En Estados Unidos en 2021, la policía mató a balazos al menos 1.055 personas. Desde 2015, policías han asesinado alrededor de 1.000 al año1. Esta cifra de muertos de 2021 representa ahora un nuevo máximo.
Este aumento en el número de personas asesinadas por parte de la policía se produce a pesar de las protestas de masas y el aumento de la indignación pública por la epidemia de asesinatos por policías.
Un artículo del Washington Post informa de este aumento en 2021 y luego pasa a citar a una serie de “expertos”, como criminólogos y matemáticos (¡!) que dicen que esto es “pequeño”, una señal de “estancamiento”, “poco sorprendente” e “insignificante”2.
¡Mil al año ya era demasiado! Y ahora estos “expertos” racionalizan aún más, con total inhumanidad y falta de compasión, la creciente epidemia de asesinatos — por parte de policías. Deberíamos exigir a estos “expertos” que hablaran con los seres queridos de todos aquellos que han sido asesinados por la policía. Deberían tener que escuchar las historias de las familias que han sufrido una angustia inimaginable, cuyas vidas cambian para siempre después de que su esposo, padre, hijo o hija sea abatido por la policía.
Tomemos el caso de Adam Toledo, 13, asesinado el 29 de marzo de 2021. Los policías de Chicago persiguieron a Adam, ordenaron que se detuviera y mostrara las manos. El vídeo muestra a Toledo cuando se detiene y levanta las manos mientras un policía lo mata a balazos.
O Daunte Wright, 20, al que la policía paró en un suburbio de Minneapolis el 11 de abril de 2021 por la “infracción de tráfico” de tener un ambientador en el espejo retrovisor. Poco después, Daunte estaba muerto después de que una policía le disparara y luego afirmara que pensaba que había sacado una pistola eléctrica, y no un revolver, que se ve y se siente completamente diferente a una pistola eléctrica.
O Andrew Brown Jr., 42, que fue asesinado el 20 de abril de 2021 en Elizabeth City, Carolina del Norte. Los policías pararon a Brown para entregarle una orden de arresto por venta de drogas, y luego le aplicaron sumariamente una pena de muerte con un disparo mortal en la nuca de Brown mientras estaba sentado con las manos en el volante de su coche y luego intentó huir para salvarse la vida.
O la niña de 8 años de edad, Fanta Bility, asesinada por los policías en Sharon Hill, Pensilvania, el 27 de agosto de 2021. Los policías abrieron fuego contra un coche a la salida de un partido de fútbol de una escuela secundaria porque pensaron erróneamente que alguien en el coche les estaba disparando. Los disparos de los policías dieron a cuatro personas y Fanta Bility murió a causa de sus heridas.
Y tantos más en 2021 y en las muchas décadas anteriores.
En respuesta a la ira de la gente contra los asesinatos por parte de la policía, los policías lloran porque no se les “respeta” y se les impide “hacer su trabajo” (es decir, brutalizar y matar libremente a la gente). Y en todo el país se está presionando para que haya más policías y más poderes policiales. Como en la ciudad de Nueva York, donde el nuevo alcalde ex puerco policía Eric Adams planea restaurar la práctica de “parar y registrar” y recientemente anunció su “Proyecto para frenar la violencia armada”, que se lee más bien como un “Proyecto para aumentar las marranadas de los puercos policías”3.
El aumento de personas asesinadas por la policía se produce después de que George Floyd muriera asfixiado por un puerco policía de Minneapolis en 2020 y después del hermoso levantamiento en el que millones de personas protestaron en todo Estados Unidos y a nivel internacional. Se da después de nuevas rondas de reformas inútiles e ineficaces como que los policías se asocien con expertos en salud mental para responder a las personas en crisis, juntas de revisión civil, más de 400 proyectos de ley introducidos en las legislaturas estatales en 2021 en relación con el asesinato policial y más policías que usan cámaras corporales. Esto ocurre a pesar de todos los esfuerzos, algunos bien intencionados, que se han propuesto detener el asesinato gratuito por parte de la policía, como los llamados a “desfinanciar” o incluso “desmantelar” la policía, reemplazándola con un tipo diferente de policía y luego usar el dinero para satisfacer las necesidades de la gente.
Como Bob Avakian, BA, ha señalado:
Luchar contra la opresión y arrancarles concesiones a los de arriba es muy importante — para habilitar a las masas de modo que sientan su propia fuerza al ponerse de pie y unirse en colectivo para oponerse a la opresión, y para atraer e incorporar a las personas de todas partes de la sociedad para que se unan a esta lucha — en vez de sentirse aisladas, golpeadas y desesperanzadas4.
Y, como señala el Llamamiento y Declaración de los revcom: “Hemos visto el potencial para la revolución manifestado poderosamente en el verano de 2020 cuando millones de personas, de todas las razas y géneros, en todas partes de Estados Unidos y en todo el mundo, se alzaron hombro a hombro contra la opresión racista y el asesinato policial”5.
Pero como señala BA, las “prioridades” del sistema en el que vivimos se determinan por su naturaleza básica. Y “Para poner fin al terror policial, se necesita poner fin al sistema que necesita del terror policial”, lo que sólo puede hacerse mediante una revolución real. Pero esto no significa que la gente no deba luchar ahora contra el sistema y exigir diversas reformas. Sí necesitamos una revolución para deshacernos realmente de todos los horrores de este sistema. Pero a los que quizá pregunten si esto significa que lo único que se puede hacer ahora es “esperar” a que se dé esta revolución “mágicamente”, BA dice:
NO. Hay que trabajar activa, consciente y científicamente para esta revolución. Y una gran parte de este proceso es luchar ahora contra la supremacía blanca institucionalizada y el terror policial, así como contra las otras formas en que este sistema oprime, degrada y masacra a las masas de personas, en todas partes del mundo, a la vez que saquea el medio ambiente — impulsando estas luchas tan poderosamente como sea posible, vinculándolas sobre la base del reconocimiento de que todas tienen una fuente común en este sistema del capitalismo-imperialismo, y forjando la base para hacer caer este sistema por medio de una revolución real6.