La semana pasada, mientras el pueblo palestino en Gaza intentaba abrirse paso a través de un paisaje infernal lleno de escombros, varios altos funcionarios de Trump viajaron a Israel, entre ellos: el vicepresidente Vance, el secretario de Estado Rubio y los enviados de Trump, Jared Kushner y Steve Witkoff. ¿Por qué? Para cerciorarse de que el primer ministro israelí, Netanyahu, no reiniciara el genocidio total de Israel en Gaza y descarrilara el “plan de paz” de Trump, acordado entre Israel, Estados Unidos y Hamas.

Todo esto implica complejas contradicciones. A continuación, algunos de los elementos básicos:

Hace varias semanas, tras dos años de masacre genocida israelí con el respaldo de Estados Unidos, el fascista Trump, según se informa, tuvo que presionar a su correligionario fascista Netanyahu para que firmara su “plan de paz” para Gaza, que reflejaba intereses imperialistas estadounidenses más amplios. Trump amenazó con “no seguir apoyando a Netanyahu” si no lo acatara.

Luego, el 19 de octubre, el gobierno de Netanyahu acusó a Hamas de matar a dos soldados israelíes en la zona de Rafah y luego respondió con una serie de ataques aéreos masivos y letales a lo largo de Gaza, que mataron a 45 personas. (Hamas ha negado haber llevado a cabo ningún ataque)¹. Esta fue la 48ª ocasión en nueve días que Israel violó el cese el fuego de Trump y su plan de paz general.

Esto, junto con otras declaraciones y acciones de parte de Netanyahu, generó una “creciente preocupación” entre los funcionarios del régimen de Trump por la posibilidad de que Netanyahu “pudiera desmantelar el acuerdo negociado por Estados Unidos” y reanudar el genocidio israelí. Por ello, un séquito de fascistas de alto rango de Trump se dirigió a Israel para dictar los términos.

Las tácticas imperialistas de mano dura, al descubierto

Rubio dijo que Trump había hecho del cumplimiento del alto el fuego una “máxima prioridad”, y funcionarios y comandantes militares estadounidenses dieron pasos extraordinarios la semana pasada para tratar de asegurarse de que eso ocurriera.

El Comando Central de las fuerzas armadas estadounidenses estableció un nuevo Centro de Coordinación Civil-Militar en el sur de Israel para garantizar el cumplimiento del alto el fuego. Anunció que varios diplomáticos trabajarían ahí con las fuerzas armadas estadounidenses para mantener “la presión sobre Israel para que cumpla el acuerdo”.

Estados Unidos comenzó a volar drones sobre Gaza, lo que un exfuncionario calificó de una “versión muy intrusiva del monitoreo estadounidense”. Incluso exigió que Israel le notificara con antelación a Estados Unidos acerca de cualquier ataque importante del ejército israelí en Gaza. “Fuentes de defensa israelíes afirman que altos funcionarios estadounidenses han declarado que no tolerarán ninguna sorpresa israelí que podría poner en peligro el alto el fuego en Gaza”, informa Ha’aretz. “En la práctica, Estados Unidos le está quitando ciertas autoridades de seguridad a Israel”.

Mientras funcionarios estadounidenses se encontraban en Israel, su Knéset (parlamento) impulsó dos medidas que permitirían que Israel anexionara efectivamente a la Cisjordania ocupada. (Cisjordania alberga a 3,3 millones de palestinos y, según el derecho internacional, se le considera territorio palestino. No obstante, además del genocidio generalizado en Gaza, los colonos israelíes en Cisjordania, con la ayuda del ejército israelí, han estado llevando a cabo una campaña de limpieza étnica en Cisjordania). Este desafío directo al plan de Trump provocó duras críticas públicas: Trump declaró: “Israel no va a hacer nada con Cisjordania, ¿de acuerdo?”. Vance lo calificó de “una maniobra política muy estúpida” y de “un insulto”. Rubio calificó la anexión de Cisjordania de una “amenaza para el proceso de paz”.

