Veamos los titulares de tan solo la última semana:
Trump anuncia la reanudación de las pruebas de bombas nucleares
Trump amenaza con invadir a Nigeria “armas en mano” para defender a los cristianos
Trump concede más del 90 % de las plazas para refugiados a sudafricanos blancos
Se implementa el plan de Trump para una “Fuerza de Respuesta Rápida” interna de 23.500 soldados
La Corte Suprema conocerá una impugnación al matrimonio entre personas del mismo género
Y esos son tan solo los titulares de una semana. Mientras tanto, el terror del ICE se intensifica en todo el país. Vea estos clips de Portland, Chicago y Nueva York.
Portland: Video en inglés
Chicago: Video en inglés
Chicago: Video en inglés
Los agentes del ICE realizan detenciones y lanzan gases lacrimógenos en Lake View, en el vecindario North Side de Chicago, 24 de octubre de 2025.
Ciudad de Nueva York: Video en inglés
Ciudad de Nueva York: Video en inglés
Vendedores ambulantes, objetivo de las redadas del ICE en la calle Canal, ciudad de Nueva York
Video en inglés: El Congreso no sólo está clausurado; se ha “disuelto”, según el representante Adam Smith
Mientras tanto, Trump mantiene cerrada la Cámara de Representantes por séptima semana consecutiva.
El desafío que enfrentamos
Ante esta locura, la gente ha hecho cosas buenas, importantes y valientes. Se han arriesgado y han mostrado furia, valor, amor y compasión. Millones de personas han participado en manifestaciones anti-Trump masivas. Todo esto debe continuar y crecer.
Pero ¿se puede negar que nos enfrentamos a un coloso fascista implacable que avanza rápidamente? Aun así, muchas personas de buen corazón aún no captan qué tan rápido está avanzando este monstruo. Si eres una de estas personas, vuelve a mirar la lista de titulares de tan solo esta semana. En realidad, ¿puedes negar que se necesita más —mucho más— no solo para contrarrestar eso, sino para derrotarlo? ¿Y pronto?
¿Cuánto tiempo crees que tenemos —que la humanidad tiene— antes de que se cierre la ventana … antes de que las cosas se hayan ido a tantos extremos y están consolidadas tan fuertemente como para montar una resistencia de importancia?
Sí, ustedes ya han hecho muchísimo. Pero se necesita más… y ahora. Esta semana, la gente irá a Washington, D.C. para lanzar ese “más”: para inspirar y organizar a los millones de personas que se necesitan para expulsar concretamente al régimen. Marcharán, corearán y dirán lo siguiente: “Comenzamos ahora. El 5 de noviembre, desde todo el país, nos dirigimos a Washington, D.C. A partir de ese día, no cejaremos hasta que el régimen sea sacado”.
Una palanca para activar a millones de personas
Los que se reúnan actuarán conscientemente como una palanca para activar a millones de otros en un período de tiempo comprimido. Con sus acciones señalarán el camino: inundar la sede del poder y llamar a la gente de la región y del país entero a unírseles. Regresarán una y otra vez, concentrándose en protestas decididas no violentas para exigir: ¡Que se largue el régimen fascista de Trump YA!
Si acabas de escuchar esto ahora, ven. Si has estado indeciso, ven. Hay muchísimo trabajo y lucha por hacer, pero existe una verdadera posibilidad de ganar — no hay una garantía, pero sí hay una posibilidad. [Consulta aquí y aquí otra información sobre cómo en realidad podríamos derrotar a este fascismo].
Por qué no podemos esperar: refutando las racionalizaciones
Pero —una vez más— demasiadas personas todavía no están lanzándose a la lucha.
Algunos dicen, y más parecen pensar, algo como lo siguiente: “Sí, este régimen avanza hacia el fascismo, y eso es horrible. Pero todavía no ha llegado del todo. Tenemos tiempo para fortalecer la resistencia comunitaria contra el ICE… para bloquear los intentos de Trump de destruir las normas democráticas en cada esfera de la sociedad y consolidar a martillazos aún más su poder… para ‘rejuvenecer’ al Partido Demócrata con nuevos candidatos inspiradores que en realidad luchen por el pueblo. Podemos seguir montando marchas de millones de manifestantes cada pocos meses que expresen la repugnancia de la gente hacia Trump. Si hacemos todo eso y otras cosas, pues tendremos suficiente fuerza para ganar las elecciones de mitad del mandato y empezar a revertir las cosas y superar todos los intentos de Trump de robarse las elecciones. Sí, es un tiempo peligroso, muy peligroso… pero todavía hay espacio para detenerlo”.
Este argumento encierra un problema moral profundo. Por mucho que crezca la resistencia local contra aspectos del régimen, perderemos la iniciativa y saldremos aplastados al simplemente luchar políticamente a la defensiva. Eso no puede contender con una “velocidad de escopetazos” del fascismo trumpista, que utiliza sus recursos, organización y determinación para instaurar un Estados Unidos fascista total. Mientras tanto, están raptando a nuestros vecinos, millones de personas viven cada momento aterradas y miles sin contar ya están en las garras de las verdaderamente bárbaras prisiones del ICE. Sin mencionar a las mujeres penalizadas por hacerse abortos, los niños trans privados de atención médica, los académicos despedidos, y así sucesivamente. Existe una necesidad —y una responsabilidad moral— de luchar por sacar concretamente a este régimen, YA.
