Revolución #571, 28 de noviembre de 2018 (revcom.us)

Voz del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Descuartizar (y revelar la verdad en) la declaración de sangre fría de Trump en relación al asesinato del periodista Jamal Khashoggi:

“El mundo es un lugar muy peligroso”... ¡ y vamos a cometer cualquier crimen, decir cualquier mentira y apoyar a cualquier carnicero para mantener a “Estados Unidos Ante Todo”!

| Periódico Revolución | revcom.us

 

“¡Estados Unidos ante todo!”. Así comenzó y terminó Donald Trump su declaración del 20 de noviembre sobre el espantoso asesinato y desmembramiento del periodista Jamal Khashoggi en Estambul, Turquía el 2 de octubre.

El asesinato de Khashoggi provocó un furor global y creó lo que el Washington Post llamó una “crisis de política exterior” para Estados Unidos. Durante semanas, Trump había esquivado y manejado un doble discurso sobre el tema de quién era el responsable del asesinato. Pero obligaron a actuar a Trump la creciente evidencia e incluso una evaluación de la CIA de que el aliado de Trump, el príncipe heredero Mohámed bin Salmán (MBS), había ordenado el asesinato, junto con la forma en que el furor sobre Khashoggi ha vuelto la atención mundial hacia los crímenes de guerra que cometen Estados Unidos y Arabia Saudita en Yemen.

Trump no retrocedió en su apoyo a MBS y al reino saudita medieval empapado de sangre. Redobló esfuerzos para apoyarlo. Y en el curso de sus delirios fascistas llenos de mentiras, reveló algunas verdades escuetas acerca de lo que es Estados Unidos, lo que realmente lleva al mundo y las fuertes dificultades en que el imperio de Estados Unidos está atascado.

El encabezamiento de una declaración sobre este brutal asesinato con “Estar con Arabia Saudita” y la conclusión con declaraciones de “¡Estados Unidos ante todo!” enseñó muchísimo y envió un mensaje de barbarie. Esto dejó en claro que él y su régimen no iban a permitir que el asesinato de Jamal Khashoggi, la preocupación por las normas tradicionales como el cumplimiento del derecho internacional, las supuestas preocupaciones por los derechos humanos y las libertades de prensa y una pequeña cosa como la verdad se interpusieran en su persecución de la franca dominación y saqueo imperialista. En cambio, se posicionaban para cometer cualquier crimen, decir cualquier mentira y abrazar a cualquier aliado, por bárbaros que fueran, con tal de promover los intereses y superar los obstáculos que enfrentaba su sistema depredador.

“¡El mundo es un lugar muy peligroso!”, continuó Trump. Pero no hablaba de cómo Estados Unidos lo ha hecho así durante décadas emprendiendo guerras de agresión (en Corea, Vietnam, América Central, Irak, Afganistán) que han dejado a decenas de millones de muertos.

¡No! Hablaba sobre los peligros para el dominio mundial de Estados Unidos, para el Estados Unidos ante todo, que crecían a causa de las contradicciones que desgarraban el viejo “orden mundial liberal [léase imperialista]”: guerras como las invasiones estadounidenses a Afganistán e Irak tenían el objetivo de amarrar la preeminencia estadounidense. Al contrario, terminaron por contribuir a un mundo en el que desde muchos ángulos están surgiendo desafíos al dominio e imperio de Estados Unidos: China, Corea del Norte, Rusia e Irán, las fuerzas militares fundamentalistas islámicas reaccionarias, los imperialistas rivales en Europa. Y Trump representa una respuesta extrema, imperialista, a eso; todo lo que está en el poder y está decidido a establecer a martillazos un régimen fascista.

Con Irán en la mira: no por el asesinato de Khashoggi sino por desafiar al dominio de Estados Unidos

Estos desafíos están especialmente agudos en el Medio Oriente, y Trump de inmediato se valió, no de algo que tuviera que ver con Jamal Khashoggi o su asesinato, sino de uno de esos peligros para “Estados Unidos ante todo”: Irán. “El país de Irán, por ejemplo, es responsable de una sangrienta guerra de sustitutos contra Arabia Saudita en Yemen”, afirmó Trump y luego soltó una letanía de otras ofensas en Irak, el Líbano y Siria. Y es cierto — desde la revolución de 1979 que derrocó al Cha apoyado por Estados Unidos, la reaccionaria República Islámica de Irán no ha estado bajo la bota de Estados Unidos y ha extendido su alcance e influencia en toda la región— en fuerte competencia con Arabia Saudita— y sí amenaza al control de Estados Unidos sobre los 400 millones de personas, en su inmensa mayoría oprimidos y empobrecidos, en el Medio Oriente.

Si bien toda la clase dominante de Estados Unidos comparte esta franca obsesión geoestratégica imperialista por “resolver el problema de Irán”, existen fuertes contradicciones sobre cómo hacerlo. Estas contradicciones se manifestaron en el rompimiento de Trump con el acuerdo nuclear negociado por Obama, pero incluso se extiende al propio “equipo” de Trump. Uno de los puntos de este discurso, como veremos, fue establecer los términos de eso para toda la clase dominante.

Arabia Saudita, en contraste, es un bastión para el imperio estadounidense y una importante punta de lanza de la creciente y peligrosa ofensiva estadounidense contra Irán, un papel que el asesinato de Khashoggi ha complicado fuertemente. Esto, y no los intereses comerciales, está al centro del “vínculo” de Trump con MBS, y Trump dejó en claro que haría todo a su alcance para intentar y asegurar que no se dejara que el asesinato de Khashoggi debilitara ese vínculo o su ofensiva conjunta contra Irán.

Una luz verde para el asesinato en masa en Yemen

Las mentiras de Trump con respecto a Yemen fueron especialmente escandalosas, y revelaron la enormidad de los crímenes que este régimen fascista está dispuesto a llevar a cabo al servicio de “Estados Unidos ante todo”. Después de culpar a Irán por iniciar la guerra en Yemen (una mentira descarada, pues Arabia Saudita lanzó la guerra en marzo de 2015), afirmó que “Arabia Saudita con mucho gusto se retiraría de Yemen si los iraníes aceptaran irse. Inmediatamente proporcionarían la ayuda humanitaria que se necesita desesperadamente”.

¿Que qué? Quizá Irán haya proporcionado a los hutíes de Yemen, que están combatiendo contra los saudíes, cierta mínima ayuda militar y apoyo político. ¡Pero no pueden “aceptar irse” de Yemen, porque nunca se ha demostrado que sus fuerzas hayan estado en Yemen! Pero Arabia Saudita y sus aliados están en Yemen: 150.000 soldados y 100 aviones de guerra que han llevado a cabo cerca de 20.000 bombardeos.

Estas fuerzas sauditas están destruyendo deliberadamente los alimentos, el agua y los sistemas de salud de Yemen y bloqueando la ayuda humanitaria — en resumen, ¡están utilizando el hambre y las enfermedades como armas en una guerra que ha dejado a 50.000 muertos, a 85.000 niños muertos de inanición y 14 millones de personas al borde de una hambruna! ¡Y Estados Unidos y sus aviones, bombas y fuerzas especiales también están en Yemen, haciendo posible la masacre y ayudando a convertir a Yemen en la peor crisis humanitaria en el mundo hoy!

Frente a estos horrores monstruosos, las mentiras de Trump pusieron de cabeza la realidad y dieron más luz verde a las agresiones sauditas ahí, las que ahora amenazan con cortar el único salvavidas de Yemen para la ayuda humanitaria, el puerto de Hodeidah.

El tráfico con un trato chovinista y vergonzoso: empleos estadounidenses a cambio de sangre mesooriental

Luego Trump cantó alabanzas a Arabia Saudita. Este aliado de Estados Unidos de vieja data bajo tanto los demócratas como los republicanos es uno de los estados más opresivos del mundo. Las mujeres prácticamente no tienen derechos, y de manera muy regular azotan y decapitan en público a las personas que violan incluso a los dogmas menores de la ley islámica o que disienten contra la gobernante Casa de Saud. Pero a Trump no le importa nada de eso: cacareó que “el Reino acordó gastar e invertir $450 mil millones en Estados Unidos. Esta es una cantidad récord de dinero. Creará cientos de miles de empleos, un tremendo desarrollo económico y mucha riqueza adicional para Estados Unidos”.

Estas son mentiras que se han denunciado ampliamente (según los informes, los saudíes solo se han comprometido a comprar $14.5 mil millones en armas estadounidenses), pero Trump blandía este señuelo para azuzar y movilizar gente en torno al chovinismo belicoso y un trato venenoso: “No piensen en el periodista asesinado, en los niños hambrientos, en el ambiente asolado por la guerra... solo piense en su propio país y en su propia posición económica, y apoye a los crímenes que estimemos necesarios y obtendrá una tajada del botín del saqueo global”.

Trump por fin menciona a Khashoggi...

Solo después de todo esto —después de establecer una orientación ideológica de “Estados Unidos ante todo” y una orientación estratégica de la necesidad de trabajar con Arabia Saudita para aplastar a Irán— únicamente en tal momento Trump siquiera mencionó a Khashoggi. Primero, hay un engañoso lenguaje de doble sentido acerca de que este “fue un crimen terrible” que “nuestro país no aprueba”. De acuerdo, ya se dijo, Estados Unidos no apoya oficialmente el cercenamiento de los disidentes en pequeñas rebanadas.

Pero en seguida, al estilo trumpista clásico, dice que algunos “dicen que Jamal Khashoggi era un ‘enemigo del estado’ y un miembro de la Hermandad Musulmana”. Lea entre líneas y verá que Trump dice que Khashoggi se lo había buscado (y, por cierto, Trump da a entender que los “enemigos del pueblo” …los periodistas… se merecen el mismo trato en Estados Unidos).

Luego, la verdad escueta: Trump dice: “...es muy posible que el Príncipe Heredero tuviera conocimiento de este trágico suceso — ¡tal vez sí y tal vez no!”. En otras palabras, aunque MBS lo hiciera, no importa porque nuestros intereses imperialistas son primarios, y “el Reino… ha sido un gran aliado en nuestra muy importante lucha contra Irán. Estados Unidos tiene la intención de seguir siendo un socio firme de Arabia Saudita para garantizar los intereses de nuestro país, Israel y todos los demás socios de la región”.

Aquí, una vez más, Trump echa fanfarronadas, pero también revela algunas de las profundas debilidades estratégicas y los desafíos que Estados Unidos enfrenta en el Medio Oriente: amplios sectores de la gente odian a la mayoría de sus aliados, incluida Arabia Saudita, los que son tiranías con una fragilidad interna que presiden poblaciones despiadadamente oprimidas y reprimidas. En términos de esta “fragilidad interna”, la excepción es el estado de asentamientos de colonos de Israel, el principal bastión militar de Estados Unidos en la región, cuya inmisericorde limpieza étnica no ha logrado quebrar la resistencia del pueblo palestino, y en todo el mundo se condena cada vez más a sus ataques a los palestinos, incluidas denuncias de parte de un creciente número de judíos.

Trump amenaza a sus críticos en la clase dominante: ¡vengan, será un placer!

Trump concluye amenazando a sus críticos en la clase dominante — ninguno de los cuales dice que Estados Unidos no debería tener una alianza muy fuerte con Arabia Saudita o no debería estar presionando fuertemente a Irán, o descarta una guerra con Irán. Simplemente favorecen las normas y alianzas globales tradicionales como la mejor manera de mantener el control imperialista de Estados Unidos. En particular, estos críticos —quienes van del Partido Demócrata al senador republicano y partidario de Trump, Lindsey Graham, quizá junto con fuerzas en su propia administración— están preocupados de que tal vez MBS esté impulsando temerariamente a Estados Unidos hacia otra guerra, lo que podría terminar por debilitar el control de Estados Unidos sobre el Medio Oriente... y quizás cause cosas peores. Y les preocupa más que todo el incidente debilite la legitimidad de MBS y los sauditas en cualquier futuro conflicto con Irán y que ya esté teniendo consecuencias negativas e impredecibles, según los intereses del imperialismo estadounidense, en otras relaciones y componendas de poder en esa parte del mundo. Además, se preocupan de que ignorar descaradamente toda pretensión de los derechos humanos, la justicia, la verdad y el descarado ejercicio de la política de la ley del más fuerte ponga a descubierto la naturaleza central del capitalismo-imperialismo estadounidense y cuestionará su legitimidad — en Estados Unidos y en el mundo.

Trump parece “reconocer” estas preocupaciones (“Entiendo que hay miembros del Congreso los cuales, por razones políticas o de otra índole, quisieran ir en una dirección diferente — y tienen la libertad de hacerlo. Yo consideraré las ideas que se me presenten…”, pero luego las descarta fuertemente: “…pero únicamente si son compatibles con la seguridad absoluta de Estados Unidos. … Como Presidente de Estados Unidos, tengo la intención de asegurar que, en un mundo muy peligroso, Estados Unidos persiga sus intereses nacionales y se oponga enérgicamente a los países que desean hacernos daño. Muy simplemente se llama ¡Estados Unidos ante todo!”. En otras palabras: esto es lo que estamos haciendo. Si ustedes están de acuerdo, escucharé sus ideas, si no están de acuerdo, que se cierren la boca. Y la advertencia de Trump de que “El mundo es un lugar muy peligroso” tiene como objetivo recordarle a la gente, incluida la gente en la clase dominante y además incluida la gente al interior del régimen, la hora que es.

Él se lo ha dicho al mundo. Otra vez. ¿Y qué haremos?

Por qué hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian
En dos partes (en inglés):

 

Véalo, difúndalo, y junte fondos para él

Explore los cortos y el audio de la película y las preguntas y respuestas (en inglés)

Conozca más y organícese para difundir este discurso. »;

Corto en inglés: “Libérese de la Gran Falsedad Tautológica”

(Para leer el texto en español, haga clic aquí.)

De: ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor es posible, un discurso de Bob Avakian

Hay un punto donde la epistemología y la moral se encuentran. Hay un punto donde uno tiene que decir: No es aceptable no querer mirar algo, o no creerlo, porque incomoda. Y: no es aceptable creer algo porque tranquiliza.

Bob Avakian, Lo BAsico 5:11

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

¡Oigan! Habla la gran paladín de los “valores liberales y el empoderamiento de las mujeres….”

Hillary Clinton a los 65 millones de refugiados desesperados: QUE SE QUEDEN EN SUS PAÍSES, QUE NO SE QUEJEN, Y QUE SE MUERAN

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Hoy en el mundo hay 65 millones de refugiados, forzados a huir de sus hogares por las guerras, la pobreza y la destrucción ecológica y desesperadamente buscan un lugar donde pueden sobrevivir. Estas condiciones han surgido de este sistema, arraigado en la competencia capitalista de expandirse o morir y la rivalidad entre imperialistas sobre el control del mundo al servicio de esa meta. Los que huyen están tan angustiados que arriesgan una muerte anónima por sed en el desierto o ahogados en alta mar.

¿Y qué es lo que Hillary Clinton, esa supuesta paladín de los valores liberales y el empoderamiento de las mujeres, dice que hay que hacer al respecto? Dejemos que ella misma hable.

En una entrevista con el Guardian, Clinton le aconseja a la actual jefa de estado de Alemania: “Creo que es justo decir que Europa ha hecho su parte, y tiene que enviar un mensaje muy claro: ‘no vamos a poder seguir ofreciendo refugio y apoyo’ — porque si no lidiamos con el asunto de la migración, ésta continuará agitando el discurso político (‘continue to roil the body politic’)”.

Desmenucemos esto y veamos la realidad detrás de esas palabras.

¡¿“Europa ha hecho su parte”?! ¡Esa es una enorme parte del problema!

Así es, “Europa ha hecho su parte”. Veamos esa “parte”.

Empecemos por la trata de esclavos por el Atlántico. Los capitalistas europeos secuestraron a decenas de millones de africanos y los transportaron a las Américas, para poder venderlos como esclavos. Los barcos regresaban repletos de productos hechos por los esclavos y tesoros robados para invertir en el naciente modo de producción capitalista. Así fue por siglos, de la mano con el efectivo genocidio de los indígenas. Esto presagió lo que Carlos Marx irónicamente llamó “los albores” del capitalismo, iniciando un proceso por medio del cual un puñado de países se volvieron súper ricos y poderosos a expensas de la gente del mundo. Y engendró el infante terrible de Europa, Estados Unidos, que luego superó a las potencias europeas con respecto al genocidio, las guerras depredadoras, la explotación y la opresión en todo el mundo.

Luego está la “parte” específica que Europa y Estados Unidos han tenido en la historia de horrores en África, de donde proceden muchos de los que hoy buscan refugio en Europa. En la Conferencia de Berlín, realizada entre 1884 y 1885, las potencias europeas se repartieron África, de hecho fijaron fronteras y les asignaron partes del continente a los distintos colonizadores. Ese reparto estableció los términos para la bárbara explotación de las tierras africanas y su riqueza mineral y gente, e hizo añicos el tejido social las comunidades de los oprimidos — y todo eso persiste hasta la fecha. Tan sólo en El Congo —del que se apoderó Bélgica— a fines de los años 1800, se estima que 10 millones de congoleses fueron sacrificados ante el altar del capital. Se podría contar verdades similares acerca del Medio Oriente, el sur de Asia y otras partes del mundo.

Luego tenemos la “parte” que tienen Europa y Estados Unidos con respecto al cambio climático global, causado en gran medida por el uso del petróleo y otros combustibles fósiles de los cuales es adicto su sistema del capitalismo-imperialismo. Debido al agravamiento de las sequías, las inundaciones y otros efectos del cambio climático los que han hecho que sus tierras natales sean inhabitables, a fuerzas decenas de millones de personas del África subsahariana y otras zonas oprimidas del mundo han tenido buscar refugio. Ante las advertencias de los científicos acerca de la inminente catástrofe que representa la crisis climática para el medio ambiente del planeta y para la humanidad, todas estas potencias siguen por el mismo camino desastroso.

Y veamos todas las guerras de conquista, bombardeos, invasiones, apoyo a golpes de estado reaccionarios y otras acciones militares que todas estas potencias imperialistas han llevado a cabo y siguen llevando a cabo para defender sus intereses — las unas contra las otras, toda amenaza a sus intereses (inclusive de parte de fuerzas reaccionarias como los yihadistas fundamentalistas) y en contra de las masas de oprimidos. Ya sea en el Medio Oriente, América Central o otros lugares, estas guerras reaccionarias han devastado a países y regiones enteros y han forzado a innumerables millones de personas a emprender una desesperada búsqueda de amparo y medios de sobrevivir.

Sí, Europa (y Estados Unidos) han “hecho su parte”. Han creado un mundo en el que hay una enorme concentración de riqueza y poder en un puñado de países — y una pesadilla infernal de masiva pobreza, dislocación, violencia reaccionaria y sufrimiento en grandes partes de Asia, África, América Latina y el Medio Oriente. Y esto es lo que ha engendrado el río humano de millones de personas que buscan refugio y una manera de sobrevivir.

El especial papel sanguinario de Hillary Clinton en la horripilante crisis de refugiados hoy

Y no olvidemos la “parte” de la secretaria de Estado Hillary Clinton en la administración de Obama. Clinton fue un gran promotor de sacar provecho del levantamiento interno en Libia para emprender una guerra contra el régimen de Libia, encabezado por Muamar Gadafi, un reaccionario que años atrás fue un obstáculo a las aspiraciones imperiales de Estados Unidos, pero ya tenía años de que claudicó. Pero Clinton y Obama dictaron que él todavía tuviera que pagar, y ahora les tocó la oportunidad de volver a afirmar su poder con la violencia y apretar el dogal al cuello de Libia. Luego que Gadafi fue capturado por una multitud, y brutalizado y linchado de manera horrorosa, Hillary Clinton se rió y se jactó: “Vinimos, vimos y él murió”.

Mientras tanto, los bombardeos de la OTAN encabezados por Estados Unidos dejaron a Libia hecha un desastre. Los señores de la guerra se combatieron entre sí, y los yihadistas islamistas se apoderaron de territorio en medio del caos. Mientras tanto, la ONU calcula que unos 400.000 libios han tenido que abandonar sus hogares, y un cuarto de ellos se han convertido en refugiados que de plano han tenido que huir del país.

La propia Libia, azotada por el caos, se convirtió en ruta importante para los refugiados provenientes del África subsahariana que intentan ir a Europa. Las potencias de Europa respondieron apoyando al gobierno títere de Libia en la organización de un servicio de Guardacostas, que de rutina abre fuego y embiste a las embarcaciones llenas de refugiados en las aguas internacionales del Mediterráneo, poniendo en peligro y matando a muchos. En junio de 2018, más de 100 personas, entre ellas bebés, se ahogaron cuando buques libios “interceptaron” a una embarcación llena de refugiados. En un reporte sobre el incidente, el periódico inglés Telegraph señaló: “Libia es el principal punto de partida para la mayoría de los migrantes que intenta ir a Europa. Tan sólo este año, más de mil personas ya se han ahogado o han resultado extraviados en el Mediterráneo”. Los refugiados capturados en tierra y mar —hasta un millón, muchos de ellos niños no acompañados de sus padres— están detenidos en campos de concentración en Libia. Ahí, los golpean y hambrean, e incluso venden algunos en subasta como esclavos.

Sin duda alguna, Europa —y la “Señora Secretaria”— han hecho su parte”.

