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En defensa de Bob Avakian y los Revcom

Tercera parte: Contra otras calumnias y estupideces de la izquierda 

Nota de la redacción: este artículo de Paul Street, historiador y autor, apareció originalmente el 30 de enero de 2024 en The Paul Street Report. La Primera parte de la serie está disponible aquí y la Segunda parte está disponible aquí.

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Bob Avakian durante una gira nacional de conferencias de 1979.   

Estimados lectores: aquí concluyo mi defensa de Bob Avakian y del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, por ahora. Ciertamente he omitido algunos ataques hechos en contra de Avakian y los Revcom y ciertamente no he presentado todas las defensas/argumentos que harían los Revcom de larga trayectoria y el propio Avakian. He respondido en esta serie a ataques que me enviaron específicamente.

Re: “El análisis del PCR y su lucha contra el republi-fascismo los convierte en un frente y una herramienta del Partido Demócrata” (Vea en la Primera parte una lista de todas las acusaciones imbéciles y mezquinas contra los Revcom que me enviaron en los últimos años).

Ésta es una acusación idiota tanto desde el punto de vista lógico como empírico. Digamos que mi vecino tiene dos perros feroces y sociópatas, los cuales amenazan a mi vecindario y que los he denunciado. Pero entonces supongamos que sólo uno de estos dos peligrosos caninos ha sido infectado recientemente por la rabia. Si señalo que uno de los perros ahora tiene rabia, ¿eso significa que de alguna manera estoy abrazando al perro no rabioso? Por supuesto que no.

Para llevar más allá lo absurdo de la crítica de la “Trumpenizquierda”, imaginemos que he señalado constantemente que el perro no rabioso ha sido un cómplice facilitador y conciliador de la rabia que ha infectado al otro perro, y además que he argumentado que el orden social y político dominante que ambos perros apoyan es el generador de la rabia que ahora amenaza a la vida en nuestra cuadra.

Ésa es parte del análisis del PCR sobre el Partido Demócrata: un perro feroz capitalista-imperialista estadounidense que representa graves amenazas a la humanidad y al mismo tiempo habilita a otro perro feroz capitalista-imperialista estadounidense que ahora se ha convertido en el fascismo político interno: el Partido Republi-fascista. Los Revcom nunca han dejado de criticar al primer perro lacayo (demócrata) por su naturaleza capitalista-imperialista y siempre han visto a los demócratas como profundamente cómplices del ascenso del republi-fascismo.

El rompimiento con las formas de parte de Avakian al decir que la gente debería votar “por” Biden a fin de bloquear un segundo mandato de Trump en las notables circunstancias de 2020 no fue clara y explícitamente más que crear un “espacio para respirar” (un término especialmente relevante ahora que la Covid-19 se disparó con la ayuda de Trump) para que las fuerzas progresistas, radicales y revolucionarias sobrevivan y se expandan sin un fascista rabioso en el cargo más peligroso y poderoso del mundo. Esto es algo que los “radicales” fetichistas del voto no entienden. (Para muchos electoralistas adictos a un tercer partido de quienes escucho, la cuestión de cómo se vota o no una vez cada cuatro años bajo las extravagancias electorales cuatrienales de los amos imperialistas centradas en los candidatos y en el absurdo Colegio Electoral de los dueños de los esclavos es un asunto sagrado.)

El consejo táctico de Avakian en 2020 llegó sólo después de que quedó claro que más de tres años de llamar a la destitución de Trump mediante una resistencia antifascista de masas en las calles y plazas públicas no habían logrado prender la rebelión popular necesaria. Esa resistencia tenía como objetivo no sólo sacar al “régimen de Trump y Pence”, sino establecer términos nuevos y radicales para la política estadounidense y mundial desde abajo hacia arriba.

Si “la izquierda” no hubiera estado tan quieta y coja durante la primera presidencia de Trump, en que muchos de sus “intelectuales” negaron que un régimen fascista ocupaba la Casa Blanca —¡una estúpida negación de la “Trumpenizquierda” que continuó en algunos casos incluso después del 6 de enero—!, Trump posiblemente podría haber sido sacado del poder sin que la gente tuviera que recurrir a la basura electoral burguesa (la “BEB”, acrónimo de Avakian) en 2020.

