Bob Avakian escribe que una de las tres cosas que tiene “que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor: Las personas tienen que reconocer toda la historia propia de Estados Unidos y su papel en el mundo hasta hoy, y las correspondientes consecuencias terribles”. (Ver "3 cosas que tienen que ocurrir para que haya un cambio duradero y concreto hacia lo mejor").
En ese sentido, y en ese espíritu, “Crimen yanqui” es una serie regular de www.revcom.us. Cada entrega se centrará en uno de los cien peores crímenes de los gobernantes de Estados Unidos, de entre un sinnúmero de sanguinarios crímenes que han cometido por todo el mundo, de la fundación de Estados Unidos a la actualidad.
La lista completa de los artículos de la serie Crimen Yanqui
EL CRIMEN
En julio de 2010, WikiLeaks1, en colaboración con varios importantes medios de comunicación tradicionales como el New York Times y el Guardian, publicó 77.000 documentos militares clasificados de Estados Unidos que documentan incidentes de su guerra en Afganistán entre 2004 y 2009. Luego en octubre, publicó otros 392.000 documentos clasificados que describían acciones militares en la guerra en Irak, también de los años 2004 a 2009. WikiLeaks recibió todos estos documentos de Chelsea Manning, miembra del Ejercito de Estados Unidos, que se los filtró.
Estos informes fueron redactados por personal militar estadounidense, por lo cual algunos de los hechos y descripciones podrían estar tergiversadas, incompletas, censuradas o encubiertas. Pero nunca fueron destinadas para el público. E indican gráficamente la profundidad y alcance de las masacres de civiles, las torturas y los crímenes de guerra que cometió Estados Unidos bajo las administraciones de George W. Bush y Barack Obama en Afganistán e Irak.
La administración de Obama respondió inmediatamente a la publicación de las bitácoras de guerra con una intensa persecución de ellos que destaparon los documentos y una campaña global para destruir WikiLeaks y a su fundador, Julian Assange. Arrestó a Chelsea Manning, y la puso ante un tribunal militar que la sentenció a 35 años de prisión — la condena más larga jamás dictada contra un filtrador. Se conmutó su condena en 2017, pero solo después de que ella había pasado 7 años en prisión, 11 meses estando en aislamiento de 23 horas al día, cual tratamiento el Reportero Especial de las Naciones Unidas sobre la tortura calificó como “cruel e inhumano”. Y la negaron asistencia crítica que necesitaba siendo una mujer transgénero.
El arresto de Assange el 10 de abril de 2019 en Londres —cuando lo sacaron a la fuerza de la embajada ecuatoriana donde le habían concedido asilo y había vivido por 7 años— constituye un salto peligroso en la campaña de persecución iniciada por Obama e intensificada bajo el régimen fascista de Trump y Pence. Además, va de la mano con la persecución de Manning, a quien volvieron a detener porque se negó a dar testimonio ante un gran jurado que investiga a Assange.
Lo que sigue da una idea de lo que WikiLeaks reveló.
Las bitácoras de la guerra en Afganistán, 2004-2009
Según Assange: “Nuestro material documenta y revela la pérdida de 20.000 vidas en Afganistán”. Incluye relatos de lo que en jerga militar llaman incidentes de “azul-contra- blanco”, cuando soldados hieren o matan a civiles. Unos ejemplos:
- Soldados de la coalición dispararon contra un autobus lleno de niños, hiriendo a 8 de ellos. Una patrulla estadounidense abrió fuego contra un autobus, hiriendo o matando a 15 pasajeros. Otros soldados atacaron una aldea con morteros, matando a los integrantes de una boda, entre ellos a una mujer embarazada, al parecer un ataque en venganza.
- Un grupo de infantes de la marina estadounidense dispararon a la loca cuando fueron atacado cerca de Jalalabad. Mataron a 19 e hirieron a 50 civiles no armados. Los soldados registraron información falsa sobre el incidente.
