi padre también me dio algunos consejos legales generales sobre este caso. Se había encolerizado por toda la imputación. Comentó muchísimas veces: “Esta es la cosa más ridícula y escandalosa que he visto en mi vida — mire todos estos cargos de los que tú y otros están acusados ​​de ‘agredir a un oficial de policía no identificado’. Nunca he oído hablar de semejante cosa — ¡¿cómo es posible que uno se defienda contra una acusación de agredir a una persona desconocida y no identificada?!” Para él representaba todo el carácter escandaloso de la imputación en primer lugar, encima de esta agresión que la policía había lanzado contra la manifestación, y frecuentemente hablaba con sus amigos y colegas de la comunidad legal sobre esto como un ejemplo de un proceso y persecución políticos.

Recuerdo que se me ocurrió muy poco después de ser arrestado que tal vez se pusiera en contacto con él. Y no quería que mis padres fueran sorprendidos y pescados sin previsión si se les pidiera una declaración. Así que, tan pronto como pudiera hacerlo después de ser arrestado, envié un mensaje por medio de un abogado a una persona en quien confiaba, para pedir que se pusiera en contacto con mis padres y les dijera lo que había pasado. Pero a veces algunas personas hacían llamadas telefónicas maliciosas a mis padres, y a veces otras personas llamaban que se decían hablar en mi nombre, pero que era probable que en realidad estuvieran trabajando para el gobierno, para hacerles a mis padres toda suerte de preguntas sobre mí. Como resultado, mis padres comprensiblemente desconfiaban de las llamadas telefónicas de personas que no conocían, y yo lo sabía. Traté de imaginar una manera en que pudiera hacerles saber que esta persona realmente estaba llamando en mi nombre. Luego recordé una de las historias favoritas de mi padre, sobre cuando él estaba en la escuela de derecho en el Área de la Bahía y había ido con su tío en San Francisco al mercado de productos agrícolas al aire libre, y había un tipo que vendía tomates en un puesto de fruta y verdura. Él estaba diciendo: “Pásate y consigue tus tomates maduros, los tomates más bellos — frescos directamente desde el campo, grandes y jugosos tomates redondos”. Este tipo seguía y seguía así, y luego vio a mi tío y mi padre acercándose hacia este puesto de fruta y verdura donde voceaba su producto; era amigo del tío de mi padre, y no quería que ellos se dejaran engañar, así que cambió su rollo, para insertar una advertencia que únicamente ellos entenderían: “Acércate ya —dijo en esta ocasión— consigue tus tomates; absolutamente los mejores tomates del mundo, de la marca ‘dardun tapeh’ — tomates excelentes”.

Bueno, en armenio, “dardun tapeh” quiere decir: “llévalos a casa y arrójalos a la basura”. Así que eso era su manera de dejarles saber al tío de mi padre y a mi padre: “No compres estos tomates; tengo que vender estos tomates como si fueran realmente sabrosos, pero en realidad son feos”. Así que le envié este mensaje a la persona que iba a comunicarse con mis padres en mi nombre: “Cuando llames a mis padres, pide hablar con mi padre, dile que estás llamando en mi nombre y que ésta no es una llamada de ‘dardun tapeh’, y así él sabrá que realmente has hablado conmigo y que estás llamando en mi nombre”. Y esto funcionó muy bien.

La audiencia preliminar... de pruebas chuecas

Antes del juicio, se celebró una audiencia preliminar, lo que también fue una verdadera lección y otra cosa que enfureció a mis padres y, en particular, a mi padre, dada su formación y antecedentes de abogado. Se supone que la audiencia preliminar es para determinar si la fiscalía puede establecer la “causa probable” de que el acusado estuviera involucrado en un acto ilegal y, por lo tanto, tiene que ser juzgado por ese delito. Pero, a sabiendas de que este acto había sido una manifestación política, al comienzo de la audiencia, el juez se sintió obligado a decir que no bastaba con demostrar que los acusados ​​estaban presentes en la manifestación —lo cual no sería evidencia de un crimen, porque participar en una manifestación en sí es una actividad legal protegida por la Constitución— más bien, era necesario demostrar, en estas circunstancias, que existía una causa probable de que los acusados ​​hubieran participado en actos ilegales específicos. De lo contrario, indicaba, iba a desestimar los cargos.

