Ya que hemos tocado el principio de "empeñarse en la revolución, promover la producción" y su aplicación a diversas esferas y en general, quisiera pasar a cuestiones de filosofía y metodología. Primero me gustaría examinar una de las afirmaciones muy concisas y expresivas tan propias de Mao. La verdad, cuanto más batallamos por comprender lo que han planteado Mao y otros líderes de nuestra clase, más nos damos cuenta de que esas frases breves concentran muchísimas cosas (sobre todo en el caso de Mao). Como sabemos, Mao escribió muchas obras, algunas largas y otras cortas, en el curso de varias décadas como líder de la revolución china: "Sobre la contradicción", "Sobre la práctica", "Sobre la guerra prolongada", muchos escritos sobre la cuestión de la nueva democracia, etc. Pero especialmente en sus últimos años, en parte por razones de salud pero también porque era un método muy propio, salía con frases concisas y expresivas que centraban la atención en una cuestión y provocaban mucha discusión y debate.
Por ejemplo, en lo que llamamos "la última gran batalla" contra Deng Xiaoping, del año 73 al 76 (más o menos), la lucha se centró en la cuestión de la dictadura del proletariado: ¿por qué es esencial?; ¿cuál es y debe ser su carácter?; y la cuestión de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado. A lo mejor ya no tenía fuerzas para escribir un ensayo largo, pero aun si las tuviera, es probable que en todo caso hubiera escogido el método de decir algo escueto. En ese caso planteó una pregunta: ¿Por qué Lenin decía que la dictadura del proletariado es esencial?, y luego dijo: Hay que hacerlo saber a toda la nación. ¡Vaya! [BA se ríe], es muy conciso, muy sucinto. Hasta hace pensar que "prácticamente no nos da ninguna orientación"... ¡caramba!; ¿por qué Lenin dijo eso? Pero la intención de Mao era instar a las masas a examinar esa cuestión por sí mismas, a estudiar y debatirla en sí, como un principio y una cuestión teórica, y también a ubicarla en el contexto de la lucha de clases que ardía y aumentaba en ese momento en China. Esto ilustra un método general que Mao empleó que nos sirve de modelo. A veces simplemente plantear una cuestión muy importante es un buen método de dirección. Claro, a veces la gente quiere respuestas y tenemos que dárselas; no se vale simplemente plantear preguntas, no basta con eso. Sin embargo, si podemos formular una pregunta muy buena, a veces es el mejor método de dirección, aunque, repito, no siempre basta con eso.
En esta parte de la charla me centraré en lo que Mao dijo, si mal no recuerdo, en "Intervenciones en el foro de Yenán sobre arte y literatura": el marxismo solo puede abarcar pero no reemplazar las teorías de física, estética en las artes, etc. Quisiera hablar un poco de lo que significa, y de algunas implicaciones y aplicaciones. Esto como todo es una unidad de contrarios que encierra dos aspectos contradictorios: por un lado, el aspecto de "abarcar" y, por el otro, el de "no reemplazar". Veamos qué quiere decir.
¿Por qué recalca que el marxismo abarca todas las diversas especialidades y campos de investigación, lucha, etc.? Esto es polémico, porque algunos afirmaban (y otros siguen afirmando) que el marxismo no se aplica a ciertas esferas, que se aplica exclusivamente a la política o cuando mucho a la filosofía en un sentido general. En la revolución soviética, gente como Trotsky planteó la consigna: en política, proletario; en arte, burgués. Es decir, más o menos dejar que la tradición reine en la superestructura. Y esa línea también se divulgó mucho en China y prendió mucha lucha (en cuyo caso, además de arte burgués se fomentaba cultura feudal); prendió una gran lucha durante la Revolución Cultural. Así que por una parte es polémico que Mao diga que el marxismo abarca todas esas cosas; plantea que de hecho abarca y es aplicable a todas esas esferas. ¿Y qué quiere decir eso exactamente? Bueno, tiene que ver con el hecho de que la realidad objetiva existe.
Voy a mencionar la realidad objetiva varias veces en esta charla. Curiosamente, he leído algunos informes de camaradas, especialmente los que trabajan con jóvenes y en los movimientos políticos y sociales, y dicen que [BA se ríe] aparentemente si uno dice "la realidad objetiva", algunas personas lo asocian de inmediato con el partido, o sea, porque uno habla de la realidad y la verdad objetiva, y no de la política de identidad o "mi verdad" o el agnosticismo o el relativismo en general. Eso dice mucho acerca de los tiempos, el carácter de la situación y lo que todavía hace falta. O sea, asociar inmediatamente con cierta tendencia y en particular con nuestro partido, ¡por el mero hecho de hablar de la realidad objetiva! Bueno, en todo caso, la realidad objetiva existe, gústenos o no. Y en teoría, no hay ninguna parte de la realidad que no sea posible conocer, aunque siempre habrá partes que los seres humanos no conozcamos (y como dios no existe, tampoco las conoce). No hay nada que de por sí no sea posible conocer y, en última instancia, no hay diversas metodologías y concepciones del mundo que permitan comprender la realidad completa y sistemáticamente. En otras palabras, solo hay una concepción del mundo y una metodología que permitan comprenderla completa y sistemáticamente: el marxismo (hoy el marxismo-leninismo-maoísmo).
