En lo que sigue, me extiendo más allá del alcance explícito de Legacy of Violence, pero sigo centrado en la cuestión del imperio imperial y sus justificaciones ideológicas que el libro plantea e investiga con agudeza.

VIII. El “Siglo Estadounidense” establece nuevos estándares de barbarie imperialista

El llamado “Siglo Estadounidense” nació de la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Al lanzar dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki que mataron a más de 200.000 personas, los imperialistas estadounidenses lanzaron el mensaje a adversarios y aliados por igual de que Estados Unidos estaba estableciendo las condiciones del orden de posguerra.

Legacy of Violence detalla la rivalidad entre Estados Unidos y Gran Bretaña tras la Segunda Guerra Mundial. Inicialmente, Estados Unidos pretendía bloquear los intentos de Gran Bretaña de volver a entrar en la escena mundial. Pero esta rivalidad evolucionó hacia la “relación especial” entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Como se dijo en la Segunda parte, en ello influyó decisivamente el desarrollo, a principios de los años cincuenta, de un bloque socialista formado por la Unión Soviética y China y la extensión de las luchas de liberación nacional. Gran Bretaña se estaba convirtiendo en un “socio menor” en el nuevo orden mundial imperialista. Mientras tanto, Estados Unidos supervisaba la reconstrucción económica de Alemania y Japón como baluartes estratégicos. Estados Unidos forjó y ha liderado la OTAN, la alianza militar occidental establecida en 1949.

Un imperio arraigado en un modo de producción definido

Hablar de un imperio estadounidense específico y sin precedentes en la historia es entender que la economía nacional de Estados Unidos es el “sede central” de una red global de explotación y saqueo. Tiene sus raíces en el modo de producción capitalista.

-El imperio estadounidense se mantiene por medio de billones de dólares en inversiones en el extranjero. Obtiene beneficios de las operaciones en otros países capitalistas-imperialistas. Saca superbeneficios de las inversiones directas en fábricas y minas en el “Sur Global”, así como a través de las cadenas de suministro globales que combinan las condiciones de la maquiladora y el trabajo infantil del siglo XIX con la tecnología, comunicación y coordinación avanzadas del siglo XXI. Por decirlo claramente, no existiera Apple sin los 40.000 niños que cavan los túneles y portan el coltán de las minas del Congo. Es un país en el que Estados Unidos ayudó a derrocar y asesinar al líder de un gobierno legalmente elegido en 1960, instalando un régimen neocolonial títere “amigo”.

-El imperio estadounidense extiende sus tentáculos de influencia y control mediante instituciones globales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. Otras potencias imperialistas (como Japón, Alemania y Gran Bretaña, y ahora China) forman parte de estas instituciones y persiguen en ellas sus propios intereses imperialistas. Pero Estados Unidos domina.

Con respecto a los regímenes independientes del Tercer Mundo, estas instituciones mundiales dominadas por Estados Unidos, junto con los bancos imperialistas privados, son vehículos para el dominio y la penetración imperialista de Estados Unidos. Los préstamos y los “proyectos de desarrollo” (como la construcción de presas y puertos), la creación de zonas especiales de procesamiento de exportaciones para montar productos para los países imperialistas, los programas de austeridad y “ajuste” que exigen que los países del Tercer Mundo reestructuren sus economías, todo esto crea formas de control y dependencia en las economías del Tercer Mundo. Esta dependencia se manifiesta en lo que estos países producen, exportan e importan; su dependencia de los mercados mundiales de alimentos; el hecho de que millones de trabajadores tengan que emigrar al extranjero para ganarse la vida (y remitir una parte de los ingresos para mantener a las familias).

Aunque los países oprimidos del Sur Global son formalmente independientes, esa soberanía está limitada y la socava este tipo de dominio y penetración económicos.

-El dólar estadounidense desempeña un papel especial como la moneda clave en el sistema financiero altamente integrado del imperialismo mundial. El petróleo se cotiza en dólares; se pagan principalmente en dólares los préstamos a los países del Tercer Mundo; y la posición internacional privilegiada del dólar permite a Estados Unidos incurrir en déficits gubernamentales inauditos para sostener y lubricar un imperio de miseria.