Trump y su régimen no están motivados por ninguna preocupación por el derecho internacional ni por el pueblo palestino en Cisjordania. Los imperialistas estadounidenses han apoyado los asentamientos israelíes ilegales y los brutales ataques contra los palestinos ahí durante décadas. Se trata de que Trump intenta impulsar maniobras imperialistas estadounidenses de mayor envergadura y extremadamente depredadoras en el Medio Oriente.

¿Por qué Estados Unidos necesita a Israel?

La inusual y abierta intervención del régimen de Trump en Israel la semana pasada desató un debate sobre si Israel era un “estado vasallo” o un “estado cliente” de Estados Unidos. Netanyahu calificó la afirmación de “tontería” y añadió: “Tenemos una asociación”. Vance declaró que Israel no era un estado vasallo ni un estado cliente: “Queremos un aliado aquí”.

Así que, ¿cuál es la naturaleza básica de la relación entre Estados Unidos e Israel? El líder revolucionario Bob Avakian lo explicó en octubre de 2023:

¿Por qué Biden, y básicamente el gobierno entero y la clase dominante entera de Estados Unidos, apoyan a Israel en su genocidio contra el pueblo palestino, a los ojos del mundo entero? No se debe al “poder del cabildo judío” — ni a que, según alguna noción ignorante, ridícula e indignante, “los judíos lo controlan todo”. Se debe al “papel especial” de Israel como un bastión fuertemente armado de apoyo para el imperialismo estadounidense en una región estratégicamente importante del mundo (el “Medio Oriente”). Además, Israel ha constituido una fuerza clave en la comisión de atrocidades que han contribuido al mantenimiento de la dominación opresiva del imperialismo estadounidense en muchas otras partes del mundo.

- de “Algunas verdades básicas sobre la guerra israelí contra Palestina con el apoyo estadounidense”²

Este análisis es esencial para comprender la naturaleza del “plan de paz” de Trump y las diferencias —y la unidad general— entre Estados Unidos e Israel. Estados Unidos es una potencia imperialista que domina al Medio Oriente y el mundo, e Israel desempeña un papel especial en esa opresión y asesinato en masa. Israel tiene sus propias necesidades y ambiciones, que a veces chocan con las de Estados Unidos, pero depende en general de este último, que, por ejemplo, suministra el 68 % de sus armas de origen extranjero.

Como ha analizado revcom.us (AQUÍ y AQUÍ), el “plan de paz” fascista de Trump no se trata de poner fin a la opresión genocida israelí al pueblo palestino ni de garantizar sus derechos, y mucho menos su liberación. Se trata de mantener su subyugación, fortalecer a Israel y ampliar la dominación imperialista estadounidense en el Medio Oriente. En resumen, Trump prevé hacerlo desarrollando alianzas más estrechas con los estados reaccionarios en la región, como Arabia Saudita, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos y otros. Las constantes amenazas de Israel de anexionar a Cisjordania y reanudar su genocidio en Gaza dificultarían muchísimo que estos estados se acercaran a Estados Unidos —y a Israel—, lo que amenazaría a esos intereses estratégicos estadounidenses³.

El continuo apoyo del régimen de Trump a Israel y a sus ataques contra el pueblo palestino

¡Nada de esto significa que Estados Unidos esté abandonando a Israel ni renunciando al genocidio! Justo la semana pasada, Trump y sus secuaces perpetraron un ataque tras otro contra el pueblo palestino.

Trump volvió a amenazar a Hamas con la aniquilación si no cumplía con el alto el fuego y el plan de paz. El 25 de octubre, Trump le dio a Hamas un plazo de 48 horas para entregar los restos de más rehenes, “o los demás países involucrados en esta GRAN PAZ emprenderán acciones”. Esto es preocupante, ya que estos restos podrían estar enterrados bajo muchas toneladas de escombros, junto con miles de muertos palestinos, e Israel ha bloqueado la entrada del equipo pesado necesario para esta búsqueda.