Bueno, quiero hacer un paréntesis y señalar un aspecto de la relación entre las cuestiones metodológicas que estamos recalcando, la vida (que de hecho es compleja) y lo que nos proponemos (que es complejo y difícil). Ciertamente no hay otra metodología y concepción del mundo que permitan comprender más y más profunda y ampliamente la realidad de una manera completa y sistemática, pero eso no quiere decir que los que no tienen esa concepción, ni incluso los que se oponen tajantemente a ella, no puedan descubrir verdades importantes, y esto es un punto muy importante. Veamos a lo largo de la historia a gente como Darwin, por ejemplo, que distan mucho de ser proletarios. No eran marxistas. Por cierto, he oído decir que Marx quería dedicarle la obra Capital y Darwin no aceptó. Aparentemente, no quería asociarse con Marx de esa manera. Pero aunque Darwin no era marxista, descubrió una verdad muy importante que todavía causa mucha polémica.
Este es otro aspecto contradictorio de la realidad que hay que captar: ciertamente el marxismo es la única metodología y concepción del mundo que permite asumir a la realidad y captarla de manera completa, sistemática y exhaustiva, e irla conociendo más y más profundamente; pero no es cierto que los que no tienen esa metodología y concepción del mundo, e incluso los que se oponen a ella, no puedan descubrir verdades importantes. Además de Darwin, tenemos el caso de Einstein y de muchas personas más a lo largo de la historia aun antes de que surgiera el marxismo. Obviamente, esas personas descubrieron muchas verdades importantes y así sucederá, incluso en el período de transición socialista; es de suma importancia captar eso porque si no, vamos a cometer muchos errores de tipo burocrático, dogmático y algunos errores que asociamos, por ejemplo, con Stalin.
Sin embargo, el marxismo abarca todas esas esferas y toda la realidad. Es la metodología y concepción del mundo que puede y debe aplicarse a toda esfera de la realidad a fin de comprender más profundamente su movimiento, cambio y desarrollo. Así que ese es el aspecto de "abarcar". ¿Y el aspecto de "no reemplazar"?
La particularidad de la contradicción
El aspecto de "no reemplazar" tiene que ver con algo que Mao subrayó en "Sobre la contradicción": la particularidad de la contradicción. La realidad no existe en el plano abstracto o general. La realidad material reviste necesariamente formas determinadas de materia en movimiento, aunque esas formas surgen, desaparecen y se transforman continuamente, lo cual encierra otra unidad de contrarios muy importante que hay que comprender. Pero por ahora quiero centrarme en la particularidad de la contradicción. Como Mao señaló en "Sobre la contradicción", contradicciones cualitativamente diferentes solo pueden resolverse por métodos cualitativamente diferentes. Por ejemplo: la opresión colonial se resuelve por medio de guerras nacionales o la lucha por la liberación nacional; la contradicción entre la burguesía y el proletariado se resuelve por medio de la lucha de clases; y los requerimientos de la producción se resuelven por medio de la producción. Aunque, debido a la complejidad de la vida, en el momento de realizar la producción entramos en relaciones de producción, y las esferas de la producción y las relaciones de producción, y la lucha que suscitan, están entrelazadas y forman una unidad de contrarios. Eso ilustra nuevamente la complejidad de la realidad, pero la realidad existe en formas relativamente -- relativamente-- diferenciadas. De lo contrario, sería imposible distinguir una cosa de otra. De hecho, fundamentalmente, la materia no existiría concretamente si fuera una gran masa no diferenciada, o sea, su propia naturaleza no permite que exista en esa forma. (¿Pudiera haberse desarrollado otro tipo de materia, que revistiera distintas formas que la materia que existe actualmente? Es una pregunta muy interesante que abarca varias ramas de la ciencia y la filosofía de la ciencia, pero está fuera del alcance de esta charla. En este momento quiero destacar que la materia existe en formas relativamente diferenciadas, es decir, tiene particularidad, relativamente).
Para lograr avances y transformaciones en cualquier esfera, rama o actividad, hay que conocer a fondo la particularidad de la contradicción. Supongamos que un grupo de físicos u otros científicos tiene un proyecto de investigación sobre el origen del universo, y mandamos a un camarada a reunirse con ellos y dice: "¿Cuál es el problema? El marxismo-leninismo- maoísmo es la respuesta". No va a ser muy satisfactorio ni dará la respuesta. O aun si aprendemos de memoria muchas citas, o todo lo que dijeron Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao sobre la física, tampoco dará la respuesta a esa clase de problemas sumamente difíciles y extremadamente estimulantes ni aportará a la discusión y debate sobre cuestiones acerca de la naturaleza de la materia, su transformación, el origen del universo, etc. Si llegamos y hacemos algo tan burdo como recitar todas las citas de los "clásicos" del marxismo sobre esa esfera o si simplemente decimos: "El materialismo dialéctico nos enseña que en el mundo no hay más que materia en movimiento y el movimiento es absoluto pero las formas temporales de estabilidad de la materia son secundarias y parciales"... bueno, es cierto, ¿y qué?; ¿qué diablos tiene que ver con los problemas particulares? En realidad, tiene mucho que ver, pero hay que aplicarlo concretamente. Hay que conocer a fondo la particularidad de la contradicción que se está tratando, la esfera o rama particular o el problema particular de esa esfera o rama, y hay que lidiar con eso.
