Las amenazas racistas obligan a las universidades históricamente negras a cerrar sus puertas
En REVOLUCIÓN #133, “Sí, este fascismo de Trump y MAGA realmente es así de malo. Y, si no se expulsa pronto del poder, esto se pondrá mucho peor”, Bob Avakian dijo:
Si se permite que este régimen fascista permanezca en el poder, todas cosas en las que la gente decente ha sentido que podía confiar para buscar justicia serán brutalmente eclipsadas… todo valor moral edificante será vilipendiado y reprimido... cada esfera de la sociedad será reconfigurada, de formas terribles, en consonancia con la crueldad supremacista masculina, anti-LGBT, supremacista blanca y antiinmigrante y la demencia anticientífica, destructora de la salud y del clima del régimen fascista de Trump y los desvaríos sedientos de sangre y la violencia depravada de los fanáticos que encabezan “el departamento de guerra”, en que el maníaco trastornado Trump tiene el dedo en el botón nuclear.
Cada visión, y cada esfuerzo activo, por un mundo mejor, más justo, por un futuro digno en el que vivir, será violentamente suprimido y efectivamente truncado, al menos en el futuro previsible.
Movilicémonos todos en respuesta al llamado de RefuseFascism.org y abierto a todos, para una movilización masiva y no violenta y la convergencia de millones de personas en Washington, D.C., a partir del 5 de noviembre, decididos a expulsar a este régimen fascista.
Índice de esta página
Las amenazas racistas obligan a las universidades históricamente negras a cerrar sus puertas
Nuevos hechos sobre el hundimiento de un barco venezolano por parte de Estados Unidos revelan aún más claramente la naturaleza ilegal, asesina y fascista de este asesinato en masa
El líder fascista brasileño Bolsonaro es declarado culpable de conspirar para un golpe de Estado; el régimen fascista de Trump sale en su defensa
Trump ahora dice que enviará tropas de la Guardia Nacional a Memphis
En la mañana del 11 de septiembre, varias universidades históricamente negras (HBCU, por sus siglas en inglés) en el sur de Estados Unidos recibieron amenazas racistas contra sus campus. Las amenazas obligaron a las escuelas a cerrar sus puertas y a pedir a estudiantes, profesores y personal escolar que se mantuvieran alejados de los campus. El cierre se levantó más tarde ese mismo día, pero varios campus cancelaron las clases el resto de la semana por precaución.
Las universidades que reportaron haber recibido amenazas fueron la Universidad Estatal de Alabama, la Universidad Hampton (Virginia), la Universidad Estatal de Virginia, la Universidad del Sur y el A&M College (Luisiana), la Universidad Bethune-Cookman (Florida) y la Universidad Clark Atlanta. Otras HBCU que no recibieron amenazas directas, como el Spelman College de Atlanta, también cerraron las puertas o reforzaron sus medidas de seguridad por precaución.
El contenido exacto de las amenazas contra las HBCU no se ha hecho público. Pero según el Washington Post, la carta amenazante enviada a la Southern University “según se informa contenía lenguaje racista y una referencia al reciente apuñalamiento mortal de la refugiada ucraniana Iryna Zarutska en Charlotte [Carolina del Norte]. Un hombre negro sin hogar con antecedentes de enfermedad mental grave ha sido acusado de su asesinato”. Una amenaza recibida por otra HBCU contenía prácticamente las mismas palabras. El asesinato de la mujer ucraniana, ocurrido en agosto, ha sido utilizado por Trump como una justificación adicional para la represión fascista en todo el país en nombre de la “lucha contra el crimen” y el “restablecimiento del orden público”.
