REVOLUCIÓN #73: Personas negras que odian a los inmigrantes. Tonterías, y cosas peores, de parte de las personas que deberían tener mejor criterio.
Hace más de un año, el gobernador fascista de Texas empezó a mandar olas de autobuses llenos de migrantes a Chicago (de los 40 mil migrantes llevados ahí, unos 30 por ciento son niños). Obligaron a los migrantes a dormir en el suelo de delegaciones policiales, afuera en tiendas de campaña, en corredores del aeropuerto, o hacinados en albergues. En pleno invierno, los alojaron durante días en autobuses municipales “de calentamiento” sin facilidades, obligados a usar letrinas portátiles a la intemperie. Todo eso después de que muchos de ellos habían caminado durante meses y habían hecho la travesía mortal por el Tapón de Darién. La mayoría eran originarios de Venezuela, otros eran de Haití, Colombia y Perú. Todos solicitaban asilo. Todos provenían de países a los cuales Estados Unidos tiene la mayor responsabilidad por haberlos hecho inhabitables.
El vecindario South Shore en Chicago es uno de los epicentros de un debate que ha estallido por toda la ciudad. Siendo una comunidad en su inmensa mayoría de personas negras y pobres, South Shore ha experimentado un influjo de inmigrantes. EL CUERPO REVCOM Por La Emancipación De La Humanidad tiene un centro de organización ahí, y hemos oído a muchas personas, incluso las que dan cierto apoyo a la revolución, que repiten el resentimiento antiinmigrante según el cual a los inmigrantes “esos” les tocan los recursos que deben tocar a las personas nacidas en Estados Unidos. Cuando salió en las redes sociales el despacho #73 de Bob Avakian, “Personas negras que odian a los inmigrantes. Tonterías, y cosas peores, de parte de las personas que deberían tener mejor criterio”, sabíamos que ¡teníamos que hacer mucho revuelo en el vecindario! Convocamos a una discusión pública para el 8 de septiembre, y empezamos a difundir la convocatoria.
¡Nuestra primera excursión —de simplemente colgar carteles con el título de #73— provocó mucha controversia! Uno de los miembros del Cuerpo Revcom reportó:
Solamente podíamos estar allá como unos 30 minutos en una intersección de South Shore pero rápidamente pudimos conseguir que se expresara el modo de pensar atrasado latente que aborda este despacho. Acabábamos de colgar el segundo cartel y un hombre negro en un carro parado para el semáforo dijo: “Ellos también nos odian a nosotros”. Una mujer negra se nos acercó y nos dijo: “Eso me parece un insulto”. Y yo le pregunté: Pero ¿es cierto? Ella contestó: “Me encantan los migrantes pero nosotros hemos sufrido y no me parece justo que estos migrantes estén recibiendo todos estos servicios sociales”. Recurrí al volante del despacho y me centré en la frase: “¿de verdad quiere ser como los rabiosos racistas blancos?”. Ella respondió redoblando su posición y dijo que no quiero eso [el volante], aunque su amiga sí se lo llevó. Otro hombre negro en la parada del autobús dio el mismo argumento de que es injusto que los migrantes reciban recursos mientras nosotros estamos en las calles. Le mostré la misma frase de BA, y él contestó: “No soy racista”. Le dije, pues usted suena igualito a aquellos racistas que atacaban a los migrantes negros que emigraban hacia el norte. Dije que el mismo país que esclavizó a los negros está arruinando la vida de todos estos migrantes. Que ya no se dejara manipular. Él redobló su oposición y dijo: “Yo apoyaré a quienquiera que se oponga a estos migrantes”. Le dije: “¿cómo Trump?”. Dijo, “Que se joda Donald Trump, pero si éste va a hacer algo sobre estos migrantes, yo lo apoyaré”.