- Las Fuerzas Especiales estadounidenses descargaron una bomba de 900 kilogramos sobre un recinto donde pensaban que se escondía “un blanco de alto valor” después de “asegurarse de que no había afganos inocentes en el área”. Un alto comandante estadounidense informó que mataron a 150 talibanes, pero los vecinos informaron que mataron a por lo menos 300 civiles.
Las bitácoras de la guerra en Irak, 2004-2009
- Las bitácoras de guerra indican que solo entre 2004 y 2009 se habían matado a por los menos 105.000 iraquíes, 66.000 de ellos siendo civiles, cientos de ellos asesinados en los retenes estadounidenses. Esto era por lo menos 15.000 personas más de lo que los militares habían informado públicamente2.
- En un video que filtró Manning, Asesinato Colateral, soldados estadounidenses en un ataque de helicóptero de 2007 en Bagdad, masacraron con metralla a 12 civiles e hirieron a dos niños, mientras charlaban, a veces se reían. Abrieron fuego contra un grupo de 7 u 8 civiles — “sale vale — ja, ja — les di… ah, sí, mira esos bastardos muertos” — y le dispararon a la gente que subía víctimas a una furgoneta — “por qué una furgoneta en el camino con 12 a 15 cadáveres… ah, sí, derecho por la parabrisas — ja, ja”. Y un tanque pasó por encima una víctima iraquí, cercenándola en dos partes — “Creo que acaban de arrollar un cuerpo… ¿De veras?... [risas]… Sí”.
- Estados Unidos alega que no torturaba, pero las bitácoras indican que los militares estadounidenses giraron una orden en julio de 2004 que ordenaba que sus fuerzas no investigaran ningún incumplimiento de “conducta militar” a no ser que sus soldados o los de la “coalición” “participaron directamente”, lo que dio luz verde a las fuerzas iraquíes para que llevaran a cabo la tortura en aras de Estados Unidos. Estados Unidos se negó a “investigar cientos de informes de abuso, tortura, violación e incluso asesinato por policías y soldados iraquíes cuya conducta parece ser sistemática, y quienes por lo general salen impunes”.
- Los archivos de WikiLeaks revelan que era rutinario quemar a los prisioneros con cigarrillos, electrocutarlos, violarlos, y golpearlos con lo que estuviera al alcance como barras de acero, cables metálicos, antenas de televisión, cadenas, tubería metálica, correas del ventilador y mangueras de caucho, así como puñetazos y patadas; a algunos los ejecutaron. Pero Estados Unidos jamás castigó por torturar a las fuerzas iraquíes. Todo lo contrario, los interrogadores estadounidenses usaban “amenazas deliberadas” de “entregar” a los prisioneros a la “‘Brigada Lobo’ iraquí”. Un interrogador le dijo a un prisionero que “sería sometido a todo el dolor y agonía que es bien sabido que la Brigada Lobo inflige a sus detenidos”.
LOS CRIMINALES
Los presidentes George W. Bush y Barack Obama, y sus administraciones, que cometieron los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad revelados por Manning y WikiLeaks.
El presidente Barack Obama, quien alegó: “La verdad es que estos documentos no revelan ninguna cuestión nueva que no haya sido parte de nuestro debate público sobre Afganistán”, y agregó que la “nueva estrategia” de Estados Unidos abordaría tales cuestiones. Mientras tanto, su administración desencadenó una feroz búsqueda de los filtradores que filtraron las bitácoras con el fin de arrestarlos. Y una vez que identificaron y encarcelaron a Manning como la filtradora, Obama la declaró culpable aun antes del juicio. Al mismo tiempo, Estados Unidos lanzó un ataque frontal de represión, amenazas, mentiras y manipulaciones para acallar a Assange y clausurar WikiLeaks, aunque ni siquiera habían levantado cargos en su contra. Entre los ataques: ser “expulsado del Internet... sus fondos han sido congelados... figuras de la prensa y políticos han pedido su asesinato y que sean etiquetados como una organización terrorista”3. (Democracy Now!, 7 de diciembre de 2010).
La secretaria de Estado Hillary Clinton, quien condenó “en los términos más claros” la filtración de cualquier documento que según ella ponía en riesgo a Estados Unidos. Esto fue parte de la campaña mundial para clausurar a WikiLeaks.