Estas amenazas contra las HBCU, claramente destinadas a avivar el miedo y el terror, se produjeron apenas unas horas después de que Donald Trump apareciera en televisión nacional desde la Casa Blanca para culpar a la “izquierda radical” del asesinato del agitador fascista Charlie Kirk. Como señala la declaración en revcom.us sobre el asesinato de Kirk y las distorsiones de Trump: “A Trump se le ha unido con esta postura un coro unificado proveniente de las filas fascistas — con importantes portavoces fascistas como Steve Bannon, el presentador de Fox News Jesse Waters, y Alex Jones, todos los que lo llaman una ‘guerra’. Es evidente que, en este momento, los fascistas están aprovechando el asesinato de Charlie Kirk para poner a la defensiva política a todos aquellos que les oponen; para unir a las tropas fascistas de MAGA en torno a su estandarte; y para sentar las bases para tomar medidas altamente represivas mucho peores”.
Uno de los elementos clave en el núcleo del fascismo de Trump y MAGA (incluyendo lo que Charlie Kirk difundió en los campus y los medios de comunicación) es el racismo descarado y la supremacía blanca. Bajo el lema de erradicar lo “woke” (concienciado) y la DEI (diversidad, equidad e inclusión), el régimen fascista de Trump ha actuado con rapidez desde el primer día para demoler cualquier intento de reformar la flagrante discriminación, segregación, exclusión y borrado de las personas negras y otras personas oprimidas en este país, y para restablecer el racismo manifiesto y la discriminación dura y abierta que caracterizaron todos los aspectos de la vida en Estados Unidos hasta hace apenas 60 años. El propio Kirk adoptó posturas abiertamente racistas, como denunciar la Ley de Derechos Civiles de 1964 —que abordó algunas de las flagrantes desigualdades contra las personas negras y otras personas oprimidas— como un “error” y un “arma antiblanca”. Se burló de la jueza de la Corte Suprema Ketanji Brown Jackson, llamándola una “contratación por diversidad”, e hizo declaraciones depravadas que menospreciaban a las personas negras, como: “Si veo a un piloto negro, voy a pensar: ‘Vaya, espero que esté calificado’”.
En el contexto de todo lo que hemos descrito anteriormente, estas amenazas son ataques ominosos y deben tomarse muy en serio.
Nuevos hechos sobre el hundimiento de un barco venezolano por parte de Estados Unidos revelan aún más claramente la naturaleza ilegal, asesina y fascista de este asesinato en masa
Sunsara Taylor: Carta abierta a Ezra Klein: Cumpla con su reto de dejar de actuar como si Trump fuera normal (vídeo en inglés)
Desde nuestro artículo inicial sobre el ataque del 2 de septiembre (Trump ordena que militares estadounidenses asesinen a 11 venezolanos en aguas internacionales), nuevas revelaciones y acontecimientos han subrayado lo que escribimos entonces1.
- El New York Times informó que el barco —que el secretario de Estado Marco Rubio calificó como una “amenaza inmediata” para Estados Unidos— “había alterado su rumbo y parecía haber dado la vuelta antes de que comenzara el ataque porque las personas a bordo aparentemente habían visto una aeronave militar que lo acechaba”. Este “cambio de rumbo” fue eliminado del video que el régimen de Trump hizo público. El Times citó a un contralmirante y abogado militar superior jubilado de la Armada:2 “Si alguien se está retirando, ¿dónde está entonces la ‘amenaza inminente’? ¿Dónde está la ‘defensa propia’? [Las amenazas] han desaparecido si alguna vez existieron, lo cual no creo que haya existido”.
- El artículo del Times también informó que Estados Unidos continuó “atacando repetidamente el buque incluso después de inutilizarlo”. Esto también fue editado y eliminado del video público.
Ambas revelaciones demuestran que el ataque estadounidense fue un acto de terrorismo, cuyo objetivo era establecer el dominio estadounidense sobre una región a mil millas de las costas estadounidenses (y contra Venezuela en particular).
Unos días después del ataque, Trump y su secretario de Defensa, Pete Hegseth, junto con otros fascistas de alto rango, se encontraban en el Despacho Oval celebrando la orden ejecutiva de Trump de cambiar el nombre del Departamento de Defensa a “Departamento de Guerra”. Para dejarlo claro, Hegseth declaró que esto significaba una nueva orientación para el ejército: “Máxima letalidad, no una legalidad tibia. Efecto violento, no políticamente correcto”.