¿Partidarios de los demócratas Clinton-Obama-Biden? Avakian y el PCR llevan mucho tiempo denunciando sistemáticamente a los demócratas como una entidad capitalista-imperialista vil y asesina en masa y, de hecho, como el criminal imperial más grande y eficaz entre los dos partidos reinantes en Estados Unidos. Vea este cartel actual de los Revcom sobre Biden:

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Un comentario del 2 de enero de 2024 en el sitio web de Revcom dice que el genocidio israelí-estadounidense el que “los ojos del mundo han presenciado, está dejando al desnudo la verdadera naturaleza de Estados Unidos y Biden como criminales de guerra despiadados, arrancando la fachada de Estados Unidos como algún ‘defensor de los derechos humanos’ ante personas de todo el mundo, y en Estados Unidos”. Un tema constante en el sitio Revcom y en el show semanal Revolución, y Nada Menos de los Revcom es la ruindad moral total de las opciones en las elecciones presidenciales de 2024 que se ofrecen a las masas estadounidenses: o la amenaza fascista anaranjada Trump o el vil belicista imperialista corporativo “Genocida Joe” Biden. Los Revcom citan a Avakian del otoño pasado sobre por qué Biden ha respaldado la guerra genocida de Israel contra Gaza y cómo ese respaldo ayuda a hacer el argumento a favor de la revolución socialista mundial:

“¿Por qué Biden, y básicamente el gobierno entero y la clase dominante entera de Estados Unidos, apoyan a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino, a los ojos del mundo entero? No se debe al ‘poder del cabildo judío’ — ni a que, según alguna noción ignorante, ridícula e indignante, ‘los judíos lo controlan todo’. Se debe al ‘papel especial’ de Israel como un bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una región estratégicamente importante del mundo (el ‘Medio Oriente’). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento de la dominación opresiva del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo. Esto —el mantenimiento y la imposición de la dominación asesinamente opresiva del imperialismo estadounidense— es el mismo motivo por el cual Biden promueve la mayor intensificación de la guerra de sustitutos que Estados Unidos está librando contra Rusia en Ucrania, así como preparativos adicionales para una guerra con China, incluso a costas de arriesgar la propia existencia de la humanidad. ... Todo esto es la verdad básica sobre la realidad esencial. Y pone de relieve con agudeza una vez más la profunda importancia de mi comentario de que Nosotros, la gente del mundo, ya no podemos darnos el lujo de permitir que estos imperialistas sigan dominando al mundo y determinando el destino de la humanidad. Hay que derrocarlos cuanto antes. Y es un hecho científico que no tenemos que vivir así”.

Eso está muy lejos de “servir de frente para los demócratas”.

Re: “Son timadores”

La acusación de “timadores” es nada menos que pura calumnia. Se hace sin la más mínima pizca de rastro de un olor de un ápice de un cachito de una fracción de un destello de evidencia. Todas las organizaciones políticas recaudan dinero para llevar a cabo sus funciones. El primero de los seis “puntos de atención” básicos del PCR prohíbe que las personas se beneficien de la organización y del movimiento.

Re : Tonterías violentamente estúpidas sobre la violencia

Las dos acusaciones opuestas relacionadas con la violencia contra los Revom — “el PCR promueve la violencia” y “el PCR es demasiado pacifista” — son absurdas en ambos casos. Los Revcom rechazan la venganza y la noción sociopatológica de que “el fin justifica los medios”. Avakian y el PCR son profundamente críticos con la venganza violenta y la sangrienta noción bíblica de que “los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros” — un axioma que no es más que una reversión de posición, venganza y retribución sin cambio sistémico. Al mismo tiempo, los Revcom no se hacen ilusiones acerca de que la clase dominante y sus mercenarios y partidarios entreguen el poder pacíficamente. Reconocen el derecho del pueblo revolucionario a la defensa propia. Son conscientes de que las revoluciones implican la toma y el ejercicio del poder estatal y que el poder estatal depende, entre otras cosas, del uso de la fuerza. La noción de una revolución completamente incruenta para derrocar al capitalismo-imperialismo es históricamente absurda. También lo es la noción de eludir nuestra responsabilidad de luchar por un mundo mejor porque hacerlo provocará represión contra nosotros — y/o porque mantener una revolución socialista requerirá el uso de la represión contra aquellos que intentarán restaurar el capitalismo por todos los medios. ¿Se supone realmente que debemos dejar de luchar para reemplazar un sistema exterminista y apocalíptico (capitalismo-imperialismo) que está cancelando todas las perspectivas de un futuro humano decente porque “alguien quizá resulte herido” cuando luchemos para crear una forma completamente nueva, liberadora y sustentable de vivir? Las personas que responden afirmativamente a esa pregunta han abrazado el pacifismo como una rendición patológica a un orden social profunda e incluso patológicamente violento y, de hecho, basado en la violencia.