El Pentágono alegó que la revelación de documentos militares secretos podría perjudicar a soldados estadounidenses y civiles iraquíes. El general James Mattis denunció a WikiLeaks: “Para mí, el dar a conocer esta información fue un acto terriblemente irresponsable. Hasta lo que he visto, no nos dijo nada que no sabíamos antes”.
El régimen de Trump y Pence ha intensificado este ataque y se ha esforzado para arrestar a Assange — lo cual Obama sintió que debía evitar (aunque por otros medios trataba de acallar a Assange, quien en 2012 se vio obligado a solicitar asilo en la embajada del Ecuador en Londres, donde se confinaba hasta que lo arrestaron). En 2017, el entonces director de la CIA, Mike Pompeo, dijo: “WikiLeaks camina como un servicio de inteligencia hostil y habla como un servicio de inteligencia hostil”. El régimen luego presentó cargos el 6 de marzo de 2018, acusando a Assange bajo la Ley de Abuso y Fraude Informático. La acusación alega que Assange formaba parte de una conspiración para acceder a una computadora sin autorización con el fin de obtener información clasificada que “podría ser usada para perjudicar a Estados Unidos”.
LA COARTADA
Por un lado, los gobernantes estadounidenses trataron de minimizar el daño que WikiLeaks había causado. El secretario de prensa del Pentágono, Geoff Morrell, dijo que los documentos eran, “en esencia, instantáneas de sucesos, tanto trágicos como cotidianos, y no cuentan la historia completa”. Al mismo tiempo, alegaban que las filtraciones peligraban a su personal y sus intereses. El almirante Mike Mullen, presidente de los Jefes del Estado Mayor de las Fuerzas Aramadas, dijo que Assange y sus fuentes “podrían ya tener las manos manchadas de la sangre de algún soldado joven o de una familia afgana”. Otros afirmaron que las filtraciones podrían resultar en la muerte de militares y civiles.
Ahora el régimen de Trump y Pence asevera que Assange no es periodista sino un hostil servicio de inteligencia no estatal.
EL VERDADERO MOTIVO
La valiente filtración de las bitácoras de guerra de Afganistán e Irak (junto con 250.000 cablegramas secretos del Departamento de Estado) por Chelsea Manning y WikiLeaks ha sido muy dañina para los imperialistas estadounidenses porque proveyó pruebas vívidas, directas e irrefutables de que Estados Unidos comete de manera rutinaria todo tipo de crimen en todas partes del mundo, ya sea la tortura y violación en Afganistán o el genocidio en Yemen o el espionaje ilegal contra la sede central de las Naciones Unidas. Documentan cómo Estados Unidos maneja una red mundial de brutales regímenes lacayos que sirven de eslabones claves de su imperio de opresión y explotación. Estos cablegramas secretos demuestran que Estados Unidos miente sobre todo esto. Y Estados Unidos no puede simplemente dejar de hacer estas cosas: los crímenes de guerra, la tortura y la opresión son elementos integrales del funcionamiento del imperialismo estadounidense y sus fuerzas armadas en todo el mundo.
Estados Unidos alega que Manning y WikiLeaks pusieron vidas en peligro. Pero lo que un análisis de los cablegramas filtrados por WikiLeaks demuestra es que lo que estaba en peligro era la capacidad de los agentes de Estados Unidos —personas que han orquestado enormes crímenes— para seguir poniendo en peligro y matando a gente por todo el mundo en aras del dominio estadounidense.
Para los imperialistas, el secreto es indispensable porque todo lo que hacen es injusto y va contra los intereses de la gran mayoría de la humanidad. Dentro de Estados Unidos, el secreto es sumamente importante para que los imperialistas puedan mantener a amplios sectores de la población felices en la ignorancia y autocomplacencia sobre lo que en realidad Estados Unidos hace por todo el mundo (junto con el temor de que cualquier conexión con criticar a Estados Unidos podría ser motivo de persecución) y para minimizar oposición y resistencia.
