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Revolución #490 10 de mayo de 2017
10 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El martes 9 de mayo, el presidente Donald Trump de repente despidió al director del FBI, James Comey. Se trata de una importante maniobra de Trump para suprimir las investigaciones oficiales en su contra. Comey había desempeñado un papel crucial durante la elección de Trump cuando criticó a Hillary Clinton por ser irresponsable en el manejo de su correo electrónico, y luego reabrió la investigación sobre ella solamente diez días antes de las elecciones (misma que posteriormente se archivó). Por ello, Trump lo alabó.
Pero el FBI de Comey también ha estado investigando los lazos entre el equipo de Trump y Rusia. No obstante, Trump sale, sin ningún aviso en absoluto, y despide a Comey justo en el momento en que esta investigación se está calentando. El despido de Comey en medio de esta investigación en curso hace recordar el tristemente célebre incidente cuando el presidente Richard Nixon despidió a unos funcionarios del Departamento de Justicia en un intento de suprimir las investigaciones en torno a Watergate sobre el encubrimiento por Nixon de los actos ilegales de sus subordinados. A raíz de lo que ocurrió durante Watergate, se supone que los presidentes no tengan facultades de despedir o contratar a aquellos que llevan a cabo las investigaciones, o que se supone que vayan a realizar investigaciones, en su contra. El despido de Comey es un gran paso por el régimen de Trump y Pence hacia la eliminación o silenciamiento de la oposición en su contra al interior de la clase dominante, lo que es un elemento fundamental de su capacidad para hacer avanzar su agenda fascista.
Se da este escandaloso paso del régimen de Trump y Pence para aumentar sus poderes después de una semana llena de arremetidas fascistas, entre ellas el evisceramiento de derechos y normas básicos. Citemos tres ejemplos: 1) El jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, dijo que “están examinando la posibilidad” de hacer cambios a la Primera Enmienda de la Constitución para que puedan cambiar las leyes sobre el libelo y demandar a los que los critican en los medios de comunicación; 2) Trump exigió que el Senado eliminara sus reglas que estipulan que se necesitan 60 votos para la adopción de algunas medidas, al declarar que estas normas, cuyo propósito es producir cierto consenso en la clase dominante, son “un sistema arcaico”; 3) Trump firmó una orden ejecutiva que permite que las organizaciones religiosas exentas de impuestos apoyen directamente a los candidatos políticos, lo que constituye un asalto a la separación entre la religión y el estado, una orden que les dará poder a los fascistas cristianos. (Lea “Trump después de 100 días: No se trata de ‘qué tan poco logró…’ sino qué tanto hizo avanzar las cosas hacia el fascismo manifiesto”).
El régimen fascista está presionando duro y rápido por la consolidación del dominio fascista en Estados Unidos. El FBI es una institución esencial en la maquinaria represora del actual sistema que gobierna sobre la gente. El propio Trump, al referirse al despido de Comey, calificó al FBI de “nuestra joya de la corona entre los organismos del orden público”. Al deshacerse de Comey, un acción que abre el camino para que Trump nombre a un nuevo jefe del FBI, el régimen de Trump y Pence está maniobrando para controlar más directamente este poderoso organismo de represión. El FBI ha llevado a cabo muchos reaccionarios actos y crímenes contra los que el sistema ve como enemigos y contra el pueblo en general, y ahora está más directamente en manos de los fascistas que ocupan la Casa Blanca.
Como dice el Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo: “Donald Trump y Mike Pence han reunido una camarilla sanguinaria que ya expone posiciones y toma iniciativas que demuestran que tienen la firme intención de triturar las normas políticas y sociales, con consecuencias catastróficas. Trump tiene el dedo encima del disparador nuclear, por lo que el régimen de Trump y Pence es más peligroso para el mundo que ni Hitler”.
Si anteriormente usted tuviera dudas, vea lo que está sucediendo ahora. El régimen fascista de Trump y Pence está maniobrando rápidamente en muchos frentes para consolidar su poder. Si lo logran, causarán horrores aún más masivos para la gente en Estados Unidos y en el mundo. Es imprescindible unirse ahora con Rechazar el Fascismo en sus esfuerzos de denunciar y oponerse a este último ultraje, y hacerlo como parte de expulsar a este régimen brutal e ilegítimo. “El régimen de Trump y Pence es un Régimen Fascista. Ni insulto ni exageración sino eso es lo que es. Para el futuro de la humanidad y del planeta, nosotros, el pueblo, debemos expulsar a este régimen” (del Llamamiento a la Acción de Rechazar el Fascismo).
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Revolución #490 10 de mayo de 2017
10 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
“Al aproximarse el fin de los primeros cien días del régimen, no se trata —como dicen los medios de comunicación liberales establecidos y los demócratas— de qué tan poco logró Trump en esos primeros 100 días, sino que la esencia más bien es qué tanto — qué tan lejos han ido las cosas que ya ha hecho, qué tan draconianas son las cosas que ya ha hecho y a donde conducirá esto sin detenerlo. Y pronto”.
― palabras de Andy Zee, vocero de Libros Revolución-Nueva York, el 27 de abril en el Taller Nacional de Emergencia de Rechazar el Fascismo “El fascismo en Estados Unidos: ¿Podría ocurrir aquí? ¿Está ocurriendo aquí? ¿Qué peligro representa el gobierno de Trump y Pence?”. Vea el video en inglés AQUÍ.
El 29 de abril, Donald Trump celebró sus primeros 100 días en el poder faltando a la tradicional cena de corresponsales de la Casa Blanca y a cambio, dio un discurso en Harrisburg, Pensilvania, que solo se puede describir como un mitin al estilo de Hitler. Ahí ostentó sus muchos logros —fascistas—, como el nombramiento a la Suprema Corte del gestor fascista Neil Gorsuch, el lanzamiento de múltiples ataques contra los inmigrantes, el mayor respaldo a las “fuerzas del orden” (también conocidos como puercos asesinos), el evisceramiento de las regulaciones ambientales y el mayor fortalecimiento de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Trump no “extendía la mano a otros” ni “se normalizaba”, sino que redoblaba su agenda fascista, a la vez que abría otra semana de despiadados ataques a la gente y el planeta.
Por lo común, la cena de corresponsales es un evento en el que la prensa establecida se burla levemente del presidente y viceversa, y propagan ante el mundo la ilusión de que en Estados Unidos la prensa libre sirve de contrapeso sobre el presidente. Pero no ocurrió en esta ocasión. Trump no toleraría nada de eso. Ha declarado que la prensa es “el enemigo del pueblo”. En Harrisburg desvarió que no fue a la cena porque la prensa “es una vergüenza”.
No es simple ni principalmente que Trump se porta como un bravucón que se ofende muy fácilmente. Concuerda con una creciente guerra contra la prensa y el derecho a la expresión más en general. El 30 de abril, el jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, le dijo ominosamente a la ABC News que “algo que se está estudiando” es la posibilidad de cambiar las leyes sobre el libelo para que el gobierno pueda demandar a la prensa por “difamación” — algo que Priebus reconoció que iba a requerir una enmienda a la I Enmienda de la Constitución (de hecho, su evisceramiento, e incluso su abolición).
En el mismo sentido, la semana pasada Trump exigió que el Senado federal suprimiera las reglas que estipulan que se necesitan más de 60 votos para aprobar ciertas medidas, declarando que estas normas, cuyo propósito es generar cierto elemento de consenso en la clase dominante, son un “sistema arcaico”.
Luego el 4 de mayo, Trump firmó una nueva orden ejecutiva que permite que las organizaciones religiosas exentas de pagar impuestos apoyen directamente a candidatos. Este ataque contra la separación entre la religión y el estado le da poder al bloque de poder fascista cristiano, y es un paso hacia la imposición forzosa de religión reaccionaria en toda la sociedad.
El régimen de Trump está atacando a algunas de las normas básicas de esta sociedad. Estas normas son democrático-burguesas — o sea, regulan el funcionamiento normal de un sistema de explotación, saqueo y opresión. Son derechos democráticos en un marco básico en el cual los capitalista-imperialistas dictan su voluntad sobre la sociedad. Estas normas les permiten a los gobernantes resolver las divergencias entre sí, pero también les dan a las masas cierto “espacio” limitado en el cual pueden debatir y organizarse (aunque esto está bajo ataque constante, y a menudo se reprime con la violencia en este mismo funcionamiento normal del sistema). Pero el objetivo de la embestida de este régimen contra estas normas NO es el de cambiarlas al servicio de las masas, sino más bien de reconfigurar radicalmente el filo de la dictadura y hacerla mucho más violenta y más abiertamente represora, cualitativamente más represora, contra sus rivales así como las masas populares. De lograr esa reconfiguración, las consecuencias serán graves; y lo que ya han logrado ha causado mucho sufrimiento y ha puesto al planeta en enorme riesgo.
