8 de mayo de 2023. La semana pasada, el sindicato de guionistas de cine y televisión se declaró en huelga para exigir un salario digno y mejores condiciones laborales. Miles de personas con un pensar creativo —en Nueva York y Los Ángeles— están montando piquetes frente a los grandes estudios de televisión y cine y servicios de streaming. Curiosamente, y en ciertos sentidos por primera vez, los demás sindicatos de Hollywood (directores, actores, personal de apoyo) están apoyando la huelga, lo que le da a la gente una sensación de colectividad frente a una sociedad tan despiadada.

Otr@ revcom y yo decidimos salir a unirnos al piquete para hablar con la gente y ¡distribuir la nueva proclama: “Somos los Revcom”! Como la proclama está dirigida a “toda persona que ya no soporte este mundo tal como está… que esté harta del trato a tantas personas como si fueran menos que humanos…”, ¡éste es el público indicado! Hemos salido a diferentes lugares durante unas horas en diferentes días y nos hemos conectado con un público bastante amplio y receptivo.

Conocimos a muchas personas realmente angustiadas, no sólo, ni siquiera principalmente, por sus condiciones de trabajo personales, sino por el estado del mundo y el problema general del capitalismo. Yo les entregaba el desplegado y les decía brevemente: “El problema es este sistema capitalista que está jodiendo a la gente en Estados Unidos y por todo el mundo, y esto [la proclama] es de los revcom: hacer una revolución real para derrocar este sistema y crear un nuevo sistema emancipador”. Mucha gente no lo quería, simplemente no estaba interesada. Pero mucha gente sí, y varias personas me dieron las gracias por estar allí, y me agradecieron especialmente que señalara al sistema. Además de dar a la gente esta nueva declaración, les indicamos que vieran las Entrevistas con el líder revolucionario Bob Avakian (BA) en El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos!

Algunas personas entendieron, de inmediato, lo que queríamos decir con una revolución. Una persona respondió: “Así que, ¿no están hablando de reforma? Eso es importante, creo que hay que pensar en la revolución”. Otra persona estuvo de acuerdo en que no es posible reformar este sistema, pero que tenía grandes dudas e inquietudes sobre lo que implicaría una revolución, incluido si la gente se convertiría en aquello contra lo que luchaba, pero se lo tomó como un reto y dijo que iba a ver las Entrevistas con BA para saber más.

Las personas que querían hablar eran personas que prestan atención al inmenso sufrimiento de la gente en el mundo, algo que les causa mucha angustia. Una persona me respondió, cuando hablé de este sistema, al reconocer que si bien tenemos que luchar para que no nos jodan en este país, seguimos viviendo de la explotación real de la gente del mundo — se refirió a las minas de cobalto en el Congo y al trabajo infantil de los inmigrantes en Estados Unidos. Otra persona dijo que el problema no es sólo lo que enfrentamos en Estados Unidos, pero se trata de toda la “atmósfera” en el planeta, y se refirió a un artículo que acababa de leer sobre la devastación causada en Guinea por la extracción de bauxita, que se utiliza en el aluminio de los coches Teslas. Otra persona tenía mucha claridad sobre la división del mundo y el sufrimiento de aquellos en los países despojados de sus recursos, las horribles condiciones que crea todo de lo que nos alimentamos en este país, y que esto sólo puede funcionar debido al masivo uso de armas y violencia para imponer dichas condiciones. Esta última persona quería pensar más sobre la posibilidad de una revolución en este país, y dijo que iba a ver las Entrevistas con BA para escuchar más sobre el análisis y la estrategia de BA.

Una de las cuestiones sobre las que luché con algunas personas fue contra la idea de que “todos somos responsables de esta situación porque todos participamos”, como si los problemas fueran decisiones individuales de las personas. Puse la situación un poco más en una perspectiva más amplia y hablé de lo que significa que “este sistema, y no la humanidad, tiene que volverse extinto”. Estamos organizados en un sistema global de explotación y opresión y no podemos “decidir no participar”. No se puede lidiar con esto de manera individual, y su existencia y capacidad de hacer cambios no se define por sus “decisiones de consumo”. Cité a BA, que al hacer frente a este horror: “Tenemos dos opciones: vivir con todo esto y condenar a las generaciones del futuro a lo mismo o a cosas peores si es que de plano tengan futuro, o, ¡hacer la revolución!” Y subrayé que este desplegado “Somos los Revcom” aborda la realidad de que se trata de un momento poco común en Estados Unidos en el que la revolución se ha vuelto más posible.

Algunas personas estaban muy interesadas porque la proclama provenía clara y audazmente de los “comunistas revolucionarios”, a la vez que otras personas eran bastante anticomunistas pero seguían receptivas al debate. Una joven dijo que acababa de leer a Marx y que le entusiasmaba leer la proclama. Otra dijo que sus padres eran camboyanos pero que ella no entendía nada de la verdadera historia del comunismo. Leyó parte de la declaración mientras estábamos ahí y dijo que quisiera seguir hablando. Había un hombre mayor que era profundamente anticomunista, pero también anticapitalista, y ponía un argumento a favor de la socialdemocracia. Al mismo tiempo, estaba aterrorizado porque los fascistas están triturando todas las reformas básicas por las que él luchó en los años 1960. No cedió respecto a su anticomunismo, pero dijo que iba a leer el desplegado e iba a buscar la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.