Esto está ligado al principio de combinar las masas con los expertos y al principio de rojo y experto --que lo rojo dirige a lo experto y los no profesionales dirigen a los profesionales--, lo cual no quiere decir que gente que no conoce una esfera llegue y dé órdenes a gente que sí la conoce, ni que imponga la línea oficial neciamente y cierre el debate tan pronto como alguien plantee algo que contradice la verdad que conocemos en un momento dado. Ciertamente se han dado ese tipo de tendencias en la historia de nuestro movimiento, pero debemos aprender de ellas y no repetirlo. Si en verdad queremos cumplir las grandes tareas históricas que nos proponemos, habrá que evitar esos métodos. Habrá que aprender a conocer las cosas muy a fondo.
Los expertos desempeñan un papel importante en relación con nuestra capacidad de dirigir en varias esferas: si logramos que adopten nuestra metodología y concepción del mundo, sirven de enlace entre el partido (y las fuerzas de vanguardia en general) y otros expertos. Se necesitan expertos dispuestos a aplicar conscientemente el principio de "abarcar", es decir, aplicar conscientemente nuestra metodología y concepción del mundo. De otro modo, es muy difícil dirigir. Y si no conocemos una esfera, es imposible dirigir sin recurrir a métodos burocráticos y autoritarios, contra los cuales todo mundo se rebelará abierta o disimuladamente, y los resultados serán muy contraproducentes para nuestras metas estratégicas porque, a fin de cuentas, y a pesar de lo que opinen o digan los anarquistas, no queremos monopolizar el poder y someter a la gente. Nos proponemos llevar a cabo una transformación histórico-mundial en que las masas se emancipen y lleguen a una sociedad sin clases y un mundo en que reine la asociación cooperativa de seres humanos libres. Es un sueño muy grande y un reto monumental, y jamás se logrará con métodos burocráticos.
Así que se pueden cometer dos tipos de errores (o uno y luego el otro, o alguna mezcla de los dos). Por un lado, podemos olvidar el aspecto de "abarcar" y perdernos en una esfera particular con la idea de que nuestros principios básicos no se aplican o que el trabajo de esa esfera no tiene importancia para nuestros objetivos estratégicos. Podemos caer en la espontaneidad y el pragmatismo, simplemente ir tras la espontaneidad de las masas, perdiendo de vista la relación entre lo particular y lo universal, es decir, entre una esfera de actividad o lucha particular y nuestra meta final de alcanzar el comunismo, y entre aumentar el conocimiento de una esfera y el de toda la humanidad. En fin, podemos caer en el error de olvidar el aspecto de "abarcar" y lo universal, en ese sentido.
Por el otro lado (como acabo de mencionar), podemos perder de vista lo particular, el aspecto de "no reemplazar". Esto es lo que quiere decir Mao con "no reemplazar": no podemos tener principios marxistas solo en el plano general o abstracto; hay que aplicarlos. Hay que aplicarlos concretamente y hay que ir aprendiendo de los demás y aplicando la línea de masas en la ciencia, etc., precisamente para aprender y dirigir correctamente. Repitiendo, podemos caer en dos tipos de errores: por un lado, olvidar lo universal, los grandes objetivos estratégicos, el aspecto de "abarcar" o, por el otro, olvidar la particularidad de la contradicción. O sea, podemos caer en el error de olvidar el aspecto de "no reemplazar", es decir, la importancia de conocer a fondo la esfera específica, de sumergirse en cierto sentido sin perder el otro aspecto, más bien tomando en cuenta lo universal, lo estratégico y el aspecto de "abarcar". Lo difícil es meterse de lleno, dominar la particularidad de la contradicción y conocer a fondo una esfera dada, y a la vez dirigir y capacitarse a dirigir de la mejor manera, siempre tomando en cuenta lo universal y el aspecto de "abarcar".
Este es un principio muy crucial que Mao sintetizó, un principio que concentra dialécticamente la realidad, y aplicarlo correctamente requiere una enorme cantidad de trabajo; hay que evaluar constantemente el trabajo, porque --repito-- es muy fácil desviarse por un lado u otro, o encontrar la peor mezcla de los dos errores: tomar en cuenta lo universal a medias y dominar la particularidad a medias, sin aplicar ninguno de los dos aspectos correctamente, y terminar con un brebaje pragmático. Cualquiera que se haya propuesto lo que nos proponemos conoce todos esos tipos de errores [BA se ríe] y los ha cometido en más de unas cuantas ocasiones. Pero no hay otra forma de corregir los errores y encontrar el camino correcto: hay que bregar constantemente con esos principios y su aplicación, volver a lo global y lo universal, y luego nuevamente meterse a lo particular... y así sucesivamente en un proceso que, en cierto sentido, es paralelo a la dialéctica práctica/teoría.