En Harrisburg, Trump reservó su veneno más odioso para los inmigrantes y los nacidos en el extranjero, a quienes comparó a “serpientes”, en un lenguaje directamente de la Alemania nazi. Cuando unos valientes manifestantes se pusieron de pie, él amenazó: “Así es, sáquenlos de aquí. Sáquenlos”. Trump azuzaba y organizaba a su base social fascista en el estadio. Al mismo tiempo, afuera crecía la movilización de grupos fascistas y violentos tipo “derecha alternativa” de motociclistas neo-nazis, rapados, del Ku Klux Klan, puercos policías fuera de servicio, milicianos y otra escoria supremacista blanca que se alistaban para atacar a los manifestantes contra Trump. En dos ocasiones en abril, cientos de fascistas bravucones cayeron sobre Berkeley, California, listos para broncas. En Pikeville, Kentucky, unos nazis armados desfilaron, enfrentados por una cantidad similar de manifestantes anti-fascistas.
Dos días después, Trump alabó al presidente Andrew Jackson, y se preguntó en voz alta: “¿Por qué se dio la guerra de Secesión?”. Esta invocación y exaltación de un genocida esclavista al servicio de una agenda de una terrorista limpieza étnica y de creciente violencia contra los negros, latinos y otra gente de color en las comunidades urbanas marginadas, está al centro de la agenda trumpista “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser blanco”.
Mientras tanto, Trump tuvo una “conversación amistosa” con el presidente de Las Filipinas, Rodrigo Duterte, en que lo alabó por qué tan duro combatía para “erradicar” las drogas de su país. Desde que tomó el poder, Duterte ha ordenado que la policía y los vigilantes justicieros sembraran terror y aniquilaran a quienes sospecharan de estar involucrados en la droga. Según ciertos estimados, ha masacrado a 7.000 personas, en su mayoría los más duramente oprimidos, sin el debido proceso legal. ¿Qué nos enseña esto sobre los propios planes de Trump para respaldar a otros asesinos en masa en el mundo y su intensificación de la “guerra contra las drogas” en Estados Unidos?
Además, Trump felicitó al presidente fascista de Turquía, Recip Tayyip Erdoğan, por haber logrado ampliar su poder mediante una draconiana campaña de represión y purgas (últimamente el despido de 4.000 funcionarios públicos y jueces). Él también ha sido invitado a la Casa Blanca, para el 16 de mayo.
En la última semana, Trump anunció recortes de impuestos que, como dijo un titular, “Trasladan millones de millones de dólares a los más ricos”, y al mismo tiempo anuló las reglas que promueven alimentos escolares sanos, una anulación que perjudicaría desproporcionadamente a los oprimidos. Luego el 4 de mayo, la Cámara de Representantes controlada por los republicanos mayoriteó a la fuerza un proyecto de ley que eliminaría la ley de atención asequible (conocida como “Obamacare”) y recortaría drásticamente el Medicaid, haría trizas las protecciones para las personas con condiciones preexistentes y dejaría a decenas de millones sin seguro médico, al mismo tiempo que a los ricos de Estados Unidos les ofrecería recortes de miles de millones de dolares a los impuestos.
Estas medidas matarán a los pobres, y afectarán de las formas más extremas a los negros, los latinos y los pueblos indígenas que ya viven en condiciones desesperadas. El voto en la Cámara de Representantes para derogar Obamacare hizo que rabiara la base fascista de Trump, para quienes el propio término de “Obamacare” evoca un frenesí racista.
El proyecto de ley sobre “seguro de salud” de Trump y Pence representa un feroz ataque contra los derechos reproductivos de las mujeres, y su propia vida. Entre otras cosas, limita más el acceso al aborto. Impide que Planned Parenthood (Planificación Familiar) acepte pagos de Medicaid por un año, lo que recorta los servicios sanitarios básicos para casi 400.000 mujeres pobres, como las pruebas para detectar el cáncer del cérvix y los senos que podrían salvar vidas, y el acceso al control de la natalidad. El proyecto de ley también abre la puerta para que los estados permitan que las compañías de seguros, según informa la revista Fortune, vuelvan a tratar “la agresión sexual, la violencia doméstica, la depresión post-parto, el embarazo y las operaciones cesáreas como condiciones pre-existentes, y así cobrarles más o negarles cobertura por completo a las mujeres que han tenido estas condiciones”.
El otro lado de la fascista visión y agenda de Trump es el ejercicio más desenfrenado y violento del poderío de Estados Unidos en el mundo. Esta es una amenaza real para toda la humanidad. Después de advertir que “podríamos terminar por tener un conflicto grande, grande con Corea del Norte”, Trump siguió escalando las amenazas y maniobras militares en la península coreana. El 2 de mayo, se activó en Corea del Sur un sistema estadounidense de defensa anti-misil, que en realidad es un arma ofensiva amenazante. Mientras esto ocurría, unos bombarderos Lancer B-1B participaron en ejercicios de guerra entre Estados Unidos y Corea del Sur que simulaban un ataque a Corea del Norte, poniendo al régimen en mayores aprietos e intensificando la posibilidad de una horripilante guerra, que podría incluir armas nucleares.
Se anunció el primer viaje al extranjero de Trump: a Arabia Saudita, Israel y el Vaticano. Esto indica, entre otras cosas, que los gobernantes estadounidenses les están dando todo su respaldo al estado del apartheid y la limpieza étnica en Israel y al Reino de Saúd fundamentalista islámico corta-cabezas, que cometen enormes crímenes en Palestina, Siria, Yemen y la región entera. La visita a Israel y Arabia Saudita también indica que Estados Unidos tiene planes de actuar de manera agresiva contra la República Islámica de Irán, con el potencial de poner en riesgo la vida de muchas personas en toda la región. En el Cuerno de África, Estados Unidos lanzó nuevos ataques militarse contra Somalia.
En su primer discurso importante, el secretario de Estado Rex Tillerson explicó cómo interpreta la agenda de Trump de que “Estados Unidos viene primero” en la política exterior. Dijo que Estados Unidos había estado “promoviendo actividad económica” y comercio con los países “emergentes” (oprimidos) y que apoyaba a sus aliados, pero que “las cosas se desequilibraban un poco”. Este tema trumpista, de que el más despiadado explotador y belicista líder del mundo se ha portado con demasiada gentileza, tiene como propósito forjar a un pueblo fascista que está dispuesto a aceptar enormes crímenes. Ya es Hora de Trump. A amigos y enemigos por igual los tratarán de manera más despiadada, blandirán más el poderío militar de Estados Unidos… habrá más bombas, más misiles, más escuadrones de asesinato y más riesgo de guerra, y más tráfico con el fuego nuclear.
Y como si eso no fuera suficientemente horroroso, el régimen de Trump y Pence también aceleró su ataque al medio ambiente. El 27 de abril, demoró (básicamente se negó a rechazar) una demanda de la industria de carbón cuyo objetivo es eliminar los reglamentos actuales sobre qué cantidad de mercurio y otras sustancias tóxicas es que las plantas potenciadas por carbón pueden emitir. Al día siguiente, el régimen anunció que “iba a revisar” las políticas y regulaciones para la excavación en mar abierto a las que se opone la industria de combustibles fósiles, lo que incluye la prohibición de excavaciones en mar abierto a lo largo de la mayor parte de la costa del Atlántico y buena parte de Alaska.
No se trata de un régimen que se está volviendo “más normal”. No se trata de un régimen que no está logrando nada. ¡No! Se trata de otra semana más en que un régimen fascista toma acciones rápidas para consolidar su poder. ¡Hay que expulsarlo antes de que lo logre!
Revolución #490 10 de mayo de 2017
10 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Decenas de miles de manifestantes frente al Capitolio en Washington, D.C. en la Marcha Por la Ciencia. (Foto: Especial para revcom.us)
La Marcha del Pueblo por el Clima, Washington, D.C., 29 de abril. (Foto: Twitter/@SierraClub)
El Día de la Memoria del Holocausto, Nueva York. Foto: @RefuseFascism
VEA ESTE EVENTO DEL 4 DE MAYO, EN INGLÉS, AQUÍ:
Miles de personas se manifestaron en el centro de Los Ángeles el Primero de Mayo.
Isabel Cárdenas habla en el Primero de Mayo en Los Ángeles.
Vídeo del Taller Nacional sobre el Fascismo en Estados Unidos del 27 de abril de 2017, patrocinado por RefuseFascism.org, en inglés.
Durante la última semana de abril y la primera semana de mayo, cientos de miles de personas, en Estados Unidos y en todo el mundo, salieron a las calles en respuesta a los crímenes del régimen de Trump y Pence.
El 22 de abril, frente a una guerra fascista contra la ciencia, cientos de miles de personas en todo el mundo salieron para una Marcha Por la Ciencia. Nada parecido había ocurrido jamás. Decenas de miles de manifestantes marcharon en Washington, D.C. junto con otros en más de 600 lugares en Estados Unidos y en todo el mundo — en todos los continentes, incluidos los polos norte y sur. De diferentes maneras, desde diferentes perspectivas, defendieron las contribuciones que la ciencia aporta a la vida de la gente, y denunciaron las consecuencias de imponer la celebración de la ignorancia de la edad del oscurantismo. Protestaron con humor — “¿Qué queremos? ¡La ciencia! ¿Cuándo la queremos? ¡Después de la evaluación de los pares!”. Y protestaron con pasión y determinación — Albert Yu-Min Lin, director científico de National Geographic Explorer, dijo acerca de la defensa de la ciencia: “No será fácil. Y no será para los débiles de corazón. Desde Galileo a Jane Goodall, muchos de los mejores científicos se han arriesgado la vida como rebeldes, corriendo riesgos, siendo aventureros. Como suele decir mi amigo Bob Ballard, ‘la ciencia es un deporte de full contact’. Y en esta coyuntura en nuestra historia, hay que pelear en serio”.
