1. La mayoría de los libros prohibidos por ser “radicales” sacan a la luz verdades históricas muy importantes e ideas significativas sobre la historia y la causa de la supremacía blanca en Estados Unidos. Si bien estos, en general, no llegan a la causa raíz de los horrores de este aspecto de la historia criminal de Estados Unidos ni señalan a la verdadera solución: la revolución... y si bien en algunos casos promueven ideas que desvían al lector de esa solución, no es por eso que se prohíben estos libros y artículos. Se prohíben precisamente porque SÍ presentan a la gente cosas que no sabían antes sobre los feos cimientos de Estados Unidos y cómo esos cimientos persisten hoy, de forma diferente. Los revolucionarios que entran en esta lucha deben tanto oponerse a estos ataques como presentar la plena comprensión de las raíces del problema y la solución — capturada en obras de Bob Avakian como El comunismo y la democracia jeffersoniana y artículos como “Es posible eliminar la opresión racial — pero no se puede hacer bajo este sistema”.
2. Como señala el artículo, esta basura de DeSantis es nada menos que una regla fascista que ordena que ciertos hechos críticos de este país y su sistema y, en particular, la supremacía blanca que siempre ha estado en el centro de su historia NO pueden ser enseñados, discutidos, asignados, etc. en las escuelas. Es una supresión flagrante de la verdad fundamental más importante de la “civilización” estadounidense: sus raíces en la supremacía blanca y los cientos de años de sufrimiento y horror que ha causado. Si se llevara a su conclusión lógica la lógica de DeSantis y sus compañeros en la prohibición de libros en Texas y en otros lugares, pues el sistema educativo alemán no debe permitir a los estudiantes estudiar y discutir los hechos y las raíces del Holocausto en la historia alemana y europea y tratar de averiguar cómo evitar que eso vuelva a suceder.
3. Contraste esto con la sociedad socialista, tal y como se contempla en la sección sobre educación de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, Artículo I, Sección 2, subsección F, puntos 2 y 4. La educación en la nueva sociedad proporcionará a los estudiantes una base fundamental en la historia real de este país, y del mundo, así como educación en el método de análisis para comprender las causas materiales de la misma. Esto es básico. Al mismo tiempo, la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte también declara que
como una aplicación de “la elasticidad sobre la base de un núcleo sólido” habrá previsiones para que se presenten otros puntos de vista opuestos, incluso de los defensores apasionados de dichos puntos de vista, como una parte del currículo general y la educación en general. Además, a este respecto hay que aplicar la orientación de que buscar la verdad y determinar si algo corresponde o no a la realidad objetiva es la norma y criterio de la verdad, mientras que al mismo tiempo se propiciará una atmósfera en la que no sean sofocadas ni suprimidas las ideas nuevas y no convencionales sino que al contrario haya debate y forcejeo serio sobre ellas, con un reconocimiento del hecho de que ha sido cierto a lo largo de la historia y seguirá siendo cierto en el futuro que la verdad a menudo está “en las manos de una minoría” y que eso se aplica en particular a los análisis de la realidad recién descubiertos.