Se supone que las leyes de la guerra protegen a los niños y a otros civiles no combatientes de ser blanco de ataques, prohíben la tortura o el asesinato de prisioneros capturados, etc. Así que piensen en lo que significa para estos líderes fascistas decir explícitamente: “¡Al diablo con la ley, mataremos, mutilaremos o torturaremos a quien se nos dé la gana!”.
A medida que transcurrían los días tras el ataque del 2 de septiembre sin que Estados Unidos presentara públicamente ninguna prueba de sus acusaciones sobre “narcoterroristas”, con la fachada de “defensa propia” destrozada y sin una teoría jurídica coherente que justificara el asesinato a sangre fría en alta mar, los expertos legales se alarmaron cada vez más. Por ejemplo, tres abogados que habían trabajado anteriormente para el Departamento de Estado de Estados Unidos en estas cuestiones hablaron sobre el incidente en un podcast de Just Security el 9 de septiembre. Todos coincidieron en que lo que Estados Unidos había hecho era un “asesinato” y un precedente peligroso. La presentadora Tess Bridgeman resumió:
Asesinato, ejecución extrajudicial. Y creo que es útil pensar en el resultado. Si puede hacerlo aquí, puede hacerlo en cualquier lugar... El presidente se ha arrogado la autoridad para cometer asesinatos premeditados de presuntos delincuentes, sin el debido proceso, juicio ni siquiera un intento de arresto o interdicción.
Bridgeman continuó, planteando otro punto muy importante que también lo ha comentado otros: “Y los militares han cumplido esa orden”.
En otras palabras, en esta “prueba” de la “letalidad, no legalidad” de Hegseth, una orden completamente ilegal e inmoral (que los soldados estadounidenses están legal y moralmente obligados a desobedecer) llegó hasta el final de la cadena de mando desde Trump y, al menos hasta donde sabemos, todos en esa cadena “hicieron su parte”… y se volvieron cómplices de un crimen de guerra fascista.
En el momento del ataque del 2 de septiembre, el secretario de Estado Rubio se jactó de que “volvería a ocurrir”. Estados Unidos ha estado acumulando enormes fuerzas militares aéreas, navales y terrestres en la región del Caribe. La propaganda y la demonización contra el presidente venezolano, Maduro, se han intensificado, y el temor a que Estados Unidos ataque a Venezuela de alguna manera es cada vez mayor. Venezuela afirma que también está movilizando fuerzas militares de defensa en todo el país.
El canciller venezolano muestra una foto del barco pesquero abordado por la Armada de Estados Unidos, el 13 de septiembre de 2025.
El 13 de septiembre, Venezuela informó que un atunero venezolano en aguas territoriales de ese país fue “abordado ilegal y hostilmente por un destructor de la Armada de Estados Unidos” y que 18 efectivos armados permanecieron a bordo durante ocho horas, impidiendo la comunicación y el normal desarrollo de las actividades de los pescadores. Posteriormente, fueron liberados bajo escolta de la Armada venezolana.
La agresión de Trump contra Venezuela es flagrante, ilegal, peligrosa y completamente ilegítima en muchos aspectos. Sienta un precedente extremadamente peligroso.
El líder fascista brasileño Bolsonaro es declarado culpable de conspirar para un golpe de Estado; el régimen fascista de Trump sale en su defensa
Manifestantes llevan máscaras de Bolsonaro y Trump, Sao Paulo, Brasil, 10 de julio de 2025. Foto: AP
El jueves 11 de septiembre, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro, junto con siete de sus principales partidarios, fue declarado culpable de planear un intento de golpe de Estado y condenado a 27 años de prisión. Brasil, con una población de más de 200 millones de habitantes, es, con diferencia, el país más poblado de Centroamérica y Sudamérica, y cuenta con un sistema judicial bien establecido. Sin embargo, Bolsonaro es un aliado cercano de Trump, y el régimen de Trump ya ha respondido, rechazando con airadas amenazas el veredicto judicial de una nación soberana.