Una cuestión que le planteé a la gente es que tenemos que luchar por un mundo en el que la capacidad de la gente para crear arte no esté ligada a si puede comer, o a que un país se ceba del mundo. Esa cuestión le llamó la atención a mucha gente —y estaba claro que en su mayoría no habían pensado en ello— en que podría haber una “manera de vivir emancipadora totalmente nueva”, al referirse a la proclama. Ante esto, varias personas hablaron de sentirse desesperanzadas, especialmente ante la forma en que los fascistas están haciendo pedazos a la sociedad.

Después de hablar un rato, un guionista dijo que estaba claro que yo tenía más esperanzas en el potencial para el cambio que cualquier otra persona que él conociera, ¿y por qué es así? Analicé más a fondo el hecho de que los gobernantes de este sistema no han estado tan divididos como ahora desde la Guerra Civil, y lo que puede cambiar si hay una fuerza de miles y millones de personas preparadas y organizadas para aprovechar el momento, para la revolución. Esta persona era de aquellas que tienen una idea de la explotación de la gente del mundo, y conversamos sobre lo que significaría para el mundo que hubiera una revolución en Estados Unidos. Tenía grandes dudas sobre todo esto, pero se lo estaba pensando con seriedad.

Conocí a una actriz que ha estado hablando de política de manera muy controvertida y está muy preocupada por el futuro. Tiene hijas y no quiere que vivan en una sociedad sin derechos básicos. Dice que intenta mantenerse a flote y ayudarlas a navegar las cosas, lo que incluye no dejarse quebrar por los sentimientos de impotencia y desesperanza. Le dije que lo apreciaba, pero que si intentaba resolver las cosas dentro de los límites de este sistema asesino del capitalismo —que está amenazando a la existencia de la vida humana sobre este planeta— pues no tendría esperanzas. Hablé de que éste es un momento poco común en el que la revolución es más posible, y de la Constitución para la Nueva República Socialista.

Un director de cine con el que hablé dijo que cree que están cambiando grandes cosas, que nos enfrentamos a algo drástico en cualquier caso, pero que no sabe si el cambio va a ser realmente bueno o realmente malo. Aquí él se refería a la política, pero también a la tecnología. Amplié lo que BA ha dicho sobre “algo terrible, o algo verdaderamente emancipador”, y que si queremos lo segundo, ya es el momento de organizarnos para la revolución. Le conté más sobre quién es Bob Avakian y mencioné el nuevo comunismo. Cuando le dije que [BA] había pasado décadas estudiando la primera etapa de las revoluciones comunistas, me preguntó qué era lo principal que BA sacaba de ese estudio. Le respondí, en primer lugar, que se dieron enormes avances en cuanto a que los oprimidos se levantaron para liberarse y que BA se está basando en eso, al mismo tiempo que ha roto con la idea venenosa de que el fin justifica los medios. Él contemplaba eso y dijo que era interesante. Se estaba alejando de la conversación, pero le indiqué en el desplegado dónde podía encontrar las Entrevistas con BA en las que éste habla más a fondo de todo esto, y especialmente le señalé la cuestión que BA subraya en cuanto a que es peligroso dirigir a una revolución si no se tiene un espíritu poético, y él me contestó, un poco sorprendido y agradecido: “interesante, definitivamente estoy de acuerdo con eso”.

Otra persona, un guionista y productor de televisión negro, dijo que estaba de acuerdo en que nos encontramos en esta especie de precipicio, y se mostró muy perturbado por la guerra de sustitutos de Estados Unidos en Ucrania, el medio ambiente y “la división tipo guerra civil” en Estados Unidos. Leyó el primer párrafo y dijo que lo iba a leer entero cuando llegara a casa. Dijo que piensa en la revolución, es decir, en el cambio sistémico, todos los días. Pero dijo que esto le interesaba porque estábamos hablando de algo muy concreto, no sólo de un gran cambio. Reconoció el papel de la policía y los ejércitos a la hora de imponer este sistema opresivo mediante la violencia y el terror. Le interesaba mucho ver las Entrevistas con BA para saber más sobre la estrategia y la visión.

Sí nos topamos con cierta lucha con un par de personas en un lugar que decían que no deberíamos llevar este mensaje, que la gente estaba preocupada por su capacidad de alimentarse ahora y que deberían centrarse en los problemas a los que enfrentaban directamente. Hablé del problema de mantenerse en su carril frente a lo que está haciendo este sistema, ¿cuál es la situación en el mundo en la que se está produciendo esta huelga? Una situación que clama urgentemente por una revolución para librar a este mundo del sistema del capitalismo-imperialismo, y que las cosas están llegando a un punto crítico en Estados Unidos de una manera u otra. Ya es hora de organizarnos para esta revolución. Curiosamente, aunque en realidad este tipo era muy desagradable, lo vi en otro piquete más tarde y dijo que iba a leer la declaración.

Es probable que la huelga dure algún tiempo, y que los guionistas hagan turnos diarios en los piquetes. También se han convocado a grandes concentraciones en Los Ángeles y Nueva York para el 15 de mayo. Ahora mismo, los revcom tienen que aprovechar toda oportunidad para conectar a las personas como éstas con esta proclama: la invitación y el reto de elevar su vista y formar parte de esta revolución.