“Mantengan la esperanza: ¡Voten!”, son las palabras de un cartel casero hecho por uno de los miles de manifestantes que se encontraban fuera del Centro George R. Brown de Houston durante la reciente convención de la NRA (Asociación Nacional del Rifle). Muchos otros tenían mensajes similares.

Una definición común de demencia es hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado diferente. Si uno deja caer las manos en un combate de boxeo y su oponente le asesta un sólido golpe en la mandíbula, debería aprender a no dejar caer las manos. Si uno tiene un horrible dolor de muelas que cree que desaparecerá para siempre si se pone unos cuantos toques más de una pomada especial, acabará con una terrible infección y un dolor aún peor.

Son ejemplos triviales. Pero si cree que, después de que los últimos espasmos de horrible violencia en Búfalo y Uvalde conmocionaran a millones de personas en todo Estados Unidos, tal vez ahora, tal vez en esta ocasión, votar por los demócratas para puestos de poder pondrá fin a la insoportable violencia que recorre a desgarrones a este país, y a la horrible violencia cometida por este país... pues eso es un problema serio. No sólo está mal, sino que sirve para perpetuar el problema subyacente.

Así que es bueno recapacitar. Ver más profundamente. Buscar las raíces de este problema.

¿De dónde provienen todas estas armas y por qué la sociedad no puede detener los asesinatos?

Indignación. Conmoción. Furia hirviente. Millones de personas en Estados Unidos están llenas de la sensación de que ¡tiene que PARAR la aparentemente interminable matanza de negros, latinos y otra gente de color, de jóvenes, y ahora de niños escolares!

¿Cómo han llegado las cosas tan lejos? ¿Cómo se ha llegado a que las armas de guerra, capaces de disparar 600 balas por minuto, estén fácilmente disponibles para los fanáticos racistas y la gente odiosa y retorcida?

En 1954, la Corte Suprema de Estados Unidos puso fin a la segregación escolar legal en una decisión llamada Brown contra Consejo de Educación. Los racistas de todo Estados Unidos, pero especialmente del Sur, comenzaron un esfuerzo sistemático por oponer resistencia a la integración y la igualdad de los negros bajo la ley en todas las esferas de la sociedad, y por mantener el dominio indiscutible supremacista blanco, supremacista masculino y “tradicional” que habían disfrutado durante décadas. A lo largo de los años siguientes, abogados, “académicos” y otros desarrollaron teorías y argumentos en apoyo de ese esfuerzo. Reva Siegel, de la Facultad de Derecho de Yale, escribió que “el movimiento de hoy día... por el derecho a las armas (nació) a la sombra de Brown”. En una década, se convirtió en un movimiento conformado a favor de los intereses de una fuerza social que es “... predominantemente blanca, rural y políticamente conservadora”.

En resumen, racistas odiamujeres no reconstruidos [se refiere a gente que no acepta los cambios que se han operado desde antes de la Guerra Civil en Estados Unidos).

Este movimiento reaccionario se intensificó a raíz de las revueltas y movimientos sociales entre los negros y otros oprimidos, las mujeres, las personas LGBTQ y otros durante los años 1960 y 1970, e identificó cada vez más la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos como lo que considera la fuente de lo que llama la “libertad” estadounidense. La venta de armas se disparó tras las rebeliones y revueltas de los negros en ciudades de todo Estados Unidos, y no sólo en las zonas donde se había producido una rebelión.

A mediados de la década de 1970, se había consolidado la transformación de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que pasó de ser una organización interesada principalmente en la caza a ser “una organización de masas de blancos fuertemente armados en las zonas periféricas de las ciudades y las zonas rurales”. En las cinco décadas transcurridas desde ese entonces, se consolidó la identificación esencialmente completa de la NRA con el Partido Republicano, que a su vez se estaba volviendo totalmente fascista y abiertamente supremacista blanco.

