Lo que nos lleva de vuelta a algo que se señaló, al comienzo de esta presentación, sobre la base y la superestructura — el sistema económico, el modo de producción y la manera en que establece el marco para las cosas en la sociedad en general y la manera en que, a su vez, la superestructura que surge sobre esa base económica sirve para reforzarla. En otras palabras, la superestructura política e ideológica —el sistema político, las leyes, la cultura, las ideas que imperan en la sociedad— tiene que corresponder a ese modo de producción, o si no, la sociedad no podrá funcionar. Por lo que al argumentar por el uso de medios capitalistas para obtener mucha riqueza, en el caso de que opere ese modo de producción, pues habrá una superestructura de leyes, instituciones políticas, cultura e ideología, etc., que corresponde a ese sistema capitalista y lo refuerza, aunque anteriormente imperara otro conjunto de ideas.

Piensen en esto, específicamente en cuanto a la cultura y la ideología. Hablé de esto antes, de la idea que siempre promueve la burguesía —de que lo grandioso de la sociedad burguesa, el mayor cambio que trajo fue el de elevar el individuo a un lugar primario en la sociedad, de poner en primer lugar la santidad del individuo y la importancia de los derechos individuales. Discutí que eso es una farsa total y está en total conflicto con la manera en que en realidad funciona la sociedad burguesa — explotando a las masas populares y aplastando y pulverizando a literalmente miles de millones de personas por todo el mundo. Pero, la idea del individualismo concuerda y sirve muchísimo al explotador modo de producción burgués. La idea de que únicamente hay que preocuparse de uno mismo se refuerza por el hecho de que siempre se está en competencia con los demás — por un empleo, un ascenso, una beca, la admisión en una universidad, por lo que sea. El modo de producción fomenta y promueve esa idea, por la manera en que el sistema económico funciona y cómo afecta a la gente. En cuanto a la superestructura, esta idea se refuerza por la idea de que lo más importante es el “yo” — el “yo” es el centro de todo. Sin importar lo demás que pase en el mundo, lo más importante, por lo que sí hay que preocuparse, por encima de todas las cosas, es por uno mismo. Así es la única manera de llevar la vida. Constantemente bombardean a la gente con esta idea, y se refuerza constantemente, inclusive cuando la gente busca romper con esta idea. Se requiere una tremenda lucha para salir de ese marco, ya que a fin y al cabo, “Yo soy lo más importante en este mundo”. Además, aparte de la manera en que esto va de la mano con la noción burguesa de que los esfuerzos de adquirir/acumular riqueza individual son la fuerza motriz más legítima y productiva en el desarrollo social, concuerda con los intereses de la clase dominante en vista de que, si hay una sociedad en que todos piensan de esa forma, no será posible operar ningún tipo de transformación social significativa. Se terminará atascado en un sistema que explota y oprime a la gente, pero en que todos se cuidan solamente de sí mismos en una competencia con los demás.

Ahora imaginen que existiera una superestructura radicalmente diferente — si hubiese arte y cultura que se divulgaran amplia y sistemáticamente en la TV, el Internet, etc., promoviendo la idea de que la gente debe pensar primero y ante todo en el bien de la gente del mundo entero, en lugar de sí misma. Eso definitivamente socavaría la forma en que funciona el actual sistema. Veamos otro ejemplo de cómo la superestructura tiene que relacionarse con la base económica. En los comerciales en televisión o al ver las noticias ahí, siempre promueven a esa gente con el espíritu empresarial, a esa gente que funda pequeños negocios; hay comerciales para conseguir tarjetas de presentación para poder anunciar más efectivamente un negocio, “Ah, tengo la brillante idea de hacer empanadas, por lo que puse un negocio”, etc., etc. Imaginen que en lugar de eso, continuamente le dijeran la verdad a la gente: “No es muy común que un pequeño negocio llegue a ser en una muy lucrativa empresa, un alto porcentaje de los pequeños negocios fracasan tarde o temprano y muchos de ellos fracasan muy rápidamente, por lo que olvídenlo, no se dejen llevar por el mito del espíritu empresarial”. ¡Imaginen que cada vez que prendieran el TV, escucharan un mensaje como ese! Bueno, eso no serviría al funcionamiento del sistema actual. Quieren que la gente piense que todos pueden tener éxito en los negocios, si se empeñan en ello y tienen la iniciativa indicada. En realidad, como es sabido, solo un pequeño número de personas efectivamente puede convertirse en grandes capitalistas, pero es muy bueno para los grandes capitalistas, y para el sistema en su conjunto, el que todos piensen que tienen la oportunidad de lograrlo. Por lo tanto, si se promoviera todo un conjunto de ideas que sí le dijeran la verdad a la gente al respecto, eso lo socavaría completamente.

