A fines de junio de 2023, la Corte Suprema fascista cristiana emitió un fallo que establece que una diseñadora de sitios web tiene el “derecho” de invocar sus prejuicios fundamentalistas cristianos para practicar una discriminación abierta contra las personas lesbianas, gay, bisexuales y trans (LGBT) negándose a crear sitios web para las bodas de tales personas. La diseñadora web demandó al estado de Colorado para impugnar una ley que prohíbe la discriminación por motivos de “raza, color, religión, origen nacional/ascendencia, sexo, embarazo, discapacidad, orientación sexual incluido el estatus transgénero, edad, estado civil y estado familiar”. La Corte Suprema dictaminó que esta ley viola la “libertad de expresión” de la diseñadora.
Este fallo de la Corte Suprema va de la mano con un fallo que prohibía la acción afirmativa. Ambos fallos socavan la XIV Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos que supuestamente garantiza a todos en Estados Unidos “igualdad de protección bajo las leyes”.
El fallo de acción afirmativa, como escribimos en La Corte Suprema de Estados Unidos dominada por los fascistas revoca la acción afirmativa, “acaba de dar un gran ‘que se jodan, quédense donde están’ a los negros, así como a todos los sectores de esta sociedad que sufren la discriminación sistemática”.
Y este fallo es un gran mensaje a la comunidad LGBT de “que se jodan, quédense donde están”.
En lo inmediato, el fallo de la Corte Suprema pone en peligro todas las leyes contra la discriminación. Y este fallo es un eslabón importante en una cadena de fallos de la Corte Suprema orientados a destripar la supuesta separación entre las iglesia y el estado, e imponer una teocracia fascista cristiana verdaderamente infernal.
Legalizar la discriminación, avalar la deshumanización bajo el pretexto de la “libertad de expresión”
“303 Creative” es una empresa de diseño web de una sola dueña. La propietaria demandó al estado de Colorado antes de siquiera haber comenzado a crear el sitio web de bodas1. Insistió en el derecho de violar la ley de Colorado contra la discriminación en los negocios públicos. Su demanda afirmaba que estar obligada a crear sitios web de bodas para parejas del mismo género violaría sus creencias religiosas e infringiría su derecho a la libertad de expresión. La demanda y el “argumento jurídico” de que se trataba de un problema de “libertad de expresión”, fueron respaldados por asociaciones legales fascistas cristianas muy poderosas y altamente conectadas que han librado ataques sistemáticos y viles contra los derechos y la humanidad de la comunidad LGBT2.
El fallo de la Corte Suprema justifica la discriminación basada en la creencia bíblica de la diseñadora web de que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Argumentan que la capacidad de ella de discriminar contra las parejas del mismo género está protegiendo a “un individuo [de estar obligado] a crear un discurso en el que ella no cree” porque es un trabajo “personalizado e individualizado”.
¡Eso es una necedad! La ley contra la discriminación de Colorado no infringe el derecho de nadie a la libertad de expresión. Pero lo que sí hizo fue decir que si una persona quiere tener un negocio público, por ley no puede discriminar legalmente contra una “clase protegida de personas”, ya sean negros, mujeres, latinos o, en este caso, la comunidad LGBT.
Nunca puede haber una “libertad de expresión” infinita, completamente irrestricta. Cualquiera que interactúe con el público en un negocio público —vender una casa, admitir a un estudiante a una escuela, recomendar un plato para pedir a un cliente en un restaurante— abarca algún grado o forma (en palabras del fallo de la Corte Suprema) de “trabajo personalizado e individualizado”. Pero por la “lógica” de este fallo, por eso, cualquiera puede justificar cualquier forma de discriminación institucional contra las mujeres, la comunidad LGBT, los negros, los latinos o los indígenas. Y siguiendo esa lógica, el “derecho” de cualquier individuo a hacer cualquier cosa prevalecería sobre cualquier intento de reglamentar las mascarillas en las crisis de salud pública, los límites de velocidad en las zonas escolares o las normas de seguridad para los edificios.
Y, de hecho, durante décadas, poderosas fuerzas fascistas cristianas en Estados Unidos se arremetían furiosamente y se oponían a las leyes que les exigían alquilar o vender casas a negros, integrar las escuelas y atender a los negros en restaurantes porque al hacerlo, eso violaban sus creencias cristianas y las “leyes de Dios”3.
Este fallo de la Corte Suprema es un paso importante para adoptar y respaldar esa “lógica” y agenda fascista cristiana.
Parte de un asalto en la sociedad contra la humanidad de la comunidad LGBT
El reconocimiento de la humanidad básica de la comunidad LGBT, tal como se concentra en la legalización del matrimonio entre personas del mismo género hace menos de 10 años, fue producto de cambios dramáticos en la sociedad y la cultura; de sangre, sudor y lágrimas; y de lucha y sacrificio. La furia de las personas sometidas a la más abierta discriminación, insultos, deshumanización, intimidación, violencia, arresto y cosas peores estalló en el Levantamiento de Stonewall en la ciudad de Nueva York en 1969. Se manifestó en la heroica y decidida batalla liderada por ACT UP para exigir que la sociedad reconozca la humanidad de la comunidad LGBT y luche por una cura para el SIDA. Y se expresa en un millón de formas desafiantes de manifestar el orgullo que subvierten a los pilares patriarcales tradicionales de todas las sociedades basadas en la explotación y la opresión.