Lo que Hillary Clinton les ofrece a los refugiados: Nada.

¿Y la “solución” de Hillary Clinton”? “Ya no vamos a poder ofrecer refugio o apoyo”. O sea, ¡que se queden en sus países, que no se quejen y que se mueran!

Sobre esto, lo principal no es Hillary Clinton y lo que ella pueda pensar o no piense que se debe hacer (o lo que ella podría desear o no desea ahora que hubiera dicho al responder a esta pregunta). Lo principal es que el sistema al que ella se ha dedicado a servir no tiene respuestas para este problema de las decenas de millones de refugiados expulsados de sus hogares por el funcionamiento mismo de ese sistema y los crímenes que ese sistema ha perpetrado.

“Agitar el discurso político”

Clinton advierte que dejar que sigan entrando más refugiados seguirá “agitando el discurso político”. Bueno, en Europa, y en Estados Unidos, urge muchísimo más “agitación”. De hecho, hace falta mucho más que agitación; hace falta una revolución, una revolución comunista, para enderezar a este mundo en su conjunto. En realidad SÍ que existe una solución a esta locura — hay un sistema en el cual la gente del mundo podría compartir el planeta y sus recursos y lidiar con las catástrofes y los horrores que heredará del capitalismo. Aquí se puede encontrar el plano para esa solución: la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de Bob Avakian. Aquí se puede encontrar el camino hacia esa solución: el discurso pronunciado en el verano de 2018 por BA (Bob Avakian). Y aquí se puede explorar el conjunto de la obra de este arquitecto del nuevo comunismo. Y aquí se puede acceder a algunas ideas de BA sobre esta locura, en respuesta a una pregunta que se le hizo en la gira de conferencias del verano de 2018.

Hace falta una revolución y, sí, como parte de eso, hace falta “agitación”. Nosotros —la humanidad— necesita que en este mero momento la gente esté protestando tanto contra los despiadados ataques fascistas a los inmigrantes lanzados por Trump como contra las soluciones ofrecidas por los demócratas de peso como Hillary Clinton.

Bob Avakian responde a la gente que se queja de que los inmigrantes cruzan la frontera

Veamos lo que los gobernantes europeos y estadounidenses han hecho en un lugar como El Congo en África central desde los días de la bárbara dominación colonial de Bélgica hasta las décadas del brutal títere Mobutu, y la explotación de las masas populares que continúa hoy en día. Bob Avakian pone al descubierto vívidamente esta historia como parte de las preguntas y respuestas tras su discurso del verano de 2018 (en inglés).

De las preguntas y respuestas tras el discurso Por qué hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución. Vea el discurso y conozca más al respecto aquí.

Corto en inglés: “Libérese de la Gran Falsedad Tautológica”

(Para leer el texto en español, haga clic aquí.)

De: ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista. Un mundo mejor es posible, un discurso de Bob Avakian

Hay un punto donde la epistemología y la moral se encuentran. Hay un punto donde uno tiene que decir: No es aceptable no querer mirar algo, o no creerlo, porque incomoda. Y: no es aceptable creer algo porque tranquiliza.

Bob Avakian, Lo BAsico 5:11

Hillary Clinton tuvo un papel especial en la promoción del bombardeo de Libia de 2011 por Estados Unidos y la OTAN. Cuando se enteró que Gadafi se había muerto, macabramente se rió y se jactó: “Vinimos, vimos y él murió”.

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Carta abierta a los que se dejan llevar —así como a los que están asqueados— por la hipérbole en torno a las elecciones a mitad de mandato

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Mire a su alrededor. El planeta se está quemando bajo nuestros pies; éxodos de refugiados huyen para salvarse la vida en casi cada continente; el tamborileo de guerra se vuelve más fuerte y apremiante, desde Asia oriental al Medio Oriente; y en todas partes, de Brasil a Polonia, de las Filipinas a Italia, y, claro, Estados Unidos, los fascistas avanzan, conquistan, y/o consolidan más el poder.

El sistema capitalista-imperialista está en una crisis profunda. Se está haciendo añicos el mundo que conocemos — un mundo que ya ha sido un infierno para miles de millones de personas en todo el mundo. Se enfrentan entre sí dos bloques en las clases dominantes en casi cada potencia importante, con soluciones radicalmente diferentes. Por un lado, las fuerzas fascistas insisten en que hay que triturar las reglas tradicionales y forzosamente poner en su lugar a las capas gobernantes anteriores, o, de ser necesario, reprimirlas violentamente; y, por otro lado, hay fuerzas imperialistas más o menos “liberales” que han gobernado durante las últimas décadas. Contienden dos futuros — cada uno que de fondo representa el viejo orden de explotación, opresión, dominación violenta de naciones y guerra, y devastación ecológica al servicio de las ganancias, mientras uno “promete” hacerlo aún más descarada y salvajemente y hace avances por ese camino.

Sin embargo, hay algo más en la mezcla —algo de una importancia vital, de hecho existencial: un tercer futuro— una ruptura radical con todos los campos del imperialismo, una diferente sociedad basada en la eliminación de todas las formas de explotación y opresión, la superación de las relaciones sociales, la moralidad y los modos de pensar los que se han inculcado en las personas al tratar de sobrevivir en esas sociedades, una nueva sociedad tan diferente a la de hoy como el día y la noche. Un futuro para la emancipación de la humanidad. Hoy día hay una visión y estrategia altamente desarrollada y una dirección fundada en un método científico para conocer las dinámicas de la sociedad y cómo se podría transformar radicalmente por medio de la revolución.

Esto es el contexto en el cual ocurrieron los recientes comicios estadounidenses, y esto es el contexto en el cual hay que entenderlos.

El objetivo fundamental del régimen de Trump y Pence en la campaña electoral: Luchar agresivamente por impulsar el fascismo

Primer punto: los republicanos, liderados por el régimen de Trump y Pence (y no se altere tanto, aunque justamente, por Trump, de modo que subestime el papel de Pence y sus legiones fundamentalistas cristianas) hicieron campaña más ferozmente que nunca como fascistas. Los medios de comunicación lo describen con eufemismos corteses —y normalizadores— del “populismo” o incluso el “nacionalismo blanco”, pero hay que hablar sin pelos en la lengua. Trump y la gente de su entorno hicieron campaña de una manera aún más abiertamente fascista que lo hicieron en 2016. Sus mítines diarios, televisados a los fieles por el Noticiero Fox, eran festivales de agitación racista y antiinmigrante, saturados de chovinismo pro estadounidense y de raza blanca. Ostentaban una ignorancia oronda (y de hecho una hostilidad por la razón) y una moralidad que combina la piedad patriarcal con la avaricia egoísta. Piénselo: durante las últimas dos semanas antes de los comicios, la propaganda electoral de Trump se enfocaba en calificar de “invasores” a una caravana de inmigrantes desesperados, y mandó seis mil tropas armadas para pararlos (las que siguen ahí, a propósito); atacó e insultó a sus oponentes, especialmente los oponentes negros; y traficó con el antisemitismo en palabras para los enterados.

Ya para la conclusión de la campaña, bombas caseras fueron mandadas a oponentes prominentes de Trump (entre ellos ex presidentes, políticos negros e importantes donantes al Partido Demócrata de descendencia judía), ocurrió una horrorosa masacre, de inspiración fascista explícita, en una sinagoga judía, y los medios informativos se desbordaban con un informe tras otro del hostigamiento racista contra negros — inclusive el asesinato de dos negros en un supermercado Kroger a manos de un hombre que supuestamente profesaba ideología supremacista blanca.

Mientras tanto, algunos comentaristas no podían explicar por qué Trump y los otros republicanos no hacían campaña a base de la “economía próspera y el hecho de que no estábamos en guerra”. Estos comentaristas no entendían que Trump tuvo otro objetivo: si bien semejante campaña posiblemente les hubiera ganado uno que otro escaño más en el congreso, no hubiera servido al objetivo de movilizar, organizar y endurecer más a su base fascista: no hubiera roto más las normas y límites de la “política (electoral capitalista-imperialista) de costumbre”; y no hubiera mandado un fuerte mensaje de que se avecina más política fascista. Trump no “inventaba” una crisis como una caravana de invasores inmigrantes con tal de ganar elecciones congresales, tanto como venía construyendo un movimiento y consolidando su control sobre el congreso, las cortes y todas las palancas del poder con tal de consolidar el fascismo.

Otros comentaristas analizaron incorrectamente los arranques de Trump en la semana después de los comicios, al decir que él trataba “cambiar de tema” respecto a la pérdida de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. Aunque quizá los asuntos electorales estén en la mezcla, predominan objetivos mayores. De hecho, su nominación de un lame-botas bruto leal como procurador general interino, obviamente una maniobra para marginar la investigación de sus vínculos con Rusia; sus ataques contra la prensa, especialmente a periodistas negras prominentes, así como al corresponsal de la CNN Jim Acosta, el que se atrevió a exigir que Trump respondiera por su xenofobia antiinmigrante; su insistencia en declarar un triunfo electoral mientras amenaza a los demócratas respecto el conteo de boletas en varios estados; luego su viaje a Europa donde siguió destrozando a martillazos la alianza con los cómplices imperialistas de Estados Unidos, pues todas estas cosas sirvieron a diferentes elementos de la consolidación fascista. No entienden, o no quieren dar a entender, que este régimen está pertrechándose más, quitando los obstáculos de su camino y cohesionando a su base para las batallas por venir. Para hacerlo, él está “redoblando esfuerzos” respecto a lo que Bob Avakian llamó “… la tríada del fascismo, es decir, la afirmación agresiva irredenta de la supremacía blanca, la supremacía masculina y la supremacía pro Estados Unidos (o el racismo, la misoginia y el patrioterismo xenófobo belicoso, si se quiere usar otra terminología), reforzada con una oposición desafiantemente —y no irredenta pero desafiantemente— ignorante y beligerante hacia la ciencia y al pensamiento racional, en combinación con la aserción igualmente ignorante y beligerante de la ‘superioridad de la civilización occidental’…” (Vea la Primera parte de “El problema, la solución, y los retos ante nosotros” en revcom.us.)

Lo que los demócratas hacían: Una oposición dentro de los límites de la normalización + la conciliación = la colaboración

Segundo punto: El objetivo de los líderes demócratas era “contrapesar” a Trump por medio de aumentar sus escaños en el congreso, y al mismo tiempo encerrar la oposición a Trump dentro de límites que no desafían al sistema en general. Para ser claros, los demócratas de peso ven en Trump un gran peligro: para ellos y para sus ideas de la mejor manera de mantener y preservar el sistema que presiden y la mejor manera de amarrar los intereses imperialistas de esta clase dominante en su lucha incesante para dominar y explotar brutalmente al mundo entero.

En esto, estos demócratas de peso contaron con el acompañamiento de muchos republicanos prominentes, entre ellos algunos que “prestaban servicio” en el régimen de George W. Bush — un régimen que por su parte cometió violaciones atroces del estado de derecho, como la tortura y la suspensión de hábeas corpus, y una guerra asesina en Irak, que mató, de hecho, a cientos de miles de personas y convirtió a millones en refugiados desesperados. Incluso algunas de estas personas instaron abiertamente a que la gente votara contra los republicanos en 2018. La amplitud de esta oposición es un elemento que muestra el carácter agudo de la división “en la cima”.

Al mismo tiempo, un número extraordinario de “personas de base” entregaban una enorme energía e “inversión moral” a la elección de demócratas al congreso porque se oponen fieramente a Trump. Estos millones de personas recibieron instrucciones cada noche de la CNN, MSNBC y casi todas máquinas de organización y propaganda mediática tradicionales y “progresistas”, de que este camino fue la única forma de resistencia con sentido. En esto se manifestaron distintas cosas con distintas personas, pero la principal razón fue una oposición profunda y visceral al fascismo encarnado en el régimen de Trump y Pence, una oposición a menudo pero no siempre expresada como tal por la gente, pero sí se expresaban claramente con respecto a una o la mayoría de sus manifestaciones más atroces.

Pero los demócratas estaban decididos a a) nunca mencionar nada que tocara ni remotamente el carácter fascista real del régimen, y b) se negaron a desafiar con seriedad a Trump (y a su régimen en su conjunto) por los ataques atroces e indignantes contra los inmigrantes encarnados en sus arranques sobre la caravana, en la propagación general del odio racista, el patriarcado asqueroso continuado junto con sus ataques al derecho al aborto y la contracepción, ni hablar de un militarismo y patrioterismo aún mayor que los demócratas*. Para muchas personas, votar por las numerosas candidatas femeninas, así como por los candidatos musulmanes, gay y transexuales que se postularon como demócratas, sentía como un rechazo al régimen y a todo lo que representa; y en cierto sentido sí lo era, pero ni la mayoría de estos candidatos ni mucho menos el Partido Demócrata en su conjunto se le opuso a esto de manera frontal.

Al contrario, los demócratas hablaban casi exclusivamente del cuidado médico. Eso es equivalente a hacer una campaña electoral contra Hitler en 1934, por ejemplo, y enfocarse en decir que se podía mejorar su programa de construcción de carreteras. Y en la actualidad: Imagínese lo que significa que demócratas prominentes no hayan trazado una raya en la arena declarando que un presidente que defiende el honor de la Confederación y la supremacía blanca abierta no puede servir legítimamente de presidente — que hacerlo sería lo mismo que el compromiso que se hizo con los amos de esclavos en la Constitución estadounidense.

La pregunta es, ¿por qué no lo han hecho? En este caso, tampoco se reduce a un cálculo electoral estrecho. Imagine si los demócratas más prominentes de hecho calificaran a Trump de fascista — en otras palabras, que lo calificaran por lo que es. Imagine si dijeran la verdad, aunque de la manera en que ellos la entiendan — de que esta facción encabezada por Trump y Pence está encaminada a rehacer toda la sociedad en formas fascistas, con consecuencias potenciales verdaderamente escalofriantes.

Pues entonces, ¿qué? Entonces tendría que reconocer que la gente sí realmente tiene que salir en la sociedad y arriesgarse en las primeras líneas para oponerse a esto; por horripilante que lo es el imperialismo, el fascismo lleva eso a nuevas alturas de intensidad en la severidad de sus ataques a las masas, especialmente a las masas de las nacionalidades oprimidas (como estamos viendo hoy) y en el carácter implacable de su represión (que incluye la más o menos evisceración total de los derechos legales y civiles asociados con el estado de derecho bajo este sistema, por limitada y rutinariamente violados que sean esos derechos bajo el funcionamiento cotidiano del capitalismo-imperialismo). Semejante reconocimiento podría empezar a suscitar preguntas acerca del sistema que recurre al fascismo como una salida en tiempos de profunda crisis.

Y, ¿qué pasa cuando la gente sí sale a las calles — incluido el tipo de gente al cual los demócratas prestaban tanta atención a acorralar en el sistema por medio de las elecciones, en particular los negros y otras nacionalidades “minoritarias” oprimidas (los latinos, los indígenas, los asiáticos, etc.), las mujeres, la gente LGBTQ, los musulmanes, etc.? Las cosas pueden salirse de las manos a estos demócratas — en el sentido de que una vez despiertas a la lucha, quizá las personas empiecen a entusiasmarse más para buscar respuestas a POR QUÉ estamos en este lío, y es menos probable que, de incumplir sus demandas, sea posible volver a meterlas en la botella.

Así que, a pesar de sus diferencias agudas y sus inquietudes reales sobre el rumbo de las cosas, se preocupan aún más para mantener todo esto, lo más que sea posible, dentro de los límites de las “normas apropiadas” — al mismo tiempo que se están minando y aboliendo esas mismas normas, algo que Bob Avakian recalca en este corto de audio (en inglés).

Para tener una idea de esto, simplemente escuche lo que dicen los demócratas de peso ahora, tras ganar unos escaños y tener una sólida mayoría en la Cámara de Representantes. “Vamos a demostrar que podemos gobernar”, dicen. Ellos “trabajarán con” Trump y negociarán con él, es decir, normalizarán aún más al monstruo, no solo acomodarse más, no solo conciliar, sino que colaborar con los fascistas abiertamente racistas que, sí, siguen llevando la batuta.

Y mire los grandes esfuerzos de la dirigencia demócrata hoy por meter en cintura incluso a sus propios congresistas. Mire el editorial del New York Times el día después de las elecciones que aconsejó a Nancy Pelosi a que se asegurara que los presidentes demócratas de los comités de la Cámara de Representantes no hicieran desmanes (wilding) en su oposición a Trump. (Vea “Las recientes elecciones, el futuro que enfrentamos y la revolución REAL que necesita la humanidad”). Piense en lo que significa que el New York Times le dé otro propósito a la palabra racista para los enterados (“wilding”) de la década de 1980 que se utilizó para condenar falsamente a los 5 del Parque Central en Nueva York (una acusación falsa a favor de la que Trump se puso al frente para promover, pidiendo la pena de muerte para cinco adolescentes que luego se demostró que fueron inocentes de todos los cargos) como para decirle a Pelosi que se asegurara de que no se desarrollara nada que en ningún sentido siquiera empezara a agitar las aguas. (Vea aquí y aquí más información sobre Trump y los 5 del Parque Central).

La gente como el representante Jerrold Nadler, el demócrata que ahora es jefe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, sale en la televisión para decir que él no va a poner a Trump bajo juicio político “porque eso desgarraría al país”. Una vez más, piénselo: si esto es el fascismo, y lo es, pues, ¿no valdría la pena “desgarrar al país” (en el sentido político, lo que al parecer Nadler quiere decir)? ¿Valió la pena acabar con la esclavitud? Sí, según la lógica de las masas de esclavos, aquellos que se opusieron a la esclavitud por otras razones y aquellos que tenían en mente los intereses de toda la humanidad.

Y recuerde, los republicanos de peso como Newt Gingrich abiertamente hacen analogías con la Guerra Civil en términos del tipo de cambio para el que ellos se están preparando. Esto NO quiere decir que se necesitaría una guerra civil para expulsar a este régimen; de hecho eso no está a la orden del día en este momento cuando aún es posible impedir este horror para la humanidad mediante la desobediencia civil no violenta masiva, de millones de personas en las calles en protesta todos los días y noches hasta que se cumpla su demanda de que todo el régimen tiene que marcharse: una postura que de hecho funcionó en varios países del mundo durante la última década. Esto SÍ es para llamar la atención sobre el calibre de lucha y la voluntad de maximizar esfuerzos por lo cual el sector fascista de la clase dominante está preparando a sus seguidores.

Para explorar un poco más la analogía de Newt Gingrich y volver a explorar la lógica, y la moral, de aquellos que lucharon para poner fin a la esclavitud: El presidente Lincoln, en contraste con esas masas, NO empezó la Guerra Civil para poner fin a la esclavitud, sino que para preservar la unión. Pero lo que la guerra en sí desencadenó, junto con la necesidad que Lincoln enfrentó para realmente ganar la guerra, lo obligó a inclinarse por declarar la Proclamación de Emancipación. Por analogía hoy, un auge masivo desde abajo —pero ÚNICAMENTE un auge masivo desde abajo— también podría cambiar toda la ecuación en la cúpula de la sociedad y se podría encontrar una forma de impeler al régimen fascista a “dimitir”. Para que quede claro, nosotros no nos referimos a la Guerra Civil como alguna especie de paso inmediato; responderíamos a lo que todas las fuerzas vieran como una situación en la que se hubiera politizado fuertemente toda la sociedad sobre cuestiones básicas de moralidad y política, y responderíamos a las analogías hechas por otros.

Es muy gruesa la perspectiva misma de lo que está a la orden del día en este momento ahora: la desobediencia civil no violenta sostenida masiva. Pero piense de nuevo en lo que significara si este régimen fascista se estableciera a martillazos completamente, en que los costos que ya incurren la humanidad y las generaciones futuras alcanzaran alturas aún mayores.

¿…Y qué les dirá a las futuras generaciones?

Lo que nos lleva al tercer y cuarto puntos: sobre el objetivo inmediato de expulsar al régimen de Trump y Pence, así como la necesidad más grande y más fundamental de hacer la revolución, de hacer nacer un mundo completamente nuevo.

Sobre el primer punto: aún queda tiempo para detener a esta monstruosidad inexorable, pero no queda mucho tiempo. Y también hay una manera de hacerlo, pero ese camino costará trabajo duro y requerirá que las personas se salgan de sus zonas de confort.

Para aquellos de ustedes que cifran sus esperanzas en los demócratas, si ahora están embriagados con su “gran victoria”, si piensan que de alguna manera esto muestra que “todavía hay bondad en el alma de Estados Unidos”, pues los han engañado. Como dijo Malcolm X, los han embaucado. Y, en una medida muy exagerada, muchos de ustedes se han embaucado a sí mismos. Estos líderes les pusieron en claro que no van a desafiar a Trump de ninguna manera importante. Lo dejaron en claro durante la campaña electoral y lo están dejando en claro aún más ahora; y no cambian eso todas las poses de gente como la “socialista” Alexandria Ocasio-Cortez (que por su cuenta no pronunció la muy prohibida “palabra f” [fascismo]).