Re: El supuesto pecado del “comunismo científico”

La afirmación de que Avakian y el PCR promueven una noción fría y desalmada del comunismo como ciencia pura es lamentablemente ignorante. Los Revcom llaman para un enfoque científico —teoría y práctica basada en evidencia y comprobación— de la naturaleza, la historia, la política, la cultura y la sociedad, algo que para nada descarte la relevancia de la acción humana, los accidentes y las contingencias y algo que para nada tenga por objetivo cancelar el asombro, la poesía y el espíritu. Avakian sostiene que los practicantes de la ciencia (y las artes) tienen que tener la libertad de “hacer lo suyo” sin miedo ni control políticos. Avakian sostiene (correctamente en mi opinión) que el marxismo es un paradigma científico de la historia y la revolución y una visión científica de la naturaleza y la destructividad del capitalismo-imperialismo, no el amo de toda la ciencia ni el único enfoque científico que puede informar la teoría y práctica revolucionaria . Dice que el marxismo debería “abarcar pero no reemplazar” lo mejor de la filosofía, el arte, la literatura y la ciencia.

Al mismo tiempo, Avakian y los Revcom adoptan lo opuesto a un enfoque frío, clínico y de laboratorio de la historia y la sociedad. Combinan una perspectiva con una fundamentación científica con un compromiso de “corazón y alma” de “jugárselo el todo por el todo ” — por la revolución. No hay ninguna paradoja real en esta unidad de opuestos. Poseer una comprensión marxista con fundamentación científica de cómo “funciona” el capitalismo-imperialismo anárquico para muy posiblemente (casi con certeza si no se reemplaza radicalmente el socialismo revolucionario) acabar con las posibilidades de un futuro humano decente (vía mis ya mencionados “cuatro jinetes del apocalipsis capitalista-imperialista”) puede y debe nutrir una apasionada oposición moral al sistema reinante. Tener una conciencia científica de que la opresión y la explotación son innecesarias y que es posible otra forma liberadora de estructurar la sociedad puede y debe nutrir un compromiso apasionado para con la revolución.

Re: “El PCR está descalificado del liderazgo radical porque su líder es un viejo hombre blanco. ¡No tiene por qué cruzar líneas raciales, de género y generacionales para hablarnos sobre la revolución!”

La afirmación de que a Avakian se le puede y debe ignorar debido a su raza, género y edad es una encarnación perfecta de la patología izquierdista del identitarismo del “wokester” [concienciado], íntimamente relacionada con la aflicción mental de la “epistemología del punto de vista posicional”. Actuando como la imagen inversa de sus enemigos blancos cristianos nacionalistas/neofascistas-amerikánderes, los “wokesters” de izquierda incluso le confieren exagerados e incluso escandalosos privilegios intelectuales y políticos al color de la tez y/o al género y/o a la identidad sexual y/o a la etnia y/o (en el sentido de versión proletarista del trastorno del punto de vista posicional) a la clase por encima y en contra de la investigación científica básica, el rigor y el activismo revolucionario de principios. El izquierdismo de los “wokesters” de izquierda guardan mucha relación con quién eres, y con que quién guarda mucha relación con tu raza y/o género y/o identidad sexual y/o incluso clase en lugar del trabajo intelectual y político serio que hayas hecho y cómo trabajas y/o te propones trabajar con otros para liberar a la humanidad de la explotación y la opresión. Su “punto de vista posicional” es una identidad y no la ciencia, la experiencia y el sentimiento sobre la realidad objetiva y la teoría comprobada por evidencia. Eso es profundamente reaccionario.

Los “woketarianos” [concienciados] de izquierda están comprometidos con la cultura de la cancelación, que es algo real y obstruccionista aunque la derecha explota y distorsiona esa patología con fines revanchistas. Confundir la victimación con los logros morales e intelectuales y la visión política, la izquierda epistemológica hiper-identitaria del punto de vista posicional promueve una “mentalidad de Olimpiadas de la opresión” que busca determinar quiénes son las personas más verdaderamente oprimidas de todas, en lugar de cómo construir un movimiento revolucionario contra/para derrotar toda opresión. Sin un movimiento así, a la gente identificada con la izquierda no le queda nada más que un reformismo mezquino, la basura electoral burguesa acostumbrada (reflejada en el canto de los activistas de solidaridad pro Palestina que le dicen a Biden “lo recordaremos en noviembre”), pasividad absoluta y/o venganzas amargas. Carlos Marx, el fundador de la ciencia del materialismo histórico, y su estrecho colaborador Federico Engels eran viejos hombres blancos dedicados a la abolición del dominio de clase, de la división de clases y de todas las formas de opresión y explotación.

