DECLARAMOS Y EXIGIMOS:
Es necesario abolir y desmantelar el sistema capitalista-imperialista y las instituciones de gobierno existentes en Estados Unidos — y reemplazarlos por un nuevo sistema socialista basado en la CONSTITUCIÓN PARA LA NUEVA REPÚBLICA SOCIALISTA EN AMÉRICA DEL NORTE.
Mientras sigamos viviendo bajo el dominio de este sistema del capitalismo-imperialismo, defenderemos a las personas contra los ataques a su vida y a los derechos que se supone que garantiza la Constitución de los Estados Unidos. Pero necesitamos un sistema completamente diferente, con una Constitución completamente diferente —la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte—, que proporcionará derechos mucho más amplios para las personas, incluido el derecho básico a tener el papel fundamentalmente determinante en una nueva sociedad y gobierno cuyo propósito y objetivo es eliminar toda explotación y opresión, en todas partes.
El hecho es que, a pesar de sus pretensiones de hablar en nombre de “nosotros, el pueblo”, la Constitución de los Estados Unidos es un documento escrito por explotadores esclavistas y capitalistas y al servicio de sus intereses, desde la formación de Estados Unidos al día de hoy. Es un documento que restringe la noción de la “libertad” a lo que es posible dentro de los confines asesinos de este sistema del capitalismo-imperialismo, un sistema de explotación brutal y opresión asesina. Es un documento que establece los términos para imponer este sistema que trata a las masas de personas, en Estados Unidos y por todo el mundo, como objetos para usarse y de los que abusar a fin de generar ganancias y aumentar el capital para un pequeño número de grandes explotadores… un sistema que desecha como inservibles y trata como peligrosas, a grandes cantidades de seres humanos que no puede explotar de manera rentable... un sistema que causa guerras interminables que matan a millones de personas y causan una destrucción masiva... un sistema que trata el medio ambiente como algo a lo que saquear en su afán de ganancias y su rivalidad para dominar el mundo.
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte es completa y fundamentalmente diferente a la Constitución de los Estados Unidos. Esta Constitución para una nueva república socialista brinda una visión panorámica, una base firme y un plano concreto para crear una sociedad y, en última instancia, un mundo, libre de todas las formas de esclavitud, de toda explotación y opresión por motivos de clase, raza, sexo y género, de todas las relaciones en las que una parte de la humanidad esté subordinada y dominada por otras.
El nuevo sistema socialista basado en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte hará lo que nunca se podrá hacer bajo este sistema del capitalismo-imperialismo: por medio de sus instituciones, las elecciones y de manera omnímoda, este nuevo sistema socialista brindará los medios para darles poder políticamente a las masas de personas, a fin de llevar a cabo la transformación revolucionaria de la sociedad, y contribuir a este proceso en el mundo en su conjunto.
Una dimensión totalmente nueva de la libertad y los derechos de las personas
El papel de las instituciones gubernamentales establecidas con esta nueva Constitución socialista, entre ellas la policía y el ejército, ya no será de contener, controlar, reprimir, brutalizar, asesinar y masacrar a la gente, en Estados Unidos y por todo el mundo. En cambio, estas instituciones radicalmente nuevas salvaguardarán los derechos de las personas y darán respaldo a las masas de personas en el proceso de abolir todas las formas de discriminación y desigualdad, todas las relaciones de opresión y explotación. Defenderán la nueva sociedad emancipadora contra los esfuerzos por sabotearla, atacarla y destruirla, y apoyarán a las personas por todo el mundo que luchan por la meta de la emancipación.
Como se establece en esta Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, a las personas en esta nueva sociedad no solo se les permitirá sino que se les alentará y habilitará para que digan lo que piensan políticamente, se expresen libremente por el arte y otros medios, disientan y protesten con amparo constitucional e institucionalizado de su derecho a hacerlo. Se les proporcionarán los medios para hacerlo, porque será una parte importante de la creación de una atmósfera en la que las personas puedan “respirar” y sentirse a gusto, y donde se les inspirará para unirse a otros para bregar con lo que contribuirá, y lo que no contribuirá, a la transformación emancipadora de la sociedad y del mundo en su conjunto.