El miércoles 15 de marzo, un juez federal de distrito conoció argumentos en una demanda que tiene por objeto prohibir la mifepristona a nivel nacional. La mifepristona es el medicamento más ampliamente usado, seguro y efectivo en abortos médicos —en la mayoría de todos los abortos— y ahora está en la cuerda floja. (The Alliance for Hippocratic Medicine [Alianza por la medicina hipocrática], una coalición anti-aborto, presentó la demanda contra la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos [FDA], la agencia federal que ensaya los medicamentos de receta y los aprueba.)¹ 

Y no se trata de un juez cualquiera — Matthew Kacsmaryk es, por cuenta propia, un fascista cristiano acérrimo cuya carrera entera se ha centrado en privar a las mujeres y a la gente LGBTQ de sus derechos fundamentales, incluidos el matrimonio entre personas del mismo género, derechos de las personas transgénero, el aborto y la contracepción. (Entérese más sobre Kacsmaryk aquí, en inglés.) Por tanto, a pesar de lo deficiente y deshonesto de los argumentos que presenta la Alianza, hay una muy fuerte posibilidad de que Kacsmaryk dictamine completamente, o por lo menos parcialmente, a su favor. 

Los fascistas están tan confiados que ya están tratando de conseguir una orden preliminar para prohibir de inmediato la mifepristona, es decir, antes de celebrarse el juicio y dictarse el veredicto. La audiencia del miércoles 15 de marzo fue para discutir esa petición. 

Kacsmaryk trató de mantener en secreto esta audiencia para evitar la prensa y las protestas. Al final, permitió entrar a unos pocos reporteros y miembros del público. Sus informes indican que al parecer Kacsmaryk tomaba muy en serio los argumentos para una orden preliminar, al mismo tiempo que exploraba barreras legales posibles en contra de dictarlo.

La mifepristona es abrumadoramente segura; son los fascistas cristianos los que ponen en peligro a las mujeres

El argumento central de la demanda es su declaración de que hace casi 23 años la FDA apresuró el proceso de ensayo y aprobación de la mifepristona. La Alianza declara que este medicamento es inseguro y que se debe revocar su aprobación… ¡para proteger a las mujeres! Durante la audiencia, un abogado de la Alianza preguntó: “¿Cuántas mujeres tendrán que morir o casi morir antes de que la FDA retire la mifepristona del mercado?”

¡Qué mentiras más necias y cínicas!

En primer lugar, se iniciaron los ensayos clínicos, con 2.100 mujeres que usaban la mifepristona, seis años antes de su aprobación. Esto fue el principio de un largo proceso de ensayos más rigurosos que para la mayoría de los demás medicamentos.

En segundo lugar, a partir de su aprobación, unos cinco millones de mujeres han usado este medicamento. Durante ese tiempo, la FDA informa de 28 muertes “asociadas con” la mifepristona (no necesariamente a causa de la mifepristona) — ¡una sola muerte por cada 179.000 abortos! En comparación, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el índice de mortalidad maternal en Estados Unidos es de 32.9 por cada 100 mil nacimientos vivos. Por ello, dar a luz es aproximadamente 50 veces más peligroso que la mifepristona. Y la FDA también reporta un índice muy bajo de efectos secundarios serios².

El verdadero “peligro” que preocupa a los fascistas es que actualmente, el aborto médico permite que las mujeres tengan algún control sobre si tener hijos y cuándo y con quién, incluso en los estados que prohíben el aborto. Lo que comprueba más este motivo es el hecho de que 22 fiscales estatales republi-fascistas presentaron un escrito en apoyo a la demanda de la Alianza que declara (junto con preocupaciones de “seguridad” y otros argumentos falaces) que la disponibilidad a nivel nacional de la mifepristona les dificulta mantener una prohibición infalible contra el aborto en sus estados.

Y el verdadero peligro a las mujeres no es la mifepristona —es la campaña implacable de fuerzas fascistas cristianas de privar a las mujeres del control sobre su propia vida y de reducirlas a ciudadanas de segunda clase.

Kacsmaryk podría decidir sobre la moción a favor de una orden preliminar en contra de la mifepristona en cualquier día. Aunque rechazara esa moción, bien podría dictaminar a favor de prohibir la mifepristona permanentemente. Un abogado con el Centro por los Derechos Reproductivos resumió que esto “equivaldría a una prohibición del aborto médico a nivel nacional, y l@s pacientes que buscan este tratamiento no podrían recibirlo de ninguna farmacia, ningún recetador ni proveedor”. 

Se avecinan más ataques a toda velocidad

Pero por malo que fuera ello, está lejos de ser el único ataque contra el derecho al aborto en este momento.