Así que, una vez más, aún queda tiempo para cambiar esto, para detener esta monstruosidad inexorable fascista... pero no queda mucho tiempo. En un día de estos podría darse algún incidente internacional que sirviera de pretexto para dar un salto en la evisceración del estado de derecho o algo peor; o sin ningún pretexto en absoluto. Piénselo: mientras que los demócratas de peso echan dimes y diretes para mostrar que pueden “gobernar” (es decir: mostrar que pueden arrancar migajas a un régimen fascista) y pueden cuidarse de asegurar que sus investigaciones no rebasen ciertos límites, Trump continúa sus asaltos a cosas como la ciudadanía por nacimiento, el derecho al voto, el poder judicial y así sucesivamente... una vez más: ¡todo eso únicamente en la última semana!

¿Qué les dirán las futuras generaciones, si es que aún existan esas generaciones, cuando les explique que sabía que había una manera de deshacerse del régimen, pero era muy arriesgada, no había garantías, y bien podría haber requerido que usted cambiara mucho en su vida... por lo que intentó tomar un camino más seguro?

Y, sí, existe una manera de cambiar esto... pero es un camino duro. Implica reconocer la verdad sobre Estados Unidos y su verdadera historia y tejido social y la verdad acerca de lo que de hecho se requerirá para expulsar a este régimen. Y de hecho implica llevar esto a las calles, en la desobediencia civil no violenta, pequeña al principio pero con el objetivo de despertar, atraer e incorporar a millones de personas. En estos momentos, quiere decir ir a todas partes y luchar con la gente para dejar este marco en el que la dirigencia demócrata, la MSNBC y los demás están metiendo a usted ASÍ COMO tomar acción (aunque sean acciones pequeñas al principio) contra los ultrajes los que ya está perpetrando el régimen como parte de la ofensiva fascista. Y ante todo quiere decir encontrar las formas de llevar a la plaza pública y al debate público las demandas de Rechazar el Fascismo —¡Esta pesadilla tiene que terminar: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista!— con las cuales muchísimas personas están de acuerdo de corazón, o con las cuales estarían de acuerdo si llegaran a conocerlas.

Una vez más, en ese contexto, en un contexto en el que millones de personas estén diciendo ¡NO! en las calles, las diferencias muy reales y muy serias entre los fascistas y su oposición burguesa tradicional podrían entrar en juego como parte de una lucha para expulsarlo. En ese contexto, los conflictos sobre algo como suspender la investigación de Mueller acerca de los tejemanejes de Trump con Rusia podrían convertirse en parte de impulsar una lucha mucho más amplia, en pro de los intereses de la gente y de lo que se necesita: no solo ponerle presuntos frenos a este régimen sino muy realmente expulsarlo.

Un sistema completamente diferente, y mucho mejor, es posible: ¡Éntrele a BA!

El cuarto, y más esencial, punto es el siguiente: esta monstruosidad inexorable fascista no salió de la nada; es el engendro de un sistema económico y político muy específico. Ha venido acumulándose durante años como respuesta a las contradicciones muy arraigadas y ahora en agudización en una sociedad del tipo en el que vivimos (el capitalismo-imperialismo) y la forma de gobierno que, por mucho que esto se tape, es en esencia una dictadura de esta clase capitalista-imperialista. La democracia de Estados Unidos es una democracia fundada y condicionada por las necesidades de las capas gobernantes del país: durante sus primeras ocho décadas, las clases de los dueños de esclavos y de los capitalistas; y desde ese entonces, la clase dominante capitalista-imperialista, que ha extendido sus tentáculos por todo el mundo. Los derechos civiles y legales, los que son importante defender, no obstante son derechos enmarcados en lo que sirve o al menos lo que no están en conflicto con las necesidades de este sistema. Este funcionamiento normal crea la ilusión de que “nos estamos gobernando a nosotros mismos”, cuando en realidad, como mucho, tenemos el poder de elegir cuál representante de la clase dominante perseguirá sus intereses y defenderá su forma de gobierno sobre las masas de personas en todo el mundo y sobre nosotros. Y cuando el sistema sufra una crisis profunda, como ahora, los de arriba pueden eliminar incluso los derechos limitados que sí existen, y pueden instaurar una dictadura sin tapujos. Para las capas gobernantes, el fascismo es preferible a una revolución que acabaría con su sistema.

Pero independientemente de la forma de gobierno, el poder real está en las manos de una pequeña clase de capitalista-imperialistas. Así que pregúntese: ¿por qué estamos encerrados en semejante sistema en el que nos dicen que podemos elegir únicamente entre formas más despiadadas y formas más democráticas de dictadura? ¿Por qué enfrentamos, continuamente, los ultrajes y horrores entretejidos tan profundamente en esta sociedad, de la encarcelación en masa genocida y la opresión general de los negros, latinos y pueblos indígenas; la persecución y satanización de los inmigrantes; la degradación y opresión de las mujeres; las invasiones y ocupaciones a otros países; y el demente saqueo y destrucción del medio ambiente por el capitalismo?

Es cierto que el régimen de Trump y Pence empeora e intensifica mucho más todas estas cosas, pero lisa y llanamente ¿por qué los aceptamos? Los demócratas no tienen respuestas para nada de eso, aparte de, en algunos casos, imponer estas relaciones opresivas básicas de modo un poco distinto. Así que no solo luchemos contra el régimen, por importante que sea hacerlo, sino que en serio exploremos el trabajo que ha hecho Bob Avakian para examinar profundamente la fuente del problema que enfrentamos y además exploremos la solución que él ha desarrollado: el plano para una sociedad completamente diferente en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, y la estrategia que él ha desarrollado para hacer una revolución real, en la nueva película Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución.

Al adentrarse en estas obras, en esta solución, la gente podría contar con mayores fundamentos sobre la necesidad de tomar parte en la lucha contra este régimen e impulsarla. Hace falta que las personas que este tercer futuro atraiga, el futuro que asuman y por el que empiecen a luchar —el futuro de la emancipación de toda la humanidad— se conecten constantemente con otros y les pongan retos, al estilo de nosotros, a partir de la comprensión más profunda de las raíces de este problema... cuál es la solución a ese problema subyacente profundo… y a esa luz, la verdadera seriedad de la amenaza representada por este régimen y lo que hay que hacer en este mero momento para expulsar al régimen que hoy avanza hacia adelante de manera tan febril. Cuanto más los revolucionarios hagan que esto incida, más amplios serán los sectores de personas que será posible atraer e incorporar y más profunda será la unidad que será posible forjar.

Estos son tiempos muy cruciales. ¿Estará usted, estaremos todos nosotros, a la altura del desafío que plantean?


* Sobre este último punto, claramente una de las cosas más repugnantes de la campaña fue la manera en que los demócratas se alardeaban de haber postulado a unos candidatos ex militares y ex CIA y honrar su “servicio a la patria” — es decir, su participación en las guerras criminales de agresión contra los pueblos oprimidos.[regresa]

 

Bob Avakian habla del fascismo el verano pasado (en inglés)

De las preguntas y respuestas tras el discurso de Bob Avakian Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

 

Septiembre de 2017:

Discurso de Bob Avakian

El problema, la solución, y los retos ante nosotros

A continuación presentamos un discurso importante que dio Bob Avakian en 2017.

Lea el discurso              Escuche el audio en inglés

Vea y comparta ampliamente esta película, las preguntas y respuestas, unos cortos y el tráiler (en inglés).

¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE!

En nombre de la humanidad,
Nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista
Un mundo mejor ES posible
Un discurso de Bob Avakian

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Actualizado el 24 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Del Comité Central del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución

Para hacerlo, nos hace falta conocer:

Por qué necesitamos una revolución real.
Qué es necesario que hagamos ahora.
Cómo podríamos derrotarlos.

Por qué necesitamos una revolución real

Una revolución real no quiere decir trabajar para hacer unos cambios en el presente sistema — quiere decir derrocar el presente sistema y hacer nacer un sistema radicalmente diferente y mucho mejor. No es posible reformar el presente sistema del capitalismo-imperialismo. Bajo el presente sistema, no existe ninguna manera de poner fin a la brutalidad y asesinato por la policía, las guerras y la destrucción de la gente y del medio ambiente, la explotación, opresión y denigración de millones y miles de millones de personas, incluida la mitad de la humanidad que son mujeres, en Estados Unidos y por todo el mundo — todo lo que está arraigado en las profundas contradicciones que son inherentes al funcionamiento, relaciones y estructuras esenciales del presente sistema. Únicamente una revolución real podría operar el cambio fundamental que hace falta.

Qué es necesario que hagamos ahora

Para hacer tal revolución, es necesario que tengamos seriedad y ciencia. Es necesario que tomemos en cuenta los puntos fuertes concretos del presente sistema pero aparte de lo anterior, sus debilidades estratégicas, basadas en sus profundas y determinantes contradicciones. Es necesario que construyamos tal revolución entre aquellos que con mayor urgencia necesitan un cambio radical, pero por otra parte, entre otras personas que se niegan a vivir en un mundo en el que el presente sistema vomita interminables horrores, y que continuamente lo anterior se “justifica” y hasta se embellece como “grandeza”.

Es preciso que estemos en una misión de correr la voz, de dejar que la gente conozca que tenemos la dirección, la ciencia, la estrategia y el programa, y la base para organizar gente para una revolución emancipadora y real. Tenemos a Bob Avakian (BA), el líder de tal revolución y el arquitecto de un nuevo marco para la revolución, la nueva síntesis del comunismo. Tenemos al Partido liderado por BA, el Partido Comunista Revolucionario, con dicha nueva síntesis como base científica para realizar los preparativos para una revolución. Tenemos los Clubs Revolución, donde la gente puede participar y actuar en poderosa representación de la revolución, de manera organizada, a la vez que vaya aprendiendo más sobre la revolución y dé pasos adelante hacia el camino de ingresar al Partido. Tenemos la página web del Partido, revcom.us, y su periódico Revolución, que desenmascaran claramente los crímenes del presente sistema, analizan con ciencia por qué no es posible reformarlo, y dan orientación y dirección para que la gente trabaje de manera unificada por la revolución. Tenemos la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA y adoptada por el Comité Central del Partido, que ofrece una abarcadora y concreta visión y “plano” para una sociedad radicalmente nueva y emancipadora. Es necesario que conozcan lo anterior y le entren en serio las personas en los barrios marginados de las ciudades y en las cárceles, las y los alumnos y estudiantes, académicos, artistas, abogados y otros profesionales, las y los jóvenes en los suburbios de las ciudades y las zonas rurales — pues, las personas en todas partes de la sociedad.

Aquellos que sufren lo peor de la vida infernal bajo el presente sistema, y aquellos que están hartos de los interminables ultrajes perpetrados por el presente sistema, tienen que conectarse con esta revolución. Es necesario que se organicen miles de personas en las filas de la revolución ahora, a la vez que se ejerza una influencia sobre millones de personas para que apoyen a esta revolución. Hemos presenciado ese potencial en las protestas que se han sostenido contra la brutalidad y asesinato policial, y otras formas en que grandes cantidades de personas se han plantado a las autoridades establecidas y a las “reglas del juego” políticas. Pero es necesario transformar lo anterior, por medio de lucha, en conciencia, determinación y organización revolucionarias. Es necesario que las fuerzas organizadas y la dirección de esta revolución lleguen a ser la “autoridad” a la que un creciente número de personas recurran y sigan — y no a los mentirosos políticos y medios de comunicación del presente sistema opresor — y no a aquellos que sirven de fachada de los opresores y predican la “conciliación” con el presente sistema — y no a aquellos que hacen que las personas se opongan las unas a las otras cuando lo que es necesario es que se unan por esta revolución. Si bien muchas personas harán cosas positivas al oponerse a los crímenes del presente sistema, es necesario que nosotros tengamos la orientación hacia todo —que evaluemos todos los programas políticos y todas las fuerzas organizadas en la sociedad, toda forma de cultura, valores y maneras de tratar a la gente— según la manera en que están relacionados con la revolución que necesitamos, para poner fin a toda opresión. Es necesario que nos unamos con la gente dondequiera que podamos y que llevemos lucha con la gente cuandoquiera que sea necesario hacerlo, a fin de hacer avanzar la revolución.

Mientras nosotros esperamos las necesarias condiciones para jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución, es necesario que la aceleremos y llevemos a cabo enérgicamente los “3 A Preparar”: A preparar el terreno, a preparar al pueblo y a preparar a la vanguardia — a prepararse para el momento en que sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. Tenemos que Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución — protestar contra las injusticias y atropellos del presente sistema y oponerles resistencia, y ganar gente a desafiar y repudiar el presente sistema putrefacto y sus maneras de pensar, y a hacer suyos el punto de vista y los valores, y la estrategia y el programa de la revolución, acumular fuerzas para esta revolución, y derrotar los esfuerzos de los poderes gobernantes de pulverizar la revolución y su dirección. Ante toda “sacudida” en la sociedad —toda crisis, todo ultraje nuevo, cuando muchas personas cuestionen y opongan resistencia a lo que por lo normal aceptan— es necesario que aprovechemos esto para impulsar la revolución y expandir sus fuerzas organizadas. Es necesario que nos opongamos y desbaratemos a las maniobras de los poderes gobernantes para aislar, “cercar”, brutalizar, encarcelar en masa y reprimir de manera sanguinaria a las personas que llevan la vida más dura bajo el presente sistema y que más necesitan esta revolución. Es necesario que nosotros los “cerquemos” a ellos — al ver que nazca ola tras ola de personas que se levanten en decidida oposición al presente sistema.

Todo lo anterior tiene por objeto algo muy definido — una situación revolucionaria: en la que el sistema y sus poderes gobernantes estén en una crisis seria y que grandes partes de la sociedad vean la violencia que utilizan para reforzar el presente sistema por lo que es: asesina e ilegítima. En la que se profundicen y agudicen muchísimo los conflictos entre las fuerzas gobernantes — y las masas populares no les respondan siguiendo detrás de un bando u otro de los gobernantes opresores, sino que les respondan sacando provecho de tal situación para acumular fuerzas para la revolución. En la que millones y millones de personas se nieguen a aceptar la antigua forma de gobierno — y estén dispuestos y decididos a jugárselo el todo por el todo para hacer caer el presente sistema y hacer nacer una sociedad y gobierno nuevos que se basen en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Dicho momento es el indicado para jugárselo el todo por el todo para triunfar. Es necesario que nosotros trabajemos enérgicamente y nos preparemos ahora para lo anterior.

Cómo podríamos derrotarlos

“Sobre la posibilidad de la revolución” es una declaración muy importante del Partido, que está posteada en revcom.us. Establece las bases —la concepción y doctrina estratégicas— de la manera de combatir con una verdadera posibilidad de triunfar, una vez que se hayan gestado un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas y las condiciones necesarias para una revolución. El presente todavía no es el momento para emprender un combate de tal índole —intentar hacerlo así ahora únicamente conduciría a una derrota devastadora— pero ya está en marcha el trabajo para desarrollar más dicha concepción y doctrina estratégicas con el futuro en mente, y a continuación presentamos algunas de las principales cosas que las fuerzas revolucionarias tendrían que hacer cuando se hayan gestado las condiciones de jugárselo el todo por el todo para hacer una revolución.

  • Cuando se vislumbre claramente la situación revolucionaria, transformar las fuerzas vertebrales de la revolución en fuerzas de combate organizadas en zonas estratégicas esenciales, llevar a cabo el necesario entrenamiento, obtener el necesario equipo y disponer de las necesidades logísticas básicas de esa fuerza de combate revolucionaria para iniciar la lucha total, y a la vez impedir que el enemigo pulverice a las fuerzas revolucionarias en esa coyuntura crítica. Apoyar a ese núcleo de fuerzas de combate con millones de personas adicionales organizados en poderosas “reservas” para la revolución.
  • Iniciar acciones a lo largo de Estados Unidos, acompañadas de una audaz declaración al mundo, que dejen en claro que existe una fuerza organizada decidida a derrotar a las fuerzas del viejo orden y a hacer nacer un sistema revolucionario nuevo. Al consumar esas acciones iniciales, reagrupar rápidamente las fuerzas para sus acciones “siguientes” y mantener el impulso de la revolución.
  • Contrarrestar la fuerza destructiva superior del enemigo, al esforzarse para combatir únicamente de acuerdo a términos favorables, y al evitar activamente los enfrentamientos decisivos, mismos que determinarían el desenlace de todo, hasta que la “correlación de fuerzas” se haya inclinado abrumadoramente en beneficio de la revolución. Utilizar el equipo capturado al enemigo en las maneras que correspondan a la estrategia de combate de la revolución. Construir y acumular bases de apoyo logísticas y políticas, en zonas estratégicas esenciales, pero sin intentar controlar y gobernar abiertamente ningún territorio, hasta que se haya alcanzado la necesaria “correlación favorable de fuerzas”.
  • Mantener la iniciativa —o, de perderla temporalmente, recuperarla— por medio de la sorpresa y maniobras. Combatir a las maneras que el enemigo no anticipe. Realizar acciones para suscitar desconcierto por el lado del enemigo, desbaratar la concentración y utilización de sus fuerzas y contribuir a su desintegración. Siempre realizar las operaciones y actuar de las maneras que concuerden con el punto de vista y las metas emancipadores de la revolución, y ver que las acciones bárbaras del enemigo se vuelvan en su contra — a fin de ganar mayores fuerzas para la revolución, incluso aquellas que provengan de las filas del enemigo.
  • Combinar la dirección y coordinación estratégicas para la lucha en su totalidad, con acciones e iniciativas descentralizadas de parte de unidades y líderes al nivel local. Apoyarse en el respaldo de las masas, la resultante inteligencia para la revolución y privarle al enemigo de inteligencia, contrarrestar los esfuerzos del enemigo de descubrir, ubicar y aniquilar a la dirección revolucionara y unidades de combate esenciales. Reemplazar rápidamente las fuerzas y los líderes que se pierdan — de manera continua, entrenar y desplegar nuevas fuerzas y líderes.
  • Manejar correctamente la relación entre dicha lucha total y la situación —lo que incluye el carácter y el nivel de la lucha revolucionaria— en los países hacia el sur (y hacia el norte).
  • Cuando la “correlación de fuerzas” se haya inclinado en beneficio de la revolución, realizar operaciones con el objeto de alcanzar el triunfo final, y a la vez seguir “calibrando” esas operaciones de modo que sigan evitando enfrentamientos decisivos hasta que se haya conducido a las fuerzas del viejo orden al borde del precipicio de la derrota final — y de ahí, por fin y completamente, derrotar y desmantelar a las fuerzas enemigas que queden.

Para todo lo anterior es necesario ganar a millones de personas hacia la revolución en el período que conduzca a la maduración de una situación revolucionaria. La oportunidad de derrotarlos, cuando llegue la hora —la oportunidad de deshacerse del presente sistema y hacer nacer algo mucho mejor— está íntegramente relacionada con lo que nosotros hacemos ahora. Es necesario que todo aquel que tenga sed de un mundo radicalmente diferente, sin explotación y opresión y sin todo el innecesario sufrimiento causado por el presente sistema, trabaje ya con una prendida determinación de hacer que lo anterior ocurra, de modo que nosotros tengamos una verdadera oportunidad de ganar.

 

On the Possibility

Ya es hora de difundir estos mensajes a toda la sociedad

"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución es un complemento del Mensaje del Comité Central del PCR, Estados Unidos, posteado el 16 de mayo de 2016 en www.revcom.us. Difunda por todas partes "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revoluciónjunto con “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL”. Ya es hora de correr la voz por toda la sociedad.

Descargue AQUÍ "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución(pdf de 36 x 24 pulgadas): ESPAÑOL | INGLÉS. Descargue AQUÍ “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” (pdf de doble carta): ESPAÑOL | INGLÉS. Se recomienda que se impriman ambos mensajes en papel bond y se cuelguen de maneras apropiadas por todas partes. He aquí una imagen aproximada de su presentación:

¡"CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución” ya está en forma de folleto!

Instructivo:
Ya se puede descargar el pdf del folleto que contiene: "CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución”, “Ya es hora de organizarse para una revolución REAL” y “Puntos de Atención para la Revolución”. El folleto cuenta con 16 páginas, de tamaño media carta (5,5 x 8,5 pulgadas). También se puede imprimir en papel de 6 x 9 pulgadas. Hay dos formatos: 1) Un pdf de 16 páginas individuales y consecutivas. 2) Un pdf con pliegos para llevar a una imprenta: el primer pliego con las páginas 1 y 16, el segundo con las páginas 2 y 15, etc. Cuando se impriman así y se doblen, las páginas saldrán en orden consecutivo. La imprenta explicará qué formato necesita. Que las y los lectores hagan planes para imprimir este folleto de tamaño media carta, recaudar dinero y difundir decenas de miles de ejemplares por todas partes tan pronto como sea posible.

ESPAÑOL:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta

INGLÉS:
Pdf de tamaño media carta, páginas individuales
Pdf de tamaño media carta, pliegos para llevar a una imprenta

 

 

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Del Club Revolución-Los Ángeles:

Sobre los incendios forestales en California, y la necesidad de una revolución real

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Nosotros, las masas populares del mundo, necesitamos una revolución. No es posible reformar el sistema. Hay que tumbarlo. El Partido Comunista Revolucionario, que dirige Bob Avakian, el revolucionario más radical del planeta, está organizando a miles de personas hoy mismo en un movimiento para una revolución REAL, para tumbar este sistema. La guía para hacer esta revolución es CÓMO PODEMOS GANAR — Cómo en concreto podemos hacer una revolución.