En su despacho de apertura en las redes sociales el jueves pasado, Avakian dio una respuesta apropiadamente iracunda a la demencial tontería “woke” (concienciada) que cancela a un pensador y activista radical debido a la edad, color de la tez, género, cultura y/o sexualidad de ese pensador-activista, etc.:

Y para todos los presuntuosos y vividores ‘woke’ (concienciados) por allá: ni se molesten con esas tonterías de ‘quién es usted’ para decir todo ello. Les diré quién soy: tengo seriedad de corazón y alma sin transigir, por una revolución en que la gente pueda llegar a estar completamente libre, tengo una comprensión científica de la necesidad, y la posibilidad, de esta revolución. Por serio que esto sea, no tengo tiempo, y no tenemos tiempo, para toda esta mezquina basura menos que inútil sobre quién tiene derecho a decir esto o aquello. Todos tienen el derecho, y la responsabilidad, de conocer la verdad y de decir la verdad, especialmente sobre cuestiones verdaderamente de vida o muerte, que abordan la situación entera y todo el futuro de la humanidad, y todos tienen el derecho y la responsabilidad de actuar según esa verdad”.

Tengo muchas historias que contar acerca de personas “woke” (concienciadas) de izquierda que me descartan absurdamente y en otros sentidos me rechazan simplemente por mi género, raza y, cada vez más, edad. Durante la Rebelión de George Floyd de 2020, para relatar tan sólo una de estas historias, estudiantes universitarios blancos con ojos llorosos me explicaron esto cuando hice campaña para que opusieran resistencia al llamado del alcalde neoliberal obamiano de Iowa City a que la gente pusiera fin a su ocupación de la autopista Interestatal-80: “Él es negro y usted es blanco. ¡Vamos a hacer lo que él diga!”

Durante la Rebelión de Ferguson/La Vida de los Negros Importa [BLM] de 2014, en una ocasión —durante una pequeña manifestación frente al Departamento de Policía de Iowa City— señalé que los policías de Iowa City de hecho mataron a un hombre negro a sangre fría — John Deng en el verano de 2009. Una estudiante blanca de sociología se me acercó y me dijo que “los hombres blancos no dicen ni una palabra en los mítines de BLM”. Pensé que el asesinato de John Deng merecía una breve mención cuando un orador dijo “podría ocurrir aquí”.

Y luego están los desbocados “woketarianos” (concienciados) tipo falsos radicales afiliados al Partido Demócrata, quienes en 2022 les dijeron a los luchadores militantes por el derecho al aborto con RU4AR [De Pie Por el Derecho al Aborto] que no usaran las palabras “mujeres”, “maternidad forzada” y “esclavización femenina” — y que luego redoblaron sus fanfarronadas asombrosas al decirnos que éramos “anti-trans” (“TERF”) ¡si no nos sometiéramos a su demanda idiota y reaccionaria de eliminar a la mitad de la humanidad (las mujeres) de su agitación contra un vil proyecto patriarcal-fascista dirigido claramente a esa mitad (femenina) de la especie humana! Total “Demencia ‘Woke’”, para usar el título de una conferencia reciente impartida por la Revcom lideresa y cofundadora de RU4AR, Sunsara Taylor.

He tenido más de unas cuantas confrontaciones feas con entusiastas personas “woke” que parecen mucho más interesadas en el estúpido cambio de palabras que en cambiar el mundo. Considero que este tipo de personas que se identifican con la izquierda son tan irracionales y ridículos como lo son los fascistas cristianos a los que dicen oponerse y con quienes están metidos en un juego que se refuerza mutuamente de intimidación identitaria anticientífica.

“Avakian respalda a la policía”

Hágame el favor. “Anarquistas” y algunos socialdemócratas muy confundidos que conozco dicen que quieren “abolir la policía”. Sin duda, hay un sentimiento noble allí — un deseo de vivir sin un estado coercitivo y punitivo. Pero, ¿de dónde creen que proviene la policía moderna y cada vez más militarizada? Es un claro producto histórico del dominio de la clase capitalista con el propósito de proteger la propiedad burguesa y disciplinar a las masas empobrecidas, asalariadas, a veces rebeldes e incluso a veces revolucionarias. Con el tiempo, el estado policial interno de Estados Unidos ha adoptado una variedad de métodos y armas represivos letales desarrollados en las interminables guerras imperiales del capitalismo. ¡¿Cómo se va a abolir la policía sin derrocar al capitalismo-imperialismo?!

Además, digamos que ya nos pusiéramos truchas y tuviéramos una revolución socialista durante los cinco años que vienen, algo que muy mucho necesitamos hacer a la luz del hecho de que el capitalismo-imperialismo está anulando (lo digo de nuevo a riesgo de golpear a un caballo muerto) todas las perspectivas de un futuro digno. ¿Significaría eso que dejaría de haber gendarmes? No. Hablemos con seriedad. Además del hecho de que los problemas persistentes de desigualdad, sociopatía, proliferación de armas y alienación alimentarían la persistencia del crimen y la violencia incluso en un nuevo orden socialista, también habría que lidiar con una masa significativa de contrarrevolucionarios violentos decididos a deshacerse del nuevo estado socialista con terror disruptivo. Por supuesto, el nuevo estado revolucionario tendría que estar preparado para suprimir a los contrarrevolucionarios violentos.