(No se trata de que hoy en día todos los que poseen un arma, incluso un arma automática, sean fascistas o racistas. Pero el movimiento fascista se ha empeñado en adquirir estas armas, en oponerse a todas las restricciones sobre ellas y, en los últimos años, en blandirlas cada vez más para intimidar e incluso matar a los manifestantes, y ese es definitivamente el carácter de la NRA en su conjunto)¹.

Los demócratas son una respuesta — una respuesta EQUIVOCADA

El problema con la NRA no es que tenga una influencia desproporcionada, o que pasee con una correa a líderes fascistas como Trump, Cruz y Abbott. El problema es que la NRA representa una parte central de las fuerzas fascistas las que se están movilizando agresivamente en preparación para una guerra civil en contra de quienes consideran sus oponentes.

Por eso los republi-fascistas se oponen a las más insignificantes concesiones sobre los “derechos de portar armas”, incluso tras horrores como los de Búfalo y Uvalde.

¿Y por qué los dirigentes del Partido Demócrata, muchos de los cuales hablan con horror de las continuas atrocidades y tiroteos en masa, nunca hacen un llamamiento a la gente que está harta, acongojada y requete-encabronada por todos estos asesinatos para que actúe, aparte de votar por ellos — un camino que no ha conseguido nada? Porque su mayor preocupación es mantener la articulación del sistema del capitalismo-imperialismo que representan y como parte de eso temen la agitación y el caos que podrían resultar de hacer frente directamente a los fascistas, muchos de los cuales están armados hasta el cogote y son lunáticos fanáticos. También temen lo que sucedería si aquellos que consideran su base se tomaran las calles y actuaran “fuera” de los cauces normales, en oposición a esta demencia y caos. Ahora mismo, en una situación en la que la sociedad se está desgarrando y los fascistas están decididos a deshacerse de las “normas” y reglas que han gobernado la sociedad durante décadas, los demócratas desesperadamente están tratando de mantener la articulación de las cosas y están dispuestos en un tema tras otro a ceder ante estos fascistas... según los términos de éstos. Algunos de estos demócratas quizá hasta sean sinceros en sus expresiones de dolor e indignación. Pero a la hora de la verdad, les importa muchísimo más conservar este sistema y mantener bajo control a las masas de personas, que a los seres humanos.

El Partido Republicano es fascista... El Partido Demócrata también es una máquina de masivos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad

El Partido Demócrata, durante 200 años, ha sido una de las principales instituciones que ha presidido sistemas —primero el capitalismo mezclado con la esclavitud, luego el capitalismo-imperialismo— basados en la explotación despiadada de la gente en Estados Unidos y en todo el mundo.

Desde el primer día, esta explotación se ha impuesto y cohesionado mediante una violencia brutal. Y durante más de 200 años, el Partido Demócrata ha sido una de las principales instituciones que ha presidido la continuación y profundización de la violencia y el odio que están incorporados a los cimientos de Estados Unidos: la esclavitud, las turbas de linchamiento, el Sendero de Lágrimas, los huesos rotos y aldeas quemadas, los cadáveres colgados de los árboles, las mujeres violadas en los campos de algodón. El Partido Demócrata era un decidido defensor de la esclavitud. Los demócratas fueron el partido de la supremacía blanca abierta, del Jim Crow y de la ley de linchamiento, durante un siglo.

Los demócratas estaban en el poder cuando Estados Unidos aniquiló a dos ciudades japonesas con armas nucleares la única ocasión en que se han utilizado tales armas; estaban en el poder cuando una campaña de bombardeos de años de duración llamada “Operación Trueno Rodante” desató atrocidades literalmente genocidas sobre el pueblo de Vietnam, crímenes de guerra cuyos efectos continúan hasta hoy.

Esto es sólo una pequeña parte de una historia sangrienta que podría llenar volúmenes, y que debería ser mucho más conocida por cualquiera que piense que “votar por los demócratas” va a hacer que la sociedad sea menos violenta.