Miren cómo el capitalismo-imperialismo está destruyendo el medioambiente, con incendios forestales en California. Como resultado del cambio climático, el creciente calentamiento está secando la vegetación a niveles nuevos y cada vez más peligrosos y convirtiéndola en bolas de fuego combustibles. La cuestión no es si habrá otro incendio, sino cuándo y cuánto destruirá. La respuesta de los capitalistas no es parar e idear cómo poner alto al cambio climático. Todo lo contrario. Las reglas de su sistema no les permite considerar el futuro de la humanidad y por eso construyen viviendas en el camino de los incendios futuros. Veintenas de personas ya han muerto de manera horripilante mientras que decenas de miles de otros han tenido que abandonar sus viviendas, dejando atrás todas sus posesiones a la merced de las llamas.

Esto es intolerable, e innecesario. La gente no tiene que vivir así y no se le debe obligar a vivir así. Pero la destrucción de nuestro planeta es un elemento integrante del sistema del capitalismo-imperialismo.

Este ultraje va de la mano con la persecución, encarcelación en masa, brutalidad y asesinato policial genocidas de negros, latinos e indígenas; las guerras de imperio, ejércitos de ocupación y crímenes contra la humanidad; la satanización, criminalización y deportación de inmigrantes y la militarización de la frontera; y la opresión patriarcal. No se puede eliminar ninguno de estos horrores siempre y cuando tengamos este sistema; TODOS ellos son partes esenciales del funcionamiento de este sistema. No es posible reformar este sistema. ¡HAY QUE TUMBARLO!

Tenemos que poner alto a TODOS estos ultrajes y superar a TODAS las relaciones de explotación y opresión. Y para eso ¡SE REQUIERE UNA REVOLUCIÓN REAL!

La revolución no significa unos cambios leves dentro del sistema. La revolución requiere el derrocamiento —sí, el derrocamiento— de este sistema, a través de derrotar concretamente a sus fuerzas armadas de opresión y represión, cuando se hayan presentado las condiciones necesarias (una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario en sus millones). Esta revolución desmantelará las instituciones de este sistema capitalista-imperialista y construirá una sociedad completamente nueva sobre una base política y económica radicalmente diferente.

Todo lo que hace el Club Revolución tiene el fin de llegar al momento cuando sea posible liderar a millones de personas para acometer la revolución, con todo, con una verdadera posibilidad de ganar. Esta revolución reemplazará este sistema de capitalismo-imperialismo con un sistema mucho mejor, uno verdaderamente emancipador, tal como se encarna en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte. Esta revolución cuenta con la dirección de Bob Avakian para hacer esto; él ha desarrollado EL NUEVO COMUNISMO, una manera de entender y transformar el mundo entero. Ya es hora de que todos nosotros que ya no toleramos la manera en que tiene que vivir la gente que seamos parte de este proceso, que conozcamos mejor y nos afiliemos con el Club Revolución.

Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian
En dos partes en inglés:

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

La masacre en la sinagoga de Pittsburgh, Donald Trump y el auge del antisemitismo:

Por qué el apoyo a Israel NO es incompatible con el antisemitismo

| Periódico Revolución | revcom.us

 

De un miembro del Club Revolución:

Pensé que el artículo sobre “La masacre en la sinagoga de Pittsburgh, Donald Trump y el auge del antisemitismo” fue realmente bueno, e importante. En respuesta al argumento de que Trump no puede ser antisemita porque es un partidario de Israel, el artículo señala correctamente que “este apoyo no tiene nada que ver con una preocupación por la gente judía (¡y mucho menos por los musulmanes!). No. Esto se basa en el rol que Israel juega en el mundo para Estados Unidos, en particular como un bastión para su dominación en el Medio Oriente así como el fanatismo cristiano de una sector de los cristianos evangélicos — los fascistas cristianos de quienes Mike Pence es un líder importante”. Y que este apoyo a Israel por parte de los cristianos fascistas se arraiga en el antisemitismo. Pero creo que hay más que decir sobre la relación entre Israel y el antisemitismo, y por qué el apoyo a Israel no es de ninguna manera incompatible con el antisemitismo.

Históricamente, el movimiento sionista en Europa surgió como una respuesta al antisemitismo. Pero a diferencia de los comunistas (de ascendencia tanto judía como no judía) que lucharon para derrotar el antisemitismo como parte de la lucha para abolir todas las formas de opresión y explotación, y otros que lo opusieron resistencia debido a su compromiso con la justicia y la igualdad, los sionistas básicamente aceptaron la permanencia del antisemitismo, y de ahí capitularon ante el mismo: “Reconocí el vacío y la inutilidad de tratar de ‘combatir’ el antisemitismo”, escribió el fundador del sionismo Theodor Herzl, y buscó un escape. Esto, por supuesto, se alineó con los sentimientos antisemitas de mucha gente que en cualquier caso quería que los judíos se fueran... no muy diferente de los muchos racistas (entre ellos Abraham Lincoln) que apoyaron los planes de “regreso a África” para resolver “el problema racial de Estados Unidos”. Recuerde, antes de idear su “solución final”, Hitler inicialmente planeó deportar a los judíos en lugar de exterminarlos.

Y los sionistas vieron el ascenso de Hitler al poder como una confirmación de su idea de que la integración judía en la sociedad europea era imposible. En lugar de condenar y combatir el nazismo, muchos líderes sionistas lo vieron como una oportunidad, una “fuerza fértil” como lo expresó David Ben-Gurion, para alentar la emigración judía a Palestina. Mientras las organizaciones judías en Estados Unidos y en todo el mundo organizaban boicots contra la Alemania de Hitler, los colonos coloniales sionistas en Palestina mantenían relaciones diplomáticas y económicas con Alemania durante la preguerra. Desde 1933 a 1939, los nazis y los líderes sionistas alemanes tenían un “acuerdo de traslado” mutuamente beneficioso para sacar a los judíos (especialmente a los judíos adinerados y los sionistas) de Alemania y enviarlos a Palestina. Durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo paramilitar sionista, el “Stern Gang”, hasta se ofreció a luchar para los nazis a cambio del traslado de judíos de la Europa ocupada por los nazis a Palestina. En 1938, después del pogrom de Kristallnacht (Noche de vidrios rotos) en toda Alemania, cuando Inglaterra se vio obligada a dejar entrar a unos pocos miles de refugiados judíos, David Ben-Gurion hizo la siguiente declaración:

Si yo supiera que fuera posible salvar a todos los niños de Alemania transportándolos a Inglaterra, y solo a la mitad trasladándolos a la Tierra de Israel, elegiría esta última, porque ante nosotros no solo está el número de estos niños sino el ajuste de cuentas histórico del pueblo de Israel.

Tal era la preocupación del “padre fundador” de Israel por las vidas de los judíos en su conjunto.

Los sionistas construyeron su proyecto colonial sobre la base de dos grandes mentiras: 1) que Dios prometió la tierra a los judíos, y 2) que Palestina era una “tierra sin gente para un pueblo sin tierra”. Su nacionalismo obsesionado con la tierra hizo eco de la lógica de “sangre y suelo” de sus perseguidores antisemitas.

El Estado de Israel se fundó sobre las cenizas de la destrucción terrorista de cientos de aldeas palestinas y la limpieza étnica y expulsión del territorio de casi un millón de palestinos, lo cual no podía pasar sin el papel crucial desempeñado por las fuerzas paramilitares sionistas, para algunos de los cuales los fascistas italianos sirvieron literalmente de modelo. El historiador israelí Tom Segev describe la horrible ironía de 100.000 judíos, en su mayoría sobrevivientes del Holocausto, apoderándose de viviendas palestinas:

Gente libre, los árabes, se habían ido al exilio y se habían convertido en refugiados indigentes; unos refugiados indigentes, los judíos, se tomaron los hogares de los exiliados como un primer paso en su nueva vida como personas libres. Un grupo perdió todo lo que tenía, mientras que el otro encontró todo lo que les hacían falta: mesas, sillas, armarios, ollas, sartenes, platos, a veces ropa, álbumes familiares, libros, radios y mascotas. La mayoría de los inmigrantes irrumpió en las casas árabes abandonadas sin dirección, sin orden, sin permiso. Durante varios meses, el país se vio envuelto en un frenesí de tome lo que se pueda, el primero que llegue es el primero que se sirva.

Israel, que ha sido una Nakba (catástrofe) para el pueblo palestino desde el principio y una pesadilla implacable desde entonces (mientras fingía ser una democracia ilustrada para todos), ahora está resolviendo la contradicción inherente en un “estado judío democrático” quitándose la fachada democrática (que siempre estaba muy gastada) e implementando un fascismo judío abierto. Con la misma lógica del grito nazi en Charlottesville, “los judíos no nos reemplazarán”, volteado y aplicado a los árabes, la nueva ley israelí declara oficialmente que Israel es un “estado-nación del pueblo judío” así formalizando la supremacía judía. Gaza convertida en un gigantesco campo de concentración... repetidas matanzas en masa de palestinos y el espectro del “traslado” en masa o incluso “soluciones finales”... las víctimas de los nazis actuando como nazis. ¡Qué desastre moral!

¿Y cómo respondieron los líderes de Israel al asesinato en masa de 11 judíos en la sinagoga de Pittsburgh? Unos activistas del partido del primer ministro Netanyahu, el Likud, circularon un correo electrónico que apoyaba el motivo del tirador, culpando a la sinagoga por su participación en la Sociedad Hebrea de Ayuda para Inmigrantes. El correo electrónico dijo que la Sociedad “alentó la inmigración” y “actuó en contra de Trump”, lo que “alentó el antisemitismo”. El principal emisario de Israel que fue a Pittsburgh después del asesinato en masa, Naftali Bennett, es un fascista pro Trump conocido por incitar una atmósfera pogromista contra los migrantes africanos en Israel, a quienes él llama “infiltrados” y los acusa de propagar el crimen y la violación (¿te resulta familiar?). El “rabino principal” del cada vez más teocrático Estado de Israel se negó a llamar a la sinagoga Tree of Life [Árbol de la Vida] en Pittsburgh una “sinagoga”, porque no es de la rama “ortodoxa” del judaísmo. Israel está orgullosamente vinculado con fuerzas fascistas alrededor del mundo —no solo en Estados Unidos y ahora Brasil, sino también con los descendientes nazis más inmediatos en Hungría y Polonia, por ejemplo— uniéndose a su coro de ataques antisemitas contra George Soros. Para los sionistas, de verdad se les ha cerrado un círculo.

Como Bob Avakian ha señalado, ha existido dos respuestas al Holocausto, dos significados para la idea de “nunca más”. Una respuesta es: nunca más debe pasar algo así a nadie. La otra respuesta es: nunca más debe pasar esto a nosotros, y sobre esa base, todo lo que hagamos a otros está justificado. Adonde lleva esta última se ve a plena vista en el Estado de Israel.

Después del Holocausto, lo peor que le ha pasado al pueblo judío es el estado de Israel.

Bob Avakian, Lo BAsico 5:12

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Los compromisos y el proceso de construir un movimiento PARA la revolución

13 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Las personas deben tomar en serio los compromisos que asumen —deben cumplir con tales compromisos—, y debemos establecer y luchar por que ésta sea la norma y lo que se hace en realidad. Pero llegar a participar en el movimiento para una revolución real tiene una dinámica específica que es distinta, por ejemplo, a la de unirse a un equipo deportivo o un grupo de música. No deberíamos exigir de inmediato una participación “de cero a cien” —o, en todo caso, tratar de imponer un salto, en lugar de ganar a que la gente lo haga como parte de un proceso revolucionario general. Lo que necesitamos construir es un movimiento de masas en constante desarrollo para la revolución —sí, una revolución real— con un vibrante “Ohio”*, por medio del cual un número exponencialmente creciente de personas pueden participar activamente y seguir avanzando (no todas, sino muchas de ellas) por medio de la interacción dialéctica de contribuir y aprender en dimensiones continuamente crecientes. Respecto a aquellos que sí lleguen al “lado avanzado” de este “Ohio” *, una vez más esto plantea la cuestión de que lleguen no solo a ser parte del Club Revolución sino de que también den un paso adicional para formar parte de la vanguardia comunista; pero también en este caso, es importante no tratar la cuestión de los compromisos (aunque sea de una manera algo “indirecta”) a partir de la posición negativa y defensiva que equivale a: “Hemos tenido a unas personas que hacen compromisos y luego no los cumplen, y luego nos desaparecen (se esfuman como fantasmas); así que vamos a asegurarnos de que usted no lo haga (¡no lo pueda hacer)!” Más bien, debemos partir del reconocimiento de que los compromisos, si bien encierran y requieren (repetidos) saltos sobre el camino, en esencia corresponden a cuáles aspiraciones han sido despertadas o han sido desarrolladas en las personas, y se basan en esas aspiraciones, y a lo que están llegando a comprender que se requiere en relación con eso. Por lo tanto, una vez más, si bien debemos tener una actitud seria con respecto a las personas que hacen y cumplen compromisos, esto debe estar a la altura de cómo son su comprensión y sus sentimientos en un momento determinado, y muy esencialmente debe darse en el contexto del movimiento revolucionario de masas más amplio del cual forman parte (o del que están llegando a formar parte) y de contribuir a ese movimiento, y, si bien no se debe practicar ningún seguidismo, este proceso debe partir de lo que se ha ganado a las personas mismas a reconocer (sí, las que se ha ganado por medio de lucha, incluso a veces lucha aguda) como una contribución necesaria y esencial a la revolución.

 

*El “Ohio” se refiere a la práctica de la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio de marchar de tal manera que deletrea la palabra “OHIO” cuando se ve desde arriba; en este proceso, los miembros de la banda que comienzan la primera O, luego se mueven a través de las otras letras de la palabra hasta que estén en la última “O”. Lo que se señala es un proceso análogo a la construcción de cualquier tipo de movimiento progresista o revolucionario, en el que las personas “atraviesan” varios niveles de comprensión y compromiso, aunque ¡esto no es (“en el mundo real”) tan lineal y al mismo ritmo que la banda de marcha de la Universidad del Estado de Ohio!*

 

 

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico

| Periódico Revolución | revcom.us

 

 

Cada semana, Revolución presenta una cita de Lo BAsico, de Bob Avakian, el manual para la revolución. Alentamos a los Clubs Revolución y a otros lectores, en todas partes, a tomarse el tiempo para discutir la cita, toda la cita, y para escribirnos a revolution.reports@yahoo.com con informes de estas discusiones o reflexiones que se le ocurren al leer la cita.

 

Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian

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No se puede cambiar el mundo sin conocer lo BAsico

Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian es un libro de citas y ensayos cortos que trata poderosamente las cuestiones esenciales de la revolución y la emancipación humana.

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

De Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org):

Nuestra misión: Que millones de personas salgan a las calles, exigiendo, En nombre de la humanidad, el Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Nuestra demanda única:

¡En nombre de la humanidad, el Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

¿Cómo se logra eso?

En contra de cada maniobra fascista del régimen de Trump y Pence, hay que responder con más lucha y contar con la participación de cada vez más gente y diversas fuerzas políticas que se oponen a las maniobras de este régimen. Y esta lucha tiene que tener por objetivo y prepararse para nada menos que sacar al régimen en su conjunto por medio de una lucha masiva no violenta de la gente que permanezca en las calles día tras día, creando el calibre de crisis política que podría expulsar al régimen fascistas en su conjunto.

[1] Lo más determinante de estas elecciones recientes es que se consolidó más el programa fascista del régimen de Trump y Pence y se movilizó más completamente su base social fascista. Bombas de pipa enviadas a dirigentes demócratas y la CNN. Una nefanda masacre antisemita. Asesinatos racistas de afroamericanos. Despiadadas mentiras antiinmigrante acerca de una “caravana invasora” a la que los soldados de Estados Unidos se enfrentarán, caravana a la que Trump dijo que deberían disparar si los refugiados arrojan piedras. Trump azuza a sus mítines al estilo de Nuremberg. Además de los dos años que lleva el régimen eviscerando lo que se supone son derechos civiles y legales, prohibiendo a los musulmanes, amarrando a una mayoría en la Corte Suprema fascista, azuzando la violenta supremacía blanca y xenofobia, la odiosa misoginia y rompiendo con alianzas internacionales y aumentando amenazas de guerra. El régimen de Trump y Pence y las fuerzas en él han dicho que consideran esta presidencia como la “última oportunidad” para amarrar su visión para Estados Unidos. Esto continuará y empeorará: ahora Trump despidió a Sessions, ataca a los periodistas, redobla su nacionalismo racista, a menos que sea detenido por las masas de personas que actúan en una oposición feroz y sostenida fuera de los límites de la política como de costumbre.

[2] No cambió esto la mayoría que ganaron los demócratas en la Cámara de Representantes. La oposición demócrata a lo largo de las elecciones y el discurso posterior de Nancy Pelosi rechazaron hacerle frente al fascismo de Trump, pero en cambio normalizaron, acomodaron y luego prometieron colaborar con el régimen el que está trayendo un fascismo estadounidense. Sobre los demócratas, se podría decir: “Primero vinieron por los musulmanes, y yo protesté una vez y luego dejé que se diera... Luego vinieron por los inmigrantes, y voté por la atención médica y no dije nada”. Están decididos a mantener el orden, aunque sea el orden del fascismo, en lugar de correr el riesgo de la inestabilidad que se necesitaría para enfrentar y expulsar al régimen fascista y la pesadilla que están imponiendo.

[3] Las personas que odian y temen toda esta pesadilla y rumbo fascista ahora deben ACTUAR con gran determinación en las calles, a la vez que se organizan para activar a decenas de miles y pronto millones a sumarse a ellos en las calles, con una sostenida determinación hasta que saquemos del poder a este régimen fascista en nombre de la humanidad. Por esto estamos organizando un movimiento, con el objetivo de llevar a cientos de miles y luego millones de personas a las calles, para decir: ¡En nombre de la humanidad: El Régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!

 

Rechazar el Fascismo y otros, en apoyo a los migrantes ante el cierre fronterizo por el gobierno de Estados Unidos, San Isidro, California, 25 de noviembre de 2018.

Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) hizo un llamamiento a celebrar protestas el 7 y 10 de noviembre a nivel nacional tras las elecciones a mitad de mandato. Se celebraron en la Ciudad de Nueva York, Atlanta, Boston, Chicago, Cleveland, Detroit, Honolulu, Houston, Los Ángeles, el condado de Orange (California), Filadelfia, San Bernardino (California), San Francisco y Seattle. Aquí presentamos algunas imágenes iniciales que hemos recibido y juntado de varias ciudades. Revcom.us posteará más cobertura en los días por venir.



Ciudad de Nueva York, 10 de noviembre de 2018


Ciudad de Nueva York, 10 de noviembre de 2018


Chicago, 7 de noviembre de 2018


Filadelfia, 10 de noviembre de 2018


San Francisco, 10 de noviembre de 2018


Santa Ana, California, 7 de noviembre de 2018


Houston, 7 de noviembre de 2018


Los Ángeles, 10 de noviembre de 2018


Los Ángeles, 10 de noviembre de 2018


Seattle, 7 de noviembre de 2018

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Arabia Saudita escala la guerra genocida avalada por Estados Unidos en Yemen

Los gobernantes de Estados Unidos maniobran mientras 14 millones de yemeníes están al borde de la inanición

| Periódico Revolución | revcom.us

 

La guerra de agresión de la coalición encabezada por los sauditas contra Yemen durante tres años y medio, ha matado a decenas de miles, ha dejado a millones al borde de la inanición, y ha creado la peor catástrofe humanitaria en el mundo actual. A esta guerra la han facilitado y respaldado Estados Unidos y Gran Bretaña desde el principio — con aviones, bombas, inteligencia, reabastecimiento de combustible, barcos, fuerzas de operaciones especiales, y más.

En principios de noviembre, la coalición saudita intensificó este asalto asesino —y potencialmente genocida— contra la ciudad portuaria yemení de Al Hudaydah, con bombardeos casi continuos que ya han matado a centenares de yemeníes.

Un 70 a 80 por ciento del alimento, medicina, y otra asistencia a Yemen entra por Al Hudaydah. Esta escalada encabezada por Arabia Saudita obviamente tiene el objetivo de afianzar el control sobre este sustento crítico con tal de obligar, ante la amenaza de hambruna, al movimiento hutí y el pueblo yemení a rendirse (o para fortalecer la posición estadounidense-saudita en cualquier negociación de paz que se den). Pero este asalto criminal ya está poniendo en peligros a millones de yemeníes más.

En las semanas recientes, se han dado ceses al fuego temporarios, y se han programado negociaciones de paz entre la coalición saudita, el movimiento hutí de Yemen, y otras partes interesadas, para comenzar en diciembre. Pero no es nada claro si vayan a concretarse o qué resultados tengan, así que sigue cerniéndose el peligro de que la coalición saudita renueve la ofensiva.

La inanición y la enfermedad: Armas de guerra, apoyada por Estados Unidos

La estrategia de los sauditas en esta guerra incluye matar de inanición y enfermar al pueblo yemení. Los sauditas han bloqueado la entrada de alimentos, medicinas, y otros productos de primera necesidad, al mismo tiempo que bombardean los sistemas de abastecimiento de alimentos, agua, y medicina, y la infraestructura, de Yemen. En otras palabras, la coalición saudita, apoyada por Estados Unidos, está usando la inanición y la enfermedad como armas de guerra — un crimen de guerra atroz y monstruoso.