Pero en una sociedad socialista revolucionaria, sostiene Avakian, el papel de la policía se transformaría fundamentalmente. La policía ya no estaría alistada para proteger la riqueza y los privilegios de una burguesía gobernante y sus sirvientes adinerados. La policía ya no impondría un apartheid racista. Estarían fuera del negocio de aterrorizar, torturar y matar a tiros a personas de color y pobres. Ya no serían incorporados en la creación de un gigantesco estado carcelario racista y en calificar a millones de personas desproporcionadamente pobres y no blancas con la paralizante marca vitalicia de antecedentes penales. Serían parte de una nueva superestructura política dedicada a llevar a la humanidad más allá del dominio de clase y de todas las formas de explotación y opresión — hacia una sociedad comunista en la que la coerción estatal se convertiría de hecho en una cosa del pasado humano “prehistórico”.

Re: La crítica al discurso

¿Avakian no habla, escribe y cita como un académico? ¡Qué bien! ¿Qué tiene de bueno el discurso y compostura académicos hoy en día (o nunca)? Avakian nunca ha escrito ni hablado para satisfacer los gustos de los editores académicos y los comités de contratación. No está buscando titularidad a una catedra en una universidad, está por la revolución. Abandonó la universidad para convertirse en un revolucionario de tiempo completo a finales de los años 1960. Y una de las cosas refrescantes y bienvenidas de Avakian es que sus escritos y discursos siempre han estado dirigidos a una amplia gama de personas, incluidas los más oprimidos, no sólo a los intelectuales que se forman y pontifican en universidades donde el materialismo histórico y dialéctico básico (marxismo) es absurdamente marginado y descartado en favor de diversas formas de pensamiento elitista y absurdo que promueve carreras y sirve al poder: un subjetivismo identitario y posmoderno, “epistemología del punto de vista posicional”, pragmatismo, positivismo, empirismo, electoralismo, nihilismo, fatalismo, determinismo, neoliberalismo y más.

¿Cómo es que el discurso académico burgués, inclusive en formas marxianas muy ocasionales —muchas de ellas pesadas, desapasionadas, indescifrables e irremediablemente incestuosas— trabaja exactamente para la causa del socialismo? Necesitamos que cada vez más intelectuales se alejen del BAB (la basura académica burguesa ) y bajen de sus pedestales de mandarines para pensar, escribir y actuar como revolucionarios, con una audiencia muy diferente entre sí y objetivos muy distintos al avance profesional. Necesitamos que se salgan de sus carriles dolorosamente estrechos y de sus marcos tibios, que levanten la vista y presten su servicio a lo que Marx y Engels llamaron acertadamente la única alternativa a la “ruina común” de todos: “la reconstitución revolucionaria de la sociedad toda”.

Re: “El PCR abandonó a la clase obrera y la lucha de clases”

Esta es una afirmación curiosa que hacen contra un partido que llama a una revolución proletaria con el objetivo de abolir la explotación sistemática de la clase trabajadora y, de hecho, poner fin por completo a la desigualdad de clases. Avakian y el PCR no abandonaron a “la” clase trabajadora, sino que dejaron atrás el economismo con la cabeza metida en el suelo y la fetichización y el seguimiento a la cola de un proletariado el que el capitalismo global ha refundido en formas que al parecer pasan por alto completamente aquellos izquierdistas que hacen constantes invocaciones rituales a “la clase trabajadora”. El PCR y Avakian han abandonado/rechazado las siguientes ideas de izquierda cuasirreligiosas y anticientíficas: que la verdad objetiva tiene un carácter de clase (el mito de la “verdad de clase”); que “la” clase trabajadora posee algún “conocimiento exclusivo de la verdad” especial en virtud de su posición y lugar de explotados en la sociedad; que por ley histórica, el proletariado va a ser una clase socialista revolucionaria. Como me explicó una vez un Revcom: “si el simple hecho de ser clase trabajadora convirtiera a la gente en socialistas, ya estaríamos viviendo en el comunismo total”.