Esta manifestación abierta del orgullo, y el reconocimiento de la humanidad de la comunidad LGBT es un anatema y una abominación para los fascistas cristianos los que se están arremetiendo contra toda la sociedad y dominan la Corte Suprema. Están emperrados en revocar brutalmente todas las concesiones a la igualdad para los sectores de personas contra los que este sistema ha discriminado y oprimido cruelmente, incluidos los negros, los indígenas, los latinos y otras personas de color, las mujeres y las personas de diferente género.
Los líderes de una de las principales instituciones “legales” fascistas cristianas que respaldan el asalto a la ley contra la discriminación de Colorado declararon que “el futuro mismo de nuestra nación está en riesgo si la agenda homosexual [sic] continúa avanzando sin control”.
Aún más allá de las implicaciones legales, este fallo de la Corte Suprema envía un mensaje de visto bueno a los fascistas tipo MAGA [Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza] con sus armas y sogas de linchamiento, las rabiosas turbas anti-trans y los golpeadores que aterrorizan los espectáculos drag.
Como los revcom escribieron en ¡ALTO a los ataques fascistas y la satanización de las personas LGBTQ! ¡NOS NEGAMOS A ACEPTAR EL FUTURO QUE OFRECE ESTE SISTEMA! Un mundo mejor sin opresión y explotación es posible:
Las turbas fascistas se concentraron en escuelas y en sesiones de juntas escolares. Legisladores fascistas en 41 estados han presentado más de 525 proyectos de ley anti-LGBT, con la promulgación de más de 75. Se ha prohibido la atención médica y psicológica para jóvenes y adultos trans. Se han purgado la historia, los relatos e incluso la existencia de las personas LGBT de las escuelas y de la educación. Se enseña a jóvenes que son diferentes, cuestionadores, insegur@s sobre su género o sexualidad a odiarse y a dañarse a sí mism@s.
Y como señaló la Proclama de los revcom, este asalto a la humanidad de la comunidad LGBT se da en el contexto de una agenda fascista cristiana más amplia de supremacía blanca, esclavización de las mujeres por medio de la maternidad forzada y con un gobierno mediante la abierta violencia y terror.
No tenemos que vivir así
No hay forma de lidiar con estos fascistas cristianos teocráticos por medio de los canales “normales” que la gente está programada para creer que es lo que impacta el rumbo de la sociedad. Y las expresiones individuales del Orgullo LGBT no aguantarán estos ataques. Estos fascistas, incluida su Corte Suprema, están haciendo añicos los “canales normales”. Y esos canales normales en realidad siempre han sido esencialmente instituciones al servicio de la explotación y la opresión, con una delgada capa de “inclusión, diversidad y equidad” integrada en la operación de un imperio global de tugurios y maquiladoras.
Pero existe otra forma en que el mundo podría ser. La Constitución para la Nueva Republica Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian, garantiza que: “Nadie estará sometido a una negación o restricción de los derechos o libertades, o a la discriminación, por su nacionalidad, género, orientación sexual, o creencias religiosas o de otro tipo”. Lo hace en el contexto de alcanzar un mundo sin ninguna forma de opresión.
Todos los que quieran ver un mundo donde las personas puedan amar a quienes aman —independientemente del género y la orientación sexual—, tienen que formar parte de esta revolución para hacer realidad ese futuro. Ahora, cuando se están haciendo añicos esta sociedad, es el momento que hay que aprovechar con urgencia.
A Pattern and Trajectory of Imposing Christian Fundamentalist Theocratic Fascism
Above and beyond the outrageous and intolerable impact on the rights of LGBT people, this Supreme Court is a significant link in a chain elevating a Christian fundamentalist “interpretation” of the U.S. exploiters’ Constitution in the direction of a Taliban-style theocracy. In just the past few years, Supreme Court rulings have:
- Overturned the constitutional right to abortion established 50 years ago in Roe v. Wade. The Court based itself on a Christian conception of when human life begins, rooted in the Biblical condemnation of women to suffer for the “original sin” by giving birth. Writing on the implications of overturning Roe v. Wade, “Justice” Clarence Thomas argued that the Court “should reconsider” rulings making contraception accessible and legalizing same-sex marriage.
- Sided with a religious foster-care agency that refused to certify same-sex couples as foster parents.
- Backed a religious group demanding to fly a Christian flag over Boston’s City Hall.
- Approved public funding for religious schools in Maine.
- Sided with a public school football coach who insisted on praying at midfield after games.
- Backed religion-based challenges to COVID restrictions.