¿Qué está mal en esta foto?
Desde que comenzó la guerra en Ucrania, Biden la ha presentado constantemente como parte de una lucha mundial que hace época entre la “democracia” y la “autocracia”. Por ejemplo, en febrero, cuando se acercaba el primer aniversario de la guerra, Biden proclamó:
Las democracias del mundo velarán por la libertad hoy, mañana y siempre. … [Putin] pensó que los autócratas como él eran duros y que los líderes de las democracias eran blandos. Y luego, se enfrentó a la voluntad de hierro de Estados Unidos y de las naciones de todo el mundo que se negaron a aceptar un mundo gobernado por el miedo y la fuerza. … no es posible aplacar los apetitos del autócrata. Hay que oponérseles.
Vea un análisis más profunda de la naturaleza acientífica y egoísta de la historia en cuestión de “democracia versus autocracia”, en Bob Avakian,
Ahora, avancemos rápidamente para obtener una vislumbre de la realidad de la alianza internacional que Biden está forjando.
A fines de junio, la administración Biden organizó una lujosa bienvenida para Narendra Modi, el primer ministro fascista hindú de la India, quien ha tenido el poder y ha configurado a la India durante más de nueve años. (India es ahora el país más poblado del mundo y una importante potencia regional en el sur de Asia, en la frontera con China).
Modi fue invitado a una cena privada con Biden, una bienvenida llena de pompa en el jardín sur de la Casa Blanca y una cena de estado repleta de estrellas.
En una conferencia de prensa conjunta, Biden cantó las alabanzas de la
amistad y la asociación entre la India y los Estados Unidos... Una asociación que se encuentra entre las más importantes del mundo, que es más fuerte, más cercana y más dinámica que en cualquier otro momento de la historia.
Biden agregó que esta “asociación” se construyó sobre “valores democráticos de derechos humanos universales… libertad de prensa, libertad religiosa, tolerancia y diversidad”.
Pero incluso según los estándares muy flexibles de Biden y otros defensores del imperialismo estadounidense (al considerar las “credenciales democráticas” de ellos y sus aliados), Modi es un “autoritario” sorprendentemente brutal y peligroso — un hindú-fascista que cree que la India debe ser gobernada por y para los hindúes y aplasta sin piedad cualquier oposición, incluso dentro de la clase dominante india.
Los 200 millones de musulmanes de la India son perseguidos tanto por leyes discriminatorias destinados a negarles la ciudadanía, como por medio del azuzamiento de turbas hindú-fascistas que queman mezquitas y casas y han matado a decenas de musulmanes, incluidos muchos quemados vivos; la policía de la India no hace nada. El ministro del Interior de Modi se refiere a los musulmanes como “termitas” que deberían ser “arrojadas a la Bahía de Bengala”.
Modi también invadió y ocupó ilegalmente el estado de mayoría musulmana de Jammu y Cachemira, encerrando a toda la población en sus casas, arrestando a miles, prohibiendo la entrada a periodistas extranjeros y clausurando el Internet durante cinco meses.
En toda la India, los políticos opositores, estudiantes, abogados y periodistas que disienten son hostigados y, en ocasiones, encarcelados durante años. En febrero de este año, la oficina de la BBC fue allanada. India ocupa el puesto 161 de 180 por “libertad de prensa”.
Y esto solo se encuentra rascando en la superficie.
No es que Biden desconozca todo esto, ni siquiera que lo “apruebe”. Es solo que cuando se trata de forjar una alianza militar y política internacional para derrotar a otros imperialistas (Rusia y China) que desafían a la dominación estadounidense del mundo, la manera en que Biden define la "autocracia" y la "democracia" en realidad se determina por lo que sirve a esa dominación global estadounidense.
La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.
Lo BAsico 1:3