Pero el quid del argumento —la idea de que los demócratas pueden ganar las elecciones de mitad del mandato y que los esfuerzos deben centrarse en eso— supone tantas cosas que están mal que cuesta trabajo saber por dónde empezar. El argumento subestima muchísimo lo que Trump ya ha implementado, lo que está en camino de hacer y la velocidad con la que lo hace. Subestima profundamente que estos fascistas consideran que están en una misión existencial desde dios para reconfigurar toda la sociedad sobre una base fascista: gobernar mediante la supremacía blanca abierta, el odio a los inmigrantes, la esclavización de las mujeres y purgar a las personas LGBT de la sociedad, todo ello impuesto por la violencia y el terror.
Aparato represivo con esteroides
Este argumento ignora en un sentido importante el aparato represivo que ahora se está consolidando.
800 generales y almirantes reunidos en la base de los Marines en Quantico, Virginia para oír hablar a Trump y Hegseth, 30 de septiembre de 2025. Foto: AP
Hace poco más de un mes, Trump reunió a 800 generales y almirantes para decirles que se prepararan para “librar la guerra en territorio nacional” contra el “enemigo interno”. La semana pasada salió que Trump ha empezado a movilizar rápidamente a 23.500 soldados de la Guardia Nacional para participar en suprimir “disturbios internos”. Él ha seguido apuntalando al ICE (que ahora está en una campaña de reclutar a 10.000 nuevos agentes) y ha metido a la Patrulla Fronteriza aún más violenta y carente de la ley a ciudades como Chicago. Si bien algunos jueces federales se le oponen valientemente (ante amenazas de muerte de MAGA en su contra y sus familias, incitadas por Trump y sus secuaces), la ilegítima Corte Suprema repleta de fascistas continúa validando y facilitando la carencia de ley de Trump en el 95% de los casos.
¿Las elecciones? Trump ha llenado los organismos de supervisión electoral con personas que aún niegan los resultados de las elecciones de 2020. Actúa para prohibir el voto por correo, y su títere Mike Johnson ni siquiera tomará juramento a los representantes demócratas recién elegidos al Congreso. El ideólogo y propagandista de Trump, Steve Bannon, ha dicho que el ICE supervisará las votaciones de 2026. Y en todo caso, Trump ya ha marginado y castrado al Congreso de formas dramáticas que lo han dejado impotente e irrelevante, y la Corte Suprema ha aceptado y hasta facilitado esto. Un solo ejemplo concreto y horrendo: las personas que hoy no tienen qué comer debido a que Trump suspendió el SNAP (cupones de alimentos) no tendrán consuelo en que el Congreso ya les ha asignado fondos y los tribunales han ordenado que Trump libere esos fondos — sin resultado alguno. Finalmente, la guerra que Trump ha declarado contra “antifa” tiene entre sus objetivos destruir a las ONG que financian a los demócratas, y estas ya están sintiendo la presión.
¿¿Las elecciones legislativas como nuestra salvación?? Dejemos de lado el hecho de que el Ejecutivo y la Corte Suprema se han colaborado para destripar la separación de poderes y el estado de derecho. Aunque los demócratas lograran superar la manipulación de los distritos electorales (el “gerrymandering”), las descalificaciones masivas a las “minorías” y a los pobres, la intimidación armada en las urnas, las amenazas a aquellos que los financien, los grandes cambios en las reglas de votación y conteo, y la segura negativa de Trump a aceptar cualquier resultado que siquiera indicaría una derrota para MAGA — ¿¡¿¿por qué se contará con el Partido Demócrata como institución para desafiar y resistir de manera significativa y material, e intentar activamente PARAR a Trump y sacarlo del poder??!? ¿Y por qué se correrá el riesgo a apostar así a la vida de la gente en Estados Unidos y por el mundo, y de las generaciones del futuro? (Para entrar más a fondo en esto, lea los e-mensajes de Bob Avakian Revolución #125, “Ni los tribunales ni el Partido Demócrata: La gente decente, en movilización masiva e implacable, es la fuerza en la que hay que apoyarse para derrotar al fascismo de Trump y MAGA”, y Revolución #137, “Unas razones más profundas por las que no existe ninguna versión de Charlie Kirk en la ‘izquierda’ — y por qué el Partido Demócrata no hará, y no podrá hacer lo que hay que hacer para expulsar al régimen fascista de Trump — Segunda parte”.)
Sí, los demócratas están dispuestos a permitir y en algunos casos apoyar a las manifestaciones masivas contra Trump. Pero como institución, están atrapados en limitar cualquier lucha al uso de las “normas” de este sistema, mientras Trump hace añicos esas normas día tras día.
