Bush dice que el electorado expresó sus deseos y le dio un "mandato". ¡Qué "mandato" ni qué cuento! La voluntad del pueblo no se ejerció en las elecciones de 2004. Además de intimidación de votantes y fraude electoral, que definitivamente ocurrieron, está el hecho esencial de que al pueblo no se le ofreció ninguna alternativa real ni ningún medio de expresar oposición a lo que Bush representa. En la campaña electoral no se habló derecho de lo que ocurre ni se ofreció una alternativa. ¡Obviamente, Kerry y los demócratas no lo hicieron!
Algo muy básico: no dijeron que Bush mintió ni le hicieron rendir cuentas. En los tres debates presidenciales y un debate vicepresidencial, Kerry y los demócratas cuando mucho mencionaron la palabra "engañoso", pero jamás le dijeron sus verdades a Bush: no le dijeron, ¡mentiroso!, ni le pidieron cuentas sobre las mentiras de Irak ni otras cosas. No lo hicieron porque en lo fundamental comparten el programa de los republicanos, sobre todo respecto a asuntos cruciales como la guerra de Irak.
Es indisputable: no se opusieron de lleno al programa de Bush ni le ofrecieron una verdadera alternativa al pueblo, especialmente en asuntos cruciales como la guerra de Irak o la Ley Patriota. ¿Acaso Kerry y los demócratas atacaron la Ley Patriota? ¡Para nada! Kerry dijo: "Debemos modificarla". ¿Acaso dijeron: "Bush mintió sobre las armas de destrucción masiva y otras cosas; nos engatusó para que entráramos a la guerra y ahora debemos retirarnos"? ¡Nel! Kerry dijo: "Bush ha creado una catástrofe en Irak y deben elegirme a mí para que gane la guerra".
El pueblo no ejerció su voluntad. Fue imposible que lo hiciera , ¡pues no se le ofreció ninguna alternativa real!
Por lo mismo, los partidarios de Bush no tuvieron que confrontar el hecho de que es un pinche mentiroso que llevó al país a una guerra que ha matado a miles y miles de personas por una patente mentira que echó en la cara del mundo entero. Como no lo hicieron rendir cuentas, sus partidarios no tuvieron que confrontar sus descaradas mentiras ni las implicaciones de esas mentiras. Ciertamente, eso no sucedió en las elecciones, pues no lo hizo Kerry, quien supuestamente era "la alternativa realista" a Bush.
Es preciso poner esto al descubierto y remachar que no aceptamos ni los resultados de las elecciones ni el supuesto "mandato" ni el programa de Bush y Cía, y que es necesario manifestar nuestro repudio masivo de diversos modos. Para eso tenemos que unirnos con una amplia gama de fuerzas y estimular mucha creatividad en las esferas cultural y política, y en toda esfera posible. No debemos apuntar a lo chico sino a lo grande, decirle a todo mundo: "Esto es muy importante para aceptarlo, muchísimo está en juego para el mundo entero". Como señalamos en la declaración del partido inmediatamente después de las elecciones, no basta simplemente manifestar desacuerdo, hay que tener la orientación de parar el programa de Bush porque es totalmente inaceptable. 1
Es necesario explicar a fondo el punto básico de que no se le dio al pueblo la oportunidad de ejercer su voluntad en las elecciones. Porque incluso los que odian el programa que Bush representa plantearán la siguiente duda: "Bueno, pero en todo caso la ciudadanía votó por él". Por un lado, tenemos que responder a eso y, por otro, dar la máxima y más pujante expresión política al sentimiento amplio y profundo que ya existe de que no tiene ningún pinche "mandato".
Tenemos que bregar con mucha gente progresista para hacer un balance correcto de las elecciones. Incluso antes del voto, muchos se pusieron a echarle la culpa a Nader por el triunfo de Bush. Pero la neta, Kerry y los demócratas no ofrecieron —es más, no podían ofrecer— una alternativa real. Es preciso que los más amplios sectores saquen conclusiones apropiadas y correctas, lo cual requerirá lucha a la vez que nos unimos para oponernos a Bush, quien está acelerando agresivamente su programa en todo rincón de la sociedad y en el mundo entero.
En muchos casos, fue positivo que las masas salieran a votar, o tuvo un aspecto muy positivo, a pesar de que no se les ofreció una alternativa real. Representó la politización de las masas en términos no tan malos. La burguesía, por sus propios motivos, creó un ambiente políticamente cargado, pero no se quedó completamente dentro de los confines más favorables a esa clase. El ambiente está muy politizado y hay mucho potencial de forjar algo muy positivo ahora y con miras a objetivos revolucionarios estratégicos. Pero, repito, requerirá trabajo y lucha.
NOTAS:
"La voluntad del pueblo NO se ejerció en estas elecciones". [Regrese al artículo]