El 17 de marzo, el estado de Wyoming prohibió todos los abortos médicos. Y el 19 de marzo, entró en vigor otro proyecto de ley que hace a los doctores que proveen abortos clínicos susceptibles a cargos de delitos graves. En Texas, una propuesta de ley no solo prohibiría el aborto médico, sino que requeriría que los proveedores de servicios del internet bloqueen los sitios web que dan información sobre abortos médicos.

Una tendencia extremadamente preocupante son los esfuerzos en varios estados de equiparar el aborto de un feto con el asesinato de un ser humano. Por lo menos un proyecto de ley que se propuso recientemente en Carolina del Sur impondría condenas de 30 años de cárcel o incluso la pena de muerte a mujeres por hacerse un aborto. Según informa el Guardian, por lo menos otros cuatro estados —Texas, Oklahoma, Arkansas y Kentucky— están considerando propuestas de ley que impondrían cargos de homicidio u otros delitos penales a las mujeres que buscan abortar. En la mayoría de estos estados, el homicidio puede traer la pena de muerte, pero aún no queda claro si alguna de esas propuestas, o todas, traten al aborto como delito capital.

Para que queden claro, aún no se ha aprobado ninguna de estas propuestas, y es posible que no se apruebe ninguna a corto plazo. En este momento, todavía hay mucha controversia sobre estas propuestas entre los fascistas cristianos. Pero el mero hecho de que estas propuestas de ley están en consideración y que se están debatiendo es un indicio del rumbo en el que las cosas están encaminadas.

Otra opción para equiparar el aborto con el asesinato —y castigar a las personas en consecuencia— es por medio de demandas en los tribunales. En Texas, poderosos fascistas cristianos (entre ellos el ex fiscal general del estado) están representando, y apoyando de otras formas, al ex esposo de una mujer al presentar una demanda por “homicidio culposo” por el aborto médico que se hizo su ex esposa. Él está demandando a dos amigas de ella por darle información sobre abortos, así como a otra mujer que proveyó el medicamento. El ex esposo demanda un millón de dólares a cada una de ellas, y la demanda se refiere a estas tres mujeres y a su ex esposa como “homicidas” (o semejantes términos) en 28 ocasiones

Prospere o no esta demanda, es enorme el efecto intimidador de semejantes demandas — al arrastrar a las personas a la corte, obligarlas a contratar a abogados, difamarlas públicamente. El efecto es de aterrorizar a toda persona que busque, o hasta considere, un aborto y de aislarla de amigos y personal médica que ahora también están susceptibles a semejantes demandas.

“Obligar a las mujeres a tener hijos contra su voluntad es una forma de esclavización... Necesitamos una REVOLUCIÓN”

En respuesta a esta intensificación en la guerra contra el derecho al aborto, Sunsara Taylor (una seguidora de Bob Avakian y una co iniciadora clave de RU4AR), dijo lo siguiente:

Un sistema que permita que los teócratas fascistas cristianos capturen a la Corte Suprema, revoque el derecho fundamental de las mujeres al aborto y de ahí siga limitando, avergonzando y castigando el acceso de las mujeres al aborto —por encima de todas las otras formas en que las mujeres están oprimidas, menospreciadas y degradadas— es completamente ilegítimo. ¡Obligar a las mujeres a tener hijos contra su voluntad es una forma de esclavización!

Nadie debe aceptar eso, y no tenemos que hacerlo. Por medio de una revolución real que derroque este sistema, podremos crear una sociedad radicalmente nueva que no solamente garantice de inmediato el derecho al aborto y la contracepción, sino que se ponga a trabajar para crear una sociedad, y en última instancia un mundo, libre de todas formas de esclavitud, toda explotación y opresión basadas en clases, razas, sexo y género, y todas las relaciones en las que una parte de la humanidad oprime a otra. Esta revolución no solamente se necesita urgentemente y que es posible —en este momento, debido a la manera en que cada vez más se está haciendo añicos las normas y los derechos hacía tiempo muy arraigados tales como el derecho al aborto y que se está desgarrando la sociedad— esta revolución es más posible de lo que ha sido en muchos años.

Pero así será únicamente si luchamos por ella. Ya es el momento para toda persona que se inquiete por las mujeres y las niñas y por la justicia en general que eleve la vista hacia esta revolución, que se entere sobre ella y sobre la dirección que tenemos para ella en Bob Avakian, y que la difunda a más personas. Tenemos que hacerlo a medida que nos unamos con todos aquellos que se puede unir desde diferentes perspectivas para ponernos de pie ahora y luchar contra ese asalto intensificado contra el derecho de las mujeres al aborto y contra su propia humanidad.

Maternidad obligatoria es esclavización femenina

¡Aborto legal a solicitud y sin pedir disculpas!

¡Romper las cadenas! ¡Desencadenar la furia de las mujeres como una fuerza poderosa para la revolución!