Y no es historia antigua. Décadas de encarcelamiento en masa de jóvenes negros, latinos, indígenas y de color han puesto a generaciones tras las rejas, y han convertido a Estados Unidos en el país con la mayor población carcelaria del mundo. El encarcelamiento en masa despegó con una llamada “Ley Contra el Crimen” con Biden al frente cuando era senador, y firmada como ley por Bill Clinton.

Hoy, si bien continúa y se intensifica la oleada de asesinatos policiales en todo Estados Unidos, y ante las manifestaciones sin precedentes de decenas de millones de personas que exigen un cambio y lanzan el grito de “La vida de los negros importa”, la solución de Biden es “financiar a la policía, financiar a la policía, financiar a la policía”. Y “estrellas emergentes” como el alcalde de Nueva York, Eric Adams —el Giuliani negro—, piden que se dé a la policía más licencia para llevar a cabo represión violenta.

Y si usted tiene nostalgia de los años de Obama, que sepa que cuando los jóvenes de Baltimore se rebelaron ante el brutal asesinato de Freddie Gray a manos de la policía, Obama los llamó “maleantes”, pero nunca dijo ni una palabra en condena a los policías brutalizadores y asesinos. Cuando Michael Brown, un joven negro, fue asesinado a balazos por un policía en Ferguson, Misuri, Obama dijo que “confiaba totalmente” en su Departamento de “Justicia” cuando se negaron a presentar cargos en contra del policía.

En este momento, los demócratas bajo Joe Biden están arriesgándose a una guerra nuclear, con sus horrores inimaginables, a fin de cobrar ventajas sobre Rusia, sus rivales imperialistas en la guerra en Ucrania. Bajo Biden y la dirigencia demócrata, Estados Unidos ha seguido militarizando la frontera con México y expulsando a los inmigrantes de Estados Unidos a un ritmo más rápido incluso que Trump.

Así que no, limitar tu oposición a votar por los demócratas y esperar que tenga el mejor resultado no conduce al cambio significativo o que valga la pena. Perpetúa los delirios de que el cambio es posible dentro de este sistema.

Se está deshilachando este sistema

Como escribió Bob Avakian en “Algo terrible, o algo verdaderamente emancipador: Crisis profunda, divisiones crecientes, la inminente posibilidad de una guerra civil — y la revolución que se necesita con urgencia”:

Es este sistema el que es la causa básica del tremendo sufrimiento al que está sometida la gente en todo el mundo; y este sistema representa una amenaza creciente a la existencia misma de la humanidad, en la manera en que este sistema está destruyendo rápidamente el medio ambiente global y en el peligro de una guerra entre las potencias capitalistas-imperialistas con armamento nuclear, como Estados Unidos y China.

Todo esto es la realidad y nadie puede escapar a esta realidad. O la cambiamos radicalmente, de manera positiva, o todo cambiará de manera muy negativa.

Matar y encarcelar a masas de jóvenes negros, latinos y de color, deportar a millones de personas empobrecidas, librar guerras genocidas y cargar su arsenal nuclear, negarles a las mujeres el derecho básico de controlar su propio cuerpo, no son indicios de un sistema que está roto, ni son convulsiones aisladas de violencia individual racista o aparentemente “trastornada”. No se trata de “errores” que puedan ser eliminados del sistema con retoques, sino que éste funciona así. Este sistema no está “roto”, sino que se está reventando por las costuras, de abajo a arriba.

Y se está volviendo cada vez más difícil para sus gobernantes —demócratas y republicanos— mantener su articulación. La turbulencia que está desgarrando la sociedad no va a desaparecer. Podría significar horrores aún peores para la humanidad, pero también podría conducir a que números crecientes de personas reconozcan esta realidad por lo que es, y que aprovechen la situación poco común en la que nos encontramos, situación en que existe la posibilidad de hacer una revolución en esta monstruosidad de país, y hacer algo realmente maravilloso y emancipador para la humanidad.

La hora ES tarde. Atrévete a romper con lo que has pensado y aceptado como cierto. Es intolerable aceptar la matanza de inocentes como la forma en que las cosas tienen que ser.