La Marcha del Pueblo por el Clima del 29 de abril protestó contra una agenda, y un régimen, empeñados en acelerar radicalmente la crisis ambiental de una manera que representa una grave amenaza para la existencia misma de la humanidad y la vida en la Tierra. La crisis climática ya tiene efectos devastadores, especialmente en las regiones más pobres del mundo — decenas de millones de personas expulsadas de sus hogares debido a la sequía extrema y otros efectos del cambio climático.
El 29 de abril, más de 150.000 manifestantes marcharon en Washington, D.C., y hubo más de 300 “marchas hermanas” en Estados Unidos, desde Chicago, Seattle, Los Ángeles, Nueva York y otras ciudades más grandes hasta comunidades más pequeñas como Kalama, Washington y Fort Myers, Florida. La gente marchó en países alrededor del mundo, desde Río de Janeiro en Brasil, a Ámsterdam en los Países Bajos, Manila en Las Filipinas y muchos otros países.
Frente a la promoción del antisemitismo por Trump, y los ecos de Hitler en los ataques del régimen contra los musulmanes y los inmigrantes, Rechazar el Fascismo convocó a acciones el 24 de abril, el Día de la Memoria del Holocausto. Estas acciones sonaron una alarma urgente sobre el curso peligroso del régimen de Trump y Pence y proyectaron el mensaje: Nunca más debemos permitir que otro Holocausto le suceda a ningún grupo de personas.
Los antifascistas se enfrentaron a los neonazis en Kentucky. El sábado 29 de abril, decenas de neonazis y supremacistas blancos, muchos armados, celebraron un mitin en Pikeville, Kentucky. Se encontraron enfrentados por al menos un número igual de antifascistas desafiantes que se resistieron a las medidas adoptadas por las autoridades para intimidarlos y suprimirlos, y a los deseos de algunas fuerzas locales de que se retrocedieran frente a las amenazas de los nazis.
El 4 de mayo, Rechazar el Fascismo patrocinó un evento en Berkeley: Por qué es correcto, y justo, expulsar a los fascistas del plantel de Berkeley… ¡y del poder! Ha habido repetidos intentos de parte de fascistas como Ann Coulter de hablar en el plantel. Y la controversia sobre si su mensaje debe ser protegido como la “libertad de expresión”. Ese mensaje se caracteriza por ataques genocidas y racistas como, “Sabemos quiénes son los maníacos homicidas [refiriéndose a los musulmanes]... Deberíamos invadir a sus países, matar a sus líderes y convertirlos al cristianismo”.
La presentación de Rechazar el Fascismo, dada por Sunsara Taylor, fue una intervención crítica en la lucha contra la legitimación, la normalización y la imposición de la propaganda fascista en el discurso intelectual y en las universidades. Además de hablar en la universidad en Berkeley, Sunsara Taylor habló a alumnos de secundaria y a otros. Vea y difunda el vídeo y manténgase atento a revcom.us para conseguir más información, pronto, sobre el impacto de este evento importante.
La racista difamación, señalamiento y persecución de inmigrantes y refugiados ha estado al frente del programa fascista de Trump y Pence. El 1º de mayo, decenas de miles de personas salieron a las calles de muchas ciudades grandes y pequeñas de Estados Unidos para oponerse a esos ataques, y en oposición a Trump y su régimen.
En gran parte fueron los inmigrantes —junto con otros— los que se tomaron las calles el 1º de mayo. En Los Ángeles, más de 30.000 personas convergieron en el centro de la ciudad. Miles de personas marcharon en Milwaukee, en Grand Rapids, Michigan, en Chicago, en Nueva York y en el Área de la Bahía de San Francisco, así como localidades rurales como Homestead, Florida donde mil campesinos dejaron los campos de calabacín, habichuelas, tomatito cereza y quimbombó y marcharon al Ayuntamiento de la ciudad. Setenta mujeres en el Centro de Detención del Noreoeste del ICE (Migra) cerca de Tacoma, Washington eligieron el Primero de Mayo para unirse a una huelga de hambre en curso por otros detenidos ahí.
Previamente, el 24 de abril, veinte estudiantes, clérigos y otros activistas fueron arrestados cuando se entrelazaron los brazos y bloquearon la entrada de la Casa de Correcciones del Condado de Suffolk en Boston para protestar por la detención y deportación de inmigrantes indocumentados. Cuando los arrestaron, corearon: “Escucha, mi pueblo, mi cóndor, mi águila. Ningún ser humano jamás puede ser ilegal”.
Los ataques de los republicanos contra Obamacare tienen como objetivo destruir lo que ya constituía el acceso totalmente inadecuado a la atención médica. Las comunidades pobres y desproporcionadamente negras, latinas e indígenas que ya experimentan crisis desesperadas de atención médica se encuentran bajo ataque especial. El acceso a todas las formas de control de la natalidad incluido el aborto está bajo asedio de los fascistas, y los partidarios de Trump luchan para restringir el acceso a la prueba para detectar el cáncer cervical que salvaría la vida a muchas mujeres.
Después de que la Cámara de Representantes votó por derogar el Obamacare, unos manifestantes frente al Capitolio corearon, “¡Qué vergüenza!” En una reunión pública, unos manifestantes se enfrentaron al congresista de Idaho, Raúl Labrador: “Ustedes están haciendo un mandato que matará a las personas”.
Las protestas y la resistencia en las últimas dos semanas han sido absolutamente necesarias. Pero la humanidad hace frente a un régimen fascista. En muchas de las varias manifestaciones de indignación y protesta, Rechazar el Fascismo estaba presente con su mensaje “¡NO!” — luchando con la gente para que reconociera lo que está en juego y la enormidad del peligro que Trump representa a la humanidad. Este mensaje llegó a miles de los manifestantes, atrajo a sectores de personas que consideran el régimen de Trump como intolerable, y llegó a la sociedad mediante la prensa establecida y las redes sociales.
El 27 de abril, Rechazar el Fascismo patrocinó un taller de discusión nacional que fue una profunda fuente de información y un reto agudo: El fascismo en Estados Unidos — ¿Podría ocurrir aquí? ¿Está ocurriendo aquí? ¿Qué peligro presenta el gobierno de Trump y Pence? Este taller exploró, desde varias perspectivas, la naturaleza esencial del gobierno de Trump y Pence, la relevancia de la historia del fascismo, la amenaza que representa para la humanidad y el planeta mismo, y los peligros de la normalización. Es un gran recurso para entender y actuar en torno a los peligros actuales que el régimen de Trump y Pence plantea ante la humanidad. Se puede ver este vídeo, en inglés, en refusefascism.org y revcom.us, e incluye presentaciones, y una sesión de preguntas y respuestas, con:
Andy Zee terminó su presentación en el taller con el siguiente reto:
“Todos los presentes tenemos que arriesgar mucho. Nada de actividad como de costumbre. Nada de protesta como de costumbre. Hay que sacar del poder al régimen fascista de Trump y Pence. Y nadie salvo el pueblo va a crear las condiciones para que eso sea posible. Por lo común, las cosas no se han desenvuelto así en Estados Unidos. No obstante, lo que enfrentamos no tiene nada de común.
“Debemos organizarnos YA con toda nuestra creatividad y determinación hacia el momento en que sea posible movilizar a millones de personas para inundar las calles de las ciudades y los pueblos día tras día y noche tras noche, declarando ilegítimo al régimen entero — exigiendo, sin parar, hasta que el Régimen de Trump y Pence sea expulsado del poder”.
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Revolución #490 10 de mayo de 2017
3 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Una presentación y un reto al debate de Sunsara Taylor
¡Los fascistas se han enfocado en Berkeley! Una serie de sicarios “intelectuales” del régimen de Trump y Pence —Ann Coulter, Milo Yiannopoulos, David Horowitz— han puesto UC Berkeley en su mira. Ya dos veces en abril, cientos de supremacistas blancos de la “derecha alternativa”, neonazis, pandillas de motociclistas, y milicias invadieron el centro de Berkeley, todos listos para pelear.
Esto no tiene nada que ver con la “libertad de expresión”. Lejos de ser perseguidos o suprimidos por el estado por sus ideas, son sus ideas las que el más poderoso estado en la historia de la humanidad impone sobre el mundo. Todos los días, el régimen de Trump y Pence sigue su embestida para implementar precisamente lo que estos sicarios “intelectuales” promueven: el racismo genocida, la crueldad odiamujer, las ambiciones belicistas, las mentiras que destruyen el planeta, y la limpieza étnica de los inmigrantes. ¿La libertad de expresión? Trump amenaza con minar la división de poderes, amenaza repetidamente a la prensa por cuestionar los “hechos alternativos” de su régimen, y amenaza con quitarle la ciudadanía a los que queman la bandera. Todos los días, el régimen de Trump y Pence obra sin parar para consolidar el fascismo en Estados Unidos.
¿Cuándo dirá usted: “¡NO, esto tiene que parar!”?