Luego, asistimos un par de días a las audiencias y la fiscalía no tenía ninguna evidencia o testimonio concreto que indicara algún acto específico cometido por nadie — no pudieron relacionar a personas específicas con actos específicos. Esto concordaba con todo el enfoque de acusarnos de “agredir a un agente de policía no identificado”; ponía claramente de manifiesto la naturaleza de las acusaciones chuecas en toda la cosa. Así que, ¿qué iba a hacer el juez? Bueno, al fin de la audiencia, después de escuchar todo esto y de no escuchar ninguna evidencia concreta en absoluto que indicara que un acusado hubiera cometido un acto específico, el juez dijo solemnemente: He escuchado el testimonio y la evidencia, y estoy satisfecho de que se haya establecido que todos y cada uno de los acusados ​​estaban presentes cuando se cometieron los actos ilegales y, por lo tanto, declaro ha lugar la causa probable para continuar con el procesamiento.

En otras palabras, después de que se demostró que la fiscalía no podía cumplir con el nivel de prueba que el juez había establecido al principio de la audiencia, simplemente desestimó esa regla y resolvió a favor de la fiscalía de todos modos. Era más claro que nunca que, aunque pudiéramos perder esta batalla por errores legales, no podíamos ganar simplemente montando la mejor defensa legal posible.


Notas

1. El librito al que se hace referencia es “La pérdida en China y el legado revolucionario de Mao Tsetung”, que fue un discurso pronunciado por Bob Avakian en septiembre de 1978 ante más de 2.500 personas. [regresa]

2. Bob Avakian Speaks on the Mao Tsetung Defendants’ Railroad and the Historic Battles Ahead [Bob Avakian habla del caso chueco contra los Acusados Mao Tsetung y las históricas batallas venideras], RCP Publications, 1981, en inglés. [regresa]

3. De hecho, se publicó esta carta en la forma de un folleto: Los comunistas son rebeldes. [regresa]

 

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Revolución #580 30 de enero de 2019

Reposteado de Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org)

Ante el informe presidencial sobre el estado de la unión, protesten: ¡EN NOMBRE DE LA HUMANIDAD, EL RÉGIMEN DE TRUMP y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Martes 5 de febrero:
Ante el informe presidencial sobre el estado de la unión, protesten:
¡EN NOMBRE DE LA HUMANIDAD, EL RÉGIMEN DE TRUMP y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!

A tomarse las calles con el mensaje:
A los migrantes del mundo y a toda la humanidad, ¡nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!

  • Nueva York: reúnanse a las 8:00 pm, Columbus Circle, marchen a la Torre Trump (5th Avenue y 57th Street). Evento de Facebook.
  • Atlanta: 5:30-7 pm, avenida Moreland y Freedom Pkwy. Evento de Facebook
  • Boston: 5:00 a 7:00 pm, estación de Park Street al nivel de la calle, Boston Commons, 139 Tremont Street, Boston, MA. Evento de Facebook
  • Chicago: 4:30 pm, reúnanse en las calles State y Jackson al sur del centro. 5:30 pm - Marchen a la Torre Trump. Evento de Facebook
  • Cleveland: 2:30 pm a 5:00 pm, reúnanse Euclid esquina con Adelbert, frente de la Aula Severance
  • Honolulu: 4:00 pm, Thomas Square esquina con King Street y Ward
  • Houston: 4:30 - 6:00 pm: Desnivel del Montrose Blvd sobre la Autopista 59: “Bridge Blogging” (sostener carteles sobre el tráfico a la hora pico). 7:30 pm: Reúnanse frente al canal 13 de KTRK tv, 3310 Bissonnet, Houston 77005. 8:00 - 9:00 pm: ¡Ahoguen a Trump con ollas y sartenes, sirenas, silbatos y nuestras voces! Evento de Facebook
  • Los Ángeles: 5:30 pm Cita en el desnivel de la autopista 110 y la calle 7 en el centro de Los Ángeles. Evento de Facebook
  • San Francisco: 5:30 pm, Union Square (en la esquina de Geary Blvd. y Powell St.). Evento de Facebook
  • Filadelfia: 8:30 PM - 10 PM, 34th St y Market St. Evento en Facebook
  • Seattle: 5-6: 30 PM, calles Broadway y Pike. Evento de Facebook

Actualizaciones de lugares aquí

 

Por la noche del discurso de Trump sobre el estado de la unión
(5 de febrero)
A las calles con el mensaje:
A los migrantes del mundo y a toda la humanidad,
¡Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!

¿Estado de la unión? ¿Qué tal el estado de la HUMANIDAD? Basta ya de Trump y los ataques de su régimen fascista a nuestra vida, en Estados Unidos y en todo el mundo. Basta ya del reino de terror de Trump y su escalada de daño infligido a los ecosistemas interconectados de este planeta.

¡Basta Ya! Enough!

El martes 5 de febrero: ¡No se quede mirando a solas, asqueado e indignado!