El papel del Estado neocolonial

El imperio imperial estadounidense subordina a las naciones oprimidas del Tercer Mundo a sus necesidades económicas e intereses estratégicos, y refuerza esa subordinación mediante el mecanismo de control, el Estado neocolonial.

Estados Unidos “perfeccionó” este modo de gobierno neocolonial (indirecto) a lo largo del siglo XX. Se trata de “regímenes clientes” altamente represivos. Algunos están más centralizados que otros; algunos dependen de los militares que gestionan abiertamente el aparato estatal; otros de redes de la familia real; algunos con funcionarios educados en el extranjero que están estrechamente vinculada a las clases explotadoras locales y al capital extranjero; algunos legitimados por elecciones y las apariencias de la democracia. (Puerto Rico está bajo el control colonial directo de Estados Unidos).

La lealtad y subordinación de los regímenes neocoloniales al imperialismo estadounidense se asegura mediante acuerdos comerciales y de inversión, transferencias de armas y entrenamiento de militares, programas de ayuda, etc. No menos importante es que a menudo se trata de gobiernos instalados mediante golpes de Estado e invasiones. Entre 1950 y 2017, Estados Unidos intervino militarmente en otros países más de 300 veces: golpes de Estado en Irán, Guatemala y Chile; invasiones militares en la República Dominicana y Panamá; la lista continúa. [Véase Fletcher Center for Strategic Studies, Tufts University, The Military Intervention Project].

El imperio estadounidense se apoya en la maquinaria militar más masiva y destructiva de la historia

Estados Unidos ha construido una maquinaria militar de alta tecnología que ha hecho llover muerte y destrucción sobre más personas en el mundo que cualquier otra potencia en los últimos 75 años. Actualmente el imperialismo estadounidense rodea el mundo con más de 700 bases militares en al menos 70 países. Gasta más en su ejército que los próximos nueve países juntos (entre ellos China y Rusia). [Véase Stockholm International Peace Research Institute, Military Expenditure Data Base, 2022].

Estados Unidos ha librado guerras masivas en Corea y Vietnam para suprimir la liberación nacional y la revolución: arrasando ciudades, creando zonas de “fuego libre” en el campo, causando la muerte de unos dos millones de personas en Corea y tres millones en Vietnam. Desde que Estados Unidos lanzó su llamada “guerra contra el terror” en 2001, más de 385.000 civiles han muerto de forma violenta como resultado directo de las guerras y ocupaciones militares diseñadas por Estados Unidos en Irak, Afganistán, Yemen y Pakistán (y muchos han muerto indirectamente como resultado de la dislocación, las enfermedades y las guerras civiles). [Véase CNN, “How a New Library Sheds Light on the U.S. ‘Secret War’ in Laos”, 14 de junio de 2022; Watson Institute for International and Public Affairs, Brown University, Costs of War: Civilians Killed and Wounded, septiembre de 2021].

Estados Unidos “pulió” el método británico de paramilitares y programas especiales de terror y asesinato. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos lanzó un programa de exterminio masivo de izquierdistas y comunistas. Ayudó a los militares indonesios a matar a un millón de civiles en 1965, eliminando el tercer partido comunista del mundo. El gobierno estadounidense y la CIA entrenaron a “escuadrones de la muerte” en América Central con el propósito de aterrorizar y echar a la gente de sus aldeas. Estados Unidos llevó a cabo la Operación Cóndor en Sudamérica en los años 70 y 80: el asesinato intencionado de entre 60.000 y 80.000 personas sospechosas de ser enemigos izquierdistas del Estado. [Vincent Bevins, The Jakarta Method (Nueva York: Public Affairs, 2020), Apéndice 5, pp. 266-67].

Es esencial leer la serie “Crimen Yanqui” en revcom.us que documenta los crímenes y atrocidades de Estados Unidos. Como explica revcom.us “Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.”.