¡Quedó claro que este despacho puso el dedo en la llaga! Al sacar un resumen de la experiencia, era importante retomar la manera en que Bob Avakian (BA) desenvuelve el argumento en #73. La primera parte del título presenta una provocación, identificando un gran problema en este momento. Lo denuncia agudamente por “tonterías y cosas peores”. Pero al mismo tiempo BA entiende profundamente la experiencia de las personas negras en Estados Unidos y su potencial revolucionario. Les pone al frente un reto contundente: “¿De verdad quiere ser como los rabiosos racistas blancos?”, ¡un reto que no debemos aflojar para nada! Pero su siguiente pregunta es: “¿O, quiere poner fin a esta locura — la cual obliga tanto a usted como a los inmigrantes a vivir?” — elevando la vista de las personas y dirigiéndolas a la revolución que necesitamos contra este sistema para liberar a TODOS nosotros. Como dice BA en la conclusión de #73:
Es necesario que toda la indignación que siente la gente, y toda la esperanza y los esfuerzos por un camino mejor, se dediquen y se concentren hacia el trabajo por consumar semejante revolución emancipadora.
Con este espíritu, durante la semana pasada hemos salido todos los días dando a conocer este despacho, apuntando a las personas a seguir @BobAvakianOfficial y convocándolas a asistir el 8 de septiembre. Fuimos a dos escuelas secundarias de mayoría negra en el South Side. Hemos marchado por South Shore y Hyde Park (un vecindario diverso con muchos negros de clase media) y lo llevamos a las playas del South Side. También lo llevamos a un vecindario principalmente mexicano, donde se ha dado cierta fricción con los negros y también mucho odio contra los inmigrantes nuevos de Venezuela (otra vez, de parte de las personas que ¡definitivamente deben tener mejor criterio!). Dondequiera vayamos estamos llamando la atención y suscitando controversia.
En una escuela secundaria, los padres de familia y los administradores estaban en nuestras narices (y llamaron a la policía contra nosotros), y un público de cien estudiantes estaban escuchando lo que decíamos. Algunos estaban rompiendo los volantes y hacían agitación contra nosotros, otros simplemente estaban envueltos en la escena, procurando definir su posición, mientras otros estaban de acuerdo con nosotros y se quedaban para seguir conversando y seguir @BobAvakianOfficial. Esto es el tipo de escena de la que necesitamos más — que abre la controversia en torno a los temas sobre los que las personas tienen sentimientos muy profundos, que destapa la polarización existente de opiniones, y que cambia esa polarización en un sentido revolucionario mediante un debate de masas.
El Cuerpo Revcom Por La Emancipación De La Humanidad en Chicago difunde @BobAvakianOfficial #73
En nuestra experiencia hasta ahora, las personas que responden más apasionadamente tienen muchas ideas reaccionarias atrasadas. Lo que ya citamos y describimos da un sentido de la mayoría de las respuestas que hemos recibido. Además, mucha gente tiene ignorancia sobre quiénes son estos inmigrantes y por qué acuden a Estados Unidos, y además sobre el papel del imperialismo estadounidense en obligar a los inmigrantes a abandonar a sus tierras de origen.
Dentro de la intensidad de esta situación, algunas personas están activándose para fijar una línea divisoria y tomar una posición mejor. Una estudiante de secundaria que siguió @BobAvakianOfficial nos dijo que discute todo el tiempo con sus familiares y amigos al respecto. Dice: “Todos estamos en el mismo barco” y debemos unirnos. Otra agrupación de estudiantes de secundaria que apoya nuestro mensaje dijo: “Demasiadas personas odian a los migrantes, admítanlo o no”. Dijeron que algunos de sus maestros (en esta secundaria de mayoría negra) se opusieron a una salida de clases que montaron por Palestina y también hablan mal de los inmigrantes. Les mostramos la pregunta: “¿Quiere poner fin a esta locura — la cual obliga tanto a usted como a los inmigrantes a vivir?” Dijeron que quieren formar parte de eso, y siguieron la cuenta de BA en las redes sociales así como la cuenta del CUERPO REVCOM-Chicago.
Trabajar ahora para darles a las personas con estos sentimientos mejores formas de desarrollar este programa venidero es una forma en que pueden contribuir con sentido ahora mismo a la revolución, al mismo tiempo que vayan aprendiendo más al respecto. Y cuando estamos en las calles debatiendo con otros, ¡es posible aprender muchísimo más que en los tiempos normales!
Del mensaje mediático de Bob Avakian REVOLUCIÓN #73:
En lugar de dejarse manipular de modo que se odien y se peleen entre sí, todas las personas que son objeto de opresión, explotación, maltrato, abusos, tormentos y terror bajo este sistema —y todas las personas que de verdad se preocupan por la justicia— deben unirse para ponerse de pie contra este sistema, y ponerle fin a este sistema, que es la causa de toda esta locura, injusticia y atrocidades.