El 17 de noviembre, el Guardian informó que “el hospital público más grande [de Al Hudaydah] fue atacado tres veces en la semana pasado, lo que obligó a pacientes —algunos de ellos aún conectados con aparatos médicos— a huir corriendo a las calles”. También informó que el costo de la canasta básica había duplicado en los últimos ocho meses, al mismo tiempo que desplomaron los salarios. “Para un país que depende de importaciones para las necesidades básicas de la vida, esto es desastre”, dijo al periódico un trabajador de asistencia humanitaria.1

La cifra de yemeníes que ahora están al borde de la inanición se ha disparado de 8,4 millones a más de 14 millones. “Cada diez minutes, muere un niño yemení de menos de 5 años de la ‘desnutrición aguda severa’ o enfermedades prevenibles, reporta UNICEF”. Oficiales de asistencia humanitaria califica esta hambruna de la peor en 100 años —por encima de la peor epidemia de cólera en la historia moderna— ante la cual la hambruna bengalí en 1944 que mató a tres millones de personas y la hambruna en Ruanda que mató a 800.000 palidecen en comparación.

También, nuevos estudios han demostrado que el número de muertos que la guerra causó directamente, principalmente por las bombas estadounidenses y británicas lanzadas por la coalición saudita, es por lo menos 57.000 — más de cinco veces mayor de lo que se había informado anteriormente.

Una realidad desgarradora: se han aumentado dramáticamente los matrimonios de niños porque padres indigentes se ven obligados a dar en matrimonio a las niñas ¡porque ya no pueden darles de comer!

Un trabajador de asistencia describió la situación en Yemen como un “escenario apocalíptico”.

Diferencias agudas entre gobernantes estadounidenses sobre cómo perseguir sus intereses predatorios

El 30 de octubre, de Departamento de Estados llamó a una “solución pacífica al conflicto en Yemen”, y el secretario de Estado Pompeo y el secretario de Defensa Mattis han pedido un cese al fuego para el fin de noviembre. Estados Unidos también ha dejado de reabastecer a aviones de guerra sauditas en el aire.

Los opresores desalmados que presiden el estado imperialista no están tomando estos pasos porque de repente se inquietan por la vida humana y el sufrimiento humano. Y no es nada claro que sea unido el mismo régimen de Trump y Pence sobre un enfoque. (Vea “Descuartizar (y revelar la verdad en) la declaración de sangre fría de Trump en relación al asesinato del periodista Jamal Khashoggi: El mundo es un lugar muy peligroso’... ¡y vamos a cometer cualquier crimen, decir cualquier mentira y apoyar a cualquier carnicero para mantener a ‘Estados Unidos  Ante Todo”.)  Pero en la medida de que el régimen persigue este camino, lo impulsan las fuertes contradicciones que la guerra en Yemen plantea a ellos y a Arabia Saudita.

Algunas fuerzas en la clase dominante estadounidense temen que Yemen se ha convertido en un atolladero imposible de ganar que (en combinación con el asesinato de Khashoggi y otras crisis) podría debilitar gravemente al reino saudita, que ha sido uno de los ejes del imperio estadounidense —su dominio del Medio Oriente en particular— desde 1945. (Un comentarista del Washington Post escribió, “En resumidas cuentas: Arabia Saudita está en un punto de inflexión existencial. Estados Unidos debe entender, con urgencia, cómo el reino se metió en este desastre horripilante, y hacia dónde se dirige”.)

Hoy en día, los gobernantes estadounidenses consideran Irán, cuyo alcance se expande y cuya contienda con Arabia Saudita por mayor influencia se intensifica, como la amenaza principal a su control del Medio Oriente. Quizás hayan concluido que continuar la guerra en Yemen podría crear oportunidades para Irán, debilitar a Arabia Saudita, y dificultar más que los sauditas ayuden a encabezar la embestida del régimen de Trump y Pence contra la República Islámica de Irán2.

Además, la guerra en Yemen ha puesto al desnudo la complicidad de Estados Unidos, Gran Bretaña, y Francia —los supuestos “buenos” en el mundo— en algunos de los crímenes de guerra más masivos y asesinos que ocurren en cualquier parte del mundo. Millones de personas alrededor del mundo se están sensibilizando a los horrores de esta guerra estadounidense-saudita al ver fotos de niños raquíticos y esqueléticos. El descubrimiento de semejantes atrocidades brutales tiene el potencial de hacer que muchas personas al nivel mundial cuestionen la legitimidad de los que las han cometido, y esto puede tener consecuencias profundas para los gobernantes — como lo hemos visto en guerras anteriores como Vietnam.

Por lo que los imperialistas están maniobrando, que incluye llamamientos para un cese al fuego y negociaciones de paz. Pero lo hacen de maneras que beneficien sus intereses imperialistas y que dejen abierta la posibilidad de más escaldas genocidas.

Por ejemplo, cuando Estados Unidos suspendió su reabastecimiento de combustible a aviones de guerra sauditas en el aire, Mattis declaró que lo hizo en consulta con los sauditas, que ahora pueden reabastecer a sus propios aviones. También dejó claro que Estados Unidos continuará respaldando la guerra saudita en Yemen, y “colaborando para que crezcan las fuerzas yemeníes legítimas”. Estados Unidos no terminó otras formas de apoyo militar a Arabia Saudita. Se reveló recientemente que el Pentágono está cumpliendo una operación secreta en respaldo a las fuerzas militares sauditas en Yemen, en adición a su uso de Boinas Verdes en la frontera yemení-saudita. (Yahoo News, 10/11) En breve, si bien es posible que el régimen de Trump y Pence —o algunos elementos de ello—estén presionando a los sauditas a terminar la guerra, trata de hacerlo sin debilitarlos.

Es más, Estados Unidos y Arabia Saudita tratarán de adelantar sus intereses reaccionarios por medio de cualquier “cese al fuego” o negociaciones que tengan lugar. Pompeo y el régimen de Trump y Pence han echado la carga de terminar esta agresión cometida por Estados Unidos, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), al blanco de esa agresión, el movimiento hutí de Yemen. Los hutíes son un movimiento religioso reaccionario en Yemen que desde hace tiempo se ha opuesto resistencia a los esfuerzos sauditas de dominar ese país. Ahora Estados Unidos está exigiendo que los hutíes tienen que dejar de combatir primero, y sólo en ese entonces la coalición saudita respaldada por Estados Unidos dejaría de bombardear y asaltar.

(Los hutíes tienen algunos vínculos con Irán, y un triunfo hutí o derrota saudita podría abrir la puerta a una mayor influencia iraní. Pero calificar la situación en Yemen de una “guerra entre terceros” entre Irán y Arabia Saudita, como lo hacen repetidamente los medios estadounidenses, es una mentira. Es como calificar de “guerra” a los asaltos asesinos israelíes contra Gaza, en vez de la matanza unilateral que son).

Mientras tanto, Pompeo ha condenado a Irán por no hacer nada para “evitar la hambruna” en Yemen – sin importar el hecho de que Irán que no tiene ningunas fuerzas en el terreno ni aviones en el aire de Yemen y que el mismo Estados Unidos y Arabia Saudita son los responsables, a un grado abrumador, de la matanza.

En breve, los gobernantes estadounidenses ahora buscan un fin a la guerra en Yemen (que puede darse o no) en términos favorables para sus intereses imperialistas, que incluyen estabilizar el reino medieval y bárbaro de Arabia Saudita, y preparar mejor para más agresiones y peores crímenes por venir… contra Irán.

No es posible reformar este sistema, hay que derrocarlo…

Esta guerra (y otras guerras) continúan, a pesar de una denuncia tras otra de su terrible costo, porque el sistema de capitalismo-imperialismo, dominado por Estados Unidos, no puede funcionar sin explotar la mano de obra, los recursos, y los mercados por el mundo entero, y sin dominar política y militarmente regiones estratégicas clave como el Medio Oriente. Arabia Saudita y otros opresores empapados de sangre como Israel y Egipto desempeñan papeles cruciales en el ejercicio estadounidense de esta hegemonía. Las dinámicas de su sistema obligan a los imperialistas a competir, maniobrar, e ir a la guerra al ser necesario con otras potencias o fuerzas –grandes o pequeñas— para mantener y extender su control. Por eso nunca se puede poner fin a las guerras reaccionarias devastadoras bajo este sistema – hacerlo requiere una revolución para derrocar este sistema.

Es inaceptable e innecesario— que esta guerra haya forzado a 14 millones de personas al borde de la inanición, entre sus otros grandes horrores. A base de la realidad de estos horrores, hay que poner al desnudo la ilegitimidad de estos regímenes —estadounidense y saudita— y enfocarnos en la ilegitimidad de todo este sistema de capitalismo-imperialismo. Hay que denunciar sus maniobras para intensificar su agresión contra Irán y oponerles resistencia. Sus “triunfos” fortalecen su imperio global de esclavitud y opresión, y sus derrotas y fracasos, en conjunto con lo que hacen los revolucionarios y las masas del pueblo en relación con eso, pueden restarle fuerza a su capacidad de cometer más atrocidades, y pueden contribuir a poner al descubierto la ilegitimidad del sistema en conjunto, y adelantar su desaparición.

¡ALTO a las guerras de imperio, ejércitos de ocupación, y los crímenes contra la humanidad!


1. “Reino Unido presionará a los saudís para un cese al fuego en Yemen,” en inglés, 17 de noviembre.  [ regresa ]

2. Vali Naser, un académico y exoficial de la administración de Obama, señala algunas de las preocupaciones de los de arriba en la estela del asesinato de Khashoggi: “La estrategia sobre el Medio Oriente tiene graves problemas, ahora agravada por el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Turquía el mes pasado. La reciente presión de la administración a los sauditas para que busquen una tregua en su guerra en Yemen es un claro señal de lo mucho que se ha disminuido la credibilidad de Arabia Saudita, que está al centro de esa estrategia… El objetivo de la estrategia era trabajar con los sauditas para restringir la influencia de Irán en el Medio Oriente”. “Un asesinato saudita se convierte en regalo a Irán”, (en inglés) New York Times, 17 de noviembre.  [ regresa ]


El pesaje de Amal Hussein, 7, cuyo nombre en árabe quiere decir "esperanza", en un centro de salud, Hajjah, Yemen, agosto de 2018. El número de yemeníes que hoy está al borde de la inanición se ha disparado de 8.4 a más de 14 millones. "Cada diez minutos, se muere un niño yemení menor de cinco años debido a 'desnutrición crónica severa' o enfermedades prevenibles", según UNICEF. Foto: AP

Yemen mapMapa: revcom.us

Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian
En dos partes en inglés:

 

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Los Demócratas: ¿Una alternativa en el contexto de las guerras injustas de imperio?

Algunos Demócratas de la Cámara de Representantes propusieron una resolución que pide un alto al respaldo estadounidense de la guerra saudita-EAU en Yemen. El 14 de noviembre, los Republicanos de la Cámara bloquearon la votación sobre esta medida. La líder Demócrata Nancy Pelosi respondió citando una carta de ex oficiales de la administración de Obama que escribieron que “Es más que hora que se termine el papel de Estados Unidos en esta guerra desastrosa en Yemen” y que “el Congreso tiene que tomar acción real e inmediata para poner fin a esta crisis humanitaria horrífica”.

Esto no significa que los Demócratas sean mejores que los fascistas beligerantes del régimen de Trump y Pence cuando se trata de oponerse a las guerras injustas de imperio. Son igualmente comprometidos con las necesidades e imperativos del imperio imperialista como son los Republicanos. Simplemente tienen desacuerdos sobre cómo mantener —no si mantenerlo o no— este sistema que ha causado una guerra tras otra y muerte y sufrimiento para literalmente decenas de millones de personas.

Veamos la evidencia reciente, solamente en relación con la guerra en Yemen. Si los demócratas verdaderamente se opusieron a las guerras injustas:

*Hubieran puesto el grito al cielo cuando Obama dio luz verde a la guerra saudita en 2015 y la apoyó durante los casi dos años que le quedaron de mandato. (Obama restringió algunas entregas de armas, pero ¡fue una raquítica fracción de las armas de un valor de $112 mil millones que él les vendió!)

*Su resolución sobre Yemen no hubiera apoyado explícitamente guerras lanzadas bajo la autorización de usar fuerza militar en 2001, una carta blanca de duración indefinida que Estados Unidos utilizó para invadir Afganistán, Irak, e Irán y para llover la muerte por dron sobre países por todo el Medio Oriente, hasta la fecha.

*No postularían para el Congreso a unos ex combatientes militares pro-guerra.

*Y estarían movilizando una oposición masiva a las guerras estadounidenses, especialmente guerras tan descaradamente criminales y bárbaras como la guerra estadounidense-saudita en Yemen, en vez de quedarse callados. Estarían denunciando la obliteración del sistema de cuidado médico en Yemen, en vez de enfocarse solamente en el cuidado médico para estadounidenses.

Por lo tanto, no, estos ejemplos (y sus acciones tras décadas) demuestran que, si bien los Demócratas quizás crean que ciertas maniobras en el escenario internacional pueden perjudicar los intereses imperialistas estadounidenses, definitivamente no son defensores de los derechos de la humanidad ni tampoco oponentes verdaderos a las guerras de imperio de Estados Unidos.

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Las turbas fascistas en Chemnitz y la necesidad de un camino radical hacia adelante

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción: Este reporte noticioso se basa en pasajes revisados del artículo del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar del 20 de septiembre de 2018.

La gente en Alemania y en el mundo se horrorizó con las imágenes que destellaban en las pantallas de sus televisores a finales de agosto, no estaban seguros si presenciaban el retorno del siniestro pasado o el adelanto de un horrible futuro. En la ciudad de Chemnitz, ubicada en el estado de Sajonia en la antes Alemania oriental, hordas de hinchas nazis y otros golpeadores de ultraderecha cazaron a transeúntes que parecieran “extranjeros”, manifestantes de izquierda (a quienes los nazis llaman “garrapatas”) y periodistas. Algunas personas en la chusma exhibían el saludo nazi (oficialmente prohibido en Alemania) y coreaban, “¡Alemania para los alemanes!”, “¡Fuera los extranjeros!”, “¡Esta es nuestra ciudad!”, el lema nazi: “¡Libre, social y nacional!”, “Somos fanáticos del futbol, hinchas de Adolfo Hitler” y “Por cada alemán muerto, un extranjero muerto”.

El detonante inmediato de estas turbas de linchamiento fue la muerte de un alemán de 35 años, presuntamente apuñalado hasta la muerte en una riña de borrachos en un festival callejero. Dos solicitantes de asilo fueron arrestados casi inmediatamente. Uno de ellos, descrito por la policía como el “principal sospechoso”, por fin fue liberado por falta de evidencia. Pese a esto, este era el tipo de incidente que los fascistas esperaban. Al igual que las turbas de linchamiento en Estados Unidos, un virulento rumor afirmó que de alguna manera la muerte tenía conexión con agresiones sexuales contra mujeres por parte de los refugiados.

Según los informes de los medios de comunicación, unas 800 personas respondieron a un llamado de los cabezas rapadas de ultraderecha espontáneos y el entorno de los hinchas del fútbol, marcharon por las calles esa misma noche. La noche siguiente unas 6.000 personas se concentraron en el centro de la ciudad. Los golpeadores callejeros nazis se unieron con los neonazis organizados y partidarios de Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), un partido fascista y actualmente la tercera fuerza nacional en el parlamento. Hubo muchos que se hicieron llamar “ciudadanos preocupados”, que rechazaban la etiqueta nazi, aunque no tuvieron ningún problema con los otros manifestantes que exhibían el saludo nazi, ni al tomar parte de sus lemas.

La policía le permitió generosamente a la turba hacer lo que quisiera, inclusive cuando amenazó y atacó personas. La transcendencia política de lo sucedido en esos días se describió así en un artículo periodístico: “Pero si usted ha prestado atención al ambiente de pogromos que se ha propagado desde el crimen, tanto en el mismo Chemnitz como en el Internet, si ha visto las escenas en las que turbas cazan a todo el que parezca extranjero, se ve claramente que los manifestantes están menos preocupados con la justicia y el duelo que con enviar un mensaje. Un gentío de varios miles de ultras y extremistas de derecha desfilaba por la ciudad, lanzaba rocas y exhibía el saludo nazi… Ha surgido algo en Sajonia cuyas dimensiones no tienen precedentes. Y debe ser fuente de gran preocupación. En las calles de Chemnitz, neonazis, hinchas, partidarios del ultraderechista y populista AfD y ciudadanos desprovistos de los privilegios a los cuales creen que tienen derecho se han fundido en una turba de linchamiento que se ve a sí misma como soldados de choque en las líneas del frente de la identidad alemana… ¿Cómo pudo suceder algo así?” (Die Zeit, 30 de agosto de 2018).

Los días inmediatamente siguientes, políticos tradicionales reaccionaron con vacilación. Tardaron días para que el primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU, por sus siglas en alemán) de la cancilleresa Angela Merkel y un ministro federal fueran a Chemnitz. Cuando el sábado siguiente no menos de 8.000 participantes respondieron al llamado del AfD a una “marcha fúnebre” hacia Chemnitz, los contramanifestantes, los cuales ni siquiera llegaron a ser la mitad de los ultraderechistas, pudieron bloquear la ruta por tanto tiempo que al final se disolvió la marcha. Pero esto no puede ser motivo para volver a una agenda tradicional como si no hubiese pasado nada.

Importante concentración de tendencias agobia a Alemania

Los acontecimientos en Sajonia son una importante concentración de las tendencias que han venido agobiando a toda Alemania. De hecho, la chusma de ultraderecha en Chemnitz fue impulsada con una campaña de calumnias emprendida los últimos meses por políticos de fuerzas tradicionales, importantemente la Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas en alemán), la hermana bávara de la CDU de Merkel, contra los solicitantes de asilo (llamados “turistas buscadores de asilo”). Por este motivo, los racistas podían sentir que se confirmara su visión de la situación y se fortaleciera su demanda de que se pase de las palabras a los hechos.

El pogromo fascista encuentra a descarados aliados en la coalición gobernante de Merkel y dentro de la CSU. Uno de los vicepresidentes del parlamento alemán declaró que “la raíz de la violencia” fue la política “Podemos hacerlo” de la cancilleresa, cuando su gobierno decidió aceptar cerca de un millón de inmigrantes en 2015. El ministro del Interior de Merkel, Horst Seehofer, de la CSU, llegó a expresar su “comprensión” para con los manifestantes racistas en Chemnitz y señaló que él mismo habría participado.

Convergen la justificación de la turba de linchamiento en Chemnitz y los ataques políticos contra Merkel. En reacción a la repugnancia enorme y amplia ante los videos aficionados que muestran a los fascistas en acción, y en defensa de su gobierno y el actual sistema político de Alemania, Merkel emitió una declaración de que su gobierno no toleraría “la cacería a las personas que parezcan ser de origen inmigrante”. De forma directa y deliberadamente contradictoria en contra de Merkel, Hans-Georg Maassen, el jefe de servicio de seguridad interna del país, replicó públicamente que su agencia “no tiene suficiente evidencia sólida para concluir que tal cacería a inmigrantes realmente tuviera lugar”. “Hay buenas razones para creer”, agregó, que los videos fueran “noticias falsas para distraer la atención pública del crimen cometido en Chemnitz”.

Esa repetición deliberada de la propaganda del AfD y de tomar partido con la turba fascista desde dentro del gobierno de Merkel lo deja tambaleando. Inmediatamente después de las elecciones de 2017 y la entrada de 93 soldados de choque del AfD en el Bundestag, el parlamento alemán, Merkel había anunciado abiertamente que ella y su partido virarían hacia la derecha para recapturar a los partidarios del AfD —una maniobra que ha resultado, una y otra vez en los países imperialistas, en darles únicamente más legitimidad a los fascistas— como también ha pasado hoy en Alemania. Estalló una pugna entre Merkel y los Social Demócratas (SPD, por sus siglas en alemán) en su coalición, que exigía el despido de Maassen, y la CSU y fuerzas en torno a Seehofer, el ministro del Interior, el jefe de Maassen, que lo protegían. Al final, se permitió que Maassen se dimitiera cómo director de seguridad nacional, ¡pero lo premiaron con una posición más alta en el Ministerio del Interior! Se dice que Seehofer tuvo que ir a la ofensiva contra Merkel para impedir que el AfD conquistara su base electoral de la CSU, y que Merkel cedió terreno. Pero los grandes ganadores fueron el AfD y los nazis abiertos cuyas posiciones políticas, una vez consideradas fuera de lugar, han sido legitimadas por las fuerzas tradicionales, y cuya sed de poder sólo se pudo haber estimulado con este viraje de la marcha de los acontecimientos.

Apoyo para los fascistas proveniente de sectores importantes de la clase dominante

Se inicia desde hace décadas la historia de la intervención del Estado alemán y especialmente de sus servicios secretos en operaciones fascistas. El anterior ministro del Interior de Merkel fue acusado de apoyar al AfD. Por fin admitió haberse reunido con el líder del AfD, aunque rechazó las acusaciones de haberles asesorado sobre la manera de burlar la vigilancia del gobierno. Quizás el caso más significativo sea el del grupo terrorista nazi, la Clandestinidad Nacionalsocialista (CNS) que en el trascurso de 13 años mató al menos nueve inmigrantes a sangre fría, realizó ataques con bombas y robó bancos. Varias docenas de informantes de varios organismos estatales de seguridad y vigilancia se circularon por el grupo, pero supuestamente seguía sin detectar hasta que por fin se puso al descubierto en 2011, cuando seguro se calentaran muchísimo las trituradoras de archivos de las distintas autoridades de seguridad. En el transcurso del proceso de cinco años de duración contra algunos de miembros y partidarios de la CNS en Múnich, el tribunal se negó repetidas veces a investigar la intervención del Estado o a otros partidarios más allá de los cinco acusados. Los recientes veredictos relativamente leves formulados contra estos nazis hacen que la cuestión sea aún más indignante. Un observador del juicio lo resume: “La señal fatal que se envió de Múnich a la escena nazi alemana fue: este Estado no evitará que ustedes hagan lo que hacen”. Y además: “Chemnitz podría entenderse como la implementación de esta señal legal”.