IX. Una ideología renovada del imperialismo liberal y del chovinismo y parasitismo imperialistas

¿Quién era Estados Unidos para hacer esto? Es el (autoproclamado) “líder del mundo libre”. ¿Por qué Estados Unidos lleva a cabo crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad? Porque es la “fuerza del bien en el mundo”, que defiende y lucha por “la democracia contra la tiranía”. Los imperialistas estadounidenses presentan su guerra (interimperialista) de sustitutos entre Estados Unidos/OTAN y la Rusia de Putin como “la democracia contra la autocracia”. [Véase Las Entrevistas con Bob Avakian, Segunda parte].

Hasta ahora, he escrito sobre la ideología del “imperialismo liberal” promulgada por los británicos, como se analiza en Legacy of Violence. El coloso estadounidense ha elaborado su propia versión de la ideología del “imperialismo liberal”.

Estados Unidos se presenta como el líder de un orden global que ha trascendido el imperio. Le dice al mundo que no tiene pretensiones de imperio. Más bien, como los ideólogos y funcionarios imperialistas racionalizan el dominio, corresponde a Estados Unidos desempeñar el papel de una gran potencia que es único y difiere del de los imperios del pasado. Esa misión consiste en configurar y defender las normas e instituciones mundiales que fomentan la democracia liberal: las elecciones, los mercados libres, la consagración legal del derecho individual.

Se dice que este orden liberal global para el que Estados Unidos es la “potencia indispensable” se basa únicamente en: a) instituciones multilaterales como el Banco Mundial y las Naciones Unidas que implican la participación y acuerdos realizados entre diferentes países; b) la interdependencia global posibilitada por las nuevas tecnologías y los flujos masivos de bienes e información a través de las fronteras; c) el fin de la jerarquía y las divisiones geográficas de los imperios del pasado; y d) la “perfectibilidad” única de la democracia estadounidense.

En esta fábula interesada, el mundo se ha “aplanado”: los países y regiones y los inversores pueden acceder y conectarse a los beneficios de este sistema mundial, y aprovecharse de ellos, si cumplen con las reglas. No importan las vastas redes de explotación, las escandalosas desigualdades económicas y sociales, las guerras e invasiones, el enorme número de muertos, la devastación medioambiental.

Bob Avakian ha concedido una enorme importancia a la denuncia del chovinismo pro estadounidense y a la formación de la gente en el internacionalismo —“La vida de los estadounidenses no es más importante que la de la gente de otros países”, “El mundo entero ante todo”— como elemento crucial y central de la construcción del movimiento para la revolución en “las entrañas de la bestia”.

Se trata de librar una lucha ideológica, para que la gente entienda así como se oponga a lo que Estados Unidos hace en el mundo; que llegue a ver la realidad de “gracias por su servicio” (por crímenes contra la humanidad). Avakian ha hablado y escrito mordazmente sobre lo que ha denominado la “La Gran Falsedad Tautológica”: que cuando Estados Unidos hace algo en el mundo, por horrible que sea, e incluso si se trata de actos y prácticas por las que condena a otros gobiernos... aun así esto debe ser “bueno”, porque Estados Unidos después de todo es... “una fuerza del bien”.

Además, Avakian ha analizado que, sobre la base de la explotación global de Estados Unidos y su saqueo del planeta, existe, en la “base de operaciones”, el efecto ideológico adormecedor del parasitismo imperialista... y el individualismo parásito como “elemento unificador” de la mentalidad en la base de operaciones del imperio de Estados Unidos. Tengan en cuenta que se necesitarían cuatro o cinco planetas Tierra para que el resto del mundo replicara el nivel de vida de Estados Unidos.

X. Democracia: ¿es lo mejor que podemos lograr?

Dada la relación entre los horrores del imperio y la ideología de la democracia liberal, tanto en su versión británica como en la estadounidense, quiero volver ahora a un nivel más fundamental sobre la naturaleza de la democracia y las ilusiones que genera.

