Hay pocas cosas tan hermosas que cuando furiosas mujeres y muchachas y gente amante de la justicia tomen las calles, se pongan de pie hombro a hombro y luchen por un futuro mejor y un mundo mejor. Y no podría haber un momento más importante que ahora mismo para estar en las calles, para ponerse de pie, para expresar su furia justa. Porque la Corte Suprema, como ya lo sabemos todos, está en camino para revocar Roe contra Wade, para hacer añicos el derecho fundamental de la mujer al aborto. Eso sería una atrocidad. Eso sería una atrocidad. Obligar a las mujeres a tener hijos contra su voluntad es una barbaridad. Destroza vidas. Eclipsa sueños. Atrapa a mujeres en relaciones abusivas. Obliga a mujeres y muchachas a abandonar la escuela, a perder el empleo, a perder su futuro. Y les dice a las mujeres, le dice a toda mujer y toda muchacha, embarácese algún día o no, que el estado, un estado patriarcal las considera menos que ser humano pleno. La maternidad obligatoria constituye la esclavización femenina.

Y si dejamos que anulen Roe contra Wade, eso no sólo será una pesadilla para las mujeres y muchachas en este país durante generaciones por venir, esto no sólo generará ondas de choque de pesadilla por el mundo entero debido al papel que desempeña Estados Unidos en el mundo, esto acelerará el inexorable avance monstruoso fascista cristiano que también tiene en la mira a los contraceptivos, los derechos de la gente LGBTQ, que también amenaza a los derechos y la vida de los negros y otra gente de color. Por eso decimos, y tenemos que decirlo con fervor, y tenemos que defenderlo con el cuerpo al tomarnos las calles y con la voz al negarnos a callarnos: ¿Revocar Roe? (¡NO, MALDITA SEA!) ¿Revocar Roe? (¡NO, MALDITA SEA!)

Tenemos que permanecer en estas calles. Tenemos que permanecer en estas calles. Y quiero que ustedes sepan, De Pie Por el Derecho al Aborto ha convocado para este jueves, en movilización a partir de los jueves de las últimas dos semanas, los hermosos brotes de resistencia de alumnos, estudiantes y jóvenes por todo Estados Unidos, desde Kentucky y Tennessee hasta Colorado y Arkansas y Texas hasta aquí en la Ciudad de Nueva York, en paros estudiantiles. Este jueves, los paros tienen que cobrar otro nivel, por todo el país, regresando aquí a Union Square a la 1 de la tarde. Y que todos se vistan de verde — pañuelos verdes, ropa verde, que pinten con tiza verde las aceras, cuelguen mantas verdes sobre los puentes de autopistas, que luzca el verde en todas partes. Este jueves 19 de mayo.

Y luego, el siguiente jueves 26 de mayo, todos nosotros, acompañando a los jóvenes — tenemos que paralizarlo todo a nivel nacional. Al mediodía, tienen que salir del trabajo, salir de la escuela, dejar lo que sea que estén haciendo. Músicos, traigan sus instrumentos a las calles. Que todos salgan a las calles. Que los conductores de vehículos manejen bien despacito o estacionen en los puentes de autopistas y que cierren el paso a los puentes y túneles. Tenemos que paralizarlo todo a nivel nacional.

Y en De Pie Por el Derecho al Aborto, hemos estado haciendo sonar la alarma desde que la Corte Suprema conoció el caso por primera vez en diciembre de 2021, caso por el cual se aproxima la hora de decidirse. Hemos estado haciendo sonar la alarma. Hemos estado movilizando a la gente. Hemos estado convocando a la gente a llenar las calles para impedir que esto ocurra. Y ahora tras la filtración, millones de personas se han despertado a sacudidas. Millones pueden ver lo que está pasando.

Así que, pues, es tan hermoso, es tan importante, que millones de personas están despertándose y miles y decenas de miles están en las calles hoy, no solamente en los 40 y tantos mítines que De Pie Por el Derecho al Aborto ha convocado sino en mítines por todo el país los que convocaron Planned Parenthood y Move On y otras organizaciones. Esto lo necesitamos.

Pero también necesitamos hablar derecho, hermanas y hermanos, y hermosa gente, necesitamos hablar con seriedad. Porque justo en el momento en que se está repercutiendo esta onda de choque de alarma, justo cuando las personas están saliendo a las calles, también se oye cada vez más fuerte el redoble del tambor que tocan los políticos del Partido Demócrata y los supuestos “lideres” amarrados a ellos, de que lo más realista que podemos hacer es canalizar nuestras energías fuera de las calles y hacia las elecciones en el otoño. De eso nos ha advertido el líder revolucionario Bob Avakian, al cual sigo, en un nuevo artículo importante en revcom.us. Y él hace el argumento, y voy a hacer el argumento, de que nuestro poder está aquí afuera en las calles. No solamente porque esperar hasta noviembre ya será tarde, pues la Corte Suprema ya habrá pronunciado su decisión. Es muy tarde. ¡Tenemos que detenerlos AHORA! Pero la verdad es que ningún derecho fundamental nunca jamás se ha ganado mediante el voto. Piénsenlo. Ni siquiera el derecho de votar se ganó votando. Se ganó haciendo plantones, haciendo paros, marchando, emprendiendo viajes por la libertad, terminando en la cárcel, haciendo huelgas de hambre, cruzando ese Puente Edmund Pettus en Selma, Alabama, conocedores de que al otro lado los policías brutales supremacistas blancos y klanistas estaban a la espera para infligir una salvaje violencia. Se requería ponerse de pie. Como dijo el increíble abolicionista y luchador por la libertad y ex esclavo Frederick Douglass, “El poder no concede nada sin una demanda”. Nunca lo ha hecho y nunca lo hará.