Bolsonaro construyó y lideró un poderoso movimiento fascista en Brasil que recordaba con cariño la dictadura militar de 21 años que llegó al poder mediante un golpe de Estado respaldado por Estados Unidos en 1964. Para cuando los militares fueron expulsados del poder en 1985, cerca de mil disidentes políticos habían sido asesinados o “desaparecidos”, y más de 30.000 habían sido sometidos a tortura. (Vea “Crimen Yanqui Caso # 86: 1964, el golpe en Brasil y el ascenso de la brutal dictadura militar”).
Elegido presidente en 2018, Bolsonaro era conocido como el “Trump del Trópico”, y ambos fascistas se apoyaban firmemente. Los partidarios de Bolsonaro a veces ondean banderas estadounidenses para manifestar su unidad con Trump.
El régimen de Bolsonaro se caracterizó por la persecución extrema de los pueblos indígenas y otras minorías; y un nivel sin precedentes de saqueo y destrucción del medio ambiente, incluida la deforestación de la vasta y exuberante cuenca del río Amazonas, conocida como “los pulmones del mundo”, para abrir camino a ricos terratenientes y empresas mineras; y la negativa a responder a la epidemia de COVID 19, lo que provocó cientos de miles de muertes innecesarias.
Bolsonaro perdió las elecciones de 2022 ante Luiz Inácio Lula da Silva, considerado “de izquierda”. Bolsonaro y sus partidarios, siguiendo los pasos de Trump, se pusieron furiosos, alegando que las elecciones habían sido “robadas” y preparándose para tomar el poder mediante un golpe de Estado. Esto culminó, como ocurrió con Trump, en un asalto de miles de sus partidarios a edificios gubernamentales en la capital, Brasilia, que fue derrotado por la policía y las fuerzas armadas brasileñas.
Se investigó el papel de Bolsonaro en este asunto y posteriormente fue arrestado y acusado de conspirar para el golpe. El régimen de Trump, al regresar al poder, denunció estas acusaciones e intentó descaradamente presionar a Brasil para que dejara en libertad a Bolsonaro. El régimen de Trump impuso sus aranceles más altos (50%) a Brasil. También impuso severas sanciones al juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes, quien conocía el caso.
Brasil respondió con desafío, continuando el juicio hasta su conclusión. El presidente Lula declaró: “Estados Unidos debe saber que no está tratando con una república bananera”.
La respuesta de Estados Unidos al veredicto ha sido beligerante y siniestramente vaga. El secretario de Estado Rubio tuiteó de inmediato: “Estados Unidos responderá como corresponde a esta cacería de brujas”. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó: “El presidente no teme usar el poder económico y militar de Estados Unidos de América…” en apoyo de Bolsonaro.
Otro funcionario estadounidense dijo: “Mientras Brasil deje el destino de nuestra relación en manos del juez Moraes, no veo solución a esta crisis”.
La agresión contra Venezuela y las amenazas contra Brasil son claras ilustraciones de esta importante verdad, expresada en el mensaje de Bob Avakian en las redes sociales @BobAvakianOfficial REVOLUCIÓN #114, “Derrotar al fascismo de Trump y MAGA: Con la vista puesta en algunas futuras elecciones... o trabajar ahora para movilizar a millones de personas en torno a esta poderosa demanda unificadora: ¡Que se vaya el régimen fascista de Trump!”:
El fascismo de Trump es un régimen que despoja abierta y agresivamente los derechos básicos y declara flagrantemente que no existe ningún estado de derecho ni debido proceso legal más allá de lo que él mismo dicta, y que el poder destructivo puro y duro es lo que tiene que regir en el escenario internacional, sin siquiera la pretensión de adherirse al derecho internacional ni preocuparse por la soberanía, o incluso el derecho de existir, de los pueblos y países menos poderosos.
Trump ahora dice que enviará tropas de la Guardia Nacional a Memphis
El 12 de septiembre, Trump anunció que enviará tropas de la Guardia Nacional “y a cualquier otra persona que necesitemos” (incluidos militares regulares) para tomar Memphis, Tennessee, en nombre de la “lucha contra el crimen”. Declaró a Fox News que “el alcalde está contento” y “el gobernador está contento” con la ocupación planeada.