Bob Avakian ha escrito sobre el contexto histórico y el contenido social y de clase de los diferentes tipos de democracia a lo largo de la historia. Esto ha abarcado desde las antiguas sociedades griegas y romanas fundadas en la esclavitud y la explotación, en las que la democracia pertenecía a una estrecha franja de la sociedad, hasta la democracia del imperialismo estadounidense, una democracia fundada en el genocidio y la esclavitud, una democracia en la que la gente tiene el “derecho democrático” de votar por tal o cual representante de la clase dominante.

Avakian hizo esta importante observación sobre la incapacidad de la gente

de ver más allá de lo que Marx caracterizó como el estrecho horizonte del derecho burgués — tal como se define por las relaciones de producción burguesas y las correspondientes relaciones sociales y se delimita por los límites de dichas relaciones.

Y esto se expresa a menudo en términos de una especie de “democracia” mágica que a la vez está inextricablemente ligada al capitalismo aunque de algún modo todavía no tiene contenido social y de clase —es una democracia “pura” metafísica— cuando en realidad (como comentaré más a fondo en adelante) la democracia de la que se habla y se exalta de este modo es una forma de dictadura de clase que facilita e impone las relaciones de producción capitalistas y todo el sistema capitalista de explotación y opresión. [Bob Avakian, BREAKTHROUGHS (ABRIENDO BRECHAS) — El avance histórico hecho por Marx, y el nuevo avance histórico del nuevo comunismo, Un resumen básico, p. 6]

Esta “democracia mágica” a la que se aferran tantas personas que buscan un cambio fundamental es un grillete ideológico contra la emancipación real: la revolución comunista que se necesita para superar todas las formas de explotación y opresión, y la propia división de la sociedad humana en clases, y crear una auténtica comunidad mundial de la humanidad.

La revolución socialista establece un poder estatal nuevo y radicalmente diferente, la dictadura del proletariado, que es una transición hacia un mundo comunista. El sistema socialista previsto por el nuevo comunismo abre nuevas perspectivas de democracia para los antes oprimidos y explotados, junto con la gran mayoría de la sociedad.

La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian, establece los organismos de gobierno político en la sociedad del futuro que permitirán que los anteriormente oprimidos y explotados, y las masas más amplias de la sociedad, desempeñen el papel decisivo en la determinación de la dirección de la sociedad. Un nuevo poder estatal permitirá y respaldará a las personas para que transformen conscientemente la sociedad para abolir finalmente todas las relaciones de explotación y opresión, y para que desempeñen cada vez más el papel determinante en el gobierno que sirve a ese objetivo.

Por el contrario, la búsqueda ilusoria de la “democracia pura” mantiene a las personas, incluso cuando se rebelan, dentro del marco explotador de la democracia liberal/el imperialismo. En Democracy: Can't We Do Better Than That? (Democracia: ¿es lo mejor que podemos lograr?) y otras obras, Avakian muestra

que, para acabar con todos los sistemas y relaciones de opresión y explotación, es necesario trascender todos los estados —en otras palabras, todas las dictaduras— y llegar finalmente a una sociedad sin clases en la que ya no necesitaríamos, y habríamos trascendido, las instituciones y estructuras formales de cualquier tipo de democracia, y en la que el propio pueblo sería capaz de manejar sus asuntos colectivamente sin necesidad de que una parte de la sociedad ejerciera la democracia en sus filas mientras ejercía la dictadura sobre el resto de la sociedad. [Bob Avakian, From Ike to Mao and Beyond: My Journey from Mainstream America to Revolutionary Communist, A Memoir (Chicago: Insight Press, 2005), p. 427].

¡Hay una forma superior de organización social y de conciencia social... más allá de la democracia!*

Se publicará pronto la Cuarta parte — Conclusión.

*Bob Avakian ha producido el tratamiento marxista más completo de la democracia y la igualdad. Estos escritos incluyen Democracia: ¿es lo mejor que podemos lograr?; Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo; El comunismo y la democracia jeffersoniana; Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Primera parte; Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte: Primera parte: Revolución y el estado; BREAKTHROUGHS (ABRIENDO BRECHAS) El avance histórico hecho por Marx, y el nuevo avance histórico del nuevo comunismo, Un resumen básico. Véase la página “Obras escogidas de BA” en revcom.us.