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1. ¿Qué pasó?
El domingo 10 de octubre, se filtró una grabación de tres miembros del Consejo Municipal de Los Ángeles y un líder sindical, en que todos dicen pestes acerca de personas negras, personas gay, oaxaqueños (oriundos de un estado de México en que son oprimidos dentro de la sociedad mexicana) y otros. Lo hicieron mientras decidían la manera de repartir entre sí, sus partidarios y “sus comunidades”, las migajas y el botín. Nury Martínez, presidente del Consejo Municipal, hizo ataques particularmente viles, al comparar al hijo negro de un miembro gay del Consejo con un “changuito”, así como otra basura similar. Los demás, o se le unieron o se quedaron callados.
Otros políticos, hasta Biden, se apresuraron a condenar y distanciarse de esto, y solicitar sus renuncias. Particularmente para los demócratas, que intentan conseguir que los oprimidos piensen que votar por los políticos demócratas, o incluso esforzarse por convertirse en políticos democráticos, es la forma de “ascender” en este sistema, esto fue muy malo. Así que todos tuvieron que decir, sin importar lo que pensaban, lo “malo” e “inaceptable” que era esto. (No importa que Biden fue un importante ingeniero de los proyectos de ley de encarcelamiento en masa y represión policial de principios de la década de 1990, y ahora habla sobre qué tanto quiere asignar aún más dinero para la policía. No importa que hasta se jactó en 2020 sobre qué tan bien podría trabajar con los senadores racistas abiertos que apoyaban abiertamente la segregación en el pasado).
2. ¿Por qué pasó?
El hecho es que el capitalismo-imperialismo es un sistema basado en “ocuparse del número uno”. El capitalismo-imperialismo opone los individuos unos contra otros en una lucha por la supervivencia: “Tengo que conseguir lo mío”. El capitalismo-imperialismo oprime a todas las nacionalidades y grupos de personas, y los opone unos a otros: “Es un mundo de perro-come-perro, y tenemos que agarrar nuestra tajada”. Para justificarlo, el sistema utiliza, promueve y satura a toda la sociedad con ideas racistas de lo más vil a lo más “sofisticado”. En un sistema como este, los tiburones más despiadados y crueles son los que alcanzan la cima.
Pero hay más. El capitalismo-imperialismo es un sistema mundial, que estafa y explota a la gente en Asia, en África, en América Latina de formas aún peores, mucho peores, que lo hace a la gente en Estados Unidos. Y luego entrena a las personas que viven en Estados Unidos, desde el primer día que comprometen lealtad a la bandera estadounidense, a defender ese imperio y estar orgullosas de esa dominación.
Aquellos que llegan a ser políticos en este sistema son aquellos que aprenden a jugar ese juego, a veces crudamente, a veces calladamente, a veces a tus espaldas y a veces en tus narices, como Trump y los republi-fascistas... pero sea como sea que lo juegan, siguen las mismas reglas.
Nada de esto exime a Martínez y a los demás. Pero ellos son peces chicos. Son herramientas y aspirantes de un sistema. Instrumentos de dominación en un sistema de explotación. Quien quiere que los reemplace jugará al mismo juego, tal vez con un poco más de autocontrol, pero ¿y qué? El juego, es decir, el sistema y sus reglas, no cambiarán.
Esta es la razón por la cual todo eso sobre “representación como respuesta” es una porquería. La representación en un sistema cruel y horrible simplemente lo mantiene en marcha. Es necesario derrocarlo, y reemplazar todo el sistema por algo mejor.
3. La última y más importante pregunta es la siguiente: ¿en qué quedan los intereses de la humanidad?
Este sistema del capitalismo-imperialismo está matando a nuestro planeta, y ni siquiera sabemos si habrá generaciones en el futuro. Este sistema del capitalismo-imperialismo pulveriza a miles y millones de personas, día tras día, año tras año. Degrada y menosprecia a la gente, inculcándoles constantemente en la cabeza a todos que “algunas razas, algunos géneros, algunos grupos” son inferiores. NO NECESITAMOS ESTA PORQUERÍA. ESTÁ MATANDO A LA HUMANIDAD — EN ESTADOS UNIDOS Y EN TODO EL MUNDO.
Lo que SÍ necesitamos es una REVOLUCIÓN. Una revolución para derrocar este sistema, para deshacernos de él y para construir un sistema completamente nuevo, un sistema socialista. Esta revolución será el primer paso en el camino hacia un mundo comunista donde no habría más explotación, opresión y conflictos antagónicos entre diferentes grupos de personas.
En Bob Avakian, BA, tenemos la dirección para tal revolución — él es un líder que se ha mantenido fiel a las masas de personas durante décadas y ha hecho avanzar la comprensión de la humanidad sobre la manera de liberarnos de esta locura. Tenemos la estrategia para hacer esta revolución que él ha desarrollado y el plan de lo que pasa posteriormente en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte, de la autoría de BA. Y tampoco estamos hablando de algo lejano — hoy mismo y de muchas maneras las cosas están llegando a un punto crítico; eso hace que la necesidad de una revolución sea más urgente, y que la posibilidad de una revolución sea más posible.
Pero hoy mismo tenemos que poner manos a la obra. Y en términos de estas divisiones, BA lo ha dicho de esta manera:
En lugar de soltar bajezas y comentarios criticones los unos a los otros, y estar divididas por “identidades”, es necesario que las personas trabajen para unificar a todos, de todas las partes de la sociedad, quienes es posible unificar en la lucha en contra de la opresión y la injusticia, con el objetivo de poner fin a este sistema que es la fuente de esta opresión e injusticia.
Puedes conocer más sobre esta revolución viendo El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! (en inglés), o acudiendo a www.revcom.us. Y puedes unirte con esta revolución comunicándote con los revcoms, @TheRevcoms.
¡Únete a esta revolución!