Las ideas
Quiero pasar a un punto fascinante de un artículo de Ardea Skybreak (que salió en el OR ) sobre "Las ideas y la lucha por descubrir la verdad"* que merece mucha reflexión, discusión y debate en diversos planos, lo cual coincide con la orientación y el contenido del artículo. Skybreak argumenta:
"Si no reconocemos la importancia de `darle rienda' al libre desenvolvimiento del trabajo intelectual, el resultado será un ambiente sofocante y burocrático en que se dedica mucho tiempo a producir muy laboriosamente unas cuantas obras buenas (¡lo cual implica la inversión de muchísimo trabajo y energía!). En tal caso, jamás se emprenderán muchas otras obras (y pocos intelectuales querrán trabajar en una situación tan rígida y sofocante). A lo mejor las pocas obras buenas que salgan tendrán temas muy buenos y precisiones muy detalladas y definidas... pero les hará falta vida, humor y arte, y sobre todo las reflexiones e ideas tangenciales que suscitan más diálogo intelectual".
Aquí se plantea un punto muy importante que está ligado a lo que dije antes acerca de los mencheviques y los revisionistas chinos y su metodología: "¿Qué importancia tiene esto para la producción? Una vez más quieren distraer la atención de las tareas apremiantes. ¿Para qué hablar de filosofía o historia mundial o, ¡háganme el favor!, canto y baile? ¿Qué importancia tienen para las tareas apremiantes?". Ciertamente, hay que prestar atención a nuestras tareas. Hay cosas que queremos lograr y no es bueno que no las logremos. Estamos trabados en una feroz lucha de clases. Pero volviendo al principio de "empeñarse/promover" con que inicié esta charla, me parece que vale la pena reflexionar y debatir lo que señala Ardea Skybreak, porque enfoca y explora una cuestión muy importante.
Quisiera ampliarla un poco porque es muy interesante pensar en la relación de lo que dice Skybreak con ciertas críticas que se plantearon respecto a la esfera de arte y cultura en China, y cómo la manejaron después de cierto punto en la Revolución Cultural. Se ha señalado, por ejemplo, que se dedicó una enorme cantidad de trabajo, esfuerzo colectivo, lucha y atención a detalles minuciosos en la elaboración de las obras culturales modelo de la Revolución Cultural, pues esas cosas nuevas no se crearon en un vacío: tocó luchar cuesta arriba contra lo viejo y contra los que defendían lo tradicional y trataban de sofocarlas. Así que se dedicó muchísimo esfuerzo a eso, como tenía que ser. E irónicamente, hasta nuestros enemigos reconocen que esas obras eran grandes creaciones artísticas y representaban algo completamente nuevo en la esfera del arte, aunque las critiquen políticamente (porque, desde luego, no les caen nada bien política e ideológicamente).
En los últimos meses salió un artículo del New York Times que también lo reconoció; mencionó que en China todavía hablan de las obras modelo de la Revolución Cultural como grandes logros, y citó a un señor que trabajó en ellas y que no se arrepentía. Las defendía firmemente y preguntó: "¿Cuántas obras de alta calidad artística tienen a su haber estos payasos que están en el poder ahora?". No son sus palabras exactas, pero esencialmente expresó la verdad de que no es tan fácil elaborar obras modelo como esas y no debemos olvidar que son grandes logros de nuestra clase y su dirección de vanguardia. Eran cosas totalmente nuevas, en un sentido histórico-mundial.
Sin embargo, quisiera plantear una cuestión (sin dar un juicio) que merece reflexión y más investigación, que se examine y debata a fondo en su propio contexto histórico y también en un sentido general puesto que encierra cuestiones generales que a mi juicio debemos debatir. Se han criticado las obras modelo diciendo que en cierto momento la dinámica se convirtió en su contrario (o el proyecto se convirtió en su contrario) en cierto sentido y hasta cierto punto, porque no se podían fomentar otras obras. Según la crítica, se empeñaron en pulir toda creación artística muy laboriosamente con la misma precisión (volviendo al artículo de Skybreak) que requerían las obras modelo. Me parece una cuestión muy interesante, y como dije, no es mi intención dar una opinión, pero considero que vale la pena examinarla, investigarla, y luchar, discutir y debatirla a fin de conocerla más a fondo y, una vez que captemos mejor la verdad, tomar en cuenta las implicaciones generales.