Se enfocan en Berkeley precisamente por sus antecedentes radicales. Si los fascistas lograran conseguir que Berkeley se doblegara, mejoraría sus posibilidades de hacerle a todo Estados Unidos aceptar las nuevas normas y someterse a su voluntad. Ignorarlos no conseguirá que desaparezcan. Quedarse a un lado o con la cabeza metida en un libro es inadmisible. Eso es lo que hicieron los “buenos alemanes” mientras Hitler ascendía al poder.
http://refusefascism.org
#FascistFreeBerkeley - #NoFascistUSA - @RefuseFascism
Sunsara Taylor es una comunista revolucionaria y seguidora de Bob Avakian. Avakian, un veterano del Movimiento de Libertad de Expresión, es el arquitecto del Comunismo Nuevo y dirige un movimiento para una revolución concreta y una sociedad radicalmente nueva rumbo a la verdadera emancipación. Taylor es miembro de la Junta Consejera de RefuseFascism.org y ha dirigido a miles de personas en las calles para oponer resistencia a este régimen fascista, con el fin de expulsarlo del poder.
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Revolución #490 10 de mayo de 2017
11 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Durante la “Batalla de Berkeley”, se planteó la pregunta: Después del triunfo de la revolución, ¿qué harán los comunistas sobre la libertad de expresión, cuando ustedes dirigen el estado?
En primer lugar, es importante entender que la “libertad de expresión” nunca es absolutamente libre. La expresión se restringe por la división de la sociedad en clases. El amo y el esclavo no tienen los mismos derechos ni los mismos medios para hacerse oír y para que se debatan y se respeten sus opiniones; tampoco es así en el caso del explotador y el explotado en general, ni el opresor y el oprimido. La celebrada libertad de expresión de la sociedad capitalista se reduce a la dominación del discurso en el marco de los términos que son aceptables y favorables para la clase dominante de la sociedad, propagado por las instituciones propiedad de las grandes corporaciones o bajo su control (es decir, los bloques de capital capitalista-imperialista) y restringido a las opciones que sirvan a esas clases.
En la medida en que haya debate, hasta debate agudo, esto se limita a los términos y los límites de lo que más sirva a las clases dominantes, o como siempre lo plantean, “lo que es mejor para Estados Unidos” — una formulación que oculta el hecho de que Estados Unidos es a) un opresor al por mayor en el mundo, b) en sí está dividido en explotadores y explotados, opresores y oprimidos, y c) los intereses fundamentales de los oprimidos en el mundo entero y en Estados Unidos son muy distintos a los intereses de los que controlan los medios de comunicación. Ese debate, tal como exista, principalmente sirve a los de arriba en Estados Unidos, ofreciéndoles los medios para lograr ciertos avances hacia la resolución de las divergencias entre sí, además de promover ilusiones falsas entre las masas y entrenarlas a ver las cosas según la perspectiva de las mismas personas que las dominan.
Las ideas que representan los intereses fundamentales de los oprimidos —o las ideas que en muchas ocasiones simplemente son nuevas o no convencionales— al mínimo, tienen que pujar fortísimamente para hacerse oír y, en el peor de los casos y con demasiada frecuencia, son marginadas o de plano suprimidas — a veces por medio de la censura de facto y a veces por la violencia abierta, con el asesinato o la prisión. De rutina suprimen, distorsionan o mienten sobre la verdad, más que nada la verdad sobre las relaciones sociales fundamentales, la verdadera historia de esta sociedad y el hecho de que las cosas no tienen que ser así. Aun cuando informan sobre hechos reales, casi siempre los pasan por un lente, o un marco de ideas, que da por sentado que el presente sistema tiene la “justicia” y el “derecho” de gobernar.
Al fin y al cabo, esta es una sociedad que considera que sus “ganancias netas” (si me permiten una expresión muy adecuada en este contexto) constituyen el derecho de ciertos individuos de explotar la mano de obra de muchos otros, y así escalar a la cima del poder y la influencia. Esto lo aplica y lo refuerza el control capitalista-imperialista de las fuerzas armadas, las prisiones, las cortes, etc. — los instrumentos de la dictadura que son la esencia del dominio de clase debajo de la apariencia externa del “intercambio equitativo de ideas, la libertad de expresión para todos”.
En resumen, vivimos en una sociedad en la que una clase (la clase capitalista-imperialista) dicta cómo funciona la sociedad y para cuáles fines, e impone esto con el poder armado del estado. En ciertas ocasiones, ofrecen derechos democráticos en ese marco, pero sin cuestionar el marco subyacente —un sistema construido a base de la explotación y del impulso constante de extenderla— y cualesquiera derechos que ofrezcan están sujetos a ese marco.
(En este momento, hasta estos derechos limitados están bajo un ataque extremadamente grave por Trump y Pence, que están tomando acciones para instaurar firmemente un régimen fascista, con consecuencias muy graves si lo logran. Pero si bien, correctamente, ya está en marcha una batalla para impedir que estos fascistas lo logren, el objetivo general de nosotros como comunistas no puede ser la restauración de una dictadura más democrático-burguesa, sino una sociedad revolucionaria, en el camino al comunismo.)
La nueva república socialista también será un estado — lo que significa que también es una dictadura en lo fundamental. Pero es una dictadura que sirve a unos intereses de clase radicalmente diferentes: los del proletariado, una clase que tiene el objetivo de superar toda explotación y opresión, de emancipar a toda la humanidad, y de poner fin a la propia división de la sociedad en clases y a la necesidad de un estado.
En ciertos sentidos críticos, la Nueva República Socialista en América del Norte será distinta, incluso a las mejores de las revoluciones socialistas anteriores. Ante todo, la guiará lo que Bob Avakian (BA) ha desarrollado sobre la necesidad de un núcleo sólido, y de mucha elasticidad basada en ese núcleo sólido. Para llegar a tener una sociedad emancipada, se necesita un núcleo sólido de dirección arraigado firmemente en lo que sabemos que es cierto, y que esté decidido a hacer avanzar la revolución ante una aferrada oposición y una adversidad real. Además, se necesita mucha elasticidad, incluida en la forma de crear espacios para el disentimiento y la oposición y de alentarlos.
Esto tiene consecuencias reales para la manera en que la sociedad socialista tratará la expresión. Al analizar más profundamente que nadie anteriormente los puntales de la democracia burguesa, o sea capitalista, y al desmenuzar muy a fondo la historia de las dos revoluciones socialistas importantes del siglo 20, Bob Avakian ha desarrollado un entendimiento verdaderamente nuevo y sin precedentes del significado, la importancia y la necesidad de la contienda de ideas en la sociedad socialista. Estas lecciones están concentradas y concretadas en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian y adoptada por el Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Esta será el plano para la nueva sociedad, por lo que, explorémosla*.
Primero, en el Artículo III, la Constitución... deja en claro que el derecho más fundamental del proletariado (los explotados en la sociedad capitalista, que incluye a aquellos que están desempleados) y de sectores muy amplios en la nueva sociedad, es el derecho de “tener el papel fundamentalmente decisivo en determinar el rumbo de la sociedad, y unirse en la lucha con otros en todo el mundo, con el objeto de abolir por fin las relaciones de explotación y opresión; y de forjar un gobierno que servirá para abolir esas relaciones y de desempeñar cada vez más el papel determinante respecto a ese gobierno”.
No existe nada semejante en ninguna sociedad capitalista en ninguna parte, ni podría existir — pues ¿cómo es que aquellos que han estado explotados pudieran tener el derecho de determinar el rumbo de la sociedad, si todavía hay explotadores que, debido a su propia posición en la dominación de la riqueza, pueden ejercer un control muchísimo mayor? Por primera vez, con el socialismo las instituciones del estado (entre ellas las fuerzas armadas) representarán a las masas populares en la eliminación y superación de la explotación.
El tercer punto de esta sección, empezando con el punto A, trata el principio de la libertad de expresión o de palabra.
No se restringirá la libertad de palabra, de reunión y asociación, ni de disentimiento y protesta, a excepción de los casos de la violación de la ley y mediante el debido proceso legal.
No se prohibirán las expresiones de oposición a esta República y su Constitución y gobierno, incluyendo lo de abogar por la abolición de esta República y por reemplazarla con otro tipo de sociedad y forma de gobierno, y al contrario se permitirán y se protegerán esas expresiones, a excepción de aquellos casos que supongan cometer, o conspirar activamente para cometer, o abogar de manera inmediata y directa por actos violentos, los que no sean de defensa propia, en contra del gobierno o integrantes del gobierno, u otros que viven en esta República, u otras acciones que violen la ley (pero, para repetir, no se podrá declarar ni tratar como una violación de la ley ninguna expresión de oposición a esta República y su gobierno, ni el mero acto de abogar por reemplazarla con otra forma de sociedad y gobierno.)
¿Cómo funcionaría esto en la práctica? Al fin y al cabo, ¿será lo mismo que ahora, o sea un monopolio virtual por los de arriba sobre cuáles ideas se difundan y en qué contexto, o, al contrario, que el gobierno de hecho fomente y aliente el disentimiento y la efervescencia, como se ha prometido?
De hecho, la Constitución... deja aún más en claro la manera de dirigir esto.
En concordancia con la orientación y los principios socialistas concernientes al desarrollo de la economía y con la orientación y los principios establecidos en la presente Constitución en general, la propiedad y el uso de los principales medios de información en la Nueva República Socialista en América del Norte estarán en manos del gobierno y bajo su dirección de última instancia y específicamente la del Consejo Ejecutivo del gobierno central. Al mismo tiempo, como se discute más adelante, no sólo se permitirán varios medios que son independientes del gobierno, sino que en un grado importante el gobierno central los financiará (y de otro modo los facilitará) por medio del Consejo Ejecutivo y los organismos y otros instrumentos que establezca para este propósito (ver el punto 4 más adelante).