Salga de su casa... y... llene las esquinas de las ciudades grandes y pequeñas para exigir: A los migrantes del mundo y a toda la humanidad: ¡Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista! ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! No al muro fascista de Trump y su programa de limpieza étnica. NO A TODOS LOS ATAQUES a los inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo — un eje central y ariete del programa fascista del régimen de Trump y Pence que también tiene en la mira a las mujeres, la gente LGBTQ, las masas del pueblo negro, la gente de todo el mundo, la ciencia y la tierra misma.

Y... Basta de la complicidad del Partido Demócrata con la “seguridad fronteriza”, la separación de familias y los solicitantes de asilo. Los aviones sin tripulación de alta tecnología, sensores, satélites, cercas mejoradas y más agentes de la patrulla fronteriza es su plan para mantener a los inmigrantes fuera. También debemos rechazar este plan, ya que también conduce a atrocidades y es cómplice del programa de limpieza étnica de Trump. Necesitamos protestas nacionales sostenidas y una lucha de toda la sociedad para sacar al régimen fascista de Trump y Pence. Puede contribuir a esto la transformación del discurso de Trump sobre el estado de la unión en una noche de #RefuseandReject [Rehusar y Rechazar].

Dejen de confiar en los salvadores para sacar a un régimen fascista y basta de la pasividad arraigada en ilusiones, de las predicciones fallidas de que este régimen fascista se auto-destruirá algún día o será barrido por aquellos en la cima de esta sociedad. ¡No más de eso! El fascismo puede llegar al poder mediante las urnas, pero no es posible sacar al fascismo mediante los votos ~ la gente tiene que sacarlo del poder.

Y... ya basta de las noticias televisivas que promueven estas ilusiones que te emboban ~ de la trampa de la pasividad y aquiescencia y de la complicidad de muchos millones ~ mientras a diario se desenvuelve un horror fascista tras otro y el régimen de Trump y Pence transforma rápidamente la sociedad y el gobierno en una dictadura terrorista abierta.

El martes, antes, durante y después del discurso presidencial sobre el estado de la unión, dirijámonos a los cruces de las calles... tomemos la historia en nuestras manos. Que ahoguemos su mensaje y acaparemos poderosamente los reflectores, con un rechazo masivo y ruidoso a todo el rumbo fascista de esta sociedad y este mundo.

En nombre de la humanidad, ESTO ES UN LLAMAMIENTO para una noche de Rehusar y Rechazar a un Estados Unidos fascista durante el discurso de Trump sobre el estado de la unión.

Por la noche del discurso de Trump sobre el estado de la unión, a las 9:00 p.m. hora del este / 8:00 p.m hora del centro / 7: 00 p.m. hora de la montaña / 6:00 p.m. hora del Pacífico: Reúna a sus amigos, colegas y vecinos y armemos escándalo en las calles, de a dos, a tres, a veinte y a cientos, con carteles, pancartas, proyecciones, matracas (ollas y sartenes e instrumentos musicales...) que expresan nuestro RECHAZO a aceptar a un Estados Unidos fascista.

De mayor importancia... que esta noche de Rehusar y Rechazar contribuya al tiempo, en un futuro no muy lejano, cuando decenas de miles de personas, en ciudades grandes y pequeñas, no sólo protestarán por un día o una noche, sino que volverán día tras día y noche tras noche, al hacer crecer nuestra protesta de miles a millones, para lograr el único y unificador objetivo de expulsar al régimen fascista de Trump y Pence. La gente del mundo cuenta con nosotros.

Equipo nacional de Rechazar el Fascismo.
917 407 1286

 

Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) es un movimiento de personas con diversas perspectivas, unidas en nuestro reconocimiento de que el Régimen de Trump y Pence representa un peligro catastrófico para la humanidad y el planeta y que es nuestra responsabilidad sacarlos del poder por medio de protestas no violentas que crezcan a diario hasta que se cumpla nuestra demanda.

Para informarse más y encontrar formas de participación, visite Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org).

Difunda el mensaje en todas partes y organice la gente en Rechazar el Fascismo.

Rete audazmente a la gente para que reconozca que lo que enfrentamos es el FASCISMO, el que únicamente se puede detener mediante una protesta política sostenida independiente de masas desde abajo que exige que se largue el régimen en su conjunto.

Volante en forma de pdf para sacar copias. Llévelo a una imprenta. O, para imprimir en una impresora de casa o de oficina, descargue el pdf y elija la opción de dos caras en el cuadro de diálogo de su impresora. Luego corte los volantes por la mitad con un cortador de papel.

¡Difunda y cuelgue estos letreros! Descargue el archivo comprimido de los pdfs de ambos letreros para poder sacarles copias. Llévelos a un impresor y hágalo por su cuenta y péguelos a cualquier clase de cartulina. “¡EL RÉGIMEN DE TRUMP y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!” y “No es posible sacar al fascismo mediante los votos; la gente tiene que sacarlo del poder”.

 

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