Planos de la realidad
Sí me permito decir que, como principio general, si dedicamos la misma atención a todo que a los modelos, vamos a sofocar muchos esfuerzos e iniciativa. No todas las obras pueden ser modelos ni podemos ni debemos concentrar la misma atención y dirección en todas las cosas. Al parecer, los altos niveles de dirección decidieron cuestiones de montaje de las óperas modelo, incluso dónde poner la utilería y cosas por el estilo, aunque otros participaron en esas decisiones obviamente. Se prestó muchísima atención a cada detalle. Y, repito, en general diría que no es un buen método, pues si todas las decisiones (incluso dónde colocar la utilería) tienen que ser evaluadas y aprobadas por los máximos niveles de dirección, eso no fomenta la iniciativa. Evidentemente si el Comité Central o el Politburó tiene que decidir si un árbol se coloca acá o tantito para allá, restringe mucho la iniciativa. Pero, nuevamente, la realidad es muy compleja y esas obras no se elaboraron en un vacío sino en medio de una feroz lucha, en la cual se aprovechaba cualquier deficiencia para atacar todo el proyecto, o sea, no simplemente para atacar una obra específica (un ballet o la Ópera de Pekín "El destacamento rojo de mujeres", la nueva versión de "La muchacha de los cabellos blancos") sino para atacar todas las obras modelo y los avances en la esfera de la cultura.
Es muy complejo manejar situaciones así, dado que a veces no hay mala intención y otras veces sí; depende de las condiciones, el tiempo y el lugar específico. Veamos, por ejemplo, los sucesos que prendieron la Revolución Cultural.
Si mal no recuerdo, salió una reseña de una obra teatral muy conocida llamada "La destitución de Jai Rui" que atacaba indirectamente a Mao con el método que posteriormente se conoció como el método de Lin Biao y Confucio (el método indirecto de Esopo) de usar analogías. Eso ocurrió en un momento decisivo de la revolución y Mao, como no era nada tonto, se dio cuenta luego luego y escribió un ensayo o un comentario e instó a luchar sobre esto. En otro momento, hubiera dicho: "Déjenlo. No tiene mayor importancia". Porque a veces se hace un comentario que sería muy malo, digo, en última instancia, si lo lleváramos a su conclusión lógica. ¿Y qué? En el contexto en que se da no es malintencionado, no es dañino. Pero en otra situación podría serlo. Incluso pequeños matices adquieren un significado muy profundo en ciertas circunstancias, aunque en otros contextos no tengan mayor importancia.
Es otro ejemplo de la particularidad de la contradicción y los planos de la realidad. O sea, hay que ver exactamente cuál es la situación. Además de la particularidad de la contradicción, está la relación entre lo particular y lo universal. De nuevo, ¿cuál es la situación? Es preciso conocer y captar la particularidad de la contradicción y su relación con las cuestiones cardinales de la lucha de clases, por ejemplo, que son lo universal en ese contexto. Como Mao señala en "Sobre la contradicción", lo que es universal en un contexto determinado se hace particular en otro contexto, y viceversa.
Por ejemplo, si estamos librando una guerra, podríamos decir que la guerra de conjunto es lo universal y las campañas de esa guerra son lo particular en relación con ese universal. Pero, a su vez, si examinamos internamente (por decirlo así) una campaña, esta viene siendo lo universal y las batallas son lo particular. Y si examinamos internamente una batalla, esta se convierte en lo universal y las tácticas (el bloqueo, la ofensiva táctica, etc.) son lo particular, y así sucesivamente. Por eso la realidad es tan compleja y nuestro trabajo es tan difícil, pues hay que distinguir correctamente entre los planos y determinar qué es lo particular y lo universal, y tomar en cuenta, a su vez, la relación entre lo universal en ese contexto y lo universal en un sentido más amplio. Por ejemplo, volviendo al ejemplo de la guerra, la guerra de conjunto es lo universal en un plano, pero viene siendo lo particular respecto a los objetivos revolucionarios. En fin, este es el tipo de metodología y el modo de pensar dialéctico que debemos aplicar.
Volviendo al tema del arte y cultura, incluso cuestiones de dónde colocar la utilería pueden ser de gran importancia, si se trata de una particularidad muy importante que tiene implicaciones para lo universal. O, por otro lado, podría tener muy poca importancia y por muy malintencionado que sea mover algo tantito para acá o allá, a lo mejor diríamos: "Déjenlo. No tiene mayor importancia".
Esto trae a la mente una afirmación que los revisionistas que tomaron el poder en China tras la muerte de Mao le atribuyeron. Tengamos presente que por lo general no hay manera de autenticar afirmaciones atribuidas a Mao cuando los revisionistas dieron el golpe de estado, pues detentan el poder y pueden tergiversar las cosas más o menos como les convenga. Por eso hay que evaluar esas afirmaciones críticamente. (En "Grandes objetivos y gran estrategia"** hice referencia a una afirmación de ese tipo acerca del trato a los intelectuales, a la cual volveré más adelante).