Pero ¿por qué la revolución no sólo debe tolerar sino valorar y fomentar el disentimiento? Esto tiene que ver con la necesidad de la verdad — y la necesidad de llegar a la verdad, sin importar hasta dónde llegue o qué revele.
Lo que conocemos como la verdad es lo que corresponde a la realidad tal como es concretamente, por medio de la observación científica de la evidencia, la detección de patrones, y la comprobación de las hipótesis y las teorías ante esa realidad. Si nuestro objetivo es llegar a crear una sociedad completamente nueva, el núcleo sólido de lo que sabemos que es cierto sobre la emancipación de la humanidad —de lo que la humanidad ha aprendido (y que irá aprendiendo) en sus esfuerzos titánicos de acabar concretamente con la larga noche de explotación y opresión— tiene que fundamentar lo que hacemos. La transformación de la sociedad, la eliminación del cáncer de la explotación y de todo lo que contagia, es cosa seria — y uno no intentaría curar un cáncer grave empezando desde cero, sin ninguna referencia a lo que alguien haya hecho o aprendido anteriormente, ¿verdad?
Pero tampoco se conoce todo sobre lo que conlleva concretamente llegar a crear una sociedad plenamente emancipada. Sí conocemos algunos principios, y habrá que insistir en ellos y aplicarlos. Pero son imprescindibles el disentimiento y la efervescencia social si es que vayamos a romper con lo que es incorrecto, o incompleto, o simplemente obsoleto en nuestro conocimiento y además si es posible enriquecer y desarrollar más lo que es cierto, si de hecho va a desarrollarse el entendimiento de la sociedad.
Cabe repetir, ¿por qué? En lo más fundamental, porque es posible que las personas que disienten, o que proponen algo nuevo o no convencional, tengan razón o al menos hayan llegado a descubrir una parte de la verdad. Es posible que hasta las personas que de plano se nos oponen, que dicen que estamos completamente equivocados y que es necesario derrocarnos — también hayan identificado algo que no hayamos captado, a lo cual tenemos que prestar atención o sobre lo cual tenemos que reflexionar más a fondo. Además, en todo caso las ideas acertadas en sí florecen en medio de la contienda de ideas opuestas, y por medio de esta contienda, es posible fortalecer el entendimiento de las verdades de las personas que sostienen estas ideas, o que llegan a convencerse de estas verdades mediante el debate. (Claro está, eso no es la única manera en que crece el conocimiento — las personas pueden hacer suyas las ideas, comprobarlas en la realidad misma por medio de la experimentación de diferentes tipos, y desmenuzar las lecciones de esa experiencia. Pero también es claro que el debate puede ser una manera en que crezca y se profundice ese conocimiento de la verdad, y en el “mundo real allá afuera”, a menudo la experimentación, la investigación y el debate no están tan ordenadamente separados.)
El forcejeo de ese tipo también eleva el nivel de la conciencia y la participación activa en la dirección de la sociedad socialista en toda la población — no solamente las personas que han tenido una educación y capacitación para manejar la sociedad sino también aquellas que anteriormente estaban excluidas de trabajar con importantes ideas, políticas, o el método científico. La superación de esta brecha, en el camino a llegar a una sociedad sin semejantes divisiones, es una tarea clave de la sociedad socialista. Una medida clave será aumentar el acceso a la educación para todos y superar las desigualdades mientras lo hagamos; pero es igual de importante que el mayor número de personas tengan la posibilidad y cuenten con una dirección para forcejear sobre los temas importantes en la sociedad, al mismo tiempo que se desarrolle ese proceso.
Además, hay otra dimensión. Las personas en la sociedad socialista necesitan tener, y necesitan sentir que tienen, espacio para respirar, para “llegar a conocer las cosas por su cuenta”. Necesitan saber que el nuevo estado no las reprimirá, que no podrá reprimirlas, o de otras formas, les hará la vida más dura simplemente por expresar ideas impopulares u oposicionales, o simplemente ideas nuevas o no convencionales; de hecho, hay que ofrecerles recursos y espacio para expresar semejantes ideas. Si no, las cosas resultarán suprimidas, obligadas a supurarse debajo de la superficie, y la dirección no aprenderá todo lo que pueda aprender del proceso... y millones de masas no aprenderán a distinguir lo incorrecto de lo correcto a ningún nivel que abarque la complejidad.
Eso no significa que todo vale. No es necesario constantemente reconsiderar y volver a refutar las ideas que claramente se ha identificado que son falsas — el creacionismo, por un ejemplo. Habrá críticas y lucha enérgica contra las ideas que se ha comprobado que no sólo son falsas sino activamente perjudiciales — por ejemplo, la supuesta inferioridad genética de diferentes pueblos o de mujeres (pero hasta en este proceso, se apoyará en que las masas populares lo hagan y no en los instrumentos del estado.)
En este artículo nos hemos centrado en una dimensión de la nueva sociedad. Pero recomendamos que lean la Constitución... en su totalidad — desde el preámbulo básico que establece los principios fundadores de lo que será el nuevo poder de estado creado por la revolución, a las reglas que regirán las elecciones, las leyes y las relaciones entre la legislatura, el poder ejecutivo y las cortes... de los principios que guían cada esfera de la sociedad, a las maneras en las cuales se dirigirá a la población para superar las cicatrices del pasado (las varias formas de opresión y las desigualdades sociales y las disparidades materiales que aún persistirán durante un tiempo después del triunfo de la revolución, al mismo tiempo que se van superando)... de los principios en los que se fundará la nueva economía socialista, a las maneras en que se transformarán las relaciones entre las personas en la realización de la producción, entre Estados Unidos y el mundo, y entre los seres humanos y el resto de la naturaleza.... de la educación a las artes y las ciencias, a la defensa nacional y las cortes. En realidad, no hay nada tan visionario en el mundo hoy, ni tan fundamentado en la realidad material y las posibilidades para transformar el mundo, como lo es esta Constitución. Un mundo mejor no sólo es posible — ya se ha trazado un plano para semejante mundo.
Durante algunas décadas ya, varias obras importantes de BA han abordado estas cuestiones — y para las y los lectores que quieren adentrarse más, unos textos para empezar serían: Democracy: Can't We Do Better Than That? (en inglés; Democracia: ¿es lo mejor que podemos lograr?); Hacer la revolución y emancipar a la humanidad (Primera parte: "MÁS ALLÁ DEL ESTRECHO HORIZONTE DEL DERECHO BURGUÉS" y Segunda parte: "TODO LO QUE HACEMOS TIENE QUE VER CON LA REVOLUCIÓN"); El comunismo y la democracia jeffersoniana; Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte (Primera parte: REVOLUCIÓN Y EL ESTADO y Segunda parte: CONSTRUYENDO EL MOVIMIENTO PARA LA REVOLUCIÓN); y —de mucha importancia— El comunismo nuevo. [back]
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Revolución #490 10 de mayo de 2017
29 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El 26 de abril, Ann Coulter anunció la cancelación del discurso que estaba programado para el día siguiente en la Universidad de California-Berkeley. La controversia sobre su discurso ha suscitado todo tipo de confusión, y los siguientes puntos de orientación siguen siendo válidos. Continuaremos cubriendo esta controversia.
1) Ann Coulter es una descarada fascista y defensora de la horrenda violencia contra los oprimidos, así como la supresión de quienes ella considera como sus oponentes en la estructura de poder. Ha escrito 12 libros, aparece constantemente en las principales televisoras imperialistas y es un brazo intelectual del régimen fascista en la Casa Blanca. El veneno que vomita no sólo es profundamente falso, sino que es una expresión extrema de las ideas que el sector fascista de la clase dominante que ha tomado el poder está tratando de imponer sobre toda la sociedad. Lo hacen mediante el poder del estado y el uso de los medios de comunicación que controla, y al desatar y permitir que sus turbas fascistas aterroricen a los oprimidos, mediante ell aliento abierto así como la aprobación tácita. Ann Coulter ha tenido mucha oportunidad de propagar su veneno peligroso, mientras a aquellos que se le oponen cabalmente les niegan una plataforma.
2) El gobierno en nada está suprimiendo a Ann Coulter, así que toda la cuestión de la Primera Enmienda es un embuste, pues no tiene nada que ver con el tema en cuestión y sólo sirve para confundir y desorientar a la gente. Pero el líder de Ann Coulter, Donald Trump, no sólo promueve la represión violenta de la expresión con la que no está de acuerdo, sino que ha pedido la encarcelación y la privación de la ciudadanía a aquellos que queman la bandera estadounidense, la que es una forma de expresión que la Corte Suprema ha determinado que es protegida por la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense. La “Primera Enmienda” y la “libertad de expresión” no tienen nada que ver en absoluto con el intento de Coulter de regar su veneno y para nada se puede dejar que lleguen a ser los términos de esta batalla.