Rubio repitió la demanda de Israel de que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA (la agencia de ayuda más grande y más efectiva en el territorio) no tenga ningún papel en Gaza, ¡a pesar de que la hambruna y el hambre son rampantes!⁴

Haciéndose eco a Netanyahu, Rubio también dijo que Gaza sería “desmilitarizada” y que Hamas no tendría ningún papel en el gobierno de una futura Gaza (aunque las negociaciones sobre esa cuestión recién están comenzando).

Tanto Jared Kushner como Witkoff ofrecieron una tapadera para Israel al negar que éste hubiera cometido genocidio, aun después de que Kushner dijera durante su entrevista en 60 Minutos que Gaza “parecía casi como si una bomba nuclear hubiera sido detonada en esa zona”.

Un plan que Estados Unidos e Israel están debatiendo actualmente es iniciar la reconstrucción de Gaza en zonas controladas por Israel. “Si los gazatíes, por lo tanto, comienzan a trasladarse a las zonas controladas por Israel, esto podría afianzar la situación actual sobre el terreno (donde Israel controla el 53 % de Gaza) e impedir que Israel se retire de más de la mitad de Gaza durante muchos años”, informa Ha’aretz.

Los palestinos siguen sufriendo, y muriendo, a consecuencia del genocidio israelí-estadounidense y de los continuos ataques israelíes

Al cierre, el alto el fuego entre Israel y Hamas se mantiene. No obstante, los palestinos en Gaza siguen muriendo de hambre, sufriendo terriblemente y, en ocasiones, muriendo a causa del genocidio israelí-estadounidense, y de los continuos ataques israelíes contra su vida y derechos fundamentales. En los últimos dos años, Israel asesinó al menos a 68.229 personas, entre ellas al menos 20.000 niños. Miles más yacen sepultados bajo los escombros. Toda la infraestructura en Gaza ha sido destruida: casas, escuelas y hospitales han sido bombardeados, tierras de cultivo han sido arrasadas y plantas de tratamiento de aguas residuales y desalinizadoras de agua han sido demolidas. Sigue siendo muy incierto cuándo, y si, se aliviará este terrible trauma. Aquí van algunos ejemplos:

• La mitad de la población de Gaza sigue desplazada, refugiada en tiendas de campaña, en los restos de edificios bombardeados, incluso al aire libre. Todos luchan por sobrevivir. “El ruido de los bombardeos se ha silenciado y el cielo está despejado, pero el dolor de la guerra aún se cierne sobre las tiendas”, escribió un médico. “La batalla en los cuerpos de los heridos, en los corazones de las madres, aún no ha terminado, ni en los ojos de los niños, cuya luz se ha perdido”.
• Al cierre, Israel sigue matando y lesionando a los palestinos en Gaza. El viernes 24 de octubre por la tarde, dos hermanos —Said y Mas’oud al-Ghawash— murieron debido a un ataque aéreo israelí al este de Der El Balah. A la noche siguiente, cuatro palestinos resultaron heridos en el centro de Gaza por un ataque aéreo israelí dirigido contra su vehículo.
• Israel está abatiendo a otros por cruzar accidentalmente a zonas amarillas israelíes sin marcar o zonas de exclusión. Al parecer, algunos soldados israelíes habían estado protegiendo a niños y burros que se adentraban en estas zonas. Pero el ministro de seguridad nacional nazi de Israel, Itamar Ben Gvir, exigió que no, “disparen también a los niños y al burro”. En total, Israel ha matado a casi 100 palestinos y herido a 230 en Gaza, tras la entrada en vigor del alto el fuego mediado por Estados Unidos el 10 de octubre.
• Las bombas israelíes dejaron unos 170.000 heridos en Gaza, entre ellos 42.000 con lesiones que les cambiaron la vida, como amputaciones y discapacidades permanentes. El saldo en los niños ha sido terrible: 56.000 perdieron al menos a uno de sus progenitores, miles han perdido a ambos. Debido a esto, alrededor del 40% de las familias gazatíes crían hijos que no son los suyos, según UNICEF. Todos estos niños necesitan atención médica y apoyo – no obstante, Israel también ha diezmado el sistema de salud de Gaza y ahora bloquea la ayuda vital, negándose a permitir que todos, salvo un pequeño grupo, salgan de Gaza para recibir atención médica.