Por el momento, veamos algo que tiene que ver con esa afirmación que me vino a la mente... supuestamente Mao la dijo en el contexto de una conferencia (en 1975, si mal no recuerdo) sobre el desarrollo de la agricultura y la importancia de aprender de la zona modelo Dazhai, donde hablaron Hua Guo Feng y otros. (Un año después Hua Guo Feng encabezó el golpe de estado que acabó con el socialismo en China; posteriormente, cuando los revisionistas reinstituyeron completamente a Deng Xiaopoing, destituyeron a Hua Guo Feng porque ya no lo necesitaban). Según lo que se dijo después del golpe, la banda de los cuatro criticó el discurso de Hua Guo Feng y muchos aspectos de la conferencia. Y, supuestamente, Mao respondió con un comentario que se ha traducido: "No atinaron, ¡carajo!" o "Erraron el tiro".
Ahora, para ilustrar lo que quiero subrayar, supongamos que sí lo dijo: aun si lo dijo, no necesariamente quiere decir que no estuviera de acuerdo con la crítica. Quizá quiso decir: miren, no debemos de enfocar la lucha de clases así en este momento porque se presta a confundir el enemigo principal con enemigos secundarios y fuerzas medias. A lo mejor muchos están entusiasmados con la conferencia y se van a confundir, van a pensar que ustedes se oponen a las campañas para lograr avances y saltos en la agricultura. Además, hay otras cuestiones, en las cuales debemos enfocarnos porque concentran mucho más claramente la lucha de clases en este momento.
Naturalmente, repito, esto es en gran medida conjetura, dada la fuente y el contexto de la cita atribuida a Mao. Sin embargo, ilustra el principio que nos interesa, o sea, que a veces vale la pena investigar las cosas hasta el último detalle, pero en muchas otras ocasiones no tiene caso y es mucho mejor dejarlas. Mao señaló que la dirección y el centralismo, por un lado, y el laissez-faire [doctrina que se opone a la regulación gubernamental], por el otro, son una unidad de contrarios. Dijo que el laissez-faire es necesario hasta cierto punto, no el capitalismo laissez-faire sino el laissez-faire en general. Pero, nuevamente, dado que la realidad es compleja, si no se maneja correctamente de acuerdo a nuestros objetivos generales, el laissez-faire puede llevar al capitalismo laissez-faire .
Analizar las cosas
En esta charla vengo recalcando que todo esto es complejo y difícil. No lo hago con la intención de sembrar pesimismo, derrotismo o desmoralización, ¡claro que no!; al contrario, podemos aprender a dominar estas cosas (no en el sentido absoluto), pero requiere trabajo, requiere lucha. Y hay que aplicar lo universal, el aspecto de "abarcar", y también conocer la particularidad de la contradicción, distinguir entre los distintos planos y manejar correctamente la relación dialéctica entre ellos. Skybreak aborda todo eso en la esfera intelectual (las ideas) en el artículo citado arriba, y lo mismo se aplica a la esfera artística. Y por eso pregunto si quizá tienen cierta validez las críticas de la Revolución Cultural que mencioné, o sea, si ponerse a hacer precisiones muy detalladas y definidas de más de unas cuantas cosas terminará sofocando la iniciativa; y si la gente trabaja "para uno", es como trabajar para un patrón ; no lo hace con entusiasmo e iniciativa, ni se desencadena su gran potencial.
En todo caso, debemos tomar en cuenta el principio general que vengo señalando en cuanto a cuándo debemos y cuándo no debemos prestar atención a los detalles minuciosos. Además de las esferas intelectual y artística, donde es importante, esto se aplica a muchas esferas. En algunas ocasiones es necesario prestar muchísima atención a cada paso del proceso. A veces es así y hay que reconocerlo porque de lo contrario no lograremos muchos de nuestros objetivos y las masas se quejarán, y con razón, porque a veces necesitan ese nivel de atención y liderazgo de nuestra parte, ese proceso de consulta, no en un sentido autoritario, sino a través de la aplicación de la línea de masas. Necesitan que prestemos muchísima atención, sobre todo cuando emprenden una lucha tremendamente difícil por dar a luz cosas nuevas o se traban en lucha "mano a mano" con el enemigo. Pero en otras ocasiones si siempre estamos encima se enfadarán (y se alejarán de nosotros), porque necesitan la oportunidad de tomar iniciativa. En esos momentos necesitan que no prestemos tanta atención al detalle: hay que darles espacio para dar rienda a su propia iniciativa y también dejar que se abran diversas flores y compitan diversas escuelas (parafraseando la consigna), es decir, dejar que se acumulen diversas experiencias y, posteriormente, analizarlas y llegar a la síntesis más profunda en un momento decisivo. He aquí otra unidad de contrarios que hay que aprender a manejar.
Volviendo a la esfera intelectual, en "Grandes objetivos y gran estrategia" mencionamos un comentario acerca de Dühring otra cita que (como señalé) le atribuyeron a Mao en circunstancias que no permiten autenticarla. Como quiero examinar el principio que encierra supongamos por el momento que Mao dijo que se estaba sofocando el debate intelectual y que el ambiente no favorecía el trabajo, investigación y discusión intelectual, y señaló (con su estilo muy propio) que hasta Engels protestó cuando a Dühring le quitaron el puesto en la universidad.