El PCR y Avakian rechazan el reduccionismo de clase que lo reduce todo al conflicto entre empleadores y empleados. Dirigen a los radicales para que se alejen de la concentración tipo cuadrúpeda que se centra únicamente en la sagrada división de clases y contienda entre el trabajo y el capital, retándolos a examinar de manera más elevada, junto con Marx y Lenin, otras contradicciones en el corazón de la destructiva “anarquía del capital[ismo]” — los conflictos fundamentales actuales que impulsan la historia, entre:

  • la producción social altamente organizada y la apropiación privada parásita.
  • las empresas capitalistas en constante competencia de expandirse o morir entre sí por la participación en las ganancias.
  • Los diferentes burguesías nacionales1 y estados capitalista-imperialistas que se luchan entre sí por partes del saqueo global.
  • las naciones capitalista-imperialistas ricas en el núcleo parásito del sistema capitalista mundial y las masas superexplotadas en la periferia de ese sistema.
  • los mandatos incesantes de crecimiento y ganancias del capitalismo y una ecología habitable.

Avakian y los Revcom canalizan, con razón, a Lenin al negarse a idealizar las luchas sindicales estadounidenses para que los trabajadores estadounidenses obtengan una mayor proporción de las ganancias arrebatadas al proletariado global y al planeta por el capitalismo-imperialismo estadounidense — luchas gestionadas por organizaciones que se convirtieron en apéndices del Partido Demócrata imperialista hace mucho tiempo.

Para el PCR y Avakian, los ex radicales desilusionados que afirman que el marxismo está invalidado por el “fracaso del proletariado a la hora de levantarse contra el capital” han pasado por alto los puntos más perdurables de Marx. El principal descubrimiento histórico-materialista de Marx era que, como explicó Engels en 1888: “en cada época histórica el modo predominante de producción económica y de cambio y la organización social que de él se deriva necesariamente, forman la base sobre la cual se levanta, y la única que explica, la historia política e intelectual de dicha época”. Cada período histórico combina un modo de producción subyacente (que combina fuerzas técnicas con relaciones sociales de producción distintivas) con una superestructura política e ideológica tanto superpuesta al servicio de ese modo de producción como condicionada por éste.

El PCR y Avakian impulsan una revolución política/superestructural cuyo objetivo es reemplazar el modo de producción y superestructura capitalista (francamente eco-exterminista) por un modo y superestructura socialistas revolucionarios que cuente con una dirección y por los que se luche de tal manera que superen todas las formas de opresión y explotación, que incluyan, pero no se restrinjan al dominio de clase. Avakian y los Revcom entienden y singularizan al racismo y al sexismo como formas claves de opresión en sí , mientras sostienen que (contrariamente al identitarismo burgués y pequeñoburgués que prevalece en los círculos liberales y de izquierda de Estados Unidos) no es posible superar ni el racismo ni el patriarcado (profunda y adecuadamente entendido) bajo el capitalismo-imperialismo.

Eso no se refiere a “abandonar a la clase trabajadora”. Se refiera a entender la vida y luchas de las y los proletarios al interior de un análisis apropiadamente profunda y multifacética del sistema dominante en constante cambio y de lo que se requiere para derrocar la anarquía destructiva del capital.

Por supuesto que es cierto que Marx y Engels afirmaron que el proletariado estaba destinado a ser una clase revolucionaria. “La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables”, escribieron Marx y Engels en 1848. Se trataba de una creencia romántica y religiosa que reflejaba una mentalidad teleológica heredada de Hegel. Era una proyección comprensible y aparentemente “científica”, aunque equivocada, que hacer en medio de los turbulentos tiempos europeos caracterizados por luchas de clases épicas impulsadas por la revolución política industrial y burguesa, el libro de Eric Hobsbawm, La era de la Revolución: 1789-1848 hace una transición a su libro La era del capital: 1848-18752.

Marx y Engels parecían tener mejor criterio en su vida política real. Para ser personas que decían pensar que era inevitable el surgimiento de un proletariado revolucionario, seguramente dedicaron muchísimo tiempo y energías discutiendo con trabajadores y activistas para que así fuera y para alistar a otros intelectuales burgueses y pequeñoburgueses en la causa de “emancipar al mismo tiempo, y para siempre, a toda la sociedad de toda explotación, opresión, división en clases y lucha de clases”. (Engels, 1888).

Lenin abandonó, con fama y con razón, el hábito socialista de fetichizar, sentimentalizar y seguir a la cola del proletariado supuestamente inevitablemente revolucionario en su importante folleto de 1902 ¿Qué hacer?:

La historia de todos los países atestigua que la clase obrera, exclusivamente con sus propias fuerzas, sólo está en condiciones de elaborar una conciencia sindical, es decir, la convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra los patronos, reclamar del gobierno la promulgación de tales o cuales leyes necesarias para los obreros, etc. En cambio, la doctrina del socialismo ha surgido de teorías filosóficas, históricas y económicas que han sido elaboradas por representantes instruidos de las clases poseedoras, por los intelectuales. Por su posición social, también los fundadores del socialismo científico contemporáneo, Marx y Engels, pertenecían a la intelectualidad burguesa. ... Exactamente del mismo modo, la doctrina teórica de la socialdemocracia ha surgido en Rusia independientemente en absoluto del crecimiento espontáneo del movimiento obrero, ha surgido como resultado natural e inevitable del desarrollo del pensamiento entre los intelectuales revolucionarios socialistas”.