Vivimos en unos tiempos en que es posible llevar a cabo una revolución que puede poner fin a este sistema, y crear un sistema radicalmente diferente y mucho mejor, en el que las necesidades fundamentales y las aspiraciones más elevadas de las personas por una forma de vida emancipadora y edificante puedan hacerse realidad. Es necesario que toda la indignación que siente la gente, y toda la esperanza y los esfuerzos por un camino mejor, se dediquen y se concentren hacia el trabajo por consumar semejante revolución emancipadora.
En todo esto, estamos luchando por cambiar los términos según los que las personas están pensando sobre esto y por repolarizar la situación para la revolución. Como dijo un camarada dirigente: “En estos tiempos nos encontramos en una guerra ideológica por la mente y el corazón de las masas contra toda suerte de formas de pensar reaccionarias prevalecientes. No puede haber más en juego ahora que se aproxima el otoño”. También señaló que en esta batalla particular, contamos con algunos factores a nuestro favor. Ante todo, tenemos a BA y la argumentación poderosa (y diestra), y la verdad innegable, en el despacho #73. Cuando las personas lo leen —y mejor aún si lo escuchan en la voz del propio BA—, eso tendrá el potencial de provocar, retar e inspirar a las personas. Entre más lo pongamos ante las personas, y entre más logremos esgrimirlo para cambiar los términos ante los odiadores de inmigrantes —sin ponernos a la cola ni conceder a los términos que ponen otros—, más podremos no solamente ganar un argumento sobre un tema u otro, sino activar a las personas para la revolución.
Además, en estos tiempos las personas principalmente sienten pasión por el tema en un sentido equivocado, pero esa pasión significa que hemos tocado algo muy profundo, y es un factor favorable para abrir el debate e intercambio profundo. Lo hemos presenciado durante la semana pasada, y hay que animarlo a una escala mucho mayor. Estamos conectándonos de nuevo con todos los contactos que los revcom tenemos en South Shore y por toda la ciudad para movilizarlos en torno a esto. Tenemos que conectarnos con todos los periodistas, activistas comunitarios y el clero que se han pronunciado sobre esta cuestión. Tenemos que tapizar la ciudad con carteles del despacho #73 de BA y para la reunión del 8 de septiembre.
No podemos exagerar la importancia estratégica de esta batalla, en este momento. La cuestión del odio de las personas negras contra los inmigrantes concentra la cuestión de si los oprimidos deben tratar de “sacar una tajada” de este sistema, sobre el lomo de otros oprimidos, o si lucharán conscientemente por un mundo completamente diferente. Un camarada negro de larga trayectoria que milita en EL CUERPO REVCOM Por La Emancipación De La Humanidad (y un veterano del sistema de Injusticia criminal), lo describió así: una competencia de los negros contra los inmigrantes por los “recursos” y una pelea por las migajas es como “riñas sobre a quiénes les toca escarbar entre las migajas”. E incluso reclamar “¡Somos los dueños de las sobras!”.
En la misma discusión sobre este despacho #73 de BA, otro miembro del CUERPO REVCOM retomó los siguientes párrafos de BA, y todos coincidimos en que esto tiene que convertirse en una divisa del objetivo por el cual estamos luchando:
En lugar de dejarse manipular de modo que se odien y se peleen entre sí, todas las personas que son objeto de opresión, explotación, maltrato, abusos, tormentos y terror bajo este sistema —y todas las personas que de verdad se preocupan por la justicia— deben unirse para ponerse de pie contra este sistema, y ponerle fin a este sistema, que es la causa de toda esta locura, injusticia y atrocidades.
Vivimos en unos tiempos en que es posible llevar a cabo una revolución que puede poner fin a este sistema, y crear un sistema radicalmente diferente y mucho mejor, en el que las necesidades fundamentales y las aspiraciones más elevadas de las personas por una forma de vida emancipadora y edificante puedan hacerse realidad. Es necesario que toda la indignación que siente la gente, y toda la esperanza y los esfuerzos por un camino mejor, se dediquen y se concentren hacia el trabajo por consumar semejante revolución emancipadora.