Como sabemos, Engels escribió una polémica muy completa, titulada Anti-Dühring (y se ha señalado que le dio más fama a Dühring de la que hubiera tenido). De hecho Engels criticó duramente a Dühring en muchos niveles --política, economía política, metodología y filosofía--, pero cuando las autoridades reaccionarias de Alemania reprimieron a Dühring, Engels se sumó a la protesta. Por cierto, Mao habló de esta cuestión en "Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo" (y esto tiene que ver con la particularidad de la contradicción y el principio de "solo puede abarcar pero no reemplazar") y señaló que la esfera ideológica no es igual a las demás, y en esa esfera es especialmente dañino aplicar métodos crudos. Siempre es malo aplicar métodos crudos o coercitivos, pero es especialmente dañino en la esfera ideológica, donde es preciso llegar a la verdad a través de un proceso complejo de análisis y debate, y muchas veces las ideas correctas están en las manos de una minoría e incluso gente buena no las capta. Por eso es especialmente importante no aplicar métodos crudos en esa esfera.
Mao quería decir: no debemos ser como las autoridades reaccionarias alemanas y reprimir a los intelectuales simplemente porque no estamos de acuerdo con sus ideas y teorías. Hay que resolver esas cuestiones por medio de lucha ideológica.
Es una cosa si unos contrarrevolucionarios organizan actividad política contrarrevolucionaria contra la dictadura del proletariado, y especialmente si llegan al punto de organizar un golpe. Pero es otra cosa muy distinta simplemente expresar ideas atrasadas o incluso reaccionarias.
Eso nos lleva de vuelta a lo que señalamos antes: que incluso los que tienen puntos de vista reaccionarios y una metodología radicalmente distinta a la nuestra pueden descubrir aspectos importantes de la verdad. Si no tomamos en cuenta la particularidad de la contradicción, si confundimos el hecho de que ciertas personas son política e incluso ideológicamente reaccionarias con la particularidad de una esfera dada y damos por sentado que se equivocan sobre una cuestión de ciencia, medicina, etc., simplemente porque en general tienen una posición ideológica y política reaccionaria, o incluso extremadamente reaccionaria, vamos a caer en todo tipo de errores. A eso iba Mao. Y por eso hay que analizar, distinguir entre los planos de la realidad y evitar el reduccionismo.
¿Qué quiere decir reduccionismo? Bueno, por ejemplo, supongamos que hay una persona cuya metodología, concepción del mundo y posición política es reaccionaria, y por eso concluimos que eso se aplica a todo lo que tenga que ver con esa persona, o sea, reducimos todo a un solo aspecto, a un solo plano. "Revolvemos" todo y sacamos la conclusión de que cualquier cosa que diga sobre cualquier tema tiene que ser errónea. Aun si dice: "Por la mañana salió el sol", se equivoca porque ideológica y políticamente es reaccionaria. ¡No! Hay que examinar todas las cosas detenidamente a fin de determinar si son ciertas o falsas. Como Mao dijo en otra obra, hay que oler todo antes de decidir si apoyarlo o boicotearlo.
Naturalmente, si una persona es reaccionaria política e ideológicamente, si tiene una metodología opuesta (o distinta) a la correcta, en última instancia, eso se manifestará en el análisis de cosas específicas, y no solo en la metodología general. Precisamente por eso, esta cuestión es muy compleja. Sin embargo, como decíamos (por ejemplo en el curso de la lucha sobre la posición que debiéramos tomar acerca de China), entre este momento y la última instancia hay un gran trecho. Si "revolvemos" todo y reducimos todo a lo que es cierto en última instancia, vamos a caer en muchos errores.
Tuvimos que señalar eso en la época de los 60, en la polémica contra PL (Progressive Labor Party), que decía que todo nacionalismo es reaccionario. Obviamente se trata de una cuestión cardinal del proceso revolucionario mundial y, de manera concentrada, en Estados Unidos: la relación entre la cuestión nacional y la cuestión de clases (o la lucha de clases y a la larga por el socialismo y el comunismo) es una cuestión muy compleja y, sin lugar a dudas, fundamental y decisiva. Necesariamente le hemos dedicado mucha investigación y estudio, y en una época (antes de la fundación del partido) le dedicamos una enorme cantidad de atención y lucha.
Se escribieron muchas cosas y había muchas polémicas sobre la cuestión nacional, o las diversas cuestiones nacionales, y su relación con la revolución proletaria. PL adoptó la posición de que todo nacionalismo es reaccionario y tuvimos que señalar que hay varios tipos de nacionalismo; por ejemplo, es muy distinto el nacionalismo de la nación opresora (la nación euroamericana en Estados Unidos) y el nacionalismo de los pueblos y países oprimidos, especialmente el efecto político. Por eso, tuvimos que señalar que sí, en última instancia, ideológicamente, todo nacionalismo es burgués y es una expresión de la concepción del mundo burguesa. Eso es cierto en última instancia, pero no quiere decir que, en cada caso o una lucha, el nacionalismo solo pueda jugar un papel reaccionario, simplemente porque en última instancia la burguesía es una clase reaccionaria. Tuvimos que entrar en todas esas particularidades y en los distintos planos de la realidad, de la materia en movimiento, de la asociación de materia, por decirlo así; tuvimos que distinguir entre diversas etapas y planos, y evaluar y manejar correctamente la relación entre lo particular y lo universal.