3) Los fascistas han puesto en la mira a Berkeley como una manera de intimidar a los que se oponen a Trump y de hacer que se sometan. Han desatado a unas fuerzas que obviamente están entrenadas en la violencia y que se proponen convertirse en la milicia callejera del régimen en caso de que el régimen enfrente más manifestaciones y otras formas de resistencia en las calles cuando eso ocurra. La formación y desarrollo de escuadras de combate fascistas y el señalamiento de Berkeley es un paso sumamente ominoso.
4) Es absolutamente erróneo que cualquier persona que diga que reconoce la amenaza que representa el régimen de Trump y Pence y el daño real que están haciendo haga una comparación entre las fuerzas fascistas violentas organizadas con el respaldo del el régimen en el poder y el estado, por un lado, y aquellos que están decididos a oponerles resistencia, por el otro. Las expresiones de “imparcialidad” en este período constituyen manifestaciones de bancarrota moral. Es preciso que no ayudemos a aquellos que están en el poder, dividiendo al movimiento contra Trump en “manifestantes buenos” y “manifestantes malos”.
5) Hay un régimen fascista en el poder que está actuando rápidamente para reconfigurar radicalmente a esta sociedad sobre una base fascista: eviscerando la separación de poderes y la separación entre la religión y el estado, amenaza con una guerra nuclear en el mundo y sataniza y criminaliza a pueblos enteros mientras cambia las leyes y normas en Estados Unidos en una dirección fascista. Ya se puede decir que “Primero vinieron para los musulmanes y los inmigrantes…”. Los líderes fascistas como Ann Coulter, Milo Yiannopoulos, David Horowitz, etc., le ponen un delgado barniz intelectual a este programa fascista. Y millones de nosotros tenemos que ponernos de pie con claridad y firmeza y decir ¡NO! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a vivir en un Estados Unidos fascista.
Es imperativo que todas las personas que se oponen al régimen fascista de Trump y Pence salgan a manifestarse contra Ann Coulter y a los fascistas que la respaldan. Hay que deslindar los campos. Importa lo que ocurra en Berkeley en los días venideros.
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Revolución #490 10 de mayo de 2017
30 de abril de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El fascismo en Estados Unidos
¿Podría ocurrir aquí?
¿Está ocurriendo aquí?
¿Qué peligro representa el gobierno de Trump y Pence?
27 de abril de 2017, Iglesia Metodista Unida en la Villa
Patrocinado por RefuseFascism.org
Ponentes:
La humanidad enfrenta una grave emergencia tras la ascensión al poder de Trump. El objetivo de este taller transmitido en vivo por el Internet es explorar a fondo, desde distintas perspectivas, la naturaleza esencial del gobierno de Trump y Pence, la relevancia de la historia del fascismo, la amenaza que representa para la humanidad y el planeta mismo, y los peligros de la normalización.
Se prepara un vídeo de calidad del taller en inglés para distribución. Haga una donación y conozca más sobre Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org).
info@refusefascism.org / 917-407-1286
Twitter: @refusefascism / Facebook, Instagram: refusefascism
Patrocinador mediático: emisora WBAI, Nueva York
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Revolución #490 10 de mayo de 2017
Carta de un preso:
10 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
¿Qué pasa? ¿Cómo les va? Desde aquí no tengo mucho que informar, sigo luchando con mucha seriedad. Pronto me trasladarán a la unidad de transición que está en XXX, así que con la presente quisiera informarles de eso, y también para dejarles saber que recibí un ejemplar de From Ike to Mao and Beyond [La autobiografía de Bob Avakian — nota de la redacción] así como un ejemplar de Revolución (No. 470-478) y otro material impreso que me ha enviado el P.R.L.F. [Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos; el “Fondo”]. Cuando recibo el ejemplar de Revolución, lo leo de principio a fin y se lo paso a otros… Una vez que salga de la prisión, quisiera unirme al Club Revolución, pues ya no tardo mucho, especialmente ahora que dentro de poco voy a salir de la unidad de Súper Máxima Seguridad. En abril cumpliré 39 años de edad y días antes este mismo mes cumplí 19 años de estar encarcelado (sin descansos para almorzar). Por lo tanto, ya estaré volviendo a adaptarme a la vida fuera de los muros de la prisión, y quiero que el Club Revolución sea parte de esa transición. Me encantan los seis principios de acción [“Puntos de Atención para la Revolución” — nota de la redacción] y definitivamente puedo hacerlos míos. En este momento me encuentro viviendo con un grupo de tipos que aspiran a ser modelos de Instagram, ¿me entiendes? Para ellos, lo máximo es ser Bad and Boujer, ¿me entiendes? Y si este grupo es un microcosmo del panorama más amplio, pues ya sé lo que me espera. [se refiere a una canción hiphopera sobre aspiraciones a ser negro y rico]
Para mí, el principio #1 es solidísimo, y la última frase de este principio se conecta muchísimo conmigo, hoy todos son oportunistas desalmados, buscan explotar y prostituir lo que sea que elijan representar y de lo que quieren llegar a ser parte. BA habla de esto en el Comunismo nuevo y él me dio un ejemplo cuando mencionó la ola del Presidente Mao y de cómo se establecieron similares principios de acción, grabando en piedra que el movimiento no tiene nada que ver con saqueo, violación y asesinato, sino con la revolución. En ese entonces estaban igual de jodidos económicamente como lo estamos hoy, y costó trabajo rechazar las migajas cortoplacistas que se presentaban en momentos particulares en medio de la revolución.
¡Todos estos principios son sólidos! Como dije, pronto estaré en casa y yo sé que voy a toparme con un montón de contradicciones espinosos, pero intentaré usar el método científico como guía para navegar el camino por la vida. Últimamente he estado explorando mi ejemplar de Lo BAsico y he estado estudiando el suplemento que empieza en la página 133, y la sección que empieza en la página 139 (“Los conocimientos científicos y el método científico”), específicamente, el principio #5 del Club Revolución coincide con este suplemento del libro, y estas son las herramientas que tengo la intención de usar al aterrizarme.
Bueno, estoy a punto de recibir una llamada telefónica y por eso me despido. Como dije, me trasladarán a otra unidad pronto, así que quizá quieran dejar de enviar material nuevo, aunque estoy casi seguro de que me remitirán el correo. No estoy seguro de los cambios que hayan hecho en la unidad a la cual voy a regresar, pero ojalá y que no hayan puesto el Fondo en la lista de literatura prohibida. Ya pronto sabremos.
XXXXXX
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Revolución #490 10 de mayo de 2017
Carta de un preso:
10 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Nota de la redacción: Esta correspondencia se refiere a una carta de Carl Dix del Partido Comunista Revolucionario en la que pidió a los presos a hablar sobre la situación que enfrenta la juventud en Chicago. La última edición impresa del periódico Revolución también incluye una carta a los presos sobre la situación en Chicago, “Hay un papel para ti en cambiar toda esta locura” (disponible en línea aquí).
Anoche recibí la carta de Carl Dix. Mi respuesta a esta carta es decirle a la juventud que cualesquier líos que tengas con quienesquiera con que los tengas son de corto plazo. ¿Qué te dieron de todos modos? ¿La muerte? ¿La prisión? Como adolescente me metí en muchos de los mismos líos. Con los afiliados a las pandillas opuestas. Con personas de otras clases. Con personas que simplemente no me gustó por la razón que fuera. La violencia nunca me dio nada más que la violencia. Me hizo el blanco para la policía y finalmente me consiguió una sentencia de 24 años de prisión. Casi he cumplido esa sentencia y todo lo que puedo pensar ahora es ojalá tuviera una manera de obtener alguna claridad sobre las cosas, una manera de entender las cosas con más profundidad y sentido.
Todo lo que siempre quería era la destrucción, porque creía que esa era todo lo que el mundo merecía, todo lo que merecía yo.
A través del comunismo he descubierto que eso es falso. Podemos esperar por más porque más es alcanzable. No será fácil, ni siquiera agradable, porque nada que valga la pena tener es tan fácil. Para llegar al lugar que queremos alcanzar, para obtener lo agradable, debemos estar dispuestos a sacrificarnos en el corto plazo. Tal vez ni siquiera veamos los beneficios, tal vez nuestros hijos tampoco, pero quizás sus hijos, y sus hijos, y las generaciones venideras. ¿Vamos a seguir pensando sólo en nosotros mismos, sólo de hoy y mañana, o vamos a luchar por un futuro mejor? Luchar es la palabra imperativa. No es fácil, pero si una cantidad suficiente de nosotros nos unimos, el resultado valdrá la pena.
Un Camarada en la Lucha
Permalink: http://revcom.us/a/490/chicago-mensaje-de-la-revolucion-es.html
Revolución #490 10 de mayo de 2017
11 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
Revcom.us recibió lo siguiente del Club Revolución-Chicago
Revolución #490 10 de mayo de 2017
Haga clic aquí para leer la obra completa en inglés.
Nota de la redacción: A continuación presentamos un pasaje en español de la nueva obra de Bob Avakian, EL COMUNISMO NUEVO (en inglés). Además de los pasajes en español que ya se han posteado en www.revcom.us, de cuando en cuando publicaremos otros pasajes en español en www.revcom.us y en el periódico Revolución. Que estos pasajes sirvan para alentar e inspirar el mayor estudio de la obra en su conjunto, la que ya está a la venta en forma de libro en inglés de Insight Press. Además, se puede descargar el pdf del avance en inglés del libro; unos pasajes y el índice en español aquí; y el texto completo de la Primera parte en español aquí y el texto completo de la Segunda parte en español aquí.