La noción central que recorre ¿Qué hacer? es la necesidad de formar a revolucionarios profesionales que vayan más allá de la orientación egoísta y economista del “secretario sindical” (que lucha meramente por más para los trabajadores bajo el sistema existente) para convertirse en “tribunos del pueblo” en la lucha multifacética contra toda opresión y explotación — por la transformación revolucionaria de la sociedad.

Si bien él pudiera haber propuesto la noción “inevitabilista” (el término útil de Ishak Baran y “KJa” — véase en adelante) del proletariado como una clase con el destino de derrocar al capitalismo, Marx pasó incontables horas tratando de llevar la ciencia y la teoría a la clase trabajadora y quería que los desertores de clase burgueses y pequeño burgueses se le unieran en esa actividad. El Marx del mundo real —el tenaz líder de la Asociación Internacional de los Trabajadores— no parece haber creído realmente que el proletariado crearía el socialismo sin ninguna ayuda relevante de los aliados de clase burgueses y pequeñoburgueses y de los desertores de clase como él y Engels. Marx nunca escribió sobre la necesidad de que un partido comunista de vanguardia necesariamente incluya a revolucionarios provenientes de las clases élite en la tarea de alistar y movilizar a los trabajadores como “tribunos del pueblo” contra toda opresión —eso le correspondería a Lenin en ¿Qué hacer?— pero dos líneas del Manifiesto Comunista sugieren los contornos iniciales de esta comprensión:

ese sector de ideólogos burgueses ... se ha elevado teóricamente hasta la comprensión del conjunto del movimiento histórico”.

y especialmente lo siguiente:

el progreso de la industria precipita en las filas del proletariado a capas enteras de la clase dominante, o al menos las amenaza en sus condiciones de existencia. También ellas aportan al proletariado numerosos elementos de educación.

La segunda línea, a diferencia de la primera, abarca a personas de las clases élites que no meramente se ponen a la altura del proletariado revolucionario imaginado, sino que llevan “hacia abajo”, al proletariado, algunos de sus conocimientos — “numerosos elementos de educación” que presumiblemente incluyen una comprensión teórica de la historia— al proletariado.

Nada de esto pretende negar la verdad elemental de que la abolición de la posición y el estatus de explotado del proletariado señalaría una transformación revolucionaria de largo alcance para toda la humanidad.

Lecturas recomendadas

A estas alturas, el rechazo, ignorancia, difamación y desprecio multifacéticos de “la izquierda” hacia Avakian y sus camaradas Revcom es nada menos que ridículo. Por increíblemente alto de lo que está en juego hoy, todos aquellos que buscan una salida a la actual pesadilla capitalista-imperialista apocalíptica deberían examinar con seriedad la obra de Avakian, el comunista revolucionario internacional más destacado del mundo. Para cualquiera que esté seriamente interesado en el notable conjunto de obras intelectuales y activistas de Avakian, que merece una fuerte consideración, recomiendo ante todo sus propios libros y ensayos. Comenzaría con su estimulante autobiografía From Ike to Mao, que proporciona un contexto personal e histórico esencial para el desarrollo de sus ideas. En ¿Conquistar el mundo? Deber y destino del proletariado internacional (1982) y El falso comunismo ha muerto… ¡Viva el auténtico comunismo! (1992), Avakian forcejea de manera notable y profunda con grandes cuestiones sobre el marxismo y el comunismo (incluidas críticas significativas a Marx, Lenin, Trotsky, Stalin e incluso a Mao) con las que yo apenas estaba empezando a bregar como estudiante de licenciado con una concentración en historia marxista (en una facultad de historia que alguna vez fue notablemente radical) — cuestiones que dejé en gran medida cuando caí en las garras mortales de la especialización profesional.

Para obtener un excelente resumen de la visión Revcom inspirada por Avakian sobre las revoluciones rusa y china, un importante antídoto contra el anticomunismo reflexivo de los “intelectuales de izquierda” estadounidenses, consulte “La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Una entrevista a Raymond Lotta”, Revolución, No. 323, número especial, 1º de diciembre de 2013, reproducida aquí.