El auge del AfD y el más amplio desarrollo de la derecha en Alemania sería impensable en tal forma si este partido no siguiera recibiendo un creciente respaldo de las filas de sectores importantes de la burguesía alemana, en parte abierto, en parte encubierto. Hay mucho más en esto que tolerancia y/o respaldo encubierto para los nazis de parte de ciertos sectores del aparato estatal. El fascismo está en auge en muchos países en todo el mundo, y Alemania, por mucho tiempo considerado por mucha gente como un país “inmune” debido a su pasado nazi, ha comprobado que no es ninguna excepción. En Estados Unidos, el país imperialista más poderoso del planeta, el régimen de Trump y Pence está trabajando para consolidar su poder. En Europa, los fascistas están entrando en un gobierno tras otro, a menudo en posiciones determinantes, y trabajan con persistencia para transformar a sus países según sus aspiraciones. Chemnitz es un punto de viraje, no solo debido al nivel de la violencia racista que ha escalado ahí, sino particularmente debido al viraje en el marco político en el mundo y en Alemania, y lo que eso augura.

Mientras que la participación del AfD en el gobierno no está a debate en este momento, está cayendo bruscamente el número de los que la declararían fuera de lugar en el futuro. A muchos alemanes les cuesta crear lo que pasa con el despertar inesperado de los fantasmas del pasado cobrando nueva vida. Al parecer han caído las barreras que antes existían contra la colaboración entre los neonazis combativos, el AfD como un brazo parlamentario, los intelectuales de la “nueva derecha” y los “ciudadanos preocupados”. Mientras en los últimos años Merkel ha jugado un papel decisivo en el reaccionario endurecimiento de las leyes, como las medidas para expulsar a los inmigrantes y otras medidas severas que desmienten su imagen de “Madre Merkel”, la totalidad del espectro político de la derecha en Alemania se está uniendo contra ella. La determinación, la brutalidad y la cínica crueldad con la que esta derecha unificada ha tomado la iniciativa han asustado a muchas personas y las ha dejado sin palabras.

En una entrevista reciente con el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung [Diario General de Fráncfort], el líder del AfD Alexander Gauland anunció públicamente que la meta es hacer caer el “sistema de Merkel” en Alemania. No se trata únicamente de desbancar a una jefa gobierno, sino esencialmente de deshacerse de la forma liberal-democrática de gobierno que ha existido en la República Federal de Alemania durante las últimas décadas y su reemplazo por una dictadura más abierta de la burguesía. Ya se evidencian contradicciones cada vez más agudas. Parece más incierto que nunca quiénes imperarán a la larga.

El proyecto “Ponerse de Pie”: una respuesta peligrosa e incorrecta

Una respuesta particularmente mala a estos acontecimientos es el proyecto Aufstehen (Ponerse de Pie), en buena parte iniciado por Sahra Wagenknecht, una política de peso de Die Linke (el Partido de Izquierda). En esencia, Die Linke busca ganar otra vez a una mayoría de votantes hacia un potencial gobierno de “izquierda” en Alemania combinado con los social demócratas, o el SPD, ahora en la coalición de Merkel, y fuera de esta, con los Verdes. El objetivo es generar un rechazo a la orientación “neoliberal” (“libre mercado”) en los negocios y en la política y volver al clásico modelo socialdemócrata del “estado de bienestar” de los años ochenta.

El proyecto Aufstehen de Wagenknecht podría llevar a una escisión en Die Linke. Esto muestra qué tanto el fortalecimiento del AfD está desbaratando y reconfigurando todo el espectro político burgués. Wagenknecht y Cía. quisieran ganar a los votantes que han cambiado del AfD de vuelta a un programa “de izquierda”. Pero ella no quiere hacerle frente al racismo y el chovinismo pro alemán de ellos, para los que expresa aprecio y a los que constantemente les resta importancia. Wagenknecht preferiría mostrar que el AfD en sí en realidad persigue un programa neoliberal, y que solo una agenda política de “izquierda” puede responder a las necesidades y preocupaciones materiales de la gente. Básicamente, el credo es: un fuerte estado de bienestar es la mejor respuesta al auge del AfD. Sin embargo, buscar atraer a esos votantes valiéndose de sus intereses “materiales” inmediatos es peligroso por diversas razones.

En primer lugar, ninguna política emancipadora real puede evitar desarrollar con la gente una lucha ideológica sin tregua sobre el racismo, el chovinismo y otras ideas reaccionarias que la influencian. Rechazar ese enfoque, y en su lugar, meramente apoyar a unos intereses “inmediatos” entendidos estrechamente, no solo es un rechazo a cualquier declaración de una perspectiva política liberadora, sino que, al mismo tiempo, de una manera paternalista da por sentado que la gente no está en posición de aumentar sus aspiraciones y ponerse de pie por metas que son más altas que su más estrecho egoísmo. De no menos importancia, eso significa desafiar al patriotismo “Alemania para los alemanes” desde la perspectiva más amplia de los intereses de la humanidad oprimida.

En segundo lugar, innumerables estudios refutan la suposición de que la gente vota por los partidos de derecha principalmente debido a las consecuencias económicas y sociales de la política neoliberal. Al contrario, los partidarios del AfD basan sus decisiones electorales más fuertemente en factores “culturales” como el miedo a una islamización (imaginaria) de la sociedad alemana, la “alienación social” (la pérdida de valores, costumbres y otras cosas sociales compartidos y el desgarre del tejido social percibido) y su oposición a la desintegración de las relaciones familiares y de género tradicionales. En la medida en que se pudiera ganar a unos partidarios individuales del AfD a un enfoque político verdaderamente radical, pues sería posible únicamente por medio de un fuerte choque ideológico sobre estas cuestiones.

En tercer lugar, no está fuera de las posibilidades el que en última instancia el AfD pueda cambiar su programa neoliberal por una redoblada demagogia social. Esta no sería la primera vez en la historia, y tales esfuerzos ya existen dentro del AfD. ¿Y si en algún momento el AfD exigiera un salario mínimo más alto? ¡¿Qué pasaría entonces, Sahra Wagenknecht?! Durante los últimos años de la República de Weimar (1919-1933), el Partido Comunista de Alemania (KPD, por sus siglas en alemán) intentó erigir un muro contra el creciente movimiento nazi, diciéndoles a los trabajadores que, a la larga, los nazis iban a romper su promesa de eliminar el desempleo. Tal política resultó trágicamente errónea, e inútil.

Oposición a los fascistas

También están obrando acontecimientos positivos contra el auge de los fascistas y el viraje del país hacia la derecha. A donde sea que marchen los fascistas, por lo general hay muchos más contramanifestantes (al menos fuera de Sajonia). Durante los últimos meses ha habido enormes manifestaciones contra las propuestas leyes policiales reaccionarias, especialmente en Baviera y Renania del Norte-Westfalia. Hace poco, decenas de miles se manifestaron por toda Alemania por el rescate de los refugiados en el Mediterráneo, y contra las cínicas políticas europeas que deliberadamente aceptan que miles de personas mueran ahogadas. Se programaron protestas en Hamburgo el 29 de septiembre y en Berlín el 13 de octubre.

Unos días después de la cacería nazi en Chemnitz, se celebró un gran concierto al aire libre de conocidas bandas. Según los medios de comunicación, unas 65 mil personas asistieron para alzar la voz contra la agitación y violencia de la derecha.

Cabe apoyar a tales protestas, y a las expresiones de oposición en el mundo del arte y la cultura, todo lo cual se ha vuelto más fuerte.

En Chemnitz, el lema del concierto era Wirsindmehr: “Somos más”. Quizá eso sea muy cierto. Los fascistas sí representan una minoría, según nuestro mejor entendimiento.

Al mismo tiempo, es importante no subestimar los peligros del fascismo y hace falta que crezca políticamente la resistencia, y algunas lecciones de la historia son pertinentes: cuando el 1933 se entregó el engranaje del poder estatal supremo a Hitler y Cía., sólo una minoría de la población constaba de nazis convencidos. No obstante, los fascistas pudieron consolidar su poder en un tiempo muy corto, mediante una combinación de terror, fraude, demagogia, abrumamiento y soborno. Demasiadas personas, incluidas no pocas víctimas posteriores del régimen nazi, mantuvieron la calma en ese momento, por miedo, por oportunismo, por una ilusoria confianza en las leyes y la tradición de la Alemania “civilizada”, por avaricia o por la engañosa esperanza de que las cosas “no llegarían a ser tan malas”. Tenemos que aprender de esa experiencia histórica —lo antes posible.

***

Mucha gente que sale a las calles por tan justas demandas, una y otra vez tiende a buscar un nicho seguro bajo “el ala de la burguesía”, para citar a Lenin. De esta manera, se lucha contra la “fortaleza Europa” y el auge de las fuerzas fascistas con la ilusoria tentación de una mejor “Europa de derechos humanos y justicia social”. Ya que amplios círculos de personas no ven o no conocen una alternativa radical al orden gobernante, demasiadas personas que tienen cierto entendimiento de que el fascismo crece en las entrañas de la sociedad capitalista, a la larga terminan por oponerse al peligro fascista con una defensa de la democracia burguesa.

Pero las décadas de funcionamiento cotidiano de la democracia burguesa alemana, como durante los años en que el SPD gobernaba al país, presenciaron la intensificación de la desigualdad, los mega burdeles regados por las ciudades, las leyes Hartz de fuertes recortes salariales, millones de jóvenes a los cuales se les ofrece ningún futuro salvo futuros sin salida, a la vez que la burguesía alemana siempre se ha mantenido los colmillos empapados de sangre en su alta posición en la cadena alimenticia imperialista, y todo esto ha allanado el camino para la disminución de la legitimidad de la política tradicional liberal y el auge del desafío fascista rabioso. Hoy, los demócratas liberales en Alemania, pese a que chillen y protesten, están cediendo ante los fascistas una y otra vez. Como se evidenció vívidamente en la última concesión de Merkel, les importa más el orden que la justicia.

Todo esto recalca la importancia crítica de la tarea de los comunistas revolucionarios de propagar su visión de la emancipación de la humanidad —para la que el nuevo comunismo de Bob Avakian ha abierto nuevas perspectivas— de manera más enérgica y amplia entre las personas que están buscando una alternativa real, junto con el análisis materialista de Avakian respecto al auge de las fuerzas fascistas en Estados Unidos — los peligros críticos que esto presenta, y la apremiante necesidad de entrar osadamente en el tumulto y la turbulencia de los levantamientos de hoy con una alternativa auténticamente emancipadora. (Vea y lea el discurso de Avakian ¡EL RÉGIMEN DE TRUMP Y PENCE TIENE QUE MARCHARSE! ¡En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista! Un mundo mejor ES posible en: revcom.us.)

 
 

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:

“Trump = guerra”: Manifestaciones en Paris se enfrentan a las partes beligerantes imperialistas en el “Foro por la Paz” en conmemoración de la Primera Guerra Mundial

| Periódico Revolución | revcom.us

 

16 de noviembre de 2018. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. El 11 de noviembre se conmemoró el centenario del fin de la I Guerra Mundial. En Paris más de 70 jefes de Estado y gobierno, invitados por el presidente francés Emmanuel Macron, conmemoraron uno de los peores crímenes de la historia contra la humanidad, una guerra entre imperialistas cuyo propósito era resolver por la fuerza las rivalidades de grandes potencias sobre zonas de influencia y colonias. Provocó el llamamiento a hacer protestas el hipócrita plan de Macron de arropar el fin de semana con conversaciones acerca de la paz, y al mismo tiempo, honrar la maquinaria de guerra que mató a diez millones de soldados, y además presentar a Donald Trump como el invitado de honor.

Juntos bajo el lema general “Trump significa guerra”, una coalición iniciada por estadounidenses anti-Trump que viven en París, un número de redes de mujeres y colectivos anti belicistas concentraron a activistas palestinos, un grupo de teatro local, los “antifa”, antirracistas, grupos a favor de los inmigrantes, activistas del SIDA y por el medio ambiente, feministas de Brasil, kurdos, activistas locales Sin Papeles y asociaciones de migrantes, y partidarios en Europa del movimiento Rechazar el Fascismo en Estados Unidos. El 11 de noviembre, 2.500 personas salieron a las calles bajo la fuerte lluvia para protestar contra Trump, y también contra Macron, Netanyahu de Israel, Putin, Erdoğan de Turquía, la República Islámica de Irán y otros. Un blanco particular fueron las monstruosas guerras regionales fomentadas por estos Estados que están matando a millones en Siria, Yemen, Palestina, Libia y otras partes. Muchos manifestantes vieron estas guerras como parte de una guerra contra diferentes sectores de la humanidad, y cómo el auge del fascismo en diferentes partes del mundo amenaza con cosas mucho peores. Como lo pusieron los partidarios en Europa de Rechazar el Fascismo, “¡Trump es un peligro para la humanidad! La ascensión de Trump y el fascista cristiano Pence no es solamente un dilema estadounidense del momento, que las elecciones y la paciencia agotarán, o al contrario. Trump no solo es un Hitler estadounidense del siglo 21, tiene armas nucleares, ¡imaginen las repercusiones para el resto del mundo!”.

Un grupo multinacional de partidarios del nuevo comunismo de Bob Avakian de toda Europa distribuyó miles de volantes que resaltaron la necesidad de expulsar al régimen fascista de Trump y Pence en Estados Unidos y luchar contra el auge de fuerzas fascistas en toda Europa y al mismo tiempo, barrer con todo el sistema capitalista imperialista por medio de la revolución. Se les unieron partidarios del Partido Comunista de Irán (mlm). Hicieron circular una invitación para ver la presentación del nuevo video de Avakian: Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución.

El blanco de otro grupo de manifestantes fueron los “dictadores” africanos neocoloniales, que operan dentro de la que todavía es una poderosa zona de influencia francesa en África, y que asistieron al Foro por la Paz imperialista, mientras que en sus países miles están atrapados en el fuego cruzado de conflictos locales y regionales y millones son desplazados.

Previamente, tres mujeres del grupo radical Femen saltaron barreras de seguridad para hacerle frente a los jefes de Estado, en particular al coche blindado de Trump, en camino a la ceremonia militar en el Arco del Triunfo. Las mujeres adornaron sus torsos desnudos con las frases “Falsos promotores de la paz, verdaderos dictadores”, “Desfile de la hipocresía” y “Fiesta de gángsteres” y llevaban carteles que se leían, “Bienvenidos, criminales de guerra”.

Pese a frecuentes críticas fuertes e incluso burlas a Trump, los medios informativos franceses fueron especialmente cómplices del Estado y su policía, que de último minuto canceló el derecho a protestar, emitió repetidas veces advertencias de que ya estaban desplegados 10.000 elementos de seguridad y suscitó versiones amarillistas del potencial de la violencia del bloque negro antifascista a fin de disuadir una participación más amplia en la manifestación.

Muchos en Francia, que esperan que los partidos de izquierda en el parlamento le pongan alto al ambiente cada vez más reaccionario en el país y el auge del fascista Frente Nacional, dirigido por Marine Le Pen, se vieron amargamente decepcionados porque básicamente estas fuerzas boicotearon la protesta. Como los socialistas reformistas de la I Guerra Mundial que llamaron a las masas de sus países a las trincheras para masacrar a los oprimidos de otras naciones, sus líderes también mostraron su lealtad a la patria — después de todo, ¡cómo podrían protestar contra la conmemoración si “su nación”, Francia, estuvo en el bando ganador de la guerra! Esta vergonzosa exhibición no debe olvidarse.

La conmemoración estuvo caracterizada por disputas que siguen intensificándose entre los líderes mundiales. La tensa relación entre Macron y Trump el fin de semana tiene que entenderse por lo que realmente es: cada vez más roces entre ladrones y asesinos imperialistas. El “multilateralismo” que Macron elogia, en contraste con lo que él llama el “nacionalismo” de Trump, es la continua alianza desde finales de la II Guerra Mundial entre las potencias de Occidente. Es decir, el esfuerzo común de las potencias imperialistas de Occidente para dominar el mundo, en el que Estados Unidos operaba en asociación con otros países los que a cambio reconocían su hegemonía, a la vez que cada uno maniobraba dentro de esta asociación para amarrar sus propios intereses imperiales. Trump es tanto un síntoma como un poderoso impulsor del creciente tumulto entre los aliados establecidos, con palabras y acciones que buscan reconfigurar y/o echar abajo el orden imperante a favor de su promoción más agresiva de los intereses imperialistas estadounidense, aunque esto signifique marginar o enemistar a algunos de estos estrechos aliados europeos. El propio funcionamiento básico del sistema capitalista imperialista y la competencia entre Estados y bloques de capital, por la riqueza que producen los pueblos del mundo, siguen subyaciendo a la fuerte agudización actual de los conflictos políticos, militares y comerciales.

 

El 17 de marzo de 2017, el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (SNUMQG) anunció su transformación en una herramienta más completa para la revolución basada en la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Lea el editorial del SNUMQG aquí: “Editorial: Introducción a un SNUMQG transformado”.

El 11 de noviembre, 2.500 personas salieron a las calles bajo la fuerte lluvia para protestar contra Trump, y también contra Macron, Netanyahu de Israel, Putin, Erdoğan de Turquía, la República Islámica de Irán y otros.

Abajo: Las pancartas que leen: “¡Revolución, nada menos!”, firmada por Le Nouveau Communisme en Francia (El nuevo comunismo en Francia) y “La humanidad necesita la revolución comunista — Abajo el régimen de la República Islámica de Irán”, firmada por el Partido Comunista de Irán (marxista-leninista-maoísta).

Fotos: Cortesía de Un Mundo Que Ganar

 

Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian
En dos partes:

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:

Alemania: Figuras del mundo artístico toman posición contra la “renacionalización de la cultura”

| Periódico Revolución | revcom.us

 

17 de noviembre de 2018. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar.El último mes presenciamos el surgimiento de un poderoso y entusiasta movimiento entre miles de artistas y otras personalidades e instituciones culturales en Alemania contra el “nacionalismo alemán”. En oposición, muchos han adoptado lo que llaman la “bandera inmigrante”, los brillantes colores dorado y plata de las mantas de rescate que les dan a las personas que rescatan en el mar.

Esta constituye una importante contracorriente a la legitimación de la política fascista que avanza en Alemania desde la entrada del nuevo partido fascista, el AfD (Alternativa para Alemania), en el Bundestag (parlamento), incluyendo las posiciones nacionalistas extremas asumidas por políticos y líderes tradicionales de la coalición que gobierna el país encabezada por Angela Merkel.

Buena parte del debate político reciente se ha centrado en el ministro del Interior Horst Seehofer, un reaccionario extremista vitalicio (hace dos décadas votó contra la ley que les prohibía a los hombres violar a sus esposas) quien defendió los disturbios antiinmigrantes de septiembre de inspiración neonazi en Chemnitz. Más de 8.700 artistas, curadores, dueños de galerías de arte y otros firmaron una petición en la que exigieron su destitución, calificaron su posición antiinmigrante de “atroz” y “provocadora, atrasada e indigna hacia los seres humanos”. Su declaración decía que él y otros como él son culpables en gran medida del auge del AfD. (Desde entonces Seehofer renunció, no en respuesta a la presión desde abajo sino como parte de tumultuosas y complejas maniobras entre los partidos tradicionales provocadas por el éxito electoral del AfD. Su socio rival en la coalición gobernante, la cancilleresa Angela Merkel, anunció que iba a dejar su cargo).

Especialmente en el último año los fascistas han venido persiguiendo a las instituciones culturales, a veces de forma violenta. En octubre la Fundación que opera el Bauhaus Dessau, el edificio que albergaba la academia de artes más famosa de Alemania, hasta que fue cerrada en 1933 como uno de los actos inaugurales de la represión del régimen nazi, canceló un concierto de una famosa banda de punk rock requete antifascista, que se transmitiría por televisión. Esta fue una claudicación a las exigencias del partido de Seehofer y de los fascistas de la calle que amenazan con repetir una acción neonazi de 2017 frente al edificio. Una petición lanzada por una publicación de arquitectura fue firmada por un centenar de prominentes arquitectos, artistas, directores de museo y otras figuras. Llama la retirada de la Fundación (bajo el pretexto de que quería ser considerada apolítica) un alarmante peligro para la cultura de toda Europa, y señala que la original decisión de Bauhaus de tildarse de “apolítica” frente al fascismo no la salvó cuando los nazis llegaron al poder.