Este pasaje es de la sección titulada "IV. La dirección que necesitamos".
Ahora, uno o dos ejemplos más sobre el “arte” de dirigir y su relación con la ciencia de dirigir. Allá en la década de 1970, cuando la UR trabajaba para unir fuerzas para formar el Partido, teníamos una especie de relación de enlace, de trabajo, con otras organizaciones, entre esas el Congreso de Trabajadores Negros (BWC, por sus siglas en inglés). Algunas personas del BWC sí llegaron a formar parte del Partido, lo que fue algo muy bueno. Pero, al mismo tiempo, se desarrolló una lucha muy aguda, básicamente sobre el nacionalismo contra el comunismo, o el comunismo contra una combinación ecléctica de nacionalismo y comunismo. Una de las formas que tomó esa lucha fue que la dirección del BWC argumentaba que, tal como la Internacional Comunista (la Comintern) había analizado, más de 40 años antes (creo que esto estaba en una resolución de la Comintern de 1928), la cuestión de la nación negra en Estado Unidos era esencialmente una cuestión del campesinado negro en el Sur (los pequeños agricultores, los aparceros y otros). Por lo tanto, según el argumento del BWC, en alusión a esta resolución de la Comintern, la clave para eliminar esta opresión era el derecho de formar una república negra separada en el Sur.
Bien, verán que la Constitución para la Nueva República Socialista defiende el derecho a la autodeterminación, el derecho a una república separada para la nación negra dentro de lo que ha sido Estados Unidos — dentro de la Nueva República Socialista cuando ya se haya formado. Pero la cuestión en ese entonces no era si hay un derecho de hacerlo, sino si eso era el meollo de la lucha por eliminar la opresión del pueblo negro. Y mucho dependía de esto. Nosotros sosteníamos que, sí, el pueblo negro es una nación oprimida, y sí, hay un derecho a la autodeterminación de esa nación oprimida, pero esa nación ya no es principalmente una nación campesina arraigada a la tierra, ni se extiende, más o menos uniformemente, a lo largo de las zonas rurales del Sur. Al contrario, analizamos que esta nación negra se había proletarizado mucho más, con una concentración en las zonas urbanas del Sur así como del Norte, y estaba mucho más estrecha y directamente vinculada con la revolución proletaria en sí, aunque claramente siguiera existiendo una cuestión de opresión nacional, que hay que tratar en sí. (Esto está muy relacionado con lo que yo mencionaba al principio de esta presentación, en cuanto a los cambios que se dieron en las fuerzas de producción y las relaciones de producción en el Sur rural, como resultado de la Segunda Guerra Mundial y su continuación desde ese entonces). Por lo tanto, se desarrolló una lucha muy aguda: ¿Era el derecho del pueblo negro a formar una república separada en el Sur el eje de la opresión, y la lucha por la emancipación del pueblo negro, —o, eso era un derecho, pero no era el eje de lo que debieran tratar la lucha por la emancipación del pueblo negro, y la revolución en general?
Recuerdo muy bien que, en particular porque lo planteaba el BWC, pasé un período de tiempo considerable, de muchas semanas, en una biblioteca en la localidad donde vivía en esa época (en Maywood, Illinois, justo en las afueras de Chicago), examinando los censos de cada estado del Sur — analizando dónde se concentraba el pueblo negro en el Sur. En primer lugar, examiné la pregunta: ¿cuántas personas negras vivían en el Norte, y cuántas personas negras todavía vivían en el Sur en esa época? Más de 40 años antes, cuando se escribió esta resolución de la Comintern, en su inmensa mayoría el pueblo negro vivía en el Sur, y principalmente vivía en el Sur rural, como aparceros y arrendatarios agrícolas, etc. Luego llegó la Segunda Guerra Mundial, y se dieron muchos cambios. Por lo que en el momento en que yo investigaba esta cuestión, la proporción era de un 50-50: millones de negros se habían emprendido la “Gran Migración” hacia el Norte; vivían un 50% en el Sur y otro 50% en otras partes de Estados Unidos — en el Norte y en el Oeste.
Investigué mucho más a fondo, explorando los informes censales. El pueblo negro del Sur —el 50% del pueblo negro en general que estaba en el Sur— ¿dónde vivía? Y llamaba la atención — el grado al que el pueblo negro había llegado a estar concentrado en las zonas urbanas. Por ejemplo, recuerdo que, al investigar la población del pueblo negro en diferentes estados, condado por condado, resultó que había más negros en el condado de Fulton, donde se ubica Atlanta, que en el resto del estado de Georgia. Y lo mismo fue cierto para el estado de Texas: había muchísimos más negros en el condado de Harris (donde se ubica Houston) que en los demás condados rurales de Texas. Y la tendencia continuaba así, al analizar las estadísticas: Carolina del Sur, Carolina del Norte, etc. — al analizar cada uno de estos estados, se podía ver que se perfilaba un patrón de que se había dado un cambio importante, una transformación importante no solo en el sentido de que millones de negros habían emigrado hacia el Norte, sino que aquellos que seguían viviendo en el Sur, en su inmensa mayoría, ya no eran campesinos que vivían y trabajaban en las zonas rurales, dispersos más o menos uniformemente en las tierras de cultivo. Un número mucho mayor de ellos habían llegado a las zonas urbanas y ya eran proletarios, que aquellos que permanecían en las zonas rurales como agricultores y aparceros.
El BWC recurría dogmáticamente a esta declaración de Stalin: la cuestión nacional es en esencia una cuestión campesina. Además, afirmaban, si se decía que no es una cuestión campesina, se niega la cuestión nacional, no se reconoce la opresión nacional. Nuestra posición era: fíjese que no se puede tratar esta cuestión de una manera dogmática. Hay que tomar como base cuáles son las condiciones concretas de las personas: ¿son campesinos que viven dispersos en el campo y trabajan las tierras, o son personas que principalmente han emigrado hacia el Norte —a las ciudades del Norte, y del Oeste— y a las ciudades del mismo Sur? ¿Y cuál es su posición social?
No era una simple cuestión de dónde se encontraban. Al mudarse a las ciudades, se relacionaban de una manera diferente con la economía. Un gran número de ellos se convertían en trabajadores asalariados, donde fuera que lograran conseguir empleo —trabajaban en grandes grupos en las fábricas y otros centros de trabajo— y dejaban de ser campesinos dispersos en pequeñas parcelas de tierra y encajaban así en la economía. Por lo tanto, se dio un cambio importante por lo que se refiere a su relación con el sistema económico, con el modo de producción, y era necesario no simplemente analizar dónde vivían, sino qué acompañaba esa situación en cuanto a su posición social, y qué implicaciones tendría eso para la lucha revolucionaria. Al tratar la situación con un método científico de ese tipo, quedó más claro que las masas del pueblo negro eran mucho más proletarias que campesinas. Recuerdo que una de las personas que escribían polémicas contra nosotros, a nombre del BWC, citó la resolución de la Comintern y argumentó: bajo el dominio del imperialismo, no se puede resolver la cuestión campesina. Así lo dijo la Comintern en 1928; por lo tanto no pudo haber ocurrido. Pero nosotros dijimos, ¡un momento! Escribimos y exigimos: ¿Dónde en sus polvorientos libros, mis queridos dogmáticos, dice que este cambio no posiblemente se pudiera dar? — porque, de hecho, sí se ha dado. Y por el simple hecho que, en cierto momento, la Comintern analizó unas cosas de cierta manera — pues, ustedes no pueden superponer eso a la realidad. Tienen que analizar, investigar, ver qué ha pasado en realidad. ¿Esto ha eliminado la opresión del pueblo negro como un pueblo, como una nación? ¡No! ¿Esto ha cambiado considerablemente las condiciones y formas en que se da esa opresión y, por lo tanto, cómo se relaciona con la lucha revolucionaria en general? ¡Definitivamente que sí!
No dijimos simplemente: “Ah, tenemos una nueva teoría sobre la cuestión nacional”. Hicimos mucho trabajo. Recuerdo que las cosas no eran como hoy en que es posible navegar por el Internet e investigar. Tuve que tomar esos grandes y pesados tomos de los distritos del censo: iba a la biblioteca de Maywood y ponía esos pesados tomos sobre la mesa y examinaba cada condado, en estado tras estado, anotaba las estadísticas de cada condado de manera muy sistemática, porque hay que ser sistemático y científico. Fíjese que si el BWC está en lo correcto, pues está en lo correcto. Y eso tendría importantes implicaciones. Si se equivocaban, se equivocaban. Y eso también tendría serias implicaciones.