Imaginen que un programa tras otro en televisión, y todo lo que se ve en el Internet, le dijeran a la gente: “Fíjese, seamos honestos con nosotros mismos. Estados Unidos no es tan rico y poderoso porque muchísima gente ha innovado en muchas cosas. Es así porque trajimos encadenadas a millones de personas de África y las utilizamos despiadadamente para producir riqueza, mientras que exterminamos grandes sectores de la población indígena y robamos su tierra; por medio de una guerra de agresión nos apoderamos de la mitad del territorio mexicano y propagamos el sistema esclavista en grandes extensiones de ese territorio; nos apoderamos de lugares como Las Filipinas y Puerto Rico como colonias mientras avanzábamos para dominar partes cada más mayores del mundo; y hoy estamos saqueando por todo el planeta, especialmente el tercer mundo, encadenando despiadadamente a amplísimos sectores de la humanidad a nuestra inexorable maquinaria de explotación, amenazando y desatando matanzas en masa y destrucción a fin de reforzar todo esto. En realidad, por eso somos tan ricos y poderosos”. Bien, algunos imbéciles dirían: “Vale. Con tal de que yo tenga lo mío”. No obstante, mucha gente diría: “¿Espere un momento — así es como todo esto fue posible? ¿Qué es lo que pasa aquí? No quiero vivir en un mundo en el que eso es lo que hacemos”. Por lo tanto, no pueden tener unas ideas que dominan en la superestructura, en la cultura, en los medios de comunicación y demás que no correspondan en lo más mínimo con el funcionamiento del sistema económico subyacente y los intereses y las necesidades de la clase dominante de ese sistema — lo que es, en un sentido muy concreto, como lo planteara Marx, la personificación de las dinámicas explotadoras de ese sistema.

Esto es lo que pasó con la restauración del capitalismo en China, y eso es lo que hacen las élites dominantes en países como Angola. Si van a tomar el camino capitalista y utilizar el modo capitalista de producción como la base económica para una sociedad y para los medios de acumular riqueza, pues tienen que promover las ideas que van de la mano con eso — como la idea de que si unos pocos de nosotros hacemos mucho dinero, podremos hacer algo bueno para las masas populares, a la vez que explotemos y oprimamos brutalmente a las masas populares y colaboremos con los explotadores capitalistas en otros países. (Hoy China juega un enorme papel en el saqueo de África y en la explotación de la gente en ese continente). Pueden ver que lo es el sistema económico va a establecer los términos sobre qué tipo de estructura política, y también qué tipo de ideas, se implantan y promueven para reforzar ese sistema económico.

Únicamente con una vanguardia que tenga un enfoque científico y entienda que se necesita transformar el modo de producción, de manera fundamental, y, junto con esto, todos los otros aspectos de las “4 Todas”, se podrá lidiar con esta contradicción flagrante y palmaria de, por un lado, la tremenda riqueza natural en estos países y por otro lado la terrible situación de la gente, en que, mientras un pequeño puñado de personas se hace increíblemente rico y se eleva a ciertas otras capas a posiciones privilegiadas de clase media, las masas populares están encadenadas en la pobreza y la miseria. Esto nos lleva al siguiente punto básico: existe toda esta tremenda riqueza, pero con un modo de producción que se basa en la acumulación capitalista —en este caso los capitalistas locales en alianza con el capital internacional del sistema imperialista—, no hay forma de que se utilice la inmensa riqueza natural en beneficio de las masas populares, y sobre todo la necesidad que tienen de liberarse de la explotación, y la pobreza y la miseria que resultan de eso.