Después de eso, organizaciones culturales de peso en Berlín, entre estas teatros, espacios para el arte y el organismo responsable de los museos de la ciudad, publicaron una declaración conjunta que se inicia así: “Como creadores de arte y cultura en Alemania, no somos ajenos a las cosas. Al contrario tenemos los pies plantados firmemente sobre la tierra, la misma tierra en la que se cometió uno de los peores crímenes del Estado contra la humanidad”. Esta declaración tiene fecha del 9 de noviembre, un día en el que los nazis de hoy celebran el aniversario de la Kristallnacht, la “Noche de los cristales rotos”, en 1938 cuando ataques dirigidos por los nazis contra sinagogas y tiendas de propietarios judíos presagiaron el genocidio contra los judíos. La declaración condena los ataques contra las instituciones culturales consideradas como representantes de una visión de la sociedad basada en el pluralismo y la tolerancia, y agrega que aún más peligroso que las amenazas y ataques físicos a la “libertad de creación artística” es el intento de “renacionalizar la cultura”. (https://www.dievielen.de/en/erklaerung-der-vielen/).

Declaraciones similares para construir y respaldar acciones contra los herederos del régimen nazi fueron publicadas en Düsseldorf, Hamburgo, Fráncfort y Darmstadt.

El 17 de marzo de 2017, el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (SNUMQG) anunció su transformación en una herramienta más completa para la revolución basada en la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Lea el editorial del SNUMQG aquí: “Editorial: Introducción a un SNUMQG transformado”.

Una protesta del mundo cultural y artístico contra la marcha del AfD de la derecha dura en Berlín. Fue agradable descubrir un uso para un par de viejas bufandas de destellos del conjunto irlandés Herejes Tostados.

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:

Francia: revisión del legado de Philippe Pétain, colaborador nazi en la Segunda Guerra Mundial y mariscal del ejército en la Primera Guerra Mundial

| Periódico Revolución | revcom.us

 

17 de noviembre de 2018. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. Durante la semana previa a la conmemoración imperialista de la I Guerra Mundial en Francia, surgió una aguda controversia cuando el presidente francés Macron buscó honrar al hombre que lideró el gobierno de Francia durante la ocupación nazi en la II Guerra Mundial.

Al igual que la I Guerra Mundial, la II Guerra Mundial fue el resultado de la rivalidad entre las grandes potencias imperialistas y terminó reconfigurando el sistema imperialista global y su dominación neocolonial, particularmente en Asia, el Medio Oriente y África, lo que también dio origen a luchas anticoloniales y por la liberación nacional nunca antes vistas.

Antes del fin de semana, Macron anunció que al rendir homenaje a los generales franceses de la II Guerra Mundial, era legítimo considerar al mariscal Philippe Pétain como “un gran soldado”, dejando a un lado el papel de Pétain de la II Guerra. Este es el mismo Pétain que en 1945 fue juzgado por colaborar con los nazis cuando encabezaba el régimen francés de Vichy y por deportar activamente a judíos desde Francia hasta los campos de concentración en Alemania. En la II Guerra Mundial Pétain fue un líder militar central en una sangrienta guerra criminal. Cuenta con elogios principalmente por su papel de hacer retroceder a Alemania cuando estuvo al mando del ejército francés en la batalla de Verdún donde murieron unos 300.000 hombres y otros 400.000 fueron heridos o quedaron discapacitados. Cuando en las trincheras los soldados franceses realizaron una serie de motines para exigir el fin de la guerra, Pétain mandó atar a postes y fusilar públicamente a algunos para darle un ejemplo a los que se negaran a combatir. Siete años después, enviaron a Pétain a cambiar el curso de una guerra entre los ocupantes españoles coloniales y los rebeldes bereberes en la Guerra del Rif en Marruecos, llevó una enorme cantidad de tropas francesas y armas químicas para reprimir una gran rebelión contra el control extranjero, allí se hizo amigo de futuro líder fascista español Francisco Franco.

El Pétain de la I Guerra Mundial no fue un representante de la clase dominante capitalista francesa menos empapado de sangre que el Pétain cuyo régimen de la II Guerra hizo del “pétanismo” un sinónimo del fascismo y de la participación de Francia en el genocidio contra los judíos. Con este esfuerzo reaccionario por diferenciar entre los “dos Pétain”, Macron legitimó al principal héroe de los fascistas franceses de hoy y provocó una generalizada aunque lejos de unánime indignación.

Por un lado, hoy Macron defiende a Francia como lo que ha sido, una democracia parlamentaria que sigue haciéndose pasar por representante de la “libertad, igualdad y fraternidad”, en oposición a la derecha, la extrema derecha y el fascista Frente Nacional que está ganando en las encuestas y busca restaurar un fascismo católico violentamente patriarcal guiado por los valores virulentamente nacionalistas que condujeron al genocidio bajo Pétain. Por otro lado, al tiempo que despotrica contra el “nacionalismo”, en particular, pero no únicamente, contra Trump el fin de semana, Macron intenta elogiar el “patriotismo” en Francia, y esto con sus propios valores chovinistas, con una nefanda política antiinmigrante y nuevas normas represivas que coinciden con la extrema derecha y la alienta. Hace poco Macron le prohibió que la embarcación Aquarius atracara en Marsella, al tiempo que miles se manifestaban para que se permitiera entrar a los inmigrantes. Macron se opone al abierto discurso de odio del líder fascista italiano Matteo Salvini, pero Francia, al igual que Italia, ha mostrado qué tan poco en realidad le importan la vida de los inmigrantes en este sistema y ha respaldado económicamente a los guardacostas libios, además de otras medidas para impedir que los inmigrantes crucen el Mediterráneo con destino a Europa.

La manifestación del 11 de noviembre en París contra Trump y los criminales de guerra de hoy día en asociación con tantas injusticias de este sistema, fue importante, pero para nada contó con la nutrida y poderosa participación de gente que hace falta teniendo en cuenta los descomunales crímenes, y guerras, que están cometiendo los imperialistas en el mundo de hoy y la amenaza inminente de cosas muchos peores por venir. Esta oposición al imperialismo y al auge del fascismo no solo tiene que crecer en tamaño, cuanto más se rompa con los cauces acostumbrados de intentar mejorar la fallida socialdemocracia francesa a la que la gente se ha acostumbrado y/o de intentar hacer mejoras incrementales a las injusticias del sistema capitalista imperialista en su conjunto, mayor será el potencial impacto en toda la sociedad, con repercusiones más allá de las fronteras francesas.

 

El 17 de marzo de 2017, el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar (SNUMQG) anunció su transformación en una herramienta más completa para la revolución basada en la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Lea el editorial del SNUMQG aquí: “Editorial: Introducción a un SNUMQG transformado”.

Internacionalismo — el mundo entero ante todo.

Bob Avakian, Lo BAsico 5:8

Vea también

Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:

“Trump = guerra”: Manifestaciones en Paris se enfrentan a las partes beligerantes imperialistas en el “Foro por la Paz” en conmemoración de la Primera Guerra Mundial

Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino.

Bob Avakian, Lo BAsico 3:8

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Crimen Yanqui

Caso # 85: Diciembre de 1984, Bhopal, India:
La masacre por gas envenenado de Union Carbide

24 de agosto de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

American Crime

La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui

 

Some of the thousands who were killed by the poison gas from the Union Carbide pesticide plant in Bhopal, India on December 3, 1984.
Algunas de los miles de personas que murieron del gas venenoso de la planta de pesticidas de Union Carbide en Bhopal, India el 3 de diciembre de 1984. Foto: AP

EL CRIMEN: Poco después de la medianoche, la madrugada del lunes 3 de diciembre de 1984, se produjo una explosión en Bhopal, India, en una fábrica de Union Carbide Corporation, una empresa multinacional con sede en Estados Unidos. Un tanque que contiene isocianato de metilo (MIC, por las siglas en inglés), que se utiliza para la fabricación de pesticidas, explotó, emitiendo al aire 40 toneladas de productos químicos letales. Muy rápidamente una nube venenosa cubrió gran parte de esta ciudad de 900.000 habitantes.

En los asentamientos de chabolas densamente poblados de alrededor de la fábrica, miles de personas se despertaron por los efectos sofocantes y abrasadores del gas, o por los aullidos de los animales que se morían. La nube tóxica se mantuvo cerca de la tierra, tan gruesa que las personas casi se cegaban mientras corrían para escapar. Algunos vomitaban sin control, violentamente convulsionados, y cayeron muertos. El gas se difundió sobre 40 kilómetros cuadrados (15,4 millas cuadradas). Afectó a más de 200.000 personas de inmediato, forzando a la mitad de la ciudad a huir de sus hogares.

La gerencia de la planta no hizo sonar inmediatamente la alarma ni puso en alerta a las autoridades locales. Más tarde aseguró a los periodistas que el MIC era un “irritante”, no un veneno mortal. Hasta el día de hoy, Union Carbide se ha negado a admitir lo que escupió desde su planta. Fue una mezcla extremadamente mortal de productos químicos tóxicos y cancerígenos.

Entre 3.500 y 8.000 personas murieron en pocos días. Para el año 2010, el número de muertos llegó a una cifra de entre 16.000 y 25.000. Dentro de un año, entre 50.000 y 60.000 quedaron gravemente debilitados. Ahora se calcula que el número total de heridos o afectados fue unos 600.000. En 2014 la revista Mother Jones informó que “120.000 a 150.000 sobrevivientes todavía luchan con condiciones médicas graves como daño de los nervios, problemas de crecimiento, trastornos ginecológicos, problemas respiratorios, malformaciones congénitos y altas tasas de cáncer y la tuberculosis”.

Los efectos de la explosión del 3 de diciembre y las enormes cantidades de materiales tóxicos que quedan en el sitio de Union Carbide siguen contaminando los suministros de agua y el medio ambiente en Bhopal.

Bhopal fue el desastre industrial más mortífero en la historia, y sigue lisiando y matando.

LA COARTADA: El presidente de Union Carbide, Warren Anderson, se negó a aceptar ninguna responsabilidad por la emisión de gas: “La empresa no hizo nada que haya causado o contribuido al accidente”. La compañía aseveró que la erupción de gas o resultó del sabotaje deliberado o de la violación de los procedimientos por parte de su filial, Union Carbide of India Limited (Union Carbide de la India Limitada) y su personal en Bhopal. Anderson insistió en que la seguridad era una prioridad global: “Nuestros estándares de seguridad en Estados Unidos son idénticos a aquellos en la India o Brasil o en otro país... El mismo equipo, el mismo diseño, todo lo mismo”.

De acuerdo con Union Carbide, la catástrofe de Bhopal no reveló fallas en sus métodos de fabricación, diseño, ingeniería o seguridad. El problema, afirmó, era que la India, “por sus tradiciones culturales o nivel de educación básica, simplemente no puede sostener la operación continua de tecnologías sofisticadas”.

Union Carbide y los medios de comunicación de Estados Unidos argumentaron que la corporación y otras corporaciones occidentales eran una fuerza para el bien en la India, modernizando su agricultura y aumentando la producción de alimentos: “Sin las tecnologías y el capital que las multinacionales ayudan a introducir,” dijo Anderson, “los países en desarrollo tendrían pocas esperanzas de erradicar la pobreza y el hambre “.

EL VERDADERO MOTIVO: La explosión mortal en Bhopal fue el resultado de una serie de decisiones de Union Carbide Estados Unidos, el cual diseñó, controló y era el dueño de su operación en Bhopal. (Union Carbide nunca produjo pruebas de su acusación de sabotaje).

Union Carbide sabía que MIC era altamente tóxico y reactivo, pero decidió almacenarlo en tanques de 15.000 galones (unos 57,000 litros) en lugar de tanques más pequeños y seguros, pero también más costosos. Así que cuando el agua entró en un tanque de MIC el 3 de diciembre, desencadenó una reacción química violenta y una explosión masiva. Union Carbide mintió cuando afirmó que sus sistemas de seguridad en Bhopal eran idénticos a los de su planta en West Virginia, Estados Unidos, y que el problema era que los indios no podían manejar las “tecnologías sofisticadas”. Su planta en Bhopal no tenía instrumentos de detección adecuados. Los sistemas de seguridad y contención eran de diseño inferior, y capaz de manejar solamente pequeñas fugas. Habían apagado muchos de estos sistemas para reducir costos, a pesar de informes de la compañía en 1982 y 1984 que habían advertido de peligros en Bhopal, incluyendo que el agua podría provocar una “reacción fuera de control en los tanques de almacenamiento de MIC”.

Las decisiones de Union Carbide en Bhopal se basaban en la maximización de las ganancias y en su posición de ventaja frente a los competidores mundiales, con una deliberada indiferencia por la seguridad. Pusieron una bomba de tiempo, con cientos de miles de personas ignorantes del problema y en grave peligro.

Las ventajas tan proclamadas para la agricultura y el nivel de vida en la India como resultado de la inversión del Occidente y Union Carbide no se dieron para la gran mayoría de la población. La producción agrícola sí se elevó, algunos agricultores prosperando, pero se arruinaron a millones de pequeños agricultores. La agricultura de la India se orientó más al mercado mundial, y no a la producción de alimentos para los indios, y se volvió más dependiente de la tecnología imperialista occidental.

LOS CRIMINALES:

Union Carbide Corporation y su presidente Warren Anderson. Cuando Anderson viajó a la India después de la catástrofe, lo arrestaron y acusaron de homicidio, pero debido a la presión de Estados Unidos, lo puso en libertad rápidamente bajo fianza, y Anderson se fue de la India y nunca regresó.

Union Carbide nunca aceptó la responsabilidad de Bhopal y se negó ser enjuiciado en la India. En 1989, la corporación negoció un acuerdo de 470 millones con el gobierno de la India, lo que incluyó aproximadamente $2,000 para los que inicialmente murieron, y $300 a $500 para los heridos, lo que sólo cubre unos pocos años de gastos médicos a pesar de que muchos sufrieron daños de toda la vida.

La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) del PCR fue escrita con el futuro en mente. Tiene la intención de plantear un modelo básico, y los principios y las pautas fundamentales, para el carácter y el funcionamiento de una sociedad y un gobierno radicalmente diferentes a los ya existentes: la Nueva República Socialista en América del Norte, un estado socialista que encarnaría, institucionalizaría y fomentaría relaciones y valores radicalmente diferentes entre las personas; un estado socialista cuyo objetivo final y fundamental sería lograr, junto con la lucha revolucionaria por todo el mundo, la emancipación de toda la humanidad y el inicio de una época completamente nueva en la historia humana —el comunismo— mediante la abolición final de todas las relaciones explotadoras y opresivas entre los seres humanos y de los conflictos antagónicos destructivos que surgen de esas relaciones.

Lea la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), del PCR, en revcom.us/pcr.

Union Carbide había explotado la pobreza de la India, pagando los trabajadores Bhopal $3,75 al día. Entonces, después de matar y herir a cientos de miles de personas, culpó la pobreza extrema de la India como justificación por un acuerdo miserable en comparación con lo que habría pagado por un desastre similar en Estados Unidos.

El acuerdo de 1989 no trató los daños ambientales. “Union Carbide simplemente se alejó,” informa Amnistía Internacional, “dejando atrás la bomba de tiempo que era el sitio contaminado de la fábrica, envenenando el agua potable en muchas millas a la redonda”.

El gobierno de Estados Unidos, el Banco Mundial, la Fundación Ford y otras instituciones occidentales. Todos estos abogaron por una mayor inversión occidental y cambios radicales en la agricultura india. La etiquetaron la “Revolución Verde”, y un resultado fue la producción de pesticidas en Bhopal. Lo hicieron para servir a los intereses económicos, políticos y estratégicos del imperio estadounidense. Después de la masacre de gas de Union Carbide en Bhopal, el gobierno y el sistema legal de Estados Unidos no permitieron que las víctimas demandaran en los tribunales de Estados Unidos, se negaron a responsabilizar a Union Carbide de los daños humanos o ambientales, y se negaron a extraditar a Warren Anderson para ser enjuiciado en la India.

El gobierno de la India. Colaboró ​​con el Occidente en promover la “Revolución Verde”, y nunca protegió la seguridad, incluyendo en las operaciones controladas por extranjeros. Después de la masacre en Bhopal, su prioridad era mantener relaciones con los inversores extranjeros, no la justicia para las víctimas de Union Carbide. Aceptó el acuerdo miserable de Union Carbide, no presionó a los tribunales de Estados Unidos para que vieran el caso, y no inició un proceso de extradición contra Warren Anderson. Simplemente condenaron a ocho gerentes de Union Carbide de la India por cargos de “homicidio por negligencia”, sentenciándolos a dos años de cárcel y una multa de $2,125, lo cual los acusados están apelando.

Las personas en Bhopal, con el apoyo de alrededor del mundo, todavía siguen luchando por la justicia, la asistencia médica, los remedios y la reparación del medio ambiente.

 

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Crimen Yanqui

Caso #76: Las sanciones de Estados Unidos y la ONU contra Irak — "Un acto legitimado de matanza en masa"

9 de noviembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

American Crime

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Un puente en Irak después del ataque estadounidense. El bombardeo estadounidense de 1991 destruyó gran parte de la infraestructura eléctrica, sanitaria y de agua de Irak. Después se produjeron 11 años más de sanciones económicas que bloquearon las importaciones necesarias como medicamentos y productos químicos para tratar el agua.


1991— en un hospital de Bagdad, uno de los cientos de miles de niños iraquíes que sufren de diarrea como resultado de la destrucción de suministro de agua y saneamiento de Irak.

A family in Iraqi Kurdistan washing clothes in polluted water, 1991.
Una familia en el Kurdistán iraquí lava ropa en aguas contaminadas, 1991. Antes de la guerra del Golfo de 1991, el 96 por ciento de los iraquíes tenía acceso a abundantes suministros de agua potable. Tres años después, menos de la mitad tenía ese acceso.

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El crimen: Entre 1990 y el 2003, Estados Unidos y las Naciones Unidas impusieron drásticas sanciones contra Irak, en ese entonces gobernado por Sadam Hussein. Esas sanciones empezaron aun antes de que Estados Unidos destruyera buena parte de su infraestructura, como la red de electricidad, las plantas para la purificación del agua, y los sistemas para el tratamiento de aguas residuales de Irak durante la guerra del Golfo Pérsico de enero a marzo de 1991, y que continuaron durante décadas después de que terminó la guerra. El resultado, especialmente para los jóvenes, los enfermos y los ancianos, fue catastrófico.

Irak dependía de la venta del petróleo para poder comprar alimentos importados y equipamiento importado para su industria e infraestructura. Pero las sanciones impuestas por Estados Unidos y la ONU lo bloquearon — impidiendo tanto que vendiera suficiente petróleo como que llegara lo importado, con frecuencia con el cuento de que podrían ser para uso militar. La economía de Irak estaba en ruinas, y no podía reparar completamente los destruidos sistemas de electricidad y agua potable, ni comprar alimentos o medicina muy necesitados. Bloquearon incluso químicos necesarios para el tratamiento del agua.

El resultado fue un colapso económico, un declive de producción agrícola (debido en parte a la escasez de partes de repuesto), una generalizada escasez de alimentos y medicina y, lo más peligroso, una crisis de agua contaminada.

Antes de la Guerra del Golfo de 1991, el 96% de los iraquíes tenían acceso a abundantes cantidades de agua potable. Tres años después, menos de la mitad tenía ese acceso. En 1991, un equipo de la ONU informó: “En Bagdad ahora tienen que echar las aguas residuales directamente en el río — que es la fuente del suministro de agua”.

Eso resultó en una explosión de enfermedades transmitidas por el agua — tales como la tifoidea, el cólera y especialmente la diarrea que afectó más a los niños. “Desde la guerra, los niños iraquíes han estado expuestos a la guerra biológica, la guerra biológica masiva”, resumió Dr. Ameed Hamid, el director de la Sociedad Media Luna Roja de Irak, en el verano de 1991. “Cuando destruyen la infraestructura de un país, dejan que las aguas negras con todos sus gérmenes patógenos corran por las calles, obstaculizan que los niños tomen agua potable, les infligen la desnutrición, no permiten que entren al país medicinas. Así que es un ambiente excelente para la muerte y la enfermedad”.

Algunos niños cayeron en un ciclo vicioso: por la escasez de alimentos estaban susceptibles a enfermedades, y al mismo tiempo, la diarrea que es el producto de agua contaminada impidió que absorbieran lo que sí comieron, y la falta de medicinas lo empeoró.

La escala de la muerte, la enfermedad y el sufrimiento infligido fue enorme. En 1997, la ONU calculó más de 1,2 millones de muertes iraquíes (750.000 de ellos niños menores de cinco años) a raíz de la escasez de medicinas desde la guerra del Golfo.

Una investigación de 1999 realizada por UNICEF y el ministerio de salud de Irak determinó que la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años del sur y centro de Irak (donde vive el 85% de la población) había subido de 56 de cada 1000 niños nacidos vivos entre 1984 y 1989 a 131 entre 1994 y 1999 — y con el tiempo siguió aumentando.

UNICEF calculó que el total de muertos fue asombroso: 500.000 o más.

Los niños iraquíes murieron a un ritmo el doble de lo de antes de la guerra. O sea, unos 5000 niños iraquíes menores de cinco años murieron cada mes gracias a las acciones de Estados Unidos.

Denis Halliday, el coordinador de operaciones humanitarias de la ONU entre agosto de 1997 y septiembre del 1998, dijo que la sanciones eran “un programa deliberado y activo —no es simplemente negligencia, es activo— es una decisión deliberada para sostener un programa que saben que mata específicamente a los niños y la población. Es algún tipo de programa, y yo pienso que es un programa de genocidio. No encuentro una mejor palabra”.

