En el 50 aniversario de Roe v. Wade, enfrentamos la amarga realidad de que el derecho fundamental constitucional al aborto ha sido brutalmente arrebatado. Que Roe v. Wade no llegó a los 50 años es motivo de dolor, ira, reflexión y acción. La maternidad obligatoria es esclavitud femenina, y la mitad de la humanidad en este país, sí, en todo este país, se han convertido en CIUDADANOS DE SEGUNDA CLASE.

Has escuchado las historias desgarradoras. La víctima de violación de 10 años casi se vio obligada a dar a luz al bebé de su violador. Las mujeres que están al borde de la muerte por sepsis o sangran antes de que puedan recibir atención a abortos espontáneos o embarazos de alto riesgo. Las desesperadas lágrimas y súplicas de ayuda cuando los pacientes que esperaban abortos fueron rechazados de las clínicas el día en que Roe fue revocado.

Piense en todas las historias que no hemos escuchado: de aquellas que luchan desesperadamente por conseguir suficiente dinero para tomarse un tiempo libre del trabajo, encontrar cuidado de niños y viajar a los estados donde una acumulación de pacientes significa que aún no pueden recibir el aborto que tanto necesitan desesperadamente. De aquellas decenas de miles que ya se han visto obligadas a tener hijos contra su voluntad. De aquellas cuyos embarazos no deseados los atrapan en relaciones abusivas o los arrastran más a la pobreza. Esta es una realidad misógina distópica discriminatoria a la que nunca se la debe minimizar, tolerar o aceptar.

El ataque contra los derechos al aborto es parte de un programa fascista cristiano patriarcal que pone en la mira a la anticoncepción y a los derechos LGBTQ. Negar el derecho al aborto golpea a las mujeres pobres, y especialmente a las mujeres negras y otras mujeres de color, con feroces consecuencias, apretando las cadenas de la supremacía blanca y la subyugación de las mujeres. Este es solo el comienzo: esta Corte Suprema dominada por fascistas ha abierto las compuertas para que los estados aprueban más y más leyes draconianas para esclavizar y castigar a las niñas y mujeres que se atreven a salir de sus roles prescritos como madres y criadores de niños.

Es de gran importancia política e histórica el que De Pie Por el Derecho al Aborto logró unir a personas de perspectivas políticas muy diversas y desató la furia de decenas de miles de mujeres jóvenes y muchas otras en acción no violenta en masa con el objetivo de impedir que la Corte Suprema anule Roe. Al fin de cuentas, la lucha para salvar a Roe no alcanzó el tamaño, la determinación o la unidad necesaria para ganar. Pero modelamos coraje, inspiramos a millones y nos atrevimos a decir la verdad sobre de qué esta reversión en realidad significa.

La idea de que tenemos que luchar por los derechos civiles de las mujeres estado por estado solo normaliza el concepto de los derechos fundamentales de las mujeres en función de la opinión pública local. ¿Aceptaría el derecho a la libertad de expresión, o el derecho a votar, o el derecho a adorar en solo la mitad del país? ¡Demandamos el aborto legal a solicitud y sin pedir disculpas en todas partes!

El derecho al aborto legal y seguro es la línea de frente y el resultado final de la libertad de las mujeres

Mientras que una sola mujer o niña no sea libre, NINGUNO DE NOSOTROS ES LIBRE.

Nuestro único camino a seguir y nuestro mejor camino a seguir es el de resistir, y ponernos de pie. Instamos a todos los que se preocupan por las mujeres y las niñas y la justicia en general a comunicarse con nosotros para estrategias y trabajar juntos. Hay una gran lucha que queda por librarse. Juntos, en nuestros millones, podemos y debemos ACTUAR para recuperar el derecho fundamental al aborto legal y seguro.

¡Que no se deje en pie la anulación ilegítima del derecho al aborto!
¡La maternidad obligatoria = Esclavitud femenina!
¡ABORTO LEGAL a solicitud y sin pedir disculpas a nivel nacional!

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