Las clases terminan esta primavera el 1º de mayo, también conocido como Primero de Mayo. Este Primero de Mayo se celebra en un momento de peligros existenciales sin precedentes — y en un momento poco común en el que se vuelven más posibles una revolución y la construcción de un mundo mejor a pesar de los horrores de hoy. Pero aprovechar esa posibilidad, se necesita poner la revolución en el mapa, abrazar el reto de construir un mundo mejor. Invitamos a los estudiantes de Columbia a sumarse a nosotros para hacer realidad un Primero de Mayo internacionalista revolucionario. La marcha del Primero de Mayo se congregará en la calle 132 y el bulevar Malcolm X a las 4 de la tarde.
En este momento, masas de personas de todo el mundo están sufriendo, y el planeta se encuentra en un precipicio. En Ucrania arde una guerra. El pueblo ucraniano ha estado sometido a una invasión rusa asesina e injusta, la injerencia de Estados Unidos en lo que analizamos como una guerra de sustitutos con Rusia con el potencial de escalar drásticamente, quizás incluso hasta una guerra nuclear. Se está acelerando la crisis climática que amenaza a la vida en este planeta, y Estados Unidos conserva su título de productor mundial más grande de petróleo y gas natural.
Mientras tanto, la Corte Suprema ha despojado a las mujeres de su derecho constitucional al aborto. De rutina, la policía dispara, mata o golpea a los jóvenes negros y latinos. Los refugiados que solicitan asilo en Estados Unidos son brutalizados, detenidos y deportados. Más de 400 proyectos de ley contra las personas trans se han debatido o se están debatiendo en las legislaturas estatales. Y la lista de espantosas agresiones sigue y sigue. ¿Darán los estudiantes un paso al frente? Ya ha llegado el momento. ¿Por qué estos horrores siguen ocurriendo y agravándose? ¿Y por qué ya es ahora cuando se puede hacer algo real al respecto?
La raíz de los atropellos en la sociedad y en el mundo no es el sistema de justicia, el sistema corporativo o el sistema electoral. Es el sistema capitalista-imperialista que subyace y configura toda la sociedad y el mundo. Ninguna elección, ni cambio de rostros de aquellos que nos gobiernan, ningún nombre nuevo para la opresión con la que vive la humanidad, cambiará las cosas. Únicamente una revolución para derrocar este sistema basado en las ganancias puede poner fin a los horrores del racismo, el patriarcado, las guerras de imperio y la destrucción del planeta — y allanar el camino para un sistema y una sociedad totalmente nuevos. La visión y el plano para una sociedad verdaderamente liberadora se establecen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian.
La oportunidad de hacer una verdadera revolución no está en el futuro remoto. ¿Por qué? Debido a que las divisiones entre los gobernantes de este sistema son más profundas y más antagónicas de lo que han sido desde la Guerra Civil. El Partido Republicano va por el fascismo total y ya no acepta las reglas del juego ni la transferencia pacífica del poder. El Partido Demócrata no tiene más respuestas salvo mantener intacto el mismo sistema de interminables guerras y opresión. Estos dos partidos están agarrados de las greñas — y sus choques pueden sacudir a las personas de modo que cuestionen si éste es el mejor de todos los mundos posibles y si este sistema es tan eterno como se proclama. Pero para que algo bueno surja de esta pesadilla creciente, el movimiento para la revolución tiene que penetrar en diferentes aspectos de la sociedad para mostrar a la gente por qué lo está ocurriendo y qué hay que hacer.
Esto requiere que los revolucionarios de hoy crezcan muy rápidamente a miles y luego a millones de personas. Y ahí es donde entra en juego el Primero de Mayo de 2023. Como revcom.us ha dicho: “Ese día, la gente tiene que presenciar la realidad de una fuerza — aunque de pocos números ahora pero con una visión, determinación, osadía y confianza en que su causa y su mensaje se conectarán y reverberarán en todas partes”.
Históricamente, los estudiantes han desempeñado un papel vital en las revoluciones, en despertar y sacudir a la sociedad. Pero ahora mismo, demasiados estudiantes de mentalidad progresista están envueltos en una manera de pensar estrecha e insular y política woke (concienciada) que reduce las aspiraciones. Necesitamos unidad; necesitamos una revolución real. Retamos a la comunidad de Columbia a explorar con seriedad lo que los comunistas revolucionarios están diciendo y haciendo. ¡Tráiganos sus preguntas, inquietudes y desacuerdos; y luchen con nosotros por la verdad sobre lo que hará falta para emancipar a la humanidad y cómo ustedes pueden hacer un aporte significativo a eso. Esto requiere una magnanimidad intelectual y generosidad de espíritu.
Así que únanse a otros para salir a las calles el Primero de Mayo. Preséntense por la revolución... preséntense por un mundo sin opresión ni explotación. Que se oiga a los estudiantes: “¡Nos negamos a aceptar el futuro que ofrece este sistema!”.