Se está cerrando la ventana: la inminente intensificación de la represión
Además: los fascistas tienen la intención de reprimir muy ampliamente a todos los que se les opongan. Quítate las anteojeras y créeles. Los desmanes de los hampones enmascarados del ICE, la brutalidad creciente, los arrestos arbitrarios de personas de color, los soldados en las calles — todo esto se está normalizando y volviendo más intenso.
Pero está a punto de ir más allá de eso con la campaña que Trump ha declarado contra “antifa”. El hecho de que en realidad “antifa” no exista como entidad organizada hará posible que el régimen califique de “antifa” a cualquiera que se les oponga y hacerles lo que el propio Stephen Miller ha dicho abiertamente que harán: “infiltrar, desbaratar, arrestar y encarcelar” a los que se opongan al fascismo trumpista.
A ojos de los Miller, Patel, Vance y Noem —y del propio Trump—, “antifa” se refiere a TODOS NOSOTROS. Todos los que resistimos activamente, todos los que alzamos la voz aunque esté solamente en una publicación de Facebook, aunque simplemente recauden fondos para el Partido Demócrata. El FBI ha hecho de esto su máxima prioridad. Reírse de ello o ignorarlo es, en el mejor de los casos, miope y, de hecho, irresponsable, en un sentido terrible —y con potencial desastroso. Francamente, dado lo que está en juego para el mundo entero, no tenemos derecho a NO tomar esto en serio.
Un desafío moral y un camino político hacia la victoria
Claramente, estamos enfrentados a algo que exigirá mucho de nosotros. El tiempo ya es muy corto —el cáncer fascista ya se ha propagado mucho y con tanta agresividad— como para adormecernos con no soluciones e ilusiones de que las cosas seguirán en el curso actual.
Lea en español o escuche en inglés los siguientes mensajes de Bob Avakian:
Pero SÍ existe una manera de ganar. Como dijimos al inicio, la visión presentada en el Llamado al 5 de noviembre de Rechazar el Fascismo y abierto a todos da un panorama de lo que podrían hacer millones de personas en las calles de Washington, D.C. El e-mensaje de @BobAvakianOfficial, REVOLUCIÓN #141: “¡La hora ya nos está encima urgentemente — de expulsar al régimen fascista de Trump!”, de Bob Avakian (BA) aborda más a fondo la manera en que desarrollar de forma no violenta un “terremoto político desde abajo” podría combinarse con la oposición creciente, si bien aún limitada, a Trump al interior de las instituciones imperantes y gobernantes… para concretamente expulsar del poder a Trump. No digan que no es posible hasta que en realidad le hayamos hecho el esfuerzo.
Y a medida que se acerque el 5 de noviembre y las semanas de lucha que lanzará, es importante concluir donde lo hace BA:
La profunda realidad es la siguiente: la movilización masiva convocada por Rechazar el Fascismo, abierta a todos, representa la verdadera posibilidad —la ÚNICA posibilidad verdadera— de expulsar concretamente a este régimen fascista, y poner fin a los horrores interminables que éste está decidido a perpetrar.
Sí, el régimen de Trump puede aprovechar la movilización del 5 de noviembre como pretexto para desatar aún más represión. Pero este régimen ya ha demostrado brutalmente que tiene la intención de perseguir con saña a los que identifica como “enemigos”, y reprimir implacablemente a cualquier fuerza de oposición real o potencial, tanto al interior de la propia clase dominante como en la sociedad en general, independientemente de que se resista activamente, o no, al régimen.
En las circunstancias a las que ahora enfrentamos, no intentar siquiera expulsar a este régimen fascista, mientras aún existe la posibilidad de lograrlo, sería mucho peor que fracasar en el intento de expulsarlo. Como lo expresa clara y contundentemente el Llamamiento de Rechazar el Fascismo: “Si ni siquiera lo intentáramos, las generaciones del futuro —en el caso de que existan— no nos perdonarán jamás”.
Mantas de Rechazar el Fascismo en frente de la Casa Blanca, Washington, D.C., 14 de junio de 2025. Foto: AP
¡Pero es posible que no fracasemos! Como lo demuestra dramáticamente el creciente coloso implacable del régimen fascista de Trump —y, por otro lado, las continuas protestas y los repetidos mítines y marchas masivos contra este horror fascista—, éstos no son “tiempos normales”. En estos tiempos extraordinarios, las cosas pueden cambiar muy velozmente, a una enorme escala y con un gran impacto. Esto puede aplicarse no solo en sentidos muy negativos, sino también en sentidos muy positivos: se puede avanzar a partir de las repetidas protestas contra este régimen, y que luego ejerzan su expresión más poderosa en la movilización y convergencia en Washington, D.C. el 5 de noviembre, a la que está convocando Rechazar el Fascismo, con una invitación abierta a todos los que están indignados por el fascismo de Trump y MAGA.
Si eso da resultado, será una hazaña verdaderamente histórica para la humanidad hoy, y algo que contribuirá de manera profunda a la posibilidad de un mundo mucho mejor para las generaciones del futuro.
Y, una vez más, si se logra movilizar a millones de personas en apoyo a este Llamamiento para una movilización y convergencia masiva, no violenta pero decidida, sobre Washington, D.C. el 5 de noviembre, existe una verdadera posibilidad de que esto podría triunfar.