Y, a un nivel aún más profundo, hermanas y hermanos, hermosa gente, estos demócratas, dan poses de ser defensores de las mujeres y de los oprimidos, pero la verdad es que durante décadas han facilitado este asalto contra el derecho fundamental de las mujeres al aborto. Durante décadas han tratado de buscar “puntos en común” con estos teócratas religiosos. No puede haber puntos en común con los que quieren esclavizar a las mujeres. Han postulado candidatos anti aborto. Han cedido la superioridad moral a estos teócratas y fascistas cristianos. ¿Qué otra cosa implica decir, como lo han dicho Hillary Clinton y tantas otras personas durante años, que el aborto debe ser “seguro, legal y poco común”? Como si el aborto tuviera algo de mal. El aborto no tiene nada de mal. No tiene nada de mal que las mujeres controlen su cuerpo, su vida, su destino. Eso es algo maravilloso. Eso es algo hermoso. Necesitamos el aborto a solicitud y sin pedir disculpas.

Por ahí hay otra cosa que estos demócratas no quieren decir y que gran parte del movimiento no quiere decir: el asalto contra el aborto siempre se ha tratado de controlar a las mujeres. Siempre se ha tratado de controlar a las mujeres. No se trata del cuidado médico en abstracto. Por supuesto, el aborto es cuidado médico, pero las clínicas no son objeto de bombazos porque el aborto es cuidado médico, eso ocurre porque el aborto les ofrece a las mujeres control sobre su vida y su destino. No se trata de autonomía corporal —les gusta decir eso— en abstracto. Estos fascistas no se molestan en decir “mi cuerpo, mi decisión” a la hora de rechazar las vacunas o las máscaras faciales. No les preocupa la autonomía corporal en abstracto, el problema que ellos tienen es con las mujeres. Y por importante que lo sea, por esencial que lo sea, ponernos de pie contra los salvajes, crueles, intolerantes y asesinos asaltos contra la gente LGBTQ, y en particular contra los jóvenes trans, tenemos que reconocer que el asalto contra el aborto es, en su centro, un asalto contra las mujeres. Y tenemos que decir la verdad y tenemos que nombrar a las mujeres. Los fascistas cristianos sí que las nombran. Me acuerdo cuando por primera vez me metí en esta lucha, yendo para defender la única, la última clínica de aborto en Dakota del Norte en los años 1990, y los fanáticos religiosos que tenían sitiada a esa clínica, se arrodillaron y oraron, y lo que dijeron fue lo siguiente — jamás se me olvidará: “Señor mío, por favor, rompan la maldición de la independencia que ha afligido a las mujeres”. La gente esa asedia al aborto, y tiene en la mira a los contraceptivos porque éstos les han dado a las mujeres una pizca de control sobre su vida y su destino. Y tenemos que convocar a la furia de las mujeres, la abierta, desenfrenada rabia y coraje de las mujeres ante miles y miles de años de las cadenas patriarcales, los miles de años de brutalidad, de tratar a las mujeres como sacos de boxeo y máquinas incubadoras y objetos sexuales y propiedad de los hombres. Tenemos que desencadenar la furia latente, reprimida durante tanto tiempo, que arde en el corazón de las mujeres y muchachas. Tenemos que llevarla a estas calles para luchar, ahora mismo, junto con toda persona que se preocupe por la justicia y un futuro mejor.

Y quiero decirles a todos los que quieran entender más a fondo por qué sigue en marcha este asalto, a 50 años de que se ganó este derecho, ¿por qué la Corte Suprema está llena de estos fascistas cristianos y teócratas de la Edad de las Tinieblas, y por qué tienen tanto poder por todo este país? ¿Por qué los demócratas siguen claudicando? ¿Y qué tiene que ver esto con la naturaleza del sistema bajo el cual vivimos, y con toda la supremacía blanca y terror policial, con todo el terror contra los inmigrantes, y con toda la destrucción del planeta, y con todos los crímenes los que comete Estados Unidos por todo el mundo? — si quieren entender eso más a fondo, les invito a ver El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! del cual soy co-anfitriona en YouTube.com/therevcoms. Vengan a enterarse de eso.

Pero quisiera concluir enfatizando lo siguiente: que ahora mismo, como todos ya sabemos lo que se aproxima, pero aún no es ley, tenemos una oportunidad de hacer lo que las mujeres y muchachas y la sociedad en su conjunto necesitan de nosotros. Tenemos que ponernos de pie, hombro a hombro, independientemente de si vas a terminar votando por los demócratas en noviembre, o independientemente de si tú eres como yo y estás tratando de hacer una revolución para deshacernos de todo el sistema al cual representan los demócratas y los fascistas republicanos — sea lo que sea tu perspectiva, en esta batalla todos tenemos que estar de pie, hombro a hombro, tenemos que permanecer en las calles, tenemos que alzar la voz. Tenemos que paralizarlo todo en Estados Unidos.

Así que, los convoco a todos. El jueves 19 de mayo, que vuelvan a esta plaza, a paros estudiantiles. El jueves 26 de mayo, paros a nivel nacional. A tod@s: vayan al sitio web RiseUp4AbortionRights.org. Inscríbanse, ofrézcanse de voluntari@s. Aparte de asistir, que también háganse organizador@s. Se necesitan: personas que se conecten con atletas profesionales, con músicos y celebridades e “influyentes”, con alumnos y estudiantes, y redes religiosas. Se necesita: que todos activen la participación de todos los que se pueda activar en este momento. Pues quiero que todos levanten el puño en alto, y voy a concluir: cuando yo digo “Revocar Roe”, que ustedes digan “¡NO, maldita sea!”. Y cuando yo digo, “No retrocederemos”, que ustedes digan, “Que permanezcamos las calles”.