Por otra parte, también tuvimos que luchar contra gente que llamábamos bundistas (refiriéndose a esa posición y línea en la revolución rusa) en nuestras filas y en el movimiento revolucionario de la época, especialmente el BWC (Black Workers Congress) y el PRRWO (Puerto Rican Revolutionary Workers Organization, que surgió del Young Lords Party). Básicamente plantearon que el nacionalismo de un pueblo o país oprimido es necesariamente revolucionario, y que el nacionalismo revolucionario es esencialmente igual a la ideología proletaria. Y salimos con una formulación que los sacó de las casillas [BA se ríe] a propósito: que todo nacionalismo es... nacionalismo, y que ideológicamente, en última instancia, es burgués. Nos acusaron de ser iguales a PL. PL planteó que todo nacionalismo es reaccionario y nosotros planteamos que ideológicamente el nacionalismo es burgués. ¿Es lo mismo? No, precisamente porque distinguimos entre concepción del mundo (el carácter del nacionalismo como ideología, como concepción del mundo) y la aplicación de esa ideología en diversas circunstancias. Y subrayamos correctamente (igual que en la lucha contra PL) que en el caso de un pueblo oprimido, si bien ideológicamente el nacionalismo es en última instancia burgués, políticamente puede tener una expresión progresista e incluso revolucionaria. Sin embargo, en última instancia no podrá llevar al pueblo a la liberación (ni siquiera la liberación nacional, ni mucho menos la completa emancipación social), o sea, a eliminar todas las diferencias de clase y divisiones sociales opresivas.
Nuevamente, vemos que hay que tomar en cuenta la particularidad de la contradicción y manejar correctamente la relación entre lo particular y lo universal, entre lo que es cierto en lo inmediato y lo que es cierto en última instancia, sin revolver los distintos planos de la realidad. Esto ilustra nuevamente que no hay ninguna fórmula o receta "mágica" para aprender de memoria que indique exactamente qué hacer en una situación dada. Y eso se debe, repito, a que la realidad es compleja. No hay otra forma de lidiar con todo esto más que aplicar tanto el aspecto de "abarcar" como el aspecto de "no reemplazar"; es decir, tomar en cuenta por un lado lo universal y lo que es cierto en última instancia, y por el otro, la particularidad de la contradicción, los diversos planos de la realidad y la expresión que algo tiene en un momento dado.
Volviendo al nacionalismo, políticamente el nacionalismo adopta muchas formas que suscitan lucha y movimientos a los cuales debemos unirnos, sin ir a la zaga de ellos. O sea, no podemos caer en el error de pensar que nos llevarán a donde hay que llegar en última instancia, porque en última instancia el hecho de que ideológicamente el nacionalismo es burgués tendrá implicaciones muy definidas. Pero, repito, lo que es cierto en última instancia no es igual a lo que es cierto en lo inmediato, en circunstancias dadas. No es fácil analizar estas cosas, no es fácil manejar correctamente la relación entre ellas y forjar la síntesis necesaria (irla forjando constantemente con el desenvolvimiento de la realidad y la práctica), pero es decisivo. De hecho es indispensable si queremos hacer avances a lo largo del camino lleno de vueltas y revueltas que nos toca transitar.
Volviendo a lo que Mao dijo sobre la esfera intelectual, la esfera de ideas, recalcó que no podemos manejar las cosas de una manera cruda ni confundir contradicciones cualitativamente diferentes. No podemos tratar igualmente las esferas ideológica y política. Y no podemos concluir que porque una persona tenga una posición atrasada o incluso reaccionaria política o ideológicamente, no puede tener ninguna verdad ni jugar un papel que nos ayude a comprender más a fondo un aspecto particular de la realidad y la realidad en general, lo cual está relacionado dialécticamente con transformarla.
Hay que tomar en cuenta la particularidad de la contradicción y los diversos planos de materia en movimiento. Hay que distinguir y manejar correctamente esas contradicciones, distinguir entre lo particular y lo universal, y entre los diversos tipos de materia en movimiento, que existen en formas relativamente diferenciadas, y entre los diversos planos de materia en movimiento (o asociaciones de materia en movimiento en los diversos planos). He venido recalcando y subrayando esto porque es de suma importancia enfocarlo, examinarlo y discutirlo, como concepción y también en el sentido de cómo aplicarlo a muchas esferas (para no tener una perspectiva limitada o pragmática).
Continuará.
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NOTAS:
* "Las ideas y la lucha por descubrir la verdad: Reflexiones sobre la dirección revolucionaria y el proceso intelectual", Ardea Skybreak, OR No. 1144 [Regrese al artículo]
** "Grandes objetivos y gran estrategia" es una obra inédita de Bob Avakian. El OR sacó pasajes de esa obra (Nos. 1128, 1129 y 1131-1141), que están disponibles en la Internet: revcom.us. [Regrese al artículo]