Es cierto que el gobernador está contento. A diferencia de Chicago, un bastión del Partido Demócrata donde se avecinaba un enfrentamiento durante las últimas semanas, Tennessee es un bastión de republicanos fascistas que cuentan con una supermayoría en la legislatura estatal. Y su gobernador es un leal a Trump que ya estaba en conversaciones con él y para averiguar “el mejor papel para la Guardia Nacional junto con el FBI, la Patrulla Estatal de Carreteras, la policía municipal y otras agencias del orden”. Y es uno de los gobernadores que envió tropas de la Guardia Nacional a Washington, D.C. para apoyar la ocupación allí.
Sin embargo, el alcalde de Memphis, Paul Young, quien es negro, no está contento. Y muchos otros funcionarios estatales electos tampoco. Tras el anuncio, Young declaró: “No solicité la Guardia Nacional y no creo que sea la manera de reducir la delincuencia”. Y el alcalde del condado de Shelby, donde se encuentra Memphis, quien también es negro, calificó el plan de Trump de “antidemocrático”.
Memphis encaja con la estrategia racista general de Trump de usar la “delincuencia” como justificación para atacar y aplicar una represión más brutal en ciudades con una gran población de negros. Memphis es la segunda ciudad más grande de Tennessee y una de las ciudades con mayor población de negros del país.
Tyre Nichols Foto: Courtesy of Kris Volker
Tyre Nichols, un hombre negro de 29 años, fue brutalmente golpeado hasta la muerte por cinco policías de Memphis el 7 de enero de 2023, tras ser detenido por un control de tráfico. Hubo protestas en todo el país tras la publicación de videos que mostraban a los policías pateando y golpeando violentamente a Nichols. La indignación ciudadana por el trato que los tribunales han dado a estos asesinos sigue siendo intensa. Ninguno de los cinco policías fue condenado por el asesinato de Tyre Nichols. Tres fueron condenados por cargos menores en un tribunal federal. Pero ahora, mientras esperan la sentencia, un juez federal les ha concedido nuevos juicios.
El representante estatal de Tennessee, Justin J. Pearson, otro funcionario negro que representa parte de Memphis, declaró en una entrevista con MSNBC: “No es casualidad que seamos una ciudad de mayoría negra con personas negras en puestos de poder. No es más que usar nuestra ciudad como una estratagema supremacista blanca para asegurar que su base siga enfurecida. Es la presencia de una fuerza militar en nuestra ciudad la que intenta enviar el mensaje de que no tenemos el derecho ni la capacidad de autogobernarnos, y que nosotros, como personas negras, necesitamos ser dirigidos por un presidente supremacista blanco de Estados Unidos. Eso es inmoral, injusto y antiamericano”.
Pearson también afirmó que “Memphis luchará por sí misma” y “se opondrá al autoritarismo, a un aspirante a dictador y a cualquiera que intente perjudicarnos”. La indignación también crece en Memphis por la decisión de un juez de conceder nuevos juicios a tres de los cerdos policías condenados por el asesinato de Tyre Nichols en enero de 2023 (vea el recuadro).
En su mensaje en las redes sociales REVOLUCIÓN #130, “El racismo flagrante, el fascismo en general —no el ‘combate contra la delincuencia’— es el motivo básico por el que Trump utiliza ilegalmente a los militares para ocupar ciudades y aterrorizar a la gente”, Bob Avakian (BA) señala este punto muy importante:
Hablar de “combatir la delincuencia”, para “justificar” el uso de los militares para ocupar ciudades, es simplemente un mecanismo para llevar a cabo una represión aún más flagrante, desenfrenada brutalidad y asesinato a que la población negra, y otros, han estado sometidos a lo largo de la historia de Estados Unidos — y que el régimen fascista de Trump está decidido a imponer sin respetar, y al violar de manera flagrante, la Constitución y los derechos de la población que se supone que garantiza la Constitución.