Al mismo tiempo, los documentos y cablegramas que Manning filtró a WikiLeaks demuestran que lejos de ser los todopoderosos “amos del universo”, los gobernantes de Estados Unidos se esfuerzan frenéticamente para reforzar y extender su dominio ante unas contradicciones y retos sumamente difíciles. Todo eso ha resultado en contradicciones muy agudas dentro de las filas de la clase dominante y ha reforzado un régimen fascista, el cual está totalmente comprometido a aplastar a su oposición y a aprovechar la persecución de Julian Assange y Chelsea Manning como parte de su ataque general contra la prensa y los derechos del pueblo.
EN SUS PROPIAS PALABRAS
En 2010, Manning arriesgó su vida al entregar estos archivos a WikiLeaks con el fin de instigar, en sus palabras: “discusión, debate y reformas a nivel mundial”. En ese entonces dijo: “Este es uno de los documentos más importantes de nuestros tiempos que levanta la niebla de la guerra y pone al descubierto la verdadera naturaleza de la guerra asimétrica del siglo 21”.
FUENTES
“Iraq war logs reveal 15,000 previously unlisted civilian deaths” [Las bitácoras de guerra de Irak revelan la muerte no registrada de 15.000 civiles], Guardian, 22 de octubre de 2010
“Iraqi leaks show scale of civilian casualties” [Las filtraciones sobre Irak muestra el nivel de las bajas de civiles], ABC News, 23 de octubre de 2010
“Wikifiltraciones: Desenmascarando los crímenes de guerra de una guerra criminal”, revcom.us, 15 de agosto de 2010
“Los archivos de Wikileaks arrojan luz sobre la responsabilidad de Estados Unidos en la tortura en Irak”, revcom.us de 16 de enero de 2011
“EE.UU. se desquita contra Wikileaks,” revcom.us, 19 de diciembre de 2010
Larry Everest, “Lo que revela WikiLeaks: Cables, mentiras y asesinato”, revcom.us 19 de diciembre, 2010
Conmutan la sentencia de Chelsea Manning: Saludar la salida de prisión programada— Condenar la indignante encarcelación de siete años”, revcom.us, 17 de enero de 2017
1. WikiLeaks es una organización internacional que publica presentaciones anónimas y filtraciones de documentos que no sería accesibles de ninguna otra manera, a la vez que protege la anonimidad de sus fuentes. [volver]
2. “No se puede confiar en los datos como un registro completo de las muertes iraquíes. El IBC [Iraq Body Count (Número de Bajas en Irak)], por ejemplo, había calculado previamente que hasta 91.469 civiles murieron de diferentes causas durante el mismo período que representa la base de datos filtrada. Si bien detallan los ya conocidos 15.000 muertos, también omiten muchos otros incidentes conocidos de civiles muertos a manos de los propios soldados estadounidenses. Los datos iniciales del Pentágono tampoco reflejan los combates iniciales de la invasión en 2003; el IBC ha identificado 12.080 muertos puramente civiles durante ese año. Las cifras de Estados Unidos son muy por debajo de otro cálculo ampliamente citado de más de 650.000 ‘muertes en exceso’ extrapoladas a partir de otras bases y publicadas en un estudio de 2006 en el Lancet”. Guardian, 22 de octubre de 2010. [volver]
3. El senador republicano Mitch McConnell dijo que Assange es un “terrorista de alta tecnología”, y Newt Gingrich dijo que es un “terrorista de la información” que debe ser detenido como un “combatiente enemigo”. El influyente columnista derechista William Kristol preguntó: “¿Por qué no podemos usar nuestros recursos diversos para acosar, agarrar o neutralizar a Julián Assange y sus colaboradores, estén donde estén? ¿Por qué no podemos desbaratar y destruir Wikileaks tanto en el ciberespacio como en el espacio físico, en la medida posible?” Sarah Palin preguntó en su página de Facebook: “¿Por qué no se le persiguió (a Assange) con la misma urgencia con la que perseguimos a Al Qaeda y a los líderes talibanes?” [volver]