Para terminar esta historia —e ilustrar otra vez el punto sobre la relación entre la ciencia y el “arte” de dirigir— un poco después de esto, cuando se había finalizado la escisión entre nosotros y el BWC, así como la Organización de Trabajadores Revolucionarios Puertorriqueños (antes el Partido Young Lords)—, yo estaba en una gira de conferencias que recorría Estados Unidos para construir el partido. Bien, en Cincinnati, yo estaba en medio de mi discurso — y la seguridad no era muy buena, por no decir más, porque de repente escuché este alboroto en la entrada del lugar, y entraron marchando unos miembros del BWC. Entraron derecho hasta el frente del salón, dónde yo estaba — ¡pues, pueden evaluar qué tan buena era la seguridad! Desplegaron un mapa con una parte sombreada para mostrar cuántos negros había en el Sur. Lo hicieron por estado, pero no por condado. Su mapa solo mostraba, por estado, dónde vivía el pueblo negro. Bien, entraron y sostenían ese mapa de manera desafiante. Por lo tanto, yo decidí: ya que la seguridad es un desastre, debería continuar y obtener el mejor resultado posible de esta situación. Dije, de acuerdo, me agradece que hayan traído este mapa, porque hay muchas cosas importantes que podemos aprender analizando más a fondo cuál es la situación. De ahí señalé que si se sombreaba de otra forma el mapa —a diferencia de centrarse en cuántos negros vivían en los estados, si se analizan los lugares donde vivían en los estados—, podríamos ver un panorama completamente diferente sobre la verdadera situación del pueblo negro. De ahí, pasé a decirles: por ejemplo, si analizan el condado de Fulton o el condado de Harris, y así sucesivamente. En cierto momento en medio de mi explicación — se pueden imaginar esta situación muy tensa, en la que ellos sostenían este mapa de manera desafiante, y yo ilustraba mis puntos, utilizando su mapa— les dije: “¿les importaría subir un poco más el mapa?” ¡Y lo hicieron! Por lo que, seguí utilizando su mapa para ayudar a ilustrar cuáles eran los factores más importantes sobre la población del pueblo negro en el Sur (y en el Norte y en el Oeste) y lo que eso enseñaba sobre su relación concreta con el sistema — con el modo de producción, y con el sistema en general.
Lo que operaba ahí era una combinación de la ciencia y el “arte” de dirigir. No simplemente se trataba de no ser amedrentado en un sentido abstracto, o de lidiar con una situación difícil con una cierta sutileza. Se trataba de tener un método y enfoque científicos, y de partir de esa base para hacer un trabajo que permitiera ver si la realidad en verdad correspondía a lo que argumentaba el BWC, o si era algo muy diferente. Esa era la base para poder lidiar con las situaciones como la que surgió en ese evento en Cincinnati. Era necesario tener un enfoque materialista dialéctico, porque al manejarla de manera superficial, posiblemente no se hubiera entendido la importancia de esa transformación — de pasar de estar más o menos uniformemente dispersos en los condados rurales, a estar concentrados en su inmensa mayoría en las zonas urbanas. Pero, si lo abordamos como materialistas, como materialistas dialécticos, podremos ver que esto representa un cambio muy significativo en la situación del pueblo negro. Desde luego esa transformación no elimina su opresión como un pueblo, no elimina su estatus como una nación oprimida la que, sí, tiene el derecho a la autodeterminación; pero sí cambia las condiciones concretas de la situación, lo que tiene consecuencias reales, de manera estratégica y en términos de la orientación para la lucha contra esta opresión, la manera en que encaja en todo eso el derecho a la autodeterminación y qué relación tiene a su vez con la revolución general que lucha por el comunismo. Esta es la diferencia entre los perezosos dogmáticos —que dicen, “Bien, hace 40 años la Comintern dijo que esto no podía suceder, por eso no puede darse, por eso no sucedió”— y de hecho tener un método y enfoque científico. Ese método y enfoque científico era la base para poder hacer ajustes rápidamente en esa muy difícil situación, e incluso, en cierto sentido, alistar a esas personas del BWC para ayudar a ilustrar un punto importante que no querrían que fuera ilustrado — que el panorama concreto era inmensamente diferente a lo que ellos presentaban.
Nota de la editorial
Introducción y orientación
Víctimas necias del engaño ajeno y propio
I. Método y enfoque, el comunismo como una ciencia
El materialismo versus el idealismo
Materialismo dialéctico
Mediante cuál modo de producción
Las contradicciones y dinámicas básicas del capitalismo
La nueva síntesis del comunismo
La base para una revolución
Epistemología y moral, la verdad objetiva y necedades relativistas
El yo y un enfoque “consumista” de las ideas
¿De qué se tratará tu vida? — Elevar la vista de la gente
II. El socialismo y el avance al comunismo:
Un mundo radicalmente diferente que podría haber, un camino hacia la verdadera emancipación.
Las “4 Todas”
Más allá del estrecho horizonte del derecho burgués
El socialismo como un sistema económico y un sistema político — y una transición al comunismo
El internacionalismo
Abundancia, revolución y el avance al comunismo — Un análisis materialista dialéctico
La importancia del “concepto del paracaídas” — En este mero momento, y aún más a raíz de una revolución concreta
La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte —
núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido
Emancipadores de la humanidad
III. El enfoque estratégico de una revolución concreta
Un enfoque estratégico general
Acelerar mientras se aguarda
Fuerzas para la revolución
La separación entre el movimiento comunista y el movimiento laboral, fuerzas impulsoras para una revolución
Liberación nacional y revolución proletaria
La importancia estratégica de la lucha por la emancipación de la mujer
El frente unido bajo la dirección del proletariado
La juventud, los estudiantes y la intelectualidad
La lucha contra los modos de pensar pequeño burgueses, al mantener la orientación estratégica correcta
Los “dos máximos”
Los “5 Altos”
Las dos piedras angulares
De nuevo “Sobre la posibilidad de la revolución”
El internacionalismo — El derrotismo revolucionario
El internacionalismo y una dimensión internacional
El internacionalismo — Forjar otro camino
La popularización de la estrategia
Orientación fundamental
IV. La dirección que necesitamos
El papel decisivo de la dirección
Un núcleo dirigente de intelectuales — y las contradicciones inherentes
Una “pirámide” de otro tipo
La Revolución Cultural al interior del PCR
Es necesario que los comunistas sean comunistas
Una relación fundamentalmente antagónica — y las respectivas implicaciones cruciales
El fortalecimiento del partido — de manera cualitativa así como cuantitativa
Formas de organización revolucionaria, y el “Ohio”
Estadistas, y comandantes estratégicos
Métodos de dirección, la ciencia y el “arte” de dirigir
Trabajar hacia atrás desde “Sobre la posibilidad” — Otra aplicación del “núcleo sólido con mucha elasticidad basada en el núcleo sólido”
Apéndice 1:
La nueva síntesis del comunismo:
Orientación, método y enfoque fundamentales,
y elementos centrales — Un esbozo
de Bob Avakian
Apéndice 2:
Marco y guía para el estudio y discusión
Notas
Lista selecta de las obras citadas
Sobre el autor
Permalink: http://revcom.us/a/490/desiree-fairooz-es.html
Revolución #490 10 de mayo de 2017
10 de mayo de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El 20 de enero, Desiree Fairooz fue arrestada por reírse durante la audiencia de confirmación del procurador general Jeff Sessions, y puede ser encarcelada por un año.
Durante la audiencia de confirmación de Sessions arrestaron a 22 personas, entre ellas a Carl Dix del Partido Comunista Revolucionario; miembros de Rechazar el Fascismo; activistas de los derechos de los inmigrantes; y tres miembros de Code Pink, entre ellos Desiree Fairooz.
La fiscalía asevera que Fairooz estaba protestando, y no solo riéndose. Aún si fuera verdad que la arrestaron por protestar, eso en sí sería indignante. Pero la verdad es que sí la arrestaron por reírse. En una entrevista con Jezebel, ella explicó: “Cuando [el senador de Alabama, Richard] Shelby dijo algo como [Sessions] defendería a todos los estadounidenses, esta declaración me pareció ridículo. Es absurdo, porque su historial demuestra todo lo contrario. Y en ese momento no pude contener una risa alegre. Me pareció una locura. No me arrepiento de haberme reído”.
Y, agrega: “Fue entonces que ellos causaron el disturbio, llevando más policías. Luego me acusaron de realizar un desfile, cuando ellos fueron los que me desfilaron. Me alteró mucho. Estaba iracunda y me pareció que era injusto y que era un castigo ejemplar. Y fue entonces que decidí, pues me van a arrestar de todos modos, así que debo aprovechar el momento y proyectar mi mensaje mientras me arrestaban. Y fue entonces cuando alzé el letrero”.
En 1984, Sessions procesó a tres trabajadores negros de derechos civiles por inscribir a los negros para votar en Alabama. A un abogado blanco de derechos civiles que abogaba casos del derecho a votar le dijo que era “una vergüenza a su raza”. Y dijo que le caían bien los del KKK hasta que se enteró que fumaban mariguana. Se opone a que la mujer tenga el derecho al aborto, se opone a los matrimonios gay, y dice que todos los inmigrantes causan “problemas culturales” en Estados Unidos. Ahora está en una posición de mucho poder en el régimen de Trump y Pence desde donde puede imponer la supremacía blanca. Fue magnífico que trastornaran su audiencia de confirmación y ninguno de los manifestantes debe de PASAR NINGÚN TIEMPO detrás las rejas.
Se condenaron a Desiree Fairooz y los otros activistas de Code Pink en un juicio de dos días, y corren el peligro de ir a la cárcel por un año y de ser multados $2000. Ella le dijo a Jezebel: “Ahora me pregunto todos los días, ¿estamos ya en el fascismo? Así que, si no nos ponemos de pie mientras queda un poco de democracia, podría ser demasiado tarde. Por tanto, ojalá otros se sientan inspirados para actuar de la misma manera”.
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