• Según el plan de Trump, supuestamente 600 camiones con alimentos, medicamentos, agua y otra ayuda vital iban a entrar a Gaza cada día para aliviar el hambre y la inanición forzada causadas por el bloqueo israelí. Sin embargo, Israel sigue impidiendo que esto ocurra: según las Naciones Unidas, han llegado menos de 100 camiones al día en promedio y los gazatíes siguen en la indigencia.
• El genocidio por parte de Israel no ha cesado del todo con el acuerdo de Trump. Israel sigue rechazando “arbitrariamente” los envíos de ayuda desesperadamente necesaria a Gaza, como “tiendas de campaña y lonas impermeables, mantas, colchones, suministros de alimentos y nutrición, kits de higiene, materiales de saneamiento, dispositivos de asistencia y ropa infantil”, según una carta de 41 agencias de ayuda humanitaria. Supuestamente, ninguno de estos materiales está condicionado por restricciones bajo el alto el fuego.
• “Catastrófica”. Así describe la Organización Mundial de la Salud la actual crisis de hambruna en Gaza. Las violaciones del derecho internacional por parte de Israel y del alto el fuego de Trump son tan flagrantes que la Corte Internacional de Justicia le ha ordenado restablecer el acceso de la ONU, incluida la UNRWA, para el suministro de alimentos y otros artículos de primera necesidad a Gaza. La ONU también ha exigido que Israel abra el paso fronterizo de Rafah entre Gaza y Egipto para que la ayuda urgente pueda llegar a Gaza.
• En los últimos dos años, Israel ha destruido total o parcialmente el 78 % de los edificios de Gaza, ¡y no ha parado! Israel sigue demoliendo viviendas, calificándolas de “infraestructura terrorista”, y afirmando que esto se ajusta al alto el fuego.

• Mientras tanto, la ofensiva israelí ha destruido casi un millón de los 1,1 millones de olivos de Gaza, una fuente clave de ingresos, alimentos y tradición nacional. Han sido arrasados, o marchitados debido a la falta de agua la que Israel ha creado deliberadamente, o debido a que siguen siendo inaccesibles para los agricultores.

• Un entierro sombrío y desgarrador se llevó a cabo el 24 de octubre por los cuerpos de 54 prisioneros palestinos devueltos por Israel. En otro ataque depravado contra el pueblo palestino, Israel se negó a identificar a las víctimas que murieron a manos de Israel, marcándolas únicamente con un número. “Las señales de tortura y trato brutal en el cuerpo no nos permitieron determinar si era él o no”, declaró un hombre que buscaba a sus familiares. La destrucción del sistema de salud de Gaza por parte de Israel también dificultó que las autoridades realizaran pruebas de ADN a los cuerpos. “Es insoportable verlo”, dijo una mujer. “No puedo imaginarme lo que siente una madre estar aquí, sin saber si uno de estos cuerpos es el de su hijo”.

La situación sigue siendo peligrosa e incierta, y los monstruos genocidas siguen sueltos

El destino del depredador e imperialista “plan de paz” de Trump sigue siendo incierto. Pero lo cierto es que no ofrece ningún futuro para el pueblo palestino, ni para la gente del Medio Oriente ni del mundo.

El asesinato, la opresión y el genocidio del pueblo palestino en Gaza, Cisjordania y dentro de Israel por parte de Israel e Estados Unidos deben terminar, y los millones de personas que se han puesto en pie por todo el mundo deben seguir exigiendo que termine esta dominación y opresión imperialista, y que luchemos por un mundo completamente diferente y mucho mejor.

¡Alto al genocidio israelí-estadounidense del pueblo palestino!

¡Alto al asedio a Gaza!

¡Todo este sistema está podrido e ilegítimo! Necesitamos y Exigimos: una forma de vida completamente nueva, un sistema fundamentalmente diferente.