Los criminales:

Las administraciones de los presidentes George H.W. Bush, Bill Clinton (y Hillary Clinton también, habiendo sido actriz clave en su administración), y George W. Bush: El presidente George H.W. Bush presidió la imposición de las sanciones, lanzó la guerra de 1991 y continuó las sanciones después. Estas sanciones punitivas, así como el estricto programa de desarme y los frecuentes ataques aéreos, continuaron bajo Bill Clinton y George W. Bush, a pesar de que su impacto asesino era de conocimiento general.

Las Naciones Unidas: Impuso sanciones contra Irak desde 1990 hasta 2003.

Las FFAA de Estados Unidos y la CIA: Planearon y llevaron a cabo la destrucción de la infraestructura y las redes de agua potable y electricidad. Documentos desclasificados del Pentágono indican que los militares yanquis y sus agencias de inteligencia estudiaron con esmero y anticipación el sistema iraquí de agua potable, evaluaron sus posibles puntos débiles, calcularon el impacto catastrófico a la salud si las interrumpieran, y estudiaron como impedir su reconstrucción. Luego Estados Unidos bombardeó el sistema eléctrico, prácticamente clausurando el sistema de agua potable y el de aguas residuales, y a la vez impidiendo su reconstrucción con la imposición de las sanciones. Los documentos también indican que los analistas del gobierno estadounidense monitorearon la resultante propagación de enfermedades.

La prensa estadounidense: Desempeñó un papel clave en justificar, defender y encubrir los crímenes yanquis. Por ejemplo, el New York Times, que tenía un papel destacado en el reportaje sobre Irak, publicó un editorial el 24 de julio de 1991 en que dijo: “Se le atormenta a uno tener que aceptar que se use el sufrimiento humano como una palanca diplomática — pero es preferible a dejar a los aliados del Golfo Pérsico sin otra manera de conseguir el acatamiento de Irak salvo reanudar los ataques militares... no es la hora apropiada para aflojar el embargo”.

       

En sus propias palabras:

Leslie Stahl del programa 60 Minutes, preguntando en 1996 sobre el impacto de las sanciones: “Nos hemos enterado que medio millón de niños han muerto. O sea, más niños que los que murieron en Hiroshima. Bueno, ¿vale el precio?” Madeleine Albright, embajadora de Estados Unidos ante la ONU bajo Bill Clinton: “Creo que es una elección muy difícil, pero el precio, creo que el precio vale la pena.”.

La estrategia de la guerra de 1991 según un planificador del Pentágono: “La gente dice: ‘Ustedes no se dieron cuenta de que iba a afectar el agua o las aguas residuales’. Bueno, ¿qué es lo que pretendíamos hacer con las sanciones — ayudar al pueblo iraquí? No, los ataques contra la infraestructura eran para acelerar los efectos de las sanciones”.

LA COARTADA:

La ONU, respaldada por Estados Unidos, impuso sanciones cuando Irak invadió Kuwait en agosto de 1990. El propósito declarado fue obligar a Irak a retirar sus soldados. Después de la guerra de 1991, cuando Irak se retiró de Kuwait, las sanciones continuaron bajo la Resolución 687 de la ONU con el propósito manifestado de obligar a Irak a deshacerse de armas de destrucción masiva químicas, biológicas y nucleares (y cumplir con otras resoluciones de la ONU). Dijeron que cuando Irak se desarmara le levantarían las sanciones.

Mientras el régimen de las sanciones pasó por varias etapas, Estados Unidos siempre insistía en que no eran sanciones crueles, que se estaba permitiendo que llegaran a Irak bienes humanitarios, como alimentos, y que solamente levantaría las sanciones cuando Hussein acatara la demanda de la ONU de desarmarse. En el 2000, Bill Clinton dijo que si los iraquíes pasaban hambre o no tenían suficiente medicina, era culpa de Saddam Hussein. Y el 22 de septiembre del 2002, Bush, hijo, dijo en un discurso ante la ONU: “Saddam Hussein ha subvertido este programa, esquivando las sanciones para comprar tecnología para misiles y mercancía militar. Al negarse a cumplir con sus propios acuerdos, él es plenamente responsable del hambre y miseria que padecen los ciudadanos iraquíes inocentes”.

EL VERDADERO MOTIVO:

Las alegaciones yanquis de que las sanciones eran para obligarle a Irak a desarmar fueron una mentira; eran para incapacitar y luego tumbar al gobierno de Saddam Hussein. Consideraron que la continuación de su gobierno era un peligro a largo plazo para el control estadounidense del Golfo Pérsico y el Oriente Medio en general, así como una mancha en la campaña estadounidense, tras el colapso de la Unión Soviética, para imponer su posición como la única superpotencia imperialista mundial. Las sanciones tenían el propósito de debilitar al régimen de Hussein por medio de impedir la reconstrucción de la industria, la economía y las FFAA, así como hacer la vida tan imposible para la población como para provocar un golpe militar que tumbara al gobierno. Robert Gates, principal asesor de seguridad nacional de Bush, padre, admitió en 1991 que: “Los iraquíes pagarán el precio mientras Saddam Hussein siga en el poder. Se considera una reducción de las sanciones solo cuando haya un nuevo gobierno”.

Estados Unidos también mintió sobre el cumplimiento de Irak con respecto a las demandas de desarmarse. Seis meses después de la guerra del Golfo de 1991, se estaban descubriendo y destruyendo los programas de armas de Irak. Es posible que para los principios de los años 1990, Irak ya hubiera destruido todas sus armas de destrucción masiva, según desertores de alto nivel, y ciertamente para fines de esa década. En octubre de 1998, la Agencia Internacional de Energía Atómica confirmó que Irak había proveído un informe “entero, final y completo” sobre sus programas de armas nucleares, y que la agencia no había encontrado ninguna evidencia de ninguna actividad nuclear prohibida desde octubre de 1997. Un año después se presentó un informe similar de la ONU sobre su programa de armas biológicas. Mejor dicho, Irak estaba desarmado y los gobernantes yanquis lo sabían. Por eso es que después de la invasión del 2003 no encontraron armas.

Sin embargo, aunque se sabía que las sanciones estaban matando y torturando al pueblo de Irak, persistieron bajo Bill Clinton y George W. Bush. La profesora Carol Joy Gordon de la Universidad Fairfield concluyó que Estados Unidos convirtió las sanciones de la ONU en “un acto legitimado de matanza en masa”.

Fuentes:

Larry Everest, Oil, Power & Empire: Iraq and the U.S. Global Agenda (Common Courage 2004), capítulos 5, 6, 7

Thomas Nagy, “The Secret Behind the Sanctions: How the U.S. Intentionally Destroyed Iraq’s Water Supply,” The Progressive, septiembre de 2001

Joy Gordon, “Cool War: Economic Sanctions as a Weapon of Mass Destruction,” Harper’s, noviembre de 2002

UNICEF and Government of Iraq Ministry of Health, “Child and Maternal Mortality Survey 1999: Preliminary Report,” julio de 1999 (www.unicef.org)

“Punishing Saddam,” CBS, 60 Minutes, 12 de mayo de 1996

“Iraq Under Siege,” The Tech, 5 de mayo de 2000

 

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Crimen Yanqui

Caso #73: El asesinato de Patrice Lumumba, orquestado por la CIA

23 de noviembre de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Bob Avakian escribió recientemente que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver “3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor“).

En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.

American Crime

La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui

 


Patrice Lumumba saluda a las multitudes en Leopoldville, Congo, en agosto de 1960. Lumumba fue elegido primer ministro de la recién fundada República del Congo, un país en Centroáfrica. Lumumba fue un nacionalista revolucionario e importante líder de la lucha para independizarse del colonialismo belga. (Foto: AP)


Una de las últimas fotos de Lumumba vivo, capturado, el 2 de diciembre de 1960. La CIA orquestó un golpe de estado contra Lumumba, mandando al coronel del Ejército Congoleño Joseph Mobutu a llevar a cabo el asesinato. (Foto: AP)

Congolese whose hands were chopped off by colonialistsLos crímenes del colonialismo y del imperialismo se ilustran en el Congo. El rey Leopoldo II de Bélgica administró el llamado “Estado Libre del Congo” como su propiedad privada y amasó enormes fortunas convirtiendo a la mayoría de los hombres adultos en esclavos para extraer caucho y marfil silvestres de la selva. En 1903, una expedición belga descubrió oro. Las minas de oro eran una tumba para miles de personas. Se ha calculado que unas 10 millones de personas, de una población de 20 millones, murieron bajo el reinado salvaje del rey Leopoldo. Mantenían a las mujeres y niños como rehenes — a menudo les cercenaban las manos, narices y orejas cuando los hombres de la familia no cumplían con su cuota de caucho o no volvía.

EL CRIMEN: El 17 de enero de 1961, un pelotón de fusilamiento ejecutó a Patrice Lumumba, líder y luchador congoleño contra el colonialismo. Lo enterraron y luego desenterraron el cadáver para despedazarlo con serruchos y hachas. Entonces lo desenterraron una vez más y lo disolvieron con ácido para que no les sirviera de símbolo de martirio a sus partidarios. Este asesinato salvaje lo cometieron enemigos congoleños de Lumumba, pero fueron los imperialistas yanquis los que lo ordenaron y dirigieron. A la cabeza estaba la CIA, asesorada por los imperialistas belgas que habían gobernado y atormentado al pueblo congoleño por 75 años.

Unos meses antes de ser asesinado, Patrice Lumumba fue elegido primer Ministro de la República del Congo, en las primeras elecciones de la república, recién fundada el 30 de junio de 1960. Un nacionalista revolucionario, Lumumba se destacó como un líder importante de la lucha para independizarse del colonialismo belga. Quería usar los vastos recursos del país para mejorar la vida del pueblo congoleño. El sufrimiento bajo el dominio belga era indecible, millones de personas muriendo en sus plantaciones y minas. Ahora el pueblo depositó sus ilusiones y aspiraciones en Lumumba.

El ascenso de Lumumba al poder estremeció a los belgas. Si bien había acordado concederle al pueblo congoleño la independencia formal, su intención nunca fue concederles la verdadera independencia ni ceder sus intereses económicos en esa tierra rica en minerales: caucho, marfil, cobre, diamantes, oro y mucho más.

Ni tampoco fue eso la intención de Estados Unidos, que para la década de los 1960 también explotaba los enormes recursos del Congo y estaba decidido a extender sus intereses económicos, políticos y militares ahí y en el resto de África. Estados Unidos quería establecer un gobierno débil, sumiso y comprado que no estorbara sus planes, y consideró que Patrice Lumumba los estorbaría.

Estados Unidos, asesorado por Bélgica, empezó a tramar la destitución y silenciamiento de Lumumba... para siempre. Con ese fin aprovecharon el hecho de que el país todavía no estaba en manos de, como ha dicho Lumumba, “sus propios hijos”.

A pesar de la declaración formal de independencia, los militares belgas todavía controlaban el ejército y la policía congoleños. Las corporaciones mineras belgas todavía controlaban firmemente los recursos naturales y un aparato de politiqueros corruptos. Agentes secretos de la CIA, el servicio de inteligencia belga, y otras potencias maniobraron día y noche para mantener el poder firme y permanentemente en las manos de fuerzas subordinadas al imperialismo.

Entre aquellos ansiosos por colaborar con el imperialismo estaba Joseph Mobutu. Él había sido coronel en el ejército colonial belga, y le designaron para encabezar el “nuevo” ejército controlado por los imperialistas. Y Mobutu trabajó codo a codo con la CIA para formular un plan para matar a Patrice Lumumba.

Según el ex agente de la CIA, John Stockwell:

“La CIA había elaborado un programa para asesinar a Lumumba... El programa que elaboraron, la operación, no funcionó. No la llevaron a cabo. La idea era envenenar a Lumumba. Pero no podían encontrar una situación propicia para darle el veneno sin que pareciera una operación de la CIA. O sea, es obvio que no le podían invitar para cócteles solo para que muriera un rato después. Por lo que no siguieron con el plan. Se echaron atrás. Y decidieron en vez mandar al jefe de la estación local [de la CIA] para que hablara con Mobutu sobre el peligro que Lumumba representaba, y que Mobutu matara a Lumumba, que sus hombres mataran a Lumumba”. (Democracy Now!, 21 de enero y 10 de mayo del 2011)

map of Africa showing Democratic Republic of the Congo

Para cumplir con la directiva de la CIA sobre el asesinato, Mobutu fabricó un golpe de estado, y reprimió a organizaciones políticas en la capital. Luego, el 10 de octubre de 1960, se puso a Lumumba bajo arresto domiciliario, bajo la vigilancia del ejército y de soldados de las Naciones Unidas. Pronto se escapó y trató de llegar a la ciudad de Stanleyville, su principal base de apoyo popular, pero cinco días después los hombres de Mobutu lo detuvieron. Lo trasladaron a la ciudad de Leopoldville, donde lo pasaron ante la prensa y diplomáticos. De ahí lo entregaron a un grupo tras otro de sus enemigos que le dieron palizas y lo torturaron. Y por fin lo mandaron a la provincia de Katanga, y a su archienemigo Moisés Tshombe, para que lo ejecutaran.

LOS CRIMINALES:

El presidente de Estados Unidos Dwight D. Eisenhower: Por varios años se realizó un enorme operativo para encubrir el papel que jugó Estados Unidos en el asesinato de Lumumba. Sin embargo, salió a relucir que el presidente Dwight D. Eisenhower pidió el asesinato de Lumumba durante una reunión en agosto de 1960, menos de dos meses antes de que el Congo obtuviera su “independencia” y Lumumba fuera elegido Primer Ministro.

Allen Dulles, director de la CIA: La CIA orquestó y dirigió la ejecución de Lumumba. Dulles dijo que Lumumba era “un perro rabioso”, y dijo en un memorando al jefe de estación de la CIA en el Congo que “la destitución [de Lumumba] es urgente y el objetivo principal”. En un mensaje al presidente Eisenhower, fechado el 21 de septiembre, Dulles escribió que Lumumba “siguió siendo un peligro mientras no se deshiciera de él”.

Frank Carlucci: Uno de los agentes de la CIA involucrado en la planificación de la ejecución de Lumumba. Posteriormente, Carlucci fue el secretario de Estado del presidente Reagan.

Joseph Mobutu: Por su papel en el asesinato de Lumumba y por apagar rápidamente toda idea de autentica independencia para el Congo, Estados Unidos lo respaldó en el poder por 32 años. Con el apoyo yanqui, gobernó el Congo con mano de hierro, aplastando intentos de construir movimientos rebeldes, al mismo tiempo acumulando una riqueza personal de más de $ 4 mil millones. Durante todo ese tiempo Estados Unidos gozó del derecho de saquear las riquezas del Congo.

LA COARTADA: Inicialmente, los imperialistas alegaron que unos “aldeanos indignados” habían matado a Lumumba, y después cambiaron el cuento y echaron la culpa a “enemigos congoleños” de Lumumba — con el fin de encubrir a los verdaderos asesinos de Lumumba. También sirvió para justificar la imposición del gobierno lacayo pro-Estados Unidos del títere Mobutu, y para mantener al Congo bajo control yanqui — con el argumento de que la inestabilidad, el caos y las facciones bélicas en el Congo (que los mismos imperialistas habían fomentado) demostraban que el pueblo congoleño es incapaz de gobernarse a sí mismo.

       

EL VERDADERO MOTIVO: En los años inmediatamente después de la II Guerra Mundial, Estados Unidos empezó a imponerse como la principal potencia imperialista en el mundo, y el control del Congo era parte de su hegemonía en África, lo que significaba seguir explotando y saqueando al Congo. También significaba aplastar las luchas anticolonialistas así como impedir el avance en África de potencias rivales europeas y, lo más importante, el avance de la Unión Soviética. Para mediados de los años 1950 el capitalismo se había restaurado en ese país anteriormente socialista, y para mediados de los 1960 surgía como rival imperialista de Estados Unidos.

Para fines de los años 60, el Congo estaba sumido en caos inspirado por el imperialismo, y el gobierno estaba al borde del colapso y la guerra civil. Patrice Lumumba había solicitado apoyo a varias fuerzas extranjeras así como la ONU. Pero cuando las tropas de la ONU llegaron al Congo, Lumumba encontró que no obedecían a su gobierno sino a las potencias occidentales como Estados Unidos y Bélgica.

En vista de que no llegaba ayuda, Lumumba acudió a la Unión Soviética quien aprovechó la oportunidad de competir con Estados Unidos y mandó un avión llenó de “asesores” y agentes. El embajador yanqui en el Congo le llamó a Lumumba “Lumumbavitch” y lo acusó de ser “comunista” o “embaucado por comunistas”, creando así otra razón para eliminarlo.

Aunque Lumumba no fue un comunista, sí fue un líder valiente y carismático que se había destacado como uno de los enemigos más vocales del colonialismo y uno de los promotores de la liberación nacional e independencia más reconocidos de África, y en realidad del Tercer Mundo en general. Por eso también estaba en las miras de los yanquis, que intentaban aplastar sanguinariamente a la creciente oleada mundial de levantamientos y revoluciones antiimperialistas. El asesinar a Lumumba e imponer el salvaje gobierno de Mobutu convirtió al Congo en un baluarte del imperialismo yanqui en África. Por ejemplo, su régimen sirvió de trampolín para las incursiones militares respaldadas por Estados Unidos contra el país vecino de Angola que estaba respaldado por la Unión Soviética en los años 1970.

Patrice Lumumba apenas tenía 35 años cuando lo asesinaron, y aun sabiendo que su posición y actos antiimperialistas podrían resultar en una muerte temprana, jamás se rajó. Una semana antes de su asesinato, le escribió una carta a su esposa Paulina:

“Ninguna brutalidad, maltrato o tortura me ha doblegado, porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París, Washington o la ONU sino la de los países emancipados del colonialismo y sus títeres”.

Fuentes

Democracy Now!, 21 de enero y 10 de mayo de 2011, entrevista a Adam Hochschild, autor de El fantasma del rey Leopoldo, Península, 2007

Heinz G. y Donnay H., Los últimos días de Patricio Lumumba, Ibérico Europea de Ediciones, 1970, Madrid

Lumumba, una película documental de Raoul Peck, 2000; ver www.zeitgeistfilms.com para información.

Barbara Kingsolver, La Biblia Envenenada, Planeta Publishing, 2000. Una novela brillante contada por la esposa y las cuatro hijas de Nathan Price, un feroz bautista evangélico que lleva a la familia y la misión al Congo belga en 1959.

Ludo de Witte, El Asesinato De Lumumba, Critica, 2002

Del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar, “La agonía del Congo“, Revolución #12, 21 de agosto de 2005.

 

 

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Revolución #571 28 de noviembre de 2018

Transmisión de la película durante diciembre en CANTV, TV21 en Chicago

Por qué nos hace falta una revolución real y cómo concretamente podemos hacer la revolución

Un discurso de Bob Avakian

| Periódico Revolución | revcom.us

 

Transmisión de la película durante diciembre en CANTV, TV21 en Chicago

Véala en inglés EN ESTAS FECHAS
Este discurso tiene dos partes.

Sáb, 1 de diciembre., 4:00pm Por qué nos hace falta una revolución real: Primera parte

Sáb, 1 de dic., 5:11pm Cómo concretamente podemos hacer la revolución: Segunda parte

Sáb, 8 de dic., 5:00pm Por qué nos hace falta una revolución real: Primera parte

Juev 13 de dic., 8:30pm Cómo concretamente podemos hacer la revolución: Segunda parte

Sáb, 22 de dic., 5:00pm Por qué nos hace falta una revolución real: Primera parte

Juev, 27 de dic., 8:30pm Cómo concretamente podemos hacer la revolución: Segunda parte

Si usted considera que ya no puede soportar ver otra imagen de la separación de familias, de niños que lloran por allá en la frontera o ya no puede soportar escuchar otra historia de alguien arrebatado a su familia durante la noche o en el lugar de trabajo o donde quiera... pero sabe que tampoco puede darle la espalda...

Si no sabe cómo soportar otro día con noticias de aún otra persona negra o latina baleada por la policía, o mujeres sometidas a agresiones y degradación a cada paso... pero no sabe qué hacer para DETENERLO, para realmente detenerlo...

Si le duele el corazón hasta pensar en las guerras interminables e injustas y la amenaza de cosas peores, o que el medio ambiente se deslice rápidamente más allá de un estado de remedio... y las soluciones que se ofrecen parecen quedarse tan cortas de lo que se necesita...

Pues aquí va una película para usted. Si cree que quizá haya algo fundamentalmente putrefacto en un sistema, el capitalismo, que deja tanto sufrimiento, destrucción y locura a su paso...

Si rechaza tragarse la mentira más grande de todas, de que éste es el mejor de todos los mundos posibles... Si se ha preguntado acerca de la revolución y quiere escuchar que alguien explique por qué se necesita, qué es y cómo podría darse...

Pues, tiene que conocer, ver y contribuir a difundir el discurso filmado de Bob Avakian (BA) LEA MÁS

Véa el tráiler aquí

Página de inicio para la película:

POR QUÉ NOS HACE FALTA UNA REVOLUCIÓN REAL Y CÓMO CONCRETAMENTE PODEMOS HACER LA REVOLUCIÓN
Un discurso de Bob Avakian

 

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