Recomiendo fuertemente el siguiente ensayo filosófico notable, escrito en respuesta a un ataque “marxista” democrático burgués posmodernista contra Avakian realizado por el ex charlatán comunista “camarada Ajith”: Ishak Baran y KJA, “Ajith — Un retrato del residuo del pasado”, diciembre de 2014 , léalo en línea aquí. El ensayo de Baran y KJA quizá sea especialmente útil para los académicos, ya que está escrito con un estilo acorde con sus sensibilidades discursivas y proporciona un resumen atinado de muchas de las principales contribuciones filosóficas, activistas, programáticas y científicas de Avakian.

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NOTAS:

1. Una línea interesante en El Manifiesto Comunista, escrita antes de que Marx se sumergiera en su obra central de economía política (en El Capital, tomos 1, 2 y 3), que ponía un enorme énfasis en la fuerza impulsora de la competencia entre capitales, no solo en la lucha íntimamente relacionada entre los asalariados explotados y los empleadores que extraen plusvalía: “La burguesía [los capitalistas — Paul Street] vive en lucha permanente: al principio, contra la aristocracia [feudal]; después, contra aquellas fracciones de la misma burguesía... siempre, en fin, contra la burguesía de todos los demás países”. [volver]

2. La noción del proletariado occidental como una clase revolucionaria ordenada por la historia parecía tener mucho sentido en la época de Marx y Engels. Era algo muy comprensible y quizás inevitable de creer. Los movimientos y luchas de la clase trabajadora en Inglaterra y Europa de principios y mediados y finales del siglo 19 y los movimientos proletarios en Estados Unidos después de la Guerra Civil (lea el excelente relato de Bruce C. Nelson sobre la clase trabajadora radical en Chicago en la década de 1880) fueron extraordinarios. De veras sí parecían anunciar la llegada de un nuevo orden socialista que se extendiera desde Chicago hasta Danzig. Durante estos años, se estaba rehaciendo y ampliando de manera importante la clase trabajadora occidental. Para millones de artesanos y campesinos europeos, un cruel proceso de proletarización estaba trastornando su mundo, algo que no estaba muy de su agrado. Tenían recuerdos vivos de procesos laborales, comunidades y estilos de vida muy diferentes antes del inicio opresivo y alienante del capitalismo industrial despótico, al que enfrentaron y entendieron como un tipo nuevo y terrible de sistema. A lo largo del Occidente brotaron levantamientos de la clase trabajadora, sindicatos y partidos socialistas nuevos y notables en respuesta a la nueva Edad del Capital. El mundo nunca había presenciado semejante concentración gigantesca de trabajadores como la que se evidenció en las nuevas fábricas, minas y molinos de Europa, Inglaterra y Estados Unidos. Todo con seguridad se pareció mucho al cumplimiento de la profecía expuesta en El Manifiesto Comunista (1848). [volver]

Nos encontramos en un punto de viraje en la historia. El sistema capitalista-imperialista es un horror para miles de millones de personas en Estados Unidos y por todo el mundo y amenaza al propio tejido de la vida sobre la tierra. Ahora, la elección del fascista Trump presenta peligros aún más extremos para la humanidad, y subraya la ilegitimidad total de este sistema, y la necesidad urgente para un sistema radicalmente diferente.

El sitio web Revcom.us sigue la dirección revolucionaria de Bob Avakian (BA), el autor del nuevo comunismo. Bob Avakian (BA) ha analizado científicamente que nos encontramos en un momento poco común cuando una revolución real se ha vuelto más posible en Estados Unidos. Ha trazado una estrategia para hacer semejante revolución, y ha expuesto una visión panorámica y plano concreto para “lo que sigue” en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte.

Revcom.us proyecta la voz, la dirección y la visión de BA por toda la sociedad. Postea su dirección oportuna para los revcom (comunistas revolucionarios) y para todo el movimiento para la revolución, incluidos sus posteos en las redes sociales, y organiza todo el conjunto de su obra.

Nuestro sitio web aplica el enfoque científico que BA ha desarrollado para analizar importantes acontecimientos en la sociedad y en el mundo: por qué pasan, cómo están relacionados entre sí, cómo todo esto está relacionado con el sistema en el que vivimos, a qué corresponden los intereses de la gente, cómo la revolución de hecho es la solución a todo esto y cuáles son los objetivos de semejante revolución.

Revcom.us sirve de guía y eje conector para el movimiento revcom a nivel nacional: muestra lo que se hace, analiza lo que está bien y lo que está mal y aprende rápidamente, y recluta a nuevas personas en lo que tiene que ser una fuerza en rápido crecimiento. Como parte de esto, revcom.us destaca y promueve El Show RNL — ¡Revolución, y Nada Menos! semanal en YouTube.com.

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